Archivo de la etiqueta: El Señor de los Anillos

Crítica de El Señor de los Anillos. La Guerra de los Rohirrim de Kenji Kamiyama

Cuando se anunció la producción de una película de animación ambientada en el mundo de El Señor de los Anillos sabía que la iría a ver al cine nada más se estrenara. Hoy comento mis impresiones de La Guerra de los Rohirrim de Kenji Kamiyama.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Ambientada 183 años antes de los acontecimientos de la trilogía original de películas, ‘El señor de los anillos: La guerra de los Rohirrim’ narra el destino de la Casa de Helm Hammerhand, el legendario Rey de Rohan. Un repentino ataque de Wulf, un astuto y despiadado señor de los Dunlending que busca venganza por la muerte de su padre, obliga a Helm y a su pueblo a hacer una última y audaz resistencia en el antiguo bastión del Hornburg, una poderosa fortaleza que más tarde será conocida como el Abismo de Helm. Encontrándose en una situación cada vez más desesperada, Héra, la hija de Helm, debe reunir la voluntad para liderar la resistencia contra un enemigo mortal que pretende su destrucción total.

Kenji Kamiyama (prefectura de Saitama, 1966) es un artista, escritor, director y autor japonés. Kamiyama ha trabajado regularmente con el estudio de anime y la productora Production I.G, produciendo obras como Jin-Roh, Patlabor, Blood: El último vampiro, y dirigiendo la serie de televisión Ghost in the Shell: Stand Alone Complex, a la que siguió una segunda temporada, Ghost in the Shell: S.A.C. 2nd GIG y una película para televisión, Ghost in the Shell: Stand Alone Complex – Solid State Society. Kamiyama ya trabajço en la Warner Animation en la serie de anime Blade Runner: Black Lotus (2021-22).

La película dirigida por Kenji Kamiyama cuenta con un guión de Jeffrey Addiss, Will Matthews, Phoebe Gittins y Arty Papageorgiou, basado en los personajes creados por J. R. R. Tolkien. Producida por New Line Cinema, Warner Bros. Animation y Sola Entertainment en asociación con WingNut Films, la productora de Peter Jackson, que es productor ejecutivo de la película junto a Philippa Boyens, la guionista y productora de El Señor de los Anillos y El Hobbit. La película ha contado con un presupuesto aproximado de 95 millones de dólares y tiene una duración de 134 minutos. La música de la película es de Stephen Gallagher, que utiliza pasajes clásicos de la música de Howard Shore.

En la versión original tenemos las voces de Brian Cox como Helm Hammerhand, el temperamental rey de Rohan que intenta proteger a su pueblo. Gaia Wise como Héra, la hija de Helm que ayuda a defender a su pueblo. Luke Pasqualino como Wulf, el despiadado líder de los Dunlendings que busca vengarse de Rohan por la muerte de su padre, y Miranda Otto como Éowyn, la futura escudera de Rohan que narra la película. Además, el reparto de voces de la película incluye a Lorraine Ashbourne como Olwyn, la ayudante y protectora de Héra, Yazdan Qafouri y Benjamin Wainwright como los hijos de Helm, Hama y Haleth, Laurence Ubong Williams como Fréaláf Hildeson, sobrino de Helm y sucesor al trono de Rohan, Shaun Dooley como Freca, el padre de Wulf, un señor de Dunlending con sangre rohírrica que intenta reclamar el trono, y Michael Wildman como el general Targg, lugarteniente de Wulf.

Tolkien escribió en sus Apéndices la historia de la Casa de Eorl, que detalla la historia de los gobernantes de Rohan. Esta historia incluye detalles sobre la muerte de Helm y sus hijos, Haleth y Hama, pero no el de su hija sin nombre, que se convierte en la protagonista de esta película. Y empezando por los elementos positivos, La película acierta en la forma en que crea al personaje de Hera y consigue que conectemos completamente con ella como protagonista de esta película. En cuanto a la historia, creo que estamos ante un buen guion que cubre de forma correcta este periodo histórico previo a El Señor de los Anillos.

Héra es una estupenda protagonista, tiene una empatía y unos valores super positivos, empezando por el amor que siente por sus hermanos y su padre. Y me gusta que tenga una conexión con Wulf, que será el gran villano de la película. La forma en que da un paso adelante, aunque su padre sobreprotector quiera tenerla en una burbuja de seguridad, creo que conecta con los temas que están de moda en el mainstream actual. Pero la película consigue mostrarlo de forma interesante y entretenida, consiguiendo que los espectadores conozcamos un momento clave de la historia de Rohan previo a las películas.

La película hace una buena conexión con el mundo de El Señor de los Anillos, empezando por la música de Howard Shore que es super icónica. De forma que casi con el primer acorde ya estaba dentrísimo de la película. Poder volver a ver el reino de Rohan con sus míticas localizaciones como la ciudad de Edoras, la fortaleza de Isengard o el propio Abismo de Helm me proporcionó una alegría inmensa. Además, tenemos a las águilas gigantes, olifantes dirigidos por mercenarios, un monstruo de la laguna y un sorprendente cameo final que hace que la conexión con el mundo de El Señor de los Anillos esté muy bien.

El problema de La Guerra de los Rohirrim parte de la base de todo, y es el estilo del anime elegido para hacer esta película. Queda super raro y para mi no funciona tener una animación 3D super detallada e hiperrealista para fondos y decorados combinada con unos personajes creados con una animación 2D «mediocre» como si esto fuera para un anime japonés normal. Igual todo influye, pero ver La Guerra de los Rohirrim después de Arcane: League of Legend me provocó que la animación me pareciera super decepcionante. Porque en realidad lo es.

La película empieza con un gran paisaje que parecía una imagen real, con un nivel de detalle alucinante. Y cuando llegamos a Edoras, se puede apreciar el detalle de cada una de las decoraciones de los muros y las columnas del gran salón del trono. Y todo eso está super bien. Pero cuando llegamos a los personajes, dentro que Héra es super guapa y se resalta su naturaleza indómita, los personajes se mueven de forma rara, como si el anime tuviera un número de frames inferior al normal para abaratar. Por ejemplo, una de las primeras escenas, en la que Freca, el padre de Wulf, se dirige al Rey Helm Hammerhand, me sacó de la película porque hacen que Freca se moviera de forma nada natural. El resultado es una película con unos personajes que lucen pobres en pantalla y que NO luce espectacular cuando la historia daba para ello, y se le roba toda la épica que debería haber tenido.

Dentro de esta animación que no me ha gustado y que casi parece que se plantea para hacer una película «barata», tenemos una batalla nocturna es la que no se ve bien el combate y una gran parte de la película ambientado durante el invierno en el Abismo de Helm, con una tempestad que tampoco permite bien lo que está pasando. Hay un combate super exagerado de Helm que enlazaría con las locuras que se esperan ver en un anime, pero que es super exagerado si pensamos que esta historia está ambienta en el mismo mundo de El Señor de los Anillos. Como digo, dentro de tener una película que está bien, se me hizo imposible conectar como me hubiera gustado.

