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Crítica de Monkey Man de Dev Patel

Fui con ganas de pasar un buen rato con el debut en la dirección del actor Dev Patel. Y quizá por eso el chasco que me he llevado con Monkey Man haya sido tan grande.

PUNTUACIÓN: 4:10

Kid es un delincuente que acaba de salir de prisión y vive en la India, intentando adaptarse a un mundo marcado por la avaricia y carente de valores espirituales. Allí luchará por buscar venganza por la muerte de su madre y defender a las clases más desfavorecidas. (FILMAFFINITY)

Dev Patel (Harrow, Londres, 1990) es un actor y ahora director británico. Además de destacar el hecho que Patel nació en Inglaterra, sus padres son hindúes gujarati pero ambos nacieron en Nairobi (Kenia), donde existía una importante comunidad. Patel comenzó su carrera en la serie juvenil Skins (2007). Su consagración llegó con el papel protagonista en Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2008), por el que Patel fue nominado al premio BAFTA al mejor actor protagonista. La carrera de Patel se amplió con papeles protagonistas en las comedias-dramas El mejor hotel exótico Marigold (2011) y El segundo hotel exótico Marigold (2015), el thriller de ciencia ficción Chappie (2015) y un papel secundario en la serie de HBO The Newsroom (2012-2014). Por su interpretación en el drama Lion (2016), Patel ganó el premio BAFTA al mejor actor de reparto y fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto. Posteriormente protagonizó las películas independientes Hotel Mumbai (2018), The Personal History of David Copperfield (2019) y The Green Knight (2021). Monkey Man supone su debut en la dirección.

Además de dirigirla, Monkey Man es una idea de Patel que fue desarrollada en guión por Paul Angunawela, John Collee y el propio Patel. La película de 121 minutos de duración cuenta con fotografía de Sharone Meir, montaje de Dávid Jancsó y Tim Murrell, y música de Jed Kurzel. Me resulta curioso comprobar que la película no se rodó en India, sino en una pequeña isla de Batam, Indonesia. Además, Monkey Man cobró cierta relevancia al comprar Netflix los derechos de emisión, que fueron recomprados por Jordan Peele al no ver el canal de streaming potencial en la película, que tuvo un presupuesto de 10 millones de dólares.

Dev Patel interpreta a Kid / Bobby / Monkey Man (con Jatin Malik como él de niño). Sharlto Copley es Tigre, la única cara reconocible además de la de Patel. El resto del reparto lo forman Pitobash como Alfonso, Vipin Sharma como Alfa, Sikandar Kher como Rana Singh, Sobhita Dhulipala como Sita, Ashwini Kalsekar como Queenie Kapoor, Adithi Kalkunte como Neela, Makarand Deshpande como Baba Shakti y Zakir Hussain como el maestro.

Queriendo buscar cosas positivas que decir de Monkey Man, hay que reconocerle a Dev Patel que lo ha dado todo durante el rodaje de la película. Por lo que se ha comentado, Patel se rompió una mano al comenzar la grabación y sufrió varias heridas durante las diferentes coreografías de acción. Y aunque la ejecución haya fallado, a priori la intención de crear una historia de venganza que conectara con la cultura hindú y los problemas sociales que sufre el país podría habernos dado una película muy chula. Lamentablemente, esto es todo lo positivo que puedo decir de Monkey Man.

Monkey Man es uno de los mayores fracasos creativos que recuerdo en lo referido a cine de acción. Desde Los Mercen4rios no he sufrido una decepción igual en una sala de cine, y al menos en ese caso fui mentalizado que lo que me esperaba no sería demasiado bueno. (Fue peor). Y es que quitando la intención, en la ejecución creo que Patel ha fallado a todos los niveles con una película en la que no me ha gustado casi ninguna de las decisiones creativas que ha tomado.

