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Crítica de Seven to Eternity vol. 4 de Rick Remender y Jerome Opeña (Image Comics)

Termina Seven to Eternity en su cuarto volumen, el comic de fantasía de Rick Remender y Jerome Opeña, con color de Matt Hollingsworth, publicado por Image Comics. Y la decepción se confirma.

PUNTUACIÓN: 5/10

Volume 4. The Springs of Zhal.

El viaje de Adam y el Rey del Lodo llega a su fin en los legendarios manantiales de Zhal, que prometen curar al caballero Mosak caído de su aflicción fatal y cumplir la promesa que el Dios de los Susurros le debe. ¿Es una artimaña o una salvación? ¿Valdrán la pena los sacrificios que hizo Adam? RICK REMENDER y JEROME OPEÑA llevan su épica fantasía etérea a una conclusión sorprendente.

Este cuarto y último volumen recopina SEVEN TO ETERNITY #14-17 USA, cuatro grapas publicadas entre noviembre de 2020 y agosto de 2021.

Termina un largo viaje de 5 años, desde que en septiembre de 2016 Rick Remender y Jerome Opeña empezaron a publicar Seven to Eternity en el sello Image. 5 años y tan sólo 17 números. Aquí puedes leer mis reseñas de los volúmenes uno, dos y tres , en las que iba explicando cómo con cada nueva lectura la historia de Rick Remender me encajaba cada vez menos y le decepción iba aumentando.

Llegados al final de la historia centrada en Adam y el Rey del Lodo, hay un elemento principal y es que Remender se ha centrado tanto en los dos protagonistas principales, el «heroe» Adam y el «villano» Rey del Lodo, que no ha creado el más leve atisbo de empatía o conexión con ningún otro personaje, por lo que el final de la historia para muchos de ellos no puede resultar más intrascendente e insatisfactorio. No sólo eso, es que tampoco las sorpresas alrededor del vínculo creado entre ambos resulta satisfactorio, más bien al contrario. Da pena que al final del Rey Barro se convierta en un villano de opereta de «soy malo porque el mundo me ha hecho así, juajuajua!», haciendo que la historia se haya convertido en un bluf total.

Pero peor que es eso es la comprobación que en lugar de la historia de fantasía épica que Remender prometió al inicio de la serie, Seven to eternity ha sido un peñazo moralizante que nos ha traído al Remender más nihilista y desolador. Remender más que nunca transmite su enfado ante nuestra civilización occidental que para él está perdida al estar habitada por dos tipos de personas: los seres grises que se (nos) conforman con las migajas que nos dan las grandes corporaciones que ostentan el poder real, y peor, los que dicen ser salvadores de la patria que no son más que seres egoístas que traicionarán a quien sea para conseguir el poder, mientras nos dicen que todo lo hacen «por nuestro bien». Y frente a estas dos realidades, los pocos héroes verdaderos son apenas hormigas que intentan parar el desbordamiento de un río con palitos y están abocados al fracaso. Joer, se por entrevistas que Remender lo pasó más de joven, pero no hay duda que el pobre tiene un montón de traumas y demonios que intenta exorcizar mediante los comics. Y siendo loable este empeño, la verdad es que en otros comics lo ha hecho con historias al menos entretenidas, cosa que no ha conseguido en este comic.

La verdad es que vine pensando que Seven to eternity iba a ser el típico viaje del héroe, y no tuve problema cuando me di cuenta que muy probablemente estábamos ante un fall-from-grace. Sin embargo, descubrir lo que es realmente el comic y quien es Adam en realidad, que no voy a decir para no chafárselo a nadie que esté esperando que se publique en España, ha sido un bajón super desolador. Y el caso es que había ideas interesante en el comic, como la realidad que a veces nos engañamos a nosotros mismos para justificar lo injustificable, materializando el clásico «el camino al infierno está construido de buenas intenciones». Pero en el caso de este comic, la ejecución de Remender de estas ideas no puede ser más fallida.

A todo esto, ¿a qué vino este nombre de Seven to Eternity? ¿No será el nombre menos adecuado para lo que nos han acabado de contar Remender y Opeña? Como me pasó con LOW, me gustaría que en algún momento los autores explicaran el proceso de creación y cómo cambió el concepto inicial. Si es que eso pasó, que tampoco lo tengo claro.

