La maquinaria de Marvel no se detiene y tras el final de la etapa de Donny Cates en Guardianes de la Galaxia, nos llega el mes siguiente el nuevo relanzamiento, a cargo de Al Ewing y Juann Cabal. Comento mis impresiones de este primer número.
PUNTUACIÓN 7.5/10
Primero fueron un equipo. Ahora son una familia que se ha ganado su descanso. Pero no hay paz en el Universo… las cosas van de mal en peor. Los grandes imperios se tambalean. Las leyes no se respetan. En medio del caos, los dioses del Olimpo han vuelto para una nueva era de guerra. Alguien tiene que guardar la galaxia. ¿Quién aceptará la misión? ¿Quién sobrevivirá a ella?
Ojalá todos los relanzamientos fueran tan sólidos como este comic que acabo de leer. Al Ewing tiene la virtud de meternos desde el minuto uno en un fregado de consecuencias cósmicas mientras reafirma que la historia va a tener siempre el foco en esta familia disfuncional. Además, fruto de su ya conocido gusto por una gran planificación, Ewing planta semillas de lo que puede ser la gran amenaza galáctica de esta serie, si sobreviven a los próximos números.
En el apartado artístico, he notado a Juann Cabal menos sólido de lo que me tiene acostumbrado, porque entiendo que está buscando captar el feeling correcto a cada personaje. Sin embargo, aunque entiendo que tiene margen de mejora en lo referido a las expresiones faciales, consigue elevar la tensión en varios momentos, ayudado por el buen color de Federico Blee.
El objetivo de todo número uno es conseguir que el consumidor se sienta enganchado a la historia y a los personajes, de forma que quiera volver el mes siguiente para descubrir cómo continúa la historia. En este sentido, el relanzamiento de Guardianes de la Galaxia es modélico, y me sitúa en el grupo de los clientes satisfechos.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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