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Crítica de Aquaman: Andrómeda de Ram V y Christian Ward (DC Comics – ECC Ediciones)

ECC acaba de terminar la publicación de Aquaman: Andrómeda, el comic Black Label realizado por Ram V y Christian Ward que ofrece una historia con un potente apartado gráfico.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

“No podemos ahogar la verdad aunque la dejemos hundirse a mucha profundidad.”

En las profundidades del océano Pacífico, lo más lejos posible de tierra firme, se encuentra el Punto Nemo, un cementerio de naves espaciales de diferentes nacionalidades que, desde los albores de la carrera espacial, se hunden ahí, en el silencio del mar, tras amerizar. Sin embargo, en el Punto Nemo hay algo más que no han fabricado manos humanas. Y ahora, está… despertando.

Los tripulantes del Andrómeda, un submarino experimental que funciona con un motor cuántico con un secreto confidencial, reciben el encargo de investigar ese misterio, pero no son los únicos que van tras él. Cualquier cosa de valor que se encuentre en el mar suscita el interés del pirata Manta Negra. Y todo lo que atraiga a este llama también la atención de Arthur Curry, alias Aquaman, su enemigo de toda la vida. Pero que Dios los ampare cuando las puertas del horror del Punto Nemo se abran de par en par a fin de recibirlos…

El guionista Ram V y el dibujante Christian Ward someten a Arthur Curry a una situación de puro terror psicológico que doblegaría la voluntad de cualquiera. ¡Incluso la de un rey!

Ram V es un autor y creador de cómics y novelas gráficas nominado a los premios Eisner, como GRAFITY’S WALL, Costas Salvajes, The many deaths of Laila Starr y la ganadora del Eisner BLUE IN GREEN. Desde la publicación de su primer libro en 2016, el trabajo de Ram ha ido cosechando éxitos de crítica y popularidad, ganando múltiples premios. Además de crear obras originales, Ram también ha escrito para personajes icónicos & títulos como Swamp Thing, Justice League Dark, Catwoman y Veneno en DC Comics y Marvel. Ram vive en Londres, le gustan los perros, los garabatos y la melancolía argumental.

Christian Ward es dibujante y guionista de cómics. Sus obras incluyen la ópera espacial cósmica ODY-C, que cocreó con Matt Fraction, además del cómic de Marvel Rayo Negro, galardonado con un Eisner, junto a Saladin Ahmed. Aparte de Invisible Kingdom, trabaja en la actualidad en Tommy Gun Wizards, también publicado por Dark Horse. Vive en Shrewsbury (Inglaterra) con su esposa, Catherine, su hija pequeña y un perro llamado Thor.

Me gustó mucho la miniserie de Rayo Negro que Christian Ward dibujó hace algún tiempo con guion de Saladin Ahmed para Marvel Comics. (Buff, ¿De verdad ese comic es de 2019? ¿Han pasado cuatro años? Maaaadre mía, como pasa el tiempo). Reconozco que su dibujo fue el principal motivo que me impulsó a comprar esta serie Black Label de Aquaman, planteada por el guionista Ram V como una historia cerrada de Aquaman completamente libre de continuidad que puede leerse sin tener apenas conocimiento del personaje.

Y debo reconocer que tras la lectura de este comic la sensación en un poco decepcionante. Y es que Ward es un ilustrador fantástico que crea algunas imágenes super potentes con una expresividad bestial que me han encantado. De alguna manera sólo por la personalidad que tiene el apartado gráfico me ha compensado la compra de esta miniserie que desde luego se sale de lo normal, justificando además su publicación dentro de la línea Black Label de DC. Pero junto a los aspectos positivos hay que sumar un gran problema de narrativa que hace que el comic sea antipático de leer, con un dibujo que no acaba de contar bien la historia de Ram V, resultando confuso en varios momentos. A eso hay que sumar que junto a páginas maravillosas que quitan el hipo hay un montón de viñetas en los que los personajes están apenas abocetados, por ejemplo sin facciones en su rostro o dibujando apenas siluetas en algunos momentos, lo que de alguna manera me transmite una idea de vagancia que no mola nada. Y esto es un gran problema también, porque me deja la sensación que esta historia se podría haber contado en imágenes mejor de lo que lo ha hecho Ward.

Ram V plantea una historia de Aquaman en la que Arthur Curry es de alguna manera secundario en su propio comic, al hacer que la protagonista sea Yvette Verne, una bióloga marina y experta en ciencias del comportamiento cuyo padre murió en el mar hace años, que forma parte de la tripulación del Andrómeda que se dirige al fondo del mar a investigar la misteriosa señal que se se ha activado allí. La forma en que plantea V la figura de Aquaman como un mito que pocos conocen de su existencia permite que sus apariciones sean super potentes en el comic, ofreciendo varios momentazos para el lucimiento de Ward.

