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Crítica de The Holy Roller de Andy Samberg, Rick Remender, Joe Trohman y Roland Boschi (Image Comics)

Rick Remender es uno de mis guionistas favoritos, por lo que a pesar de lo extraño de la premisa de The Holy Roller, con un superhéroe luchando contra neonazis con una bola de bolos, me animé a comprar este comic que cuenta con guion de Remender junto a Andy Samberg y Joe Trohman, y dibujo de Roland Boschi con color de Moreno Dinisio.

PUNTUACIÓN: 8/10

Todo el mundo se preguntaba cuándo ANDY SAMBERG (SNL, Palm Springs) se uniría al guionista superestrella RICK REMENDER (DEADLY CLASS, LOW) y al polifacético JOE TROHMAN, de Fall Out Boy, para escribir un cómic sobre un héroe justiciero que le rompe la cara a la gente con una bola de bolos… ¡y los sueños de todos se han hecho realidad!

Para cuidar de su padre enfermo, el jugador profesional de bolos Levi Coen se ve obligado a dejar el trabajo de sus sueños y volver a su ciudad natal, que pronto descubre que ha sido invadida por los neonazis. Con sólo su colección de bolas de bolos para defenderse, Levi se convierte en THE HOLY ROLLER, un superhéroe con bolas de bolos que lucha por liberar su hogar y jugar una partida perfecta contra el crimen. Kingpin y Malditos bastardos y Batman (esa vieja historia) con acción y humor a partes iguales.

Elogios seleccionados a THE HOLY ROLLER: «Equilibra humor y corazón para ofrecernos al héroe que podríamos necesitar ahora mismo». –Graphic Policy. «Necesita ser convertida en película inmediatamente: ingeniosa, divertida, demencial». –Monkeys Fighting Robots. «Una visión totalmente única de la historia de origen de un superhéroe que mezcla comedia, drama y acción de forma cinematográfica.» –Comic Watch.

Este volumen recopila la historia completa de The Holy Roller publicada originalmente en los números 1-9 USA.

Rick Remender continúa creando comics a parrón en su sello Giant Generator. Por un lado sigue con la desoladora crítica hacia los dioses y las religiones organizadas de The sacrificers, junto al artista Max Fiumara. Junto al genial Paul Azaceta ha creado The Seasons, su nuevo comic de terror que tengo muchas ganas de leer. Con Bengal tengo también muchas ganas de leer el comic de acción Napalm Lullaby. Además, en Grommets, Remender se une a Brian Posehn y Matt Parson para un comic con toques autobiográficos ambientado en el mundo del skateboard en los años 80. Y junto a todo esto, ahora pude leer este comic, The Holy Roller.

La idea de The Holy Roller es muy tonta y deja claro desde el primer momento que estamos ante una farsa con mucho humor grueso. Levi Coen, un joven que huyó de su pasado y su familia tiene que volver a su pueblo 20 años después de marcharse para ayudar a su padre, enfermo terminal de cancer. Una vez allí, se encontrará un pueblo dominado por neo nazis controlado por el rico empresario convertido a alcalde. Para luchar contra la injusticia, empezando por el abusador hijo de del alcalde Henry, Clyde, que le maltrataba de niño. Usando las bolas de bolos de su padre y otras bolas modificadas, se convertirá en un super héroe para luchar contra el mal e intentar curar a su ciudad de la enfermedad de odio que la posee.

El comic tiene unas grandísimas dotes de humor negro y un argumento loquísimo una vez descubrimos el plan maestro de los neo-nazis. Entiendo que esta locura ridícula es debida a la colaboración de Remender con Andy Samberg (Saturday Night Live, Palm Springs) y el cantante de Fall Out Boy Joe Trohan. Cuando tenemos una farsa de este calibre, es un placer ver machacar a nazis con bolas de bolos. O la obvia conexión entre el plan del villano y la historia de Donald Trump como magnate inmobiliario. Pero dentro de la farsa, me ha gustado mucho varios detalles de la historia. Empezando con la caracterización de Levi Coen como un joven que busca huir de su herencia judía y de la afición por los bolos de su padre. En estos momentos en los que en el entretenimiento se propone y de promociona la cultura de tribu en lo que lo importante no es la persona sino el grupo identitario al que pertenece el protagonista, resulta muy chulo leer un comic en el que el protagonista es todo lo contrario.