Comentaba antes el ejemplo de Arcane, y lo cierto es que es super decepcionante que nos hayan mostrado lo que una animación con vocación artística puede llegar a expresar y a transmitir emocionalmente, para luego ver una película de anime en la que los personajes lucen pobres y se mueven de formas no naturales. Esto provoca que la conexión emocional no se realice de la forma que debería, a pesar que como digo el personaje de Héra me gusta y creo que está bien. Y sobre todo, que la épica que debería tener una película con el título de El Señor de los Anillos esté ausente en todo momento.

Durante muchos años, cuando una historia era demasiado grande para ser rodada en imagen real, empezando por el tema presupuestario y logístico, se planteaba hacerlo en animación, donde no había idea lo bastante grande o loca que no se pudiera hacer con animación. Y luego tenemos esta película de animación rodada 20 después de El Señor de los Anillos que luce super pobre cuando se compara con las películas de Peter Jackson. Y esto es un pecado tremendo que no se debería haber permitido.

Y luego leo que uno de los motivos que explican que está película exista es porque New Line no quería perder los derechos cinematográficos de El Señor de los Anillos y El Hobbit, y por eso tenía que estrenar algo, lo que fuera, para mantenerlos. En ese contexto, se entiende que la elección de una animación «barata» fuera política y no creativa. Había que hacer una película, la que fuera, pero por si acaso no nos gastamos demasiado dinero.

Y esto es una pena. Porque en realidad la película está bien, pero nunca puede ser nada más que eso, cuando debería haber sido sobresaliente. La decepción está asegurada.

Comparto el trailer de la película:

Me da pena que una elección para mi fallida del estilo de animación haya provocado que La Guerra de los Rohirrim no me haya gustado lo que esperaba.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

Crítica de El Señor de los Anillos. Los anillos de poder temporada 2 (Prime Video)

Con la emisión del octavo y último episodio de la segunda temporada de El Señor de los Anillos. Los anillos de poder, ya podemos comentar todo lo bueno y lo no tan bueno de esta serie de Prime Video.

PUNTUACIÓN: 6/10

En un periodo de relativa calma, los personajes se enfrentan al resurgimiento del mal en la Tierra Media. Desde las profundidades más oscuras de las Montañas Nubladas hasta los majestuosos bosques de Lindon, el impresionante reino insular de Númenor y los confines más lejanos del mapa, estos reinos y personajes esculpirán legados que perdurarán en el tiempo. Serie de TV basada en los libros de J.R.R. Tolkien, ambientada en la Tierra Media, y que explora nuevas líneas argumentales en una época muy anterior a «La comunidad del anillo».

Y en esta segunda temporada, Sauron ha regresado… con planes para gobernar toda la Tierra Media. Unos planes que pasan por forjar los 7 anillos para los Señores Enanos, y los 9 para los reyes humanos.

El Señor de los Anillos escrita por J.R.R. Tolkien es una de las más grandes sagas de la fantasía épica, a la que hay que sumar la multipremiada trilogía de Peter Jackson. Cuando llegó la hora de hacerse con los derechos, el dueño de Amazon Peter Bezos tiró la casa por la ventana al pagar 250 millones de dólares por los derechos de un material que permitiera a su canal de streaming Prime Video competir con HBO y su Juego de Tronos. Si a esto le sumamos un compromiso de realizar al menos 5 temporadas de esta serie con un presupuesto estimado de 1000 millones de dólares, nos encontramos con la que probablemente sea la producción de televisión más cara de la historia.

La gran sorpresa de esta serie gira alrededor de los casi desconocidos showrunners contratados por Amazon para crear esta serie, J.D. Payne y Patrick McKay. Payne y McKay son unos guionistas que trabajaron en Bad Robot, la productora de J.J. Abrams y realizaron labores de guion no acreditadas en Star Trek Beyond (Justin Lin, 2016) y estaban trabajando en el guion de Star Trek 4 hasta que la producción fue cancelada por Paramount. Además de esto, también trabajaron en los diferentes borradores del guion de Jungle Cruise (Jaume Collet-Serra, 2021). Este corto bagaje se vio que era insuficiente para un encargo tan importante, pero Amazon ha decidido mantenerles como showrunners de esta segunda temporada. Esta segunda temporada ha contado con 8 episodios, igual que la primera, y ha sido dirigida por Charlotte Brändström (que dirigió 5 episodios), Louise Hooper y Sanaa Hamri. Esta temporada fue escrita por Gennifer Hutchison, Jason Cahill, Helen Shang, Glenise Mullins, Nicholas Adams, Justin Doble y los showrunners J. D. Payne y Patrick McKay. Dentro de una producción sobresaliente, destacaría también al compositor Bear McCreary, autor de la música para esta serie.

En lo referente al reparto, Morfydd Clark es una joven Galadriel, la Señora Elfa de los bosques de Lothlórien interpretada en las películas por Cate Blanchett ahora es una joven guerrera elfa que cree que el mal está regresando a la Tierra Media. Robert Aramayo es Elrond, un arquitecto y político medio elfo que en la trilogía de Peter Jackson estuvo interpretado por el actor Hugo Weaving. Benjamin Walker es Gil-galad, el Alto Rey de los Elfos que gobierna desde el reino de Lindon. Charles Edwards hace de Celebrimbor, el herrero elfo que forja los Anillos de Poder, es un «brillante artesano» conocido en toda la Tierra Media que es amigo de los enanos de Khazad-dûm.

Markella Kavenagh es Elanor «Nori» Brandyfoot, una Pelosa (raza precursora de los hobbits que vivieron milenios antes que Frodo y compañía) con un anhelo de aventura. Ismael Cruz Córdova es Arondir, un elfo silvano con un amor prohibido por la curandera humana Bronwyn, (Nazanin Boniadi). Tyroe Muhafidin es Theo, el hijo de Bronwyn. Daniel Weyman es el extraño que cae del cielo en un meteorito en llamas y Owain Arthur es Durin IV, príncipe de la ciudad enana de Khazad-dûm. Por último, Charlie Vickers interpreta a Halbrand, un humano de las tierras del sur que se cree que parecía ser el Heredero al trono desaparecido desde hace décadas y que nos guardaba la gran sorpresa de la primera temporada, al descubrirse como Sauron.

No acabé demasiado contento con la primera temporada de Los anillos de poder. El ridículo misterio sobre la identidad de Sauron sobre la que se construyó la narrativa de la primera temporada provocó una sucesión de absurdeces ridículas. Y aunque en esta temporada lo primero que se plantea es mostrar la historia de Sauron hasta que se convirtió en Halbrand y se encontró con Galadriel en la balsa, en realidad esta explicación sólo cuadra en lo superficial, siendo toda la historia una ridiculez, empezando por una Galadriel que emprendió una búsqueda de siglos empeñada que Sauron estaba vivo cuando no era así. Una vez te quitas esto de en medio, y asumes que la historia de Los anillos de poder va a estar plagada de ridiculeces, la verdad es que tengo que decir que me lo pasado mejor con esta segunda temporada comparado con lo poco que disfruté la resolución de la primera.

