James Gunn produce y apadrina Brightburn (El hijo en España), película dirigida por David Yarovesky a partir de un guión de Brian y Marc Gunn (hermano y primo de James), pura serie B que busca subvertir el mito origen de Superman.
PUNTUACIÓN: 7/10
¿Qué pasaría si un niño de otro mundo aterrizara en la Tierra, pero en lugar de convertirse en un héroe para la humanidad fuera algo mucho más siniestro?
Brian Gunn y Mark Gunn escribieron un guión con un pitch muy sencillo y relativamente fácil de vender: «¿Y si Superman fuera malo?» Cuando llegó a manos de James Gunn (Guardianes de la Galaxia 1 y 2), supo mover los hilos para conseguir que le dieran luz verde.
Hay que destacar que Gunn solo ejerce labores de productor, siendo el director elegido David Yarovesky, director de The hive (2014) y curtido en el cine independiente, que realiza un buen y efectivo trabajo. La fotografía corre a cargo de Michael Dallatorre, con una banda sonora escrita por Tim Williams.
Brightburn me ha gustado y me ha entretenido bastante, hay casos como este en que no pasa nada porque una película nos dé justo lo que propone. Empezando por los aspectos más positivos, Brightburn tuvo un presupuesto de tan solo 6 millones de dólares, y está genial comprobar lo bien que luce todo. A ver, claramente esto no es un blockbuster como Spiderman, pero la acción se ve claramente, los contados efectos especiales no cantan demasiado y los momentos gores molan mucho. Así que globalmente todo cumple su función.
El éxito de Brightburn pasa también por un casting muy acertado. Elizabeth Banks y David Denman son Tori y Kyle Breyer, el matrimonio de granjeros que no puede tener hijos y que se encuentran la nave en la que llega Brandon a la Tierra, interpretado ya de adolescente por Jackson A. Dunn. Banks ya trabajó con Gunn en Slither, y se nota que se ha rodeado de gente conocida en la que puede confiar y que sabe lo que pueden dar de si.
El matrimonio Breyer es lo mejor de la película y transmite una complicidad y amor indudables, lo que hace que empatices con ellos y lamentes lo que les va a venir encima. Otro elemento chulo es que frente a otras películas en las que los personajes cometen locuras increíbles, ellos se muestran muy reales en la forma en la que cada uno reacciona ante la posibilidad de que su hijo sea un monstruo. E incluso Tori la madre, aunque confía en su hijo y cree que es bueno, no deja de buscar respuestas que le muestren la verdad.
La actuación de Jackson A. Dunn como Brandon, para mi está también bien, aunque quizá un poco por debajo de sus «padres». A ratos resulta un poco repelente, como suele pasar con algunos niños actores, pero en este caso es algo que le viene bien al personaje y a la histora. Además, sí me gustó su actitud fría e inhumana en la segunda mitad de la película, en la que aunque dice unas cosas, su mecánica corporal dice todo lo contrario. Eso mola, y creo que globalmente cumple lo que se espera de él razonablemente bien.
Brightburn es una mezcla de ciencia ficción, super héroes y slasher, dado que al final vemos como Brandon acaba causando unas muertes con momentos muy gores cuando acepta la verdad de su origen. Estas muertes están muy bien rodadas, saben jugar con el suspense y la tensión, y crean varios momentos muy impactantes y sangrientos que disfruté mucho.
Si tengo que decir algo menos bueno de la película sería que su naturaleza de serie B hace que vaya al grano y desde el primer momento sepas que esto es lo que hay. No hay ninguna sorpresa ni giro ya que esto no va de las dudas morales de Brandon sobre si ser bueno o malo, sino de cómo va a matar a la gente a su alrededor. En todo caso, no tengo ningún problema con esta aparente simplicidad argumental si se hace bien, y en Brightburn creo que es así.
En este sentido, en la mayoría de slashers siempre sufrimos verdaderas locuras para conseguir llevar a los personajes donde tienen que estar para morir. Me alegro poder decir que en Brightburn hay un sólo momento super WTF!! Aunque hay algún elemento más algo cuestionable, el resto de momentos están suficientemente justificadas.
A pesar de una divertida escena final, con cameo de Michael Rooker incluido, que parece sugerir la posibilidad de un «universo compartido» tipo Glass, esto me parece una anécdota sin más que una idea clara de continuación. De hecho, el concepto de Brightburn, aunque entretenido, no tengo claro que dé más de si. En todo caso, dado su bajo presupuesto y que va a ser rentable para la productora Screengems (entre otras), tampoco se puede negar que esta posibilidad existe y quién sabe si no veremos más películas en el futuro.
Comparto el trailer de la película:
Brightburn es pura serie B, va directa al grano y no ofrece ninguna sorpresa a pesar de mostrar alguna muerte sangrienta. Pero a veces eso es más que suficiente si se hace bien y consiguen una propuesta entretenida que cumple de sobra su función.
PUNTUACIÓN: 7/10
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