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Crítica de Slow Horses temporada 2 (Apple TV)

Los Caballos Lentos del MI6 dirigidos por Gary Oldman han vuelto para una estupenda segunda temporada estrenada hace pocas semanas en Apple TV.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

La Casa de la Ciénaga es un purgatorio administrativo para los marginados del servicio de espionaje británico MI6. Y está dirigida por el veterano y borracho Jackson Lamb, que se encarga de putear a sus subordinados. En esta segunda temporada, la muerte aparentemente accidental de una antiguo agente amigo de Lamb le llevará a investigar un caso en el que nadie cree y que le devuelve a Lamb a hechos de su pasado que creía enterrados.

La serie está basada en una serie de libros escrita por Mick Herron La Casa de la Ciénaga. Esta segunda temporada adapta la novela Dead Lions, publicada en 2013. La serie ha sido creada por Will Smith (no el actor, sino el escritor, productor y humorista de stand-up británico), que escribe dos de los seis episodios de esta temporada, que ha sido dirigida en su totalidad por Jeremy Lovering. Morwenna Banks, Mark Denton y Jonny Stockwood completarían el equipo de guionistas de esta serie, que Apple TV ha confirmado la producción de dos temporadas más.

Gary Oldman es Jackson Lamb, jefe de la casa de la ciénaga. Desaliñado y borracho la mayor parte del tiempo, sus malos hábitos ocultan su aguda mente y sus habilidades como experimentado agente de inteligencia con un pasado que no deja de atormentarle. Jack Lowden es River Cartwright, un prometedor agente del MI5 que fue degradado tras un error en un ejercicio de entrenamiento. Kristin Scott Thomas es Diana Taverner, subdirectora general del MI5 y jefa de operaciones.

El resto de miembros de la Casa de la ciénaga son Catherine Standish (Saskia Reeves), la administrativa de la oficina, alcohólica en proceso de rehabilitación, Louisa Guy (Rosalind Eleazar), asignada después de que una operación saliera mal, Roddy Ho (Christopher Chung), un experto en informática y antiguo hacktivista, Min Harper (Dustin Demri-Burns), un agente caído en desgracia tras dejar olvidado un documento de alto secreto en un tren. Las nuevas incorporaciones de esta segunda temporada son Aimee-Ffion Edwards como Shirley Dander, una agente con problemas de ira y Kadiff Kirwan como Marcus Longridge, que sufre ludopatía.

La primera temporada de Slow Horses fue un sorpresón absoluto, por lo que me lancé sin dudarlo a disfrutar de esta segunda, que mantiene las señas de identidad que hacen que esta serie triunfe. Ver a unos espías que tienen que hacer un seguimiento en bicicleta porque no tienen medios es una situación super divertida y novedosa que me encanta. Que la trama lleve a los personajes a la campiña provoca unas dinámicas muy diferentes a las habituales en las historias ambientadas en Londres, lo cual hace que esta temporada funcione super bien. Pero además de esto, la historia de esta temporada me ha encantado también. La forma en que algo pequeño que nadie se molesta en investigar lleva a algo más grande y eso a otra cosa mayor me parece un ejemplo espectacular de buena narrativa.

Slow Horses tiene un casting fantástico, y consiguen que todos los personajes sean super humanos y empaticemos con ellos (hablando de los agentes de la Ciénaga). Hay un elemento de humor negro alrededor de la situación de la Casa de la Ciénaga, pero realmente ellos no son personajes penosos de los que reírse, sino gente con mala suerte en su vida y problemas de los que intentan sobreponerse, por lo que me parecen todos super interesantes. Porque realmente, con sus flaquezas y sus problemas, todos aspirar e intentan ser buenos agentes y realizar bien su trabajo. En este sentido, el contraste con el gilipollas de Jackson Lamb (o Roddy el informático también me parece genial. Resulta original que se plantee un protagonista con el que NO es posible empatizar por su forma de ser. En esto quizá se nota el punto de vista cínico inglés.

Se nota que SLow Horses es una adaptación de un libro, empezando porque su duración de 6 episodios me parece perfecta. A esto le sumaría el hecho que la misión resulta autoconclusiva y super satisfactoria, dejando algunos elementos abiertos de cara a continuaciones, pero que puede verse y disfrutarse por si misma.

