Termino 2020 en lo referido a las series de televisión viendo la cuarta y última temporada de Battlestar Galactica, que nos llevó la historia hasta su polémico aunque casi inevitable final.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
La tercera temporada tuvo un final cataclísmico final al asistir al retorno de Kara «Starbuck» Thrace al mundo de los vivos, afirmando que conocía el camino hasta la Tierra, mientras se reveló la identidad de 4 de los últimos 5 Cylones que seguían ocultos entre los humanos años después del primer ataque.
La última temporada constó de 21 episodios (más el especial Razor), que fueron emitidos divididos en dos mitades, la primera con los 10 primeros entre abril y junio de 2008, y la segunda parte emitida entre enero y marzo de 2009. Ronald D. Moore y David Eick repitieron como productores ejecutivos y escribieron y dirigieron los 3 últimos episodios de la serie que dieron dentido a todo lo vivido hasta ese momento.
A estas alturas de la serie no hay nuevas incorporaciones en el reparto, repitiendo los habituales Edward James Olmos (Comandante Adama), Mary McDonnell (Presidenta Laura Roslin), Katee Sackhoff (Kara “Starbuck” Thrace), Jamie Bamber (Lee “Apollo” Adama), James Callis (Gaius Baltar), Tricia Helfer (Número 6) Grace Park (Número 8, Sharon “Athena” Agathon, Boomer), Michael Hogan (Coronel Saul Tigh), Aaron Douglas (Jefe de Mantenimiento Galen Tyrol), Tahmoh Penikett (Karl “Helo” Agathon, marido de Sharon), Nicki Clyne (Cally Henderson Tyrol, esposa de Galen), Kandyse McClure (Anastasia Dualla, esposa de Apollo), Alessandro Juliani (Felix Gaeta), Donnelly Rhodes (Doctor Sherman Cottle), Callum Keith Rennie (Número 2, Leoben Conoy), Lucy Lawless (Número 3, D’Anna Biers). Dean Stockwell (Número 1, John Cavil), Matthew Bennett (Número 5, Aaron Doral), Rick Worthy (Número 4, Simon), Michael Trucco (Samuel T. Anders, marido de Starbuck), Kate Vernon (Ellen Tigh, al mujer del Coronel Tigh) y Richard Hatch (Tom Zarek).
Battlestar Galactica ha sido una más que notable serie de ciencia ficción más pendiente en resaltar lo que nos hace humanos, todo lo bueno y también lo malo, y cómo a pesar de las diferencias, hay que trabajar juntos para sobrevivir. Aunque esta temporada se estrenó en 2008, la lucha de humanos y cylones que al final tienen que trabajar unidos para sobrevivir es una metáfora muy clara de las diferencias raciales existentes en los Estados Unidos, en mi opinión.
La construcción de los personajes me parece el mayor valor de la serie, ya que vemos que todos son capaces de lo mejor y lo peor, y como cuando se cae en el miedo y la desesperación son capaces de cometer los peores actos imaginables. Esto es algo que ya vimos en las temporadas anteriores y que vamos a ver aún más claramente en esta última temporada.
Frente a una primera parte en la que la esperanza ante la posibilidad de encontrar la Tierra sería la emoción principal, la segunda parte hace caer a los personajes en la desesperación al no ser la Tierra lo que se esperaba, lo que provoca que la supervivencia de la raza humana quede en su momento más incierto. De hecho, hay momentos en los episodios 11 y 12 entre otros en los que el nihilismo y el dolor alcanzan cotas inaguantables que me dolieron en el alma.
En una serie coral como esta es difícil destacar a algún actor en concreto y creo que globalmente todos cumplen con lo que la serie necesitaba, aunque en esta temporada todos se mueven entre la desesperanza y el dolor más absoluto ante una existencia sin objetivo, que les hace caer en la depresión. El tono oscuro y depresivo de la última mitad fue una experiencia muy dura como espectador.
