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Crítica de Kaya vol. 1 de Wes Craig (Image Comics)

Tras el final de Deadly Class, tenía ganas de disfrutar de nuevos comics del artista Wes Craig. Y en Kaya tenemos a Craig como autor completo creando una fantástica historia de fantasía cuyo primer volumen editado por Image Comics pude por fin disfrutar.

PUNTUACIÓN: 8/1O

Tras la destrucción de su aldea, una joven con un brazo mágico y espíritu de lucha recibe el encargo de llevar a su hermano pequeño a un lejano refugio seguro. Allí está destinado a descubrir el secreto para derrocar al todopoderoso imperio que destruyó su hogar.

¡Del escritor y artista WES CRAIG (DEADLY CLASS, GRAVEDIGGERS UNION) llega una nueva y asombrosa serie de fantasía y aventuras sobre hermanos que sobreviven en un mundo de monstruos y mutantes, perfecta para los fans de Conan, El Señor de los Anillos, Bone y Hora de Aventuras. Este primer volumen recopila KAYA #1-5, más el prólogo de 16 páginas presentado anteriormente en exclusiva en la revista IMAGE! 30TH ANNIVERSARY ANTHOLOGY.

«No hay nada en el mundo del cómic que me guste más que ser introducido en un mundo nuevo y extraño habitado por personajes a los que rápidamente llegas a querer. KAYA es eso. Un montón de eso».
-ROBERT KIRKMAN (THE WALKING DEAD INVENCIBLE)

Wes Craig ha creado un mundo de fantasía de infinitas posibilidades, planteado a partir del viaje de dos hermanos, la protagonista Kaya y su hermanastro pequeño Jin, que se dirigen a un lugar seguro tras haber sido destruido su pueblo por unos super poderosos enemigos robóticos. En el viaje se van a encontrar un montón de aventuras y seres amigos y enemigos que consiguen que la historia no deje un segundo de respiro. Los hermanos no pueden ser más diferentes, empezando por una Kaya que lleva un brazo metálico que compensa la falta de un brazo, un suceso que supongo conoceremos a medida que avance la serie. El contraste entre la tecnología de Kaya y la búsqueda de la magia de Jin aporta al comic unos momentos muy potentes. Y lo mismo para los seres extraños que iremos conociendo a lo largo de su viaje. Craig ya guionizó hace unos años The gravediggers Union, y la verdad es que me parece que realiza un trabajo excelente en la creación de este mundo, con las aventuras que hemos disfrutado hasta el momento y la sensación que el futuro puede ser aún mejor. Desde luego, el cliffhanger con el que nos ha dejado en el final de este volumen no puede ser más apasionante. Ganazas de seguir leyendo esta historia.

El dibujo de Craig viene acompañado por Jason Wordie en el color, y me parece una maravilla. El color de Wordie es super expresivo y ayuda a dar el feeling perfecto en cada ambientación, ya sea en el desierto desolado, en las verdes llanuras o en las claustrofóbicas cuevas donde se oculta el mortífero Magron. Una historia de fantasía ante todo tiene que hacerte sentir transportado a otro mundo, y el color consigue ese efecto. Me ha gustado mucho, la verdad.

Craig plantea su dibujo igual menos detallado que en Deady Class, dejando mucho margen para el lucimiento del color. No se si es porque plantea un comic que pueda ser vendido como all-ages o para conseguir mantener el ritmo de publicación mensual, pero los personajes tienen un tono cartoon que entiendo que implican menos esfuerzo de dibujo, pero funcionan perfectamente en el contexto de esta historia. El combo perfecto para un artista, la verdad. Sin embargo, que el dibujo esté menos detallado no significa que la aventura no esté bien contada, en cuanto a narrativa pocos artistas superan a Craig, un maestro haciendo que sea la acción la que cuente la historia. Aparte de unas brillantes escenas de acción, los personajes tienen un montón de personalidad y es fácil empatizar con ellos. Me parece un comic modélico en todos los aspectos.

Si te gusta la fantasía, no te puedes perder Kaya, este primer volumen me ha parecido una pasada. 100% recomendable.