Recomiendo totalmente el visionado de Slow Horses, me parece una serie fantástica que ofrece un punto de vista diferente a las trilladas historias de espías super hábiles con recursos infinitos. Tengo claro que veré las próximas temporadas cuando se estrenen.

Comparto el trailer de esta segunda temporada:

Me divierto muchísimo con Slow Horses. Saber que van a hacerse dos temporadas más me parece una buenísima noticia.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Slow horses temporada 1 (Apple TV)

Aprovechando mi nueva suscripción a Apple TV he visto la primera temporada de Slow horses, la serie protagonizada por Gary Oldman sobre un grupo de espías británicos poco ortodoxos.

PUNTUACIÓN: 7/10

Después de una misión de entrenamiento fallida y públicamente vergonzosa, el agente británico del MI5, River Cartwright, es exiliado a Slough House, un purgatorio administrativo para los marginados del servicio.

La serie está basada en una serie de libros escrita por Mick Herron La Casa de la Ciénaga, de la que Slow horses ha sido adaptada en esta primera temporada, mientras que Dead Lions es la segunda temporada, recién emitida por Apple TV. Esta primera temporada de seis episodios ha sido creada por Will Smith (no el actor, sino el escritor, productor y humorista de stand-up británico), que escribe cuatro de los seis episodios de esta temporada. James Hawes dirige todos los episodios. Hawes es un veterano director británico de televisión que ha trabajado en series como Doctor Who (¿y quién no?), Penny Dreadful, Black Mirror, El Alienista, Raised by wolves o Snowpiercer, entre otras.

Gary Oldman es Jackson Lamb, jefe de la casa de la ciénaga. Desaliñado y borracho la mayor parte del tiempo, sus malos hábitos ocultan su aguda mente y sus habilidades como experimentado agente de inteligencia. Jack Lowden es River Cartwright, un prometedor agente del MI5 que fue degradado tras un error en un ejercicio de entrenamiento. Kristin Scott Thomas es Diana Taverner, subdirectora general del MI5 y jefa de operaciones.

El resto de miembros de la Casa de la ciénaga son Catherine Standish (Saskia Reeves), la administrativa de la oficina, alcohólica en proceso de rehabilitación, Sidonie «Sid» Baker (Olivia Cooke) una competente agente del MI5 inexplicablemente asignada a la Casa, Louisa Guy (Rosalind Eleazar), asignada después de que una operación saliera mal, Roddy Ho (Christopher Chung), un experto en informática y antiguo hacktivista, Min Harper (Dustin Demri-Burns), un agente caído en desgracia tras dejar olvidado un documento de alto secreto en un tren. Por último, Struan Loy (Paul Higgins) agente asignado a la Casa después de enviar un correo electrónico de trabajo inapropiado.

Me ha gustado Slow horses. Reconozco que el año pasado cuando me suscribí por primera vez a Apple TV no me llamó demasiado la atención la serie, pero a la segunda fue la vencida. Estamos tan acostumbrados a James Bond, Bourne y organizaciones de espionaje super tecnificadas y profesionales, que conocer a los miembros de la Casa de la Ciénaga, o el mero hecho que algo así pueda existir, un departamento donde ubican al personal menos hábil pero que sin embargo no pueden despedir, me parece que es una idea genial con mucho potencial que la serie consigue llevar a buen puerto.

Dentro que algunos personajes son un poco patéticos, otro elemento a destacar es que NO estamos ante una comedia, sino un thriller en el que los Caballos Lentos intentan resolver el secuestro de un joven británico de ascendencia pakistaní. Un caso en el que se ven envueltos casi por casualidad que obviamente esconde mucho más que un crimen de odio, entrando en temas muy actuales de intereses políticos. Este subtexto me ha gustado mucho y como digo me ha roto las expectativas de una historia más o menos humorística, cosa que Slow Horses realmente no es. Otro de los elementos estupendos de la serie es comprobar como en el mundo real hay casualidades, problemas inesperados y situaciones contra las que es imposible preveer nada, sólo actuar de la mejor manera posible una vez se produce.