Empezando por la fallida decisión que toma para rodar las escenas de acción. Patel emplea una «shaky-camera» situada el 99% del tiempo en medio de la acción, literalmente. De forma que no acaba de verse bien lo que está pasando prácticamente nunca. Creo haber leído que ha rodado algunas cosas con un iPhone e incluso con GoPros, y más allá de la posible novedad técnica, la triste realidad es que el resultado final no funciona. Resulta curioso que justo la mejor escena de acción de la película sea la de la cocina del restaurante, justo porque la cámara parece dar dos pasos atrás y permite que los espectadores entendamos lo que está pasando. Si unimos esta cámara temblorosa en medio de la acción a un montaje demencial con miles de cortes, tenemos un ejemplo casi para una tesis doctoral de cómo NO rodar escenas de acción y, yendo más allá, qué NO hacer a la hora de montar una película que se va a estrenar en salas comerciales.

Por supuesto, que una película de acción falle en la representación de la acción es un problema importante. Vital. Pero Patel falla en todo lo demás, empezando por la historia. Monkey Man tiene una duración de dos horas que resulta ridículamente larga, y el guion provoca que la película se me hiciera super larga y aburrida. En lugar de mostrar la muerte de la madre desde el principio que es lo que provoca la historia de venganza, Patel plantea una idea ridícula que es plantear esta muerte como si fuera un misterio que hay que desentrañar, creando una narrativa fragmentada que no nos muestra el suceso en sí hasta bien pasada la primera hora y pico de película. Lo cual es ridículo, porque ya sabemos lo fundamental, la madre murió asesinada y el jefe de policía corrupto lo hizo y merece la muerte. Tener que llegar hasta tan lejos en la historia para ver cómo lo hizo convirtió este camino en momento insufribles y repetitivos, provocando el aburrimiento más absoluto. Apoyado, de nuevo, con un montaje demencial que igual alguien pensó equivocadamente que daba una estética o un ritmo rompedores. NO lo hace, todo mal.

Esto me recuerda algo que ya he sentido en otras películas o comics, y es que a priori está bien pensar hacer cosas no habituales para no caer en el tópico, pero que sea «diferente» no lo hace automáticamente mejor. Dependerá de la ejecución. Y esto es lo que le pasa a Patel. No quiere mostrar la muerte de la madre al comienzo porque es un cliché del género de acción, pero lo que hace alarga una película que no tendría que hacer superado los 100 minutos, perjudicando el ritmo y el disfrute. En este sentido, más allá de la frase publicitaria calificando Monkey Man como un «John Wick con ADN hindú», también Patel comenta que ha intentado conscientemente no copiar a las películas de John Wick, planteando cosas diferentes. Y dentro que está bien no copiar a otras películas recientes, lo que queda claro es que el resultado final palidece totalmente en la comparación.

Volviendo a la historia, hay un elemento de crítica hacia el poder político y religioso en la India que aplasta a los pobres y los masacra por intereses económicos. Pero esta parte que he leído en Filmaffinity que es de las cosas más celebradas de la película en realidad es uno de los tópicos más típicos del cine de acción, que es hacer que los pobres tengan que levantarse ante el poderoso. En todo caso, esto en si mismo no es un problema, claro. Pero el caso es que Patel plantea una idea super cuestionable, ya que hace que el protagonista falle un primer ataque porque se supone que lo hizo con motivos egoístas. Sin embargo, tras ser rescatado al borde de la muerte por el clérigo de la casta inferior, dan a entender que si lucha por el pueblo podrá vencer a los enemigos, cosa que acaba sucediendo (obviamente). Sin embargo, él no está luchando por el pueblo, sino que sigue queriendo vengarse de los que mataron a su madre. Nada de lo que hace Monkey Man va a redundar en una mejora de la vida de los pobres, y lo normal es que al día siguiente sean machacados igual que siempre. Lo único, eso si, es que las personas malas han muerto, pero el status-quo se mantiene igual, viendo que el títere político de estos malvados ha ganado las elecciones. Por lo que esta idea de «héroe de los pobres» en realidad no es lo que la película muestra, aunque este grupo acuda a ayudarle en el climax de la película, con lo que se pone de relevancia otra vez la diferencia entre la posible intención y el resultado final.

