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Crítica de Hit Monkey (Disney+)

Me he llevado una enorme sorpresa positiva con Hit Monkey, serie de animación estrenada en Disney+ dentro de Star basado en el personaje de los comics Marvel creado por Daniel Way y Dalibor Talajic.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Un mono japonés, que es un experto tirador y tiene una gran agilidad y reflejos, se entrena para hacer un viaje de venganza oscuro y sangriento por los lugares más peligrosos de Tokyo. Para este entrenamiento cuenta con la gran ayuda del fantasma de un asesino americano. (FILMAFFINITY)

Hit-Monkey, es una serie de televisión animada para adultos estadounidense creada por Will Speck y Josh Gordon para el servicio de transmisión Hulu, basada en el personaje de Marvel Comics del mismo nombre creado por Daniel Way y Dalibor Talajic. La serie está producida por Marvel Television, con Gordon y Speck como showrunners.

En febrero de 2019, Marvel Television anunció que estaba desarrollando una serie de televisión animada para adultos basada en Hit-Monkey, con vitas a su estreno en en Hulu, junto con M.O.D.O.K. En diciembre de 2019, Marvel Television se incorporó a Marvel Studios, que se encargó de la supervisión posterior de la serie y mantuvo su estreno, aunque es dudoso que vaya a continuarla más allá de esta primera temporada recién estrenada en España que ha contado con 10 episodios de aproximadamente 25 minutos cada uno, que han sido dirigidos por Neal Holman.

La serie está protagonizada pen sus voces originales por Ally Maki, Olivia Munn, Nobi Nakanishi, Fred Tatasciore, George Takei y Jason Sudeikis.

Hit Monkey no va a estar en el listado de mejores series de 2022 de nadie, pero me ha ofrecido un entretenimiento sangriento, loquísimo y over-the-top estupendo que he disfrutado de principio a fin. De hecho, agradezco que en su momento Marvel Television se atreviera a utilizar este concepto nada conocido entre el público general. Ni siquiera entre el público comiquero, debo decir, porque reconozco que no he leído el comic de Daniel Way y Dalibor Talajic y diría que poca gente debe haberlo hecho.

Y sinceramente, eso da completamente igual, la verdad. Porque la historia se siente completa y autocontenida desde el primer fotograma de la serie, y no tuve jamás la sensación de que me había perdido algo. Si acaso, hay un par de invitados especiales comiqueros que molan un montón que no esperaba ver en la serie dado que no me había fijado en el poster de la serie y no me había enterado que estaban ahí. Esos momentos molan un montón, al igual que la identidad de la villana que protagoniza la batalla final.

Hay que reconocer que la premisa de un mono que de repente se convierte en un maestro luchador y que escucha la voz de un asesino fallecido que provocó la muerte de toda su familia es super loca, y obliga a que el espectador la acepte y entre en la historia. Este es quizá el único pero que se me ocurre, que al ser algo super loco y de animación, habrá mucha gente que no le dará una oportunidad. Y me da una pena tremenda. Por ellos que se lo pierden, claro.

De hecho, historias locas como esta son las que justifican la creatividad que se consigue con la animación, y whoa! ¡Menudo sorpresón me he llevado con ella! Las escenas de acción son super sangrientas y consiguen que te preocupes por los diferentes personajes, lo cual me parece un éxito tremendo. Reconozco que a mitad de la serie los intentos de humor con la voz en off de Jason Sudeikis me cargaron un poco, pero los 4 últimos episodios me parecen modélicos en el nivel de sorpresas y giros que tiene la historia mientras vemos peleas a ver cual más loca. Creativamente, Hit Monkey me parece un éxito monumental.

Los fans de la animación no podemos más que dar las gracias al momento tan maravilloso que estamos viviendo gracias a las plataformas de streaming. Tenemos una cantidad y variedad alucinante a nuestra disposición, y la cosa no para de mejorar. Si recientemente he disfrutado What if?, Arcane o Cortar por la línea de puntos, tras este Hit Monkey tenemos The Legend of Vox Machina, los cortos de The Boys, una nueva película del universo de The Witcher y, espero antes de final de año, la segunda temporada de Invencible. Si con esta variedad no somos felices, el problema lo tenemos nosotros.

Comparto el trailer de esta serie:

Me ha gustado mucho Hit Monkey y creo que ha supuesto el entretenimiento over-the-top con corazón que justo necesitaba en este este momento. A pesar que creo que es complicado (o imposible) que vaya a pasar, ojalá más series así. Saldremos todos ganando.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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¡Saludos a todos!