El casting me parece un acierto total. Otro detalle estupendo de la serie es el hecho que Gary Oldman parezca un gilipollas y lo siga siendo al final de esta temporada, de alguna manera evitando la típica redención de personaje atormentado que podría haberse intuido dado el estado de las series actuales. También me ha gustado ver a Kristin Scott Thomas como un alto cargo del MI5 fría y calculadora más interesada en sus intereses políticos que en salvar a nadie. En general ellos lo hacen muy bien y aportan el carisma que se les supone a la serie, aunque la investigación en si en muchos momentos se apoye sobre los hombros del resto del reparto.

En el lado positivo sitúo también la duración de 6 episodios. Me encanta que una serie cuente lo que tiene que contar sin eternizarse ni transmitir que hay elementos que sobran. En ese sentido, la construcción de los personajes me parece correcta y más que suficiente, aunque dejando varias sorpresas de cara a la segunda temporada. Y sobre todo me gusta lo ambiguo que está todo lo relativo a la geopolítica alrededor del MI5 y los intereses de sus directivos. En estas dos vertientes, creo que Slow Horses es un éxito total.

Buscando algún elemento menos bueno, la verdad es que me pareció un poco confuso el episodio en el que se muestra el interés de Taverner (Kristin Scott Thomas) en el caso, algo que no tengo claro que esté bien contado. Sin embargo, exceptuando eso, la verdad es que he disfrutado mucho con esta serie, que gracias a su duración te deja con ganas de más. Lo mínimo que se le debe pedir a una serie de entretenimiento. Cosa que son todas las series de televisión, algo que a veces sus «creativos» olvidan.

Escribiendo esta reseña me he enterado que además de la segunda temporada recién emitida, Apple TV ha dado luz verde a dos temporadas adicionales que adaptarán otras dos novelas de Mick Herron. Tengo claro que veré la segunda temporada durante el mes de febrero, así que si mantiene el nivel como espero, creo que ya tendré más motivación para suscribirme a Apple TV, sumando Slow Horses a Severance, Ted Lasso o Para toda la humanidad. Dada la saturación de contenidos, entiendo que (casi) nadie vea Apple TV, empezando porque tiene poquísimos contenidos que no justifican una suscripción de más de 2 meses (lo que dure la serie que quieres ver). Dicho esto, la verdad es que en su mayoría me gusta lo que me ofrece esta plataforma.

Comparto el trailer de esta primera temporada:

Slow horses ha resultado una serie super interesante gracias al giro de los personajes. Aprovechando que me queda un mes más de suscripción gratuita a Apple TV tengo claro que veré seguro la segunda.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Mank de David Fincher (Netflix)

Netflix ha estrenado Mank, la nueva película de David Fincher que parece ser la gran apuesta de la cadena online de cara a los extraños Oscars de 2021. La biografía del guionista Herman Mankiewicz es un homenaje no exento de crítica al mundo del cine en los años dorados de Hollywood entre 1930 y 1940.

PUNTUACIÓN: 7/10

Biopic sobre Herman Mankiewicz, guionista de ‘Ciudadano Kane’, que repasa el proceso de rodaje de la obra maestra de Orson Welles, dirigida y estrenada en 1941. La película toma como base un guión escrito por Jack Fincher, padre de David Fincher, antes de morir en 2003. (FILMAFFINITY)

El padre de Fincher, Jack, escribió hace más de 20 años el guion de este drama biográfico sobre el guionista Herman J. Mankiewicz y su creación del guión de Citizen Kane (1941). Y aunque su hijo David tenía la intención de filmarlo, nunca encontró el momento entre sus diferentes proyectos, hasta el pundo que Jack Fincher falleció en 2003 sin que hubieran ni siquiera planes de esto llegara a realizarse. Finalmente, el año pasado se confirmó el acuerdo de Fincher y Netflix para producir esta película, que se rodó entre noviembre de 2019 y febrero de 2020, justo antes de que estallara la crisis del Covid-19.

Fincher se reúne con gran parte de su equipo cinematográfico habitual, incluido el diseñador de producción Donald Graham Burt, el editor Kirk Baxter y los compositores Trent Reznor y Atticus Ross, utilizando solo instrumentos auténticos de la época. Fincher optó por el director de fotografía Erik Messerschmidt, con quien trabajó en su serie de Netflix Mindhunter, al plantear esta película en blanco y negro para recrear el espíritu del cine de la época y la vida en el Hollywood dorado.

