Crítica de The Enfield Gang Massacre de Chris Condon y Jacob Phillips (Image Comics)

That Texas Blood me parece un comic de género negro muy chulo. Así que la noticia que sus autores el escritor Chris Condon y el artista Jacob Phillips, planeaban una miniserie con una nueva historia ambientada un siglo y medio en el pasado me llamó mucho la atención. Hoy hablo de The Enfield Gang Massacre.

PUNTUACIÓN: 8/10

El dúo de THAT TEXAS BLOOD regresa al condado de Ambrose, Texas, con una MINISERIE totalmente nueva ambientada 150 años en el pasado.

La acción de los pistoleros se une al oscuro drama fronterizo en este original thriller del Oeste, en el que Montgomery Enfield y su banda de forajidos se encuentran en el punto de mira de un viejo Ranger de Texas y de un recién nacido condado hambriento de ley.

Este volumen recopila la miniserie de 6 números publicada por Image Comics entre Agosto de 2023 y Enero de 2024.

Chris Condon es el escritor de That Texas Blood con el artista Jacob Phillips. Chris nació y se crió en Metuchen, un pequeño centro de tránsito de Nueva Jersey, a tiro de piedra del gigante que es la ciudad de Nueva York, y se ha dedicado al mítico poder de la narración desde una edad temprana. En segundo grado, intentó lanzar una nueva versión cinematográfica de Titanic de James Cameron, pero las cosas pronto se desmoronaron cuando su cerebro de 7 años no pudo conceptualizar cómo construir chimeneas que funcionaran (y de tamaño real). Como se dijo, Chris no es nativo de Texas, aunque disfruta de una melodía de Terry Allen y un buen filete de pollo frito. Dependiendo de a quién le preguntes, eso es aproximadamente la mitad del camino.

Conocí a Jacob Phillips tras trabajar con su padre Sean Phillips coloreando sus últimos trabajos con Ed Brubaker, entre las que encontramos Cruel Summer, el último arco de Criminal, y las novelas gráficas Pulp y RecklessThat Texas Blood supuso su primer comic como artista completo, y recientemente ha realizado Newburn junto al guionista Chip Zdarsky, un nuevo comic también ambientado en el género negro.

Para hablar de este comic es inevitable analizar un aspecto de la trama que es clave y que lo que provoca que este comic destaque de muchos comics y historias a priori similares. Este elemento es SPOILER, así que sigue leyendo bajo tu responsabilidad.

Leer The Enfield Gang Massacre ha supuesto una sorpresa positiva por varios motivos. El primero es que había malinterpretado el título del comic, porque cuando hablan de «La masacre de la banda de Enfield» Condon no se refiere que esta banda de forajidos cometen una masacre, sino que la sufren. Al final de cada grapa hay dos páginas de texto en el que un periodista ficticio publica sus conclusiones tras años investigando esta masacre, por lo que desde el primer número queda claro que este comic no es una historia que vaya a acabar bien. Lo cual es una novedad muy chula y uno de los detalles más interesantes del comic.

Dentro que en general me gusta esta decisión creativa que toma Condon, quizá el principal y casi único pero que se le puede poner a este comic es precisamente que NO hay sorpresa, el resultado está marcado de antemano, con lo que la única duda que queda es saber cómo se producen estas muertes. Y si alguien quedará con vida, claro. En este sentido, aparte que las muertes sean más o menos dolorosas, lo principal para Condon entiendo que no eran las muertes en si, sino la información que obtenemos en las páginas de textos complementarias. Porque ahí está la clave. Aunque The Enfield Gang Massacre en apariencia puede parecer un western bastante clásico, en realidad es una crítica a ese mundo y sobre todo como los vencedores transformaron unos hechos terribles en un relato heroico. Esta crítica se refiere a estos hechos concretos, pero entiendo que se eleva a todo lo que se vivió en el Far-West, por ejemplo con el exterminio de los nativos americanos, que durante décadas se representó en el entretenimiento mainstream como una lucha heroica de los colonos frente a salvajes y cuya revisión en los últimos años ha destacado el elemento de exterminio de unos pueblos que mayoritariamente sólo se preocupaban de sus cosas. El contraste entre el mito idealizado y la brutal realidad de un pasado construido sobre la sangre de los inocentes está presente en todo momento. Y no puedo más que resaltar que esta historia desmitificadora está realizada por dos autores que no han nacido en Texas ni en el Far West en general, al ser un nativo de la Costa Este (Condon) con un británico (Phillips). Me resulta curioso pensar qué pensará un nativo de Texas de este comic, aunque no veo por qué le parecería mal.

Dentro que el comic me ha gustado, que la clave del comic no esté en el comic en si, en la narración secuencial con imágenes, sino en los textos complementarios es otro elemento que me provoca una reflexión, hasta el punto que no tengo claro si me gusta o no. Desde luego, como lector de comic veterano, no es un elemento menor.

Jacob Phillips ha crecido un montón como artista en los últimos años. No ha parado de mejorar con cada nuevo comic que ha publicado, y veo que se fija muchísimo en el trabajo de su padre, el gran Sean Phillips, porque sobre todo en lo referido a la narrativa, la mejora es tremenda. Por cierto, esta mejora ya se la noté también en el tercer volumen de That Texas Blood, posiblemente el mejor volumen de los tres publicados.