Luego además, la película tiene chorradas a mansalva, como que Monkey Man se gane la vida en peleas amañadas y cuando apueste a su favor nadie vea nada raro. O el absurdo interés de hacer que empaticemos con el traficante y delincuente al que Monkey Man engaña para entrar en el círculo de los poderosos. Porque aunque tuvo una vida dura, como todo el mundo por otra parte, es escoria como todos los demás criminales. Es curioso que centro que todos los personajes son unidimensionales sin matices, este criminal es lo más parecido a personaje con evolución a lo largo de la película. Lo cual es otra muestra de lo mucho que falla el guion. Porque Monkey Man es igual de unidimensional que los demás, dentro que su objetivo en la vida es obtener la venganza y ya luego lo demás le da igual.

Aunque hay algún plano interesante aquí y allá y alguna muerte imaginativa, he visto mucha pretenciosidad en Dev Patel en ¡una película de venganza! Por ejemplo, con los aburridísimos y repetitivos planos de la madre y Monkey Man de niño andando por la jungla viendo sus pies, como si estuviera copiando a Terrence Malik en una situación que no pega. En otra escena ante unas muertes super explícitas y violentas de Monkey Man, Patel coloca una canción pop ¿noventera? que no pega nada con el tono hiper violento de la película, como si buscara hacer más digeribles las muertes que causa, lo cual para mi es otra decisión fallida por parte de Patel. Y como véis, van unas cuantas.

Aunque no quiero alargarme, dado que queda claro que no me ha gustado la película, sólo diré que hay que ser muy mal director, o en realidad no entender los esquemas del cine de acción, para hacer una escena de entrenamiento que en lugar de dar subidón al espectador resulte soporífera. Es que es de primero de cine de acción / artes marciales, es lo mínimo que se debería exigir a un director novel. Y en esto Patel fracasa como en todo lo anterior. Y no, que Monkey Man entrene mientras el clérigo de la casta inferior toca dos tambores tradicionales, resaltando el elemento étnico, no es suficiente para hacer que esta escena mola. Cosa que no lo hace. Por cierto, para plantear una película huyendo de tópicos, Patel plantea una escena con una persecución en un carricoche que más típica no puede ser, y con una ejecución igual de mala que todo lo demás.

Esta reseña me ha quedado muy negativa, pero os podéis creer que fui al cine seguro que la película me iba a gustar. Evito ir al cine a ver una película sabiendo que no me va a gustar, para eso me la ahorro y no me gasto mi dinero. Y problema solucionado. Por eso me sabe tan mal que Monkey Man no me haya gustado nada.

Por supuesto, Patel tiene todo el derecho a tomar todas las decisiones creativas que estime oportuno, pero de igual manera yo tengo la suficiente libertad para poder decir si creo que dichas decisiones fueron acertadas o erróneas. Y hay más de los segundo que de lo primero. Por todos estos motivos, en este caso NO os recomiendo que vayáis a verla en el cine.

Comparto el trailer de la película:

La decepción que me he llevado con Monkey Man no tiene nombre, ¡qué mal me sabe!! Lamentablemente, en este caso no os la puedo recomendar.

PUNTUACIÓN: 4/10

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Wes Anderson adapta los cuentos de Roald Dahl en Netflix

Gracias a Netflix he podido ver la adaptación que el inclasificable Wes Anderson realiza de varios cuentos e historias cortas de Roald Dahl, realizado con un reparto estelar en cuatro cortometrajes.

Si hablamos de cine de autor que muestra una visión única de la vida, Wes Anderson (Texas, 1969) es uno de los nombres que automáticamente vienen a la cabeza. Director, guionista, productor y actor estadounidense, es conocido por sus películas Ladrón que roba a un ladrón (1996), Academia Rushmore (1998), The Royal Tenenbaums (2001), Vida acuática (2004), Viaje a Darjeeling (2007), Fantástico Sr. Fox (2009), Moonrise Kingdom (2012), El Gran Hotel Budapest (2014), Isla de Perros (2018) y La crónica francesa (2021) y este año, Asteroid City.

