Ya tenemos cuatro nuevas historias en Ice Cream Man, el indescriptible comic del escritor W. Maxwell Prince, el artista Martín Morazzo y Chris O´Halloran en el color. Como siempre, una experiencia única en el mainstream americano.
PUNTUACIÓN: 8/10
¿Qué es exactamente el «terror»? Me temo que aquí no encontrarás las respuestas. (Espera… ¿ME TEMO? ¡No, qué va! Aunque… hay cuatro historias más del Ice Cream Man en este undécimo volumen… y esas cosas siempre me dejan un poco ATORMENTADO, por así decirlo. Quizás SÍ que tengo miedo. Quiero decir, hay una historia de espías de Graham Greene con un espantoso monstruo bovino; una historia de una casa encantada llena de microfichas; una entrada especial con estrellas que incluye historias de una página de escritores como GRANT MORRISON, PATTON OSWALT, MATT FRACTION, KELLY SUE DECONNICK y muchos más. Ah, y no me olvido: ¡la evaluación del rendimiento de Craig! ¡Uf! ¿Sabes qué? Retiro lo dicho: estoy totalmente, inequívocamente horrorizado. Y sí, tal vez no sé exactamente lo que eso significa, pero mira los pelos de mis brazos… ¡están erizados! ¡Disfrútalo!
Este volumen 11 recopila ICE CREAM MAN #40-44 USA.
W. Maxwell Prince escribe en Brooklyn y vive con su esposa, su hija y dos gatos llamados Mischief y Mayhem. Es autor de ONE WEEK IN THE LIBRARY (Image), The Electric Sublime (IDW) y Judas: The Last Days (ibíd.). Cuando no está escribiendo, intenta plasmar toda la experiencia humana en forma de gráficos.
El artista argentino Martín Morazzo hizo su gran debut en los cómics estadounidenses con la saga de ciencia ficción ambiental de 2012, Great Pacific, la primera serie de Image Comics que co-creó con Joe Harris. Desde entonces, Martín ha co-creado Snowfall, una epopeya de ciencia ficción, nuevamente con Joe Harris e Image Comics, y la elegante serie de aventuras criminales, The Electric Sublime, con el escritor W. Maxwell Prince en IDW Publishing. Ice Cream Man, su nueva colaboración con W. Maxwell Prince, está siendo publicada por Image Comics. She Could Fly, una miniserie con el escritor Christopher Cantwell, co-creador y showrunner de Halt and Catch Fire de AMC, y la editora Karen Berger, también está siendo publicada por Berger Books, una editorial de Dark Horse Comics.
Ice Cream Man es un tortazo de nihilismo y desesperanza para los lectores que estamos enganchados a esta antología de historias indescriptibles que nos muestran lo peor de la sociedad y las pesadillas que acosan a la gente corriente. Uno de las mejores cosas que tiene este comic es su capacidad de sorprender con cada historia. Aunque el tono y el drama existencial predomina en las historias de W. Maxwell Prince, en realidad cada historia es super diferente entre si.
Por ejemplo, en el número 41 tenemos la versión de W.M. Prince de las historias de espías tipo James Bond. Y en muchos aspectos, es como si David Cronenberg hiciera una película de Bond, porque la historia no tiene demasiado sentido. Por cierto, no me ha resultado inesperado que en medio de un nuevo drama existencial Prince presenta una visión idealizada de La Habana. Para sorpresa de nadie, la capital de la Cuba comunista es un lugar maravilloso que lucha por la malvada influencia de los Estados Unidos. Con todo, la locura de este comic me ha resultado super entretenida. Dentro del elemento hililista del conjunto, claro.
El número 42 es otra declaración de intenciones por parte de de W.M. Prince. Horror House plantea «quizá deberiamos hablar de lo que DE VERDAD asusta». Prince plantea una historia que realmente no deje lugar a la duda sobre su posicionamiento político. Y el caso es que creo que no había ninguna duda que el escritor se encuentra a la izquierda del partido demócrata. Algo que no me supone ningún problema, dado que lo importante es la calidad de su trabajo artístico, que me gusta mucho. Pero resulta llamativo que haya leído una historia que plantea que lo que cuente un comic como este nuna puede ser aterrador cuando en el mundo real el cambio climático va a destruir el planeta y Trump es presidente de los Estados Unidos. Planteamientos apoyados por recortes de periódicos reales con noticias publicadas en los USA.