Hablando del dibujo, Jerome Opeña con colores de Matt Hollingsworth realmente realizan un gran trabajo y nos cuentan la historia de forma modélica, creando un climax widescreen con momentos visualmente super potentes, pero que quedan huecos debido a la deficiente construcción de los personajes de Remender que no han conseguido que calen en nuestro interior. Y en general debido a lo que es en realidad la historia.

Comparto las primeras páginas de este volumen, que como no puede ser de otra manera, lucen espectaculares:

Seven to eternity ha sido una tremenda decepción, lo digo como lo siento. Y la confirmación que hice bien en tomarme un respiro de la obra de Remender, algo que ya me hizo NO comprar Scumbag, su última serie en Image.

PUNTUACIÓN: 5/10

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Crítica de Seven to Eternity Vol. 3 de Rick Remender y Jerome Opeña (Image Comics)

No conseguí conectar con Seven to Eternity, el comic de fantasía creado por Rick Remender y Jerome Opeña, con color de Matt Hollingsworth. Sin embargo, dado que Remender y Opeña acaban de publicar en USA el final de su historia en el cuarto volumen, me he animado a volver al mundo de Zhal, comprando el tercer volumen que ya no compré en su día. Y lamentándolo mucho, me encontrado más de lo mismo respecto a los dos anteriores volúmenes.

PUNTUACIÓN: 6/10

Volume 3: Rise to Fall.

Adam Osidis recorre un camino velado lleno de elecciones imposibles y compromisos desgarradores. Entre Adán y la cura para su enfermedad debilitante se encuentra el Señor del Cielo Volmer y su sed de venganza contra El Dios de los Susurros. Adam ahora debe proteger al hombre que asesinó a su padre, pero ¿hasta dónde llegará para lograrlo? RICK REMENDER y JEROME OPEÑA llevan el primer capítulo del mundo de Zhal a una conclusión escalofriante.

Este tercer volumen, publicado en USA en marzo de 2019, recopila los números 10 a 13 de la serie regular publicada por Image Comics.

Bajo un concepto a priori de espada y brujería, Seven to eternity es en realidad una historia que gira sobre qué estaríamos dispuestos a sacrificar por salvar a nuestras familias o seres queridos. La historia genera paralelismos sobre el mundo actual, con una sociedad que busca la homogeneidad y lucha contra los que intentan salirse de la norma. E incluso diría que hay una crítica hacia la creciente radicalización de la sociedad americana, que es cada vez más radical y ultraconservadora, llegando a negar verdades científicas como el cambio climático, y aceptando mentiras fragrantes como “post-verdades”.

El primer volumen de esta serie, con los números 1 al 4, se publicó en febrero de 2017, mientras que el segundo, con los números 5 a 9, salió en octubre de ese mismo año. Ya en mi reseña de este segundo volumen, que publiqué en febrero de 2018, comentaba que no me acababa de cuadrar la historia de Remender, que nos estaba metiendo una turra infumable sobre las elecciones morales de una persona y hasta qué punto somos realmente libres. Y lo que es peor, Remender desaprovechaba completamente a Opeña creando unas páginas aburridas que se hacen super pesadas de leer y no ofrecían casi momentos para que Opeña pudiera desatarse y lucirse.

Algún día saldrá alguna entrevista a Remender, o a Opeña, y descubriremos la travesía en el desierto que ha supuesto ver publicado el final de Seven to Eternity varios años después. Lo mismo que pasó con Low, el comic de ciencia ficción de Remender junto a Greg Tocchini cuyo último tomo tardó 3 años y medio en ver la luz. Porque diría que igual que Seven to Eternity aburría a los lectores, tampoco enamoró a Jerome Opeña, al que le costó dios y ayuda seguir con la serie compatibilizando este comic con sus otros encargos en Marvel (y otras editoriales).