Crítica de Legion temporada 2 de Noah Hawley (HBO)

La segunda temporada de Legion, serie creada por Noah Hawley para FX y que pude ver en HBO, basada en el personaje de los comics Marvel, ha sido un interesante experimento narrativo con un giro final excelente.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Un año después de que Amahl Farouk / Shadow King escapara en el cuerpo de Oliver Bird y David Haller fuera secuestrado por un extraño orbe, los mutantes de Summerland y la agencia de gobierno División 3 se han unido para impedir que Farouk encuentre su cuerpo original, lo que le permitiría desatar todo su  poder. La repentina vuelta de David al mundo real le dará una última oportunidad de acabar con esta amenaza de una vez por todas, y de poder reunirse con su amada Syd.

Noah Hawley (Fargo) repite como Showrunner de esta segunda temporada, y escribe todos los guiones en colaboración de Nathaniel Halpern (8 episodios) y Jordan Crair (1 episodio), e incluso ha dirigido un episodio.

Dan Stevens repite como David Haller, el mutante de clase Omega con poderes y enfermedad mentales, Rachel Keller es su novia Sydney «Syd» Barrett, Aubrey Plaza es Lenny Busker y Navid Negahban es Amahl Farouk, el malvado Shadow King que amenaza con apoderarse de las mentes de toda la humanidad.

En los comics Marvel de los X-Men y New Mutants, David Haller es el hijo de Charles Xavier y Moira MacTaggert. Xavier le sumió en un coma inducido debido a que su enfermedad mental y sus variadas personalidades amenazaban con provocar daños catastróficos. La serie reconoce como creadores a Chris Claremont y Bill Sienkiewicz, aunque en la serie reconozco elementos de la etapa más reciente del personaje escrita por SImon Spurrier en X-Men Legacy.

Más allá del dato comiquero, me gusta la forma como Noah Hawley toma los comics como inspiración pero construye una obra que es 100% propia y que busca crearse una personalidad diferenciada respecto a cualquier otra serie actualmente disponible en los diferentes canales online. Creo que esto es muy de agradecer y de hecho, considero que su éxito es monumental.

Visualmente, la serie mantiene un nivel de excelencia bestial, mostrando una psicodelia y una fotografía que busca sorprendernos a los espectadores y dejarnos con la boca abierta, cosa que consigue. Hay muchos fotogramas que podrían estar expuestos en museos sin mayor problema, y en ese sentido, la serie es super chula.

En mi reseña de la primera temporada ya comentaba que había un gran desequilibrio entre el continente y el contenido, entre la estética y la forma en que nos contaban los problemas de David y lo que pasaba realmente durante los primeros 8 episodios. Esto es obvio que se mantiene en la segunda temporada, aunque ampliando el foco al resto de personajes secundarios.

Además, si la primera temporada giraba en entender David que el Shadow King había poseído su mente y la mayoría de la acción sucedía en su mente, en esta segunda temporada se mantiene el estar casi más tiempo en el plano astral que en el mundo real, pero desde varios puntos de vista diferentes.

Sin embargo, esta segunda temporada cuenta con 11 episodios y peca del mismo problema de la primera, ampliado. Debido al interés en ampliar el foco hacia los personajes secundarios, se pierde el hilo central de la serie, la lucha de David y Syd contra el Shadow King, y hubo momentos en que al menos yo como espectador deseé que la trama avanzara.

Sin embargo, debo reconocer que los dos episodios finales compensan esta lentitud y ofrecen unos giros y un climax sorprendente y satisfactorio, que abre además un nuevo escenario de cara a la tercera temporada que acaba de estrenarse.

En los referido a las interpretaciones, me flipa mucho Dan Stevens como David Haller. La serie funciona porque él hace creíble toda la locura a su alrededor y hace que empaticemos con su lucha interna y externa. Pero esta segunda temporada es también la temporada de Rachel Keller como su novia Sydney «Syd» Barrett, hasta el punto que emerge como una autentica heroína que busca salvar a la humanidad.

Aubrey Plaza como Lenny Busker, la amiga de David  que se ha unido a Farouk en el bando enemigo, Katie Aselton como la hermana de David Amy que murió, Jean Smart como Melanie Bird, la mujer de Oliver (Jemaine Clement), que se ha tomado especialmente mal su desaparición a manos de Farouk, todos tienen su momento de gloria en esta segunda temporada y consiguen que no parezca una serie de 2 protagonistas con secundarios sin sustancia.