Comparto las primeras páginas de este comic:

Y como bonus-track, el trailer que han preparado para este comic:

Kaya es fantasía en estado puro. Un primer volumen modélico que me ha dejado con ganas de más. Comicazo super recomendable, no se le puede pedir más.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Deadly Class vol. 12 de Rick Remender y Wes Craig (Image Comics)

Empecé a comprar Deadly Class en Enero de 2014 y tener un comic de Rick Remender en mi lista de la compra ha sido una de mis constantes comiqueras de estos casi 10 años. Esto ha cambiado al llegar al final de Deadly Class en el volumen 12 que acaba de llegar a mis manos . El comic dibujado por Wes Craig con color de Lee Loughridge llega a su fin en un volumen lleno de tristeza como lector, pero alegría a la vez al acertar Remender con este final, convirtiendo la experiencia de estos años en super satisfactoria.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Articulo CON Spoilers.

UNA CARIÑOSA DESPEDIDA, PARTE 2

No hay nada más bonito que un retiro total de la realidad con alguien a quien amas en un lugar donde puedes dejar atrás todo el ruido la codicia y el odio por una vida tranquila y sencilla. Pero, ¿existe realmente un lugar así? Y si existe, ¿cómo es posible que los monstruos rabiosos no vengan a destruirlo? Una última vuelta a la pista con los marginados de la Generación X mientras todo lo que predijeron se hace realidad.

Este volumen 12 de Deadly Class incluye los números 53-56 de la edición USA de Image Comics.

Rick Remender ha planteado este último volumen de Deadly Class con cuatro grapas situadas cronológicamente en 2008, 2015, 2020 y 2023. En ellas, plantea varios finales para algunos personajes amigos de Marcus y María que me han roto el corazón, y nos muestran lo bueno que es Remender cerrando tramas al mismo tiempo que resaltando que la amenaza de Brandy y Shabnam sigue muy presente y no descansarán hasta tener la cabeza de todos aquellos que le desafiaron cuando fueron jóvenes en la escuela de asesinos. Remender tiene claro que el Trumpismo y la extrema derecha son el mal. Brandy y Shabnam claramente los personifican en este comic, y que reciban lo que merecen al final me parce brillante. Pero a la vez no son los únicos elementos problemáticos de la sociedad americana.

En otros volúmenes ya comenté que Remender estaba usando Deadly Class para exorcisar algunos de sus demonios internos y su negatividad patológica. En este sentido, la parte de Marcus mientras intenta ser escritor, asistiendo a jornadas de firmas en las que no tiene a nadie que quiera que le firme su libro, o luego cuando se siente un vendido al trabajar para el cine tras vender una de sus historias, creo que son cosas que salen de lo más profundo de su vida y cómo incluso ahora sigue teniendo el síndrome del impostor.

Sin embargo, ya en el pasado volumen Remender cambió de foco, realizando algunas críticas a la dictadura de lo políticamente correcto, lanzando perlas positivas sobre la necesidad de crear y no destruir, como: -«Lucha contra cualquiera que te diga cómo puedes expresarte. No aceptes ninguna autoridad moral.» – «Si no estás preocupado sobre si no eres bueno, es porque probablemente no lo seas. El síndrome del impostor es útil, te mantiene humilde y trabajador.» -«Algunos eligen comentar, otros crear. Se del segundo grupo. Ambos serán olvidados, pero al menos uno añadió algo a la canción mientras sonaba.»

En este volumen, Remender realiza una refutación a 10 años de historias al proponer un final tan satisfactorio como positivo. Un final que se construye a partir de un diálogo clave del número 55 USA entre Marcus y María, que le invita a abandonar el nihilismo y atreverse a ver también a ver las cosas buenas que tiene el mundo. Un nihilismo provocado por los grandes poderes políticos y económicos para mantener dócil a la sociedad, sin capacidad de lucha. El diálogo es tan bueno que no he podido evitarlo y he optado por compartirlo con vosotros, porque es una verdadera declaración de intenciones:

– Si te quitas las gafas de negatividad y dejas de ser un quejica, verías lo afortunado que eres de vivir en estos momentos.

