Crítica de ¡Shazam! La monstruosa Sociedad del Mal de Jeff Smith (ECC Ediciones)

Tras la lectura de El poder de ¡Shazam! de Jerry Ordway, continúo mis lecturas del personaje con ¡Shazam! La monstruosa Sociedad del Mal de Jeff Smith (Bone), un estupendo comic all-ages que se aleja de los tópicos de los superhéroes.

PUNTUACIÓN: 7/10

El aclamado guionista y dibujante Jeff Smith es el autor del laureado cómic Bone, convertido en clásico instantáneo. Ahora, el brillante creador pone al servicio de DC Comics todo su talento para confeccionar historias que combinan aventuras, humor y preciosas ilustraciones en esta reinterpretación de la historia de Shazam para una nueva generación.

Cuando el joven huérfano Billy Batson sigue a un misterioso desconocido hasta el metro, no imagina que está entrando en un extraño mundo de poderosos magos, tigres parlantes, monstruos devoradores de niños, robots gigantes, intrigas policiales y misteriosos villanos. ¡Pero Billy encuentra todo eso y mucho más cuando el mago le revela una palabra mágica que lo transforma en el mortal más poderoso del mundo!

Este comic fue publicado por DC Comics en 2007 como una miniserie prestigio de 4 números, que ECC publicó en 2018 en un tomo en tapa dura de 2018 páginas, aprovechando el inminente estreno de la primera película de Shazam! el año siguiente.

Jeff Smith nació en McKees Rocks (Pensilvania) y creció en Columbus (Ohio), donde vive en la actualidad. Es conocido principalmente por la serie Bone, que empezó a autoeditar en 1991 y que finalizaría en 2004. Bone, de Jeff Smith, se ha convertido en una de las novelas gráficas de mayor éxito gracias a haber sabido combinar el atractivo universal del humor con la narrativa épica, y se encuentra entre las diez mejores novelas gráficas de la historia según la revista Time. Bone ha sido traducida a más de 30 idiomas, lleva vendidos 10 millones de ejemplares en Estados Unidos, más de 150.000 en castellano y ha ganado 41 premios nacionales e internacionales, incluyendo 10 Eisner y 11 Harvey.  Su creación más reciente es RASL, una serie de ciencia ficción dura y descarnada sobre un ladrón de arte interdimensional.

Tras terminar Bone en 2004, imagino que DC le ofreció un dineral a Jeff Smith para que reimaginara a Shazam!, un personaje que dado su similitud con Superman DC nunca ha tenido muy claro qué hacer con él. En mi post sobre la novela gráfica El poder de ¡Shazam! de Jerry Orday ya expliqué la complicada historia editorial que vivió el personaje. Y tras la cancelación en 1999 de su serie regular, Shazam! pasó durante algunos años por el limbo editorial, con una participación bastante limitada en la continuidad DC. Es curioso que en los inicios del siglo XXI, Black Adam tuvo una mayor importancia en el universo DC que Shazam! debido a su aparición recurrente en la JSA de Geoff Johns y David S. Goyer.

En este momento en el que DC no sabía qué hacer con el personaje, la idea de dar rienda suelta a un autor super popular como era Jeff Smith tras terminar Bone parecía un WIN-WIN de libro. Smith recibía un cheque importante por hacer un personaje que entiendo le gustaba de inicio y DC conseguía un tomo que pudiera encajarle a las decenas de miles de lectores de Bone. Además, la historia de un niño que adquiere habilidades superheroicas encaja completamente con el tipo de historias all-ages en que Smith se ha especializado y que tanto gustan a su público.

Y empezando a comentar este comic, la verdad es que me ha encanta el dibujo de Jeff Smith. Hay una corriente de pensamiento que opina que un comic para niños puede tener un dibujo deficiente porque a los niños les da igual, algo con lo que no puedo estar más en desacuerdo. De hecho, también los niños se dan cuenta cuando un tebeo tiene un buen dibujo o uno malo, y cuando la narrativa fluye en las páginas y te invita a seguir leyendo, frente a otros comics «antipáticos» que no narran bien las acciones que viven los personajes y que cuesta leer. Jeff Smith es un maestro en narrativa, todo está contado de la forma más clara al lector sin restarle un ápice en la personalidad y el encanto que transmiten los personajes.

