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Crítica de The nice house on the lake vol. 2 de James Tynion IV, Álvaro Martínez Bueno y Jordie Bellaire (DC Comics – ECC Ediciones)

El primer volumen de The nice house on the lake de James Tynion IV y Álvaro Martínez Bueno, con color de Jordie Bellaire fue una de las sorpresas comiqueras del año pasado. Un año después, llega el momento de conocer el final de la historia con la publicación por parte de ECC Ediciones del último número de esta serie de DC Comics editada dentro del sello Black Label.

PUNTUACIÓN: 7/10

El superventas James Tynion IV ha cambiado la cara del terror en el cómic moderno. Prepárate para el segundo volumen de su historia más ambiciosa hasta la fecha junto al artista Álvaro Martínez Bueno. ¡Descubre los secretos de La bonita casa del lago!

Ganador del Premio Eisner 2022 a Mejor Serie Nueva y Mejor Escritor.

Uno de los libros de terror más aclamados por la crítica y más vendidos de 2021 regresa para su impactante segundo acto, ¡y ahora es el momento perfecto para entrar en la casa! Los 10 resistentes supervivientes reunidos en la casa por su amigo común Walter pensaban que por fin habían descifrado el código de sus planes… y ahora todo lo que creían saber ha cambiado literalmente. ¿Podrán liberarse de sus patrones? ¿O están todos decididos a construir su propia prisión?

James Tynion IV comenzó su andadura en el mundo del cómic ayudando a Scott Snyder a escribir historias de apoyo para la innovadora serie de Batman durante el reinicio de los New 52. Tynion pronto empezó a escribir Talon, una serie que surgió de la popularísima línea argumental «Batman: La Corte de los Búhos». También ha escrito Batman: Detective Comics, Constantine: The Hellblazer, y Red Hood and the Outlaws. El año pasado su nombre adquirió una gran notoriedad a partir de su anuncio que abandonaba DC para crear sus próximas obras en Substack, aunque este anuncio no afectó a este comic de creación propia que estaba siendo publicado dentro del sello Black Label de DC Comics.

Álvaro Martínez Bueno (Torrelavega, 1982) es un artista español de comics. En 2004 se gradúa en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y comienza su carrera artística en el ámbito de la creatividad publicitaria, desarrollando ilustraciones y storyboards para marcas como Coca Cola, Vodafone, Orange, Ikea, McDonalds, El Corte Inglés o, entre otros, la Comunidad de Madrid. En su larga trayectoria como dibujante para el mercado del comic americano, ha trabajado también en otras series de DC como la mítica Detective Comics, Justice League Dark, Batman & Robin Eternal, Aquaman, X-Men y, además, para las editoriales Marvel Comic y Valiant Entertainment. Actualmente ha firmado un contrato para trabajar en exclusiva con DC Comics.

James Tynion IV ha completado el primer volumen de Nice house on the lake confirmando la estructura de relojería con que planteaba esta historia de un grupo de personas obligadas a vivir en un espacio cerrado junto a un lago del que no pueden escapar debido a un hecho sobrenatural. Leyendo esta conclusión se nota que estamos ante un guion cerrado desde antes de empezar a escribir el primer número, mostrando de alguna manera unos hechos inevitables que no podían terminar de otra manera que como lo hacen. Dicho esto con todas las connotaciones positivas posibles.

El dibujo de Álvaro Martínez Bueno está estupendo. Como en el primer volumen destaca la cualidad arquitectónica de sus páginas, al colocar siempre a los personajes en espacios concretos de la casa y alrededores que hace que tengamos claro donde sucede la acción. Por otro lado, Martínez aprovecha las posibilidades que le permite la estructura de página, jugando con narración horizontal o vertical según le vaya interesando. Además, mantiene un ritmo perfecto para esta historia, planteando numerosas sorpresas y shocks aprovechando el giro de la página, aumentando la tensión durante la lectura. Por ponerle un pero, a medida que avanza la serie parece que le cuesta dibujar a los personajes, porque hay varios momentos en los que sus figuras están en sombra en situaciones en las que no era necesario, o con facciones muy básicas, por lo que hacía complicado saber qué personaje era cada uno. Me gusta el dibujo de Martínez, pero estas pequeñas cosas junto a la resolución de la historia de Tynion han provocado que no disfrutara este comic como esperaba.

En mi reseña del primer volumen destacaba también el color de Jordie Bellaire, y en este caso voy a matizar un poco mi valoración. Y es que si bien Bellaire triunfa a la hora de resaltar la naturaleza sobrenatural y casi rozando el terror de algunas de las situaciones que van a vivir los personajes atrapados en esta casa, en este volumen hay varios momentos de conversaciones normales en los que el color quedaba raro y me entorpecía la lectura, en lugar de hacer lo contrario, ayudar a crear la atmósfera más adecuada en cada momento. Está claro que hablamos de decisiones conscientes de la colorista, pero no he conectado con la propuesta como durante el primer volumen.

