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Crítica de Mountainhead de Jesse Armstrong (Max)

Jesse Armstrong triunfó como creador de Succession, así que tuve cierta curiosidad por ver Mountainhead, película estrenada en Max que plantea una crítica de trazo grueso hacia los magnates tecnológicos.

PUNTUACIÓN: 3/10

Cuatro amigos millonarios se escapan del ojo público cuando explota una crisis internacional.

Jesse David Armstrong (Oswestry, Inglaterra, 1970) es un guionista y productor británico. Conocido por escribir para una serie de varias series de comedia británicas aclamadas por la crítica, así como dramas satíricos, ha recibido numerosos elogios, incluidos dos premios BAFTA de televisión, tres premios Globo de Oro, tres premios WGA y ocho premios Emmy, además de nominaciones a un premio de la Academia y dos premios BAFTA de cine. Fue aclamado por crear la serie de HBO Succession, (2018-2023), con la que ganó cuatro veces consecutivas el premio Primetime Emmy al mejor guionista de una serie dramática.

Tras una vida en televisión, Mountainhead es su primera película como director, aunque no llegue a estrenarse en los cines debido a su estreno directamente en streaming en Max. Armstrong produce, escribe y dirige esta comedia satírica de 109 minutos de duración, que ha contado con fotografía de Marcel Zyskind y montaje de Mark Davies y Bill Henry. A pesar de ser un largometraje, los tiempos de producción recuerdan completamente a los de televisión, porque Armstrong empezó a escribir el guion en enero de este mismo año, realizándose el rodaje en la localización de la mansión de Park City, Utah, en marzo de 2025. La película se estrenó en España el 1 de junio.

En el reparto tenemos a cuatro actores en un espacio cerrado interpretando a 4 magnates tecnológicos. Steve Carell es Randall Garrett, el miembro más veterano y mentor del grupo que recientemente ha recibido un diagnóstico de cáncer incurable. Jason Schwartzman interpreta a Hugo «Souper» Van Yalk, quien, a pesar de su patrimonio neto de 521 millones de dólares, sigue siendo significativamente menos rico que sus amigos billonarios. Cory Michael Smith es Venis «Ven» Parish, propietario de Traam y la persona más rica del mundo, mientras que Ramy Youssef interpreta a Jeffrey «Jeff» Abredazi, propietario de Bilter, una empresa especializada en inteligencia artificial que es codiciada por Ven.

Estaba dudando si ver Mountainhead antes que terminara mi suscripción a Max, una vez terminé de ver The last of us. Y esto me parecía curioso, dado que Succession me gustó muchísimo. Sin embargo, este retrato / crítica satírica de cuatro de los techno-bros más ricos del mundo tenía toda la pinta de ser un panfleto infumable. Finalmente la vi. Y lamentablemente el elemento panfletario se confirmó.

Donald Trump ganó las elecciones americanas en noviembre, recibiendo una importante ayuda de Elon Musk que desmontó muchas de las mentiras de los demócratas. Y viendo los rapidísimos tiempos de producción de Mountainhead, la sensación que deja es que Armstrong pensó deprisa y corriendo una historia con la que «ajustarle cuentas» al dueño de Tesla y Twitter (ahora X). Aunque no es una norma exacta, cuando leo en wikipedia que Armstrong escribió el guion en 10 días me doy cuenta que igual debería haberle dado un par de vueltas a su historia. O a su falta de ella.

Tras ver la película y pensar en ella me doy cuenta que el intento de ataque hacia Elon Musk es evidente. Sin embargo, mientras veía la película, su no-historia me estaba dejando perplejo porque más que a Musk, la sensación que me dejaba era que a quien estaban criticando era a Mark Zuckerberg, el dueño de Facebook (ahora Meta). Que igual también, ojo. Y eso también me pasaba con el personaje interpretado por Steve Carell. ¿Está criticado a Bill Gates, a Jeff Bezos? ¿O la inspiración le vino a Armstrong de Steve Jobs, fallecido de cáncer? Al no estar al tanto de las biografías de los dueños de las empresas tecnológicas, ¿por qué debería?, la sensación era de estarme pendiendo parte de la gracia, lo cual es la peor sensación posible para una película de esta naturaleza. A todo esto, ¿A quién puede interesarle las vidas de estas personas? A mi desde luego no.

