La primera temporada de Daredevil Born Again termina con un noveno episodio repleto de acción que nos da lo que llevábamos pidiendo casi desde el primer episodio. Pero también confirma los problemas de la serie.
PUNTUACIÓN: 7/10
Episodio 9. Directo al infierno.
Fisk se convierte en el alcalde Kingpin y Daredevil se desata en medio del caos en la ciudad.
El último episodio de esta primera temporada de Daredevil Born Again tiene una duración de 60 minutos y ha sido escrito por el showrunner de la serie Dario Scardapane junto a Heather Bellson, siendo dirigido por Justin Benson y Aaron Moorhead, que dirigieron el primer y el octavo episodio de la serie.
En este final de temporada tenemos a todos los personajes importantes de la serie, incluida alguna sorpresa inesperada. Charlie Cox como Matt Murdock / Daredevil, Vincent D’Onofrio como Wilson Fisk / Kingpin, Ayelet Zurer como la esposa de Fisk Vanessa Marianna-Fisk, Nikki M. James como Kirsten McDuffie, ex ayudante del fiscal del distrito de Nueva York y nueva socia de Matt en el bufete, Margarita Levieva como Heather Glenn, terapeuta e interés romántico de Matt, Zabryna Guevara como Sheila Rivera, mano derecha de Fisk en la alcaldía, Wilson Bethel como Benjamin «Dex» Poindexter / Bullseye, Michael Gandolfini como Daniel Blake, el protegido de Fisk y miembro de su campaña a la alcaldía. Clark Johnson como Cherry, policía jubilado de Nueva York que trabaja con Murdock, Michael Gandolfini como Daniel Blake, Hamish Allan-Headley como el policía corrupto Powell. Y junto a los habituales, el potente regreso de Jon Bernthal como Frank Castle / Punisher y Deborah Ann Woll como Karen Page.
Empezando por los elementos positivos, la semana pasada me quejaba de la falta de acción que tenía Daredevil Born Again y de que Matt apenas había llevado el traje de Daredevil en toda la serie. Este episodio que plantea el climax de la primera temporada arregla ambos problemas, con dos escenas de acción tremendas que tienen como protagonista a Frank Castle / Punisher. Si, lo has leído bien. Tras su cameo del cuarto episodio, Jon Bernthal regresa a la serie y lo hace por todo lo alto. Matt fue herido por Bullseye al evitar que asesinara a Wilson Fisk y acude al rescate de Matt cuando las fuerzas de Kingpin intentan asesinarle. La escena que Daredevil y Punisher comparten en este episodio probablemente sea lo mejor de toda la serie. Y luego la serie tiene tiempo para darnos otra escena de acción, en este caso con Punisher en solitario.
El plan de Wilson Fisk para hacerse con el control de Nueva York por fin se descubre, un plan que provoca la activación de la Ley Marcial y la prohibición de todos los vigilantes, creándose una barra libre para que sean detenidos y/o disparados en cuanto sean vistos. La serie plantea un cliffhanger impactante en el que pone al héroe en la peor de las situaciones, algo ante lo cual Matt / Daredevil sólo puede levantarse una vez más para enfrentarse a la tiranía.
Dentro de unos potentes protagonistas, con Charlie Cox, Vincent D´Onofrio y Jon Bernthal en su salsa haciendo aquello que les sale tan bien, reconozco que la mayor alegría de la serie ha sido ver el retorno de Deborah Ann Woll como Karen Page. Una aparición con vocación de perdurar y no convertirse en apenas un cameo como en el primer episodio. Me gusta el personaje de Heather Glenn, pero la química que tienen Matt y Karen es irremplazable.
A pesar de los problemas que a continuación voy a comentar, globalmente Daredevil Born Again me ha entretenido y me ha dejado con ganas de ver la segunda temporada, que no se estrenará hasta 2026.
Como digo, este último episodio de Daredevil Born Again arregla el déficit de acción que tenía la serie. Es un placer ver a Jon Bernthal como Punisher porque Bernthal es una bestia en pantalla. Su fuerza y su visceralidad me parecen algo loquísimo, y me parece perfecto que tras verle en esta serie, Marvel Televisión haya decidido dar luz ver a un especial televisivo de Punisher. Sin embargo, la serie tiene un problema cuando lo mejor de Daredevil Born Again ha sido la aparición de Punisher. Si, entiendo que al estar herido de bala, Matt se encuentra disminuido y no tiene otra opción que dejarse ayudar por Castle. Pero globalmente el fogonazo de Punisher no oculta la realidad que el desempeño de los guionistas en lo que a Daredevil se refiere ha dejado bastante que desear.
El gran problema de la serie en realidad no está en las escenas de acción, sino en un guion que deja bastante que desear. En reseñas de episodios anteriores ya comenté que las historias estaban bordeando el peligroso territorio de «no pienses demasiado en lo que ha pasado porque igual te das cuenta que nada tiene sentido». Esa frontera es rebasada a todos los niveles en este episodio. Empezando por el plan de Wilson y Vanessa Fisk para la zona del puerto, una subtrama que parecía que no iba a ningún sitio a lo largo de la temporada, que resulta un poco bastante ridícula. Pero sobre todo con todo lo referido a la fuerza policial de Fisk, que acaban convertidos en un escuadrón de la muerte asesino y sanguinario.
En todo entretenimiento hay una parte de suspensión de credulidad, de tenerte que creer la mentira que te están contando para poder disfrutar de la serie. No se me escapa que tener una serie mostrando a la policía de Nueva York como el ENEMIGO, convertidos en unos asesinos sanguinarios sin moral ni escrúpulos, es de las cosas más WOKE que he visto en mucho tiempo. No hace tanto del «Defund the police». Y es un tema que está contado con un trazo super grueso que lo convierte en super ridículo. De forma que lo que era un pequeño grupo anti-vigilantes formado por 6-8 policías violentos de repente ha abducido y lavado el cerebro a decenas y cientos de policías, hasta el punto de ver como Kingpin asesina con sus manos a un inocente sin que nadie haga nada. Lamentable me parece poco.
El final de temporada ha servido para que conociéramos la identidad del asesino de Tigre Blanco. Un asesino que jamás pisará la cárcel. También para ver que Frank Castle no tiene demasiado cerebro, metiéndose en una situación imposible ante la que solo cabían dos finales posible, su muerte o su detención. Como digo, las escenas de acción del episodio me han flipado y me han dado lo que buscaba, pero lo que hace que lleguemos a esas escenas son situaciones que no tienen sentido.
Y aunque vaya a ver la segunda temporada de Daredevil Born Again, me parece super lamentable que Disney haya convertido a Daredevil en una serie de encefalograma plano, de no pensar mucho en ella porque todo es absurdo. Como la decisión de Heather o la forma en que Fisk se hace con el control de la ciudad. Una pena todo.
Comparto el trailer de la serie:
Dentro que Daredevil Born Again me ha entretenido, me sabe mal que se haya convertido en una serie que hay que ver con el encefalograma plano o sin poder pensar demasiado en ella porque lo que nos cuentan no tiene demasiado sentido.
PUNTUACIÓN: 7/10
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