La idea de crear una tripulación que tendrá que enfrentarse a sus miedos más profundos y sus pecados del pasado es algo que me recuerda a la película Event Horizon. Dicho esto en positivo, dado que es una película que me encanta. Todo en la historia de V funciona relativamente bien, aunque la narrativa widescreen oscura de Ward hace que el comic no pueda tener una gran profundidad en las caracterizaciones, mostrando lo justo para construirles pero sin conseguir que empaticemos prácticamente con nadie de la tripulación, al notarse demasiado que son carne de cañón. En este sentido, la idea de estar ante un comic de terror psicológico tampoco llega a funcionarme demasiado por la aproximación gráfica de Ward y por una historia de V que se queda también en la superficie de lo que podría haber sido, tal vez por falta de páginas en este proyecto Black Label en 3 volúmenes de 48 páginas.

Quizá lo menos bueno de la historia es la utilización de Black Manta, el clásico villano de Aquaman, que parece que está presente por obligación de cara a posibles espectadores de la estupenda película de James Wan que se acercaran a este comic tras verlo en FNAC (o librerías generalistas similares), aunque realmente no pinta nada ni tiene una función relevante en la historia. El final del comic en lo relativo a este personaje da un poquito de pena, dejando clara su irrelevancia.

Por cierto, hace unos días escribía el post Black Label vs Universo DC (gracias a todos lo que lo habéis leído), en el que reflexionaba sobre la forma en que el éxito de los comics Black Label en los que se da mayor libertad creativa a sus autores para crear historias fuera de continuidad, de alguna manera está erosionando las ventas de los comics «normales» de DC Comics dentro de su universo super heroico. En este sentido, este Aquaman: Andrómeda me parece un perfecto ejemplo de esto, ya que la actual colección mensual de Aquaman me da una pereza enorme de leer, y sin embargo SI me animé a comprar este comic. De hecho, mira que le ha dado oportunidades a la colección regular de Aquaman, pero es super montonera y sin interés. Qué lejos quedan los tiempos de Geoff Johns e Iván Reis, la verdad.

Por cierto, el otro día en mi reseña de Legión de X de Simon Spurrier y Jan Bazaldua me quejaba un poco por la falta de personalidad del comic en su apartado gráfico, con un dibujo de Bazaldua correcto pero sin chispa, carisma o espectacularidad. Dentro que como veis le he puesto más de un pero a Aquaman: Andrómeda, desde luego la falta de personalidad no es uno de sus problemas. Más bien al contrario, la personalidad es su principal virtud y en este caso el motivo principal que genera la compra. Hablando del mundo del comic mainstream, algo que no me gusta nada es la sensación de producción industrializada de Marvel que genera artistas intercambiables sin que el desempeño se resienta demasiado, partiendo que sus comics no pasan de correctos en el mejor de los casos. Es en este contexto que cuando se encuentra un comic como el actual Castigador de Jason Aaron con un apartado gráfico se mantenga estable con Jesús Saiz, Paul Azaceta y Dave Stewart, el comic parezca algo especial muy diferente al resto de la línea editorial. En este sentido, tengo claro que siempre preferiré un comic que con sus cosas tenga personalidad, como Castigador o el Aquaman: Andrómeda objeto de esta reseña, que cualquier comic «industrial» fabricado en una línea de producción como parecen tantos comics actuales.

No puedo terminar esta reseña sin hablar del precio de la edición española de ECC Ediciones, un comic en cartoné con un precio de 13.50 €uros por número. El tamaño más grande de los comics Black Label en este caso sirven para que Christian Ward se luzca en los momentos más espectaculares, lo cual para mi es otro plus a la hora de comprar este comic. Pero me parece una pasada comprobar que la edición americana de DC Comics tiene literalmente la mitad de precio. LA MITAD DE PRECIO. Entiendo que habrá lectores que no entienden el inglés o no tienen acceso a librerías que traigan material americano, pero el abuso en los precios de la actual tenedora de los derechos de DC en España me parece una barbaridad. De hecho, ante este exceso yo reconozco que compré los comics en su versión inglesa, pudiendo además leer la resolución de esta historia antes que los lectores españoles.

ECC tiene cosas buenas, por ejemplo el precio de sus grapas está mucho más ajustado respecto a los de Panini. Y tiene líneas como DC Pocket que son comics realmente económicos que me parecen estupendos para que nuevos lectores se puedan aproximar a los personajes DC y leer los principales comics de estos personajes a un precio imbatible super bueno. Pero la sensación que ECC se está aprovechando de un posible prestigio de estos comics para cobrarlos a un precio exagerado dado que estima que el carismático dibujo de Ward hará que el comic se venda independientemente del precio, me parece también una idea terrible.

Aquaman: Andrómeda es un comic de gran personalidad que no me sabe mal haberlo comprado, consiguiendo que los menos buenos pesen menos que las cosas positivas que me he encontrado.