Mountainhead tiene un tema evidente. La película es una crítica hacia unos billonarios que viven aislados del mundo real en una burbuja mientras creen que el mundo tiene que plegarse a sus deseos. Estos millonarios son personas inmorales lamentables, y no se inmutan ante el dolor que viven las personas normales por todo el mundo por culpa de situaciones creadas por ellos. Aunque dicen que el dinero no les importa, hacen juegos para dejar claro dentro de este grupo de «amigos» quien es el más rico del grupo y quien el menos rico. Y lanzan todo tipo de ideas ridículas que van desde realizar un golpe de estado en los Estados Unidos o dirigir todo el continente sudamericano. Tan rápido como lanzan las ideas más alucinadas desaparece su interés en ella, pasando a la siguiente «genialidad».

Sin embargo, la película tiene un problema fundamental. Varios, en realidad. Y es que se queda a años luz de Succession a pesar de intentar recrear la mayoría de elementos que hicieron triunfar a su serie. Empezando porque intenta ser graciosa en varios momentos a costa del grupo de techno-bros, sin conseguirlo nunca. La serie tenía por ejemplo montones de momentos incómodos un poco de vergüenza ajena con las ideas ridículas de los hermanos y cómo ridiculizaban a las personas a su alrededor. Aquí esos momentos no funcionan.

Sussession tenía un contraste interesante con unos personajes asquerosos 100% ostiables que también mostraban momentos de humanidad y debilidad. En Mountainhead tampoco existe este matiz. Podría ser que el personaje de Jeff Abredazi, el propietario de la empresa de inteligencia artificial que es codiciada por Ven Parish (Elon Musk), es el único que muestra algún rastro de humanidad. Pero no lo bastante para hacerle interesante. Y mucho menos los demás. De hecho, se ha hecho un suplicio seguir las acciones de este grupo de niñatos asquerosos. Algo que reconozco que no ha ayudado al disfrute de esta película incluso teniendo clara la crítica mediante el intento de humor negro.

La no-historia de Mountainhead gira alrededor de la reunión de fin de semana de los 4 millonarios en un retiro alejado del mundo donde puedan alejarse del stress de sus complicados mundos empresariales. La reunión la organiza Hugo «Souper» Van Yalk (Jason Schwartzman), un rico acomplejado porque «sólo» posee 500 millones de dólares y no sabe como superar los 1000 millones que le convertiría en billonario (según los estándares anglosajones) como el resto de sus amigos.

La reunión tiene lugar coincidiendo con el lanzamiento en Traam, la empresa de Venis «Ven» Parish (Cory Michael Smith), el hombre más rico del mundo, de una aplicación que permite la creación de videos falsos indistinguibles de la realidad, lo que está provocando disturbios en todo el planeta. Estos videos falsos están provocando el inicio de guerras raciales, sociales, culturales y entre países en todo el mundo provocando miles de muertos que no tocan la fibra sensible de estos hombres ridículos y egoistas.

Al mismo tiempo, Randall Garrett (Steve Carell), otro milmillonario que es un poco el mentor del grupo, descubre que tiene un cáncer incurable. Debe ser jodido ser super rico y poder hacer lo que quieras y que no sea suficiente para salvar tu vida. De lo poco salvable de la película situaría la interpretación de Carell, que transmite de forma muy minimalista la sensación de vértigo y de no entender cómo él también va a morir como cualquier persona corriente. Su única tabla de salvación es conseguir que Ven Parish compre la empresa de I.A. de Jeff, con la esperanza que puedan crear la tecnología que les permita descargar la consciencia humana, lo que le convertiría en inmortal al iniciar una sociedad transhumana. Una tecnología que estiman que tardará en crearse alrededor de 5-10 años, el tiempo que le han dado de vida.