Una de las diferencias de esta temporada ha sido encontrar a un narrador omnipresente que nos irá dando píldoras de conocimiento super interesantes que explican en general elementos claves de esta temporada y del mundo de las enfermedades mentales.

«Un delirio comienza como cualquier otra idea, como un huevo. Idéntico por fuera, perfectamente formado. Desde la cáscara, nunca sabrías que algo estaba mal. Lo que está dentro es lo que importa.»

«Los seres humanos son el único animal que forma ideas sobre su mundo. Lo percibimos no a través de nuestros cuerpos sino a través de nuestras mentes. Debemos estar de acuerdo en lo que es real. Debido a esto, somos el único animal en la Tierra que se vuelve loco.»

«¿Si la idea de enfermedad puede convertirse en enfermedad, ¿qué más de nuestra realidad es en realidad un trastorno?»

«Donde el pesimista ve el peligro escondido detrás de cada esquina, el optimista ve la amistad. Es por eso que, cuando encontramos una coincidencia, a menudo vemos una conspiración.»

«El amor no nos va a salvar. Es lo que tenemos que salvar. El dolor nos hace lo suficientemente fuertes para hacerlo. Todas nuestras cicatrices, nuestra ira, nuestra desesperación, es una armadura. Baby, Dios ama a los pecadores mejor porque nuestro fuego arde brillante, brillante, brillante. Quémate conmigo.»

«Soy una buena persona. Merezco ser amado.»

Estas gotas de conocimiento son super interesantes, la forma en que están presentadas a modo casi de manual de autoayuda es una chulada total, y ayudan a que el giro final sea totalmente lógico, a pesar que de confío que todo no sea lo que parece.

Reconozco que siempre prefiero historia por encima de estética, y por eso el visionado de esta segunda temporada se me atragantó varias veces que intenté empezarla. Sin embargo, no hay duda que Legion habrá hecho muchas cosas muy bien si me ha mantenido interesado a lo largo de estas dos extrañas y psicodélicas temporadas.

Comparto el trailer de esta segunda temporada:

Legion es un buen ejemplo de una serie diferente que ofrece algo original a los espectadores. NO es mi serie favorita inspirada en personajes de comic, pero volveré para la tercera temporada a ver como Hawley cierra su historia.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

 

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¡Saludos a todos!

Crítica de Daredevil Temporada 3 de Marvel – Netflix

La tercera temporada de Daredevil de Marvel Televisión, recién estrenada por Netflix, es la confirmación de que esta serie marca el standard de calidad al que el resto de contenidos basados en personajes de comic debe aspirar. Una serie excelente a todos los niveles, pero especialmente en lo referido al casting y la evolución de los personajes.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Tras los sucesos ocurridos en la decepcionante miniserie Defenders, Matt Murdock / Daredevil (Charlie Cox) sigue desaparecido y es dado por muerto. Aunque está protegido en la iglesia de Hell´s Kitchen por el Padre Langton (Peter McRobbie ) y la monja Maggie Grace (Joanne Whalley) encargada del orfanato, está roto física y psicológicamente, creyendo que no es digno de su vida anterior o de sus amigos. La vuelta de Wilson Fisk (Vincent D´Onofrio) a Nueva York lo cambiará todo. Tras un periodo en la cárcel, ha cerrado un trato con el FBI para colaborar con la justicia y ayudarles a encerrar a los criminales de la ciudad, a cambio de contar con beneficios como salir de la prisión.

Esta tercera temporada ha contado con Erik Oleson como Showrunner y escritor de varios episodios. Oleson ha significado una verdadera sorpresa positiva, ya que hasta la fecha sólo le conocía por series como «Arrow» y «The man in the high castle», que son solo correctas sin más.

En Daredevil, Oleson ha pegado un enorme salto de calidad al centrar su historia en el drama de todos los personajes, de forma que consigue que todos sean importantes, y que el espectador les conozca, comprenda y empatice con ellos. Con todos, incluidos los villanos.

Un hecho que considero muy positivo es que Oleson cuenta su propia historia, tomando elementos de numerosos comics, pero sin ser una copia literal de ellos. Viendo Daredevil, se nota la influencia de los comics de Frank Miller, Ann Nocenti, Kevin Smith y tantos otros, pero es un espíritu que sobrevuela sin marcar la historia, y de hecho, esta temporada no es «Born again», como se decía antes su estreno. Igual que ya vimos en Capitán América: Civil War, Oleson y el resto de productores con Jeph Loeb a la cabeza, toman elementos icónicos de los comics para añadirlos orgánicamente a su propia historia.