Hay otro tema importante en relación a la estructura, y es que en la casa tenemos a 12 personajes (contando a Walter, el anfitrión) como 12 son los números de esta colección. Sin embargo, varios de ellos realmente no pintan apenas en la historia, más allá de usarles en los prólogos de cada número contándonos un aspecto de su relación con Walter. Comentaba sobre el dibujo de Martínez que me costaba diferenciar a algunos personajes, pero eso también es debido a la falta de importancia de varios en la resolución de la trama, por lo que no es extraño que les confundiera, al ser básicamente intercambiables. Y esto es debido porque a pesar del reparto coral, la serie se apoya mayoritariamente en la compleja relación entre Walter y Norah, mientras vemos a Tynion reflexionar sobre la amistad, lo que buscamos en los demás frente a lo que son en realidad y el egoísmo de nuestra vida cuando intentamos cambiarles. También sobre el libre albedrío o la posibilidad que un ser superior juegue con nosotros una partida de poker con las cartas marcadas en la que no podemos hacer nada excepto actuar como se espera de nosotros. En esta segunda parte el tono casi tocando el terror inicial cambia hacia una drama existencial, lo que reconozco me sorprendió bastante. Como veis, hay numerosos elementos muy interesantes en la historia de Tynion, pero no acaba de rematarlos, a pesar que el giro final es perfecto, por lo que no llega a volarme la cabeza en ningún momento.

Otro elemento con el que he conectado menos es que en el primer volumen Tynion planteaba páginas de apoyo con mensajes de texto de móbil para aportar una interesante información de los personajes y de Walter. Sin embargo, en este volumen, estas páginas que sobre todo se han dejado para el último número me han parecido páginas que no aportan nada realmente importante y nos cortan el ritmo en medio del que es el climax final. De alguna manera, Tynion ha repetido el fail de la franquicia mutante, que incorporó en las primeras miniseries interesantes textos que ampliaban la experiencia de la revolución plantada por Jonathan Hickman, pero en seguida se convirtieron de páginas «basura» de relleno sin interés que de alguna manera parecía que su objeto era simplemente ampliar las páginas como fuera para así poder Marvel y Panini cobrarnos más por esa grapa.

Hablando del climax, hablaba en positivo sobre los finales inevitables que resultan casi los únicos posibles teniendo en cuenta lo que hemos leído hasta ese momento. Esto que es positivo queda un poco empañado por el hecho que este climax se construye a partir de un diálogo clave entre Walter y Norah en el noveno número que es repetido prácticamente literal en la resolución. Y esto, incluso con la esperada aunque brillante sorpresa final, me rompió la tensión del número y me dejó con sensación anticlimática. Dentro que me parece estupendo haber tenido la oportunidad de leer una historia tan diferente a todo lo que leo habitualmente, con un dibujo top que encaja perfectamente con la historia y el tono.

Por cierto, otro elemento que tengo que comentar es que estos doce números han planteado una historia relativamente autoconclusiva, pero realmente hay tantos elementos abiertos que no me deja la sensación de final cerrado que esperaba que tuviera este volumen, independientemente de cual fuera. De hecho, la última viñeta del comic indica «final del círculo uno», lo que confirma que Tynion y Martínez van a realizar al menos un segundo volumen. Y entiendo que tras ganar dos Eisner tienen todo a favor de continuar un comic que es un éxito de crítica y público. Pero tengo que reconocer que hubiera preferido un final FINAL. Porque aparte, así es como DC y ECC vendieron este comic. Dicho esto, los inicios de cada grapa en la que versiones del futuro de los personajes hablaban sobre Walter desde una ubicación cataclísmica ya me debería haber indicado que era imposible terminar la historia en doce números. Pero reconozco que la novedosa propuesta me tenía enganchado sin necesidad de tener que especular sobre cómo iba a continuar la historia.

Creo que me está quedando un texto un pelín negativo de un comic que realmente me ha gustado. Quizá la primera parte estuvo tan bien que esperaba una brillantez que no he llegado a encontrarme en este segundo volumen, lo que me deja este resquemor. Sin embargo, creo que The nice house on the lake es un comic super recomendable.

Comparto las primeras páginas de este segundo volumen, que mantienen la estructura de los números previos:

Nice house on the lake ha sido un buen comic con una premisa potente y un buen desarrollo, pero igual la resolución no ha estado a la altura. Con todo, es genial poder leer una historia tan diferente como esta.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Miracleman by Gaiman & Buckingham: The Silver Age 1-2 (Marvel Comics)

Que tras más de 25 años podamos por fin conocer el final de la historia de Miracleman: The Silver Age que Neil Gaiman y Mark Buckingham crearon en la década de los años 90 es un pequeño milagro. Hoy comparto mis impresiones de los dos primeros números publicados por Marvel Comics que aún pueden ser considerados como reedición de los comics de Eclipse, a pesar que Buckingham con color de Jordie Bellaire haya modificado casi completamente el dibujo respecto a lo publicado originalmente.

PUNTUACIÓN: 7/10

Comienza «La Edad de Plata», la historia inacabada de Neil Gaiman y Mark Buckingham. El joven Miracleman, el miembro perdido de la familia Miracleman, ha vuelto. Sus últimos recuerdos eran de un mundo de alegría e inocencia de 1963. Ahora se encuentra en el siglo XXI, donde sus mejores amigos se han convertido en dioses y monstruos. Remasterizado con nuevas e impresionantes ilustraciones de Mark Buckingham. Incluye material originalmente presentado en MIRACLEMAN nº 23 y 24, publicados originalmente por Eclipse en 1993-94, además de contenido extra.

