Crítica de El contador de cartas de Paul Schrader

A pesar de tener una larga filmografía como director, para mi Paul Schrader será siempre el guionista de Martin Scorsese en Taxi Driver y Toro Salvaje. Descubrir su nueva película El contador de cartas con Oscar Isaac me ha animado a verla.

PUNTUACIÓN: 7/10

William Tell (Oscar Isaac) es un exmilitar y jugador profesional de póker. Su meticulosa vida se trastoca cuando se le acerca Cirk, un joven que busca ayuda en Tell para ejecutar su plan de venganza contra un coronel militar.

Paul Joseph Schrader (Míchigan, 1946) es un guionista y director de cine estadounidense. En 1975 escribe junto a su hermano Leonard el guion de Yakuza, que posteriormente dirigiría Sydney Pollack con Robert Mitchum de protagonista. En 1976 escribiría el guion de la película de Brian De Palma Obsession. Ese mismo año Martin Scorsese se encargaría de dirigir su guion de Taxi Driver, que ganaría la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes. El binomio con Scorsese crearía las películas Toro Salvaje (1980), La última tentación de Cristo (1988) y Al límite (1999). En 1986, Peter Weir dirigiría su guion titulado La costa de los mosquitos y diez años más tarde Harold Becker haría lo propio con City Hall. El resto de sus guiones originales ya fueron dirigidos por él mismo.

Schrader inicia su carrera como director gracias al éxito de Taxi Driver, y lo hace con Blue Collar (1978), un drama sobre tres trabajadores que planean escapar a sus dificultades económicas cometiendo un robo. Tras Blue Collar Schrader ha dirigido un total de 17 películas. La religión (The Last Temptation of Christ, Touch, Dominion), las difíciles relaciones familiares (Affliction), las vidas de gente que intenta cambiar o fingir su clase social (American Gigolo, The Walker), las relaciones sentimentales marcadas por la frustración sexual (Cat People, The Comfort of Strangers), el mundo de los bajos fondos (Hardcore), las vidas al margen de la ley (Light Sleeper) y los personajes autodestructivos (Taxi Driver, Raging Bull, Mishima: A Life in Four Chapters, Auto Focus y esta misma El contador de cartas) son algunos de los temas recurrentes en su filmografía.

El contador de cartas es una película de 112 minutos que cuenta con fotografía de Alexander Dynan, montaje de Benjamin Rodriguez Jr. y música de Robert Levon Been (miembro del grupo Black Rebel Motorcicle Band). La película cuenta además con producción de Martin Scorsese y fue estrenada en el Festival de Venecia de 2021.

Oscar Isaac es William Tell, un ex-militar que ha cumplido 8 años en prisión y que aprendió a contar cartas allí. Tras salir de la cárcel, usa sus habilidades para ganarse la vida de forma modesta sin llamar demasiado la atención sobre si mismo, llevando una vida solitaria y monótona. .

Tiffany Haddish es La Linda, una conocida del mundo del juego que dirige un establo, un grupo de inversores que respaldan a los jugadores por una parte de sus ganancias. Ella se ofrece a estacar a William, pero él inicialmente se niega, ya que sabe que al final los jugadores que entran en este círculo acaban viéndose cercados por las deudas.

En un casino de forma fortuita William conocerá a Cirk (Tye Sheridan), un joven con una conexión con su pasado que le hará una proposición en relación al Mayor John Gordo (William Dafoe), el militar que dirigió las operaciones por las que William acabó en prisión, que ahora se encuentra retirado.

Me ha gustado El contador de cartas. Oscar Isaac realiza una interpretación alucinantemente contenida de un ex-militar que tras vivir en el infierno, ha conseguido volver a la humanidad gracias a una vida ordenada, monótona y solitaria. Isaac vuelve a demostrar lo grandísimo actor que es, me flipa todo lo que hace. En este sentido, no puedo dejar de recordar los ridículamente desaprovechado que estuvo en la franquicia de Star Wars o en ese desastre que fue X-Men Apocalipse. Hay muy pocos actores que puedan transmitir tanto con la mirada y como los sutiles matices que incorpora a una escena realmente cambian todo el sentido, pasando de una persona normal a un explosivo a punto de estallar en cuestión de segundos.

Schrader plantea una historia sobria y descargada de artificios ambientada en el mundo del juego aunque realmente no va del poker, a pesar también del título de la película, que puede de alguna manera llevar a error. En mi caso, el giro de la película me sorprendió y me llevó por un interesante camino inesperado. El director muestra todo con una frialdad aséptica que contrasta con el shock que supone conocer el pasado de William, rodado de forma impactante en lo visual y sobre todo por todo lo que sucede. Esto me muestra que a pesar de sus 75 años, sigue buscando hacer cosas diferentes que creativamente le motiven, lo cual es totalmente de agradecer.

La frialdad del mundo de William no evita que notemos como hay cosas que no acaban de encajar, con una música disonante en ocasiones y un mundo de espacios claustrofóbicos. El ritmo lento que imprime Schrader no convierte a la película aburrida, de forma que sus 112 minutos acaban siendo la duración perfecta para esta historia.

El reparto además de Isaac lo veo muy bien escogido, con una Tiffany Haddish que a pesar de vivir en un mundo oscuro aún busca poder conectar con alguien, o un Tye Sheridan (Ready Player One) que nos recuerda que no importa lo que hagas o creas, la vida parece una partida en la que las cartas están marcadas y estás destinado a perder. La sensación de futuro marcado de antemano del que no se puede escapar es una de las cualidades del género negro, y en ese sentido El contador de cartas es un gran ejemplo, a pesar de moverse más por territorios del drama.

Sin embargo, dentro que todo es correcto y no puedo decir nada negativo de ningún aspecto de la película, la verdad es que todo me ha acabado resultando demasiado frío. De hecho, quizá la sensación de inevitabilidad que tiene todo hace que el climax narrativamente sea el único posible pero emocionalmente se me ha quedado muy lejos de conseguir engancharme de ninguna manera.

Y reconozco que ésta es una película fría en todos los aspectos planteada así por su autor, pero en mi caso ha provocado que se me haya quedado un poco corta en general en todo. Schrader ambienta la película en el mundo de los casinos y las mesas de poker, pero la historia no va de eso, ni plantea una moraleja a un drama cuyo única conclusión satisfactoria que podría sacarse es que algunas personas encuentran la paz encerrados, lo cual es un mensaje bastante desolador.

Otro elemento menos importante es el hecho que Willem Dafoe más que secundario hace casi un cameo, apareciendo literalmente en 3 escenas de la película. Saber que él estaba en la película me alegró un poco, y me supo mal que a pesar de ser su personaje la clave de todo, tenga tan pocos minutos.

En todo caso, esta parte me está quedando bastante negativa cuando la verdad es que como digo la película me ha gustado.

Comparto el trailer de la película:

El contador de cartas es una muy buena película con un Oscar Isaac estelar que sin embargo le ha faltado algo en la ejecución para ser un películón. En todo caso, recomendable si te gustan las historias de gente condenada con un destino marcado.

PUNTUACIÓN: 7/10

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