Una de las críticas más extendidas de las series Marvel de Netflix es relativa a su duración de 13 episodios, pudiéndose contar lo mismo mejor utilizando los 10 episodios habituales en series de la HBO. Y realmente es cierto que el visionado de series como Jessica Jones, Luke Cage o Iron Fist quedaba emborronado por numerosos minutos de la basura, por usar un símil de basket, con escenas de personajes secundarios sin interés o con el héroe repitiendo situaciones expositivas que no hacían avanzar la narración.

Me alegra poder decir que esto no pasa en Daredevil, y que no quitaría ni un minuto de esta tercera temporada, cuya duración, giros y cliffhangers me parecen perfectos. Esto demuestra que el problema no son los 13 episodios, sino que la historia no sea todo lo buena que debería.

La clave del éxito de Daredevil son sin duda sus protagonistas y el drama que se construye a su alrededor. Todos personajes son importantes y no parecen «secundarios», no al menos desde un punto de vista narrativo. Matt Murdock (Charlie Cox) y Wilson Fisk (Vincent D´Onofrio) están de nuevo excelentes, pero sorprende la importancia real que la serie da a personajes como Karen Page (Deborah Ann Woll), Foggy Nelson (Elden Henson), los agentes del FBI Ray Nadeem, (Jay Ali) y Dex Poindexter (Wilson Bethel), o el Padre Langton (Peter McRobbie ) y la monja Maggie Grace (Joanne Whalley).

Si una ventaja tiene la televisión en relación al cine, es que puede construir mejor a los personajes al no estar limitado por la duración de las películas, que tienen sobre todo que hacer que la trama avance. En Daredevil me ha parecido brutal que se hayan «atrevido» a parar la acción principal para mostrarnos el pasado de varios personajes, como son el agente Poindexter en el episodio 5 o de Karen Page en el 10. Y si para ello tienen que invertir 10 o 15 minutos de episodio porque eso es lo que el personaje necesita, Oleson lo hace, consiguiendo crear personas con aciertos y errores que les convierten en totalmente creíbles y reales.

Lo mismo diría para Matt, que es una persona rota emocionalmente y que comete error tras error en la primera parte de la temporada, alejando y tratando mal a todo aquel que intenta ayudarle. El camino de Matt hacia la luz será complejo, y antes de nada deberá reconciliarse consigo mismo si quiere poder servir de ayuda a los demás. Fruto de este proceso de sanación, me ha parecido muy interesante que Matt no lleve su traje en ningún momento esta temporada, inicialmente porque no se cree digno de llevarlo. Además, dado que está herido y no llega a estar nunca al 100% físicamente, sus peleas son mucho más brutales y es herido y vencido repetidamente durante la temporada. Narrativamente, es más interesante ver como el héroe se enfrenta a su mayor amenaza en su momento de mayor debilidad, y esto es algo que vemos explotado durante estos episodios.

Vincent D´Onofrio fue la gran sorpresa de la primera temporada de Daredevil, y en esta temporada vuelve a regalarnos una enorme actuación. Con una presencia imponente que transmite amenaza y peligro, consigue también ofrecer un  ámplio abanico de sentimientos, al intentar proteger y recuperar a su amada Vanessa. Con permiso de Thanos, Kingpin es el mejor villano del Universo Marvel cinematográfico y televisivo.

Me gustaron mucho también los arcos de los demás personajes. Lo primero que hay que decir es que Marvel realizó un enorme casting con unos grandísimos actores que clavan sus papeles. Karen Page lo borda en cada escena, y su drama adquiere más intensidad cuando por fin conozcamos su origen. Me ha gustado mucho que Foggy sea el referente moral de la serie, en un momento en que Matt está dispuesto a lo que sea con tal de para a Fisk, Foggy es la voz que sigue teniendo fe en la lez y en la justicia, incluso cuando todo a su alrededor se desmorone. Muy interesantes también son los agentes del FBI Nadeem y Poindexter, sobre los que no diré nada para no spoilear la trama.

