Mi búsqueda de nuevas lecturas y una interesante oferta online me animó a comprar Archangel 8, comic de Michael Moreci, dibujo de C.P. Smith y color de Snakebite Cortez publicado por la editorial de Axel Alonso AWA, que los autores vendían como “Lucifer mezclado con Batman, Punisher se encuentra a Preacher”. Y me he llevado un chasco importante.
PUNTUACIÓN: 4/10
Conoce la negación plausible de Dios.
En un mundo más allá de la vista de los mortales, el cielo y el infierno libran una guerra eterna por el alma de la humanidad. Los principales entre la legión de Dios son siete arcángeles sobre los que se ha escrito en textos religiosos durante milenios. Pero hay un octavo arcángel, conocido solo por alusiones pasajeras en Apócrifos, que opera bajo un código diferente. Luchando sin la sanción de Dios, enfrenta al enemigo en sus propios términos y muestra cuán malo puede ser el bien.
Archangel 8 se encarga de realizar todos los trabajos sucios. Y cuando la última misión de 8 le lleve a los Ozarks para terminar con una figura de su pasado, descubrirá que a veces el cazador puede convertirse en cazado.
Conocía a Michael Moreci de comics como Wasted Space, en el que ofrece una vuelta de tuerca a las soap-operas espaciales. Y recordaba al dibujante C.P. Smith de la etapa de Jason Aaron en Lobezno en la que dibujó de forma más que competente algunos números. Ver un comic de acción realizado por ellos vendido como “Lucifer mezclado con Batman, Punisher se encuentra a Preacher” me daba cierta seguridad en el que el comic como mínimo se podría leer y ser entretenido. Buff, el chasco que me he llevado ha sido importante al fallar ya desde la casilla de salida.
Empezando por los elementos positivos, la premisa del comic de crear un protagonista amoral en la mejor tradición del Punisher de Garth Ennis, un vigilante que sabe que lo que hace está mal y que mata criminales simplemente porque le gusta y es lo único que sabe hacer, es interesante. 8, o Raziel como se llama en realidad, es un hitman al servicio de Gabriel que hace lo que le manden sin cuestionarse nunca sus órdenes, pero tampoco creyendo que lo que están haciendo sea el “bien”.
Como premisa, la idea que Raziel viera sus creencias puestas a prueba por el retorno de una persona de su pasado ofrecía ilimitadas posibilidades. Sin embargo, estas son malogradas por un deficiente guión que no ofrece claves del protagonista para que te importe nada de lo que hace y una trama bastante ridícula sobre la necesidad de encontrar a Delmar, un violento capo de la droga local. Además, el propio concepto de personaje amoral con que nos vendieron el comic no se corresponde con lo que nos muestran en realidad, ya que Raziel desde el principio sí está atormentado por sus actos pasados que, sin embargo, sigue realizando.
Pero el problema principal del comic no es el guión, que calificaría de montonero sin más, sino el terrible acabado artístico que convirtió la lectura en un incordio. No entiendo qué le ha pasado a C.P. Smith. Sus páginas para Marvel mostraba a una correcta narrativa en la página y un lápiz de línea final que mostraba y diferenciaba claramente a los personajes. Y entiendo que han pasado un montón de años desde esos comics y todo artista tiene derecho a evolucionar y probar cosas diferentes. Pero esto no es evolución, es una involución desastrosa. Hablando sin tener ni idea, diría que Smith ha cambiado el dibujo en papel por un dibujo en tableta con herramientas digitales. Digo esto porque en un intento de generar algún tipo de semejanza con un fotorealismo ha creado maquetas para algunos personajes y va repitiendo planos de sus rostros y figuras con escasa definición, hasta el punto que hay momentos en que es complicado distinguir entre 8, Delmar o alguno de sus secuaces. De hecho, terminé este comic y si tengo que explicarte cómo es físicamente 8 no sabría decírtelo porque todo en él es genérico y sin personalidad.
