Termina la actual etapa de Thor con más pena que gloria. Hoy analizo el último arco «Sangre de los Padres» obra de Torunn Grønbekk con el dibujo de Nic Klein, Juan Gedeón y Sergio Dávila, y color de Matt Wilson, que se ha desarrollado en los números 31 a 35 de la edición de Panini.
PUNTUACIÓN: 5.5/10
¡Las puertas de Valhalla están rotas y las almas de todos los que lo habitan han desaparecido! Con la ayuda de Jane Foster y Odín, Thor debe encontrar a quien tiene el poder y la audacia para perturbar el descanso final de los mejores guerreros de Asgard.
Tras la historia en dos partes El legado de Thanos con la que Torunn Grønbekk llegó a la colección, la escritora noruega toma las riendas de la colección para cerrar la actual etapa con una historia en cinco partes titulada Sangre de los Padres, que se ha desarrollado en los números 31 a 35 USA, numeración que comparte con la edición española de Panini.
Tengo que reconocer que en parte la escritora noruega Torunn Grønbekk tenía un encargo casi imposible, dado que Marvel necesitaba cerrar lo antes posible la actual etapa empezada por Donny Cates y que quedó cortada en seco por culpa del accidente de coche que casi le cuesta la vida al escritor texano y que le ha tenido postrado en una cama durante meses. Y lo que Cates seguro planteaba como una historia super epiquísima desarrollada quien sabe a lo largo de cuantos meses o años, Grønbekk ha tenido que cerrarla en apenas 7 números, los dos números del arco anterior y los cinco de este.
Dicho esto, como siempre no es tanto el planteamiento lo que es problemático, sino la ejecución. Y es que no creo que Grønbekk sea una mala guionista, pero tampoco es excesivamente buena. Su principal virtud es su gran conocimiento de los mitos nórdicos, algunos de los cuales ha incorporado a esta historia o en la anterior miniserie de Thor y Jane Foster también guionizada por ella. Tras leer estas grapas, me ha recordado esa miniserie, en la que teniamos una historia más o menos correcta a nivel general pero que estaba contada de la forma menos interesante posible. Sus interminables textos de apoyo y bocadillos se me hacen eternos y me acaban aburriendo una barbaridad.
Además, aunque se supone que va a cerrar las tramas abiertas por Cates, al final opta por pasar un tupido velo sobre elementos como el Thanos empuñando triunfante a Mjornir que tiene insertadas las Gemas del Infinito y liderando un ejército de zombies que ha derrotado a los héroes de la Tierra, contando una última historia con el Doctor Muerte de villano que al final no acaba de cuajar. Hay otro elemento importante que ha lastrado esta etapa de Thor y que en realidad no es achacable a Grønbekk y es que Cates convirtió al Dios del Trueno en un imbécil desagradable, echando por la borda el brillante final de Jason Aaron en el que nos mostró por qué era y es el mejor Dios de todos. En estos comics, cualquier mujer que pasa por aquí, Jane Foster / Valquiria, Runa, la nueva-vieja Valquiria inspirada en el personaje interpretado por Tessa Thompson en las películas del MCU, o Laussa, la hermana pequeña de Thor, está mostrados desde una óptica más positiva que el teórico protagonista de este comic. Lo cual no puede ser más problemático, y que refleja el gran problema de no tener claro qué historia quieres contar y a quién debes mostrar como personaje positivo e inspirador.
A todo esto hay que sumarle los cambios de dibujantes que también lastran a este comic. No hay nada que muestre más a las claras cuando un comic no interesa a los editores de Marvel que ver cuando retirar al dibujante titular Nic Klein para que se encargue de comics más atractivos para la editorial. De esta forma, Klein sólo dibuja el primer número de este arco antes de partir en dirección a la interesante nueva etapa de El increíble Hulk junto al guionista Phillip Kennedy Johnson, quedando el final de la etapa en manos del artista argentino Juan Gedeón, un dibujante que si bien no es malo, si tiene un estilo super diferente al de Klein, conjuntando como un huevo con una castaña. Para empeorar las cosas, no se los motivos, pero Gedeón no fue capaz de mantenerse como artista de los cuatro números restantes, añadiendo Marvel al español Sergio Dávila como artista de ¡tres! páginas del número 34 y trece páginas del último número. Un desastre, como ya nos viene acostumbrando Marvel.
En resumen, un final super triste y decepcionante de una etapa de Thor que prometía mucho y se fue desinflando a medida que pasados los meses y los arcos, sufriendo también el desinterés por parte del staff editorial de Marvel. Una pena.
Comparto las primeras páginas del número 31 USA, obra de Nic Klein y Matt Wilson:
Thor termina con más pena que gloria con un último arco decepcionante y sin chispa. Llegados a este punto, uno no puede más que desear que Al Ewing y Martín Coccolo, el próximo equipo creativo, acierten a la hora de traer de vuelta a Thor desde un punto de vista más positivo que el que tuvimos en toda esta etapa.
PUNTUACIÓN: 5.5./10
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