Empezando por los aspectos positivos, la verdad es que la parte de Halbrand / Sauron corrompiendo a Celebrimbor para conseguir que forje los anillos de poder de los enanos y los humanos me ha gustado mucho y me parece con mucho, lo mejor de esta temporada. La forma en que apela a su orgullo y como persuade a todos para que las cosas se hagan según sus designios me parece lo más inteligente e interesante que he visto en toda la serie. Y esto es una buena noticia, dado que el objetivo declarado de la serie era precisamente conocer esta creación y con ello, los sucesos que llevaron a El Señor de los Anillos de Tolkien.

Una parte que me ha dejado un poco perplejo es el arco de Adar, el elfo oscuro señor de los orcos señor de Mordor que ha sido convertido en un pacifista que busca la paz y quiere matar a Sauron para conseguirlo. Esta parte y sobre todo su resolución me ha dejado muy frío, partiendo que no comulgo demasiado con la manía del mainstream americano de humanizar al villano para que empaticemos con su punto de vista. En contraste, la parte de los enanos de Khazad-dûm me ha gustado, aunque reconozco que la parte de la corrupción del rey enano estaba mucho mejor contado en el El Hobbit de Peter Jackson. Por supuesto, todo en esta serie luce inferior comparado con las películas. Pero en este caso la aparición del Balrog consiguió dejarme con buen sabor de boca.

Las partes que menos me han gustado han sido la del alargado viaje de la pelosas acompañando al amnésico ser caído del cielo. En muchos momentos estamos ante la nada más absoluta, aunque la aparición de Tom Bombadil primero, y la confirmación del nombre de este mago, algo esperado por otra parte, consiguió que el final de este arco fuera satisfactorio. De hecho, dejó al personaje en un momento que sugiere que podemos ver cosas muy chulas en futuras temporadas. Y me parece curioso comprobar como los showrunners de la serie han planteado el cameo como la forma en conseguir que los espectadores conectemos con una historia que en realidad es más bien mediocre, como es la aparición de los Ents en la trama de Isildur y los humanos que escaparon de Mordor.

Las tramas que no me han gustado son las de los humanos de la isla de Númenor, que intenta convertirse en un Juego de Tronos de mercadillo que me parece un desastre. Las aventuras de Galadriel y Elrond mientras dudan primero si usar sus anillos de poder y luego intentan encontrar a Halbrand / Suaron me parece de largo lo peor de la serie. Galadriel sigue siendo una protagonista desagradable que nunca reconoce ningún error, aunque no deja de ser hecha prisionera por todos. Es difícil empatizar menos con una protagonista, pero la serie parece empeñada en superarse para mal en cada episodio.

Otro de los puntos fuertes de la serie es su apartado técnico. Como en la primera temporada, Los anillos de poder tiene un diseño de producción impresionante, los cientos de millones invertidos se ven en pantalla. Los decorados, el vestuario, el atrezzo e incluso el CGI con que se crean algunos planos y seres me parecen una maravilla. Y por eso una vez más es una pena comprobar como los guiones son de una mediocridad tan sangrante. Hubiera sido mejor que Amazon invirtiera algo más en mejores creativos que los que lamentablemente tenemos en esta serie.

Ejemplo de esto es el lamentable séptimo episodio, en el que tenemos el tan anunciado combate en Eregion, la ciudad de Celebrimbor, entre los elfos y los orcos de Adar. En la parte del combate, tengo que decir que de nuevo se nota que tenían unos medios a la par que el mayor blockbuster de Hollywood. Pero es una pena que la directora Charlotte Brändström no tenga la visión o la calidad de Peter Jackson. Escenas que tendrían que haber sido potentísimas se pierden en la nada más absoluta por una falta total de fuerza narrativa. Ejemplo de ello es el asalto a las murallas o la llegada del Troll de las cavernas gigante, que es resuelta de forma lamentable.

Pero mucho peor que la narrativa es un guion de vergüenza ajena que provoca momentos bochornosos cada vez que parecía que estábamos ante un posible momentazo visual. La NO-carga de los elfos a caballo. La negociación de Elrond con Adar como si fueran colegas de toda la vida, la carga de 10 elfos a pie contra un ejército de orcos son momentos bochornosos de un guion que parece planteado con una única clave: Romper las expectativas que pudiera tener el espectador, como sucede con la no llegada de los enanos para ayudar a los elfos al amanecer. Lo malo es que lo que los showrunner nos ofrecían no es que fuera peor, es que era ridículo. Caso aparte es el terrible beso de Elrond y Galadriel, que realmente parece planteado para enfadar a los fans más conocedores de la obra de Tolkien, para de alguna manera poder acusarles de intolerantes justo a continuación. La escena no hay por donde cogerla, con el agravante que podían haber conseguido lo mismo, que Elrond le de una ganzúa a Galadriel a escondidas, de muchas otras maneras. Lo que tenía que se EL EPISODIO de esta serie se ha convertido en una colección de momentos que mejor olvidar del bochorno que me produjeron.

Mirando el vaso medio lleno, y partiendo que tengo asumido que esta serie no es ni mucho menos notable, lo cual es un pecado en si mismo, la verdad es que esta temporada me ha entretenido más que la primera. Como decía, la parte de Sauron ha sido la más interesante con mucha diferencia, lo que me invita a cruzar los dedos y desear que las siguientes temporadas siguen teniendo un gran margen de mejora y para dejarnos con mejor sabor de boca de los que me ha dejado hasta ahora estos Anillos de Poder.

Comparto el trailer de esta segunda temporada de Los anillos de poder:

El Señor de los Anillos. Los anillos de poder solo aspiran a estar bien. Esto es un pecado en si mismo, pero si no nos dejamos cegar por expectativas imposibles, o las ganas de fidelidad a la obra de Tolkien, la serie resulta entretenidilla.

PUNTUACIÓN: 6/10

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

Crítica de El Señor de los Anillos. Los anillos de poder episodios 2×1-3 (Prime Video)

Ya tenemos los primeros tres episodios de la segunda temporada de El Señor de los Anillos. Los anillos de poder estrenados en Prime Video. Y las sensaciones son bastante similares a lo que sentí durante la emisión de la primera temporada. No es un halago.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

En un periodo de relativa calma, los personajes se enfrentan al resurgimiento del mal en la Tierra Media. Desde las profundidades más oscuras de las Montañas Nubladas hasta los majestuosos bosques de Lindon, el impresionante reino insular de Númenor y los confines más lejanos del mapa, estos reinos y personajes esculpirán legados que perdurarán en el tiempo. Serie de TV basada en los libros de J.R.R. Tolkien, ambientada en la Tierra Media, y que explora nuevas líneas argumentales en una época muy anterior a «La comunidad del anillo».

Y en esta segunda temporada, Sauron ha regresado… con planes para gobernar toda la Tierra Media.

El Señor de los Anillos escrita por J.R.R. Tolkien es una de las más grandes sagas de la fantasía épica, a la que hay que sumar la multipremiada trilogía de Peter Jackson. Cuando llegó la hora de hacerse con los derechos, el dueño de Amazon Peter Bezos tiró la casa por la ventana al pagar 250 millones de dólares por los derechos de un material que permitiera a su canal de streaming Prime Video competir con HBO y su Juego de Tronos. Si a esto le sumamos un compromiso de realizar al menos 5 temporadas de esta serie con un presupuesto estimado de 1000 millones de dólares, nos encontramos con la que probablemente sea la producción de televisión más cara de la historia.