Comparto las primeras páginas del comic:

Aquaman: Andrómeda me ha parecido un buen comic pero a la vez me ha fastidiado un poco que el dibujo de Ward no me haya flipado como esperaba.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de The nice house on the lake Vol. 1 de James Tynion IV, Álvaro Martínez Bueno y Jordie Bellaire (DC Comics – ECC Ediciones)

Me uno a la aclamación popular ya que me ha gustado muchísimo el primer volumen de The nice house on the lake que recopila los seis primeros números de la serie creada por James Tynion IV y Álvaro Martínez Bueno, con colores de Jordie Bellaire, dentro del sello Black Label de DC Comics, que ECC Ediciones está publicando actualmente.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Con «Algo está matando a los niños» y «El departamento de la verdad», James Tynion IV ha cambiado la cara del terror en el cómic moderno. ¡Ahora prepárate para su historia más ambiciosa, junto a su compañero de Detective Comics Álvaro Martínez Bueno!

Todos los invitados a la casa conocen a Walter, o al menos lo conocen un poco. Algunos lo conocieron en la infancia; otros lo conocieron hace meses. Y Walter siempre ha sido un poco… raro.

Pero después del año más duro de sus vidas, nadie iba a rechazar la invitación de Walter a una casa asombrosamente hermosa en el bosque, con vistas a un enorme lago silvestre. Es hermosa, opulenta y privada, así que ¿una semana soportando los extraños planes y apodos de Walter a cambio de las vacaciones de su vida? ¿Por qué no?

Todos ellos se encontraban en ese momento de sus vidas en el que podían sentir que se alejaban de sus otros amigos; ¿no sería una oportunidad para volver a conectar? En The Nice House on the Lake, las ansiedades primordiales del siglo XXI adquieren un nuevo y aterrador rostro, y puede que sea el de la persona en la que una vez confiaste más.

Este primer volumen de The nice house on the lake recopila los seis primeros números de esta serie de doce comics.

James Tynion IV comenzó su andadura en el mundo del cómic ayudando a Scott Snyder a escribir historias de apoyo para la innovadora serie de Batman durante el reinicio de los New 52. Tynion pronto empezó a escribir Talon, una serie que surgió de la popularísima línea argumental «Batman: La Corte de los Búhos». También ha escrito Batman: Detective Comics, Constantine: The Hellblazer, y Red Hood and the Outlaws. El año pasado su nombre adquirió una gran notoriedad a partir de su anuncio que abandonaba DC para crear sus próximas obras en Substack, aunque este anuncio no afectó a este comic de creación propia que estaba siendo publicado dentro del sello Black Label de DC Comics.

Álvaro Martínez Bueno (Torrelavega, 1982) es un artista español de comics. En 2004 se gradúa en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y comienza su carrera artística en el ámbito de la creatividad publicitaria, desarrollando ilustraciones y storyboards para marcas como Coca Cola, Vodafone, Orange, Ikea, McDonalds, El Corte Inglés o, entre otros, la Comunidad de Madrid.

En su larga trayectoria como dibujante para el mercado del comic americano, ha trabajado también en otras series de DC como la mítica Detective Comics, Justice League Dark, Batman & Robin Eternal, Aquaman, X-Men y, además, para las editoriales Marvel Comic y Valiant Entertainment. Actualmente ha firmado un contrato para trabajar en exclusiva con DC Comics.

Entrando a valorar este comic, The nice house on the lake me ha parecido una pasada, el ideal al que todo comic debería aspirar. Este comic es una de esas historias que se disfrutan aún más cuando se llega a ella sin saber nada del argumento, como fue mi caso. Más allá de la premisa de un grupo de gente encerrada en un espacio cerrado, Tynion IV me ha volado la cabeza en todos los aspectos, empezando con el giro al final del primer número que marca la primera gran sorpresa del comic, cuando descubrimos cual es la historia en realidad. Sorpresea que no va a ser la última, porque en cada número hay uno (o varios) shocks que hacen que el comic tenga un ritmo modélico.

El comic se siente como un engranaje de relojería en el que además de Walter, el anfitrión, cada uno de los 10 invitados están ahí por un motivo concreto y con un papel importante que jugar en la historia. Tynion además juega con la narrativa no lineal como forma de incrementar la tensión mientras conocemos a los diferentes personajes, con resultados super satisfactorios. Agradezco la forma que ha planteado para que conozcamos a los diferentes personajes, ya que 10 personas son muchas para un comic de 24 páginas y planteado de forma tradicional, la presentación se hubiera alargado en exceso, cosa que no sucede en el comic. No recuerdo haber leído nada similar a The nice house on the lake en el medio comiquero, realmente todas las comparaciones que me vienen a la cabeza serían del medio televisivo empezando por Lost. Esto me parece muy interesante, sobre todo porque de momento creo que Tynion ha sido muy hábil en la traslación al formato comic del modelo de historia televisiva de «misterio con cada episodio centrado en un personaje mediante flashbacks» que tan popular se hizo en la televisión a partir de la serie creada por J.J. Abrams y Damon Lindelof.