– Así que propones que nos sentemos y hablemos sobre cómo algunas cosas van mejor, y que eso ¿qué? ¿Tiene que hacer que ignore las partes jodidas?

– Y ¿qué crees que consigues siempre centrándote en lo malo? Si todo lo que hacemos es fijarse en la mierda mala y todo lo que es malo, te perderás un millón de cosas buenas, cosas hermosas que están a tu alrededor. El mundo es ambas cosas, bueno y malo, y tu eliges ver únicamente una de las dos cosas. Esto está afectando a tu humor, está afectando a tu arte. Tu pódium te da una responsabilidad, pero tú la estás usando para difundir sólo cinismo. El cinismo ciega a las personas del bien que hay en nuestro mundo. Y cuando todo el mundo ve únicamente el mal, ellos dejan de esperar, dejan de tener esperanza, dejan de creer que el bien existe. El cinismo marca si una persona lo intenta o no. Ha erosionado a nuestra entera generación. El cinismo es infeccioso. Por eso tienes que expresar una visión de la realidad más equilibrada, Marcus. Por tus hijos. No hayas que la desesperación sea tu legado.

Que en estos momentos de COVID, de cambio climático, con Trump amenazando con volver a presentase a las presidenciales y con la dictadura de los extremismos de izquierda en el discurso público en los Estados unidos, Remender se revele contra todo eso y plantee un final positivo a su historia me parece una decisión valiente. Desde una perspectiva cínica los finales finales no son más que terminar la historia en un momento concreto, sabiendo que al final los príncipes no «vivieron felices y comieron perdices». Que Remender reconozca esto pero a la vez plantee ese final para su historia me transmite la idea que Remender se encuentra en plenitud creativa y sabe qué historia quiere contar sin importar las opiniones de los críticos.

Leí este comic casi a la vez que el especial 80 páginas de Geiger de Geoff Johns, Gary Frank, Bryan Hitch y otros, y mientras Johns plantea un mundo en el que la sociedad se fue al garete y los Estados Unidos son un páramo nuclear, uniéndose a la moda imperante desde hace años en el entretenimiento, Remender toma partido de la forma más valiente posible, no riendiéndose y recalcando que es responsabilidad de todos creer que un futuro es mejor, y luchar por ello. Incluso aunque los medios y las asociaciones interesadas te venden la idea que la «Emergencia» es inevitable. No, no lo es, y eso es lo bonito de este comic, cuyo final me parece brillante.

En el apartado artístico, Wes Craig con Lee Loughridge en el color están perfectos en estas últimas historias que cierran la colección. Craig tiene una habilidad para capturar la energía cinética de los personajes, y me ha flipado siempre la forma en que además de las escenas de acción, si en algo triunfa es en los momentos calmados en los que los personajes abren sus corazones.

En estas 4 grapas USA, Remender nos rompe el corazón en varios momentos super dramáticos, y Craig junto al color de Loughridge hacen un trabajo maravilloso trasladando las ideas de Remender a imágenes, reafirmando lo fueras de serie que son ambos. El éxito de Deadly Class pudo estar provocado en sus inicios provocado por cierto efecto «nostalgia», al plantear su historia en el escena punk de San Francisco en los años 80. Sin embargo, ahora que ya ha terminado, hay que reconocer la personalidad que Craig y Loughridge han aportado a este comic, uno de los mejores y con mayor consistencia de los últimos años.

En el momento en que escribo estas líneas me doy cuenta que es la primera vez en 10 años que Remender no tiene un comic en publicación. Al final de este Deadly Class hay que sumar que Remender también terminó hace unos meses A Righteous Thirst for Vengeance con el dibujante André Lima Araújo y The Scumbag con Moreno Dinisio en su tercer volumen. Leí que Remender está super implicado en la adaptación cinematográfica de Tokyo Ghost, su comic creado con Sean Gordon Murphy. Y deseándole suerte y que le vaya muy bien, siento mucha pena al ser este el último ejemplo que el comic es el «hermano pobre» del mundo del entretenimiento. Si los autores quieren buscar su estabilidad económica, a no sea que hablemos de Ed Brubaker y Sean Phillips, vemos que cada vez es más difícil para los creadores poderse ganar la vida con sus creaciones en el mundo del comic.