Anderson fue nominado al Premio Oscar en las categorías de mejor guion original por The Royal Tenenbaums, Moonrise Kingdom y The Grand Budapest Hotel. Además, tanto Fantastic Mr. Fox como Isle of Dogs fueron nominadas en la categoría de Mejor película animada. Durante su carrera ha ganados un Globo de Oro, el Oso de Plata de la Berlinale o un Premio Bafta a Mejor guion original.

La producción por parte de Netflix de estos cortometrajes tiene su explicación a partir de la compra por parte de la compañía de streaming de la Roald Dahl Story Company por 686 millones de dólares (500 millones de libras) en 2021, buscando además tener acceso prioritario a los siguientes proyectos de Anderson, un enamorado de la obra del escritor inglés. A continuación repaso brevemente cada uno de estos cortometrajes.

La maravillosa historia de Henry Sugar

Una historia de Roald Dahl sobre un hombre rico que se entera de la existencia de un gurú que puede ver sin usar los ojos y se propone dominar esa habilidad para hacer trampas en el juego. (FILMAFFINITY)

Este cortometraje de 41 minutos cuenta con guion y dirección de Anderson, basado en el cuento de 1977 «La maravillosa historia de Henry Sugar» de Roald Dahl. Se trata de la segunda adaptación cinematográfica de una obra de Dahl dirigida por Anderson, tras Fantastic Mr. Fox (2009). El corto cuenta además de fotografía de Robert Yeoman, montaje de Barney Pilling y Andrew Weisblum.

En el reparto encontramos a Benedict Cumberbatch como Henry Sugar / Max Engelman, Ralph Fiennes como Roald Dahl / El Policía, Dev Patel como Dr. Chatterjee / John Winston, Ben Kingsley como Imdad Khan / El Repartidor, Richard Ayoade como Dr. Marshall / El Gran Yogui y David Gant como Croupier del Casino.

Este cuento de Roald Dahl se ajusta como anillo al dedo de los gustos narrativos de Anderson, al tratarse de un cuento en el que encontramos una historia dentro de una historia dentro de otra historia. En positivo, el cortometraje tiene la perfección estética esperable en una obra de Anderson, con una puesta en escena teatral con escenarios que cambian a la vista del espectador para llevarnos de una escena a otra.

Tener a un reparto con Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes, Dev Patel y Ben Kingsley me parece una pasada. El rodaje de los diferentes cortometrajes se realizó en Londres, por lo que entiendo que el rodaje no les supuso ningún trastorno, más bien al revés, al estar cerca de sus domicilios. Estos actores tienen la presencia esperable en ellos, si bien los personajes que interpretan están super acartonados y limitan tremendamente sus posibilidades.

Esto me lleva al problema principal que tengo con la adaptación de Anderson de estos cuentos. Y es que Anderson es literal en la adaptación, haciendo que los actores sean los narradores del cuento, mirando hacia la cámara y utilizando una voz neutra expresada a gran velocidad para contar la historia. Esto provoca que todo se sienta super frío, y además enfatiza el elemento falso y teatral de todo. Si los actores se expresaran con un tono más normal habría una cierta empatía, pero Anderson claramente busca enfatizar esa sensación de frialdad y de lejanía respecto al espectador.

Si a todo esto le sumamos una historia de Dahl que cuenta una historia que no es ni buena ni mala sino que simplemente sucede, me queda una sensación de maravilla en lo estético pero con una historia que me ha dejado frío y casi diría que desaprovecha a los enormes actores que trabajan con Anderson.

Veneno

Cuando una serpiente venenosa se desliza por el estómago de un inglés en la India, su socio y un médico corren para salvarle.

Veneno es un cuento de Dahl de 1950. El corto de 17 minutos tiene a Robert Yeoman como director de fotografía, y está protagonizado por Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes, Dev Patel y Ben Kingsley.

Este cuento de Dahl tiene un toque de humor negro que me ha hecho bastante gracia, al tener a un Benedict Cumberbatch inmóvil en una cama obligando a hacer al resto de personajes un montón de peripecias para intentar quitarle del pijama una serpiente super venenosa que él afirma le ha entrado mientras dormía. Las diferentes acciones son infructuosas, por lo que la resolución es plantearse si no se lo habrá imaginado todo.