Aprovecho para comentar lo chulas que son las páginas de apoyo que encontramos en cada número, que sirven para dar información interesante sobre un aspecto de la historia o el espacio donde se encuentran. Ver lo interesantes que resultan estas páginas hizo que recordara lo mal que me sienta cuando este recurso se utiliza mal, como estamos viendo en los últimos meses en la franquicia mutante de Marvel Comics. Cuando Jonathan Hickman creaba estos textos de apoyo en Dinastía de X / Potencias de X tenían un sentido y resultaban interesantes, pero en el último año se han convertido en un relleno sin interés que dan un poco de vergüenza ajena y sólo sirven de excusa para llenar páginas y cobrarnos más por el comic.

Los personajes son otro de los puntos fuertes de la historia, al ser personas muy diferentes que reaccionan a lo que les va a pasar de formas muy diferentes, anticipando un conflicto que diría va a ser inevitable. En este sentido, reconozco que en algunos momentos he sentido un poco de confusión al no tener claro quien es cada personaje en algún momento concreto y, en su caso, qué papel y personalidad tienen. Creo que con las relecturas este comic va a mejorar un montón, porque no creo que esta confusión sea un problema de la historia sino de la complejidad que Tynion plantea a los lectores confiando nuestra capacidad de comprensión.

Por cierto, otro elemento que me ha gustado mucho de estos seis números es la capacidad de síntesis del comic mostrando los elementos más interesantes, así como el uso de Tynion de la elipsis entre cada número. Si los lectores tienen que esperar un mes para poder leer la siguiente grapa, Tynion también aprovecha este parón para hacer que la historia avance temporalmente, de forma que permite que los lectores en cierto sentido rellenemos los huecos en la historia entre cada grapa.

Si el guión de Tynion IV me ha parecido bueno, el apartado artístico a cargo de Álvaro Martínez Bueno en el dibujo y Jordie Bellaire en el color me parece fantástico. Los estudios de Bellas Artes y el gusto por la arquitectura de Martínez Bueno son aprovechados por el dibujante español para crear el que probablemente sea uno de los mejores trabajos de su carrera. La casa al lado del lago se siente como un espacio real en el comic, con una serie de habitaciones y estancias que podrían estar sacadas de una revista de arquitectura moderna. Junto al elemento arquitectónico, los diseños de personajes me parecen muy chulos y acertados. Comentaba antes que tuve alguna confusión sobre la identidad de algún personaje, pero no diría que es un tema del dibujo, sino de la propia complejidad de una historia con multitud de protagonistas.

Otro éxito del comic es la narrativa de Martínez Bueno. El comic juega mucho con la sorpresa al girar la página, y encontramos páginas con narrativa horizontal además de la clásica vertical, aprovechando al máximo las posibilidades narrativas y expresivas que la historia pone a su disposición. Además, dado que estamos ante una historia de terror, Martínez Bueno crea momentos perturbadores que funcionan increíblemente bien en la página.

Si el dibujo es tan bueno es también por el color de Jordie Bellaire, una de las mejores coloristas del medio. Sus páginas tienen una paleta de color super variada para reforzar la expresividad o el shock que cada escena tiene que transmitir. En este sentido, las páginas de flash-forward al principio de cada grapa también cuentan con un color diferente que refuerza los diferentes momentos temporales en que se mueve la historia.

Si a un comic se le pide una buena historia que resulte original con personajes que importen y con un buen dibujo que cuente bien la historia, realmente no se le puede pedir más a The nice house on the lake.

Comparto las primeras páginas del comic:

The nice house on the lake apunta a que va a convertirse, si no lo es ya, en uno de los comics del año. Muchas ganas de leer la continuación de la historia.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de Wonder Woman Historia 1 (de 3) de Kelly Sue DeConnick y Phil Jimenez (DC Comics – ECC Ediciones)

Si te gusta disfrutar de los comics especialmente por el dibujo y sólo tienes que comprar un comic este mes, Wonder Woman Historia con guión de Kelly Sue DeConnick y un despliegue artístico alucinante por parte del dibujante Phil Jimenez (con color de Hi-Fi Arif Prianto y Romula Fajardo Jr.), es probablemente la única elección posible.