La gran sorpresa de esta serie gira alrededor de los casi desconocidos showrunners contratados por Amazon para crear esta serie, J.D. Payne y Patrick McKay. Payne y McKay son unos guionistas que trabajaron en Bad Robot, la productora de J.J. Abrams y realizaron labores de guion no acreditadas en Star Trek Beyond (Justin Lin, 2016) y estaban trabajando en el guion de Star Trek 4 hasta que la producción fue cancelada por Paramount. Además de esto, también trabajaron en los diferentes borradores del guion de Jungle Cruise (Jaume Collet-Serra, 2021). Este corto bagaje se vio que era insuficiente para un encargo tan importante, pero Amazon ha decidido mantenerles como showrunners de esta segunda temporada. Prime ha estrenado tres episodios simultáneamente de los 8 previstos para esta segunda temporada, que han sido dirigidos por Charlotte Brändström y Louise Hooper. Los episodios fueron escritos por Gennifer Hutchison, Jason Cahill y Helen Shang. Dentro de una producción sobresaliente, destacaría también al compositor Bear McCreary, autor de la música para esta serie.

En lo referente al reparto, Morfydd Clark es una joven Galadriel, la Señora Elfa de los bosques de Lothlórien interpretada en las películas por Cate Blanchett ahora es una joven guerrera elfa que cree que el mal está regresando a la Tierra Media. Robert Aramayo es Elrond, un arquitecto y político medio elfo que en la trilogía de Peter Jackson estuvo interpretado por el actor Hugo Weaving. Benjamin Walker es Gil-galad, el Alto Rey de los Elfos que gobierna desde el reino de Lindon. Charles Edwards hace de Celebrimbor, el herrero elfo que forja los Anillos de Poder, es un «brillante artesano» conocido en toda la Tierra Media que es amigo de los enanos de Khazad-dûm.

Markella Kavenagh es Elanor «Nori» Brandyfoot, una Pelosa (raza precursora de los hobbits que vivieron milenios antes que Frodo y compañía) con un anhelo de aventura. Ismael Cruz Córdova es Arondir, un elfo silvano con un amor prohibido por la curandera humana Bronwyn, (Nazanin Boniadi). Tyroe Muhafidin es Theo, el hijo de Bronwyn. Daniel Weyman es el extraño que cae del cielo en un meteorito en llamas y Owain Arthur es Durin IV, príncipe de la ciudad enana de Khazad-dûm. Por último, Charlie Vickers interpreta a Halbrand, un humano de las tierras del sur que se cree que parecía ser el Heredero al trono desaparecido desde hace décadas y que nos guardaba la gran sorpresa de la primera temporada.

Aviso, la reseña contiene SPOILERS referidos a la sorpresa de la primera temporada.

La primera temporada de Los anillos de poder me dejó bastante decepcionado por culpa de un guion muy flojo que no invirtió el tiempo suficiente en hacer que los protagonistas me importaran, centrados como estuvieron en el «mistery-box» de la identidad de Sauron. Como indico en la reseña que he linkado arriba, no es que Los anillos de poder me enfadara, porque para haber conseguido eso, primero tendrían que haberme importado los personajes, cosa que nunca sucedió. Sin embargo, a mi hijo le apetecía verla y yo no tengo problema en ver una serie que ya tengo claro que va ser «sin más», así que nos animamos a volver a la Tierra Media, con resultados similares a los de la primera temporada.

La sorpresa de hacer que Halbrand fuera Sauron fue y sigue siendo una ridiculez absoluta tal y como lo plantearon en la primera temporada.. Y de alguna manera empañó el final de una temporada que tuvo en la creación de Mordor su punto álgido. Por este motivo, no sorprende que el largo prólogo de esta segunda temporada sea presentarnos el pasado de Sauron para que veamos como llegó a convertirse en Halbrand y llegó a la balsa donde encontró a Galdriel. La traición del elfo oscuro Adar provoca que Sauron muera y pasen ¿décadas/siglos? hasta que su esencia puede recuperar fuerzas suficientes para volver a la superficie, llegando a asumir la identidad de Halbrand, aparentemente un humano sin poderes y sin memoria, mientras intenta recuperar su poder. Esto a priori podría parecer que arregla los posibles problemas de continuidad de la serie, pero en realidad no hace más que aumentarlos, convirtiendo todo en un absurdo. Porque si Sauron estaba muerto y su esencia no tenía ni siquiera la fuerza para recomponerse, toda la búsqueda de Galadriel y las pistas que indicaban que estaba vivo eran una ridiculez absurda que convierten en un sinsentido todo el viaje de Galadriel. De hecho, este viaje de años no es la típica «búsqueda del héroe», sino que se descubre que es el delirio de una desequilibrada. Peor incluso, ya que si Galadriel no hubiera saltado de su barco no se habría encontrado con Halbrand en el mar y por tanto él no hubiera conocido a Celebrimbor, el creador de los anillos. Así que entendiendo que Sauron no va a dejar de comportarse como lo que es, resulta que todo fue culpa de Galadriel.

Tengo que decir que lo mejor de estos tres episodios ha sido precisamente todo lo relacionado con Halbrand / Sauron y la forma en que manipula a todo el mundo, pero en especial a Celebrimbor, apelando a su orgullo para conseguir lo que quiere / necesita. Que es la creación de todos los anillos. Primero los de los elfos que vimos en la temporada anterior, y ahora los de los señores enanos y luego los de los humanos. Me gusta mucho esta parte, que en realidad es la premisa en la que en teoría se construyó esta serie, que era ver como se forjaron los Anillos de Poder. Lamentablemente, esta parte queda un poco ahogada en medio del resto de tramas secundarias que no pueden importarme menos. Y es una pena tremenda.

Porque en realidad la trama de Halbrand / Sauron ni siquiera es la que más metraje tiene o la más importante, al centrarse una gran cantidad del tiempo en los elfos. Sobre todo Elrond plantea dudas sobre si usar o no unos anillos que se sabe que fueron forjados por indicación de Sauron, luego formarían parte de sus planes. Si la parte de Halbrand es la mejor, me da pena ver cómo los a priori sabios Elfos se convierten en seres realmente tontos y despistados en esta serie, aceptando un regalo que saben está envenenado. Galadriel en la primera temporada fue una «Mary-Sue» de libro, alguien antipático que no dejaba de indicar a todo el mundo cómo debían actuar para hacerlo correctamente, mientras el mal la pasaba literalmente por su lado sin darse cuenta. A pesar de sus errores pasados, en esta segunda temporada sigue empeñada en demostrar que ella lo sabe todo y lo tiene controlado cuando obviamente no es el caso. Su actitud hacia Elron alcanza cotas de «womansplaining» tremendas (si es que el término existe. Y si no , habría que inventarlo). Pero en todo caso, todos los minutos empleados en los Elfos de Lindon sufren por unos diálogos redundantes y nada interesantes que hacen que todo lo que pase resulte tedioso. Un gran problema para una serie que ante todo de ser «entretenimiento».