Para poder optar a los Oscars, la película se estrenó en cines de forma limitada en noviembre de este año, habiéndose estrenado en todo el mundo a travás de la plataforma de Netflix el pasado 4 de diciembre. Aunque luego me extenderé, Netflix domina los contenidos online siendo la cadena online con mayor cantidad (millones) de suscriptores en todo el mundo, y desde hace unos años, ha tirado la casa por la ventana para intentar ganar legimitidad y prestigio produciendo películas de las consideradas “importantes” sin reparar en gastos, para intentar arrasar en las ceremonias de premios internacionales. Roma de Alfonso Cuarón, The Irishman de Martin Scorsese o Historia de un matrimonio de Noah Baumbach son algunos de los estrenos más destacados de los últimos años, y todo apunta que la intención de Netflix es que Mank sea su gran apuesta para los Oscars de 2021.

Gary Oldman es el grandísimo protagonista de Mank gracias a su interpretación de Herman J. Mankiewicz, un escritor judio desgarbado que no se callaba lo que pensaba y que acabó muriendo por problemas derivados de su adicción al alcohol. Oldman realiza un trabajo bestial y aganta él sólo la película tanto sobrio como borracho. Fincher le ofrece un montón de momentos para su lucimiento que aprovecha para firmar una de las grandes interpretaciones de su carrera. Y ha tenido unos cuantos papeles antológicos.

El resto del casting muestra un reparto coral para contarnos cómo era la vida en el Hollywood dorado de 1930-40. Amanda Seyfried es Marion Davies un actriz estrella conocida de Mank y que acabará fichando por Warner. Arliss Howard es Louis B. Mayer, el presidente de la MGM, Toby Leonard Moore es David O. Selznick, uno de los productores iconos de la Era Dorada de Hollywood. siendo el productor de Lo que el viento se llevó en 1939. Charles Dance interpreta al magnate William Randolph Hearst, magnate de los medios de comunicación amante de Marion Davies, accionista de la MGM y sobre el que se inspira el guión de Ciudadano Kane.

Tom Burke hace de Orson Welles en la película, joven prodigio que contrató a Mank para que escribiera el guión de su vida. Lily Collins es Rita Alexander, una secretaria que ayudará a Mank a escribir el guión de Ciudadano Kane mientras convalece por una pierna rota, mientras que Tuppence Middleton interpreta a Sara, la mujer de Herman.

Además de estos actores que interpretan a personajes históricos, en Mank aparecen a modo de cameos numerosos iconos de la época, como Greta Garbo, Charlie Chaplis, Bette Davis o Clark Gable, entre otros muchos.

Empezando con los elementos positivos de la película, no hay duda que siendo una película de David Fincher Mank técnicamente es espectacular, y va a estar probablemente nominada en la mayoría de cuestiones técnicas. La fotografía es perfecta y transmite el tono crepuscular de las películas en blanco y negro. No soy un experto en cine clásico, pero la planificación de muchas escenas con el punto de cámara tal y como lo decide Fincher, los contraluces, etc… me recuerdan un montón de películas icónicas. O tal vez no a película concretas, sino al feeling que esas película debían transmitir.

La música de Trent Reznor y Atticus Ross también me ha parecido maravillosa y creo que se van también directos al Óscar con su banda sonora. En contraste con los sonidos industriales malsanos de obras previas, en Mank plantean la recreación del espíritu del cine clásico y crean una partitura creada con una orquesta o banda de música que utilizan únicamente instrumentos existentes en esa época.

Pero es que además el diseño de producción es perfecto y nos traslada al Hollywood clásico de forma maravillosa, con un vestuario, un maquillaje y un diseño de sonido que nos mete de lleno en la Meca del Cine.

Además, Fincher está tan obsesionado de recrear el feeling del cine clásico que hace el montaje de Kirk Baxter, que también está espectacular, copie las transiciones entre escenas con ventanillas que se cierran o fundidos en negro típicos de la época, seguidos de planos exteriores generales que nos introducen en la siguiente escena. Hay un elemento que no me ha cuadrado mucho y es que incorporan al metraje final elementos como los puntos negros que marcaban al proyeccionista cuando tenía que cambiar de rollo, lo cual era une necesidad técnica, no algo puesto ahí para agradar. Es por esto que añadir este tipo de datalles puede que recuerde el cline clásico pero para mi no aporta nada y llega a distraer con algo que no debería estar ahí.