Y es que si los 9 primeros números salieron más o menos regulares, aunque con la sensación de casi-estafa que me provocó ver los números 7 y 8 dibujados por James Harren y no por Opeña, tuvimos que esperar un año y medio para que se publicara este tercer volumen en marzo de 2019. 17 meses para un tomo con tan sólo cuatro números USA. Esta espera, sumado al hecho que el comic realmente no me estaba gustando, hizo que no comprara el tercer tomo en su día, ya que además pintaba que este comic se iba a seguir demorando, cosa que se confirmó con el pasar de los meses. Finalmente, el pasado mes de agosto de 2021 se publicó la última grapa de Seven to Eternity, el número 17, con lo que el pasado septiembre salió el cuarto y último volumen, de nuevo con tan sólo 4 números, dos años y medio después de la publicación del tercero. Sin duda, parece que Remender está gafado, o no ha sabido tocar la tecla correcta para mantener interesados a sus colaboradores.

Aunque como digo no conecté para nada con la historia de Remender, saber que la historia finalizaba en el cuarto volumen me animó a comprar este tercer volumen para ponerme al día de cara a la compra del último tomo en cuanto salga, para así poder tener la historia cerrada. Mi afán completista comiquero en acción.

Y entrando a comentar este tercer volumen, ¡qué pena es ver a Remender fallar de esta manera!! Es tristísimo ver como el impresionante diseño de Opeña de los personajes y del mundo de Zhal se van a traste ya que la historia de Remender no consigue enganchar, ni crea ningún vínculo emocional (o de otro tipo) con ninguno de los personajes, haciendo que te de completamente igual su destino.

Parte del problema nuclear de Seven to eternity es que Remender falla en la construcción del protagonista, Adam Osidis. Tenemos un comic casi monopolizado por las elecciones de Adam y su onmipresente voz interior que nos cuenta su cambiante punto de vista, planteando que un héroe de valores inamovibles en el mundo real quizá sería un radical que pone su orgullo por delante de todo lo demás, incluso el bienestar de su propia familia. Sin duda, el Remender más nihilista concentrado en estas páginas, pero sin conseguir transmitir la empatía que sí generan los protagonistas de sus mejores comics, Deadly Class o Black Science. Y claro que el camino del héroe implica caer y levantarse, además de cometer errores, pero en este caso Remender no nos está dando casi nada a lo que agarrarnos.

Junto al problema de Adam Osidis, su relación con Garils, el Dios de los Susurros, es también un agujero negro que convierte la historia en el anti-entretenimiento. Leer este tomo de cuatro números USA y apenas 90 páginas de comic más las páginas iniciales de texto con el diario de Adam se me ha hecho super pesado. Estamos ante un comic bastante aburrido, en líneas generales, al que tampoco acabo de verle sentido al viaje en si de los protagonistas dentro del reino de Zhal, que un minuto está totalmente controlado por Garils para al segundo siguiente pasar a lugares en los que su poder carece de importancia. Por no acertar, no han acertado ni con la geografía del mundo o el viaje que realizan.

No, el título de los supuestos «7 para la eternidad», no es representativo de la historia. De hecho, de estos 7 protagonistas, cada vez quedan menos con vida ya desde el primer volumen, y lo peor es que no puede importarnos menos el destino de sus viajes individuales y la duda sobre si sobrevivirán al final. De hecho, algunas sorpresas y traiciones no acaban de funcionar ya que como digo, Remender no ha conseguido crear personajes tridimensionales que nos creamos para empezar.

En lo positivo, al menos puedo decir que el climax de este volumen sí permite a Opeña lucirse y nos ofrece la épica más-grande-que-la-vida que se espera de un comic de fantasía épica que iba a construir un mundo que mirara de tu a tu a los grandes clásicos del género. Este climax es a lo que me agarro para confiar que al menos Remender va a saber cuadrar el final de la historia. Espero que no me falle.

Y es que como digo, Jerome Opeña en el dibujo con colores del veterano Matt Hollingsworth no podían estar mejor a partir de la historia de Remender. La narrativa de Opeña es una pasada y crea unas viñetas repletas de detalles de un mundo que hubiera podido ser interesante, si hubieran acertado la historia. Como decía al principio, me gustaría encontrar un video en el que Opeña hablara con sinceridad de su experiencia dibujando este comic.

