La tercera temporada de Mr. Robot ha conseguido recuperar el pulso perdido en la anterior temporada y nos ha recordado porqué fue una de las series revelación de 2015.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Ha llegado el momento para que Elliot Alderson (Ramy Malek) descubra lo que realmente sucedió durante el ataque informático que casi acaba con la sociedad de consumo americana. Y no tendrá tiempo de respiro, ya que Mr. Robot (Christian Slater) sigue conspirando con Tyler Wellick (Martin Wällstrom) para poner en marcha la Fase 2 de su plan maestro. Sin embargo, ¿es todavía SU plan o la Dark Army se ha hecho con el control de la operación?
Mr. Robot asombró hace dos años con una serie sobre hackers que podía ser entendida por el público general, con reminiscencias con otras obras míticas de la ciencia-ficción como Matrix o El club de la lucha. La primera temporada fue una interesante propuesta que supo ser original.
Las expectativas estaban por todo lo alto, y lo cierto es que la segunda temporada fue globalmente una decepción. Más interesada en marear la perdiz y presentar giros mentales que en avanzar la acción, era normal que esta decepción hiciera que mucha gente desconectara con Mr. Robot. Yo mismo he tardado varios meses en conseguir suficiente tranquilidad mental como para empezar a ver esta nueva temporada. Y sinceramente, me alegro de haberlo hecho.
El enfrentamiento entre Elliot y Mr. Robot vuelve a ser interesante, pero en esta ocasión Sam Esmail, creador y guionista de la serie, sabe hacer avanzar la historia consiguiendo que la lucha mental de Elliot haga más interesante el conflicto contra la Dark Army. En esta caso, tenemos unos giros al servicio de la historia que crean una tensión creciente que alcanza su punto culminante en el episodio 6, en el que asistimos al asalto de E Corp. por parte de manifestantes, mientras Elliot intenta hacer fracasar el plan del Dark Army. Todo un despliegue visual que nos recuerda porqué vale la pena ver esta serie.
En el aspecto visual, Mr. Robot sigue brillando en cada escena con unas reminiscencias al cine de David Lynch, pero manteniendo su propia personalidad, a la que ayuda también su excelente banda sonora.
El canal USA Network ha confirmado la grabación de una cuarta y quizá última temporada, que espero consiga dejarnos a los espectadores con un gran sabor de boca. Comparto el trailer de esta temporada:
Mr. Robot ha sabido recoger lo bueno y sorprendente del concepto original y ofrecer por fin las explicaciones que el público nos merecíamos.
Me constó empezar a ver la segunda temporada de Mr. Robot, pero una vez me puse casi la vi de un tirón. Y aunque reconozco que me ha gustado bastante y que no hay nada parecido hoy en día en el panorama audiovisual, la serie ha sido una autentica montaña rusa de sorpresas y giros tramposos, vestida eso si en el mejor de los envoltorios.
La serie creada por Sam Esmail sigue los pasos de Elliot Alderson (Rami Malek), un genio informático que es contactado por el misterioso Mr. Robot (Christian Slater), líder del grupo hacker Fsociety, para que le ayude a desestabilizar el sistema financiero internacional y derribar al mayor conglomerado empresarial de los Estados Unidos, la malvada E Corp. La novedad reside en que Elliot es el narrador en primera persona de la historia y sufre problemas psicológicos derivados de la muerte de su padre cuando era niño.
Sam Esmail creó esta historia como un guión cinematográfico, pero rápidamente la idea evolucionó a serie de televisión, que necesitará al menos 4 ó 5 temporadas para ser desarrollada completamente.
A pesar de las críticas que voy a exponer a continuación y de sus claras y evidentes fuentes de inspiración, la serie es completamente recomendable ya que es muy, muy diferente a todo lo visto en televisión. Pero si de verdad quieres verla, deja de leer ahora mismo, ya que voy a entrar en terreno de SPOILERS.
¡Estás advertido!
¿Aún estais aquí?
¿Eso significa que no os importan los spoilers, no???
Bueno, que no sea que no os avisé!!!
El gran giro de Mr. Robot en su primera temporada es que Mr. Robot no es una persona real, sino una parte de la fracturada personalidad de Elliot. Utilizando un claro y poco disimulado homenaje a «El club de la lucha» de Fincher (a su vez basada en la novela de Chuck Palahniuk), asistimos a una narración «tramposa», en la que hay planes dentro de conspiraciones con una narración en primera persona en la que no se puede confiar.
La temporada terminó con un cliffhanger monumental: Elliot, ayudado por Tyrell Wellick ha llevado a cabo su plan CON ÉXITO y ha borrado todos los registros del sistema financiero. Lástima que no recuerde como lo hizo, al tener un agujero en su memoria de tres días, y que Wellick haya desaparecido sin dejar rastro.
Como espectador entiendo que a veces la narración puede ser exigente y no necesito que me lo den todo mascado. Pero ante un final así, lo menos que espero es que estas cuestiones en parte se resuelvan antes de plantear nuevos misterios. Y eso es justo lo que NO hace esta temporada de Mr. Robot.
