Sweet tooth termina en una tercera temporada que ofrece un buen final a esta historia ambientada en un mundo apocalíptico en el que la mayoría de la humanidad ha muerto y todos los recién nacidos son híbridos de humanos con animales.
PUNTUACIÓN: 7/10
Sweet Tooth está ambientada en un mundo en el que un virus ha matado a la mayoría de la población humana y ha dado lugar a la aparición de bebés híbridos que nacen en parte humanos y en parte animales. En esta temporada final, Gus y sus amigos empiezan un viaje a Alaska, al lugar donde todo empezó, donde los sueños de Gus le muestran que está la clave para solucionarlo todo y salvar tanto a humanos como híbridos.
Jeff Lemire creó Sweet Tooth dentro del sello Vertigo de DC Comics. Lemire dibujó y guionizó todos los ejemplares de esta serie, que fue publicada entre 2009 y 2013, con 40 números de duración. Sweet Tooth fue una de sus primeras obras de creación propia creada en la época de Essex County, y previa a muchas de sus obras posteriores con las que ha llegado a super conocido dentro del ámbito independiente: Trillium, Black Hammer, Un tipo duro o Descender entre otros. Es la actualidad, forma un estupendo equipo creativo con el artista italiano Andrea Sorrentino y el colorista Dave Stewart, con los que ha creado Gideon Falls, Primordial y el universo de historias de terror The Bone Orchard Mithos, en la que ya se han publicado las novelas gráficas The Passageways , Ten thousand black feathers y Tenement.
Jim Mickle es el creador de esta adaptación del comic de Jeff Lemire. Mickle es un director y escritor estadounidense, conocido por películas como Mulberry Street, Stake Land, We Are What We Are y Cold in July. También co-desarrolló la estupenda serie de SundanceTV Hap and Leonard, basada en las novelas de Joe R. Lansdale. Tras estrenarse su primera temporada en 2021 y la segunda en 2023, el final de la historia se estrenó este pasado verano, aunque no tuve ocasión de verlo hasta ahora. Los ocho episodios de esta temporada han sido dirigidos, a razón de dos episodios cada uno, por Toa Fraser, Robyn Grace, Ciaran Foy y el propio Mickle. En los guiones, además de a Mickle, encontramos a Noah Griffith, Daniel Stewart, Zaike LaPorte Airey, Carly Woodworth, Kseniya Melnik, Oanh Ly, Daniel G. King, Bo Yeon Kim y Erika Lippoldt. Aunque una parte importante de la serie está ambientada en Alaska, en realidad se rodó en su totalidad en Nueza Zelanda.
Christian Convery es Gus, un niño de 10 años medio humano, medio ciervo, ingenuo y positivo a pesar de todo que quiere encontrar a su madre. Nonso Anozie interpreta a Tommy Jepperd, el protector de Gus que antiguamente formó parte de los Last Men. Adeel Akhtar es el Dr. Aditya Singh, un médico desesperado por encontrar la cura de la enfermedad causada por el virus H5G9. Stefania LaVie Owen es Oso, la líder y fundadora del Ejército Animal que salva a los híbridos, que acompaña a Gus en su viaje. Naledi Murray es Wendy, una híbrida mitad cerdo y mitad humana que también acompaña a Gus. Amy Seimetz como Birdie, la mujer que Gus cree que es su madre (a pesar de haber nacido en u laboratorio), Rosalind Chao como la señora Helen Zhang, una señora de la guerra y miembro de Los Tres, Kelly Marie Tran como Rosie Zhang, la hija de Helen y madre de cuatro híbridos mitad lobo que persigue a Gus, Cara Gee como Siana una amiga de Birdie que trabaja en un puesto avanzado de Alaska y Ayazhan Dalabayeva como Nuka, la hija de Siana que es mitad humana y mitad zorro ártico, completan el reparto.
Mientras pensaba qué iba a escribir sobre esta serie, me di cuenta que no pasa nada por ver una serie que simplemente «está bien». Que no me vaya a cambiar la vida pero que cumple su cometido de entretener. Porque en medio de la polarización de las redes sociales parece que todo es blanco o negro, obra maestra o fracaso. Y no es el caso. Que una serie esté bien es algo más que aceptable, y en muchos aspectos tampoco deberiamos exigirle a una serie de televisión mainstream mucho más que nos entretenga. Y fin.