Comparto unas páginas de este tercer volumen:

Definitivamente, Seven to Eternity pinta a que se dirige hacia el calificativo de «comic fallido», y en este tercer volumen sigue sin acabar de ofrecer el espectáculo que los fans esperamos de unos autores con tanto talento. En unas semanas publicaré mi reseña del último volumen, esperando que al menos consigan darnos un final satisfactorio a la historia.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Batman: Caballero Blanco presenta – Von Frío de Sean Murphy y Klaus Janson

Tras comprar las miniseries Batman: Caballero Blanco y Batman: La Maldición del Caballero Blanco de Sean Murphy, no podía dejar de comprar el especial Batman: Caballero Blanco presenta – Von Frío escrito por Murphy y dibujado por el veterano Klaus Janson, que ha sido editado por ECC Ediciones.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

La saga del Caballero Blanco se expande en este especial escrito por el creador original Sean Murphy y dibujado por Klaus Janson (Batman)! ¿Qué conexión hay entre Victor Fries y los Wayne? La respuesta la encontramos en el pasado. En los albores del Tercer Reich, el joven Víctor comienza a cuestionar su código moral cuando la criotecnología de su padre se pone al servicio del mal.

Leyendo el artículo al final de este comic, uno entiende que cuando dos artistas que se respetan y se admiran mutuamente deciden colaborar en un proyecto en el que básicamente uno le pregunta al otro “¿qué quieres dibujar?”, la colaboración va a tener un feeling especial, un toque personal que se aleja de los trabajos de encargo que se ejecutan con profesionalidad pero sin corazón.

Esto es precisamente lo que hace especial este one-shot ambientado en el mundo del Caballero Blanco. Sean Murphy, el creador de este mundo, cede los lápices al veterano Klaus Janson, entintador entre otros del Daredevil de Frank Miller, para dibujar una historia ambientada en la Alemania nazi que sirve a Janson, cuya familia emigró a los Estados Unidos desde Alemania en los años 50, para exorcizar de alguna manera algunos demonios internos.

El también veterano colorista Matt Hollingsworth acompaña a Janson en este especial, ofreciendo una paleta de colores fría perfecta para el tono de la historia. Y debo decir que aunque en general nunca he sido demasiado fan del estilo de Janson, en este volumen le he visto muy entonado en todos los aspecto, en la ambientación, la composición de página y en general con las expresiones faciales y emotividad de algunas escenas. No está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que Janson ha cumplido 68 años este 2020.

La historia del origen en la Alemania nazi del judio Victor Fries, amigo y colaborador durante décadas de Thomas Wayne, es una historia quizá no muy original, al ser algo ya mostrado en numerosas películas y series de televisión, pero está contada con precisión y los justos toques de emoción. La historia de Fries es la de dos personas, el científico judío Jacob Smithstein y su amigo el empresario Barón Von Fries, y representa como el camino al infierno está lleno de buenas intenciones y como casi siempre los ideales y la ética se estrellan contra el muro del instinto de supervivencia. La Alemania nazi fue un triturador de todo lo correcto, y en medio de ese ambiente insano resultaba casi imposible revelarse, acabando por aceptar sumisamente lo que el Reicht mandaba, sin importar lo que ello significaba para amigos y vecinos judios.

Este comic representa un trabajo muy especial para Janson, y sirve para que Murphy aumente el mundo del “Caballero Blanco”, mostrando que este universo que ha creado dentro del sello Black Label de DC Comics puede abrirse a otro tipo de historias y especiales que lo doten de mayor interés y complejidad.

Batman: Caballero Blanco presenta – Von Frío es un buen comic que merece la pena ser leído independientemente de su conexión al universo de Caballero Blanco, y creo sinceramente que compensa de sobra el precio de portada.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Grendel Tales: Devils and Deaths de Darko Macan y Edvin Biuković

Con permiso de Matt Wagner, Grendel Tales: Devils and Deaths de Darko Macan y Edvin Biuković es mi comic favorito de este universo publicado en la actualidad por Dark Horse. Un comic que denuncia el horror de la guerra inspirado en las vivencias de los autores durante la Guerra de los Balcanes.

PUNTUACIÓN: CLÁSICO

El Grendel Drago se está preparando para una muerte honorable contra un monstruo misterioso que vive a las afueras de la ciudad. Cuando la criatura resulta ser un espíritu afín, otra víctima que ha pagado el terrible precio de la guerra, Drago organiza un plan que les permitirá a ambos abandonar el mundo con dignidad.