Pero la serie repite los esquemas de mostrar montones de tramas en paralelo que ninguna resulta interesante. Excepto quizá la parte del elfo oscuro Adar. Pero empezando por el viaje de la pelosa Nori con el ser del espacio (que no es Sauron), que no puede ser más aburrido y entraría casi en el calificativo de «minutos de la basura». Las intrigas palaciegas en el reino humano de Númenor resultan igualmente planas y sin interés, como en general la mayoría de situaciones. Si me gusta más la parte de los enanos en Khazad-dûm, sobre todo pensando que ya vimos que en el abismo bajo ellos se había despertado el Balrog.

Tengo que dejar claro que el problema de la serie no es de los actores, sino de unos guionistas y unos show-runners muy poco dotados que no consiguen que ninguno de sus diálogos sea memorable ni sus personajes carismáticos en ningún momento, con la excepción de Halbrand / Sauron. De hecho, no recuerdo ningún diálogo al igual que me es imposible recordar el nombre de nadie excepto los personajes de El Señor de los Anillos. Aparte, tras ver tres episodios y 200 minutos de televisión, lo cierto que han pasado muy pocas cosas interesantes. Pensando en que los showrunners J.D. Payne y Patrick McKay provienen de la escuela de J.J. Abrams, en Los Anillos de Poder tenemos un ejemplo perfecto que tener a decenas de personajes y hacer que la historia vaya saltando de unos personajes a otros de forma vertiginosa no consigue que la serie sea mejor si lo que estos personajes viven no tiene interés para empezar. Están construyendo la casa por el tejado en lugar de haber creado PRIMERO a personajes interesantes para ver luego sus aventuras, se metieron a saco en unas aventuras sin gancho, que provoca que todo lo demás no enganche. El problema es sobre todo de guion, no actoral. Pero hay que reconocer también que algún actor tampoco es que sea especialmente dotado para la interpretación y no creo que jamás se vea asociada la palabra «carisma» a una interpretación suya.

En positivo, el diseño de producción es una pasada. Como en la primera temporada, al menos se nota que Amazon Studios se ha gastado una pasta en la producción de esta serie. Los decorados, los paisajes, el vestuario, todo es una pasada. Al igual que la música de Bear McCreary. Aunque lo que nos cuentan no acaba de hacer click, al menos estamos ante una serie «bonita» de ver. Eso tampoco no ha cambiado respecto a la temporada anterior.

En los tres episodios estrenados de Los anillos de poder hemos tenido otro de los males de la televisión actual, que curiosamente tuvimos también en La Casa del Dragón, la gran competidora de esta serie en lo referido a mundos de fantasía y espada y brujería. Y es tras 200 minutos de televisión sin apenas hitos destacables tengamos que aguantar que nos muestren una previa de lo que está por venir, que nos presenta la promesa que lo mejor está por venir. Lo mejor nunca llega ahora, siempre será más adelante. Y en el caso de La casa del Dragón, de nuevo nos hacen esperar a la siguiente temporada. Tengo claro que en este caso no es un problema único de esta serie sino de una forma de hacer televisión. Pero qué lejos se ve el disfrute que The Mandalorian nos daba a los espectadores siempre en cada episodio.

Hablando de promesas, los showrunners nos han vendido una gran batalla esta temporada que pueda mirar de tu a tu a los hitos cinematográficos de Peter Jackson. Espero que no hayan puesto el hype demasiado por las nubes, porque si no el golpe de realidad, y la decepción, puede ser tremendo. Pero para eso, aún tendremos que esperar varias semanas.

Comentaba al comienzo que tenía claro que iba a ver una serie «sin más». No me sorprende que estos primeros episodios hayan confirmado esta sensación, pero mi parte positiva aún espera que los próximos episodios me hagan cambiar de opinión y la cosa mejore. No sabéis lo que eso me alegraría. Pero ahora mismo, la realidad es la que es. Y Los anillos de poder sigue sin ser una buena serie.

¡Ah! ¡Se me olvidaba! Como veis, en toda la reseña no he comentado ni me supone un problema su supuesta fidelidad o no a la obra de J.R.R. Tolkien. Si me supone un problema que la historia no sea consecuente con lo mostrado en la propia serie, como comentaba en relación a la historia de Sauron y el viaje de Galadriel. Pero al final esto no es más un una piedra más en el camino que impide el disfrute de la serie.

Comparto el trailer de esta segunda temporada de Los Anillos de Poder:

El principio de la segunda temporada de Los Anillos de Poder continúa con los mismos problemas de la primera temporada, pero al menos tenemos una parte más interesante en las manipulaciones de Halbrand / Sauron. A ver si la serie mejora.

PUNTUACIÓN: 5.5/10

Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones. Y si quieres, puedes invitarme a un café.

¡Saludos a todos!

Crítica de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder temporada 1 (Prime Video)

A pesar de su perfección visual y su estupendo diseño de producción, da un poco de rabia ver lo peor del Mistery Box de J.J. Abrams aplicado al mundo de El Señor de los Anillos creado por J.R.R. Tolkien. Comento mis impresiones de la primera temporada de Los Anillos de Poder ahora que Prime Video ha emitido los 8 episodios.

PUNTUACIÓN: 5/10

En un periodo de relativa calma, los personajes se enfrentan al resurgimiento del mal en la Tierra Media. Desde las profundidades más oscuras de las Montañas Nubladas hasta los majestuosos bosques de Lindon, el impresionante reino insular de Númenor y los confines más lejanos del mapa, estos reinos y personajes esculpirán legados que perdurarán en el tiempo. Serie de TV basada en los libros de J.R.R. Tolkien, ambientada en la Tierra Media, y que explora nuevas líneas argumentales en una época muy anterior a «La comunidad del anillo».

El Señor de los Anillos escrita por J.R.R. Tolkien es una de las más grandes sagas de la fantasía épica, a la que hay que sumar la multipremiada trilogía de Peter Jackson. Cuando llegó la hora de hacerse con los derechos, el dueño de Amazon Peter Bezos tiró la casa por la ventana al pagar 250 millones de dólares por los derechos de un material que permitiera a su canal de streaming Prime Video competir con HBO y su Juego de Tronos. Si a esto le sumamos un compromiso de realizar al menos 5 temporadas de esta serie con un presupuesto estimado de 1000 millones de dólares, nos encontramos con la que probablemente sea la producción de televisión más cara de la historia. Tras tener a J.A. Bayona como director de los dos primeros episodios (además de ser productor de toda la serie), los seis restantes episodios han sido dirigidos por Wayne Che Yip (cuatro episodios) y Charlotte Brändström (2)

La gran sorpresa de esta serie gira alrededor de los casi desconocidos showrunners contratados por Prime para crear esta serie, J.D. Payne y Patrick McKay. Payne y McKay son unos guionistas que trabajaron en Bad Robot, la productora de J.J. Abrams y realizaron labores de guion no acreditadas en Star Trek Beyond (Justin Lin, 2016) y estaban trabajando en el guion de Star Trek 4 hasta que la producción fue cancelada por Paramount. Además de esto, también trabajaron en los diferentes borradores del guion de Jungle Cruise (Jaume Collet-Serra, 2021). Muy poco bagaje para un encargo tan importante, algo que vista la temporada en su conjunto se ha demostrado como una losa insalvable.

