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Crítica de Batman: Caballero Blanco presenta Harley Quinn de Sean Murphy, Katana Collins y Matteo Scalera (DC Comics – ECC Ediciones)

Sean Murphy creó el exitoso mundo de Batman: Caballero Blanco dentro del sello Black Label de DC Comics. Este universo se amplió gracias a la miniserie Batman: Caballero Blanco presenta Harley Quinn, escrita por Katana Collins y un maravilloso arte a cargo del dibujante Matteo Scalera y el color del maestro Dave Stewart.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Dos años después de que Azrael eliminara a los villanos más mortíferos de Gotham en Batman: La maldición del Caballero Blanco, el escenario está listo para un nuevo alzamiento criminal. De entre las sombras, una visionaria mente maestra conocida como el Productor está reuniendo un grupo variopinto de nuevos villanos, encabezados por su arrebatadora recluta Estrella, una actriz convertida en asesina en serie que pretende vengarse de las estrellas de cine de la Edad de Oro de Gotham.

Cuando el espeluznante crimen de Estrella sugiere un lazo imposible con el Joker, la policía de Gotham, con la ayuda del joven agente del FBI Hecto Quimby, recurre a Harley Quinn para resolver el caso. Pero Harley tiene dificultades para encajar en su nuevo papel de madre soltera de los mellizos de Jack Napier, y volver al inframundo de Gotham, aunque sea como una de los buenos, la obligará a combatir sus peores instintos y a flirtear con el peligro.

Decidida a demostrar que puede con todo eso, Harley acepta la guía de Bruce Wayne y se acerca a la asesina… y cuando el retorcido guion del Productor quede finalmente claro, ella deberá enfrentarse a su pasado para proteger a sus hijos y a Gotham de un tercer acto fatal.

La novelista Katana Collins y el dibujante Matteo Scalera se unen en Batman: Caballero Blanco presenta Harley Quinn, una nueva y emocionante historia ambientada en el universo del Caballero Blanco de Sean Murphy, que expande lo acontecido en Batman: Caballero Blanco y Batman: La maldición del Caballero Blanco.

Batman: Caballero Blanco presenta Harley Quinn es un comic estupendo que ofrece una lectura satisfactoria en si misma mientras amplía el universo de Batman: Caballero Blanco creado por Sean Murphy. Este comic de seis números se editó hace más de dos años, pero por unas cosas u otras no nos animamos a comprarlo hasta ahora, y tengo que reconocer mi error, porque me ha gustado bastante. Sean Murphy aparece acreditado como co-creador de la historia, aunque la novelista Katana Collins se encarga de escribir el guion del comic. Harley Quinn es la gran protagonista, al conocer como continuó su vida como madre soltera de dos bebés tras ver morir a su amado Jack Napier y entregarse Bruce Wayne para cumplir una condena en prisión. Harley sigue sintiéndose responsable de la muerte de Jack y sobre todo, de su transformación en Joker. Y aunque pensaba que había dejado la vida de aventuras en el pasado, se verá arrastrada a ese mundo al necesitar la policía de Gotham su ayuda ante la llegada de un asesino en serie que comparte el gusto por la teatralidad de Joker.

Si tengo que ponerle un pero a comic, reconozco que sería todo lo relativo al nuevo villano El Productor, que obviamente sugiere una relación con el mundo del cine y que me ha parecido bastante descafeinado. En general los villanos son lo más flojo de la historia, con un giro alrededor de la historia de Estrella que se ve venir casi desde el inicio. En todo caso, la historia de plantea de alguna manera como un whodunnit, y es más interesante la duda que se plantean mientras Harley realiza las investigaciones que la sensación de amenaza de los villanos una vez salen a la luz. Dicho esto, la verdad es que el comic construye tan bien a Harley que esto es un aspecto super secundario que no afecta al disfrute del comic. Un comic que además presenta un interesante elenco de secundarios que aportan a la historia, empezando por el preso Bruce Wayne.