Al inicio de esta temporada, su creador Sam Esmail obvia este cliffhanger y sitúa a Elliot en los suburbios en casa de su madre, donde se ha trasladado para no tener contacto con ningún ordenador ni con internet, con la esperanza de poder «desintoxicarse» de su personalidad de Mr. Robot. Allí en los suburbios pasa el tiempo con su amigo Leon (Joey Badass), manteniendo una monótona rutina día tras día de almuerzo y cena en la cafetería local y visita al playground de basket del barrio, mientras anota sus vivencias del día en su habitación al llegar la noche.
Mientras tanto, Darlene (Carly Chaikin), la hermana de Elliot, continúa con el plan de su hermano, mientras que Angela (Portia Doubleday) prosigue su ascenso en E Corp. para conseguir pruebas de la conspiración que tapó la intervención de la empresa en el vertido que causó la muerte de su madre y el padre de Elliot y Darlene.
Y conoceremos a Dominique Dipierro (Grace Gummer), agente del FBI que forma parte del equipo que investiga el hackeo, y que parece demostrar una inteligencia y sentido común muy superior al de sus compañeros. Dipierro empieza a descubrir que el hackeo puede haber sido un ataque organizado por la Black Army, un poderoso grupo de hackers chino relacionado con los escalones más altos del gobierno del país asiático.
Sam Esmail demuestra que es un escritor muy listo y un productor que conoce perfectamente el medio televisivo. Esta segunda temporada aumentó de los 10 episodios de la primera temporada a 12, como si tuviera muchas cosas nuevas que contar. Y justo cuando empezamos a pensar que todo el arco de Elliot es paja que no está aportando nada a la historia principal, de nuevo nos suelta a mitad de temporada una bomba a nuestra línea de flotación para que flipemos otra vez y veamos confirmado que han vuelto a jugar con nosotros de nuevo.
Yo al menos este giro no lo vi venir, aunque era evidente que algo raro pasaba. Pero aunque desde un punto narrativo sí está suficientemente justificado, lo cierto es que es una trampa brutal y una paja mental flipante. Y aunque nos lo quieren vender como una forma de que conozcamos el alcance del desequilibrio mental de Elliot, al final es una excusa burda para estirar el chicle de una historia que probablemente no diera tanto de si.
Además, visualmente, la segunda temporada muestra varios homenajes muy evidentes, como por ejemplo Terciopelo azul de David Linch o a la estética de las series de televisión de los años 90. Casi parece que utiliza cada episodio para homenajear alguna obra anterior que le ha marcado. A pesar de la amalgama de influencias, la serie estéticamente es brutal, con un poderío visual inmenso y una excelente banda sonora. En este aspecto, la serie continúa siendo de sobresaliente, y merece ser vista simplemente por su diferencia respecto al resto la televisión actual.
Al final de muchas vueltas y de envolver la madeja de un vestido muy bonito, resulta que la temporada termina y la historia sigue el esquema inspirado en Fight Club. El proyecto Mayhem sigue en marcha y todo, incluso la implicación del Black Army chino, forma parte del plan de Mr. Robot aunque Elliot siga sin recordarlo. Y sus colaboradores recibieron instrucciones de no contarle nada. «La primera norma del club de la lucha…» resonó claramente en mis oídos mientras veía el último episodio de la temporada. Resulta sorprendente que Esmail nos esté contando de nuevo lo que tan brillantemente desarrolló Fincher en 2 horas, con la pequeña diferencia que llevamos 20 horas de narración y aún estamos a mitad del camino.
Sam Esmail comentó que Mr. Robot va a ser una serie de 4 ó 5 temporadas. Teniendo en cuenta como ha alargado la historia en esta segunda, no me extraña. Y a este ritmo y si se lo propone, puede hacer que dura 7 u 8 temporadas si quiere.
Comparto el trailer de esta segunda temporada, que sigue con la estética post «Occupy Wall St»:
Mr. Robot ha demostrado ser una serie super tramposa. Pero a pesar de todo, me ha gustado y estoy dispuesto a dejar que me sigan engañando, al menos una temporada más. Aunque por esto mismo puedo entender que pueda haber gente que haya mandado a la porra a la serie con este nuevo giro del episodio 7.
En todo caso, si te gustan las historias en las que el camino es más importante que el destino al que nos dirigimos, te recomiendo que la veas.
Mr. Robot es una gran serie de televisión que deberías ver. Punto.
Y cuanto menos sepas del sleeper del año, mejor.
Elliot Alderson (interpretado por un increíble Rami Malek, sin duda una de las sensaciones de la serie) es un especialista en ciberseguridad que trabaja de día para la empresa de seguridad All-Safe.De noche, como si de Neo de Matrix se tratara, tiene una doble vida como hacker que busca ayudar a la gente y castigar a los malos. Su obsesión de conocer los secretos de la gente que le rodea contrasta con su incapacidad de relacionarse con nadie en su vida real.
