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Crítica de Good Omens temporada 2 (Prime Video)

Hace siglos que se estrenó la primera temporada de Good Omens, la serie que adaptaba la mítica novela de Terry Pratchett y Neil Gaiman. Gaiman se mantiene como guionista y showrunner de una segunda temporada que mantiene la diversión.

PUNTUACIÓN: 7/10

Un arcángel desnudo se presenta en la puerta de la librería del ángel renegado Azirafel sin recordar quién es ni cómo ha llegado hasta allí, lo que complica sumemente las vidas de Azirafel y del demonio retirado Crowley. El Cielo y el Infierno se afanan en encontrar al fugitivo. Crowley y Azirafel intentan emparejar a dos humanas mientras los peligros aunmentan en el pasado y en el presente.

Good Omens (Buenos presagios) es la estupenda novela de Neil Gaiman y Terry Pratchett publicada en 1990. Gaiman creó la serie de televisión estrenada en 2019 y para esta segunda temporada se mantiene como guionista y showrunner de los 6 episodios de esta serie junto a John Finnemore. Aunque la novela ya fue adaptada en la primera temporada, Gaiman y Pratchett hablaron mucho de una posible continuación de la novela que nunca llegó a publicarse, y a partir de esas ideas Gaiman planteó esta segunda temporada. Los episodios fueron todos dirigidos por Douglas Mackinnon, que es también el productor ejecutivo de esta serie de la BBC.

En el reparto encontramos el retorno de Michael Sheen como el ángel Azirafel y David Tennant como el demonio Crowley, una pareja que ha vivido en la Tierra desde los albores de la creación. Jon Hamm es el arcángel Gabriel, líder de las fuerzas del Cielo, mientras que Shelley Conn es Belcebú, la líder de las fuerzas del Infierno. Nina Sosanya es Nina, la dueña de una cafetería frente a la librería de Azirafel. Miranda Richardson es Shax, una demonio y confidente de Crowley, mientras que Maggie Service es Maggie, inquilina de Azirafel y propietaria de una tienda de discos del barrio. se da la curiosa circunstancia que Sosanya, Richardson y Service ya aparecieron en la primera temporada, pero interpretando a otros personajes secundarios.

Crowley y Azirafel son un demonio y un ángel poco convencionales, tal y como vimos en la primera temporada. Al comienzo de esta segunda los dos viven en la Tierra alejados de sus respectivos ex-jefes, al haber conseguido la independencia del Cielo y el Infierno. La llegada de un amnésico y desnudo arcángel Gabriel alterará su cómoda existencia. Mientras intentan descubrir el misterio de Gabriel, la serie nos mostrará a Azirafel y Crowley en diferentes momentos temporales viviendo aventuras. Y además, una segunda subtrama implica a dos dueñas de negocios de la calle donde está la librería, Nina y Maggie, a las que Azirafel intentará unir románticamente.

La clave de la historia gira en torno a que los extremos no son buenos y que hay que intentar llegar a acuerdos en el término medio, incluso con gente con la que a priori no tengas nada en común. Que el Cielo sea igual de extremista y radical que el Infierno es un buen puntazo que nos muestra la serie, ya desde la primera temporada, al igual que la forma en que Crowley siendo un demonio se preocupe por la gente a su alrededor. Porque que Azirafel intente hacer el bien se sobreentiende. Dicho esto, la forma en que intenta liar a las dos mujeres sin tener en cuenta sus opiniones o sentimientos habla también, aunque sea de forma super sutil, contra los buenismos actuales que buscan siempre controlarnos y cambiarnos «por nuestro bien».

Como la serie son tan sólo 6 episodios de 45 minutos Good Omens se ve en un suspiro. En general me ha proporcionado un estupendo entretenimiento, aunque tengo que reconocer que la trama principal de Gabriel se siente mucho menos importante que el resto de tramas durante una parte importante de la serie. De hecho, las aventuras a través del tiempo de Azirafel y Crowley en las que tienen que enfrentarse a algunas situaciones morales complejas me han parecido lo mejor de los episodios. Esto es bueno por el lado de lo inesperado y lo original, pero es malo en cuanto al ritmo y a una deficiente trama a priori principal. Por cierto, la segunda subtrama de Nina y Maggie tampoco es que vaya a ningún sitio, excepto por su acertada conclusión no me dijo nada durante el visionado.

Me gusta el humor y la ironía británicas. Me lo paso muy bien en este tipo de series. Pero dicho esto, la verdad es que esta temporada no ha sido tan divertida como la primera, entiendo que el ser una historia nueva y no adaptar el libro tuvo mucho que ver. Gaiman es un escritor de fantasía maravilloso, pero el humor nunca estuvo dentro de sus principales virtudes. De alguna manera, excepto en los flashbacks temporales, a los protagonistas les falta la gracia y el contraste que si tenían en los primeros episodios.