Mank es Gary Oldman, y es su estupenda actuación lo que mantiene a flote a la película a pesar de un guión demasiado episódico al que le falta un punch dramático y un foco concreto. Junto a Oldman, el resto de actores están bien, aunque al no conocer a los personajes históricos no puedo decir si realmente han hecho justicia a estas personas o no. En todo caso, no tengo ningún problema con las interpretaciones. Además, dentro de su pequeño papel, Amanda Seyfried está guapísima como la actriz Marion Davies, con toda la belleza que las estrellas de Hollywood transmitían en la pantalla que las acabaron transformando en iconos.

Hay algo en Mank que no me ha cuadrado, y es que todo en ella me transmite que Fincher por primera vez en su carrera ha pensado «me muero de ganas de ganar un Óscar pero no sé cómo hacer que no se note demasiado, porque se supone que un AUTOR como yo no se preocupa por esas cosas mundanas como son los premios». Y la línea más recta era conseguir este reconocimiento con una película sobre el mundo del cine, sus profesionales y su historia, que además pudiera plantear conexiones entre esos hechos y la actualidad de la sociedad americana.

Entiendo que siendo un guión de su padre fallecido, cosa que he descubierto mientras escribía esta reseña, debe haber un indudable componente emocional para Fincher, pero debo decir que la fría y perfecta narrativa del director me impide verla, la verdad.

En todo caso, creo que el primer y principal problema es a partir de un guión que no ha estado a la altura, planteado con constantes saltos temporales desde 1940 en que Mank escribe el guión de Ciudadano Kane desde una cama, hacia 1930 para ir mostrando a modo casi de anécdotas elementos más o menos inconexos destinados a mostrar como era la vida en el Hollywood de los años 30 para los profesionales que trabajaban para los grandes estudios. De esta forma se forman dos narrativas, pero ninguna consigue enganchar durante el visionado porque le falta punch.

No hay emocionantes epifanías mientras escribe Ciudadano Kane, ni Mank mejora como persona, simplemente en una escena faltan 15 días para que venza el plazo y no han escrito ni la mitad, y a la siguiente escena ya está todo el guión escrito como por arte de magia. A esta mitad le falta algo, no se qué exactamente, quizá incluso interés por lo que está pasando teniendo en cuenta la forma en que nos lo cuenta Fincher, o su no-relación con Orson Welles.

Y si el “presente” de 1940 no funciona, tampoco el pasado de Mank durante la década de los 30 lo hace. Empezando porque la narración fragmentada que comentaba antes hace que nada tenga una potencia dramática. Esta parte está planteada para mostrar algunos de los vicios y problemas del sistema de estudios de Hollywood como son la explotación de los trabajadores al reducirles los salarios a sus empleados cuando no eran necesario ante la falta de unos sindicatos potentes, o el germen de lo que años más tarde se convirtió en la caza de brujas del McCarthismo contra los profesionales del cine a los que se les acusó de “comunistas”.

Este pasaje muestra además la conexión del poder económico con los productores de Hollywood, que consiguieron cambiar el sentido del voto de unas elecciones en California en 1934, al boicotear la campaña a Gobernador del demócrata Upton Sinclair, realizando la MGM una película difamatoria que decantó la campaña electoral a favor del republicano Frank Merriam en el poder. Esto provoca la muerte de un amigo de Mank, que tampoco acaba de funcionar como drama porque la escena no está bien construida ni habiamos visto tanto a dicho personaje para que nos preocupáramos por él para empezar.

Este pasaje merece un comentario, porque creo que Fincher quiere que se interprete desde el punto de vista de 2020 como una reflexión sobre que las “fake-news” ya existían hace 80 años y no son algo nuevo. Los poderosos siempre han contado con los medios para hacer que salgan elegidos los candidatos que mejor se adaptan a sus necesidades, que obviamente no se corresponden con las necesidades de la gente normal. Sin embargo, si tenemos en cuenta que Trump ha perdido la presidencia de los Estados Unidos tras la vergonzosa campaña de todos los medios de comunicación “tradicionales” contra él, que abandonaron cualquier duda que pudiera haber sobre su “neutralidad” en campaña electoral, queda la duda sobre ¿quién es el poderoso aquí? ¿A quién querían en el cargo y sobre todo a quién querían desalojar del poder? Y ojo que Trump me parece un personaje terrible, pero lo que ha pasado en las elecciones de los EE.UU. No es ni medio normal. Resaltar en diciembre de 2020 este elemento de 1934 sobre que los medios de comunicación amañan elecciones no creo que vaya a servir para criticar a quien creo que Fincher quería criticar, la verdad.