Cuando Jeff se niegue a vender, porque no traga a Ven y porque los problemas que la tecnología de Ven está creando en todo el mundo le están convirtiendo en aún más rico, al ser su I.A. lo único que puede distinguir las imágenes reales de las creadas por la tecnología de Traam, empezará el sorprendente y ridículo conflicto que se genera a partir del giro de la película. En ese momento todo lo ridículo que estaba siendo la película alcanza un nivel superior de estupidez. Y tengo claro que en parte esto es buscado para reforzar la idea que son personas ridículas, pero a mi no me funciona.

De los 4 protagonistas, Jeff es el único que parecía tener un poco de empatía ante el drama que se estaba viviendo en el resto del mundo y parecía claro que acabaría enfrentado a los demás. Sin embargo, el último giro final de la película (muy de Succession, a todo esto), sirve para que veamos que estos ricos no son personas normales, no se rigen por las mismas normas ni desde luego tienen los valores morales mínimos exigibles para vivir en sociedad. A todos esto, me hizo cierta gracia como Randall Garrett alude a filósofos y a citas de personajes históricos tergiversando lo que decían para acomodarlo a lo que necesita en cada momento. Ese pensamiento sí es típicamente trumpista y, desde una perspectiva española, totalmente Sanchista. Aunque claro, es lo mismo.

Mountainhead falla completamente en el ritmo, inexistente. En la creación de personajes y incluso tiene unos diálogos mucho menos brillantes de los que disfrutamos en Succession. Falla también en la progresión dramática. Todo parece una sombra de la brillantez que Armstrong nos regaló en la serie de televisión. Incluso diría que incluso la última sorpresa final de la película suena a «Esto ya lo he visto mejor antes».

No diré que he llevado una decepción tremenda con Mountainhead porque en realidad creo que esperaba algo así. Pero si creo que crear una película de este tipo con una fecha de caducidad tan evidente, de ahí las prisas por rodarla y estrenarla cuanto antes, van a ser una mancha en el curriculum de Jesse Armstrong. Tras Succession me dije a mi mismo que vería lo siguiente que hiciera Armstrong. Tras ver Mountainhead, me pensaré volver a ver algo suyo. No digo que no lo vaya a hacer, pero si que veré si es algo que me interesa o es mejor dejarlo correr.

Comparto el trailer de la película:

Mountainhead ha sido una decepción tremenda y un fail como una casa. No lo puedo expresar de otra manera.

PUNTUACIÓN: 3/10

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Crítica de Succession temporada 4 (HBO Max)

El final de Succession ha sido perfecto. No se le puede pedir más a esta cuarta temporada, que es ya historia viva de la televisión.

PUNTUACIÓN: 9/10

Serie de TV (2018-). Serie que sigue a la disfuncional familia de Logan Roy y sus cuatro hijos, que controlan una de las empresas de medios de comunicación y entretenimiento más importantes del mundo. En esta cuarta y última temporada la venta del conglomerado mediático Waystar Royco al visionario tecnológico Lukas Matsson está cada vez más cerca. La perspectiva de esta venta provoca angustia existencial y división familiar entre los Roys mientras anticipan cómo serán sus vidas una vez que se complete el acuerdo.

Succession es una serie creada por Jesse Armstrong, y cuenta como productores ejecutivos con Will Ferrell y Adam McKay. Armstrong escribe seis de los 10 episodios de esta temporada final. Otros guionistas que trabajan en la serie son Tony Roche & Susan Soon He Stanton, Lucy Prebble, Jon Brown & Ted Cohen, Georgia Pritchett & Will Arbery y Will Tracy. El productor ejecutivo de la serie Mark Mylod dirige 4 de los episodios, con Lorene Scafaria (2 episodios), Andrij Parekh (2), Becky Martin, Shari Springer Berman y Robert Pulcini dirigiendo el resto.