Phillips destaca por un estilo colorido y super expresivo que casi esculpe la emoción y el dramatismo del guion, con su característico trazo expresivo y unas siluetas que transmiten una fuerza tremenda. Su habilidad para representar expresiones faciales complejas es otro de los pluses del comic, realizando unos diseños de personajes espectaculares, empezando por la cara del protagonista Montgomery Enfield marcada en una mejilla por una herida de un cuchillo. Tanto los miembros de su banda como sus perseguidores son reconocibles, aunque hay que reconocer que como la acción empieza a tope desde la primera página, no hay tiempo real en conocer o llegar a empatizar con los protagonistas. En algunos casos casi conocemos a personajes por primera vez cuando empiezan a morir.

Otro detalle muy guay del dibujo de Phillips es que coreografía muy bien los tiroteos y no se arruga a la hora de representar algunos momentos muy gores del comic. Además, los comics plantean una tensión insoportable mientras asistimos a la muerte de los diferentes miembros de la banda de Enfield, pero también de la gente inocente que vive con ellos. El elemento de masacre indiscriminada se muestra sin medias tintas, lo que ayuda a reforzar el mensaje que Condon añade en las páginas de complemento.

Junto a todo esto, los colores de Phillips ayudan a transmitir la idea de estar viendo una historia antigua que acaba de ser descubierta para las nuevas generaciones de lectores. Phillips usa una paleta de colores más brillantes respecto a lo que nos tiene acostumbrado cuando colorea a su padre en sus novelas gráficas creadas junto a Ed Brubaker. Y su estilo de manchas de color y colores planos que sobrepasan las figuras es otro elemento que ayuda a transmitir este elemento atemporal. Por cierto, que las portadas del comic que acompañan esta entrada me parecen también una pasada.

Chris Condon y Jacob Phillips se nota que se compenetran perfectamente, ayudándose mutuamente para que la página impresa muestre la mejor versión de ambos. Comentaba antes que la clave en cuanto al mensaje del comic está en los textos de complemento. Pero en lo referido al último número de la miniserie, está repleto de momentazos emocionales que me dejaron con el corazón en un puño. Si algo muestra este comic es que tenemos a dos autores que tienen muy claro como crear un comic que atrape al lector con personajes inolvidables incluso cuando han sido creados con lo mínimo, algo que en realidad es muy difícil de conseguir.

La llegada del juez y como no tiene autoridad para detener la ejecución, ante la posibilidad de morir él también, refleja claramente la injusticia que se vivía en el oeste. Frente a la visión heroica de novelas, cine y televisión, la realidad es que el poderoso se imponía con la fuerza de sus armas, y normalmente es el inocente y el pobre el que pagaba el precio. Y todo esto no quita para que en todo momento queda claro que la banda de Montgomery Enfield no eran buenas personas o figuras idealizadas tipo Robin Hood. No, se trata de ladrones egoístas que nunca en su vida se plantearon trabajar de forma honesta. Pero eso no significa que merecieran lo que les pasó. Por supuesto, ni ellos ni sus vecinos que también fueron masacrados y que ellos si eran totalmente inocentes.

Los últimos momentos de Montgomery Enfield en el climax del sexto número me parece unos momentos más brillantes que he leído en mucho tiempo. Un final redondo que seguro estará dentro de mi top de mejores escenas de comic de este año. Un final que ayuda a que la sensación final, que estaba siendo muy buena, termine en lo más alto.

Quiero destacar también la estupenda edición que Condon y Phillips han decidido para el tomo de tapa blanda editado por Image Comics, que es la edición que he comprado y leído. El tomo busca recrear el feeling de los antiguos Trade Paperbacks baratos y con un papel ciertamente mejorable, pero que nos daba un tacto inolvidable para los lectores que los teniamos. Esta elección de papel me parece otro acierto absoluto, aparte que provoca que el comic sea más barato que otros tomos similares de Image que cuestan fácil dos o tres €uros más. En estos momentos en los que la economía está ajustada, resulta un acierto tener una edición que no solo sirve a un propósito narrativo, sino que resulta más económico.

The Enfield Gang Masacre es un tomo autocontenido que ofrece una lectura satisfactoria, lo que no significa que tenga que ser un final feliz. No necesitas haber leído nada previo para disfrutarlo, y sin duda recomiendo este comic a todos lo fans de las historias del Oeste con un toque crítico. Sin embargo, para los muy cafeteros este comic conecta con la otra serie de Condon y Phillips, That Texas Blood, ofreciendo unos guiños estupendos. Porque fue en el séptimo de esa colección cuando se mencionó por primera vez la existencia de esta masacre sucedida en 1875 y como lo que aquí sucede marcó la vida del condado de Ambrose en que se convirtió años más tarde, un condado que ha llegado hasta nuestros días.

Un buen comic provoca que los lectores queramos leer más obras de este equipo creativo. Es por esto que no descarto que este comic pueda ayudar a que las ventas de los tomos de That Texas Blood se multipliquen. La verdad es que me gustaría, porque no hay nada mejor que ver que autores que me gustan puedan ganarse bien la vida con su trabajo creativo.

Comparto las primeras páginas del comic:

The Enfield Gang Massacre es un comic estupendo que plantea una inesperada revisión de los mitos del Far-West. Muy recomendable.

PUNTUACIÓN: 8/10

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