Dentro de este tono general, me creo a Edward James Olmos (Comandante Adama), Mary McDonnell (Presidenta Laura Roslin) y Jamie Bamber (Lee “Apollo” Adama) y su humanidad me parece tremenda. Sin embargo, James Callis como Gaius Baltar me ha parecido un actor y un personajes terribles, aunque con una bonita voz, de hecho lo peor de toda la serie. Mención aparte para Katee Sackhoff y su interpretación de Kara “Starbuck” Thrace. Este papel es EL caramelo que todo actor quiere y necesita para triunfar, dado que permite al actor expresar un rango amplísimo de emociones. Sin embargo, el guión hizo que Kara siempre estuviera con el modo «over-the-top» puesto en bucle, provocando que este personaje siempre al borde del llanto resultara extremadamente cargante. Aunque en este caso, si creo que Katee Sackhoff lo hace genial.
Parece raro que una serie de ciencia ficción espacial triunfe por los retratos psicológicos y la complejidad de sus personajes, en lugar que por sus evanturas y combates y la lucha entre el bien y el mal. De hecho, un elemento clave de la serie es que no existe el bien o el mal puros, y que todos debemos aprender a vivir con nuestra luz y nuestra oscuridad para poder salir adelante. El mensaje de unión de diferentes es un tema importante adelantado a su época, y es lo que hace que esta serie merezca mucho la pena y globalmente me haya gustado mucho, aunque no acabe de conectar con algunas de las decisiones creativas del final de la serie. Un final que en todo caso no tengo claro que era lo que Ronald D. Moore planteó desde el inicio.
Para hablar del final de la serie y algunas cosas que no me acabaron de gustar, voy a abrir una sección CON SPOILERS, sigue leyendo bajo tu responsabilidad:
Me gusta el final que presenta esta historia NO como nuestro futuro, sino como nuestro pasado y cómo la humanidad, los seres humanos, nacieron en nuestro planeta, resaltando el aspecto cíclico de la evolución. Este aspecto de cuento para niños que nos avisa que esto podría volver a suceder si no mejoramos como sociedad está bien y me parece interesante. Sin embargo, NO me ha gustado la forma en que Ronald D. Moore nos hizo llegar hasta allí.
No es sólo que el papel de los «Final 5» Cylons sea un relleno sin una importancia real en el desenlace. Durante casi toda la serie se jugó con la posibilidad de que Kara “Starbuck” Thrace fuera el último Cylon por revelar. Sin embargo, que fuera la Ellen, la mujer del Coronel Saul Tigh es un poco un bajón que provoca un bajón y la primera locura de la serie, cuando conocemos que los Final Five Cylones eran los habitantes de la Tierra Original que fueron aniquilados por un holocausto nuclear tras construir a los cylones robóticos originales. Sus mentes y consciencias no murieron sino que se trasladaron en el tiempo y ayudaron a los Cylones robóticos las primeras 7 versiones humanas que conocimos al principio de la serie. Buff, que loco todo!
Pero volviendo a Kara, al final resulta que sí había muerto en la tercera temporada y quien resucita es… ¿un ángel, el Espíritu Santo? ¿La personificación del Deau-ex-Machina? Todo lo referido a Starbuck ha acabado siendo extremadamente frustrante. Pero no menos que el todo vale que han significado las voces en la cabeza de Gaius Baltar y Caprica 6, que también han resultado ser… ¿qué? ¿la voz de Dios? Ha sido otra locura.
Me gusta la idea que esta serie sea el pasado de la humanidad. Sin embargo, la ejecución haciendo que humanos y cylones abandonen toda tecnología, vacunas etc para ser unos con la naturaleza me parece absurda rayando el ridículo. Sin embargo, esto es lo que Ronald D. Moore y así es como nos lo ha presentado.
En todo caso, aunque no encaje con la ejecución de este final, si me ha gustado el viaje que esta serie nos ha planteado y las ideas presentadas durante estas cuatro temporadas. Battlestar Galactica queda como una de las mejores series de ciencia ficción de la historia, y merece la pena su visionado.
Comparto el trailer de esta última temporada:
Battlestar Galactica ha sido una más que notable serie de ciencia ficción que merece la pena el visionado, planteando un interesante punto de vista centrado en lo que nos hace ser humanos.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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