Otro detalle muy chulo de este comic es que frente a la otra tendencia clara del entretenimiento y la política, señalar a los buenos y a los malos en términos absolutos como forma para enfrentar a la sociedad para conseguir réditos políticos, Remender plantea que realmente la sociedad no es nazi, pero necesitan a alguien que les recuerde cómo hacer lo correcto. Aunque sea muy loco, está chulo que uno de los malos pueda cambiar y acaba siendo amigo de Levy. Aunque muchas veces los medios de comunicación nos lo quieren hacer creer, me encanta que tengamos una historia con un toque de esperanza hacia el futuro que cree que la gente puede cambiar. Y que es genial machacar nazis.

Me gusta mucho el dibujo de Roland Boschi con el color de Moreno Dinisio. Boschi es un colaborador habitual de Remender desde sus tiempos en Marvel, con el que trabajó en las miniseries HAIL HYDRA o WINTER SOLDIER : The bitter march. Ya en Image, Boschi terminó de dibujar la serie The Scumbag, lo que ya resaltaba la capacidad de Boschi para dibujar comics con una fuerte dosis de humor negro.

Boschi me ha encantado en esta serie. Primero de todo, tiene un dibujo super dinámico que hace que las escenas de acción sean super chulas, con una fluidez narrativa estupenda en la página. Además, transmite con los diseños de personajes y con su dominio de las expresiones faciales todo el humor negro que los guionistas plantean para la historia, exagerando las facciones de los villanos y de los héroes cuando toca. Me encanta el diseño del villano, el alcalde Henry, y como recuerda completamente a un joven Trump (de 40-50 años, ojo) sin ser una copia literal sacada de una foto escaneada.

Boschi imprime una personalidad muy clara a este comic, y en realidad es el que hace que la historia de Remender y compañía funcione. De forma que si por sistema me encuentro predispuesto a comprar y leer un comic de Remender, si tiene el dibujo de Boschi la compra está asegurada.

He conectado y he disfrutado completamente con The Holy Roller. Si eres fan de Remender, este comic te va a hacer pasar un gran rato.

Comparto páginas del primer número:

The Holy Roller es una punkarrada super divertida con la que he conectado desde le primera página. Me lo he pasado genial con este comic.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de The Scumbag vol. 3 de Rick Remender, Roland Boschi y Moreno Dinisio (Image Comics)

Rick Remender termina The Scumbag (El Cabronazo) en un tercer volumen repleto de mala baba y un humor negro buenísimo que me ha encantado, con un estupendo apartado artístico formado por el dibujante Roland Boschi y el colorista Moreno Dinisio.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

El mundo está atrapado en una guerra sin cuartel entre Scorpionus y Moonflower mientras ambos ponen en marcha sus planes para imponer sus versiones de la utopía a todos nosotros. Nuestra única esperanza de liberación es un metalero pervertido y drogadicto, el Agente Scumbag, y su vehículo volador.

Deja de ser un imbécil y ven a dar una última vuelta con RICK REMENDER (Seven to Eternity CLASE MORTAL), ROLAND BOSCHI (Soldado de Invierno, Motorista Fantasma) y Ernie Ray Clementine, ¡para que todo se arregle en un mundo para todos! ¡O todo lo contrario! ¿Por qué íbamos a contarte cómo acaba la historia en este anuncio?