En lo referente al reparto, Morfydd Clark es una joven Galadriel, la Señora Elfa de los bosques de Lothlórien interpretada en las películas por Cate Blanchett ahora es una joven guerrera elfa que cree que el mal está regresando a la Tierra Media. Markella Kavenagh es Elanor «Nori» Brandyfoot, una Pelosa (raza precursora de los hobbits que vivieron milenios antes que Frodo y compañía) con un anhelo de aventura. Robert Aramayo es Elrond, un arquitecto y político medio elfo que en la trilogía de Peter Jackson estuvo interpretado por el actor Hugo Weaving.

Benjamin Walker es Gil-galad, el Alto Rey de los Elfos que gobierna desde el reino de Lindon. Ismael Cruz Córdova es Arondir, un elfo silvano con un amor prohibido por la curandera humana Bronwyn, (Nazanin Boniadi), una humana y curandera que posee una botica en las Tierras del Sur. Tyroe Muhafidin es Theo, el hijo de Bronwyn. Charles Edwards hace de Celebrimbor, el herrero elfo que forja los Anillos de Poder, es un «brillante artesano» conocido en toda la Tierra Media que es amigo de los enanos de Khazad-dûm. Daniel Weyman es el extraño que cae del cielo en un meteorito en llamas y Owain Arthur es Durin IV, príncipe de la ciudad enana de Khazad-dûm. Por último, Charlie Vickers interpreta a Halbrand, un humano de las tierras del sur que se cree que puede ser el Heredero al trono desaparecido desde hace décadas.

Lo mejor que se puede decir de Los Anillos del Poder es que se nota que se han gastado mucho dinero en esta serie. De hecho, el diseño de producción en el sentido más amplio y general del término es de 10, de largo lo mejor de la serie. La serie consigue que el espectador sienta que ha vuelto a la Tierra Media, lo cual no puede ser más positivo a priori. Y dado lo mucho que le gusta este mundo a mi hijo, a pesar de lo que voy a escribir a continuación no descarto que dentro de 2 años veamos la segunda temporada cuando se estrene, ya que vemos todos los años la trilogía de El Señor de los Anillos.

Lo malo es que eso es todo lo positivo. Podría decirse que a nivel general la serie es moderadamente entretenida, pero la realidad es que a mi mujer dejó de interesarle la serie a partir del cuarto o quinto episodio porque no nos estaban contando nada interesante ni los personajes nos decían nada (¿cómo se llaman?, no me acuerdo de ningún nombre, por algo será). Con esto diría que los fans a veces estamos tan embobados con el envoltorio de colores y con querer que algo nos guste que no queremos ver lo que es evidente para un público «normal».

Da bastante rabia ver una serie como Los Anillos de Poder en la que han invertido tantísimos millones, y que parezca que el guion da igual porque todo vale. Cuando descubrí que los showrunner J.D. Payne y Patrick McKay eran alumnos de la escuela de J.J. Abrams me eché a temblar, y los peores augurios se han confirmado hasta llegar a un octavo episodio realmente penoso. Y es que no puedo más que flipar con el daño que la teoría del Mistery Box ha hecho el mundo del entretenimiento. Los escritores de esta tendencia creen que no hace falta crear historias coherentes con personajes lógicos que se comporten como los establezcas en un principio, porque mientras provoques giros sorprendentes en la historia y múltiples cambios de ubicación, el espectador se va a ver atrapado por la acción y la sorpresa y no se va a dar cuenta del truco. Y obviamente no es el caso, claro.

Los Anillos de poder ha sido una serie muy bonita de ver pero completamente vacía debido a una falta de personajes interesantes POR LO QUE HACEN EN PANTALLA, que viven una serie de situaciones intrascendentes contadas con unos diálogos realmente flojos. Caso especial es el de Galadriel, la carismática Dama de los Elfos y unos seres más poderosos de la Tierra Media que en la serie por lo que sea ha sido transformada en una guerrera antipática que se esfuerza por ser una gilipollas engreída que se cree con el derecho de decirle a todos los demás lo que deben hacer. Y el caso es que no diría que Morfydd Clark lo haga demasiado mal, ya que al final hace lo que los guionistas la piden que haga. En lo que si sufre es que se la ve en todo momento posando para la cámara, intentando verse cool pero sin que se note, y no funciona así. A los actores con carisma a los que parece que la cámara les ama la sensación es que todo es muy fácil y que no hacen nada para salir perfectos. DiCaprio o Margot Robbie son así. Esa cualidad no la comparte Clark, lamentablemente, y se la ve en todo momento intentando parecer dura y badass, no siéndolo.

Pero este detalle de Galadriel sería una chorrada si la historia (historias) funcionaran, y ninguna de las subtramas lo hace. La de los Pelosos y el ser caído del cielo es la nada personificada, construida además con trampa para alimentar al Mistery Box. La creación de Mordor es un episodio visualmente potente y uno de los mejores momentos de serie, pero sucede en el episodio 6, dejando dos últimos episodios en caída libre y sin frenos. La historia de amor entre la humana y el elfo es curiosa al principio pero intrascendente en su conjunto, y todo lo relacionado con el elfo oscuro Adar o la espada de Sauron que es el mcguffin de la serie resultan absurdos a poco que te pones a pensar en ello. Y ya lo del viaje de Galadriel y Halbrand a la isla de Númenor y de ahí a la Tierra Media es un despropósito una vez se desvelan las sorpresas que los guionistas nos tenían preparadas.

Y es que aparte de la cantidad de chorradas del guion y situaciones «porque si» que te van sacando del visionado, que son demasiadas para comentarlas porque hay varias en cada episodio, el problema es que como digo todo está mal escrito y realmente le da igual que sea así porque lo fían todo a la sorpresa final. La serie se vendió empezando por el título como ver cómo se forjaban los Anillos de Poder que siglos más tarde dieron lugar a El Señor de los Anillos. Pero narrativamente la serie podría resumirse en «¿Dónde está Sauron?» Porque todo gira sobre ello y por supuesto, a plantar pistas falsas de su identidad como buen Mistery Box que es. En lugar de construir a personajes redondos. ¿Para qué?, han debido pensar los creadores, si es mejor la sorpresa y el giro por el giro.

Hasta tal punto ha llegado la tomadura de pelo que el actor Charlie Vickers que interpreta a Halbrand ha reconocido como si tal cosa que no supo del giro de su personaje del último episodio hasta cuando empezaron a rodarlo. De forma que tuvimos 7 episodios en los que interpretó a un hombre caído que debe levantarse y aprender a ser un héroe, a ser otro personaje diferente que no cuadra con lo que habiamos visto hasta ese momento y él había interpretado. Es muy fuerte. Con el añadido que me da la sensación que dentro del despropósito, el foco de la historia es blanquear de alguna manera a Sauron para convertir una historia clara del bien contra el mal, de blancos y negros, en una historia de grises en la que merece la pena conocer el punto del vista del villano, porque de alguna manera también está intentando hacer el bien desde su punto de vista. Penoso.