PUNTUACIÓN: 9/10

Hace milenios, la reina Hera y las diosas del panteón olímpico se sentían muy decepcionadas con los dioses varones. Y a sus espaldas, pusieron en marcha un plan. Nació una sociedad nueva, una nunca vista en la Tierra que era capaz de cosas maravillosas y también terribles; sin embargo, el secreto de su existencia no duró mucho tiempo. Y cuando una mujer desesperada llamada Hipólita se cruzó en el camino de las amazonas, desencadenó una sucesión de acontecimientos que condujeron a una guerra abierta en el Cielo… ¡y a la creación de la principal defensora de la Tierra!

Este Libro Uno de Wonder Woman Historia titulado Las Amazonas es un volumen de 72 páginas que ECC Ediciones ha publicado en cartoné dentro de su sello Black Label.

Kelly Sue DeConnick (Ohio, 1970) es una guionista de cómic estadounidense, editora y traductora de obras manga al inglés. Tras su paso por Marvel donde trabajó entre otras en la serie de Capitana Marvel, ha triunfado en el mundo indy con sus series Bella Muerte con Emma Rios, y Bitch Planet, ambas editadas por Image Comics. Está casada con Matt Fraction, y este trabajo para DC Comics dentro del sello Black Label tiene muchas posibilidades de quedar como uno de los puntos álgidos de su carrera.

Phil Jiménez (Los Ángeles, 1970) es un artista estadounidense, conocido por su obra como guionista y dibujante para Wonder Woman desde 2000 a 2003, como uno de los cinco dibujantes de la miniserie Crisis Infinita (2005-2006), y por sus colaboraciones con el guionista Grant Morrison en New X-Men y Los Invisibles. En sus inicios como dibujante, estuvo muy implicado en comics de Los Nuevos Titanes, en los que parecía un alumno aventajado de George Pérez. Aunque entre 2007 y 2010 firmó en exclusiva con Marvel trabajando entre otros en los comics de Spiderman, su figura ha estado siempre asociada con DC Comics. Wonder Woman Historia puede convertirse también en LA gran obra de Jimenez.

Para esta Wonder Woman Historia, Kelly Sue DeConnick acierta a la hora de plantear contarnos una historia que se remonta mucho antes de la creación de las Amazonas. Los mitos griegos son un campo fértil para contar todo tipo de historias, pero lo cierto es que bajo un prisma del siglo XXI, Zeus y su panteón eran seres crueles que sólo pensaban en su propia satisfacción egoísta explotando a las mujeres de las peores formas imaginables. Que en medio de esta dominación las diosas se rebelaran y acabaran creando a las Amazonas lanza un poderoso mensaje feminista con el que toda persona normal estará de acuerdo, ya que no puede aceptarse que nadie piense que es mejor o superior que sus semejantes.

Pero dentro que me ha gustado y me ha sorprendido la historia de DeConnick, si por algo recordaremos este Wonder Woman Historia es por el exuberante y recargado dibujo de Phil Jimenez. Cada página es una OBRA DE ARTE con mayúsculas, en el que aparte de la propia narración de la historia, Jimenez apabulla al lector con cientos de detalles en cada página que al menos a mi me volaron la cabeza.

Aparte de la exuberancia y la vistosidad visual de cada página, Jiménez aprovecha al máximo las posibilidades narrativas y expresivas de la doble página, haciendo que la mayoría de páginas se planteen casi como collages dentro de las cuales se sitúa la acción, consiguiendo un efecto estético maravilloso que añade una cualidad épica al relato. En este sentido, también hay que reconocer el fantástico trabajo de Hi-Fi Arif Prianto y Romula Fajardo Jr. en el color, con una paleta de colores vivos que aún acrecienta la sensación de relato épico que se ha contado desde hace siglos de madres a hijas.

Para mi Jimenez era un muy buen dibujante con un estilo quizá demasiado influenciado por George Pérez. Con Historia encuentro la primera obra en la que el alumno puede haber superado al maestro. De hecho, si tengo que ponerle un pero al dibujo de Jimenez es que aporta tantas cosas a cada viñeta y a cada página que al terminar de leerlo sentí que mi cerebro había recibido una sobrecarga de información. Ya podéis imaginar que si este es todo el problema, es que la cosa me ha gustado. En el tiempo en que estoy escribiendo estas páginas he vuelto a leer el comic y he flipado aparte de con todo en general, con detalles del dibujo que no capté la primera lectura. Y no tengo duda que esta experiencia satisfactoria la voy a tener en próximas lecturas.

Tras el subidón que ha supuesto leer este primer número y sobre todo, sumergirme en el arte de Phil Jimenez, me he pegado un bajonazo importante al descubrir que Jimenez NO va a dibujar los siguientes números. Y el caso es que Gene Ha y Nicola Scott, los artistas asignados para los libros 2 y 3, son también dos fuera de serie con estilos de dibujo que van perfectos a esta historia de las Amazonas, pero mucho me temo que la comparación va a ser inevitable y van a acabar dejándonos con la sensación que con Jimenez hubiera estado mejor. Lo cual reconozco que va a ser una situación super injusta para ambos.