En el apartado artístico, el dibujante italiano Matteo Scalera es un super estrella, y cada trabajo suyo no hace más que confirmarlo. Sus páginas son siempre super dinámicas, creando unas escenas de acción que brillan por su fluidez narrativa. A esto hay que añadir unas perspectivas alucinantes, consiguiendo el feeling pijamero espectacular en los momentos justos. Junto a Scalera tenemos al colorista Dave Stewart que realiza un buen trabajo dentro que estamos ante un encargo más funcional que creativo. Con todo, el color es perfecto, ayudando con el cambio en la gama cromática a diferenciar las escenas ambientadas en el presente de los flashbacks del pasado de Harley. Por buscarle un elemento menos bueno del dibujo de Scalera, dibuja a todas las chicas (y chicos) prácticamente iguales, siendo versiones estilizadas de personas ideales. Es un poco lo mismo que Alan Davis, para entendernos. De esta forma, los personajes puede que sean muy variados en cuanto a aspecto, pero son maravillosos de contemplar. Menudo problema… Por cierto, comentar que esta miniserie cuenta con portadas de Sean Murphy, pero Scalera realiza además una portada alternativa en cada grapa, y son unas imágenes que me parecen mucho más potentes que las de Murphy. Hasta en eso me parece bueno Scalera.

Harley sufrirá una gran evolución a lo largo de esta miniserie, cuyo final nos deja en un momento super interesante para ella. Que un comic de superhéroes te deje con ganas de leer más aventuras de la protagonista me parece que confirma el éxito del comic en cuestión. Y yendo más allá, el éxito del universo de Batman: Caballero Blanco, al que veo que tiene aún mucho futuro por delante. Desde luego, todo el que Murphy y DC le quieran dar.

Comparto las primeras páginas del comic:

Batman: Caballero Blanco presenta Harley Quinn me ha gustado mucho gracias a la estupenda construcción de la protagonista y el dibujo estelar de Scalera y Stewart. Así da gusto leer comics.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Batman: Caballero Blanco de Sean Murphy

Sean Murphy ha creado en Batman: White Knight una interesante visión alternativa del Joker y su relación con Batman. Un comic perfecto para inaugurar el sello Black Label de DC Comics en la que se da libertad (casi) total para contar nuevas historias con los mayores iconos de DC.

PUNTUACIÓN: 7/10

Ambientada en un mundo en el que el Príncipe Payaso del Crimen se ha curado de su locura, Batman: Caballero Blanco sigue al hombre ahora conocido como Jack Napier en su misión de sanar la ciudad a la que solía aterrorizar. Tras reconciliarse con su sufrida compañera, Harley Quinn, pone en marcha una campaña de difamación cuidadosamente orquestada para desacreditar a la única persona a la que ve como el auténtico enemigo de Gotham City: Batman.
Su cruzada saca a la luz décadas de corrupción en el seno del Departamento de Policía de Gotham City y lo convierte en concejal y héroe de la lucha por los derechos civiles. Pero los pecados de su pasado vuelven para poner en peligro todo lo que ha conseguido y la distinción entre salvador y destructor empieza a difuminarse, tanto para el Joker como para Batman… y con ella, las esperanzas depositadas en el futuro de Gotham.
El aclamado guionista y dibujante Sean Murphy nos entrega un extraordinario análisis de los mayores antagonistas del mundo del cómic en Batman: Caballero Blanco, donde explora temas como la justicia, la corrupción, el activismo y los abismos más oscuros de la enfermedad mental. Esta impresionante novela gráfica, que recopila los ocho números de la miniserie, marca también el debut del sello Black Label de DC, en el que aparecen personajes clásicos de DC en historias completamente nuevas e independientes, escritas e ilustradas por guionistas y dibujantes de talla mundial.

En los 15 años desde que publicó Off Road, su primera novela gráfica de creación propia, Sean Murphy se ha labrado una sólida carrera profesional gracias a su colaboración con algunos de los mejores escritores mainstream, con comics como Joe The Barbarian con Gran Morrison, Crononautas con Mark Millar, American Vampire y The Wake con Scott Snyder o Tokyo Ghost con Rick Remender, entre otros trabajos. El trabajo de dibujante de guiones ajenos lo alternó con otras obras en la que hacía de autor completo, entre las que destacaría su Punk Rock Jesus de 2012.

Esta consistencia creativa sin duda fue lo que hizo que DC Comics de abriera las puertas para la creación de esta serie dentro del sello Black Label. Batman: Caballero Blanco fue publicada originalmente como una miniserie de 8 números entre octubre de 2017 y mayo de 2018, consiguiendo un gran éxito de crítica y público, refrendado con las posteriores recopilaciones en tapa blanda y hardcover.