Al menos, reconozco que no estoy enfadado con Los Anillos de Poder. Para que un producto de entretenimiento consiga ese efecto, primero debe haber una conexión emocional, importarme el personaje o el mundo donde tiene lugar la acción (por ejemplo Logan). Por suerte, ya los dos primeros episodios indicaban que la cosa no iba a pasar de «entretenida sin más» y así me tomé su visionado. Pero como comentaba al principio, si da rabia que se inviertan tantos millones en una serie como este y los guiones sean tan mediocres porque ni siquiera se han molestado a intentar hacerlo mejor.

Y cómo veis ni siquiera he entrado en la polémica por la falta de respeto por las historias creadas por Tolkien, muchas de las cuales no podían usar al no adquirir esos derechos, «forzando» a los creadores a tener que inventarse todo sobre la marcha. No he leído el Silmarilion o los Apéndices, por lo que si la historia hubiera estado bien o los personajes resultaran interesantes por si mismos, independientemente de los escritos de Tolkien, estoy seguro que la valoración sería positiva. Y no lo son.

Por cierto, no quiero irme sin recordar las que son casi las primeras palabras de El Señor de los Anillos de Peter Jackson, narradas por Galadriel:

«Todo comenzó con la forja de los grandes anillos. Tres fueron entregados a los elfos…»

Es que ni siquiera esto han respetado lo guionistas. No han sabido conectar su serie ni siquiera con la primera frase de la película. Acojonante.

Comparto el trailer de esta serie:

El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder representa lo peor del Hollywood que no conoce el material que está usando y realmente le da igual no hacerlo, inventándose las cosas sobre la marcha.

PUNTUACIÓN: 5/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!

Crítica de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder episodios 1-2 (Prime Video)

Reconozco que tenía muchas ganas de volver a la Tierra Media con la nueva serie de Prime Video El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder. Comento mis impresiones sin spoilers de los dos primeros episodios.

PUNTUACIÓN: 7/10

En un periodo de relativa calma, los personajes se enfrentan al resurgimiento del mal en la Tierra Media. Desde las profundidades más oscuras de las Montañas Nubladas hasta los majestuosos bosques de Lindon, el impresionante reino insular de Númenor y los confines más lejanos del mapa, estos reinos y personajes esculpirán legados que perdurarán en el tiempo. Serie de TV basada en los libros de J.R.R. Tolkien, ambientada en la Tierra Media, y que explora nuevas líneas argumentales en una época muy anterior a «La comunidad del anillo».

El Señor de los Anillos escrita por J.R.R. Tolkien es una de las más grandes sagas de la fantasía épica, a la que hay que sumar la multipremiada trilogía de Peter Jackson. Cuando llegó la hora de hacerse con los derechos, el dueño de Amazon Peter Bezos tiró la casa por la ventana al pagar 250 millones de dólares por los derechos de un material que permitiera a su canal de streaming Prime Video competir con HBO y su Juego de Tronos. Si a esto le sumamos un compromiso de realizar al menos 5 temporadas de esta serie con un presupuesto estimado de 1000 millones de dólares, nos encontramos con la que probablemente sea la producción de televisión más cara de la historia.

La primera sorpresa vino cuando Prime confirmó la contratación de los prácticamente desconocidos J.D. Payne y Patrick McKay como creadores y showrunners de la serie. Payne y McKay son unos guionistas que trabajaron en Bad Robot, la productora de J.J. Abrams y realizaron labores de guion no acreditadas en Star Trek Beyond (Justin Lin, 2016) y estaban trabajando en el guion de Star Trek 4 hasta que la producción fue cancelada por Paramount. Además de esto, también trabajaron en los diferentes borradores del guion de Jungle Cruise (Jaume Collet-Serra, 2021). Muy poco bagaje para un encargo tan importante.

La segunda gran sorpresa vino con la confirmación que Prime NO pretendía adaptar obras inéditas de J.R.R. Tolkien como el Silmarillion o los Apéndices, sino que pretendían crear material totalmente nuevo que supuestamente se inspiraría en la obra de Tolkien y mantuviera de alguna manera la espectacularidad y la personalidad de las películas de Jackson. Esto enfureció a los fans de Tolkien que se sintieron engañados, creándose una polémica que ha llegado hasta el estreno.

Para estos dos primeros episodios Prime ha contratado al español J. A. Bayona, que realiza además funciones de productor ejecutivo. Bayona se trajo consigo al director de fotografía Óscar Faura a un rodaje que tuvo lugar en Nueva Zelanda. El ilustrador y artista conceptual John Howe fue contratado para mantener la sensación y el estilo de las películas anteriores. También se contrató a la diseñadora de vestuario Kate Hawley, que trabajó en las películas del Hobbit. Howard Shore, creador de la icónica banda sonora de LOTR, creó el tema principal, aunque Bear McCreary ha hecho la banda sonora. Por cierto, los showrunners Payne y McKay han escrito el guion del piloto, pero el segundo episodio ha sido escrito por Gennifer Hutchison, guionista que ha trabajado en Breaking bad y Better call Saul entre otras obras.

En cuanto al reparto, de momento tenemos un montón de caras desconocidas que supongo tendrán la esperanza de poder entrar en el imaginario colectivo del gran público gracias a esta serie. Morfydd Clark es una joven Galadriel, la Señora Elfa de los bosques de Lothlórien interpretada en las películas por Cate Blanchett ahora es una joven guerrera elfa que cree que el mal está regresando a la Tierra Media. Markella Kavenagh es Elanor «Nori» Brandyfoot, una Pelosa (raza precursora de los hobbits que vivieron milenios antes que Frodo y compañía) con un anhelo de aventura. Robert Aramayo es Elrond, un arquitecto y político medio elfo que en la trilogía de Peter Jackson estuvo interpretado por el actor Hugo Weaving.

Benjamin Walker es Gil-galad, el Alto Rey de los Elfos que gobierna desde el reino de Lindon. Ismael Cruz Córdova es Arondir, un elfo silvano con un amor prohibido por la curandera humana Bronwyn, (Nazanin Boniadi), una humana y curandera que posee una botica en las Tierras del Sur. Tyroe Muhafidin es Theo, el hijo de Bronwyn. Charles Edwards hace de Celebrimbor, el herrero elfo que forja los Anillos de Poder, es un «brillante artesano» conocido en toda la Tierra Media que es amigo de los enanos de Khazad-dûm. Daniel Weyman es el extraño que cae del cielo en un meteorito en llamas y Owain Arthur es Durin IV, príncipe de la ciudad enana de Khazad-dûm.

Antes de empezar a valorar esta serie, debo reconocer que en mi familia somos super fans de El Señor de los Anillos de Peter Jackson. Todos los años volvemos a ver la edición extendida de las tres películas, y seguimos flipando con unas películas que son historia del cine. También diré que leí El Hobbit y El Señor de los Anillos con ¿15, 16 años? pero no me consideraría super fan de Tokien ya que no llegué a leer el Silmarillion , los Apéndices o el resto de la obra del escritor inglés.

