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Crítica de Punisher de Netflix

Tras las decepciones de Luke Cage, Iron Fist e incluso Defenders, habían muchas dudas de la solvencia de las series de Netflix y Marvel. Me alegra poder decir que Punisher ha renovado mi fe en las posibilidades de los personajes Marvel en la pequeña pantalla.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Una de las sorpresas más positivas de la segunda temporada de Daredevil fue la presentación en sociedad de Punisher -Castigador- interpretado por Jon Bernthal.

El famoso antihéroe Marvel, fue creado en 1974 por Jerry Conway y los artistas John Romita Sr. y Ross Andru, debutando como villano de Spider-Man. Frank Castle, es un veterano de Vietnam cuya familia es asesinada por el fuego cruzado de un enfrentamiento entre grupos mafiosos mientras celebraban un picnic familiar en Central Park.

Tras años como secundario, obtuvo su serie regular y alcanzó una enorme popularidad en la segunda mitad de los años 80 y principios de los 90, llegando a publicarse tres series mensuales y actuando de secundario en muchñisimos comics Marvel de la época. Sin embargo, su popularidad fue perdiendo fuelle hasta el punto que en 1995 Marvel había cancelado todas sus colecciones.

Es bien sabido que algunas de las mejores etapas de Marvel han surgido en series al borde de la cancelación, o canceladas, cuando los editores decidían arriesgar con autores que consiguieron sacar oro de estos personajes. Ejemplos de esto los tenemos en el Darevil de Frank Miller, el Thor de Walter Simonson o incluso los X-Men de Chris Claremont y John Byrne.

El trauma de la cancelación de las series regulares de Punisher sirvió para unir al personaje al escritor que ha creado la que muchos opinamos que es la versión definitiva del personaje: Garth Ennis. Su etapa para el sello MAX de comics para adultos de Marvel no creo que pueda superarse, y ha servido en parte de inspiración de esta serie de televisión.

Gracias a esta serie de televisión recién estrenada en Netflix se ha roto con la mala racha del personaje con sus apariciones en la gran pantalla.  Y es que pocos personajes pueden presumir de haber estrenado 3 películas, que a decir verdad no dejaron satisfecho a casi nadie, interpretadas por Dolph Lundgren (1989), Thomas Jane (2004) y Ray Stevenson (2008).

El Punisher presentado en Daredevil es ante todo un personaje complejo. Un soldado que sufre por la pérdida de su familia y que no dudará en tomarse la venganza de la forma más brutal posible. Frank Castle comparte con el Punisher de Ennis sus fuertes valores que defenderá cueste lo que cueste, pero no es la fuerza de la naturaleza su versión MAX, y es herido de gravedad en varias ocasiones. Castle es el compañero de armas, amigo y hermano que todos querríamos tener a nuestro lado cuando hay un problema grave, y protagonizaba algunos de los momentos más gores de Daredevil, haciéndose merecedor de una serie en solitario. Pero la violencia extrema queda en segundo plano ante el drama que sufre con la pérdida de su familia.

Marvel eligió como showrunner a Steve Lightfoot, un veterano de series como Fargo y Hannibal que no había leído ningún comic Marvel pero al que le encantó el personaje interpretado por Jon Bernthal y su química con Karen Page (Deborah Ann Woll), que le hizo pensar que existían los mimbres para una gran serie.

Personalmente, creo que el principal éxito de Punisher es consecuencia de su separación respecto al personaje que conocemos en los comics. Y es que Lightfoot, que también es el escritor de la serie, plantea la serie como un alegato sobre la situación de los veteranos de guerra que sufren Síndrome de Stress Post-Traumático (PTSS). Aunque físicamente han retornado a sus casas, mentalmente su guerra nunca termina, y en su mayoría han sido abandonados por su gobierno.

Este planteamiento me sorprendió e hizo que empatizara con todos los veteranos que vamos viendo en la serie, que sufren cada uno de forma diferente. Y Frank Castle no es menos, sufriendo en todo momento el dolor por la pérdida de su familia, que vimos en Daredevil y cuyas repercusiones se siguen sintiendo en esta temporada.

