Aproveché las vacaciones de verano para leer Juramentada, la tercera parte de la tetralogía de El Archivo de las Tormentas de Brandon Sanderson situada en el mundo fantástico de Roshar. Y la experiencia no puede ser más satisfactoria.
PUNTUACIÓN: 8/10
Juramentada es la aclamada continuación de El camino de los reyes y de Palabras radiantes , y tercera parte de la decalogía «El Archivo de las Tormentas», obra maestra de la fantasía épica que ha coronado la lista de best sellers de The New York Times y ha postulado a Sanderson como el autor de género que más lectores está ganando en todo el mundo.
La humanidad se enfrenta a una nueva Desolación con el regreso de los Portadores del Vacío, un enemigo tan grande en número como en sed de venganza. La victoria fugaz de los ejércitos alezi de Dalinar Kholin ha tenido consecuencias: el enemigo parshendi ha convocado la violenta tormenta eterna, que arrasa el mundo y hace que los hasta ahora pacíficos parshmenios descubran con horror que llevan un milenio esclavizados por los humanos. Al mismo tiempo, en una desesperada huida para alertar a su familia de la amenaza, Kaladin se pregunta si la repentina ira de los parshmenios está justificada.
Entretanto, en la torre de la ciudad de Urithiru, a salvo de la tormenta, Shallan Davar investiga las maravillas de la antigua fortaleza de los Caballeros Radiantes y desentierra oscuros secretos que acechan en las profundidades. Dalinar descubre entonces que su sagrada misión de unificar su tierra natal de Alezkar era corta de miras. A menos que todas las naciones sean capaces de unirse y dejar de lado el pasado sangriento de Dalinar, ni siquiera la restauración de los Caballeros Radiantes conseguirá impedir el fin de la civilización.
BRANDON SANDERSON (Lincoln, Nebraska, 1975) es el gran renovador de la fantasía del siglo XXI, con veinte millones de lectores en todo el mundo, y el autor más prolífico del mundo. Desde que debutara en 2006 con su novela Elantris, ha deslumbrado a lectores en treinta lenguas con el Cosmere, el fascinante universo de magia que comparten la mayoría de sus obras. Sanderson es autor de la brillante saga Nacidos de la Bruma (Mistborn), formada por El Imperio Final, El Pozo de la Ascensión, El Héroe de las Eras, Aleación de ley, Sombras de identidad y Brazales de Duelo. Tras El aliento de los dioses, una obra de fantasía épica en un único volumen en la línea de Elantris, inició con El camino de los reyes una magna y descomunal decalogía, El Archivo de las Tormentas, que continuó con Palabras radiantes, Juramentada y El Ritmo de la Guerra (además de la novela corta Esquirla del Amanecer). Con un plan de publicación de más de veinte futuras obras (que contempla la interconexión de todas ellas), el Cosmere se convertirá en el universo más extenso e impresionante jamás escrito en fantasía épica.
Sanderson vive en Utah con su esposa e hijos y enseña escritura creativa en la Universidad Brigham Young.
Juramentada es otro tochal de 1400 páginas que sólo de mirarlo ya me producía vértigo. Compré la novela hace unos meses, pero ya tenía claro cuando lo hice que hasta que no llegaran las dos semanas de vacaciones no iba a ser posible adentrarme en ella. Esperé paciente hasta que llegó el momento, y la verdad es que mis impresiones tras leerla no pueden ser mejores. Lo primero ante lo que hay que quitarse el sombrero es por la capacidad de Sanderson de crear historias complejas -super complejas-, en las que parece que todo lo que sabemos del mundo inicialmente se irá demostrando falso, poblado de personajes maravillosos como Danilar Kholin, Shallan Davar o Kaladin que forman ya parte de la historia de la fantasía épica.