Succession está inspirada en la vida de Rupert Murdoch, el magnate australiano nacionalizado estaounidense dueño durante algunos años de la 20th Century Fox, las cadenas de televisión Fox (USA) y Sky (U.K.) así como periódicos como The Times o The Sun. El patriarca en la serie es Logan Roy, interpretado magníficamente por Brian Cox. Logan tiene cuatro hijos a cual más complejo, patético y con sed de poder: Connor (Alan Ruck) el hijo mayor de Logan de su primer matrimonio y que es un inútil con aspiraciones políticas y cero habilidades para la empresa, Kendall (Jeremy Strong), el primer hijo del segundo matrimonio de Logan, Siobhan «Shiv» (Sarah Snook), la hija menor y única hija de Logan y Roman (Kieran Culkin), el hijo menor de Logan.

Otros personajes importantes de la serie son Tom Wambsgans (Matthew Macfadyen), un ejecutivo de la empresa Waystar casado con Shiv, Greg Hirsch (Nicholas Braun), un sobrino nieto de Logan al que le dan trabajo a pesar de ser un inútil, trabajando siempre mano a mano con Tom. En esta temporada el gran adversario lo interpreta Alexander Skarsgård en el papel de Lukas Matsson, consejero delegado de GoJo, un gigante de internet que quiere comprar Waystar RoyCo.

Uno de las razones principales de suscribirme un mes a HBO Max era poder ver el final de Succession. Y tengo que alegrarme que esta temporada no haya decepcionado para nada. Es más, si no ha sido la mejor temporada de todas, es que está empatada. En la conclusión de la historia confluyen todas las claves de la historia creada por Jesse Armstrong, al tener una nueva lucha por el poder de los hijos de Logan Roy, unas personas rotas, egoístas, ambiciosas y traicioneras que odian a su padre pero siempre actúan buscando su aprobación. Y que aunque aman a sus hermanos, al mismo tiempo no confían entre ellos lo bastante como para trabajar en equipo.

Dado que la serie se emitió hace unos meses voy a hablar en abierto de las principales tramas argumentales, dado que obviamente quien quiso verla ha tenido tiempo más que de sobra para hacerlo. Y hablar de Succession es hablar de personajes complejos y atormentados y tramas circulares que llegan a conclusiones que pueden parecer super locas pero que resultan lógicas y que son consistentes con la naturaleza de los protagonistas.

Empezando porque Kendall, Roman y Shiv provocan la muerte de su padre al forzarle a viajar a Noruega para negociar más dinero para la fusión, pero cuando al final la fusión se confirma y los hermanos van a recibir el dinero adicional que querían en un principio, algunos de ellos descubren que lo que siempre quisieron era la compañía de su padre. Por cierto, que la fusión se consume significa que lo que el patriarca Logan quería es lo que ha acabado sucediendo, igual como cuando estaba vivo. La última victoria de Logan Roy frente a sus hijos llegó después de muerto. Y al mismo tiempo, por mucho dinero que tengas, no va a impedir que mueras igual que el resto de los mortales. Me gustaría decir que esta muerte muestra de alguna manera que el capitalismo salvaje no compensa, al estar Roy sólo sin nadie en el quien realmente confiar. Pero en realidad no lo creo porque Roy vivió y murió haciendo lo que quiso en cada momento, por lo que diría que Logan no le pudo pedir mucho más a la vida.

Dentro que toda la familia Roy está increíble, lo de Kendall y Roman es alucinante, probablemente el premio gordo de esta temporada se lo daría a Shiv y su marido Tom. Sus discursiones a corazón abierto en la que se dicen todas las verdades a la cara resultan demoledoras, mostrando sobre todo en la parte de Shiv (aunque no sólo) a una persona frágil que se las da de dura y que no quiere mostrar el amor que siente para no sufrir, como le pasó siempre en su relación con su padre y su madre. Sin embargo, que dentro del supuesto odio que tiene a Tom, al final traicione a sus hermanos a la hora de parar la fusión indica que ella se ha aferrado al poder, aunque al final de la serie sea Tom quien lo tenga como CEO de Waystar. Shiv es la que más veces ha cambiado de opinión en la temporada, dado que la dupla Kendall – Roman desde siempre tenían claro que querían quedarse con la empresa de su padre. Por cierto, dentro de la puñalada trapera de Shiv en el último episodio a Kendall, en el fondo no creo que esté equivocada cuando le dice a su hermano que no le ve capacitado para dirigir la compañía. O además de eso piensa que puede controlar a Tom más de lo que podría con sus hermanos.