Otro elemento que me gustó es la duración de apenas 17 minutos, dado que la historia era más bien una peripecia entretenida pero que no da más de si. En todo caso, estamos ante una historia prácticamente contada en una localización, cosa que ayuda a la sensación teatral del conjunto. Con el reparto de excepción que tiene esta historia, este corto queda como una anécdota peculiar, más un divertimento para los actores que una historia profunda con una moraleja potente, cosa que no existe. Y a veces, esa falta de pretensiones es más que suficiente para proporcionar un buen entretenimiento. Pero al mismo tiempo diría que este es el corto que menos me ha gustado de esta colección.

El cisne

Dos abusones tan corpulentos como cretinos acosan sin piedad a un niño brillante y bajito. Adaptación del relato homónimo de Roald Dahl.

El Cisne es un cortometraje de 17 minutos con guion y dirección de Anderson adaptando el cuento de Dahl de 1977. El corto está protagonizado por Rupert Friend, Ralph Fiennes y Asa Jennings, y cuenta con la fotografía de Roman Coppola, hijo de Francis Ford Coppola y que ya ha trabajado con Anderson en Asteroid city.

Este corto también me ha resultado sorprendente, al contar la historia de unos bullies que torturan a un chaval cuyo único pecado es ser inteligente y llevar gafas. Las acciones de los abusones son terribles, pero de alguna manera quedan amortiguadas por la narración fría que Anderson plantea para todos los cortos. La acción se produce en la campiña británica, y el diseño de producción elegido resalta el elemento teatral con campos de trigo de quita y pon, al igual que unas vías de tren y un lago. Dentro de lo tremendo de las acciones de los abusones, el final que Roald Dahl planteó para esta historia me gustó mucho, al irse por una idea fantástica que rompe con lo visto hasta ese momento, dejando al espectador con buen sabor de boca ante un final super redondo.

El desratizador

En un pueblo inglés, un reportero y un mecánico escuchan a un cazador de ratas explicar su astuto plan para burlar a su presa.

The ratcatcher es una cuento de Dahl de 1953. El corto de 17 minutos tiene a Robert Yeoman como director de fotografía, y está protagonizado por Ralph Fiennes, Rupert Friend y Richard Ayoade.

Ralph Fiennes realiza una estupenda interpretación de este desratizador que tiene muchas similitudes con las propias ratas que tiene que exterminar. Y en este último cuento de Dahl tenemos otra vez una historia con un estupendo humor negro al conocer a este especialista que llega a un pueblo para realizar un trabajo y acaba marchándose de ese pueblo sin haber hecho pero habiendo ganado dinero igualmente.

En este corto Anderson plantea de nuevo casi una única localización, dejando clara la vocación teatral de estas historias. El elemento diferenciador en este claro sería los efectos especiales para la creación de las ratas. Unas ratas que lucen geniales sin ser realistas, usando un tipo de animación que me recordó el de otras obras previas suyas como Fantastic Mr. Fox o Isle of Dogs. Al ser un corto de apenas 17 minutos la historia va al grano, y gracias a lo sorprendente de la caracterización de Fiennes me ha tenido fascinado de principio a fin.

En resumen, me alegra haber visto estos cortometrajes en Netflix, incluso sea para decir que están bien sin más. Entre otros motivos porque los cuentos de Dahl son los que son y tampoco se las puede exigir cosas que no son. En todo caso, creo que son unos cortos sorprendentes e imaginativos que gustarán a la legión de seguidores del director. La propia existencia de estos cortos que son unos contenidos super minoritarios de nicho justifica la existencia de Netflix y en general de los canales de streaming, que deberían ofrecer no productos homogeneizados buscando un público masivo, sino un producto más especializado para conectar con públicos de todas las sensibilidades. Critico mucho a Netflix por sus contenidos mediocres, pero en este caso, no puedo más que estar agradecido de su existencia.

