La nueva película Jurassic World ha servido, además de para pasar 2 horas geniales, para recordarnos lo mucho que nos gustan los dinosaurios y cómo les echábamos de menos, tras 14 años de sequía desde el estreno de la floja tercera parte de Jurassic Park.
La película reúne todos los ingredientes que tiene que tener un buen blockbuster veraniego: acción y efectos especiales convincentes, unas correctas interpretaciones con cierto carisma, y una historia clara y directa que te mete en el meollo sin mucha dificultad y que no nos tome por tontos a los espectadores.
Jurassic World es a la vez un remake y una continuación del Jurassic Park original, película realizada por Steven Spielberg en 1993 basada en el best-seller de Michael Crichton, que significó un enorme fenómeno para la época, al mostrar a los dinosaurios por primera vez en una película de imagen real de forma realista y convincente.
Más de 20 años han pasado de la primera Jurassic Park y la magia de Spielberg vuelve a las salas, aunque este vez, dirigida por el director Colin Trevorrow, a partir de un argumento escrito por el propio Trevorrow, junto a Derek Connolly, Rick Jaffa y Amanda Silver.
El Parque Jurassic World lleva años abierto en la Isla Nublar, con un gran éxito de visitantes. Como el público siempre exige novedades, los dinosaurios de siempre ya no son suficiente para los dueños del parque, que desarrollan una nueva especie, el Indominus Rex, a partir de genes del Tiranosaurio y otras especies sin identificar.
Para Owen Grady (el carismático Chris Pratt), un ex-militar que intenta entrenar a un grupo de 4 velociraptores, criar una criatura tan peligrosa es una bomba de relojería a punto de estallar. Y la realidad acabará dándole la razón, ya que el Indominus Rex consigue escapar de su cautiverio exhibiendo una inteligencia superior y unas habilidades nunca antes vistas en otro dinosaurio.
Cuando los sobrinos de la directora del parque Claire Dearing (interpretada por la preciosa actriz Bryce Dallas Howard) se pierden en el parque, Claire pedirá ayuda a Grady para encontrarles. Será un carrera contra el reloj, porque el Indominus también acecha y está acabando con todos los guardias y animales con los que se encuentra, no matando para alimentarse sino por placer.
En medio de esta situación, el jefe de seguridad de InGen Vic Hoskins (Vincent D´Onofrio), que quiere utilizar a los velociraptores para usos militares creyendo que ahí es donde la compañía puede conseguir una fuente inagotable de dinero, intentará aprovecharse para tomar el control del parque y sus dinosaurios.
La película está muy rodada, y los dinosaurios lucen geniales en pantalla. Hay una gran tensión creciente siempre que se intuye que puede haber una situación de peligro para los protagonistas. Además, el Indominus Rex es amenazador y trasmite siempre que sale una gran sensación de peligro. Además, saben dosificar su presencia en pantalla para conseguir que nos impacte aún más cuando por fin le vemos en todo su esplendor.
Tengo que decir, además, que me ha parecido un enorme acierto el casting de la película. Chris Pratt demuestra un enorme carisma en pantalla, demostrando que ya es por aclamación popular uno de los actores con mayor tirón de taquilla y una verdadera estrella de Hollywood.
Y Bryce Dallas Howard también aprovecha el tirón de protagonizar un blockbuster de este calibre para mostrar no solo su gran belleza, sino también unas convincentes dotes interpretativas. Los niños cumplen su función y no son demasiado repelentes y Vincent D´Onofrio es también un convincente villano.
Por si quedaba alguna duda, os paso el trailer de la película:
En suma, una película muy, muy entretenida que abre la puerta a futuras continuaciones, aseguradas dado el enorme éxito comercial que está teniendo la película. Si recordais con nostalgia las primeras pelis, os gustan los dinosaurios y quereis volver a sentiros niños de nuevo, os recomiendo sin duda que vayais a ver esta película al cine.
¡Saludos a todos!
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