Así que cuando se anunció una serie de televisión ambientada en la Tierra Media, la alegría fue máxima. Incluso la noticia de que Prime no buscaba adaptar los escritos de Tolkien sino crear nuevas historias no me llamó a ningún boycott contra nadie, queriendo dar el beneficio de la duda confiando que la serie me gustara por si misma y no por ser derivativa de algo que realmente me encanta. Por mi parte, no la juzgaré en comparación a la obra literaria, si me gusta será por sus propios méritos y si no me gusta será también por lo que nos enseñan en pantalla, no por lo que deberían haber hecho o lo que me gustaría que hicieran.

Y me alegra poder expresar mi alegría ante mi retorno a la Tierra Media con una producción de este calibre, que luce sencillamente increíble de principio a fin. Contratar a Bayona para estos dos primeros episodios ya era una declaración de intenciones y diría que ha salido bien parado de un encargo envenenado, ya que la comparación con Peter Jackson es inevitable. Dentro que obviamente no llega al mismo nivel de excelencia, los problemas que le puedo encontrar a estos episodios son de guion, algo que no puede ser achacable a él, así que globalmente hay que estar contentos con la labor del director español en la serie más importante del año.

Viendo estos dos primeros episodios se confirma que el diseño de producción y sus soberbios efectos especiales son de diez, devolviéndonos a la Tierra Media a millones de espectadores. Por lo visto hasta ahora, la escala y las diferentes localizaciones tienen el feeling perfecto de lo que se espera de El Señor de los Anillos, y me han dejado con la boca abierta en más de una ocasión. Por ejemplo, la presentación del campamento de Pelosos me ha parecido una pasada super divertida, y las minas de los enanos lucen majestuosas e increíbles. Pensar en las diferentes localizaciones que están por aparecer me hace ilusionarme un montón con una serie que visualmente está ofreciendo lo que se esperaba de ella, siendo este aspecto lo mejor de la serie de largo.

Ha habido también bastante polémica con el casting de actores racializados que tiene la serie. Personalmente eso me da igual. Lo que sí tengo que reconocer es que excepto Galadriel y Elrond por motivos obvios, no recuerdo el nombre de ningún personaje, lo cual no es habitual para mi. Y no creo que nadie esté especialmente mal, tampoco creo que ningún actor o actriz destaque por sus dotes actorales o su personalidad hasta el momento, motivo por el que diría que me han pasado sus nombres desapercibidos. Si tengo que destacar a algunos, me quedo con Markella Kavenagh como la joven Pelusa «Nori» Brandyfoot y con Ismael Cruz Córdova como el elfo silvano Arondir. El resto de personajes de momento los veo muy muy grises. Y se que las comparaciones son odiosas, pero de momento Cate Blanchett y Hugo Weaving están dejando en muy mal lugar a sus jóvenes contrapartidas de esta serie. Por suerte para todos, quedan seis episodios para hacerme cambiar de opinión, porque tengo claro que Jon Nieve o Daenerys Targaryen no se convirtieron en los iconos que son ahora en los primeros episodios de Juego de Tronos.

Y es que dentro que como comentaba al principio me ha gustado volver a la Tierra Media y seguro voy a ver la serie completa, la verdad es que debo que reconocer que tras ver más de dos horas de televisión apenas ha pasado nada interesante, lo cual creo que es lo que provoca que no nos enganchemos a los personajes o lo que hacen. Y esto es un problema sobre todo del guion. Los Anillos de Poder tiene 8 episodios en esta temporada y confío que la tensión y la sensación de amenaza aumente a medida que avance la serie, porque no nos han dejado en unos momentos realmente emocionantes. En este sentido, es ilustrativo que igual que pasó recientemente en Sandman, al final de este segundo episodio los productores insertan un trailer de los momentos más espectaculares y emocionantes de lo que está por llegar como forma de enganchar a los espectadores indecisos, porque diría que incluso ellos mismos se dieron cuenta que lo que habían mostrado hasta ahora no había sido nada del otro mundo.

Escribiendo este artículo acabo de descubrir que los showrunners Payne y McKay son alumnos de la escuela J.J. Abrams en Bad Robot. Y eso explica algunas locuras del guion que son el típico «todo vale» de Abrams y que me chocaron durante el visionado. En concreto, el sentido espacial y el paso del tiempo desaparece en la serie, con una elipsis muy loca con dos narrativas que se solapan en el episodio. Lo comento porque no son elementos vitales de la trama, y desde luego no voy a dejar de ver la serie por estas absurdeces, pero como ya pasó en Star Wars Episodio VII El despertar de la fuerza, son pequeñas piedras que la serie va poniendo en el camino y que impedía que disfrutara de la serie como me hubiera gustado.

Por ejemplo, Gil-galad, el Alto Rey de los Elfos le pregunta a Elrond si quiere unirse a Celebrimbor en su viaje a la ciudad enana de Khazad-dûm, a lo que él acepta encantado. Literalmente en la siguiente escena, ¡Elron y Celebrimbor están llegando a pie a las minas! Un viaje de muchas semanas o meses a caballo cruzando gran parte de la Tierra Media realizado en apenas segundos a pie por obra de una elipsis muy loca. Muy loca porque al mismo tiempo Galadriel ha saltado de un barco y se encuentra en mitad del océano y en mitad de esa elipsis de semanas o meses. Y los Elfos son seres casi inmortales de leyenda, pero SE CANSAN Y TIENEN QUE DORMIR O DESCANSAR. Pretender que nos creamos que Galadriel puede realizar semejante hazaña es un WTF!! muy muy loco. Como también lo es la forma en que un personaje encuentra por qué si una espada rota con el símbolo de Sauron. Literamente se la encuentra sin más. Buff, qué daño ha hecho Abrams al mundo de los blockbusters mainstream, por supuesto que NO todo vale.

Y como digo por supuesto esto son al fin y al cabo «chorraditas», desde luego no lo más importante de la serie, pero si son cosas que no cuadran, y al no hacerlo la satisfacción es mucho menor a lo esperado, aparte del hecho que no hemos visto hacer a casi ningún personaje nada especialmente inspirado. Por cierto, fruto de esta escuela Abrams, he encontrado diálogos muy flojos, sobre todo en lo relacionado con los elfos, que tampoco me han dejado sensación de que me los creo.

A priori yo con ver hobbits y elfos ya me daba por contento, cosa que más o menos hemos tenido en el arranque de esta serie. Sin embargo, dentro que la serie me ha entretenido y tengo ganas de ver como continúa la serie, estos episodios me hacen temer que Prime Video haya cometido un error crítico con la elección de unos showrunners sin la experiencia suficiente para llevar este encargo a las cotas que debería alcanzar. De momento, acepto el «entretenido sin más», pero realmente tratándose del El Señor de los Anillos eso no es suficiente. Espero que los próximos episodios me hagan tragarme mis palabras.

Comparto el trailer de esta serie:

El Señor de los Anillos: Los Anillos de poder se han quedado en su estreno en un «bien sin más» que en este caso no tengo claro que sea suficiente para enamorarme. Espero que los próximos episodios me hagan cambiar de opinión.

PUNTUACIÓN: 7/10

Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.

¡Saludos a todos!