Marvel Man, luego transformado en Miracleman cuando el comic fue publicado en Estados Unidos, es uno de los comics más influyentes de los años 80 que sin embargo muy poca gente leyó. Aunque fue creado en 1954 por el guionista y dibujante Mick Anglo para el mercado británico, no fue hasta 1982 en que Alan Moore escribió su etapa histórica dibujada por Garry Leach y Alan Davis. La editorial americana Eclipse empezó a publicar estos comics publicados inicialmente en la revista inglesa Warrior, que incluían entre otros elementos algunas de las escenas de matanzas más impactantes de la historia del comic. O un nacimiento mostrado de forma explícita sin tapujos.

Tras finalizar la etapa de Moore en el número 16, Eclipse contrató a Neil Gaiman para continuar la historia, algo lógico teniendo en cuena la amistad de éste con Moore. Gaiman planteó tres arcos de seis números que denominó The Golden Age, The Silver Age y The Dark Age que cerraría su historia. The Golden Age se publicó en los números 17-23 de la colección entre 1990 y 1991, a lo que seguiría una miniserie de 3 números tituladas Apocrypha realizada por varios autores. El segundo arco The Silver Age quedó inconcluso tras publicarse tan sólo dos números, números 24 y 25, al declararse en quiebra Eclipse en 1994.

Marvel ha iniciado la publicación de The Silver Age empezando por los dos números de Eclipse, aunque Mark Buckingham ha vuelto a dibujar prácticamente estos números en su totalidad, como bien puede apreciarse en los extras que Marvel incluye en su edición. Y es que puestos a terminar la historia, está claro que quedaría raro leer un comic que contuviera dos números con el estilo del Buckingham de hace 25 años mientras que los 4 restantes ya serían con su estilo y narrativa actual. Y la verdad es que la «remasterización» le sienta muy muy bien al comic. Buckingham aprovecha la oportunidad ofrecida por Marvel para crear momentos más espectaculares y una narrativa más fluida, aprovechando las posibilidades de la doble página abierta como unidad narrativa. En este sentido, me resulta muy interesante la decisión del color de Jordie Bellaire, que aporta una sensación de anacronismo a la obra, al plantear colores planos casi como si el comic se hubiera coloreado en los años 90 antes del surgimiento del coloreado digital que en este.

En lo relativo a la historia de Gaiman, aún queda todo por contar. Es interesante recordar que esta historia fue escrita por un Gaiman primerizo que acababa de empezar Sandman y no era es escritor super estrella que es ahora. La resurrección de Young Miracleman en un mundo que no reconoce como suyo con unos familiares convertidos en dioses vivientes en la tierra ya ha mostrado el punto de ruptura. Y me deja con ganas de saber cómo va a continuar la historia, dentro que confío y estoy seguro que Gaiman no repetirá una masacre, al ser algo ya contado por Moore. Pero es curioso que una historia planteada por Gaiman en los 90 como futurista al ambientarla en 2003, ahora queda de alguna manera como anacrónica y un tanto retro al leerse por primera vez en 2022.

Debo comentar además que estos comics publicados por Marvel están bien, pero se enfrentan a unas expectativas imposiblemente altas debido a las expectativas de los lectores de poder leer unos comics inconclusos desde hace más de 25 años. Lo digo porque soy el primero que los he leído y me han parecido «bien sin más». Y aunque espere a leer The Silver Age en su totalidad para valorarla, realmente Gaiman y Buckingham solo buscaban crean un buen comic, no uno que parece que tenga que marcar un antes y un después en la historia del medio. Cuanto antes consiga asumir esta realidad, creo que más posibilidades tendré de disfrutar de este comic como lo que es en realidad. Algo que no ha cambiado desde 1994 en que se publicó por primera vez.

Comparto las primeras páginas del comic:

Miracleman: The Silver Age ha comenzado bien pero falta por ver si Gaiman y Buckingham están a la altura de unas expectativas posiblemente demasiado elevadas teniendo en cuenta el tiempo transcurrido.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de The nice house on the lake Vol. 1 de James Tynion IV, Álvaro Martínez Bueno y Jordie Bellaire (DC Comics – ECC Ediciones)

Me uno a la aclamación popular ya que me ha gustado muchísimo el primer volumen de The nice house on the lake que recopila los seis primeros números de la serie creada por James Tynion IV y Álvaro Martínez Bueno, con colores de Jordie Bellaire, dentro del sello Black Label de DC Comics, que ECC Ediciones está publicando actualmente.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Con «Algo está matando a los niños» y «El departamento de la verdad», James Tynion IV ha cambiado la cara del terror en el cómic moderno. ¡Ahora prepárate para su historia más ambiciosa, junto a su compañero de Detective Comics Álvaro Martínez Bueno!

Todos los invitados a la casa conocen a Walter, o al menos lo conocen un poco. Algunos lo conocieron en la infancia; otros lo conocieron hace meses. Y Walter siempre ha sido un poco… raro.

Pero después del año más duro de sus vidas, nadie iba a rechazar la invitación de Walter a una casa asombrosamente hermosa en el bosque, con vistas a un enorme lago silvestre. Es hermosa, opulenta y privada, así que ¿una semana soportando los extraños planes y apodos de Walter a cambio de las vacaciones de su vida? ¿Por qué no?