Este tercer y último volumen de THE SCUMBAG recopila los números 11-14 USA

En mi reseña del primer volumen de The Scumbag (El Cabronazo) ya expliqué el problema que Rick Remender tuvo que solucionar al abandonar Lewis LaRosa, el artista original y creador con Remender, la serie tras dibujar únicamente el primer número. Remender optó por una solución extraña dentro del mundo editorial indy, al hacer que nueve dibujantes diferentes dibujaran los comics siguientes pertenecientes a los volúmenes uno y dos del comic. Sin embargo, para estas cuatro últimas grapas que cierran la historia Remender contrató a Roland Boschi, dibujante francés que ya había dibujado el cuarto número, para que estas últimas páginas tengan la consistencia gráfica que el comic no había tenido hasta este momento. Y la verdad es que el resultado gráfico de Boschi junto al colorista Moreno Dinisio está super bien y es uno de los varios factores que hacen que la lectura haya sido super satisfactoria. Boscho triunfa además de con su narrativa al conseguir transmitir el tono de farsa over-the-top que plantea la historia de Remender, consiguiendo que el final del comic sea perfecto.

Leyendo The Scumbag, uno se da cuenta que Remender tenía pensado esta historia con este final tan satisfactorio desde el principio. De hecho, casi diría que a partir del impactante giro final de la historia, Remender plantea toda la historia para poder llegar a ese momento de la forma más adecuada, consiguiendo un final de 10.

Leyendo entrevistas a Remender, él ha comentado en muchas ocasiones que de joven formó parte de la escena punk y anarquista de la Costa Oeste, (mal) viviendo en casas de amigos hasta que pudo empezar a trabajar como animador en películas como El gigante de hierro (1999) Titán A.E. (2000). Su mentalidad antisistema es algo que hemos leído en comics suyos como Deadly Class o más recientemente Death or Glory, no es algo que sorprenda o que sea un cambio reciente. Y es por esto que es normal que el liberal y libertario Remender vea lo que está pasando en la sociedad americana de la actualidad y no pueda estar de acuerdo ni con lo que hacen los simpatizante republicanos de Trump que entrarían de lleno en la ultraderecha, ni tampoco con la deriva de la izquierda radical americana. Y es precisamente contra ambos grupos contra los que Remender dirige una acertadísima crítica planteada como una historia over-the-top que bordea la farsa en muchos momentos.

Todas las personas normales sabemos que los nazis son lo peor, no hay ninguna duda sobre ello. Y Remender realmente se ríe sin pudor de sus villanos para esta historia, Scorpionus, Unos nazis de opereta que resultan especialmente penosos y que enlazan además con los villanos de Spectra de las películas clásicas de James Bond, un género que The Scumbag plantea parodiar.

En este volumen Remender plantea otro puntazo super bueno al echar por tierra esa idea nostálgica sobre que «en los 50 la vida era perfecta». Perfecta, excepto para los afroamericanos y otras minorías, claro. Y tampoco para homosexuales o personas con ideologías políticas de izquierda. El mundo del entretenimiento está sumido en un revival continuo ya que el pasado familiar vende. Y Remender va también contra esto porque no es cierto que los años 50 fueran idílicos, ya que realmente se silenciaron muchas voces discrepantes.

Pero Remender acierta al mostrar a la secta Moonflower que quiere propagar una ideología de amor total, lo que sobre el papel no está nada mal, como unos radicales igual de malos al querer imponer su visión de cómo tiene que ser el mundo, anulando la libertad individual. Esta secta sirve para críticar de forma super certera a todos los integrantes de la filosofías woke radicales que buscan imponer por la fuerza de las cancelaciones su punto de vista siempre bajo el pretexto que es por nuestro bien. Me gusta mucho que Remender se atreva criticar a la ultra-izquierda porque ahora mismo reirse de los nazis es lo super sencillo, pero hay que tener agallas para criticar a estos grupos que en seguida te montan campañas de acoso con la excusa de calificarte como __ista.

Scumbag ha resultado un comic super exagerado en todo, partiendo de su protagonista Ernie Ray Clementine, un loser que quiere conservar su libertad para poder drogarse y emborracharse, un retrato muy poco favorecedor de esas personas de mentalidad libertaria que en cierta forma están viviendo de espaldas a la realidad de la sociedad actual. Como véis, me gusta que Remender tire contra todo el mundo y no escatime en críticas a todos aquellos que él entienda están haciendo que la sociedad americana esté yéndose al infierno con cada elección que pasa.