En todo caso, en este caso prefiero quedarme con lo bueno de un comic que puede convertirse en el Watchmen del mundo de Wonder Woman, el comic que sumado a la celebrada etapa de George Perez de 1987, dentro de 20 años seguirá en las estanterías y servirá de puerta de acceso para las próximas generaciones de lectores.

Wonder Woman Historia: Libro Uno – Las Amazonas me ha volado la cabeza. Una compra obligada alucinante.

PUNTUACIÓN: 9/10

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Universo Sandman: El sueño vol. 2, de Simon Spurrier, Bilquis Evely y Abigail Larson (ECC Ediciones)

El segundo volumen de Universo Sandman: El Sueño de Simon Spurrier, Bilquis Evely y Abigail Larson muestra para bien y para mal que el comic ante todo es un medio visual para contar historias en el que el dibujo juega un papel fundamental.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Amor eterno perdido. Mientras su reino se desmorona y sus súbditos utilizan todos los medios posibles para intentar localizarle, Sueño de los Eternos vaga por la Tierra como un exiliado del mismo reino que debería encarnar.

Aquí, lejos de las puertas de cuerno y de marfil, hay maravillas y horrores que ni siquiera un inmortal puede imaginar… hasta que los ha experimentado de primera mano.

Cuando un romance funesto se va al traste, Sueño se muestra vulnerable a la manipulación de fuerzas siniestras. Y cuando el corazón de un Eterno se rompe, los mundos se rompen con él.

Mientras los habitantes abandonados del Sueño buscan a su soberano ausente, el nuevo y reticente gobernante del reino tensa los confines de su trono, amenazando con deshacer la misma realidad que los soporta.

¿Qué ocurre con los habitantes de un cuento de hadas cuando su autor desaparece?

¡Descúbrelo en El Sueño: Cáscaras vacías, urdido por los aclamados narradores Simon Spurrier, Bilquis Evely y Abigail Larson, toda una incorporación transformadora al inmortal Universo Sandman del galardonado autor Neil Gaiman! Recopila los números del 7 al 12 de la serie original.

Tras el primer arco dibujado por Bilquis Evely, este segundo volumen arranca con dos números en los que Evely se toma un respiro, dejando a la dibujante Abigail Larson (que había dibujado unas poca páginas en el primer volumen) para contar la historia del perdido Daniel, con color de Quinton Winter. Y lo cierto es que lamentablemente no está a la altura, ofreciendo unos comics super mediocres en lo referido al dibujo. Larson ofrece un punto de vista sin chispa, personajes planos pobremente dibujados casi siempre en el mismo escorzo que no transmiten nada y escenas mal narradas. Todo lo contrario que lo que nos Evely nos ofreció en el primer volumen y que de hecho marca el standard de calidad al que este comic debe aspirar, y que estas grapas no alcanzan.

Y es una pena, porque el guión de Simon Spurrier me ha parecido chulísimo y me muestra a un escritor buenísimo que tiene una historia que contar y la desarrolla de la mejor forma posible ofreciendo momentos y giros que nos mantienen completamente enganchados.

Y es que tras un primer volumen en el que asistimos a las consecuencias de la desaparición de Daniel, el actual Señor del Sueño, causa en su reino, en este segundo conoceremos donde estuvo y se iniciará la búsqueda para encontrarle, si es que sigue aún con vida. Esta búsqueda me ha flipado porque ha permitido a Spurrier aportar su punto de vista a escenarios míticas como la Casa al Final del Tiempo, el reino de las Hadas o el propio Infierno. Volver a estos espacios me trajo una sonrisa recordando los comics originales de Neil Gaiman, y creo sinceramente que Spurrier ha estado a la altura del desafío.

Junto a la estupenda historia de Spurrier, en los números 9 al 12 asistimos al retorno de Bilquis Evely al dibujo, ofreciendo unos números pletóricos de inventiva e imaginación, con una personalidad y unas composiciones que aún hacen más dolorosas las páginas previas de Larson. Y en serio que intento no cebarme mucho en el dibujo de Larson, porque ya se sabe que para gustos colores, pero de verdad, ¡qué flojo, menuda decepción!!

Prefiero quedarme con el vaso medio lleno, porque realmente la historia de Spurrier me parece super acertada y, teniendo en cuenta la sorpresa final, me vuelva a dejar con muchas ganas de saber cómo termina la historia en el tercer y último volumen, que ECC Ediciones publicó hace unos meses y que tengo ganas de hacerme con él. Además, mientras Evely se mantenga como dibujante, cada número va a ser un estallido visual que sabe cómo contar la historia de la forma más atractiva posible, como podemos ver en las páginas que acompañan este artículo y demuestran que estamos antes una dibujante estrella en ciernes, si no lo es ya.

