Acaba de terminar la primera temporada de La Remesa Mala, la nueva serie de animación de Star Wars ambientada en el Universo Star Wars tras el Episodio III que ha sido creada por Dave Filloni. Y en mi opinión, Filloni vuelve a dar en la diana.
PUNTUACIÓN: 7/10
Un «mala remesa» de clones experimentales de élite, la Fuerza Clon 99, intentan abrirse camino a través de una galaxia en constante evolución justo cuando se empiezan a experimentar las primeras consecuencias de la Guerra de los Clones.
Tras el éxito de The Clone Wars y The Mandalorian, Dave Filloni vuelve al universo de Stars Wars en un momento temporal lleno de interés y que ha sido muy poco explorado en el mundo audiovisual, el inmediatamente posterior a la activación de la Orden 66 que supuso la casi aniquilación de la Orden Jedi y la creación del Imperio con el Emperador Palpatine a la cabeza.
La primera temporada de La Remesa Mala ha contado con 16 episodios y Disney ya ha confirmado que ha renovado la serie para una segunda temporada. Junto a Filloni, encontramos a Jennifer Corbett como guionista principal y Brad Rau como supervisor de dirección de todos los episodios.
Los clones especiales que forman parte de esta «remesa mala» son el experto cazador y rastreador Hunter, el experto en electrónica y cerebro del esquipo, Tech, el soldado de gran tamaño y super fuerza Wrecker, el experto francotirador del grupo, Crosshair y su última inclusión el soldado clon regular de la Legión 501 y ahora mitad cyborg Echo. A destacar que en la versión original, las voces de estos 5 personajes están realizadas por el mismo actor de doblaje, Dee Bradley Baker, que era el actor de doblaje en The Clone Wars. Junto a ellos, en Kamino conocerán a Omega una niña que resultará la primera versión experimental femenina de Jango Fett.
La remesa mala tiene mucho y bueno que destacar. Empezando por unos personajes que fueron presentados en The Clone Wars y cuyos diseños son espectaculares, resaltando las habilidades de cada uno y casi hasta su personalidad. En general, la serie se nota que es Star Wars de principio a fin y cuenta con un diseño de producción modélico que ha hecho las delicias de todos los fans de la franquicia galáctica.
Los años entre el final de Episodio III y Star Wars: Una nueva esperanza han sido poco explorados. En los últimos años Disney descubrió el filón con la exitosa Star Wars Rogue One, y en animación teniamos Star Wars Rebels, pero en ambos casos sus aventuras tenían lugar años después de que el Imperio tomara el control de la galaxia. Entiendo que Disney / Lucasfilm y el propio Filloni vieron el filón de contar nuevas aventuras justo después de la activación de la Orden 66, y esta remesa mala han sido los personajes perfectos para mostrarnos el estado de la galaxia durante esos años mientras el Imperio intentaba hacerse con el control de los diferentes planetas que forman la República.
El esquema de la serie es muy básico (y efectivo), ya que tras desobedecer las órdenes, este equipo de clones renegados viajará por la galaxia como si de un Equipo-A se tratara aceptando encargos como mercenarios mientras intentan escapar del Imperio que intenta atraparles. Estas aventuras nos han permitido ver cómo el Imperio se fue haciendo con el control de toda la galaxia, a veces con pura fuerza militar y otras con engaños y diplomacia. Estamos ante unos años convulsos que sin duda merecían ser mostrados a las nuevas generaciones de fans.
Dentro de la estructura de estos 16 episodios, hemos tenido episodios autoconclusivos con misiones más o menos autónomas y otros que han ido construyendo la narrativa principal que gira sobre los intentos de los clones de escapar del Imperio, que les busca a ellos y, sobre todo, a Omega, que acaba siendo más importante de lo que se podían intuir. De hecho, no sorprende que la serie en muchos momentos utilice a Omega como nuestro punto de vista, de forma que los niños puedan identificarse con ella como puerta de entrada a estas historias de corte militar. Dentro que estamos ante una serie para todos los públicos planteada con un target infantil y juvenil en mente, ha habido varios episodios que me han gustado bastante y entiendo que acierta completamente en su intención de ampliar la galaxia mostrando nuevos mundos y sociedades.
Filloni es además muy listo, ya que además del propio mundo de los clones en Kamino, aprovecha La Remesa Mala para hacer conexiones con personajes ya aparecidos en otros formatos, como pueden ser Saw Guerrera (Rogue One), Fenec Shard (The Mandalorian) o Kanan y Hera (Star Wars Rebels), lo cual él sabe que nos alegra a los fans y busca aumentar las conexiones de todas las series y películas de forma orgánica.
La animación de La Remesa Mala me parece correcta, en la línea de The Clone Wars. Pero dentro que no es para nada mala, con un diseño de mundos y personajes muy chulo, se me queda corta a la hora de transmitir personalidad, siendo todo tan correcto que no da la sensación de ser una serie especial, sino una más de la franquicia Star Wars. Por poner un ejemplo reciente, la animación de What if…? estrenada esta misma semana además de contar la historia de forma modélica, transmitía una personalidad bestial que es algo que eché a faltar en toda la temporada.
Y en ese sentido, encuentro que el principal pero de esta Remasa Mala no es algo realmente malo, sino algo que viene de la propia premisa de la serie y el target al que va dirigido. El que La Remesa Mala sea una serie juvenil hace que no haya nunca sensación de peligro para los protagonistas, y a pesar que sus aventuras son entretenidas, realmente a todas las historias les falta algo de chispa. No es que haya especialmente malo, y las caracterizaciones de los protagonistas me parecen correctas también, pero la extrema corrección de todo también impide que me enamore de nada. En ese sentido, como decía antes entiendo los motivos narrativos y de empatía para el espectador (juvenil) que hacen de Omega la protagonista en muchos momentos, eclipsando a los clones de la fuerza 99. Sin embargo, que esto suceda en misiones de combate en las que ella sistemáticamente desobedece órdenes (y acaba teniendo razón) no deja de ser un WTF? de libro que aceptas porque precisamente estamos antes una serie juvenil cuyo único propósito es entretener.
Es por esto que dentro que me ha gustado la serie y me ha parecido razonablemente entretenida, y sobre todo agradezco la oportunidad de poder verla con mi hijo, la serie me haya parecido correcta sin más, y no me ha enamorado especialmente nada.
Por último, destacar el éxito del estreno semanal de la serie, que ha conseguido que esta Remesa Mala haya estado en la conversación durante todo el verano, permitiendo que el boca a boca favorable haya conseguido que más gente se haya sumado a la serie. Cada vez tengo más claro que en las series que me gustan, prefiero este formato frente al formato Netflix.
Comparto el trailer de serie:
La remesa mala mantiene las buenas sensaciones que The Mandalorian, confirmando que aún quedan muchas historias que contar en una galaxia, leja, muy lejana… que nos van a enganchar.
PUNTUACIÓN: 7/10
Espero vuestras opiniones en la zona de comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales, y que te suscribas al blog para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.
¡Saludos a todos!
Estoy a falta de ver el capítulo final. Pero comparto tus impresiones, incluyendo que desde el principio me recordaba al Equipo A jeje. Igual con la animación, pero más que nada en los personajes, pues las naves y todo el fondo me gusta bastante.
Un saludo
Gracias Víctor. Solo ver una serie de Star Wars ya es motivo de alegría, aunque por una cosa u otra no haya conseguido fliparme. Un saludo grande!!