Entiendo que esta crítica de brocha gorda igual no encaja a todo el mundo, pero la verdad es que yo he disfrutado este comic una barbaridad, no puedo dejar de recomendarlo, en especial a todos aquellos lectores que tengan una mente abierta y no vean el mundo real como un lucha en blanco y negro en la que yo (ellos) tienen siempre la razón y los demás están siempre equivocados. Igual algún lector que peque de sectario hacia uno u otro lado se ve representado y le ofende alguna de las bromas de Remender hacia «los suyos», lo cual igual significa que deberías mirar cuales son prioridades y si de verdad crees que «vive y deja vivir» es una buena filosofía de vida.

Comparto las primeras páginas de este comic:

The Scumbag creo que ha sido un comic super divertido que ha cumplido más que de sobra su función y que ha sabido dar cera a las dos vertientes más radicales del espectro político de forma brillante.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de El Cabronazo volumen 1 de Rick Remender, Lewis LaRosa y vv. aa. (Panini Comics)

Panini acaba de publicar en España el nuevo comic de Rick Remender El Cabronazo (Scumbag) un comic creado junto al artista Lewis LaRosa planteado como una farsa super divertida y over-the-top del género de espías tipo James Bond publicado en Image Comics.

PUNTUACIÓN: 7,5/10

Flipando en colores

El destino del mundo descansa sobre la peor persona sobre la faz de la Tierra. Rick Remender se une con un conjunto de los mejores artistas del cómic estadounidense para narrar la historia de Ernie Ray Clementine, un motorista adicto a las drogas que accidentalmente recibe el suero que le convierte en el más poderoso espía del mundo. La encarnación viviente del «Sexo, drogas y Rock and Roll», integrada en una organización de inteligencia mundial.

Contiene Scumbag 1-5 USA

Rick Remender ha planteado Scumbag como una sátira del género de super espías tipo James Bond 007. En el momento de escribir estas líneas Remender ya ha confirmado que la historia quedará cerrada en el tercer volumen (número 14 USA), siendo ese el final que siempre tuvo previsto. Junto a Remender, el colorista Moreno Dinisio (Black Science) se encarga de dar una estabilidad cromática a un comic que rompiendo la norma de los comics de creación propia ha tenido a un dibujante diferente en cada grapa.

Y es que Remender creó Scumbag junto al dibujante Lewis LaRosa (Punisher Max, entre otros), y en principio la idea era que dibujara toda la serie. Sin embargo, un problema de espalda obligó a LaRosa a abandonar la serie tras haber dibujado apenas el primer número. Ante esta situación sobrevenida, Remender optó por no buscar un sustituto, sino plantear que dibujantes de primer nivel dibujaran un número cada uno. De esta forma, Andrew Robinson (Superman / Batman) dibuja el segundo número, Eric Powell (The Goon) el tercero, Roland Boschi (Punisher Max, Winter Soldier, Wolverine + X-Men, Ghost Rider) el cuarto y Wes Craig (Deadly Class) el quinto último de este tomo.

Dentro que todos los artistas escogidos son de primer nivel, la verdad es que parece que Remender está gafado en los últimos tiempos. Lo digo teniendo en cuenta el final abrupto de su fallida Seven to Eternity con Jerome Opeña y los casi dos años que tuvimos que esperar para leer el final de Low con Greg Tocchini, a lo que habría que sumar la polémica que se creó en redes sociales cuando LaRosa acusó a Remender de no haberle pagado lo que le correspondía como creador de la serie. Una acusación a la que Remender tuvo que salir a contestarle que el comic aún no había dado ni un céntimo de beneficio, dado que tras la salida de LaRosa (habiendo cobrado por su trabajo en el número uno), Remender tuvo que contratar a todos los artistas pagándoles por adelantado su tarifa por página, lo que ha incrementado los costes de producción más de lo que tenía planificado.