Dentro de la serie de 10 episodios que ha tenido esta temporada hemos tenido capítulos espectaculares que son de lo mejor que se podrá ver en televisión en mucho tiempo. Por ejemplo, en el tercer episodio con la boda de Connor cuando descubren por teléfono que Logan a muerto en el avión es entre otros aspectos el ninguneo definitivo de Logan a su hijo mayor, al que ignoró toda su vida y que exageradamente hablando decidió morirse cuando más podía fastidiarle, coincidiendo con su boda. A todo esto, el patetismo de Connor es tristísimo, aceptando la falta de amor de su padre como inevitable. Y junto a este drama que hace que lo sientas por él, la serie siempre lo acompaña con una imbecilidad de niño rico caprichoso, como todo lo referido a su absurdo intento de presentarse a las elecciones presidenciales, lo que supone un gasto lamentable de cientos de millones de dólares para nada.

El cuarto episodio con las maniobras para conseguir el control de Waystar durante el velatorio de Logan. El viaje a Noruega para reunirse con el dueño de GoJo Lukas Matsson durante unas jornadas de hermanamiento para renegociar la venta al alza del quinto episodio. Los preparativos del lanzamiento de Living+ por parte de Kendall y Roman en el sexto vendiendo humo y contando una mentira tras otra para intentar oponerse a la fusión. La fiesta previa a las elecciones en el séptimo episodio que lleva a la agria discursión entre Shiv y Tom. La noche electoral del octavo episodio y como los Roy deciden usar a su conglomerado de medios ATN (la Fox sin decir que es la Fox), para ayudar al candidato republicano para conseguir sus objetivos, falseando el recuento de votos en un estado clave, declarando ganador al republicano antes de tiempo. El funeral de Logan del noveno episodio en el que entre otros sucesos Roman se derrumba de dolor por la muerte de su padre, echando por tierra su fachada de duro hombre de negocios. Y sobre todo, el climax final del décimo episodio en el que Shiv se alía con Kendall y Roman para intentar parar la fusión al descubrir que Lukas la ha engañado y no la va a elegir a ella como CEO de Waystars, dejando a un lado las diferencias con sus hermanos. Y como una vez tienen los votos suficientes para parar la operación, Shiv cambia de idea tras saber que Tom dirigirá Waystar, a pesar que inicialmente se sintiera indignada y dolida por la maniobra de su marido a sus espaldas para quitarle el poder.

Tom es un personaje paradigmático de Succession, porque muestra como el único mérito que tienes que tener es ser capaz de hacer lo que sea con tal de mantener el trabajo, peloteando a todo el que se pone a tiro y actuando de brazo ejecutor de los planes más tremendos sin dudarlo un momento. Durante muchos momentos Tom en una pasada super compleja, y sientes el dolor que siente al ver que su mujer le ignora (siempre lo hizo) y le trata como algo de usar y tirar. Pero como el resto de personajes, justo a continuación ves la forma en que trata a su supuesto «amigo» Greg y te das cuenta que es un trozo de mierda como los demás. Pero tampoco Greg sale bien parado en absoluto, siempre maniobrando y actuando de forma despreciable buscando su interés.

Dentro de una serie brillante en todo, hay que quitarse el sombrero ante los guionistas de la serie con su creador Jesse Armstrong a la cabeza. La brillantez del conjunto empieza con la historia de negocios pero adquiere una dimensión sideral gracias a unos brillantes diálogos y unos personajes complejos que me volaron la cabeza en cada episodio por un detalle u otro. Succession es la prueba viviente que los buenos escritores deberían tener siempre la opción de desarrollar sus mejores ideas con libertad creativa. Porque me centro en la familia Roy, pero los empleados de Waystar son una pasada también y añaden unos matices geniales mientras ves que todo el mundo se preocupa de lo suyo y cómo salir ganando a costa de lo que sea.