Todos ellos se encontraban en ese momento de sus vidas en el que podían sentir que se alejaban de sus otros amigos; ¿no sería una oportunidad para volver a conectar? En The Nice House on the Lake, las ansiedades primordiales del siglo XXI adquieren un nuevo y aterrador rostro, y puede que sea el de la persona en la que una vez confiaste más.

Este primer volumen de The nice house on the lake recopila los seis primeros números de esta serie de doce comics.

James Tynion IV comenzó su andadura en el mundo del cómic ayudando a Scott Snyder a escribir historias de apoyo para la innovadora serie de Batman durante el reinicio de los New 52. Tynion pronto empezó a escribir Talon, una serie que surgió de la popularísima línea argumental «Batman: La Corte de los Búhos». También ha escrito Batman: Detective Comics, Constantine: The Hellblazer, y Red Hood and the Outlaws. El año pasado su nombre adquirió una gran notoriedad a partir de su anuncio que abandonaba DC para crear sus próximas obras en Substack, aunque este anuncio no afectó a este comic de creación propia que estaba siendo publicado dentro del sello Black Label de DC Comics.

Álvaro Martínez Bueno (Torrelavega, 1982) es un artista español de comics. En 2004 se gradúa en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y comienza su carrera artística en el ámbito de la creatividad publicitaria, desarrollando ilustraciones y storyboards para marcas como Coca Cola, Vodafone, Orange, Ikea, McDonalds, El Corte Inglés o, entre otros, la Comunidad de Madrid.

En su larga trayectoria como dibujante para el mercado del comic americano, ha trabajado también en otras series de DC como la mítica Detective Comics, Justice League Dark, Batman & Robin Eternal, Aquaman, X-Men y, además, para las editoriales Marvel Comic y Valiant Entertainment. Actualmente ha firmado un contrato para trabajar en exclusiva con DC Comics.

Entrando a valorar este comic, The nice house on the lake me ha parecido una pasada, el ideal al que todo comic debería aspirar. Este comic es una de esas historias que se disfrutan aún más cuando se llega a ella sin saber nada del argumento, como fue mi caso. Más allá de la premisa de un grupo de gente encerrada en un espacio cerrado, Tynion IV me ha volado la cabeza en todos los aspectos, empezando con el giro al final del primer número que marca la primera gran sorpresa del comic, cuando descubrimos cual es la historia en realidad. Sorpresea que no va a ser la última, porque en cada número hay uno (o varios) shocks que hacen que el comic tenga un ritmo modélico.

El comic se siente como un engranaje de relojería en el que además de Walter, el anfitrión, cada uno de los 10 invitados están ahí por un motivo concreto y con un papel importante que jugar en la historia. Tynion además juega con la narrativa no lineal como forma de incrementar la tensión mientras conocemos a los diferentes personajes, con resultados super satisfactorios. Agradezco la forma que ha planteado para que conozcamos a los diferentes personajes, ya que 10 personas son muchas para un comic de 24 páginas y planteado de forma tradicional, la presentación se hubiera alargado en exceso, cosa que no sucede en el comic. No recuerdo haber leído nada similar a The nice house on the lake en el medio comiquero, realmente todas las comparaciones que me vienen a la cabeza serían del medio televisivo empezando por Lost. Esto me parece muy interesante, sobre todo porque de momento creo que Tynion ha sido muy hábil en la traslación al formato comic del modelo de historia televisiva de «misterio con cada episodio centrado en un personaje mediante flashbacks» que tan popular se hizo en la televisión a partir de la serie creada por J.J. Abrams y Damon Lindelof.

Aprovecho para comentar lo chulas que son las páginas de apoyo que encontramos en cada número, que sirven para dar información interesante sobre un aspecto de la historia o el espacio donde se encuentran. Ver lo interesantes que resultan estas páginas hizo que recordara lo mal que me sienta cuando este recurso se utiliza mal, como estamos viendo en los últimos meses en la franquicia mutante de Marvel Comics. Cuando Jonathan Hickman creaba estos textos de apoyo en Dinastía de X / Potencias de X tenían un sentido y resultaban interesantes, pero en el último año se han convertido en un relleno sin interés que dan un poco de vergüenza ajena y sólo sirven de excusa para llenar páginas y cobrarnos más por el comic.

Los personajes son otro de los puntos fuertes de la historia, al ser personas muy diferentes que reaccionan a lo que les va a pasar de formas muy diferentes, anticipando un conflicto que diría va a ser inevitable. En este sentido, reconozco que en algunos momentos he sentido un poco de confusión al no tener claro quien es cada personaje en algún momento concreto y, en su caso, qué papel y personalidad tienen. Creo que con las relecturas este comic va a mejorar un montón, porque no creo que esta confusión sea un problema de la historia sino de la complejidad que Tynion plantea a los lectores confiando nuestra capacidad de comprensión.

Por cierto, otro elemento que me ha gustado mucho de estos seis números es la capacidad de síntesis del comic mostrando los elementos más interesantes, así como el uso de Tynion de la elipsis entre cada número. Si los lectores tienen que esperar un mes para poder leer la siguiente grapa, Tynion también aprovecha este parón para hacer que la historia avance temporalmente, de forma que permite que los lectores en cierto sentido rellenemos los huecos en la historia entre cada grapa.