Por otro lado, comentaba antes que Fincher ofrece momentos de sobra para que Oldman se luzca, entre los que sobresale el gran climax de la película que es un largo monólogo de más de 5 minutos en el que un Mank borracho se enfrenta a William Randolph Hearst y a Louis B. Mayer en una fiesta. Sin embargo, este climax fracasa porque… ¿les cuenta lo que va a ser el guión de Ciudadano Kane? ¿Ese es el climax? Lo siento, pero no funciona en absoluto, y de hecho no tengo claro que aunque Fincher pueda pensar que este despliegue interpretativo va a ser del gusto de los académicos, no tengo claro que sea lo que ellos realmente buscan.

Teniendo en cuenta la película aún siendo históricamente correcta muestra a las mujeres protagonistas prácticamente como floreros sin importancia real en la trama, dudo mucho que esta propuesta vaya a agradar a una gran parte de los académicos, sobre todo las mujeres.

En 1942, Herman Mankiewicz y Orson Welles ganaron el Oscar de la Academia a Mejor Guión Original. Sin embargo, Ciudadano Kane fue un desastre en la taquilla debido en parte por el boycott provocado por William Randolph Hearst, y marcó el final de las carreras de ambos. Mank no volvió a escribir un guión (indicado al final de la película) y Orson Welles perdió el “final-cut” y sus siguientes películas ya nunca tuvieron el nivel de libertad y creatividad que disfrutó en Ciudadano Kane.

Aunque Ciudadano Kane es historia del cine por muchos motivos y por su indiscutible calidad, el mensaje de la película parece ser que no compensa enfrentarse a los poderosos en vida, aunque tu obra trascienda a tu muerte y se convierta en universal. Otro detalle interesante es que la película se decanta por la idea que Welles a pesar de ganar el Oscar junto a Mank, no tuvo nada que ver en la escritura del guión, algo que ha sido objeto de disputa académica y sobre lo que no me atrevería decir que esta sea la versión correcta de la historia. Tampoco que no lo sea.

Mank ha supuesto una pequeña decepción y se va a quedar muy lejos de mis películas favoritas de Fincher. En todo caso, siendo Fincher, siempre hay elementos que merecen la pena ser descubiertos y considero que no hay excusa para no ver esta película estas navidades, aprovechando el estreno en Netflix.

Comparto el trailer de la película:

Mank va a ser una película que va a generar (ya lo está haciendo) un encendido debate cinematográfico. No va a estar dentro de mi Top-5 del director, pero Fincher sigue siendo un autor que seguiré viendo todo lo que estrene, ya sea en salas de cine o en la pequeña pantalla gracias a mi suscripción a Netflix.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de The Laundromat: Dinero Sucio de Steven Soderbergh (Netflix)

Steven Soderbergh estrena con Netflix su última película The Laundromat: Dinero Sucio, contando los entresijos de los paraisos fiscales y las compañía pantalla que abogados sin escrúpulos crean para que los poderosos oculten su patrimonio y no paguen impuestos.

PUNTUACIÓN: 5/10

Una viuda (Meryl Streep) investiga un fraude al seguro. Todas las pistas conducen a dos abogados de Ciudad de Panamá (Gary Oldman y Antonio Banderas) que se benefician de las lagunas del sistema financiero mundial…. Película sobre los llamados «papeles de Panamá», investigación periodística del 2017 en la que tras un filtración de un despacho de abogados se desveló que importantes personalidad mundiales tenían patrimonio no declarado en bancos de Panamá, paraíso fiscal. (FILMAFFINITY)

Dirigida por Steven Soderbergh a partir de un guión de Scott Z. Burns adaptando la novela de Jake Bernstein “Secrecy World: Inside the Panama Papers Investigation of Illicit Money Networks and the Global Elite.“, The Laundromat cuenta con un reparto de autentico lujo formado por Meryl Streep, Gary Oldman y Antonio Banderas en los papeles principales, y Jeffrey Wright, Robert Patrick, David Schwimmer y Sharon Stone entre otros como secundarios.