En positivo, hay que tener en cuenta que Michael Sheen y David Tennant se salen como Azirafel y Crowley. Independientemente que sus aventuras sean más o menos acertadas, su carisma es innegable, al igual que su complicidad y química, de forma que verles tomar un té ya es una actividad super disfrutable en si misma. La forma en que se deja claro el romance que comparten que sus siglos de relación les hace imposible de entender que está ahí me parece genial.

Por terminar esta reseña en buena onda, lo que sí me ha gustado es el agridulce final, que me ha parecido muy bueno, y muy triste para un personaje. Me gusta mucho la forma en que vemos que porque una organización se llame el «Cielo» no significa que sean BUENOS, y cómo los dogmatismos y el fanatismo extremo nunca van a ser la solución de los problemas de nuestra sociedad.

Comparto el trailer de esta segunda temporada:

Me lo he pasado bien con Good Omens, el humor y la ironía típicamente inglesa funcionan de maravilla en esta historia de ángeles y demonios ni tan buenos unos ni tan malos los otros. Esperemos que no tarden 4 años en estrenar la tercera temporada.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Good Omens de Terry Pratchett y Neil Gaiman (Amazon Prime)

Amazon Prime ha estrenado una excelente adaptación de la divertidísima novela Good Omens de Terry Pratchett y Neil Gaiman. Escrita y creada por el propio Gaiman y dirigida por Douglas Mackinnon, la serie hará las delicias a todos los amantes de la fantasía con un toque irónico.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Ambientada en 2018, la serie seguirá al demonio Crowley (David Tennant) y al ángel Aziraphale (Michael Sheen), quienes, acostumbrados a la vida en la Tierra, buscan evitar la venida del Anticristo y con ello la batalla final entre el Cielo y el Infierno que destruirá el planeta y la raza humana.

La novela Good Omens fue publicada en 1990, en un momento en que Terry Pratchett era un escritor muy conocido gracias a su serie del Mundo Disco, mientras que Gaiman estaba empezando a hacerse un nombre con Sandman, su multipremiado comic que DC Comics empezó a publicar en 1989. La novela fue nominada al World Fantasy Award y al Locus Award de 1991, y fue la primera novela publicada de Gaiman, que con los años se ha convertido en uno de los referentes en el mundo de la fantasía con novelas como American Gods, Hijos de Anansi, Neverwhere o The Ocean at the End of the Lane. Tras años en los que casi se trasladó al cine, para Gaiman se convirtió en una prioridad adaptarla para televisión tras recibir una carta de Pratchett escrita antes de morir en 2015 conminándole a que intentara hacerlo realidad.

Gaiman ha sido el creador y ha escrito los guiones de los seis episodios de los que se compone esta serie, que ha sido dirigida por Douglas Mackinnon y cuenta con música de David Arnold.

Good Omens es puro Pratchett, con un humor muy inglés que transmite una fina ironía en cada uno de sus dialógos, y con unos personajes secundarios y situaciones que en muchos casos bordean el ridículo. Pero también es muy Gaiman, mostrando a unas fuerzas sobrenaturales super poderosas que viven entre nosotros y que nos quieren manejar a su antojo, a pesar del mito del «libre albedrío».

Lo mejor de Good Omens es el carisma que transmiten Michael Sheen y David Tennant, bordando sus interpretaciones del ángel Aziraphale y el demonio Crowley. Me encanta el ángel inocente pero con un toque pícaro que construye Sheen y cómo Tennant transmite un demonio que aunque se esfuerza en parecer malo, ama demasiado la vida y los placeres mundanos, ¡aunque no lo pueda reconocer!! La química entre ambos es una pasada, y como saben que su amistad es lo mejor de la vida aunque la tradición les fuerce a ser enemigos. Escucharles en V.O. ha sido una auténtica delicia, y destaco además poder escuchar en el original a Frances McDormand en la voz de Dios.

Good Omens se ríe de los extremismos que en muchos casos actúan ciegamente sin saber muy bien por qué hacen lo que hacen. Y además de ser una historia de amistad un tanto atípica, otro de los temas centrales es la necesidad de romper con lo que la sociedad espera de ti e intentar construir tu propio destino sin importar el qué dirán. Otro concepto muy Gaiman,

Diría además que la duración de seis episodios es perfecta para contar bien la historia e irnos sorprendiendo a cada paso, sin que sintamos que nos meten minutos sin importancia para rellenar episodios.

Si tengo que comentar algo menos bueno, quizá sería que aunque el final es correcto y todo encaja a la perfección, le falta algo de punch o potencia dramática. Precisamente por el tono irónico y por la sensación de farsa que transmite en numerosos momentos, no hay un climax sino más bien un globo que se desinfla.