Hablamos en otras ocasiones que estamos ante una edad de oro de calidad y variedad, pero eso también significa que hay una oferta imposible con demasiados comics interesantes y poco dinero para hacernos con ellos. Por eso mismo creo que debo apoyar a Craig en su próximo proyecto, el comic KAYA que Craig crea, escribe y dibuja y que está siendo publicado por Image Comics. El clásico «poner la cartera donde pongo mis opiniones».

Y aparte de todo lo bueno del comic, Remender y Craig plantean un epílogo a modo de conclusión que llegó a emocionarme un montón y me dejó en el mejor momento posible. ¡Qué gran final!

Comparto las primeras páginas del número 53 que abre este volumen:

Deadly Class ha terminado. ¡Y menudo final más emocionante y perfecto! El comic de Remender y Craig me ha recordado por qué estos autores fueron en su momento compra obligada para todo lo que publicaran.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de Deadly Class Vol. 11 de Rick Remender y Wes Craig (Image Comics)

Deadly Class, el genial comic de Rick Remender y Wes Craig, con color de Lou Loughridge, inicial el final de la serie con un undécimo volumen repleto de sorpresas y saltos temporales.

PUNTUACIÓN: 8/10

Los pecados deben ser expiados, y pocos tienen tantos pecados como los estudiantes de Kings Dominion. Viejas rivalidades llegan a su punto álgido y oscuros secretos se revelan mientras los más mortíferos de la tierra se reúnen por última vez.

Este volumen 11 de Deadly Class recopila los números 49 – 52 USA, editados por Image Comics dentro del sello Giant Generator. Esta costumbre de Remender de publicar tomos con apenas cuatro grapas USA la verdad es que ya no es sorpresa porque lo hemos visto en otros comics suyos como Seven to Eternity, pero para mi significa el mayor pero de este comic. Y es que con un precio de portada de 16.99 US$, Remender tiene que rellenar con casi 20 páginas de extras para poder alcanzar una extensión suficiente para poder justificar este precio. Y el caso es que estos extras resultan muy interesantes, al tener además de las portadas de los comics 18 páginas con el proceso artístico de Craig para dibujar el número 49, que van desde el boceto, el dibujo a lápiz y el entintado. Sin embargo, el hecho que esto lo pone NO por el interés del lector sino de relleno, es algo que queda lamentablemente claro a poco que conozcas como edita Image sus tomos.

Este elemento sacacuartos es sin duda lo peor de un volumen que por otro lado me ha gustado mucho. Y es que no creo que quede nadie que tras comprar / leer 10 volúmenes de Deadly Class no quiera saber cómo termina Remender su historia. A pesar de ser cuatro grapas, la historia hace varios saltos temporales importantes, empezando la historia en 2001, pasando por 2005 y llegando a un 2006 en el que parece que la vida sonríe a Marcus. Quizá ese sea el momento en que más dolerá que sus enemigos busquen arrebatárselo todo. Porque las aventuras en King´s Dominion hace tiempo que ya pasaron, pero los enemigos hechos en esos años de juventud siguen buscando ajustar viejas cuentas. Y teniendo en cuenta el nihilismo con que Remender ha construido este comic creo que el futuro no parece que sea muy halagüeño para nuestro protagonista.

En este volumen no tenemos los clásicos comentarios de Remender sobre música o arte de la época, pero si aprovecha para lanzar unos misiles super certeros en la línea de flotación de nuestra sociedad actual y la dictadura de lo políticamente correcto que quiere dictarte lo que tienes que ver o cómo expresarte. En concreto, Remender en boca de Marcus nos dice:

«- Lucha contra cualquiera que te diga cómo puedes expresarte. No aceptes ninguna autoridad moral.»

«- Si no estás preocupado sobre si no eres bueno, es porque probablemente no lo seas. El síndrome del impostor es útil, te mantiene humilde y trabajador.»

«- Algunos eligen comentar, otros crear. Se del segundo grupo. Ambos serán olvidados, pero al menos uno añadió algo a la canción mientras sonaba.»