Como véis por mi artículo, Daredevil triunfa porque nos creemos a sus complejos personajes y consiguen tenernos en vilo. Pero es que además, la serie técnicamente es muy, muy buena. Respecto a las superdecepcionantes Iron Fist o Defenders, Daredevil cuenta con una excelentes escenas de acción, cuyo máximo exponente es el increíble largo plano secuencia del episodio 4. Hay además muchas escenas muy bien ejecutadas, como la emboscada del episodio 2, cuyo punto de vista es original y funciona para amplificar la tensión del momento. Y aunque globalmente  hay menos escenas de acción durante esta temporada, cuando aparecen nos golpean con dureza.

Además de la acción propiamente dicha, los episodios consiguen aumentar la tensión ante la amenaza de Fisk y sus secuaces, de forma que cuando llegamos al episodio 12, no tenemos ni idea como van a poder salir nuestros héroes del pozo. Si es que lo consiguen. Esto se consigue gracias a una acertada narración que consigue amplificar la amenaza hasta niveles casi insoportables, creando cliffhangers brutales al final de varios episodios y giros narrativos super buenos.

Si tengo que decir algo menos bueno, quizá sería el climax final. Aunque globalmente el final me parece un gran broche de oro no solo a esta tercera temporada sino a la trilogía televisiva del personaje, para llegar a él los guionistas se ven obligados a caer en un par de convencionalismos comiqueros en el último episodio. Unos convencionalismos que no estando mal del todo, si están un peldaño por debajo de la narración hasta ese momento. Algo que en todo caso se perdona sin duda por el gran nivel de lo narrado en esta temporada.

Me ha gustado tanto esta temporada que creo que lo ideal es que Marvel y Netflix deberían dejar descansar al personaje una temporada. Creo que lo que han conseguido es difícilmente superable, y es mejor dejarlo ahora cuando están en lo más alto. Dicho esto, entendería que igual que el mundo del comic se caracteriza porque cada mes debe salir un nuevo tebeo, en la televisión no cierras una serie porque tiene éxito, sino que eso confirma que debe continuarse.

Comparto el trailer de esta temporada:

Daredevil marca el nivel de calidad al que toda producción televisiva debería aspirar. Una serie que va a entrar seguro en mi top de series de este año.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

 

The Defenders de Marvel-Netflix, el clavo en el ataúd

Netflix ha estrenado The Defenders, serie-evento que une a los personajes de los comics Marvel Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage e Iron Fist. Y lamento decir que su visionado me ha provocado más sombras que luces.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

Esta serie de 8 episodios culmina el acuerdo alcanzado a finales de 2013 entre Marvel y Netflix para desarrollar un universo compartido para los héroes urbanos de la editorial que trasladara a la televisión el exitoso concepto que Los Vengadores llegaron a cine: Primero se presenta a los personajes en sus propias series, para acabar reuniéndoles en esta serie conjunta.

Los comienzos no pudieron ser más esperanzadores, ya que Daredevil tuvo un sobresaliente estreno en su primera temporada, que se estrenó en Abril de 2015, y cuya calidad marca para mi el standard que toda serie basada en personajes de comic debería alcanzar. En esta temporada Matthew Murdock (Charlie Cox) tuvo que enfrentarse a Kingping (Vincent d´Onofrio).

A Daredevil le siguió Jessica Jones, correcta serie estrenada en Noviembre de 2015 en la que el carisma de los dos protagonistas interpretados por Krysten Ritter y David Tennant consiguieron tapar las numerosas carencias de la serie.

La segunda temporada de Daredevil se estrenó en Marzo de 2016, con menos de un año de diferencia respecto a la primera. En esta temporada vimos la presentación de Punisher (Jon Bernthal) y Elektra (Elodie Yung), teniendo que enfrentarse los protagonistas a La Mano. Aunque para mi fue una serie notable, pero no llega al nivel de la primera.

Los problemas llegaron con Luke Cage (Mike Colter). El personaje fue presentado en la serie de Jessica Jones y estrenó serie en Septiembre de 2016. Pero fue tan mala, lenta y aburrida que no pude acabar de verla. Esto es lo peor que le puede pasar a una serie de Televisión, especialmente si hablamos de Netflix, que al estrenar todos los episodios a la vez te evita tener que esperar una semana entre capítulos y te permite verlos en «binge-watching» o maratones ¿Qué estaba pasando? ¿Fue solo un fallo inesperado y puntual o indicaba el comienzo de una tendencia negativa?