El segundo volumen de El Sueño mantiene los puntos fuertes del volumen inicial y el carisma de la historia original de Neil Gaiman. A pesar del bajón de dibujo inicial, la historia se mantiene a gran nivel y me deja con ganas de saber el final de la historia.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Hellblazer: Rise and Fall de Tom Taylor y Darick Robertson (DC Black Label)

Tras unos meses de espera, por fin me llegó el tercer y último número de Hellblazer: Rise and Fall, la reimaginación del mago John Constantine dentro del sello Black Label de DC Comics de Tom Taylor y Darick Robertson, que ha resultado una lectura diferente pero en la que identifico los principales rasgos del personaje.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Un multimillonario cae del cielo y es ensartado horriblemente en la aguja de una iglesia. Curiosamente, las alas de ángel están pegadas a su espalda. Siguen más hasta que, aleluya, está lloviendo empresarios. La detective Aisha Bukhari está perpleja por esto, hasta que la visita su amigo de la infancia, el investigador de lo oculto John Constantine. Hellblazer de DC descubre un vínculo entre la élite que cae y un momento impactante de su juventud malgastada junto a Aisha. ¿Cómo se relacionan estos asesinatos con la primera muerte a manos de John? ¿Cómo involucra esto al cielo y al infierno? Incluso si esto es culpa de John, ¿Constantine se alegrará de dejar caer del cielo a algunos bastardos ricos más, como un Robin Hood vengativo? ¡Es un misterio completamente nuevo de DC Black Label protagonizado por John Constantine en su primera historia escrita por el aclamado escritor Tom Taylor (DCeased) y el artista Darick Robertson (The Boys)!

Comentaba el pasado mes de octubre cuando reseñé el primer número de esta miniserie que John Constantine es para mi como un viejo bastardo amigo de la familia, y sus comics me han acompañado casi desde que tengo uso de razón y afición lectora. Es por esto que la confirmación de este Dream-Team formado por el escritor Tom Taylor (Lobezna, Amistoso Vecino Spiderman, DC Sos) y el histórico dibujante Darick Robertson (Transmetropolitan, The Boys) con el colorista Diego Rodríguez, me alegró muchísimo la existencia.

Esta miniserie Hellblezar: Rise and Fall está editada dentro del sello Black Label de DC Comics, lo que significa que Taylor tiene rienda a suelta para contar la historia que quiera sin tener en cuenta años de continuidad del personaje. He leído algunos comentarios y también en algunos podcasts a gente dudando sobre el objetivo de la línea Black Label, al haberse convertido en un poco un cajón de sastre donde entra casi cualquier comic previo de DC Comics o, en su caso, del difunto sello Vertigo. En mi opinión, la clave en lo referido a los nuevos comics Black Label es que NO buscan publicar obras maestras que marquen un antes y un después (tampoco Alan Moore pensaba en esto mientras escribía Watchmen o La broma asesina) sino obra COMERCIALES que puedan seguir vendiéndose durante años gracias a la calidad de los profesionales a los que contratan. Artistas que cuentan con libertad casi total, lo que a priori pudiera ayudar a potenciar su creatividad.

En este sentido, dentro que este Rise and Fall es un comic que tiene claro su objetivo de entretenimiento y que Taylor no inventa ninguna rueda ni plantea nada especialmente revolucionario con el personaje, creo que es una lectura perfecta para nuevos lectores a los que les suene el personaje de películas o series de televisión y no sepan por donde empezar a leer ya que transmite perfectamente la esencia de John Constantine. Teniendo en cuenta que justo esta semana volvieron los rumores sobre que HBO Max estaría analizando la posibilidad de dar luz verde a una nueva serie de televisión del personaje, parece que DC está creando stock para cuando se estrene hayan tomos en las librerías para que piquemos.

Y es que John Constantine, aparte de otras consideraciones, es un héroe del pueblo que ha tenido que luchar toda su vida en las calles y que si algún enemigo tiene, son los poderosos, los políticos, la nobleza y los snobs a los que busca de derribar de unos pedestales creados por la tradición y años de opresión hacia la gente normal. Frente a la figura del mago sabio y poderoso que mira y cuida desde su atalaya al pueblo y que sabe lo que es mejor para ellos, John vive en el pub y parece empeñado en cometer errores nuevos con cada aventura, lo que al final le convierte en carismáticamente humano.

Su lucha contra Lucifer, y en general contra cualquier que quiera apropiarse de su alma, forma parte importante de su historia, pero también lo es el hecho que para John los Ángeles en muchos momentos son igual de malos que los demonios, al ser unos seres fríos que no se preocupan por la vida de la gente normal que son los que suelen sufrir las consecuencias de la eterna lucha entre el bien y el mal.

