Recuerdo ver algún episodio suelto de la serie de dibujo de Chip y Chop (Chip & Dale en el original), pero nunca me consideré fan de estos personajes. Descubrir la premisa de la película recién estrenada en Disney+ dirigida por Akiva Schaffer me ha volado la cabeza con sus reminiscencias a ¿Quién engañó a Roger Rabbit?
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Treinta años después de sus aventuras originales, Chip y Chop viven en Los Ángeles entre dibujos animados y humanos. Chip (voz original de John Mulaney) lleva una vida rutinaria y hogareña como vendedor de seguros, mientras que Chop (voz original de Andy Sandberg) se ha hecho la cirugía 3D y se dedica a explotar la nostalgia de convención en convención, desesperado por revivir sus días de gloria. Cuando un antiguo compañero de reparto desaparece misteriosamente, Chip y Chop se ven obligados a recuperar la amistad perdida y a hacer de detectives una vez más como Guardianes Rescatadores para salvar a su amigo.
Disney anunció esta película en 2019. Tras un cambio en la dirección finalmente Akiva Schaffer ha dirigido esta película con guión de Dan Gregor y Doug Mand, a partir de una historia original de Barry Schwartz. La película de apenas 95 minutos cuenta con Larry Fong para la fotografía de la parte rodada en imagen real, y música de Bryan Tyler.
La película cuenta con las voces de John Mulaney como Chip, el intrépido, optimista y maduro líder y co-fundador de Rescue Rangers y Andy Samberg como Dale, el despreocupado mejor amigo de Chip y co-fundador de Rescue Rangers, que suele actuar antes de pensar. KiKi Layne intepreta a la detective Ellie Steckler, una de las pocas actrices de imagen real de la historia. En el resto de voces encontramos a actores conocidos como Will Arnett como Sweet Pete, Eric Bana como Monterey Jack, Keegan-Michael Key como Bjornson the Cheesemonger y J. K. Simmons como el Capitán Putty del Departamento de Policía de Los Angeles.
Entrando a valorar la película, me ha flipado la idea de un mundo claramente inspirado por ¿Quién engaño a Roger Rabbit? (Robert Zemeckis, 1988) en el que los personajes animados comparten mundo en Los Ángeles con las personas reales. Frente a una historia noir con personajes animados del clásico de Robert Zemeckis, Chip´n Dale utiliza esta ambientación para plantear una metáfora metatextual sobre lo que le suceden a los personajes animados cuando sus películas o series son canceladas. Algo que tiene su correlación a los actores con un único papel importante que viven de la nostalgia del público.
Plantear que la clásica serie de animación de Chip y Chop de 1989 fue una serie rodada por unas ardillas actores que tuvieron su momento de gloria hace décadas es una genialidad absoluta. Y este elemento conecta a su vez con la identidad de un villano que es un personaje clásico super querido que en el mundo «real» fue abandonado al crecer y perder su encanto infantil. Que Disney haya aceptado el argumento de la película me parece una maravillosa locura, de largo lo mejor de la película. La obsesión del cine comercial (de sus estudios, se entiende) por los reboots y por reutilizar conceptos populares de otras épocas en lugar de crear nuevas historias es también un elemento importante de esta película, siendo un elemento utilizado con un humor irónico sutil que funciona de maravilla.
El elemento de personajes de animación en el mundo real sirve para mostrar otro de los hallazgos visuales de la película, y al ver como conviven personajes realizados con todo tipo de animaciones diferentes, desde la primera animación en blanco y negro, en 2D tradicional de la Disney de los 70/80, o los actuales modelos en 3D. Esto permite hacer unas bromas super buenas, por ejemplo a costa de la animación de primeros años 2000 tipo Polar Express en la que la «perfección» de las figuras no ocultaba lo raro que quedaban por sus expresiones inhumanas. El detalle que Dale se ha «optimizado» y ha cambiado a una figura en CGI 3D para intentar seguir siendo popular mientras que Chip mantiene su imagen en 2D resalta las diferencias y la evolución que ha vivido el medio, así como la obsesión del mundo del espectáculo de estar a la última y parecer siempre joven y fresh.
Y junto a estos elementos y tan importante como la acción de los protagonistas, la película te obliga a estar atentos a los innumerables cameos y apariciones especiales en segundo plano, ofreciendo momentos maravillosos y sorpresas super divertidas incluyendo a personajes de Pixar y de otras compañías. Los anuncios en la parada del bus o los carteles de próximos estrenos nunca fueron tan divertidos y sorprendentes, con tantos guiños a la historia de la animación que es imposible captarlos todos.
Este aspecto del cameo «obligado» desde cierto punto de vista conecta con la obsesión que un grupo de público tiene con ellos, hasta el punto que llega a ser más importante que la historia en si, como hemos visto este mes con el estreno de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura de Sam Raimi, en el que algunas personas han criticado que la película no por su calidad sino porque no mostrara todos los cameos que ellos imaginaban que debía tener, cameos que nunca existieron más que en el sueño húmedo de estos fans y en webs sin escrúpulos que publican todo tipo de mentiras para generar clicks.
Quizá el único pero de la película es que hay tantos elementos chulos en relación al aspecto metatextual de la película y los numerosísimos cameos y apariciones especiales, muchos de los cuales en segundo plano, que la investigación en si de Chip y Chop resulta un elemento bastante trillado y poco original en el que todo se ve venir de principio a fin, siendo casi lo menos importante de la película.
De hecho, hay un elemento fundamental sobre esto y es que la película me gustó mucho más a mi que a mi hijo de 14 años, entiendo que debido a que él no tiene ninguna conexión emocional hacia la historia de la animación (y sus personajes) como me pasa a mi. Es por esto que cuando yo me moría de risa con los cameos y apariciones sorpresa, para él eran situaciones (y personajes) que no le decían nada, hasta el punto que me comentó al terminar el visionado que «ya la vimos, no quiero volver a verla». Y no creo que sea un hecho sorprendente, ya que creo que Disney ha planteado una película de Chip y Chop más para los padres que conocimos a los personajes en los 80/90 que a los niños actuales. El elemento de nostalgia cobrando de nuevo protagonismo en un producto audiovisual de 2022. Lo cual es arriesgado, dado que viendo el poster en Disney+ yo al menos no tenía claro a qué target dirigía Disney la película, y en ese sentido entiendo que habrá muchos espectadores adultos que no le van a dar una oportunidad a la película esperando una historia para niños como fue en su momento la serie de 1989. A lo que habría que sumar que posiblemente para los niños que sí la vean la película no sea nada del otro jueves, como le pasó a mi hijo.
La película me ha gustado mucho, pero a la vez entiendo que entra en la categoría de bien sin más una vez descuento la diversión de los cameos. En este sentido, entiendo que la duración de 95 minutos es perfecta, sobre todo porque la investigación policial realmente no da más de si.
Comparto el trailer de la película:
Chip y Chop: Los Guardianes Rescatadores acierta gracias a la potentísima premisa, aunque quizá se me queda corta al no llevar la historia que viven los protagonistas al mismo nivel que el elemento metalingüístico, quedándose en una película entretenida que gustará más a los padres que a los hijos que no tienen conexión con la mayoría de personajes que habitan este mundo.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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