La verdad es que Sweet tooth es una serie con mucho corazón. Su protagonista Gus es un amor que genera una empatía total. Es genial tener a un «héroe» que a pesar de todo quiera hacer lo correcto de forma altruista, que en este caso es viajar a Alaska para intentar detener una mutación de la enfermedad que va a provocar la muerte de todos los humanos de forma inminente. Y que sigue viendo lo mejor de la humanidad, por muchos pecados que hayan cometido o por mal que esté la cosa. El grupo forma un equipo de gente variopinta con la sorpresa del añadido del doctor Aditya Singh, que dice compartir los mismos sueños de Gus que le compelen a dirigirse a Alaska.
El final de Sweet tooth creo que estaba telegrafiado desde el principio, y me gusta que la serie se mueva por una evolución lógica de la historia y sus protagonistas. Creo que eso es la mejor decisión narrativa posible, saber desde el inicio hacia donde te diriges, qué quieres contar o qué emoción transmitir. En las reseñas de las temporadas anteriores ya comenté que NO he leído el comic de Lemire, así que no puedo juzgar si la serie ha sido fiel en este final (y en general con las cosas que hemos visto a lo largo de las tres temporadas). Pero veo correcto que no se plantee una locura de guion para justificar un giro loquísimo.
Quizá el problema principal de esta tercera temporada de Sweet Tooth es algo que afecta en general al mainstream televisivo. Y es que la trama está super alargada, con diálogos y situaciones repetidas que paran completamente la serie y me dejaron con la sensación que se podría haber contado lo mismo mejor con 6 episodios en lugar de 8. En varios momentos la serie me transmitía, con su tercer diálogo redundante dentro de un episodio, la sensación de estar viendo (exageradamente) un culebrón venezolano en el que se repetían dos y tres veces las situaciones porque los productores sabían que las espectadoras tenían la tele puesta mientras cocinaban o limpiaban la casa, y se perdían cosas.
Y esto es una pena, porque los personajes transmiten las sensaciones correctas y todo a nivel «macro» ayuda a construir la emoción general que la serie debe tener. La parte del viaje con las personas que se van encontrando no me han parecido mal. La casa apartada con el niño pájaro cuyos padres no quieren que se note que es un híbrido o el episodio del barco en el que vemos a las víctimas del virus, me parece que tienen momentos super emocionantes. Por contra, la parte del casino o las interminables y redundantes discursiones entre el doctor Singh y Tommy Jepperd fueron un suplicio. La trama de los habitantes de a instalación científica de Alaska también es otra trama alargada que no aporta demasiado más allá de hacer que pasen los minutos.
Rosalind Chao como la señora Helen Zhang creo que es una villana bastante decepcionante. La novedad de la temporada viene de Kelly Marie Tran (famosa para su desgracia por su papel de Star Wars VIII) como Rosie Zhang, la hija de Helen, es un añadido que aparece mucho durante la temporada pero en realidad tampoco aporta demasiado. Con una personalidad que nunca está demasiado bien explicada y que en lugar de generar pena por el maltrato emocional que sufrió de su madre, hace que caiga desagradable en todo momento.
Comentaba en positivo que el final me parecía lógico pensando en la propia premisa de la serie y lo que habiamos visto a lo largo de estas 3 temporadas. Eso no quita con que en realidad estamos ante una consigna más del wokismo que arrasa con todo el entretenimiento. Y que conecta con las ideas sobre que la humanidad no sólo se está dirigiendo hacia el apocalipsis climático, sino que nos merecemos ser barridos de la faz de la Tierra. De hecho, cuando terminó la serie no pude evitar pensar que si Hollywood compró a Lemire los derechos de este comic ( o a Warner, que el comic se editó en Vertigo y no tengo claro como estará el tema de los derechos) fue precisamente porque ofrecía un final acorde con estas ideas).
En todo caso, el final creo que resulta emocionante y con su punto positivo, por ejemplo cuando por fin conocemos quien es el narrador que nos ha estado contado la historia. O cuando vemos el poder de las historias y como nuestros seres queridos nunca se irán del todo mientras les recordemos. Esto que vemos en los últimos suspiro nos da momentos super emocionantes que consiguen que el visionado termine de la mejor manera posible.
En resumen, Sweet tooth no es una serie rompedora ni estará en los listados de «mejores series de 2024», pero los espectadores necesitamos series que nos entretengan y nos hagan olvidarnos durante un rato de la triste realidad. Si la premisa te llama, creo que se puede disfrutar.
Comparto el trailer de esta tercera y última temporada:
Sweet tooth ha sido una buena serie, aunque me quedo con la sensación que este final se podría haber contado mejor con un par de episodios menos.
PUNTUACIÓN: 7/10
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