Pero además es que la narrativa es nula. Me parece terrible contemplar página tras página de cabezas parlantes en el sentido más literal del término que lamento decir que me transmiten vagancia, como el estudiante que hace lo mínimo porque sabe que el profesor es amigo suyo y le va a aprobar. Sumado esto, las escenas de acción transmiten todo excepto eso. Leyendo comics de Marcos Martín o Daniel Warren Johnson, me doy cuenta que quizá lo más difícil del proceso creativo no es el dibujo en si, sino el pensar la forma de transformar el guión en imágenes que cuenten la historia de la forma más dinámica posible. Cuando esto ya se ha logrado, entiendo que el dibujarlo ya es coser y cantar. En este sentido, me resisto a pensar que realmente Smith no haya encontrado otra forma de contar la historia más que así, lo que habla muy mal de su capacidad de storyteller.
Otro elemento que me ha molestado del dibujo es que el primer número de esta serie creo que tiene unas páginas más que aceptables, que fueron las que vi cuando entré a la web de AWA para ojear el tipo de comic que me esperaba. No se si incluso estas páginas fueron con lo que Moreci y Smith hicieron el “pitch” y vendieron la idea a AWA. Pero a medida que avanza la narración las páginas son más feas, los personajes están siempre más a contraluz y la narrativa es peor. Puestos a pensar mal, da la sensación que una vez tuvieron luz verde, el resto fue un todo vale con tal de terminarlo y que se publicara.
Y si el dibujo de Smith me parece malo y hasta incomprensible en la mayoría de decisiones narrativas que toma, el color de Snakebite Cortez me parece fallido y empeora más las cosas. Cortez realiza un coloreado digital saturando con grandes manchas de color varias páginas que hacen que el comic fuera casi ilegible. Además, hay páginas en que parece querer homenajear de alguna manera las antiguas técnicas de coloreado de los comics con cuatricromía haciendo que las figuras tengan puntos y rayas exageradas, que no hacen sino entorpecer la lectura. El color debe acompañar al dibujo y potenciar sus virtudes para ayudar a que la lectura sea más fluida o transmitir determinados sentimientos o emociones que los autores quieran transmitir con la historia. Cortez no consigue ni una cosa ni la otra, molestando más que otra cosa en la mayoría de los casos.
Hacía el simil del mal estudiante, y el caso es que no puedo entender cómo no hay un editor que dijera que la narrativa no funcionaba o que no se puede contar un comic a base de partes de cabezas palantes. No tengo claro cómo funciona AWA de Axel Alonso, si los derechos son de los autores y ellos solo publican o si encargan y pagan por los diferentes comics y entonces pueden forzar cambios como pasa en editoriales tipo Marvel o DC. Pero el resultado ha sido super decepcionante.
Recuerdo en este momento a Mark Waid comentar que tienes que intentar que todos tus trabajos sean tus mejores trabajos posibles, dado que ese comic puede ser (es) el primer comic que un lector lea tuyo y si no le gusta, no comprará el segundo. Y que si eso pasa no importaran las explicaciones sobre plazos de entrega, problemas con los editores o que trabajaste enfermo para terminar a tiempo. Eso mismo me pasa ahora mismo con AWA. Se trata de una editorial nueva que se vende como una casa de comics de autor de calidad. Year Zero de Percy y Rosanas me gustó pero no me flipó, y si el nivel de futuras obras va a ser como este Archangel 8, creo que va a convertirse en otra editorial de las muchas que pueblan el Previews y de las que pasas sin ni siquiera leer lo que publican (¿he leído Zenescope, por decir algo?).
Normalmente no suelo escribir reseñas negativas de comics, con olvidarlos cuanto antes ya me quedo satisfecho, pero cómo véis, no me ha gustado nada este comic y necesitaba quitárme el mal trago que me ha provocado este Archangel 8, además de advertiros de que os mantengáis alejados de este comic. Por cierto, ahora entiendo la oferta y que estuviera tan barato…
PUNTUACIÓN: 4/10
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¡Saludos a todos!
El otro día me puse para pasar el rato Legión (la peli del 2010). Pensaba ver una gamberrada y acabé con una peli medio pretenciosa y mesiánica (y muy mala). Cada vez me cuesta más este género post preacher con tufos bíblicos.
Vendían el comic como «Preacher meets Punisher», no podían haberse quedado más lejos… Un fail como una casa!