Este mes de abril ha terminado la publicación de la miniserie Patrulla-X: El Juicio de Magneto de Leah Williams, Lucas Werneck y Edgar Delgado que tomó el testigo de la finalizada serie de X-Factor. Comento mis impresiones de este comic, y en general de algunos de los problemas de la franquicia mutante.
PUNTUACIÓN: 5/10
¡La historia que golpeará los cimientos de Krakoa! Un terrible asesinato. Una sorprendente revelación. Un juicio que dividirá a la nación mutante. Leah Williams y Lucas Werneck te traen la saga que amenazará el Reinado de X y pesará sobre el mundo de los mutantes. La verdad está oculta, el peligro está lejos de terminar y el juicio ha comenzado.
Patrulla-X: El Juicio de Magneto es una miniserie de 5 números que ha terminado de publicarse al mismo tiempo que Inferno. Y junto al final de Jonathan Hickman en la franquicia mutante, este comic muestra el enorme problema de fondo que sobrevuela al mundo de Krakoa y que tras esta miniserie se va a convertir en un despropósito aún mayor.
El apartado artístico de Lucas Werneck y Edgar Delgado es de largo lo mejor de este comic. Werneck me ha sorprendido positivamente, siendo un artista de la nueva hornada que se distingue por una línea clara de dibujo y por una buena capacidad narrativa. Junto al color de Delgado han conseguido que el comic sea facilísimo de leer con muchos momentos espectaculares, así que si sólo valoráramos el comic por su dibujo, la nota sería de notable.
No tengo claro si el problema de este comic es el guión de Leah Williams, o si en realidad ella tan sólo ha ejecutado un mandato editorial que le ha venido sobrevenido y lo ha ejecutado lo mejor que ha podido. Que no ha sido algo especialmente bueno. Pero en términos generales, la historia es un despropósito, empezando por un comic llamado «El juicio de Magneto» en el cual no se celebra ninguna vista contra el Señor del Magnetismo. Y obviamente el problema no es romper las expectativas, siempre que lo que ofrezcas a continuación sea mejor. Y la historia de Williams es una locura tras otra, dicho en el mal sentido.
Esta historia inicialmente tendría que haberse publicado dentro del a serie de Factor X, pero sus bajas ventas y el convencimiento que poner un «X-Men» en portada haría que aumentaran las ventas aceleró el final de Factor X para abrir hueco a esta historia. Hay un elemento menor en la misma y es hacer aparecer a Los Vengadores para dar a este comic una mayor sensación de EVENTO, como puede comprobarse en la portada del segundo número, cuando luego literalmente no hacen nada importante que justifique su presencia, aparte de estar ahí. Esto ya digo que me resulta un elemento menor y desde luego lo menos importante de un comic construido desde el «porque sí» constante que rompe la suspensión de credulidad de todas las peores formas posibles.
Si en el final de Inferno se nota que el mandato editorial era quitar a Moira de la ecuación mutante como fuera, en teoría para dar mayor libertad a los creativos para hacer lo que les interese, se veía a la legua que este comic estaba planteado para borrar la aberración que supuso hacer que Wanda y Pietro Maximoff NO fueran mutantes debido a la lucha por los derechos cinematográficos entre Marvel Studios y Fox. Ahora que Disney compró Fox, el problema no existe, por lo que había que crear una historia que devolviera a Wanda el statu-quo anterior. Y ese es parte del problema, porque de todas las soluciones, han optado por una que devuelve la cualidad mutante de Wanda Maximoff (Bruja Escarlata), pero no a su hermano Pietro (Mercurio), lo cual resulta realmente ridículo.
El juicio de Magneto está planteado como un «whodunit», a partir del final sorpresa de X-Factor en la gala Fuego Infernal, en el que se encontró el cadáver de Wanda. En este comic se inicia una investigación en la que todos los indicios apuntan a Magneto, lo que pondrá en marcha una montaña rusa de giros y sorpresas casi en cada número que tengo que reconocer hacen que la lectura sea super movida ante todo lo que está pasando.