En cierto sentido, nos gusta ver sufrir a los ricos y los famosos. Dado que nunca tendremos su dinero, al menos nos consolamos pensamos que estos trozos de mie&%$ son infelices porque su padre nunca les quiso. Pero al mismo tiempo, te das cuenta que ningún niño debería sufrir nunca un trauma de este tipo, lo que es de nuevo un elemento brillante. Tengo que quitarme el sombrero también por el sobresaliente diseño de producción, que consigue meternos de lleno en este mundo de lujo y altas finanzas. Y también destacar la música de Nicholas Britell, que planteó una sensación operística que amplificaba el drama que viven los miembros de la familia Roy.

Siento que da igual lo que diga, nada le hará justicia a la brillantez como Succession ha echado el telón en esta cuarta y última temporada. Sin duda, una de las mejores series de la televisión. Volviendo al principio, he aprovechado el mes de suscripción para ver varias cosas, pero sólo por Succession ya está más que amortizado este gasto. Cuando veo una serie con esta calidad, no me extraña que el cine en salas comerciales sufra ante la pérdida de espectadores, porque difícilmente nada de lo que se estrena en cine va a ser igual de bueno que Succession.

Comparto el trailer de esta temporada:

Succession ha triunfado siendo fiel a si misma, con unos personajes que son ya historia de la televisión. Menuda seriaza. Y qué final.

PUNTUACIÓN: 9/10

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Crítica de Succession temporada 3 (HBO Max)

Con algo de retraso me puse al día con la tercera temporada de Succession,  la serie creada por Jesse Armstrong para HBO inspirada en la vida del magnate Rupert Murdoch y su familia, y como las temporadas previas, me ha flipado de forma increíble.

PUNTUACIÓN: 8/10

Serie de TV (2018-). Serie que sigue a la disfuncional familia de Logan Roy y sus cuatro hijos, que controlan una de las empresas de medios de comunicación y entretenimiento más importantes del mundo. La serie en esta tercera temporada continúa justo donde se quedó la segunda, en la que Kendall Roy rechazaba convertirse en el chivo expiatorio de los desmanes de la empresa, acusando de todos los delitos a su padre Logan Roy.

Succession fue creada por Jesse Armstrong, y cuenta como productores ejecutivos con Will Ferrell y Adam McKay. Esta cuarta temporada ha contado con 9 episodios, que terminaron de emitirse e HBO Max el pasado mes de diciembre. HBO Max ha renovado la serie para una cuarta temporada de cara a un estreno en el último trimestre de 2022. Jesse Armstrong escribe 4 de los nueve episodios de esta temporada, los dos primeros y los dos últimos, que curiosamente han sido dirigidos por Mark Mylod, que también dirigió la mayoría de episodios de la tercera temporada.

Succession está inspirada en la vida de Rupert Murdoch, el magnate australiano nacionalizado estaounidense dueño durante algunos años de la 20th Century Fox, las cadenas de televisión Fox (USA) y Sky (U.K.) así como periódicos como The Times o The Sun. El patriarca en la serie es Logan Roy, interpretado magníficamente por Brian Cox. Logan tiene cuatro hijos a cual más complejo, patético y con sed de poder: Connor (Alan Ruck) el hijo mayor de Logan de su primer matrimonio y que es un inútil con aspiraciones políticas y cero habilidades para la empresa, Kendall (Jeremy Strong), el primer hijo del segundo matrimonio de Logan y el verdadero all-star de esta temporada, Siobhan «Shiv» (Sarah Snook), la hija menor y única hija de Logan, una mujer super capaz atrapada en un mundo machista que no deja de desmerecerla y empequeñecer su valía, y Roman (Kieran Culkin), el hijo menor de Logan.

Otros personajes importantes de la serie son Tom Wambsgans (Matthew Macfadyen), un ejecutivo de la empresa Waystar casado con Shiv, Greg Hirsch (Nicholas Braun), un sobrino nieto de Logan al que le dan trabajo a pesar de ser un inútil y que en sus inicios simbolizaba el punto de vista de una persona normal en medio de este berenjenal empresarial.