Lamentablemente, la tendencia se confirmó con Iron Fist (Danny Rand, interpretado por Finn Jones). Estrenada en Marzo de este año, al menos sí pude acabar de verla, pero entra directamente en la categoría de series «entretenidas pero malas», poniéndose al nivel de series menores como Arrow o Flash.

Tras estas luces y sombras, se ha estrenado Defenders este mes de Agosto. Y su obligación era demostrar que Netflix podía mantener el nivel de calidad de Daredevil. De lo contrario, agotaría el poco crédito que le quedaba a la cadena.

Y lo cierto es que Defenders ha sido una decepción y la confirmación que las series de Marvel / Netflix se han convertido en productos de una calidad bastante mediocre. La serie ha contado como showrunner a Marco Ramirez y Doug Petrie, que ya se habían encargado de la segunda temporada de Daredevil, y tiene a La Mano como enemiga, organización que en esta serie está dirigida por Alexandra (la siempre excelente Sigourney Weaver).

Si empiezo por lo bueno de Defenders, esta serie continúa y en muchos casos cierra diferentes argumentos presentados en las series de los cuatro personajes, en especial las de Daredevil e Iron Fist, que  fueron los que se habían enfrentado directamente a La Mano. En Defenders conoceremos el origen de La Mano y su conexión con Kun K´un, y como esta organización fue fundada por cinco inmortales que son sus dedos: Alexandra, Madame Gao (presentada en Daredevil), Bakuto (visto en Iron Fist), Sowande y Murakami de Japón. Esto explica una de las muchas locuras que vimos en Iron Fist, al ver dos facciones de La Mano peleando por el control de la organización.

Me ha gustado también la interacción de los personajes y la forma en que llegan a conocerse. Los cuatro héroes no llegan a reunirse hasta el tercer episodio, de forma que la serie empieza con cada personaje por separado continuando donde habían quedado al final de sus series. En el segundo episodio veremos los primeros encuentros de Matthew Murdock y Jessica Jones por un lado, y Danny Rand y Luke Cage por el otro, de forma que la unión acaba siendo totalmente orgánica, Finalmente, los héroes descubrirán que las pistas que cada uno estaba siguiendo al final llevaban a la misma fuente: La Mano.

El cuarto  episodio creo que es sin duda el mejor de la serie. Tras la reunión inicial de los héroes, estos empezarán a conocerse y descubrirán que aunque son personas muy diferentes y aparentemente sin nada en común, tienen que aparcar sus diferencias para unirse contra una amenaza que planea destruir la ciudad de Nueva York. Un episodio en el que el carisma de los personajes sobresale por encima de lo demás.

Es una pena que aquí acabe lo bueno. Los cuatro primeros episodios me gustaron bastante, pero la segunda mitad acaba siendo un despropósito que destroza todo lo bueno visto hasta ese momento. Este ha sido un problema que ya vimos en Jessica Jones o Iron Fist, en las que su buen comienzo quedó empeñado en la parte final, y en Defenders pasa esto elevado a la décima potencia.

Creo que hay un grave problema derivado de la propia producción de estas series de televisión pensadas como productos de una industria que tiene que encadenar un producto tras otro. De esta forma, no se si Marvel se fundió en los primeros episodios casi todo el presupuesto de Netflix y luego se tuvieron que apañar para terminar la serie como fuera. O si el tema tiene que ver con los días disponibles de rodaje. Y si a lo mejor se vieron con el agua al cuello y con la necesidad determinar como fuera sin importar el resultado final.

En este aspecto, descubro asombrado como las escenas de acción de los primeros episodios fueron diseñadas por el coordinador de escenas de acción de Daredevil, mientras que el climax final fue realizado por el coordinador de… Agentes de Shield. Un despropósito. Que solo se explica si las ajustadas fechas de rodaje impidieron al mismo equipo hacer todo el trabajo. Y no es que las escenas de acción iniciales fueran excelentes, más bien son sólo correctas, pero es que los episodios 7 y 8 son probablemente los peores de una serie Netflix hasta la fecha. Y al final, sea por un motivo o por otro, lo que queda son unas coreografías penosas contra unos villanos random sin personalidad ni sensación de amenaza que provocan el sonrojo a cualquier aficionado a las pelis de acción y artes marciales.

The Defenders no es solo una serie. Se suponía, o así nos lo habían vendido, que la reunión de los cuatro héroes iba a ser un EVENTO televisivo. Y decepciona a todos los niveles.