Deadly Class se nota que es un comic muy especial para Remender, y me parece una maravilla el nivel de satisfacción que nos ofrece a los lectores viendo sufrir a los protagonistas pero también siendo felices durante un corto periodo de tiempo.

En el lado del dibujo, me gusta mucho como siempre Wes Craig con color de Lee Loughridge. Craig borda los momentos expresivos y es una pasada en lo referido a la fluidez de sus escenas de acción. Junto a Craig, la paleta de color empleada por Loughridge ayuda a enfatizar los sentimientos que cada escena debe sugerir, empezando por el rojo sangre de los momentos más violentos. Dentro que como digo el conecto mucho con el estilo de Craig, en este volumen hay varias escenas de peleas que están planteadas con grandes melés en las que los sicarios son apenas manchas de color alrededor de Marcus y sus aliadas. Esto suele funcionar y suele transmitir una sensación super cinética a las escenas, pero en varias viñetas de esta tomo me dieron una sensación no demasiado buena, como si Craig fuera a lo fácil eligiendo NO terminar las figuras que muestra alrededor de Marcus, lo cual no mola demasiado.

Dicho esto, el final de este volumen lo deja todo preparado para el climax final, y estoy seguro que Remender y Craig no van a decepcionar.

Comparto las primeras páginas de este comic:

Deadly Class está en la recta final, y por lo visto en este undécimo volumen, nos esperan momentos llenos de violencia y dramatismo. ¡Estoy seguro que va a ser apasionante y super recomendable!

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de El Cabronazo volumen 1 de Rick Remender, Lewis LaRosa y vv. aa. (Panini Comics)

Panini acaba de publicar en España el nuevo comic de Rick Remender El Cabronazo (Scumbag) un comic creado junto al artista Lewis LaRosa planteado como una farsa super divertida y over-the-top del género de espías tipo James Bond publicado en Image Comics.

PUNTUACIÓN: 7,5/10

Flipando en colores

El destino del mundo descansa sobre la peor persona sobre la faz de la Tierra. Rick Remender se une con un conjunto de los mejores artistas del cómic estadounidense para narrar la historia de Ernie Ray Clementine, un motorista adicto a las drogas que accidentalmente recibe el suero que le convierte en el más poderoso espía del mundo. La encarnación viviente del «Sexo, drogas y Rock and Roll», integrada en una organización de inteligencia mundial.

Contiene Scumbag 1-5 USA

Rick Remender ha planteado Scumbag como una sátira del género de super espías tipo James Bond 007. En el momento de escribir estas líneas Remender ya ha confirmado que la historia quedará cerrada en el tercer volumen (número 14 USA), siendo ese el final que siempre tuvo previsto. Junto a Remender, el colorista Moreno Dinisio (Black Science) se encarga de dar una estabilidad cromática a un comic que rompiendo la norma de los comics de creación propia ha tenido a un dibujante diferente en cada grapa.

Y es que Remender creó Scumbag junto al dibujante Lewis LaRosa (Punisher Max, entre otros), y en principio la idea era que dibujara toda la serie. Sin embargo, un problema de espalda obligó a LaRosa a abandonar la serie tras haber dibujado apenas el primer número. Ante esta situación sobrevenida, Remender optó por no buscar un sustituto, sino plantear que dibujantes de primer nivel dibujaran un número cada uno. De esta forma, Andrew Robinson (Superman / Batman) dibuja el segundo número, Eric Powell (The Goon) el tercero, Roland Boschi (Punisher Max, Winter Soldier, Wolverine + X-Men, Ghost Rider) el cuarto y Wes Craig (Deadly Class) el quinto último de este tomo.

Dentro que todos los artistas escogidos son de primer nivel, la verdad es que parece que Remender está gafado en los últimos tiempos. Lo digo teniendo en cuenta el final abrupto de su fallida Seven to Eternity con Jerome Opeña y los casi dos años que tuvimos que esperar para leer el final de Low con Greg Tocchini, a lo que habría que sumar la polémica que se creó en redes sociales cuando LaRosa acusó a Remender de no haberle pagado lo que le correspondía como creador de la serie. Una acusación a la que Remender tuvo que salir a contestarle que el comic aún no había dado ni un céntimo de beneficio, dado que tras la salida de LaRosa (habiendo cobrado por su trabajo en el número uno), Remender tuvo que contratar a todos los artistas pagándoles por adelantado su tarifa por página, lo que ha incrementado los costes de producción más de lo que tenía planificado.