Y digo que es llamativo porque hace apenas unos días salió la noticia que Bill Gates rechaza la visión apocalíptica del Cambio Climático que se ha extendido (en gran parte gracias a él) durante la última década de forma errónea. El mundo NO se va a destruir en este siglo, y sería bueno que el foco cambiara a mejorar la vida de la gente que vivimos ahora. En lugar de buscar convertirnos a todos más pobres para de alguna manera «proteger el planeta». Y conectando esta noticia con Ice Cream Man, tenía claro que W.M. Prince es uno de esos activistas de izquierda que viven asustados por todo pensando que su vida va a acabar porque la civilización occidental está condenada a desaparecer.
Con todo, este número 42 me parece una historia bien planteada y resuelta, con múltiples sorpresas a lo largo de sus 20 páginas. Me ha gustado bastante, la verdad.
El número 43 USA es otro de los regalos narrativos que Ice Cream Man ofrece a sus lectores cada poco tiempo. En el volumen 10 tuvimos la histórica «Descompresión de un accidente» en dos partes. Este número se titula «Historias de terror de una página» y deja claro lo que vamos a encontrarnos. Aparte de W. Maxwell Prince en el guion de algunas páginas y que Martín Morazzo dibuja la mayoría de páginas, Ice Cream Man ha invitado a GRANT MORRISON, PATTON OSWALT, GEOFF JOHNS, KELLY SUE DeCONNICK, JEFF LEMIRE, MATT FRACTION, ZOE THOROGOOD, DENIZ CAMP Y CARLO BARBIERI para que plantean pequeñas historias de terror. Incluso el rotulista Good Old Neon escribe una página de la historia que no necesita dibujos.
Y lo cierto es que estos guionistas invitados ayudan a que el comic tenga historias muy llamativa que ayudan a añadir un sabor especial para un comic que no deja de ofrecer historias sorprendentes y super llamativas.
Por último, el número 44 nos muestra una «Evaluación del rendimiento» en una gran empresa. Otro comic excelente que resalta el sinsentido que existe en las grandes empresas, con normas absurdas y una burocracia que anula al ser humano. Esta comic es un ejemplo perfecto del tipo de historias deprimentes, nihilistas y sin esperanza en los que los personajes muestran lo peor de la condición humana en medio de una sociedad que solo busca su autodestrucción. A pesar de lo que acabo de decir, en realidad tengo que decir que este número me ha gustado mucho.
El dibujo de Martín Morazzo y Chris O´Halloran me parece que está tan acertados como siempre. Nadie como ellos transmiten el drama existencial de estas historias y a unos personajes perdidos, sin esperanza y desamparados ante unos elementos que parece que juegan con ellos. Las expresiones faciales y corporales adquieren una cualidad casi kafkianas en estas páginas, complementando perfectamente a las historias de Prince. Y por si fuera poco, Morazzo se sale en cada uno de los desafíos narrativos que le sugiera el guionista, o tal vez es él el que le sugiere ideas visuales que luego desarrollan hasta tener clara la historia, lo veo como una posibilidad. Pero ya sea una u otra opción, la verdad es que acaban formando una dupla perfecta para el tipo de historias que se plantean en esta antología.
Hay que ir con cuidado con Ice Cream Man y dejar varios meses entre un volumen y el siguiente. O de lo contrario, la sobredosis de desesperanza puede provocarnos una crisis nerviosa o algo peor. Hecha la broma, la verdad es que este comic me da algo que no leo en ningún otro sitio, justificando de sobra su compra. Si buscas comics con historias diferentes, Ice Cream Man sin duda lo es. Eso si, prepárate a leer este comic con el estado mental adecuado.
PUNTUACIÓN:8/10
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