Los únicos contactos con seres humanos fuera del trabajo son con su amiga de la infancia Angela Moss (Portia Doubleday), que trabaja con él en All-Safe, su vecina y camello Shayla (Frankie Shaw) y su psiquiatra Krista Gordon (Gloria Reuben).
Y es que Elliot sufre un intenso trauma provocado por algo que le sucedió en la infancia que le ha provocado un grave desorden antisocial del que iremos conociendo detalles a medida que avance la serie. Este problema psicológico se ve exponencialmente incrementado por su adicción a la morfina.
Y el colmo de la ironía es que All-safe, la empresa en la que trabaja, se encarga de la seguridad de E-Corp. , el mayor conglomerado del mundo, y una EVIL Corporation en toda regla. Es decir, todo lo que odia y desprecia. Una de las cabezas visibles de E-Corp es Tyrell Wellick (Martin Wallstrom), ejecutivo de la empresa que solo busca ascender pisando a quien haga falta y que va a tener un papel importante en la serie.
Tras evitar Elliot un ataque del grupo anaquista online F-Society a los servidores de Evil Corp, el lider de este grupo, el misterioso Mr. Robot, una especie de Tyler Durden de Fight Club interpretado por Christian Slater, entra en contacto con él para reclutarle para su causa.
La F-Society está planeando acabar de una vez por todas con E-Corp y el corrupto sistema económico mundial que solo beneficia a unos pocos y mantiene en la pobreza y semi-esclavitud a la mayoría de la sociedad, y para ello, las habilidades de Elliot son indispensables.
Mr. Robot es una serie protagonizada por un hacker que gusta a los informáticos por su realismo, pero que también consigue enganchar a todo tipo de público a pesar de algunos aspectos tecnológicos complejos para los no iniciados.
Existe además una regla a la hora de escribir guiones que dice que los guionistas tienen que crear protagonistas que caigan bien desde el principio para que el espectador empatice con él y sea más fácil conseguir que la serie guste.
Elliot Alderson es justo todo lo contrario, y quizá por eso , o a pesar de ello, te engancha completamente. Y precisamente el tipo de narración en primera persona de la serie que hace que veamos todos los sucesos desde su punto de vista lo que lo hace más atractivo, a pesar de sus claros y evidentes problemas mentales.
Además, el misterio que encierra no solo la trama sino también los diferentes personajes, con Mr. Robot a la cabeza, pero también la misteriosa hacker Darlene (Carly Chaikin) que parece tener un especial interés en Elliot, unido a la sensación de estar viendo temas de rabiosa actualidad dotan a esta serie de una gran dosis de adicción.
La serie ha sido creada y escrita por Sam Esmail para la cadena americana USA Network a partir de un guión suyo para largometraje. Tras visionar el episodio piloto, la cadena confirmó inmediatamente la continuación de la serie con el rodaje de su segunda temporada. Sam Esmail ha comentado que piensa en su historia se desarrollará en 4 ó 5 temporadas, teniendo claro no solo el final sino también los principales giros de la historia.
Tras el escándalo de Lemahn Brothers que inició la crisis bancaria internacional, la sociedad actual está cada vez más sensibilizada ante los abusos y la impunidad de los grandes poderes económicos. Movimientos como «Occupy Wall St» en los USA o las asambleas ciudadanas en España han sido ejemplos visibles del desencanto de la sociedad ante los poderes económicos y unos políticos que no nos representan.
Es en este momento de turbulencias sociales y políticas en el que se estrena Mr. Robot. Y ha demostrado tener una extraordinaria clarividencia para narrar cosas que realmente están sucediendo, como el robo de archivos de los usuarios de la web de citas Ashley Madison, por ejemplo, lo que sirve para enganchar más si cabe y dar a la serie una mayor vigencia, aún siendo claramente una obra de ficción.
He comentado al principio algunas similitudes evidentes de esta serie con clásicos como Matrix o Fight Club. La mención no gratuita, como ireis viendo a medida que pasen los episodios. Sin embargo, aunque existe este parecido, Mr. Robot sabe narrar de forma original y no da sensación de reciclar ideas anteriores.
Esta primera temporada han sido 10 episodios que han pasado en un suspiro y que te dejan con un cliffhanger monumental. Me ha encantado todo, las actuaciones, la estética y fotografía, el suspense, las sorpresas y las posibilidades que se abren para la segunda temporada.
Quizá el único pero es el graaaaaan giro de la serie, que me pareció bastante tramposo, pero que no impide que la serie se pueda disfrutar. Además, tras mostrarnos EL GIRO, la 2ª temporada va a tener que ser muy diferente a esta que acabo de ver, teniendo en cuenta la gran cantidad de frentes que han quedado abiertos. Además, Sam Esmaail, el creador ha comentado que tiene preparados otros giros igual de impactantes o más para esta 2ª temporada, así que esperemos que no nos hagan esperar demasiado para su estreno.
Comparto como siempre el trailer de esta serie, que ha supuesto una grata y positiva sorpresa, y que creo que te gustará:
Una serie a tener muy en cuenta que creo que va a darnos muchas noches de gloria. ¡Te la recomiendo!
Nota: 8.5/10
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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