En este sentido, no cabe duda que algo pasó entre Remender y LaRosa, porque el dibujante abandonó Scumbag debido a sus problemas de espalda, pero al poco tiempo anunció su siguiente proyecto, y como ya os podréis imaginar no era el comic de Remender. Esto resalta los problemas que sufren los artistas en el mundo mainstream, ya que mientras los guionistas pueden escribir múltiples guiones todos los meses, los dibujantes sólo pueden crear un comic al mes (si llegan). Es por esto que aparte de sus problemas de espalda que no dudo que seguro los sufriría, ¿se dió cuenta LaRosa que el guión de Remender no le enamoraba y antes de atarse durante dos años a este comic prefirió bajarse del barco?¿O puede que simplemente DC le ofreciera dibujar a Batman y prefirió el sueldo y la visibilidad que le ofrecía DC, al ser un tren que sólo llama a tu puerta una vez? Lo que está claro es que los artistas no trabajan por amor al arte y al final tienen que priorizar lo que ellos vean que les va a salir más rentable económicamente. Por cierto, tras la polémica, LaRosa reconoció que Remender le habría pagado su trabajo como dibujante en el Scumbag #1, pero que él como creador también posee la mitad de los derechos de explotación del comics en cine y televisión, y en ningún momento había renunciado a ellos, por lo que se intuye un problema más allá de las páginas del comic.

Y empezando a valorar el comic en si, dentro que El Cabronazo es super divertido, el baile de dibujantes es justo su principal problema. Porque no hablamos de historias autoconclusivas que más o menos permitirían aceptar que el dibujo sea de un padre y una madre diferente. Al contrario, estamos ante una historia con principio y final contada en 14 partes que necesita tener una personalidad artística para triunfar, cosa que el comic no puede tener por el problema derivado por la baja de LaRosa. De forma que estando muy bien la historia de Remender, globalmente el baile de dibujantes me parece un bajón y me ha impedido disfrutar de este comic como me hubiera gustado.

Dicho esto, El Cabronazo es un festival del Remender más cafre y nihilista, con una de las presentaciones de un protagonista más bestias que recuerdo desde quizá Trainspotting. Película estrenada en 1996, hace más de 25 años. Ese es el nivel. El comic es una sátira construida con brocha gorda que tira contra todos, por supuesto los ultra republicanos reaccionarios y racistas, pero también contra los buenistas que buscan cambiar el mundo «por nuestro bien». Todo ello en una ambientación que parodia todo el género de espías y en general a James Bond.

El protagonista Ernie Ray Clementine es un egoísta drogadicto, alcohólico, putero, machista y traicionero que personifica los peores defectos de la sociedad americana, una sociedad que sólo mira por uno mismo y a la que le trae floja lo que le pase a los demás mientras a mi él vaya bien. En este arranque de la historia Ernie no acierta ni cuando intenta ayudar a los que cree que son sus amigos, opinión no compartida por esas personas. Y en parte da un poco de pena porque diría que Remender transmite con acierto que Ernie es un redneck con sueños de grandeza que realmente es un don nadie del que la sociedad se ha aprovechado toda su vida debido a su incultura y torpeza innata. Otro buen elemento crítico, la verdad.

Aparte de tener mucha acción, el comic es realmente una historia de humor en el que tenemos las situaciones más bestias y over-the-top imaginables, muchas de las cuales con un marcado elemento sexual. Remender se ha mostrado en otros comics previos como un anarquista que no cree en la sociedad capitalista occidental, y este comic entraría sin duda en esta clasificación y mostraría su vena más nihilista. Visto lo visto, diría que más que un final feliz El Cabronazo va dirigido claramente a un final en el que la humanidad sea barrida de la faz de la Tierra. Lo cual me valdría, todo sea dicho.