El PTSS no solo lo sufren los veteranos, sino que este dolor es compartido por sus familias y amigos, encarnados en la familia de Micro (Ebon Moss-Bachrach), un analista de la NSA que tuvo que fingir su muerte tras encontrar una información que no debería conocer. O la agente Dinah Madani (Amber Rose Revah), que perdió a su compañero en Afganistán y vive para detener a los responsables, a pesar de que sus superiores intentan enterrar el asunto.

John Bernthal ES Frank Castle. Reconozco que físicamente no era mi elección a priori, pero me ha ganado con su enorme interpretación llena de matices. Castle es brutal y salvaje, pero también es alguien que se preocupa y busca ayudar poniendo la seguridad de los demás por encima de la suya.

Desde Daredevil, es la primera vez en una serie Netflix que no me ha parecido que 13 episodios alargaban artificialmente una historia que no daba para tanto. Punisher construye una historia a fuego lento, pero todos sus caminos son satisfactorios y las historias de los secundarios nos aportan algo importante que nos ayuda a rellenar una parte de un puzzle que merece la pena descubrir.

Los niveles de violencia posiblemente no sean para todos los estómagos, pero está muy bien dosificada, y cuando llega, está plenamente justificada y nos impacta. Globalmente, la serie consigue que suframos con el calvario por el que pasará Frank durante estos episodios.

Y encima, el final es enormemente satisfactorio y sirve de cierre para el personaje en caso de que la historia de Frank Castle finalizara aquí. A la vez que abre un buen montón de posibilidades de cara a una eventual continuación, que realmente espero que se produzca.

Si hubiera que poner un pero a Punisher, podría decir dos cosas que para mi no suponen ningún problema pero podría serlo para otros espectadores y sobre todo, para fans de los comics.

Por un lado, la historia es muy muy diferente de la de los comics, decidiendo tomar otro camino. A mi me ha sorprendido y me ha encantado, pero puedo entender que plantear una serie de Punisher centrada en el PTSS y el drama de los veteranos no es lo que se esperaba y haya gente que lo rechace.

Por otro, el trailer con su banda sonora de Metallica invitaba a pensar en una orgía de sangre y muerte parecido a lo que Ennis planteaba en sus historias. Sin embargo, como comentaba antes, la acción está muy dosificada hasta el punto que en episodio 6 no se dispara ni un solo tiro. Pero es que lo importante es el drama psicológico de los personajes más que las brutales escenas de acción. Esto entiendo que también puede ser un problema, pero para mi es un ejemplo de gran calidad narrativa que construye una tensión que cuando estalla, lo hace de forma brutal.

Además, la serie triunfa gracias a todas las interpretaciones, en especial la de los veteranos. Ben Barnes es Billy Russo, compañero de armas de Frank en Afganistán, que es como un hermano para él. Un veterano que supo salirse a tiempo y que ha triunfado profesionalmente con una empresa que ofrece contratos militares a las fuerzas de seguridad. Jason R. Moore es Curtis Hoyle, compañero de Frank y Billy que perdió una pierna y que dirige un grupo de terapia de ayuda a los veteranos. El reverso de la historia lo protagoniza Lewis Walcott (Daniel Webber), un joven que está perdiendo la cabeza debido al trauma sufrido en combate. Son solo tres ejemplos de un reparto bastante acertado que sabe sacar oro del guión que se les ofrece.

Guión que globalmente me pareció bastante bueno, llevando la acción por sendas lógicas que evita los giros sin sentido. Por esto, aunque en el tramo final hay alguna locura, se perdona y no le doy demasiado importancia.

Comparto el trailer de esta serie, que quizá no refleja la verdad de lo que vamos a ver:

Punisher ha sido una sorprendente experiencia, que aunque no me ha ofrecido lo que esperaba, ha resultado ser tremendamente satisfactoria. Ojalá Netflix confirme en breve una segunda temporada de esta serie, que os recomiendo sin duda.

PUNTUACIÓN: 7.5/10