En una novela de 1400 páginas hay espacio para casi todo, y me alucina como en medio de una historia super vasta y compleja, Sanderson tiene tiempo de crear a un conjunto de secundarios alucinantes con los que conectas igual que con los protagonistas, como son los miembros del Puente Cuatro Roca, Moash o Teft, la pashmendi Venli o la reina Navani, por nombrar a unos pocos. Pero en medio de todos ellos, Juramentada es sobre todo la historia de Danilar y Shallan, y la forma en que siguen adelante a pesar de todo. En esta novela conoceremos la historia de Danilar y cómo incluso a pesar de cometer las mayores atrocidades, en un pasado que estuvo oculto hasta ahora, es posible cambiar e intentar ser mejor persona. Para Sanderson, los héroes no son seres de perfección inmaculada, sino aquellas personas que deciden cambiar y hacer lo correcto hoy a pesar de todos los pecados que hubieran cometido en el pasado. Y en ese sentido, conocer la historia de Danilar hace que alucine con Sanderson y su capacidad narrativa. Pensar que los giros de esta novela de alguna manera estaban planificados cuando empezó a escribir la primera me parece alucinante.
Y si Danilar se enfrenta a su pasado, Shallan debe lidiar con sus propias inseguridades del presente que provocan que cree diferentes personalidades que la ayuden a enfrentarse a numerosos desafíos a lo largo de la novela. Si ya flipé con el giro de su pasado que conocimos en la novela pasada, en esta nos seguiremos adentrando de forma brillante en su psique fragmentada. Frente a Danilar y Shallan, debo reconocer que Kolinar queda un poco relegado en la novela, aunque Sanderson guardaba para él unos momentazos super chulos al comienzo de la novela y en el climax final.
Sanderson triunfa (que sorpresa) con su high-concept sobre la propia creación de Roshar y con una historia repleta de giros, sorpresas y traiciones en el bando de los humanos que hace que no sepamos en quien confiar y en la que antiguos enemigos brindarán su ayuda. Junto a eso, la lucha de los pashmendi por liberarse de la esclavitud resulta lógica y casi quieres ponerte de su lado, creando un problema ético y moral que no tiene soluciones fáciles.
Por comentar algo menos bueno (no me atrevería a llamar a nada que escribe Sanderson «malo»), el climax de la novela casi parece un momento Portals de Vengadores Endgame, guardando un papel para todos los personajes en la lucha final. Sin embargo, dentro de lo bien escrito que está todo y el gran uso que hace de la tensión en las últimas doscientas páginas, sigue quedándose por debajo del momentazo en El Camino de los Reyes con la llegada de Kaladin a la batalla en las montañas quebradas, que posiblemente sea lo más épico que he leído en una novela ¿desde siempre? Es decir, no es que el final de Juramentada sea malo, sino que me estoy quejando de que se me queda «sólo» en notable. Ese es el nivel de Sanderson.
En ese sentido, aunque el world-building de Sanderson es una pasada, reconozco también que las primeras 500 páginas pueden resultar durillas, mientras conocemos la nueva realidad de los reinos alezi en la recién descubierta torre de Urithiru, que se guarda numerosas sorpresas a lo largo de la narración, y el papel de los protagonistas y de los secundarios en la historia. Esto es algo que ya esperaba, la verdad, y precisamente por ello esperé a empezar a leer la novela hasta las vacaciones, de forma que asegurara que una vez empezada, iba a leer la novela de un tirón.
Pensar que Sanderson plantea esta historia en 10 novelas de este tamaño indica el nivel de complejidad y de planificación con la que trabaja el novelista, y es algo que me vuela la cabeza completamente. La lectura de Juramentada ha sido increíblemente satisfactoria. A pesar de lo mucho que recomiende esta saga de El archivo de las Tormentas, siento que me voy a seguir quedando corto.
Juramentada me ha gustado mucho, aún reconociendo que no ha llegado a la épica de El Camino de los Dioses. Pero sin duda me ha dejado con ganas de más y no veo el momento de comprarme El Ritmo de la Guerra, la cuarta entrega de El Archivo de las Tormentas que se publicó hace unos meses. Aunque sea para tenerlo en casa hasta las próximas vacaciones en que pueda encontrar la tranquilidad mental para poder leerla.
PUNTUACIÓN: 8/10
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