Comparto el trailer de La maravillosa historia de Henry Sugar:

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de El Caballero Verde de David Lowery (Prime Video)

Prime Video ha estrenado El Caballero Verde, la reinvención de David Lowery (Peter y el dragón, A ghost story) de uno de los cantares clásicos en lengua inglesa creando una historia llena de lirismo e imágenes poderosas.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

La historia medieval de Sir Gawain y el caballero verde contada desde el punto de vista del género de la fantasía. (FILMAFFINITY)

David Lowery (Milwaukee,1980) es un director de cine y guionista estadounidense al que yo conocí con la excelente Peter y el Dragón de Disney de 2016. Su primera película St. Nick de 2009 ganó el premio Texas al mejor director en el AFI Dallas Internacional Film Festival de 2009. En 2013, Lowery dirigió su segundo largometraje, en 2013 Ain’t Them Bodies Saints, protagonizado por Casey Affleck y Rooney Mara, los protagonistas a A ghost story. La película fue nominada para el premio del Gran Jurado en el Festival de Cine Sundance y también fue seleccionada para competir en el Festival Internacional de Cine de Cannes de ese año. Tras ambas películas, dirigió Peter y el Dragón y A Ghost Story, tras las cuales trabajó en The old man & the gun de 2018. The Green Knight ha sido su penúltimo proyecto, ya que en la actualidad se encuentra en plena producción de su próxima película, Peter Pan & Wendy, que en principio debería estrenarse en 2022.

Sir Gawain and the Green Knight es un romance caballeresco de finales del siglo XIV de autor desconocido. Es una de las historias artúricas más conocidas, con una trama que combina dos tipos de temáticas populares: el juego de la decapitación y el intercambio de regalos. Es un ejemplo importante de romance caballeresco, que generalmente involucra a un héroe que emprende una misión que pone a prueba su destreza y su virtud. La historia describe cómo Sir Gawain, un caballero de la Mesa Redonda del Rey Arturo, acepta un desafío de un misterioso Caballero Verde que desafía a cualquier caballero a golpearlo con su hacha si a cambio acepta recibir otro golpe de igual fuerza un año y un día después. Gawain acepta y lo decapita, ante lo cual el Caballero Verde se levanta y le recuerda a Gawain su cita dentro de un año. En su lucha por mantener su trato, Gawain demuestra caballerosidad y lealtad hasta que su honor es cuestionado por una prueba que involucra al señor y la dama de un castillo en el que es invitado.

El caballero Verde está escrita, dirigida, producida y montada por David Lowery, que ha colaborado con el director de fotografía Andrew Droz Palermo y el músico Daniel Hart. La película ha contado con un presupuesto de 15 millones, rodándose en localizaciones en Irlanda en 2019. Debido al Covid finalmente la película se ha estrenado a nivel mundial a través de Prime Video, mientras que en Estados Unidos y Canadá contó con un estreno limitado y sólo recaudó 17 millones.

La película está protagonizada por Dev Patel como Sir Gawain, el sobrino del Rey Arturo (Sean Harris) que saldrá en una misión en la que su honor está en juego. Alicia Vikander interpreta un doble papel, interpretando a Essel, una cortesana, y a la Dama, Joel Edgerton es el Señor, mientras que Sarita Choudhury interpeta a la madre de Gawan, una Morgana Le Fey nunca nombrada como tal. El reparto principal se completaría con Ralph Ineson como el Caballero Verde, Barry Keoghan como el Carroñero, Erin Kellyman como Winifred y Kate Dickie como la reina Ginebra.

Entrando a valorar El Caballero Verde, hay que empezar destacando la belleza de las imágenes que la creado David Lowery. La película está llena de planos alucinantes que atrapan la retina del espectador y que podrían estar en un museo debido a su belleza. Lowery se muestra como un maestro en la planificación de sus escenas, incluyendo largos travellings y escenas que combinan el realismo medieval con las historias de fantasía épica más icónicas.