El principal atractivo de este comic es ver una historia con un Joker (Jack Napier) “bueno” enfrentado a un Batman totalmente desequilibrado y over-the-top que haría las veces de villano. Además, Murphy aprovecha para transmitirnos sus inquietudes frente a algunos de los tópicos del comic de superhéroes en lo referido a que estos personajes combaten los síntomas pero no hacen nada contra las causas reales de la pobreza. Y en concreto sobre Batman, lo absurdo de combatir con los puños cuando podría erradicar la pobreza (y con ello el crimen) de Gotham usando su inagotable riqueza para cambiar la sociedad.

Teniendo en cuenta los cientos (miles?) de comics que repiten estos clichés una y otra vez, siempre mola leer a un autor que plantea nuevas preguntas sobre el género y que consigue que una historia de Batman sea fresca y sorprendente. Además, veo a Murphy un autor bastante inteligente que tiene unas ideas brillantes, como es el hecho objetivo que la actual Harley Quinn que vemos en los comics poco o nada tiene que ver con el personaje creado por Paul Dini en la serie de animación Batman: The animated series. Ante esta realidad, Murphy tiene una idea genial y opta por presentar en su comic a la novia de Joker como dos personas diferentes, como si fueran los diferentes Robins de Batman, con la diferencia que dada la demencia de Joker, no se había dado cuenta que la primera Harley le abandonó y otra más joven había tomado su lugar. Argumentalmente, la idea me parece bestial.

En lo que Murphy es un fuera de serie es en su faceta como dibujante. Hay que reconocer que sólo por su dibujo merece la pena pagar por tener sus comics en nuestras estanterías. Su estilo tiene siempre un toque fresco que hace que entres sin problemas en la historia y quieras leer lo que Murphy quiere contarnos, y consigue transmitir perfectamente los sentimientos y el drama alrededor de los personajes. Su estilo no es necesariamente realista, optando a veces por utilizar elementos expresionistas alejadas del realismo para enfatizar los momentos más potentes.

Habitualmente, su composición de página cuenta con numerosas viñetas, empleando el recurso de colocar pequeñas viñetas con caras que nos muestren lo que piensan o sientas algunos personajes ante lo que está pasando. Este uso de páginas con 6-9 viñetas hace que cuando coloca una splash-page, su impacto visual sea mayor. Además, Murphy también suele utilizar una narrativa horizontal uniendo dos páginas para romper el ritmo de lectura creando también momentos de mayor impacto.

Además, su otra gran virtud es su estupendo diseño de producción, por usar un término cinematográfico. Dado que estamos en una historia propia fuera de continuidad, Murphy emplea sin problemas elementos de las películas, como son los Batmobiles de Tim Burton o Christopher Nolan. Además, La identidad de Joker es Jack Napier, referencia clara al personaje interpretado por Jack Nicholson, aunque narrativamente no tengan nada en común. Además, el arma final está sacada directamente de Batman y Robin de Joel Schumacher. Aunque estos detalles no aportan a la historia general, si consiguen sacar una sonrisa al fan/lector veterano.

Batman: White Knight cuenta con colores de Matt Hollingsworth, uno de los mejores coloristas del medio que ya había colaborado en otras obras de Murphy, y la sensación que trasmiten en la de un equipo perfectamente engrasado, con un color planteado a destacar el arte de Murphy y enfatizar los numerosos elementos dramáticos.

Como véis, hay muchos elementos positivos en este comic y en general en Murphy como autor, y globalmente creo que Batman: White Knight es un buen comic de Batman que puede gustar tanto a lectores veteranos que busquen una historia diferente de sus personajes favoritos, como a nuevos lectores que a lo mejor sólo conocen a Batman y el Joker por las películas.

Sin embargo, también debo entrar en las cosas que no me han gustado de este comic, para lo cual voy a entrar a comentar algunos elementos de la trama CON SPOILERS.

En primer lugar, comentaba arriba que Murphy me parece un autor inteligente con buenas ideas. Sin embargo, la lectura de sus comics también me transmite la sensación que realmente Murphy no es tan inteligente cómo él se cree que es. Por un lado, a pesar de que sus premisas e ideas son interesantes, nunca consigue cerrarlas todo lo bien que sería deseable, dejándome siempre con la miel en los labios, pensando que esa idea podía haber dado más de si con un mejor desarrollo.