En este sentido, no cabe duda que algo pasó entre Remender y LaRosa, porque el dibujante abandonó Scumbag debido a sus problemas de espalda, pero al poco tiempo anunció su siguiente proyecto, y como ya os podréis imaginar no era el comic de Remender. Esto resalta los problemas que sufren los artistas en el mundo mainstream, ya que mientras los guionistas pueden escribir múltiples guiones todos los meses, los dibujantes sólo pueden crear un comic al mes (si llegan). Es por esto que aparte de sus problemas de espalda que no dudo que seguro los sufriría, ¿se dió cuenta LaRosa que el guión de Remender no le enamoraba y antes de atarse durante dos años a este comic prefirió bajarse del barco?¿O puede que simplemente DC le ofreciera dibujar a Batman y prefirió el sueldo y la visibilidad que le ofrecía DC, al ser un tren que sólo llama a tu puerta una vez? Lo que está claro es que los artistas no trabajan por amor al arte y al final tienen que priorizar lo que ellos vean que les va a salir más rentable económicamente. Por cierto, tras la polémica, LaRosa reconoció que Remender le habría pagado su trabajo como dibujante en el Scumbag #1, pero que él como creador también posee la mitad de los derechos de explotación del comics en cine y televisión, y en ningún momento había renunciado a ellos, por lo que se intuye un problema más allá de las páginas del comic.

Y empezando a valorar el comic en si, dentro que El Cabronazo es super divertido, el baile de dibujantes es justo su principal problema. Porque no hablamos de historias autoconclusivas que más o menos permitirían aceptar que el dibujo sea de un padre y una madre diferente. Al contrario, estamos ante una historia con principio y final contada en 14 partes que necesita tener una personalidad artística para triunfar, cosa que el comic no puede tener por el problema derivado por la baja de LaRosa. De forma que estando muy bien la historia de Remender, globalmente el baile de dibujantes me parece un bajón y me ha impedido disfrutar de este comic como me hubiera gustado.

Dicho esto, El Cabronazo es un festival del Remender más cafre y nihilista, con una de las presentaciones de un protagonista más bestias que recuerdo desde quizá Trainspotting. Película estrenada en 1996, hace más de 25 años. Ese es el nivel. El comic es una sátira construida con brocha gorda que tira contra todos, por supuesto los ultra republicanos reaccionarios y racistas, pero también contra los buenistas que buscan cambiar el mundo «por nuestro bien». Todo ello en una ambientación que parodia todo el género de espías y en general a James Bond.

El protagonista Ernie Ray Clementine es un egoísta drogadicto, alcohólico, putero, machista y traicionero que personifica los peores defectos de la sociedad americana, una sociedad que sólo mira por uno mismo y a la que le trae floja lo que le pase a los demás mientras a mi él vaya bien. En este arranque de la historia Ernie no acierta ni cuando intenta ayudar a los que cree que son sus amigos, opinión no compartida por esas personas. Y en parte da un poco de pena porque diría que Remender transmite con acierto que Ernie es un redneck con sueños de grandeza que realmente es un don nadie del que la sociedad se ha aprovechado toda su vida debido a su incultura y torpeza innata. Otro buen elemento crítico, la verdad.

Aparte de tener mucha acción, el comic es realmente una historia de humor en el que tenemos las situaciones más bestias y over-the-top imaginables, muchas de las cuales con un marcado elemento sexual. Remender se ha mostrado en otros comics previos como un anarquista que no cree en la sociedad capitalista occidental, y este comic entraría sin duda en esta clasificación y mostraría su vena más nihilista. Visto lo visto, diría que más que un final feliz El Cabronazo va dirigido claramente a un final en el que la humanidad sea barrida de la faz de la Tierra. Lo cual me valdría, todo sea dicho.

Sea como fuere, lo cierto es que el nivel de diversión que me ha dado el comic asegura que compraré seguro los dos volúmenes restantes, para disfrutar del final de Remender haya preparado a esta historia. En este sentido, parece que tras comics como Seven to eternity en el que no acabó de acertar con la historia, en este la parte bestia y políticamente incorrecta encaja con el ADN del comic.

Comparto varias páginas del primer número:

El Cabronazo en una de las lecturas más punkis y super bestias que le recuerdo a un Rick Remender más nihilista que nunca. Tú decides si esto es algo bueno o malo.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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