Rick Remender termina The Scumbag (El Cabronazo) en un tercer volumen repleto de mala baba y un humor negro buenísimo que me ha encantado, con un estupendo apartado artístico formado por el dibujante Roland Boschi y el colorista Moreno Dinisio.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
El mundo está atrapado en una guerra sin cuartel entre Scorpionus y Moonflower mientras ambos ponen en marcha sus planes para imponer sus versiones de la utopía a todos nosotros. Nuestra única esperanza de liberación es un metalero pervertido y drogadicto, el Agente Scumbag, y su vehículo volador.
Deja de ser un imbécil y ven a dar una última vuelta con RICK REMENDER (Seven to Eternity CLASE MORTAL), ROLAND BOSCHI (Soldado de Invierno, Motorista Fantasma) y Ernie Ray Clementine, ¡para que todo se arregle en un mundo para todos! ¡O todo lo contrario! ¿Por qué íbamos a contarte cómo acaba la historia en este anuncio?
Este tercer y último volumen de THE SCUMBAG recopila los números 11-14 USA
En mi reseña del primer volumen de The Scumbag (El Cabronazo) ya expliqué el problema que Rick Remender tuvo que solucionar al abandonar Lewis LaRosa, el artista original y creador con Remender, la serie tras dibujar únicamente el primer número. Remender optó por una solución extraña dentro del mundo editorial indy, al hacer que nueve dibujantes diferentes dibujaran los comics siguientes pertenecientes a los volúmenes uno y dos del comic. Sin embargo, para estas cuatro últimas grapas que cierran la historia Remender contrató a Roland Boschi, dibujante francés que ya había dibujado el cuarto número, para que estas últimas páginas tengan la consistencia gráfica que el comic no había tenido hasta este momento. Y la verdad es que el resultado gráfico de Boschi junto al colorista Moreno Dinisio está super bien y es uno de los varios factores que hacen que la lectura haya sido super satisfactoria. Boscho triunfa además de con su narrativa al conseguir transmitir el tono de farsa over-the-top que plantea la historia de Remender, consiguiendo que el final del comic sea perfecto.
Leyendo The Scumbag, uno se da cuenta que Remender tenía pensado esta historia con este final tan satisfactorio desde el principio. De hecho, casi diría que a partir del impactante giro final de la historia, Remender plantea toda la historia para poder llegar a ese momento de la forma más adecuada, consiguiendo un final de 10.
Leyendo entrevistas a Remender, él ha comentado en muchas ocasiones que de joven formó parte de la escena punk y anarquista de la Costa Oeste, (mal) viviendo en casas de amigos hasta que pudo empezar a trabajar como animador en películas como El gigante de hierro (1999) Titán A.E. (2000). Su mentalidad antisistema es algo que hemos leído en comics suyos como Deadly Class o más recientemente Death or Glory, no es algo que sorprenda o que sea un cambio reciente. Y es por esto que es normal que el liberal y libertario Remender vea lo que está pasando en la sociedad americana de la actualidad y no pueda estar de acuerdo ni con lo que hacen los simpatizante republicanos de Trump que entrarían de lleno en la ultraderecha, ni tampoco con la deriva de la izquierda radical americana. Y es precisamente contra ambos grupos contra los que Remender dirige una acertadísima crítica planteada como una historia over-the-top que bordea la farsa en muchos momentos.
Todas las personas normales sabemos que los nazis son lo peor, no hay ninguna duda sobre ello. Y Remender realmente se ríe sin pudor de sus villanos para esta historia, Scorpionus, Unos nazis de opereta que resultan especialmente penosos y que enlazan además con los villanos de Spectra de las películas clásicas de James Bond, un género que The Scumbag plantea parodiar.
En este volumen Remender plantea otro puntazo super bueno al echar por tierra esa idea nostálgica sobre que «en los 50 la vida era perfecta». Perfecta, excepto para los afroamericanos y otras minorías, claro. Y tampoco para homosexuales o personas con ideologías políticas de izquierda. El mundo del entretenimiento está sumido en un revival continuo ya que el pasado familiar vende. Y Remender va también contra esto porque no es cierto que los años 50 fueran idílicos, ya que realmente se silenciaron muchas voces discrepantes.
Pero Remender acierta al mostrar a la secta Moonflower que quiere propagar una ideología de amor total, lo que sobre el papel no está nada mal, como unos radicales igual de malos al querer imponer su visión de cómo tiene que ser el mundo, anulando la libertad individual. Esta secta sirve para críticar de forma super certera a todos los integrantes de la filosofías woke radicales que buscan imponer por la fuerza de las cancelaciones su punto de vista siempre bajo el pretexto que es por nuestro bien. Me gusta mucho que Remender se atreva criticar a la ultra-izquierda porque ahora mismo reirse de los nazis es lo super sencillo, pero hay que tener agallas para criticar a estos grupos que en seguida te montan campañas de acoso con la excusa de calificarte como __ista.
Scumbag ha resultado un comic super exagerado en todo, partiendo de su protagonista Ernie Ray Clementine, un loser que quiere conservar su libertad para poder drogarse y emborracharse, un retrato muy poco favorecedor de esas personas de mentalidad libertaria que en cierta forma están viviendo de espaldas a la realidad de la sociedad actual. Como véis, me gusta que Remender tire contra todo el mundo y no escatime en críticas a todos aquellos que él entienda están haciendo que la sociedad americana esté yéndose al infierno con cada elección que pasa.
Entiendo que esta crítica de brocha gorda igual no encaja a todo el mundo, pero la verdad es que yo he disfrutado este comic una barbaridad, no puedo dejar de recomendarlo, en especial a todos aquellos lectores que tengan una mente abierta y no vean el mundo real como un lucha en blanco y negro en la que yo (ellos) tienen siempre la razón y los demás están siempre equivocados. Igual algún lector que peque de sectario hacia uno u otro lado se ve representado y le ofende alguna de las bromas de Remender hacia «los suyos», lo cual igual significa que deberías mirar cuales son prioridades y si de verdad crees que «vive y deja vivir» es una buena filosofía de vida.
Comparto las primeras páginas de este comic:
The Scumbag creo que ha sido un comic super divertido que ha cumplido más que de sobra su función y que ha sabido dar cera a las dos vertientes más radicales del espectro político de forma brillante.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
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