Tras años buscando financiación, Netflix produjo la última película de Steven Soderbergh The Laundromat: Dinero Sucio, historia en forma de fábula sobre el escándalo de los Papeles de Panamá y en general sobre la realidad de los paraisos fiscales. Un tema super interesante que sin embargo, tras ver la película, solo me transmitió una idea: Ahora entiendo por qué ningún estudio tradicional quiso financiársela.

Quedan lejos los días de los grandes éxitos comerciales de Steven Soderbergh como la serie de Ocean´s 11 o Erin Brockovich. Sin embargo, en los últimos años ha seguido ofreciendo una interesante filmografía alejado del mainstream que confirmaban que no ha perdido su buen ojo para contar historias a partir de un enfoque personal. Esto hace que sus películas sean de obligado visionado, incluso las fallidas como esta.

Y es que una cosa es contarnos como funcionan los paraísos fiscales y que el espectador entienda por la narración por qué están mal, no solo desde el punto de vista moral y ético en el que hay pocas dudas, sino también desde un punto de vista legal. Y frente a los grises legales y los complejos entramados societarios que a menudo impiden perseguir estas conductas, es básico un cambio en las normativas legales internacionales para perseguir estas conductas.

Sin embargo, Soderbergh opta por un panfleto político, una sátira en la que los villanos Gary Oldman y Antonio Banderas cuentan su historia a los espectadores mirando a la cámara y dirigiéndose a nosotros en todo momento. Digo sátira porque no hay matices, desde el primer fotograma son mostrados como unos gilis prepotentes que merecen ser “ostiados”, con trajes brillantes y ostentosos y actitud sobrada y chulesca. Esto provoca que a pesar de estar hablando de hechos reales muy serios que afectaron la vida de mucha gente, como la estafa de seguros mostrada, yo como espectador no pude tomarme en serio lo que me estaban contando.

Hay sin embargo una idea muy potente en la película que no conocía que merece destacarse y que casi justifica la existencia de The Laundromat, y es que los Estados Unidos fueron los creadores del primer paraíso fiscal de la historia en el estado de Delaware, paraiso fiscal que aún existe y que permite evitar cada año el pago de miles de millones a empresas de todo el pais. Esto es importante porque mientras se nos llena la boca de hablar de lugares exóticos como Islas Cayman o Panamá, resulta que el enemigo siempre estuvo en casa, y las autoridades no hacen nada para evitarlo.

Lamentablemente, a pesar del potentísimo casting, Meryl Streep o Antonio Banderas tienen poco donde rascar al actuar como narradores de parte. Gary Oldman está al menos curioso al interpretar a un abogado de origen aleman, adoptando un acento que al menos supuso cierto desafío interpretativo, pero poco más. Y el resto de secundarios de lujo, poco o nada que comentar porque poco o nada tienen que rascar.

Comparto el trailer de la película:

The Laundromat es una película denuncia fallida que, sin embargo, va a tener una difusión amplísima gracias a su estreno en Netflix, lo que me hace pensar que Soderbergh ha conseguido su objetivo que planteaba con ella.

PUNTUACIÓN: 5/10

 

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Reseñas Express Oscars: Déjame Salir, El instante más Oscuro y Mudbound

Antes de los Oscars intenté la mayor parte de películas nominadas para poder tener mi propio criterio. Sin embargo no tuve oportunidad de hablar de estar películas, por lo que voy a utilizar el formato de reseñas express.

 

Déjame salir, de Jordan Peele.

¿De qué va? Un joven afroamericano visita a la familia de su novia blanca, un matrimonio adinerado. Para Chris (Daniel Kaluuya) y su novia Rose (Allison Williams) ha llegado el momento de conocer a los futuros suegros, por lo que ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con sus padres, Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford). Al principio, Chris piensa que el comportamiento «demasiado» complaciente de los padres se debe a su nerviosismo por la relación interracial de su hija, pero a medida que pasan las horas, una serie de descubrimientos cada vez más inquietantes le llevan a descubrir una verdad inimaginable.

Opinión: Déjame salir fue una de las grandes sorpresas de 2017, y me ha parecido una película super entretenida. El inteligente guión de Jordan Peele es justo ganador del Oscar a mejor guión original, en esta su ópera prima, y triunfa por su capacidad de coger muchos de los mitos del racismo «latente» en los Estados Unidos y darles la vuelta. De esta forma, los padres de Missy no son racistas porque votaron a Obama, y vemos elementos de apropiación cultural de blancos de dicen ser fans de Tiger, por ejemplo.