10 años después de la muerte de Drago, el Clan Agram se encuentra en la guerra, y Goran, el hermano pequeño de Drago, se ha convertido en el mejor guerrero del clan. Desafortunadamente, es también el más insubordinado lo que hace que su compañía sea enviada a la línea del frente. El campo de batalla ofrece muchas lecciones para Goran, lecciones de miedo, amor y liderazgo. Goran aprenderá que esto último es más una carga que una bendición. Aunque es mucho mejor que la alternativa, el caos.

Creada por el escritor Darko Macan y el artista Edvin Biuković, cuyas experiencias reales en la destrozada Croacia alimentaron esta historia ganadora de varios premios.

Darko Macan nació en Zagreb en 1966 , donde aún reside, y tiene un título en historia y arqueología por la Universidad de Zagreb. Ha ilustrado y escrito numerosos cómics, sobre todo en croata. En 1993, su propuesta de la miniserie Devils and Death junto a su amigo Edvin Biuković enviada a Dark Horse fue milagrosamente aceptada, lo que les sirvió de puerta de entrada para la industria americana.

Fue nominado para los Premios Eisner en dos ocasiones: por Grendel Tales: Devils and Deaths y por Prayer to Sun. Como autor, ha escrito más de cuarenta historias cortas de ciencia ficción y de fantasía, dos novelas de ciencia ficción y tres libros infantiles. Ganó cuatro Premios SFERA y dos Premios Grigor Vitez.

Edvin Biuković (Croacia 1969 – 1999) debutó profesionalmente en 1987 y pasó varios años más trabajando en proyectos de cómics en Croacia donde colaboró con su buen amigo Darko Macan. Su gran oportunidad llegó en 1994 cuando Dark Horse publicó Grendel Tales: Devils and Deaths, su siguiente colaboración con Macan. Posteriormente se le pidió a la pareja que volviera a hacer una secuela de cuatro números, Devil’s Choices. En 1995, Biuković fue nominado en la categoría de Mejor Dibujante / Entintador y recibió el premio Russ Manning al Mejor Artista Revelación en 1995.

Además de en Grendel, Biuković trabajó para Dark Horse en los comics de Star Wars X-Wing Rogue Squadron #5-8 (con Michael Stackpole, escritor de las novelas, y Darko Macan, 1996), The Last Command #1-6 (Adapatación de la novela de Timothy Zahn junto a Mike Baron, 1997–1998).

En Vertigo, dibujó los cuatro primeros números de Human Target de Peter Milligan en 1999, y una historia corta para la antología Strange Adventures vol. 2 #2: «Third Toe, Left Boot» con Bruce Jones (1999).

En diciembre de 1999, murió repentinamente de un tumor cerebral en su ciudad natal, Zagreb, dos semanas después de que se le diagnosticara, a la edad de treinta años. Antes de su muerte, estaba trabajando en otro proyecto con Macan titulado Silver Sun, así como en un cuento que fue publicado póstumamente en 2000 en la antología de Vertigo Weird War Tales Special: «A Prayer to the Sun» junto a Darko Macan.

Por motivos legales y para evitar demandas, las editoriales no suelen aceptar “Unsolicited submissions”, es decir, propuestas de comics no solicitadas. Esto ya era una norma en las editoriales incluso en los lejanos años 90. Sin embargo, de forma milagrosa, la propuesta de comic de Macan y Biuković enviada desde Croacia por correo ordinario llegó hasta las oficinas de Dark Horse y consiguió llamar la atención de la editora Diana Schutz. Lo bastante para leerla y quedar enamorado por la potencia de la historia y los detallados diseños y páginas de muestra de Biuković.

Una de las cosas que más me llamó la atención de todo este milagro es saber cómo unos autores croatas llegaron a conocer la editorial Dark Horse o el trabajo de Matt Wagner en Grendel lo suficiente para enviarles una propuesta de comic. ¿Llegó el Grendel: War Child a las librerías croatas en 1992 a pesar de la guerra, o conocían el comic original publicado en Comico hasta 1990? Creo que ambas opciones pueden ser posibles y justificarían por qué creyeron que su historia inspirada en la Guerra de los Balcanes encajaba perfectamente en el mundo desolado que Orion Assante conquistó y años más tarde su hijo Jupiter hizo lo propio en War Child.