Si el guión de Tynion IV me ha parecido bueno, el apartado artístico a cargo de Álvaro Martínez Bueno en el dibujo y Jordie Bellaire en el color me parece fantástico. Los estudios de Bellas Artes y el gusto por la arquitectura de Martínez Bueno son aprovechados por el dibujante español para crear el que probablemente sea uno de los mejores trabajos de su carrera. La casa al lado del lago se siente como un espacio real en el comic, con una serie de habitaciones y estancias que podrían estar sacadas de una revista de arquitectura moderna. Junto al elemento arquitectónico, los diseños de personajes me parecen muy chulos y acertados. Comentaba antes que tuve alguna confusión sobre la identidad de algún personaje, pero no diría que es un tema del dibujo, sino de la propia complejidad de una historia con multitud de protagonistas.

Otro éxito del comic es la narrativa de Martínez Bueno. El comic juega mucho con la sorpresa al girar la página, y encontramos páginas con narrativa horizontal además de la clásica vertical, aprovechando al máximo las posibilidades narrativas y expresivas que la historia pone a su disposición. Además, dado que estamos ante una historia de terror, Martínez Bueno crea momentos perturbadores que funcionan increíblemente bien en la página.

Si el dibujo es tan bueno es también por el color de Jordie Bellaire, una de las mejores coloristas del medio. Sus páginas tienen una paleta de color super variada para reforzar la expresividad o el shock que cada escena tiene que transmitir. En este sentido, las páginas de flash-forward al principio de cada grapa también cuentan con un color diferente que refuerza los diferentes momentos temporales en que se mueve la historia.

Si a un comic se le pide una buena historia que resulte original con personajes que importen y con un buen dibujo que cuente bien la historia, realmente no se le puede pedir más a The nice house on the lake.

Comparto las primeras páginas del comic:

The nice house on the lake apunta a que va a convertirse, si no lo es ya, en uno de los comics del año. Muchas ganas de leer la continuación de la historia.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de Bruja Escarlata vol. 3 El último maleficio (Marvel Comics – Panini)

Termino la lectura de la serie en solitario de la Bruja Escarlata con el tercer volumen publicado por Panini en 2017 y que cerró la historia planteada por el veterano escritor James Robinson.

PUNTUACIÓ: 6/10

Contiene Scarlet Witch v2, 11-15 USA Último tomo. La Bruja Escarlata viaja hasta Serbia, para zambullirse profundamente en sus raíces gitanas. ¿Quiénes eran sus padres? ¿De dónde vinieron? Wanda descubrirá las respuestas… y buscará venganza.

Guión de James Robinson, con dibujo de Leila Del Luca y Felipe Sobreiro (numero 11), Annapaola Mariello con Matt Yackey (12), Jonathan Marks-Berracchia y Rachelle Rosenberg (13), Shawn Crystal y Chris Brunner (14) y Vanesa R. Del Rey con Jordie Bellaire (15 y último de la serie).

Pues lamento decirlo, pero este último volumen de la Bruja Escarlata me ha parecido el peor de los tres. De hecho, hay muy pocas cosas que me funcionan en estos comics. Empezando por la historia de James Robinson, que en el momento en que debe darnos respuestas a todo, al problema de la magia y a la historia de Wanda, su verdadero origen y alcance de sus poderes, éstas no pueden ser más random y más ¿intrascendentes? Con lo bueno que fue Robinson en el pasado, no entiendo qué ha fallado aquí.

También hay que reconocer que Marvel la cagó cuando cambió el origen de Wanda y Pietro para hacer que NO fueran mutantes por culpa de las películas de Fox y para no «cederles» personajes a la competencia. Eso provocó un montón de problemas que al menos en parte James Robinson se encarga de aclarar, estableciendo cual es el origen y la cronología oficial de su pasado que va a regir a partir de ahora. Sin embargo, esta historia no acaba de funcionar debido a un deficiente dibujo sin personalidad que falla en imprimir la dosis de emoción que esta historia debería tener.

Peor es el tema de la amenaza en la sombra que estaba amenazando el mundo de la magia desde el número uno. Y esto sí es 100% cosa de Robinson. El climax del número 14 me parece un bluf de principio a fin, no sólo por la amenaza y su nula presencia, sino por unas utilizaciones de poderes mágicos convertidos en explosiones de luces mágicas que no pueden ser más chorras. Peor es el propio final de la serie, en el que no acaba de quedar clara cual va a ser la función de Wanda en el Universo Marvel. ¿Caza demonios, exorcista, aventurera sobrenatural, arqueóloga de la magia? Todo y nada a la vez. De hecho, hacer que Wanda tuviera que pagar un precio por usar la magia, algo que también vimos en la etapa de Jason Aaron en Doctro Extraño, era algo interesante, pero eso queda eliminado al final, de forma que hasta eso se siente como una pequeña decepción. Por otro lado, si esperabas saber el límite a los poderes de Wanda o en general cómo funcionan, no esperes encontrarlo tampoco aquí.