Viendo la película me vino a la memoria la famosa frase «No es paranoia si de verdad te persiguen.» En este sentido, Peele demuestra ser un gran conocedor del cine de terror y sabe coger muchos elementos típicos y darles la vuelta de forma original. Quizá el único pero es el giro por el que conocemos toda la verdad, una verdad que es un poco una locura total. Pero dado que estamos en un producto de serie B, no molesta y la asumimos son problemas.

Déjame salir es por tanto una película inteligente que gustará no sólo a los fans del terror.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

El instante más oscuro, de Joe Wright

¿De qué va? Drama ambientado en 1940, cuando Winston Churchill (Gary Oldman) se convierte en primer ministro británico en un momento realmente crucial de la Segunda Guerra Mundial, pues los nazis avanzan imparables conquistando prácticamente la totalidad del continente europeo y amenazando con una invasión a Inglaterra. Churchill deberá entonces explorar la posibilidad de un tratado de paz con Alemania, o ser fiel a sus ideales y luchar por la liberación de Europa.

Opinión: El instante más oscuro es la típica película que triunfa al 99% por la interpretación del protagonista. Gary Oldman y su maquillaje fueron merecidísimos ganadores de sus respectivos Oscars. Si no fuera por la increíble forma en que Oldman da vida a Churchill, la película sería el típico telefilm del domingo al mediodía. Pero gracias a él, vemos la duda del primer ministro en un momento en que parecía que todo estaba perdido y que la única salida era pactar con Hitler, tal y como miembros de su propio gobierno pretendían. La fuerza de las convicciones de Churchill no cedió a las presiones, y convirtió la derrota de la retirada de Dunquerke en una gran victoria sobre la que se cimentó el contraataque.

Comentar también que Joe Wright estuvo años para poder rodar la película, y justo cuando se estrenó, parecía en parte una película compañera de Dunquerke de Christopher Nolan, contando parte de lo que Nolan no contó. Una jugada del destino que no benefició precisamente a la película de Wright: En todo caso, La hora más oscura es una buena película que gustará a la mayoría de espectadores.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

Mudbound, de Dee Rees

¿De qué va? Dos hombres regresan de la Segunda Guerra Mundial a su hogar, en una pequeña población rural en Mississippi. Allí tendrán que adaptarse a su nueva vida tras la guerra, y al racismo imperante en la región. Adaptación de la novela de Hillary Jordan.

Opinión: Mudbound es una película coral que cuenta la historia de dos familias, una blanca y otra de color, que están unidos por la tierra que cultivan, unos como dueños y otros como arrendatarios. Se apoya en un casting notable: Garrett Hedlund, Carey Mulligan, Jason Clarke y Jonathan Banks son la familia blanca, mientras que  Jason Mitchell, Mary J. Blige y Rob Morgan son parte de la familia negra.

La película muestra el racismo existente en la américa profunda de 1945, una época en la que un joven negro podía ser capitán y dirigir un tanque en el frente, pero sin embargo no podía entrar o salir por la puerta principal de la tienda del pueblo. Incluso la familia blanca que no es malvada, tiene actitudes totalmente racistas, que eran las que marcaban la vida social de esas comarcas. Frente a esto veremos a dos hombres que retornan del frente, uno blaco y otro de color, y que no pueden adaptarse a la vida «normal», ni a unas convenciones ridículas para cualquiera que hubiera salido a ver mundo, más si cabe cuando hablamos de unos soldados cuya vida dependía día a día de sus compañeros, sin importar el color de su  piel.

La película además va de menos a más, y su final tiene escenas bastante duras. A destacar que la película, estrenada por Netflix en España, recibió dos nominaciones a los Oscars, aunque no ganó ningún premio: Mary J. Blige a mejor Actriz Secundaria, y Rachel Morrison, como mejor Directora de fotografía, siendo la primera mujer en recibir una nominación en este apartado.

En resumen, una película muy recomendable, sobre todo teniendo en cuenta que la puedes ver tranquilamente en casa gracias a la suscripción de Netflix.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

En resumen, tres películas muy diferentes entre sí pero destacables y merecedoras todas de ser vistas, cada una por motivos diferentes.