Entrando en materia, el tomo Grendel Tales: Devils and Deaths realmente se compone de dos miniseries, Devils and Deaths de dos números, publicada en 1994, y Devil´s Choice, una serie de 4 números publicada en 1995. El hilo conductor de ambas miniseries son los protagonistas, el veterano grendel Drago y su hermano pequeño Goran, que en Devil´s Choice, que viven en un pais indeterminado que bien podría ser la antigua Yugoslavia. Una tierra controlada por diferentes clanes y asolada desde hace años por sus interminables guerras civiles. Unas guerras en las que la única que parece ganar es la MUERTE.

Ambas miniseries ofrecen un terrible catálogo de los horrores de la guerra, una guerra incluso peor si tenemos en cuenta que son hermanos los que luchan. Empezando por el uso de niños y de radioactividad para acabar con el enemigo de la forma más rastrera, inmoral y terrible, algo que recuerda el uso de armas químicas durante la guerra de los Balcanes (no recuerdo qué bando).

Devils and Deaths es una historia triste, en la que aprendemos que las guerras causan muchos tipos de víctimas, y que en esa nueva realidad, los viejos guerreros o la vieja ética no tienen cabida. Hablo del protagonista, el Grendel Drago hermano mayor de Goran, pero esto es también aplicable a otros personajes, como el jefe del clan traicionado por su propio hermano.

Devil´s Choice, la segunda miniserie, está ambientada 10 años más tarde y está protagonizada por un Goran ya crecido que es el mejor guerrero de su clan, los Agram. Esta historia de cuatro números es aún mejor que la primera miniserie y resulta aún más terrible por el retrato descarnado de esta guerra de clanes.

Que puedan morir soldados después de firmada una tregua porque a un mando se le olvidó de llamar es algo tan dolorosamente real que asusta la forma tan fría y certera como es mostrado por Macan y Biuković. De igual forma, la historia se para en los verdaderos perdedores de toda guerra, los civiles que no tienen ideología o preferencia y son los que siempre mueren de forma indiscriminada, de forma que tienen que intentan conservar la vida con un clan o con el contrario cuando el frente cambia de dominador y que están cansados de escuchar que cada clan que llega a su pueblo está ahí “para ayudarles.”

E incluso más terrible es la facilidad con que se rompen alianzas por un cambio de opinión, haciendo que compañeros de batalla al día siguiente se maten entre ellos, algo que entiendo es 100% inspirado por las vivencias de los autores durante la guerra en la antigua Yugoslavia. La guerra no entiende de heroismos, solo de muerte y desolación, y aquellos que intentan hacer lo correcto a menudo no suelen acabar bien.

A pesar del tono desolador de la historia, hay quizá un toque de esperanza final reflejado en uno de los brillantes diálogos de la historia:

“Igor creía honestamente que hacía lo que era mejor para su clan”

“Todos hacemos lo que pensamos que es lo mejor. El problema empieza es cuando las ideas y los principios nos hacen que nos olvidemos de la gente.”

“El liderazgo da asco.”

“Pero la alternativa es el caos, y es incluso peor, créeme.”

Pero incluso esta esperanza se va a construir sobre la sangre de los enemigos derribados, lo cual al final no se si perpetúa el círculo de violencia.

En el apartado artístico, Biuković era un verdadero fuera de serie. Sus lápices tenían el detallismo propio de los autores europeos, creando unos personajes repletos de carisma que transmiten una enorme humanidad, sobre todo en los pequeños detalles, en la forma en que mueven sus manos o en las expresiones faciales. Sus personajes respiran complicidad, amistad y odio encarnizado, en unas páginas repletas de detalles y fondos, en los que además dibuja de forma sensacional las armas, vehículos e indumentarias militares. Por si fuera poco, Biuković era también un maestro en narrativa, creando una viñetas que ayudaban a que la historia fluyera, congelando el plano en el momento más importante además de ofrecer una buenísima continuidad en las pocas pero impactantes escenas de acción.

Hay un montón de momentos dramáticos y dolorosos, y están perfectamente contados en las páginas. Quizá lo que más me estremeció es la forma en que los personajes llegan a interiorizar como normales las diferentes matanzas que se van cometiendo durante ambas historias, de forma en que la muerte forma parte de las vidas de toda esta sociedad de clanes.