Me gusta el punto de vista con el que Taylor escribe esta historia, haciendo que a pesar de una infancia desgraciada, una vida en las calles y su cinismo superficial, John claramente busca ayudar a la gente, quizá en parte para compensar alguno de esos muchos errores que cometió en el pasado, que por supuesto siempre acaban resurgiendo para cobrarse su deuda. HÉROE serían quizá palabras mayores a la hora de calificar a John, pero para mi no hay duda que es una buena persona.

Darick Roberton es un artista perfecto para dibujar a John Constantine. Su estilo transmite un toque cínico y de humor negro que le viene de maravilla al personaje, y además de se un estupendo narrador, no se amilana a la hora de dibujar momentos sangrientos y gores. Sus páginas son 100% Hellblazer y me encantaría que pudiera volver a dibujar al personaje en una nueva miniserie.

Dentro del estupendo apartado artístico, me resulta interesante comentar que los colores de Diego Rodríguez son más luminosos de lo esperado a priori en un comic de Hellblazer y ayudan a transmitir que NO estamos en un comic de terror sino más bien en una aventura sobrenatural (eso si, con algunos elementos sangrientos). Esto puede resultar chocante en un principio y de hecho sería el principal pero que le encuentro al comic, sobre todo pensando en las expectativas de la gente, pero leída la historia de nuevo de un tirón, ayuda a transmitir el tono correcto que la serie necesitaba.

Además, el diseño de Robertson de Lucifer resulta un tanto chocante al alejarlo del clásico demonio infernal al que nos hemos acostumbrado incluso en otras aventuras de Constantine. Sin embargo, de nuevo, resulta perfecto con el concepto de Taylor de convertirle en un ser educado y con sentido del humor (el gag del número dos es antológico), pero con cuernos y con una residencia fijada un pelín por debajo de Londres. La dinámica que ha creado para John y Lucifer me ha parecido super chula e invita a pensar que podemos tener más momentos de gloria con ambos en el futuro.

Aunque como digo este Rise and Fall choca al no ser una historia de terror al uso, Taylor no se corta a la hora de incorporar punkarradas muy típicas de John Constantine como es la frase “los billonarios son la gente más inútil del planeta”, o el propio significado del título del comic. Cuando descubrimos quien “se alza y cae”, el comic adquiere un nuevo significado anti capitalista lleno de humor negro y mala baba que significa la guinda del pastel.

El formato más grande de los comics Black Label sirven para que podamos disfrutar del arte de Darick Robertson en toda su amplitud, justificando para mi el precio de portada. Además, al ser comics de 44 páginas, Taylor no está limitado por las 20 páginas de historia de las grapas normales, lo que permite que cree una historia con un ritmo diferente que desarrolla sus giros y sorpresas a su propio aire.

Lo único malo de este formato Black Label es que los números han salido con una diferencia de dos meses, lo que hizo que la espera se me hiciera un pelín larga. De hecho, no acabo de entender porqué teniendo en cuenta que este comic tiene tan sólo 3 números, DC no esperó a publicarlo hasta que los autores no lo hubieran finalizado, sacándolo mensualmente. No acabo de recordar si es que en Octubre hubo algún tipo de efemérides del personaje que les forzara a empezar a publicarlo ese mes, pero dado que ya no llegaban a tener el tomo recopilatorio para navidades, casi hubiera preferido que hubieran tardado dos meses en publicarlo.

El pero que le veo a este comic es que tras unos años en los que John Constantine fue incorporado al universo DC superheróico y vivió unas aventuras bastante intrascendentes y sin demasiado interés, la noticia de este Rise and Fall invitaba a ilusionarse ante una historia quizá más ¿trascendente? respecto a lo que habiamos tenido en el pasado reciente. En realidad, Taylor solo pretendía hacer una buena historia de Hellblazer sin ninguna pretensión más allá del entretenimiento, con todo lo bueno y lo malo que eso tiene en función de las expectativas con las que llegáramos cada uno de los lectores de este comic.

En todo caso, dentro de su ligereza, me gusta que Taylor a pesar de punkarradas puntuales, plantee una historia casi desde un punto positivo y optimista. Suena raro leer una historia de John Constantine con final feliz (más o menos), pero justo por eso me ha gustado bastante, ya que creo que lo fácil para un guionista de Hellblazer, es hacer un comic super dramático en el que los amigos de John pagan el precio de sus errores y él acaba solo y desgraciado. Este es otro elemento que me gusta de Taylor, al saber escribir historias con el feeling de lo que debe ser un buen comic de John Constantine a los que le suma detalles chulos e interesantes que hacen que no parezca un refrito que ya hemos leído en innumerables ocasiones.

En resumen, me ha gustado el comic y no me importaría que Taylor y Robertson volvieran a reunirse en el futuro para una nueva historia. Dentro de su simplicidad y falta de pretensiones, creo que es una buena historia que satisfará a los lectores veteranos y también a las nuevas generaciones.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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