He comentado en otras ocasiones que un elemento recurrente de la obra de Gaiman son los personajes que no son buenos ni malos, sino que actúan según su naturaleza. Esto en buena medida lo vemos durante toda la serie, y al final el final sucede porque era inevitable, pero sin la fuerza dramática que me hubiera gustado. En todo caso, dado el tono de comedia de toda la serie, esto no me ha supuesto ningún problema.

Comparto el trailer de esta serie:

https://www.youtube.com/watch?v=hUJoR4vlIIs

Good Omens es una divertida serie que creo que encantará a los amantes de la fina ironía y de romper los estereotipos establecidos. Me alegra haber podido verla y me ha dejado con una sonrisa.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

 

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Critica de Apostle de Gareth Evans Netflix

Netflix ha estrenado la nueva pelicula de Gareth Evans (The Raid 1 y 2), esta vez alejado de las artes marciales, para contarnos una drama de época que habla sobre los extremismos religiosos y como incluso las mejores intenciones pueden estar manchadas de sangre.

PUNTUACION 7 de 10

Es el año 1905. Thomas Richardson viaja a una isla remota para rescatar a su hermana, que ha sido secuestrada por una misteriosa secta religiosa que pide un rescate por ella. A medida que se introduce en la comunidad, Thomas descubrirá peligrosos secretos.

Gareth Evans escribe y dirige esta película interpretada por Dan Stevens (Legion) , y Michael Sheen entre otros actores. En 2011, Evans nos dejó en estado de shock a todos los aficionados al cine de acción y las artes marciales con The Raid, una película que supuso una revolución para el género y que ha influido en multitud de películas de acción com John Wick o Atómica. The Raid 2 (2014), también rodada y financiada en Indonesia aumentó su prestigio como director de culto, y hacía inevitable su traslado a Europa o EE.UU. para dirigir su siguiente película.

Personalmente, me ha parecido muy interesante que esta primera película «occidental» no sea una cinta de acción, sino una historia de terror ambientada en un espacio cerrado, una isla, de la que es casi imposible escapar. Claramente, Evans no quiere ser encasillado en un único género, y aunque esta película no es perfecta, creo que sí es una buena presentación en sociedad.

Además, gracias a Netflix pude ver la película en casa el mismo fin de semana de su estreno mundial. Esto para mi es una buenísima noticia, ya que Apostle es la típica película de género que en España sólo se estrena en festivales como Sitges, en la que tuvo también un pase de estreno previo, y que luego no tienen distribución, uno de los grandes problemas del actual cine asiático o de serie B.

Evans es heredero de las antiguas producciones de la Hammer y su historia me recordó a The Wicker Man (2006 Neil Labute, con un Nicolas Cage desatado), que a su vez era una versión de «El hombre de Mimbre» de 1973 con Christopher Lee.

Apostle realiza un gran trabajo en lo relativo a la ambientación y en transmitir una atmósfera malsana. Me gustó que se tomara su tiempo en mostrar como Thomas Richardson (un genial Dan Stevens) va descubriendo la sociedad de la isla y sus demonios ocultos, mientras intenta evitar ser atrapado por el lider de la secta Malcolm Howe (Michael Sheen). Un ritmo pausado que desemboca en una última media hora final que es una orgía de sangre y gore.

Dan Stevens realiza un buen papel de un hombre atormentado por un pasado que le dejó marcado, y que hará lo que sea para recuperar a su hermana secuestrada. Su interpretación está un poco pasada de rosca, pero consigue caminar sobre el filo de navaja y ser nuestros ojos en medio de esta sociedad aparentemente ideal que oculta un oscuro y sangriento secreto.

En medio de este drama rural, Evans critica el poder de los cultos religiosos que a pesar de mostrarse como organizaciones benignas, siempre acaban explotando al individuo. Un tema complejo que siempre se disfruta más con una explosión de gore y violencia que nos golpea en la parte final de la película.

Quizá el principal problema de Apostle es que aunque todo lo que nos cuenta y la forma en que lo hace consiguió atraparme durante el visionado, al final las andanzas de Richardson no acaban de ser especialmente interesantes, hasta el punto que una ver finalizada la orgía de violencia final, llegues a lamentar que esto mismo podría haber rodado mejor quitando 15 minutos de metraje, para hacer que llegáramos antes a los momentos realmente interesantes de la película.

En todo caso, me alegro de haber podido ver Apostle en casa gracias a mi suscrición a Netflix. Y aunque no es perfecta y quizá le falte punch en la primera hora, es un buen ejemplo de serie B de las que ya no se estrenan en cine. Y mejora sin duda a otros bodrios estrenados por Netflix como Tau, Bright o The Cloverfield paradox, por por poner algunos ejemplos. Así que yo, globalmente, quedo más que satisfecho.

Comparto el trailer de la película:

Apostle es una buena serie B con un sangriento increscendo que gustará a los fans del género.

PUNTUACION 7 de 10