Si el dibujo es bueno, la guinda del pastel es contar con el veterano Matt Hollingsworth en los colores, que crea una paleta de colores grises perfecta para el tono bélico que la historia necesita, adornada con salpicaduras sangrientas cuando la ocasión lo requiere.

Comparto para que lo disfrutéis algunas páginas del primer número de la segunda miniserie, Devil´s choices:

A pesar de no ser de Matt Wagner, creo que Grendel Tales: Devils and Deaths es mi obra favorita de este universo. Una historia maravillosa que todos los amantes del comic deberían disfrutar

PUNTUACIÓN: CLÁSICO

 

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Crítica de Batman: La maldición del Caballero Blanco de Sean Murphy

Tras el éxito de crítica y público de Batman: Caballero Blanco, Sean Murphy continúa la historia con Batman: La maldición del Caballero Blanco, segunda miniserie ambientada en esta Gotham en la que el Joker fue durante unas semanas un héroe para la ciudad. Y debo decir que el resultado final me parece mucho más acertado de lo que esperaba.

PUNTUACIÓN: 8/10

¡La explosiva continuación de la aclamada miniserie Batman: Caballero Blanco! El escritor y dibujante Sean Murphy (Punk Rock Jesús) retoma su exitosa versión del mundo del Hombre Murciélago en esta serie limitada de ocho entregas. Un fantasma del pasado entra en juego para exponer un impactante secreto de la familia Wayne y para sembrar el caos en Gotham City. ¡El nombre del caballero es Azrael! Mientras Batman se esfuerza por proteger a la ciudad y a sus seres queridos, la verdad sale a la luz. ¡Preparaos para conocer a nuevos villanos y a inesperados aliados en este nuevo capítulo de la saga del Caballero Blanco!

Batman: La maldición del Caballero Blanco es una miniserie de 8 números editada dentro del sello Black Label de DC Comics que amplía el mundo presentado en Batman: Caballero Blanco, continuando los conceptos de dicha miniserie e inspirándose en la rica historia de Batman para introducir a un interesante Jean Paul Valley (AZRAEL), que sustituyó a Bruce Wayne en el puesto de Batman tras el ya clásico Knightfall, para llevar más allá la historia de Bruce y Gotham.

Narrativamente, una de las cosas que no me gustó de Batman: Caballero Blanco fue que Murphy empleara el viejo tópico culturilla de que Batman no sería creíble en el mundo real y que en lugar de apalizar criminales debería emplear su fortuna para aplicar cambios radicales en la sociedad que erradicaran la pobreza. Dicho esto, una vez este mundo y sus reglas ya han quedado establecidos, Murphy los utiliza con acierto en esta segunda serie, centrando el foco en un Bruce que descubre que han habido ricos que se han aprovechado del sistema durante años, además del descubrimiento de una verdad sobre el origen de su familia que alterará para siempre el legado de los Wayne en Gotham.

En Caballero Blanco, Batman era secundario en un comic que tenía a Jack Napier / Joker de gran protagonista. En esta segunda miniserie ya tenemos a un Batman protagonista absoluto, aunque seguimos teniendo junto a él al elenco de secundarios de la anterior miniserie, destacando Harley Quinn, Joker, Barbara Gordon / Batgirl y el Comisario Gordon.

Sean Murphy presenta un guión muy acertado, en mi opinión, centrado en ofrecer una historia quizá más superheróica que la anterior, pero donde todo sucede más orgánicamente. Además, en cada una de las 8 grapas presenta unos estupendos cliffhangers que mantienen al espectador completamente enganchados durante todos estos meses, que han explotado en un estupendo climax final que altera para siempre el mundo de Bruce Wayne.

Artísticamente, Murphy junto a Matt Hollingsworth en los colores ofrecen un espectáculo de gran consistencia, y mantiene todas las señas de identidad de la primera miniserie, creando momentos de una potencia visual bestial. Además, Murphy sigue jugando con elementos históricos de Batman y utiliza elementos no sólo de los comics, sino de las película, creando momentazos que me dejaron con una sonrisa en el rostro.

Batman: La maldición del Caballero Blanco me ha gustado mucho más que Caballero Blanco y me ha dejado con ganas de más. Entiendo que Sean Murphy ha encontrado un filón y espero con ganas a ver cómo continúa la historia.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

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