Por otro lado, Murphy parece querer resaltar lo alejado que estaría Batman del mundo real, sobre todo en el aspecto social, y como sus comics están llenos de clichés.

Es cierto que el mundo del comic tiene muchos clichés, siendo el primero y principal el que no pueden haber cambios que alteren el status-quo, ya que los universos de DC o Marvel buscan parecerse al “mundo tras tu ventana”. Batman no podría existir en el mundo real, sería indudablemete detenido y encerrado como un loco, pero tampoco la oscura y corrupta Gotham tiene nada de realista, a pesar de ser el único espacio posible para que Batman tenga sus aventuras en los comics.

Murphy destaca la existencia de estos clichés, pero su historia está llena de los mismos convencionalismos que son tan irreales como lo que él critica. Por ejemplo, cuando Batman persigue a alguien y con recibir un puñetazo la persecución termina y el villano escapa. O las batallas campales de villanos contra policías, en las que no se sabe como todos huyen sin más. O el uso por parte de los villanos de un super arma que amenaza con destruir la ciudad en el climax. No hay nada tan convencional como esto último.

Además, hay sobre todo un elemento que no me funciona en esta historia, y es cuando el curado Jack Napier se defiende en un tribunal acusando a la policía de crear artificialmente a un “supervillano” a partir de un vulgar ladrón que nunca había matado a nadie, de forma que así la ciudad recibió cientos de millones del gobierno para luchar contra los supervillanos y como fondos para la reconstrucción de las zonas dañadas. Fondos que posteriormente acabaron no ayudando a los inocentes sino en manos de empresarios corruptos que especulaban inmobiliariamente, haciendo negocio con el dolor de la ciudad.

Esto me choca porque narrativamente podría ser plausible si Joker fuera el único supervillano de Gotham, pero justo a continuación, Murphy incluye en la historia a Mr. Freeze, Killer Croc, Poison Ivy, El sombrerero loco con sus aparatos de control mental o Clayface. Es decir, los supervillanos con super poderes SI existen, y la destrucción que generan es real independientemente de si existe el Joker o no.

Unido a esto, Murphy plantea una premisa imposible para justificar que Joker pueda convertirse en “bueno” en su historia, que es que nunca mató a nadie. Esto en si ya genera un problema, ya que entonces este Jack Napier NO es Joker, el villano principal de Batman, sino otra cosa. Lo cual no es bueno o malo a priori, depende de su desarrollo, y en este caso a mi no me ha cuadrado.

Ampliando este aspecto, la premisa inicial de “un Joker bueno se enfrenta a un Batman malo” tampoco llega a ser explotada todo lo bien que hubiera sido deseable. No solo porque este Joker como comentaba no es tan malo ni siquiera al comienzo, sino porque tampoco llegamos a ver nunca a un Batman malo. No se si porque Murphy no quiso desarrollarlo o porque DC acabó poniendo reparos, pero lo peor que se puede decir de este Batman es que está un poco más desequilibrado de lo normal por motivos que se explican en el comic, y que acaba recobrando el equilibrio perdido.

A ver, no me malinterpretéis. La realidad es que a pesar que estos aspectos no me han cuadrado del todo, la realidad es que este Batman: White Knight es un comic muy disfrutable que cuenta con un apartado artístico estelar y una historia ligera. Pero sí me molesta que porque Murphy plantee en su historia alguna preocupación social, ésta sea vista como más adulta o más seria que los comics normales, cuando cuenta con las mismas inconsistencias y clichés que el resto de historias del personaje.

Aunque igual que digo esto debo decir también que esta visión de Joker de Sean Murphy me parece mucho mejor, mejor planteada y ejecutada, que por ejemplo, el desastroso Joker de Todd Phillips, que también busca crear la figura de un héroe de las clases populares frente a los poderosos, creando una de las películas más terriblemente tramposas de los últimos años.

Batman: White Knight es un comic super entretenido que me reafirma que me encanta el Sean Murphy artista pero no tanto el escritor. En todo caso, posee los suficientes elementos positivos para que quiera leer más comics ambientados en este mundo.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

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