Sea como fuere, lo cierto es que el nivel de diversión que me ha dado el comic asegura que compraré seguro los dos volúmenes restantes, para disfrutar del final de Remender haya preparado a esta historia. En este sentido, parece que tras comics como Seven to eternity en el que no acabó de acertar con la historia, en este la parte bestia y políticamente incorrecta encaja con el ADN del comic.

Comparto varias páginas del primer número:

El Cabronazo en una de las lecturas más punkis y super bestias que le recuerdo a un Rick Remender más nihilista que nunca. Tú decides si esto es algo bueno o malo.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Saga Aniquilación 13: Guardianes de la Galaxia: Camino a Guerra de Reyes, de Andy Lanning, Dan Abnett, Paul Pelletier, Brad Walker y Wes Craig (Marvel Comics – Panini)

Tras el entretenidísimo primer tomo de los Guardianes de la Galaxia de Andy Lanning y Dan Abnett, tenía que comprar el siguiente volumen del grupo dentro la Saga Aniquilación que está publicando Panini, con el preludio de la siguiente saga, la Guerra de Reyes.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Guardianes de la Galaxia: Camino de Guerra de Reyes

Una nueva alineación, mientras Starlord se encuentra desaparecido. Las sorprendentes revelaciones del tomo anterior han roto por la mitad al equipo. ¿Queda alguien para continuar con la lucha? Quizás es el momento para traer a algunos de los integrantes de los Guardianes de la Galaxia del futuro, en el volumen que allana el terreno hacia «Guerra de Reyes».

Este volumen contiene Guardians of The Galaxy 7-12 USA, publicados originalmente en 2009.

Da gusto leer estos Guardianes de la Galaxia, ojalá todos los comics de pijameo fueran igual que este. Dan Abnett y Andy Lanning continúan donde se quedó el anterior volumen, y nos ofrecen un despliegue narrativo estupendo con unos comics que son super entretenidos siempre, con cada grapa dejándote con ganas de más y con unos giros y sorpresas geniales.

Se nota el amplio conocimiento que estos escritores tienen del Universo Marvel, porque usan con gran habilidad a un montón de personajes, con un montón de sorpresas tanto en el lado de los héroes como de los villanos. Además, que hayan varias acciones simultáneas me parece otro de los aciertos de este comic, que está construido desde la acción y va dejando pistas de los próximos sucesos que afectarán a la vertiente galáctica del Universo Marvel. Quizá la caracterización es la parte menos buena, pero todos consiguen tener una voz más o menos reconocible, lo cual también tiene mérito en un comic tan coral como es éste.

En el apartado artístico, encontramos un importante baile de dibujantes en este volumen. El número 7 está dibujado por Paul Pelletier, el dibujante del primer volumen, con tintas de Rick Magyar y color de Will Quintana. Kev Walker dibuja los números 8 a 10, con tintas de Victor Olazaba y color de Will Quintana, con algunas páginas del número 9 dibujadas por Carlos Magno con tinta de Jack Purcell y color de Bruno Hang. Por último, los números 11 y 12 cuentan con dibujo y tintas de Wes Craig (antes de Deadly Class junto a Rick Remender), con color de Will Quintana.

Este baile de dibujantes es en si mismo una pena, porque me hubiera gustado seguir disfrutando de Paul Pelletier, pero hay que reconocer que tanto Kev Walker como Wes Craig cumplen también perfectamente el encargo y nos cuentan de maravilla las aventuras de esta grupo disfuncional. Además, los dos números de Craig cuentan una historia autónoma autoconclusiva, por lo que no sufrí en exceso el cambio, y las sorpresas que nos traen estos números compensan con creces estas variaciones artísticas.

No tenía pensado comprar los volúmenes de Guerra de Reyes, pero me lo he pasado tan bien que posiblemente me plantee comprar el tercer volumen de esta serie cuando se publique. Cuando algo está bien no hay motivos para no comprarlo, ¿no?

Comparto las primeras páginas de este volumen;

Los Guardianes de la Galaxia se mantienen como un tebeo coral super entretenido que te deja con ganas de más. No se puede pedir más en el género superheroico.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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