Pero no es solo la historia de Robinson, el apartado artístico también es motivo de queja en este volumen. Cuando el comic planteaba historias más o menos autoconclusivas, podía tener cierto sentido que cada número estuviera dibujado por un artista diferente. Pero en este volumen los números 11 a 14 cuentan la historia de origen de Wanda, por lo que el baile de dibujantes le hace mucho daño a la narrativa conjunta. Pero es que además los editores con mal criterio optan por artistas que con completamente diferentes entre si, lo cual hace que todo case aún peor, de forma que si la historia de Robinson era normalita, su lectura sea mucho peor.

En este sentido, me parece un fail como una casa la elección de los diferentes artistas sin pensar en cómo van a quedar cuando la historia se leyera de un tirón como es el caso. A una correctísima Leila Del Luca con Felipe Sobreiro en el número 11, que empieza la historia en Croacia, le sigue Annapaola Mariello como artista del número 12. Este número es clave en la serie, porque conocemos a un familiar de Wanda y Pietro aún con vida, pero su estilo super funcional random no consigue transmitir personalidad o la más mínima emoción en uno de los momentos clave para Wanda. Este número me pareció artísticamente de los más flojos de la serie.

En el número 13, Jonathan Marks-Berracchia con color de Rachelle Rosenberg es todo lo contrario, un dibujo «feista» en la tradición de un comic Vertigo casi de Ted McKeever, con unas páginas repletas de manchas oscuras y unas figuras antinaturales. A Marks-Berracchia se le hace muy complicado contar una historia con sus viñetas de forma fluida y no pega en nada con los comics publicados antes ni después. Tras este comic, Shawn Crystal y Chris Brunner nos dibujan el climax de la búsqueda de Wanda en el número 14, un comic que como comentaba anes en lo artístico tampoco funciona en ningún momento. Es cierto que la historia es random y Robinson no está en su mejor momento, pero el dibujo de este número también lo vi muy muy flojo.

Por último, tiene sentido que Vanesa R. Del Rey con Jordie Bellaire que abrieron la serie se encarguen del último número que lo cierra. Y aunque no conecto con el estilo de Del Rey al menos sí le encuentro personalidad. En todo caso, este número como cierre de la historia de Wanda la verdad es que tampoco me acaba de funcionar, lo que hace que globalmente este comic me haya dejado con cierta sensación de intrascendencia.

He acompañado esta reseña con páginas de cada uno de los cinco números de la serie para que también vosotros podáis valorar de alguna manera si estos artistas se compenetran o si son un huevo y una castaña entre si. Ya sabéis mi opinión al respecto, pero creo que tenéis elementos para poder crearos vuestro propio criterio.

El comic de Bruja Escarlata ha terminado siendo un comic correcto sin más, alejado del carisma y el entretenimiento que nos tienen acostumbrado los comics Marvel. Puede resultar interesante para los fans del personaje entre los que me incluyo, pero poco más. De hecho, ahora mismo no me ha dejado con ganas de recomendarlo a nadie.

PUNTUACIÓ: 6/10

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Batman 9-22 de Tom King (Rebirth)

El año pasado reseñé los 8 primeros números de la serie de Batman escrita por Tom King publicados en España por ECC Ediciones, que llegaban hasta el nº15 americano. Este verano pude ponerme al día y he leído hasta el número 22 de la edición española (número 43 americano) y creo que estamos ante una de las mejores series publicadas por DC Comics en la actualidad, obra de un autor en estado de gracia que tiene muy claro la historia que quiere contar.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Esta serie brilla gracias a la colaboración de artistas de primer nivel como son Mikel Janín, Clay Mann, Joëlle Jones o Mitch Gerads. De hecho, Dave Finch, considerado uno de los artistas «hot» de DC Comics, es de largo el peor dibujante de esta etapa. Y qué decir que las increíbles portadas de Olivier Coipel, que quitan el hipo.

Como ya comentaba en mi reseña que los primeros 8 números,  una de las virtudes de King es que aunque cada arco puede ser leído y disfrutado por separado, estamos ante una historia río que tiene muy claro lo que nos quiere contar y en la que cada arco se construye desde lo anterior.  En ella, descubriremos nuevas facetas de Batman a partir de sus propios sentimientos y miedos, pero también cuando se compara con otros personajes como Bane, Catwoman o el mismo Superman.

Y además, asistiremos ante un cambio total en el statu-quo del personaje a partir de su romance con Catwoman (Selina Kyle), muchas veces sugerido de forma más o menos explícita y que veremos por fin desarrollarse en estas páginas.

Voy a desglosar a continuación los arcos comprendidos en estos números, con una valoración de los mismos. Es inevitable entrar en terrenos de spoilers, así que te recomiendo que dejes de leer ahora mismo si quieres engancharte como yo a esta serie.

En serio, Batman de Tom King es una de las mejores series de DC Comics, ¿que esperas a leerla?

Batman 9-11 Yo Soy Bane (Números 16-20 USA) Dibujado por David Finch, tintas de Finch y Danny Miki, con colores de Jordie Bellaire.

En Yo soy Suicidio, Batman le quitó algo a Bane, y ahora él viajará hasta Gotham para recuperarlo. Y nadie, ni los amigos ni los villanos de Batman podrán impedir que alcance su venganza contra Batman.