Succession me parece una pasada. Esta colección de personas rotas que son riquísimas pero están vacías por dentro consigue atraparme cada vez que la veo por la complejidad de todos los personajes. Y entiendo que en parte esta serie puede decirse que son «blancos ricos con problemas de ricos» al buscar más que el poder, que también, la aprobación de un padre que es un ser despreciable. «Los ricos también sufren» sería también una descripción muy adecuada.

Tras el enorme cliffhanger al final de la segunda temporada en la que Kendall no acaptaba ser el chivo expiatorio y denunciaba a su padre que podría ir a prisión, esta tercera temporada empieza segundos después con las consecuencias, ofreciendo un montón de giros y sorpresas mientras Logan Roy y sus empleados (e hijos) hacen todo lo que está en su mano moviendo toda su influencia política y económica para intentar librarse. Jeremy Strong hace un despliegue actoral alucinante con su interpretación de Kendall por el que hay que quitarse el sombrero. Kendall es el ejemplo de niño rico actual que busca ser aceptado y querido. Toda su interpretación y la forma en que es patético mientras intenta parecer cool , contratando a Community Managers para convertirle en un trending topic guay cuando él es todo lo contrario me parece de largo lo mejor de esta temporada y una estupenda crítica a la cultura online de nuestros días.

Pero obviamente no es sólo él. Las traiciones y giros alrededor de toda la familia es alucinantemente divertido y adictivo. El machismo que sufre Shiv siendo seguro la hija más capaz de todos es acojonante y hace que sufras por ella, pero a la vez no deja de ningunear a su marido Tom y es bastante repelente en muchos momentos. Para repelente y asqueroso, Roman lo es todo el rato, pero a la vez entiendes que todo lo hace buscando la aprobación de un padre asqueroso, lo que hace que inevitablemente sientas lástima por él aunque sea un gilipollas el 99% del tiempo. Y así todos los personajes.

Si a eso sumamos una ambientación de altas finanzas, grandes mansiones y localizaciones estupendas, una música de Nicholas Britell que transmite una sensación de tragedia operística y unos episodios en los que pasan un montón de cosas, tenemos una combinación ganadora que en ningún caso da sensación de agotamiento. Dicho esto, espero y confío que la cuarta temporada sea el final, ya que es mejor dejarlo cuando estás en lo más alto, y no alargar la historia de forma en que se pierda interés poco a poco.

Comparto el trailer de esta tercera temporada:

Succession ha sido una increíble diversión, no veo el momento de que estrenen la cuarta temporada, que eso si, espero que cierre la historia. Mientras mantengan este nivel, yo lo veré encantado.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Succession temporada 2 (HBO)

La segunda temporada de Succession, la serie creada por Jesse Armstrong para HBO inspirada en la vida del magnate Rupert Murdoch, me ha encantado aunque también me ha recordado a los accidentes en la carretera y cómo no podemos dejar de mirar aún sabiendo que no deberiamos.

PUNTUACIÓN: 8/10

Serie de TV (2018-). Serie que sigue a la disfuncional familia de Logan Roy y sus cuatro hijos, que controlan una de las empresas de medios de comunicación y entretenimiento más importantes del mundo. En la segunda temporada asistiremos a la lucha de la familia por intentar evitar ser comprados por un grupo empresarial hostil.

Succession fue creada por Jesse Armstrong, y cuenta como productores ejecutivos con Will Ferrell y Adam McKay. La segunda temporada ha sido la de la confirmación de su éxito, donde ganó el premio a Mejor Serie Dramática y Jeremy Strong el premio a Mejor Actor de Drama em ños Emmys.

Para los diez episodios de esta segunda temporada, Armstrong escribe tres episodios, el inicial y los dos últimos, con guiones de Jon Brown, Tony Roche, Georgia Pritchett, Will Tracy, Susan Soon He Stanton, Jonathan Glatzer y Mary Laws. Los directores elegidos fueron Mark Mylod (4 episodios), Andrij Parekh (2), Shari Springer Berman y Robert Pulcini, Becky Martin y Kevin Bray. Matt Shakman, que actualmente triunfa en Wandavision, también dirigió un episodio de esta temporada.