Lo malo es que las sorpresas no son del todo positivas. Un primer problema es que si Wanda siempre fue un Deus-Ex-Machina viviente, dado que sus poderes de alteración de la realidad (o magia del Caos, según se ha dicho en determinadas etapas) la permitían hacer cualquier cosa, tras el final de este comic han llevado este poder hasta cotas ridículas. Obviamente Wanda no iba a permanecer muerta, eso estaba descontado de inicio, pero la sorpresa, que acaba no siendo tanta, de la identidad de su asesino (o asesina) y de lo que realmente ha pasado se convierten en algunos de los elementos más tontos que he leído en mucho tiempo dentro de Marvel Comics.
Y no es sólo la forma en que es resucitada, o más bien tendría que decirse ¿auto-resucitada?, es que la historia parece planteada para borrar los efectos de Wanda y su «no more mutants» en House of M, como si en este mundo feminista actual no puede admitirse que un personaje femenino no sea perfecta y haya cometido actos cuestionables en su pasado. Ya comentaba sobre Inferno lo mucho que me disgusta la posibilidad de las resurrecciones de mutantes en Krakoa que al final eliminan la posibilidad de cualquier impacto o repercusión a nada de lo que pasa.
Pero que gracias a Wanda ahora sea posible resucitar a cualquier mutante de cualquier momento temporal se tenga un back-up de su memoria o no, es una de las peores ideas de una franquicia que se está luciendo últimamente. Algo representado en un John Proudstar (Ave de Trueno) fallecido en 1975 cuya resurrección nadie pidió y resulta ser un personaje que redundante teniendo en cuenta que su hermano James (Warpath) es básicamente el mismo personaje con los mismo poderes. El final de este comic cambiando el status-quo del personaje convirtiendo a Wanda de alguna manera en la salvadora de la nación mutante tras haber sido durante años casi su destructora me parece una mala idea que no mejora lo que ya había, que aportaba un nivel de tensión dramática que estaba muy bien.
Hay una parte de este Juicio de Magneto que entiendo que no es responsabilidad de Leah Williams sino de los editores que proponen esta idea o, en todo caso, aprueban lo que envía la escritora. Y en este caso entiendo que el porcentaje de responsabilidad del editor es bastante importante. Pero una vez la escritora acepta escribir esta historia, puede plantear una historia correcta que use bien la historia de los personajes, o plantear una locura tras otra pensando que los lectores nos vamos a quedar tan sorprendidos por los giros que no nos vamos a plantear si lo que nos están contando tiene sentido. Lamentablemente, el juicio de Magneto forma parte de este segundo tipo de historias, lo cual provoca que la lectura no haya podido ser más floja y decepcionante.
Es por esto que el Consejo Mutante prohíbe la resurrección de Wanda para que justo a continuación Rachel Summers y los demás se salten esta prohibición como si nada. Para que después se demuestre que Wanda no necesitaba a los mutantes para resucitar por su cuenta, inventándose una amenaza de super Kaijus que no pinta nada aparte de rellenar páginas y provocar unas peleas que que resultan más que fallidas. Y el problema es que toda esta miniserie es así.
Leah Williams es junto a Tini Howard una de las peores escritores de la franquicia mutante actual. Tenía cierta esperanza que esta miniserie me reconciliara con la escritora de Marvel, pero lamento tener que decir que no ha sido el caso, e intentaré mantenerme lo más alejado de sus comics como me sea posible, dado que obviamente escribe comics que no son para mi,
Comparto las primeras páginas del comic:
A pesar de su estupendo dibujo, Patrulla-X: El Juicio de Magneto ha sido un despropósito. No sólo por la forma en que han contado todo, sino por las implicaciones que este comic va a tener para la franquicia mutante.
PUNTUACIÓN: 5/10
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