Durante esta primera parte de la serie, Tom King ha impregnado desde el primer número una sensación de cuenta atrás y de que Batman se estaba acercando a su final. Esta arco es la culminación, al enfrentarle con el villano que ya rompió al murciélago. Además, las voces en off en paralelo de Bane y Batman marcan  no solo los paralelismos de ambos personajes, sino que estamos llegando a un tiroteo en OK Corral del que no está claro quien saldrá con vida.

Bueno, está claro que dado que estamos hablando de comics de superhéroes, puedes imaginarte quién gana… En todo caso este final si que marca el final de un arco para Batman y el comienzo de otra etapa, en la que Batman va a intentar ser feliz.

Como comentaba al comienzo, lo peor no siendo malo es quizá el dibujo de Finch, que no me gusta nada y que no hace más que repetir pose tras pose estáticas. En todo caso, ya le gustaría al 90% de los comics de DC que Finch se ocupara del apartado artístico, lo que significa que no es malo realmente, solo inferior comparado con el resto de artistas de la serie. Así de alto está el listón.

VALORACIÓN: 7/10 Bien, aunque con un final quizá demasiado anticlimático.

 

Batman 12 Valiente y Agraz, dibujado por Mitch Gerads (número 23 USA), con la aparición estelar de Swamp Thing.

Alguien ha matado al padre humano de Alec Holland, y Swamp Thing viajará hasta Gotham para descubrir quien fue y por qué.

Este número sirve de epílogo al crossover «La Chapa», que fue publicado fuera de esta colección, en la que Bruce Wayne conocía a su padre Thomas Wayne de la dimensión de Flashpoint. Además King y Gerads plantean este número como un homenaje hacia Alan Moore, creador de Swamp Thing, y Dave Gibbons, ilustrador de Watchmen, mediante el uso de múltiples páginas con 9 viñetas por páginas con distribución uniforme.

Además, King realiza una interesante reflexión sobre los padres e hijos, y el peso de la muerte en la familia. Mitch Gerads es perfecto para aportar la atmósfera perfecta a este comic, que quedará sin duda como uno de los mejores de esta etapa.

Por ponerle un pero, es obligatorio haber leído antes «La chapa» para comprender el estado psicológico y emocional de Bruce en este momento, teniendo en cuenta el final de esa historia. Y alguien que no haya leído este evento puede sentirse totalmente perdido al no entender la conexión entre Yo soy Bany y este número, ya que se nota que hay algo que falta entre estos episodios.

VALORACIÓN: 8.5/10 Uno de los mejores números de la etapa de Tom King.

 

Batman 13-17 La Guerra de Bromas y Acertijos, dibujada por Mikel Janín con color de June Chung (Números 24-32 USA)

Antes del inicio de esta nueva saga, el nº 24 «Todo Epílogo es u preludio», sirve de final de una etapa con Gotham Girl, y el comienzo oficial del romance de Batman y Catwoman. Este número está dibujado por David Finch, en su despedida de la serie, y Clay Mann, que se estrena en la franquicia.

Y tiene una de las frases más importantes de la serie, que es cuando Bruce le dice a Gotham Girl que puede parar y dejar de ser una heroina, ya que de lo contrario será como él, alguien que hace lo que hay que hacer pero que no es feliz, aunque intenta serlo y fracasa porque tiene miedo de serlo. Esta verbalización de los sentimientos de Bruce abren la puerta a que vuelva a intentar ser feliz con Selina Kyle.

Pero antes, Bruce va a contarle a Selina un hecho del pasado que le atormenta, cuando se enfrentó a Joker y Acertijo en su lucha por controlar Gotham durante su primer año como Batman.

Globalmente, este arco es importante no tanto por lo que cuenta, que al final me pareció bastante chorra, sino por las semillas que plantará para el futuro, sobre todo en la relación de Batman y Catwoman con Joker, Acertijo e incluso Poison Ivy. Destacar eso sí el excelente dibujo de Mikel Janín, que hace que todo luzca espectacular.

El oscuro pecado de Bruce que conocemos en esta saga es bastante venial, pero no tengo duda que si alguien va a intentar arruinar la boda de Bruce y Selina prevista para el númeor 50, ese será probablemente el Joker, de forma que lo visto en esta historia afectará al futuro de toda la etapa de King.

VALORACIÓN: 6/10 Una guerra un poco supérflua, más importante por las semillas que siembra para el futuro que por lo que nos cuentan en si estas páginas.

 

Batman 17-18 Las reglas del compromiso, dibujada por Joëlle Jones con color de Jordie Bellaire (Números 33-35 USA y Annual 2 dibujado por Lee Weeks y Michael Lark)

Cuando Catwoman aceptó la propuesta de matrimonio de Batman, ella cambió más vidas que las de Bruce Wayne y Selina Kyle. Una unión entre el detective más grande del mundo y uno de los criminales más feroces de Gotham es una sacudida que sacudirá a todos en la vida del Caballero Oscuro, desde los jóvenes vigilantes que conforman su «familia», o a sus legendarios amigos en la Liga de la Justicia. E incluso viejos demonios que pansaba haber dejado atrás, como es la antigua novia de Bruce, Talia al Ghul, madre de su hijo Damian. Además, en el Annual 2, veremos una emocionante historia que se centra en la relación de Bruce con Selina a través de los años, dibujada por el superclase Lee Weeks, con un epílogo de Michael Lark.