Pero no es solo el aspecto visual lo único malo. El guión me pareció muy flojo y hasta casi vago, como si no se esforzaran lo suficiente en pensar la mejor historia y la mejor forma de contarla. Uno de los principales errores es La Mano, que acaba siendo una organización mediocre y sin interés. No es solo que ya hubiera sido derrotada anteriormente por Daredevil e Iron Fist por separado, es que su plan no tiene demasiado sentido ni está demasiado bien explicado.

Sigourney Weaver hace un gran trabajo interpretando a Alexandra, la líder de La Mano. Ella comentó que no quería hacer el papel de una típica villana, así que Alexandra es una inmortal que teme estar viviendo sus últimos días y que muestra grandes dosis de debilidad. Esto me resultó interesante y diferente, y consiguió mi total atención en todas las escenas en las que aparece. Sin embargo, al final el personaje está totalmente desaprovechado por las decisiones narrativas que toma la serie.

En el lado de los héroes, el carisma de Daredevil (Charlie Cox) en mi opinión hace que sea el mejor personaje de los cuatro. Además, su historia con Elektra tiene un papel central en Defenders, de forma que creo que tiene posiblemente las mejores apariciones. Por orden de importancia, diría que Jessica Jones (Krysten Ritter) es la segunda en importancia. Su personalidad y mala leche la hacen imprescindible, y su evolución resulta lógica. Me gustó también los momentos juntos de Luke Cage e Iron Fist, plantando las semillas de lo que fue el comic de «Héroes de Alquiler» de Chris Claremont y John Byrne entre otros. Lástima que Mike Colter (Cage) me parezca un actor muy limitado y que el papel que los Showrunners han preparado para Danny Rand (Finn Jones) le convierta en un personaje ridículo que toma unas decisiones más que cuestionables.

Aunque los actores cumplen, cada uno a su nivel, el guión les hace repetir secuencias y diálogos que expliquen sus motivaciones como si los espectadores fuéramos tontos y necesitáramos que nos muestren algo cuatro veces para pillarlo. Y unido a esto, el papel de los personajes secundarios en también es muy pobre, quedándose en muchos momentos como minutos de la basura (usando terminología de basket) para rellenar los episodios. Es una pena el uso que se hace en esta serie de «Foggy» Nelson, Karen Page, Claire Temple, Trish Walker o Misty Knight. Los únicos con cierta importancia son Colleen Wing, novia de Danny Rand, y Stick (Scott Glenn), maestro de Matt y Elektra.

Y hablando de Elektra y el resto de villanos de La Mano. Se criticó mucho la actuación de Elodie Yung en la segunda temporada de Daredevil. Yo creo que no lo hizo tan mal, y tampoco en Defenders. El problema no es su actuación sino lo que el guión la hace hacer. En los primeros episodios en los que acaba de ser resucitada, trasmite correctamente su confusión ante su falta de recuerdos de su vida pasada a la vez que continúa siendo un temible enemigo. Pero a partir del giro de la segunda mitad, todo lo que hace es una locura total. Además, no puedo destacar a ningún dedo de La Mano, su papel está limitado al de carne de cañón sin interés ni sensación de peligro. Si de algo ha servido The Defenders es para convertir a una organización temible en los comics en unos payasos patéticos. Por perder, pierden hasta sus típicos trajes ninjas que vimos en Daredevil T.2. El motivo de este cambio no se explica, pero la historia pierde un elemento icónico que podía dar mayor entidad a los villanos.

Las temporadas de Netflix son de trece temporadas, y excepto en Daredevil, en el resto de series queda la sensación de que el guión se ha alargado en exceso y que con un par de episodios menos el resultado hubiera sido mejor. Defenders tiene solo 8 episodios, lo que a priori era una decisión acertada. Sin embargo, tras verlos, de nuevo da la sensación de que le sobra el 25% de su metraje, con un montón de diálogos repetidos que no van a ningún lado y escenas de acción sin consecuencias ni tensión que solo buscan rellenar minutos.

Comparto el trailer de esta serie, que pintaba bien y ha acabado siendo un despropósito:

The Defenders ha sido una decepción total. Hasta ahora cada estreno de Netflix lo esperaba con muchas ganas. Pero eso se acabó. Antes de final de año se estrena Punisher, y le daré una oportunidad, igual que a la tercera temporada de Daredevil, prevista para 2018. Pero no creo que vea las segundas temporadas de Jessica Jones, Luke Cage o Iron Fist, que también fueron confirmadas por la cadena. Igual que tampoco he visto Arrow, Lucifer, Gotham y tantas otras series que no merecen el tiempo que perdería en su visionado. Lamentablemente, las series de Netflix están ahora a ese nivel.