Y es que otra de las grandes virtudes de este comic es la caracterización Billy y Mary, que son mostrados como niños de verdad. Realmente transmiten la edad de tener menos de 10 años, unos niños a los que aún les falta mucho para alcanzar la pubertad. Las expresiones faciales son una delicia, pero casi mejor es todo lo relativo a la expresión corporal y la comunicación no verbal. Escenas como cuando Billy conoce al mago, el primer vuelo de Mary en el que acaba estrellándose contra el suelo al no saber frenar, acabando con el pelo delante del rostro, o la escena del muelle en el que Mary se mete dentro de la capucha de su chaqueta transmitiendo toda la tristeza que lleva dentro al ser una huérfana son momentos muy potentes que me llegaron.

Dentro de su faceta all-ages y que el comic está pensado para el disfrute de los más pequeños, la historia tiene guiños para los mayores, como es el convertir al clásico villano de Zhazam Doctor Sivana en el Fiscal General que aprovecha la amenaza para la ciudad para intentar controlar las cuentas bancarias de los ciudadanos «hasta ver si encontramos algo sospechoso», algo que sería un elemento recurrente en la narrativa americana post-11S, cuando se planteaba la dicotomía entre «libertad frente a seguridad».

El comic en USA fue publicado como 4 grapas de 50 páginas cada una. Esto hace que el ritmo de la historia sea muy diferente al de las típicas grapas americanas, pudiendo construir el mundo de Billy Batson de forma interesante y que nunca resulta aburrida. Sin embargo, hay que reconocer que la amenaza de la Sociedad del Mal que el título adelanta resulta un poco decepcionante, algo a lo que habría que sumar a un Sivana que tampoco llega a dar verdadera sensación de amenaza para la novata familia de superhéroes. Los monstruos como cocodrilos de tamaño humano o los gigantescos robots que tenemos en el comic enlazan con el tipo de personajes que se espera en un comic de Jeff Smith, y aunque como diseño molan, acaban estando un poco desaprovechados.

Esto me permite conectar con los elementos menos buenos de este comic, algo que me sugiere dos elementos. El primero pasa por el hecho que comentaba Smith clava todo lo relativo a los niños, algo que me parece super chulo, pero la parte superheroica de Shazam! además de quedar en un segundo plano, resulta un pelín decepcionante. Mientras que la representación gráfica de Billy o Mary es una maravilla, Smith no acaba de pillarle el tranquillo a Shazam, mostrándole como un fortachón muy estático con las mismas facciones casi todo el tiempo. Y aunque hay una doble splash-page fantástica en el climax de la historia protagonizada por Shazam, es significativo que Smith plantea una situación en el tramo final que obliga a Shazam a transformarse en Billy para encontrar a la secuestrada Mary. En este sentido, se nota que Smith no es un autor de superhéroes sino de fantasía, y para él el protagonista siempre fue Billy. Ojo que no lo digo como algo malo, de hecho el comic me gustó mucho, sino como la explicación del foco de la historia.

Hay otro elemento que podemos tomar como negativo, y es el hecho que si buscas en la FNAC comics de Shazam!, probablemente nos encontraremos el comic de Jerry Ordway sobre el que hablé la semana pasada, este de Jeff Smith y probablemente el relanzamiento que Geoff Johns y Gary Frank realizaron a partir de 2012 como complemento dentro de las grapas de Justice League. Y al final son todos historias de origen que no tienen nada que ver entre si. Ya hablé hace unos días en mi artículo Black Label vs el Universo DC cómo la popularización por parte de DC de comics como este de Jeff Smith situados fuera de continuidad que permiten al autor contar la historia que quiere puede provocar confusión en el lector ocasional, dado que tiene versiones diferentes de origen del mismo personaje sin saber a cual atenerse o cual es «la buena». Si es que el término es aplicable.

Y como comento en ese post sobre la línea Black Label, tango claro que a los lectores que se acercan a este comic por el autor y no tanto por el personaje les da completamente igual la idea de continuidad dentro de los comics de DC, sólo quieren ser entretenidos con este comic concreto, que no les obliga además a leer o comprar nada más y que resulta satisfactorio en si mismo. Pero a la larga, esta repetición de comics de origen, incluso para un lector «resabido» como yo, acaba siendo redundante y en cierto sentido aburrido, incluso aunque los comics individualmente estén bien y resulten una buena lectura.

Estos pequeños peros no empeñan el hecho que este comic haya sido todo un descubrimiento que recomiendo a todas las familias con niños pequeños. Shazam! gustará a los nenes, pero seguro que también a los padres.

Comparto las primeras imágenes del comic:

¡Shazam! La monstruosa Sociedad del Mal es un comic delicioso, un all-ages en el sentido más positivo del término que podrá disfrutar toda la familia y que sirve de estupendo punto de entrada para lectores no familiarizados con el personaje y su mundo.

PUNTUACIÓN: 7/10

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