Vuelve Deadly Class, el comic de los jóvenes miembros de la escuela de asesinos, y Rick Remender y Wes Craig, con color de Lee Loughridge, nos tienen preparados un montón de sorpresas en este décimo volumen con el que he descubierto que nos acercamos al final de la serie.
PUNTUACIÓN: 7,5/10
Vol. 10. Salva a tu generación
¡Los estudiantes universitarios asesinos favoritos han vuelto! Es una nueva era, pero los viejos hábitos difícilmente mueren y los viejos rencores mueren aún más. ¿Podrán los niños con llave de una generación olvidada encontrar su lugar en un mundo que no puede entenderlos y no quiere intentarlo?
Este décimo volumen recopila los números 45-48 USA.
El retorno de Deadly Class más de un año después de la publicación de su noveno volumen sirve para recordarme que las historias tienen un comienzo pero también un final, y que está bien que Rick Remender sitúe la historia en la recta de meta de cara a un final que llegará en 2022 con el siguiente volumen.
Remender pega un salto temporal que me dejó muy loco al empezar a leer este volumen, unido al hecho que ¡hacía más de un año desde que leí el volumen anterior! Sin embargo, afortunadamente luego todo acaba explicándose a medida que avanza la narración de este volumen. También destaco que aunque el volumen tiene tan sólo 4 grapas USA, no los 5-6 números que son norma en comics por ejemplo de Robert Kirkman, los números 45 y 48 cuentan con 30/31 páginas de historia, el doble de lo habitual, mostrando las ventajas de ser tu propio editor y poder ajustar las grapas a las necesidades de una historia como siempre llena de nihilismo y tendencias autodestructivas.
Sobre todo en el citado número 45, Remender vuelve a utilizar el comic para hablar de sus cosas y usarlo de terapia que le libere de sus traumas adolescentes, y me resulta super chulo el comentario sobre Nirvana y Pearl Jam (y en general el grunge de 1991), y sobre el snobismo de un grupo de gente a los que sólo les gusta algo cuando es desconocido y puede presumir de tener gustos únicos y originales, y cuando se vuelve popular no soportan compartir sus gustos con la mayoría de la gente y caen en los típicos comentarios de “se ha vendido a la comercialidad”. También me gusta mucho el comentario positivo sobre los geeks y su diferencia frente a los tóxicos nerds. Esa parte de comentario de los años 80 y ahora los 90 me parece que siempre ha sido unos de los puntos fuertes del comic, y Remender claramente no está dispuesto a renunciar a una de sus señas de identidad.
En lo relativo al dibujo Wes Craig vuelve a realizar un estupendo trabajo de caracterización en lo relativo a ropa y ambientación, destacando como siempre con su fluidez narrativa tanto en las escenas de acción como en las conversaciones de los personajes, consiguiendo que todo resulte interesante de leer y que la lectura pase en un suspiro. A destacar también el trabajo de Lee Loughridge en los colores, que marca el tono de la historia con sus colores además de tener que diferenciar los diferentes momentos temporales, realizando un estupendo trabajo. En este sentido, destacar por ejemplo la escena de Marcus en la piscina donde el reflejo del agua se reproduce en las figuras, consiguiendo que una escena que es una conversación sea un despliegue visual chulísimo.
En este sentido, dentro que como digo el dibujo me gusta y se nota la buena sintonía que tienen Craig y Loughridge, hay algunos momentos en que Craig deja varias viñetas y momentos apenas abocetados o dibujando únicamente la silueta de los personajes, lo que me deja unas sensaciones contrapuestas de un exceso de comodidad que no hace que la narración sea mejor. En todo caso, este sería un pero para un comic que como digo, en líneas generales me ha gustado bastante.
Saber que Deadly Class va a terminar el año que viene me provoca cierta tristeza, ya se se trata de un comic que empecé a comprar en formato grapa en 2014 y era una de mis constantes comiqueras, a pesar que la periodicidad de la seria se ha ido resintiendo en los últimos años, lo que es una constante de todos comics de Remender. Se me va a hacer raro que una vez termine Deadly Class no estaré comprando ningún comic de Remender, pero creo que el viaje ha merecido mucho la pena.
Comparto las primeras páginas de este volumen:
Deadly Class rompe con el pasado en este décimo volumen que nos dirige hacia el final de la serie, ofreciendo un estupendo entretenimiento. Llegados hasta este punto, no te puedes perder el final de la historia.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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