PUNTUACIÓN: 4.5/10

 

Legion T.1 En la mente del mutante

Cuando la cadena FX anunció la producción de una serie protagonizada por Legion, uno de los personajes menos conocidos de los X-Men, me pareció una apuesta bastante arriesgada. Pero cuando ficharon a Noah Hawley, creador de Fargo, para que fuera el creador y showrunner, tuve claro que la serie sería diferente y con personalidad. Y no me equivocaba.

David Haller (Dan Stevens) es un joven diagnosticado de esquizofrenia desde que era un niño que se encuentra recluido en una institución mental. Su rutina en un hospital psiquiátrico cambia con la llegada de una nueva paciente llamada Syd (Rachel Keller), que desencadena el descubrimiento de que las voces y visiones que tiene pueden ser reales.

David Haller es esquizofrénico, pero descubriremos que además es un mutante con poderes mentales. Y quien sabe si hay algo más en las partes más oscuras de su mente.

Además, dado que es un mutante, descubriremos que hay una organización gubernamental que busca controlarle, y un grupo de mutantes que buscarán ayudarle. Pero la serie se ambienta en un mundo totalmente diferente al de las películas de Fox, lo que facilita que no haya ninguna limitación para desarrollar las ideas más locas que nos presentan en los 8 episodios de esta primera temporada.

Legion fue creado por Chris Claremont y Bill Sienkiewicz, en el comic de Los Nuevos Mutantes, perteneciente a la familia de comics de los X-Men de Marvel. En los comics, es el hijo secreto de Charles Xavier y Gabrielle Haller. Tiene poderes mentales de nivel Omega, pero su mente no puede controlarlos y que acaba desarrollando diferentes personalidades para controlar sus poderes.

La serie destaca sobre todo por la forma en que nos presenta los entresijos de la mente de David, con una sobresaliente actuación de Dan Stevens. Sus cambios de registros son continuos y sabe transmitir la fragilidad de su enfermedad. Y me gustó también la química que comparte con Sydney Barret, (Rachel Keller) la novia de David, y con Lenny Busker (Aubrey Plaza), amiga y compañera de David en la institución mental.

Legion es una serie centrada en ofrecer una estética totalmente diferente a cualquier serie actual. Y lo consiguen sin duda. Gracias a la fotografía de Dana Gonzales y de Craig Wrobleski , y la edición de Regis Kimble, Chris A. Peterson y Curtis Thurber, cada fotograma parece pensado para ser expuesto en una galería de arte.

Los problemas mentales han sido también protagonistas en Mr Robot, pero mientras que esta serie opta por una aproximación inspirada en el El club de la lucha, Legion transita por sendas más psicodélicas. Cada giro en la mente de David está perfectamente reflejado, consiguiendo unas escenas sorprendentes.

En lo negativo, este exceso de continente sobre el contenido hace que a pesar de que solo son 8 episodios, la serie avanza a un ritmo lentísimo. El episodio piloto es sobresaliente, pero a partir de ahí, la historia se frena de manera preocupante. Esto puede hacer que mucha gente se quede en el tercer o cuarto episodio, frustrado por que la historia no avance. Pero si consigues pasar de este bajón, el final creo que es bastante satisfactorio. En todo caso, esta no es una serie para todos los publicos, exigiendo un esfuerzo considerable en el espectador.

Como producto televisivo, parece que el 80% de su presupuesto en lo relativo a los efectos especiales se lo han gastado en el episodio piloto. Hay algunos efectos que se notan muy pobres, pero excepto en una escena concreta, saben ofrecer soluciones creativas a las diferentes escenas, y no te queda la sensación de otras series de genero que se las nota baratas y con problemas presupuestarios claros.

Hay cierta sensación de cierre de la historia al final de esta temporada, pero dado que solo estamos ante una parte muy pequeña de la historia de los comics, hay un montón de posibilidades para la segunda temporada, que ya ha sido confirmada.

Comparto el trailer de esta serie, para que sepais que esperar de esta serie.

Legion no ha sido perfecta, pero tiene tanta personalidad que seguro volveré para la segunda temporada. Con la enorme oferta televisiva actual, no creo que haya mejor halago. Si os gusta la televisión diferente y no te importa la narración lenta, esta serie es para ti.

PUNTUACIÓN: 7/10