Dos ladronas traicionadas tras su último golpe buscan venganza. ¿Te suena el argumento? Es porque todo en la historia de Mark Millar para Space Bandits suena a trillado y mil veces visto. Por suerte, Millar cuenta con el dibujo del super estrella Matteo Scalera (Black Science) con color de Marcelo Maiolo, que consiguen que la historia sea una montaña rusa super entretenida.
PUNTUACIÓN: 7/10
Thena Khole y Cody Blue se encuentran entre los delincuentes más buscados del Universo. Ambas lideran sus propias operaciones criminales, ejecutan atracos a través de las galaxias, saltando de nave en nave para vencer a todos los que están en su interior. Pero cuando estas dos mujeres son traicionadas por sus tripulaciones, ellas solo tienen una cosa en mente: venganza.
Este volumen contiene Space Bandits 1-5, publicado en Estados Unidos entre julio y noviembre de 2019. El tomo recopilatorio de 152 páginas apareció en USA en febrero de 2020, justo antes del COVID, lo que provocó que aquí en España este volumen se retrasara hasta octubre pasado, cuando el sello Evolution Comics de Panini lo publicó en una estupenda edición hardcover.
Si hay algo que Mark Millar tiene, es olfato comercial. Su buen ojo para los negocios ha hecho que varias series dieran la diana con géneros y homenajes que los lectores ni nos imaginábamos que queríamos, de forma que sus comics son siempre éxitos de ventas. Incluso reconociendo que en los últimos años su buena estrella parece haberse apagado un poco, sobre todo por el parón en la salida de comics al mercado. Digo esto a modo de introducción porque no había duda que Millar buscaría en algún momento aprovechar el tirón del feminismo para crear un comic que se uniera a esta “moda”, por decirlo de alguna manera.
Realmente, Spaces Bandits es “Parker en el espacio”. Con la diferencia que hablamos de ladronAs más en la tradición de Danny Ocean, un tipo que cae simpático con valores morales que no quiere hacer daño a nadie si pueden evitarlo, más que del protagonista de las novelas de Richard Stark. Este argumento de un ladrón dejado por muerto por sus compañeros tras un atraco perfecto que busca venganza realmente es un argumento super trillado en el género negro. Kill Bill también me vino automáticamente a la cabeza, aunque en este comic son dos las chicas que buscan venganza y no Uma thurman. Más cliché no puede ser, la clave por supuesto son los detalles. Y en este caso tenemos un ejemplo claro de sororidad con dos mujeres buenas explotadas por hombres malos para que el comic conecte con los “trending topics” del momento.
Dicho esto y reconociendo los numerosos lugares comunes por los que transita el comic de Millar, lo cierto es que Space Bandits es super entretenido, un perfecto blockbuster palomitero que no da un segundo de respiro y que nos lleva hasta el climax final en un final, dejando buen sabor de boca. Tenemos un giro que mola, aunque hace tiempo que los giros de Millar dejaron de ser inesperados, una escena en un burdel espacial para que Millar intente pasarse por un “malote” que toca temas comprometidos (nada más lejos de la realidad en este comic), y detalles a priori sin importancia que nos enseñan al principio que obviamente van a tener una importancia fundamental en la resolución del climax. Incluso las personalidades y habilidades diferenciadas de Thena y Cody parecen sacadas de la plantilla de Millar de “como hacer una historia comercial”. Reconociendo que la lectura de Space Bandits ha sido divertida y en el fondo no esperaba nada más de ella, todo suena a historia realizada con el piloto automático.
Matteo Scalera con color de Marcelo Maiolo está estupendo como siempre. Desde que le conocí en Black Science junto a Rick Remender se ha convertido en uno de mis artistas favoritos, y no cabe duda que Millar es muy listo porque plantea una historia que se ajusta como un guante a sus puntos fuertes. Tenemos una historia de ciencia ficción planteada desde la acción en la que Scalera se luce con la creación de razas alienígenas, naves y vestuarios futuristas super chulos, además de crear a unas Thena y Cody llenas de personalidad y carisma diferenciado.
Scalera y Maiolo son los que realmente dan el salto de calidad a la rutinaria historia de Millar y los que consiguen que sin haberme flipado, me dejen con sensación super satisfactoria tras su lectura. De hecho, digo desde ya que no me importaría comprar y leer el siguiente volumen de la historia. Un volumen 2 que el final de este tomo nos deja en bandeja y que teniendo en cuenta el actual tapón que hace Millar debido a sus obligaciones dentro del organigrama de Netflix, vete tu a saber cuando va a salir.
Millar es super listo. De hecho, ¡qué cabrón! Dada la rentabilidad y los beneficios que entiendo están dando sus comics, no es casualidad que tantos artistas de primer nivel se suban al carro de Millarworld y sigan dibujándole sus historias. Stuart Immonem, Greg Capullo, Olivier Coipel, ahora Matteo Scalera, buff!!! Millar sabe que el comic es ante todo un medio visual, y en ese sentido sus comics son siempre los mejores del mercado por una gran diferencia de la producción del resto de editoriales.
Y no pasa nada si sus comics son blockbusters palomiteros, mientras me sigan entreteniendo por mi encantado. No todo tienen que ser dramones profundos o historias donde “nada volverá a ser lo mismo” como pasa en el típico evento de Marvel o DC. Estoy perfectamente satisfecho con el tipo de entretenimiento que nos da Millar, seguiré leyéndole cuando se anime a sacar sus próximos comics.
PUNTUACIÓN: 7/10
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