El segundo arco de Void Rivals de Robert Kirkman y Lorenzo de Felici, con color de Matheus Lopes y Patricio Delpeche, mantiene el ritmo frenético y un montón de sorpresas de este comic perteneciente al Universo Energon del sello Skybound, al que pertenecen Transformers y G.I. Joe.
PUNTUACIÓN: 8/10
NUEVO ARCO ARGUMENTAL
Darak y Solila atraviesan el páramo del norte. El peligro acecha en cada esquina. El rincón de los Rivales del Vacío en el Universo Energon sigue creciendo y PROXIMUS está a la caza.
El segundo arco de Void Rivals plantea una larga persecución a lo largo de los planos desolados que separan los reinos de Zertonia y Agorria, tras escapar Solila y Darak de los soldados zertonios al final del arco anterior. Robert Kirkman imprime un ritmo frenético mientras va dejando momentos impactantes en cada grapa. La identidad de Proximus, el cazador activado por Zertonia para cazar a la pareja de huidos es impactante, y promete que dará mucho juego a partir de ahora. Y la nueva aparición de un autobot en este arco ofrece momentos espectaculares, con unos combates super chulos y una personalidad desbordante.
En la parte de las sorpresas, la conexión de esta comic con el mundo de los Transformers parece cada vez más clara (si cabe), viendo como en este arco uno de los protagonistas es curado gracias a una «infusión» de ENERGON. Un tema importante de la serie es que los líderes de ambas razas enfrentadas en realidad se mostraron colaborando para evitar un suceso indeterminado llamado la «Unidad». Para ello, mantener la guerra que ha separado ambos reinos durante siglos parece que es la única opción. Sobre todo viendo la potente sorpresa final, que muestra qué pasaría si los agorrianos y los zertonios se unieran. Me gusta leer un comic que consigue ser entretenido TODAS sus grapas mientras desarrolla un gran plan a largo plazo en el que queda claro que aún quedan muchas sorpresas por resolver. En esto, Kirkman es el mejor narrador del medio.
Por comentar algún elemento menos bueno, yo compro Void Rivals en grapa USA, y tengo que reconocer que dentro de lo entretenido que es, hemos tenido en esta arco alguna grapa en la que únicamente había una pelea. Muy bien coreografiadas, por cierto. Y el comic es super entretenido como digo, pero lo cierto es que la trama ha avanzado poco en esos momentos. Dicho esto, un comic no sólo va de trama, también resulta clave presentar a personajes y conseguir que le importen al lector. Y en eso también Kirkman es un maestro. La llegada del autobot que comentaba le convirtió de forma automática en uno de los mejores personajes de la serie. De hecho, me alegra comprobar viendo el final que este autobot seguirá apareciendo en el próximo arco junto a Darak.
El elemento con el que no he conectado es el cazador de recompensas Skuxxoid, que sigue teniendo su arco en estos comics y no acabo de ver cómo va a conectar con la trama general de la colección. Se que en su momento el fandom flipó con este personaje, porque viene del lore clásico de Transformers. Pero en mi caso, no le conocía de nada y no acabo de verle el interés a sus peripecias. Sobre todo cuando las grapas tienen 20 páginas y se leen en un suspiro. En todo caso, tengo confianza máxima en Kirkman, porque si está es porque le tiene algo bueno preparado.
Lorenzo de Felici mantiene una calidad bestial en el dibujo. Me encantan cómo dibuja a los protagonistas, su personalidad y carisma se sale de la página. También me flipa toda la tecnología de este comic, entre otros elementos la aparición de los autobots que tenemos en este arco, que lucen imponentes y poderosos. Pero quizá lo más destacado y lo que más me gusta de él es su fluidez narrativa, lo bien que muestra en imágenes lo que estaba pasando por la cabeza de Kirkman. Si la historia está muy chula, De Felici ayuda a que el comic sea aún más atractivo y estimulante.
Comentar a modo de curiosidad que Void Rivals ha cambiado al colorista sin que lo haya notado (para bien y para mal). Y es que Matheus Lopes colores los tres primeros números, pasando a continuación a trabajar en la serie Patricio Delpeche. Y esto resulta interesante, porque De Felici es un dibujante que guarda margen para que el colorista se luzca, como vemos en el número 7 en el que Darak y Solila quedan deslumbrados junto a los lectores por el cielo estrellado que puede verse en el páramo. El color en Void Rivals siempre ayuda a que la lectura sea más fácil y las viñetas luzcan espectaculares.
Frente a los desmanes y faltas de respeto de Marvel a sus dibujantes, me parece una pasada poder disfrutar de un comic que sabes que mantendrá la coherencia artística a lo largo de toda la serie (salvo catástrofe). Como pasó con Oblivion Song, tener la posibilidad de leer una historia completa con el mismo dibujante es algo que no tiene precio.
Este segundo arco ha terminado en un punto super interesante. Por la sorpresa final pero también por lo que parece que Kirkman ha preparado para los protagonistas. Void Rivals para mi sigue manteniendo todo su atractivo, y me quedo con muchísimas ganas de saber cómo va a continuar la historia. En todo caso, hay tantas cosas abiertas que tengo claro que Kirkman ha planteado esta colección como una serie regular a largo plazo, no creo que vaya a cerrarla en el número 25, si acaso ya veremos si en el 50. Y esta tranquilidad de tener una colección con esta vocación a largo plazo es otra cosa que me flipa y separa este comic de la actualidad de Marvel, en la que muy pocas series «normales» parecen poder superar los 25 números debido a las ventas menguantes.
Comparto las primeras páginas del número 7 USA que da inicio a este segundo arco:
Void Rivals
PUNTUACIÓN: XX/10
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