Brian Cox interpreta al patriarca Logan Roy, el multimillonario fundador del conglomerado de medios y entretenimiento Waystar RoyCo. Es un líder despótico que pone a su empresa antes que sus cuatro hijos Connor (Alan Ruck), Kendall (Jeremy Strong), Siobhan (Sarah Snook) y Roman (Kieran Culkin), o su tercera esposa Marcia (Hiam Abbass).

La serie se centra también en el marido de Siobhan y pringado ejecutivo de RoyCo Tom Wambsgans (Matthew Macfadyen) y en Greg Hirsch (Nicholas Braun) nieto del hermano de Logan Ewan al que le dan trabajo en la empresa bajo las órdenes de Tom. Además, la gran sorpresa de esta segunda temporada es Holly Hunter, que interpreta a Rhea Jarrell, CEO de PGM, una empresa que Logan quiere absorber y con el que conectará por su dureza en los negocios.

La segunda temporada ha sido, al igual que me pasó con la primera, amoralmente divertida. En la mejor tradición de Dallas o Dinastía pero sin personajes positivos, Succession triunfa con unos personajes 100% “ostiables” todos que sin embargo están maravillosamente bien escritos. De hechos, aún siendo todos egoistas y amorales, la serie plantea que haya siempre un tira y afloja narrativo, teniendo un acto positivo seguido de una flipada de niño rico para que el espectador estemos siempre en la duda con ellos. En parte entiendes que a pesar de ser mega millonarios, los niños nunca llegarán a ser felices porque les falta lo principal, el amor de su padre, que al final es lo que más quieren. Y que por eso a veces lo pagan con el que tienen a su lado.

Dentro de la familia, el all-star se lo lleva Jeremy Strong con su alucinante interpretación de Kendall, el segundo mayor, llamado a suceder a Logan y que le traicionó en la primera temporada. Su personaje, sun defectos y adicciones y a pesar de todo su amor a su padre al que intenta complacer en todo me parece alucinante, un personaje de los que marcan una carrera. Junto a Kendall, las preocupaciones por la sucesión de Shiv y los esfuerzos de Roman para ser tenido en cuenta y que su padre le tome en serio marcan también las claves de esta segunda temporada.

Y hablando del patriarca, Logan Roy es un tiburón terrible, egoista y manipulador que transmite lo peor del capitalismo salvaje. Pero al mismo tiempo llegas casi a empatizar con él y entender que luche con todas las armas a su alcance para evitar que le quiten lo que más quiere: Su empresa. Logan es odioso y asqueroso, pero sus motivaciones en la serie se entienden no necesariamente desde un punto de vista empresarial, sino desde lo emocional. Lo cual, de nuevo, me parece un gran ejemplo de buena escritura.

Además de complejas operaciones financiera y viajes a localizaciones exóticas, la trama está regada con multitud de elementos que son super divertidos. Los personajes de Tom y Greg son penosos y están siempre como pez fuera del agua con la familia y las locuras de niño rico de Connor, el hijo mayor de Logan que quiere entrar en política aún siendo penoso, provoca momentos hilarantes que alivian el tono general. Este tono casi de comedia negra es otro elemento que hace que Succession entre tan bien, ya que si todo fuera un dramón super oscuro el factor entretenimiento se perdería, en mi opinión.

Y aunque parezca contradictorio, junto al tono ligero que tiene la serie, la música dota a las imágenes de una cualidad casi operística que llega a evocar los grandes dramas Shapespearianos. Es complicado, pero me parece alucinante como la unión de todos estos elementos en muchos aspectos opuestos sin embargo funcionan y convierten a Succession en una serie que es todos pros y ningún contra.

Quizá el único pero sea precisamente que alguien despistado puede acabar glorificando la figura de estos tiburones de Wall Street que se creen por encima de las leyes y la moral, cuando realmente Succession es (pienso yo) una buenísima crítica contra estos ricos y famosos.

Comparto el trailer de esta segunda temporada:

Succession se ha convertido en un entretenimiento tremendamente adictivo, y no tengo duda que veré la tercera temporada cuando se estrene en HBO.

PUNTUACIÓN: 8/10

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