Estos números sirven para que King siga ofreciéndonos detalles muy golosos de la psicología de Bruce Wayne, además de divertirnos con una pelea de gatas (nunca mejor dicho) en la que Talia decidirá si Selina es digna de casarse con Batman.

Mientras Dick Grayson (Nightwing) le cuenta a Damien (Robin) otra clave de Batman muy interesante a partir de que Damien opina que Bruce ya es feliz: «No, chico. No lo es. Bruce es muchas cosas, pero NO es egoista. Da todo lo que tiene. Has luchado junto a él, lo sabes. Pase lo que pase, él sangra primero. Pero ser feliz… es no es sangrar, eso no es dar. Eso es pedir algo. Y para Batman pedir no es fácil.»

Al final, la sensación es que si Batman buscaba la aprobación de sus hijos Dick y Damian e incluso de su antigua novia Talia de su relación con Selina, la ha conseguido.

VALORACIÓN: 7.5/10 Una buena historia que empieza a mostrar la importancia de este noviazgo para el Universo DC. Además, el annual 2 es la guinda del pastel, un tebeo destinado a clásico.

 

Batman 19-21 Superamigos, dibujada por Clay Mann y Joëlle Jones (números 36-40 USA)

Estos números se centran en mostrar como Superman y Lois Lane primero y Wonder Woman después se toman el compromiso de Bruce y Selina. Los mejores números para mi son la cita doble entre las dos parejas dibujada por Clay Mann, en la que vemos como ambos héroes tienen más en común de lo que normalmente quieren aparentar.

En lo relativo a la historia junto a Wonder Woman, en un poco más ligera y resaltan el aspecto guerrero de ambos y como a pesar de ser un mero humano, Bruce puede ayudar a Diana en una misión que les puede llevar años. En esta historia destaca el dibujo de Joëlle Jones que, igual que en el arco de Talia, dibuja de maravilla a todos los personajes femenidos, dotándolas de una fuerza y una personalidad que se explota fuera de las páginas.

VALORACIÓN: 7.5/10 para la cita  ciegas de Batman y Superman, 6.5/10 para la aventura con Wonder Woman.

 

Batman 21-22 Todo el mundo ama a hiedra, dibujada por Mikel Janín con color de June Chung (números 41-43) 

Cuando Hiedra Venenosa se hace con el control del planeta, solo Bruce y Selina escaparán a su dominio mental, y tendrán que idear un plan imposible para conseguir revertir esta situación.

Una de los arcos menos brillantes de Tom King fue la guerra de las bromas y los acertijos. Sin embargo, dada la planificación a largo plazo de los guiones de King, se empieza a demostrar que este arco era obligatorio para sembrar elementos que puedan brotar más adelante en la serie. Y este arco de Hiedra Venenosa es un ejemplo perfecto, ya que las consecuencias de esa historia no solo dejaron marcado a Bruce Wayne, sino también a Hiedra. De manera que aprendemos que incluso los villanos sufren y han sido victimas en algún momento. Una forma muy elegante de humanizarlos y hacer que empaticemos con ellos.

VALORACIÓN: 7.5/10 No todos los villanos de Batman son seres crueles y malvados. Algunos, como Poison Ivy son seres atormentados que sufren traumas que las impiden ser buenas personas pero que pueden mejorar.

Al final, estos 43 números de Tom King han servido para que conozcamos que Batman también tiene miedos y anhelos, y que frente a unos impulsos suicidas iniciales, ha encontrado un motivo para vivir e intentar ser feliz junto a la que es su alma gemela. Es interesante además descubrir que no solo Catwoman tiene pecados en su pasado, aunque el de Bruce, una vez conocido, debo reconocer que resultó un poco chorra.

Posteriormente, King no solo nos muestra el amor que ambos se profesan, sino que conocemos las repercusiones de dicho noviazgo desde el punto de vista de los hijos y antigua novia de Batman, y de sus compañeros de la Liga de la Justicia, de forma que se prepara el camino para la boda que veremos en el número 50 de la serie, que estoy deseando que se publique pronto para poder leerlo. Una ceremonia a la que no tengo duda que el Joker intentará asistir.

Tom King está realizando una etapa para enmarcar. Unas historias construidas a partir de la rica historia del personaje y añadiendo capas sobre los personajes que les aportan una mayor complejidad e interés. En el actual panorama comiquero, yo al menos estoy un poco cansado de escritores como Brian Michael Bendis que escriben sus historias sin importarle la historia de los personajes, y que acaban contradiciéndola. En este sentido, siempre preferiré a un Mark Waid, un Jason Aaron o en este caso, a un Tom King , frente a cualquier iluminado que piense que él lo puede hacer mejor que los cientos de profesionales que le precedieron.

Tom King escribe a un Batman que es totalmente reconocible, y le hace avanzar emocionalmente por una senda que es totalmente novedosa e interesantísima.

Por si quedaba alguna duda, te recomiendo que si eres fan del Hombre Murciélago, leas la excelente etapa de Tom King. Te gustará seguro.

PUNTUACIÓN: 7.5/10