Técnicamente, El Caballero Verde me parece alucinante. Su diseño de producción, su vestuario, su fotografía y música por si solos justifican el visionado de la película. Sobre todo si eres fan de las historias medievales, vas a alucinar con la recreación histórica, pero incluso si no lo eres, creo que visualmente la película puede atraparte.

Hay otro elemento muy destacado en El Caballero Verde y es que muestra el gusto de Lowery por la narrativa sin diálogos y por historias que contengan importantes elipsis temporales. Esto es algo con lo que ya nos sorprendió en A ghost story, pero diría que Lowery ha perfeccionado su técnica y nos ofrece unos últimos 15 minutos magistrales.

Como véis, el caso es que hay un montón de elementos super chulos en la película. Y sin embargo, la naturaleza episódica de la película con unas pruebas bastante intrascendentes y el propio Gawain, que me parece un pulisánime patético que no merece ser calificado como héroe, me han hecho que me resultara imposible empatizar con lo que Lowery nos cuenta. Y no creo que sea culpa de Dev Patel, creo que cumple con nota, sino de la propia naturaleza del personaje y del viaje que Lowery plantea. Sus flaquezas y debilidades, por muy humanas que sean, provocaran que Gawain realmente me cayera mal la gran mayoría del tiempo.

A pesar de no conectar con la historia, entiendo que el romance medieval es el que es y en esa época las historias siempre se planteaban como dilemas morales que enseñaran las virtudes que debía tener un caballero y, por supuesto, el lector. Esto provoca que durante la historia Gawain se enfrente a diversas pruebas, alguna de las cuales me han resultado momentos un tanto insulsos e intrascendentes. Aparte, tenemos la implicación de la madre de Gawain en todos los sucesos de una forma que que no acaba de quedar bien explicada durante la película, exigiendo un conocimiento de los mitos artúricos por parte del espectador que no tienen por qué tenerse.

Me ha llamado la atención que Lowery se inventa dos de las situaciones a las que se enfrenta Gawain en la película, que no se encuentran en el romance medieval: la escena del asalto y la casa habitada por un fantasma. Entiendo que en parte esto viene provocado para conseguir una duración comercial adecuada, y dado que no leí sobre el romance hasta después de ver la película, realmente no me provocó ningún problema.

Lo que si encuentro cuestionable es que a pesar de dejarlo ambiguo, realmente Lowery cambia el final del poema, en este caso para adaptarlo a lo que entiendo que él cree que debe ser el comportamiento del héroe con una mirada del siglo XXI. Reconozco que sólo pensando en la película, Gawain toma una decisión moral correcta con lo que se espera de un héroe, mostrando de alguna manera que el viaje le ha cambiado y le ha hecho ser mejor persona de lo que era al comenzarlo, consiguiendo en ese sentido un final super perfecto.

Sin embargo, en el romance Gawain actúa diferente y acaba siendo honrado como ejemplo a seguir por los caballeros de la mesa redonda. A pesar que los 15 últimos minutos que comentaba antes contados mediante elipsis me parecen unos momentos de CINE con mayúsculas, me sorprende leer algunas reseñas en las que se califica a esta película como la adaptación definitiva del romance. ¿Cómo va a serlo si altera el final? Y claro que la historia medieval con ojos actuales contiene elementos cuestionables, pero diría que si quieres adaptar la historia de Sir Gawain, se supone que ya sabes lo que hay. O no.

En todo caso, entiendo que estas últimas consideraciones no afectarán a un espectador que no conozca el romance original como era mi caso antes de ver la película. Supongo que otro elemento destacado es que ver la película me hiciera interesarme por la historia medieval original.

En todo caso, aparte de estas consideraciones, reconozco que El Caballero Verde tiene momentos de gran cine que me han encantado, junto a otros momento más intrascendentes que casi sobran aunque son entendibles dentro de la naturaleza episódica de la historia.

Comparto el trailer de la película:

El Caballero Verde es una película de belleza hipnótica, a pesar de no haber podido conectar con la historia la recomiendo, sobre todo teniendo en cuenta que se puede ver tranquilamente en casa al estar disponible en Prime Video

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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