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Crítica de El problema de los 3 cuerpos temporada 1 (Netflix)

Me he vuelto a suscribir a Netflix para ver El problema de los 3 cuerpos, la serie creada por David Benioff y D.B. Weiss, los creadores de Juego de Tronos, adaptando la famosa novela del escritor chino Cixin Liu.

PUNTUACIÓN: 6/10

Serie de TV (2024-). 1 temporada. 8 episodios. Una decisión tomada en China en los años 60 trasciende el tiempo y el espacio, obligando a unos científicos a afrontar la peor amenaza para la humanidad en el presente. (FILMAFFINITY)

David Benioff y D.B. Weiss, los creadores de Juego de Tronos en HBO, son los creadores de esta serie de televisión de ciencia ficción junto a Alexander Woo. La serie está basada en la novela china ganadora del premio Hugo El problema de los tres cuerpos de Cixin Liu. A modo de curiosidad, esta es la segunda adaptación de acción real de la obra de Liu, dado que en 2023 ya se hizo una serie para la televisión china.

Esta primera temporada ha constado de 8 episodios, que han sido dirigidos por Derek Tsang (2 episodios), Andrew Stanton (1), Minkie Spiro (3) y Jeremy Podeswa (2). Benioff, Weiss y Woo realizan los guiones, aunque reciben la ayuda de Rose Cartwright y Madhuri Shekar en un episodio cada uno. WooRamin Djawadi, autor de la música de Juego de Tronos, se encarga de la música de la serie.

En el reparto internacional encontramos a Jess Hong como Jin Cheng, Eiza González como Augustina «Auggie» Salazar, Jovan Adepo como Saul Durand, John Bradley como Jack Rooney, Rosalind Chao como Ye Wenjie adulta (con Zine Tseng en su versión joven-adolescente), Liam Cunningham como Thomas Wade, Marlo Kelly como Tatiana Haas, Alex Sharp como Will Downing, Sea Shimooka como Sophon, Saamer Usmani como Prithviraj «Raj» Varma, Benedict Wong como Clarence «Da» Shi y Jonathan Pryce como Mike Evan.

Empezando a valorar El problema de los 3 cuerpos, hay un primer elemento fundamental a comentar, y es que la novela me parece super chula, pero aparte del sorprendente elemento histórico chino de la novela, lo mejor de la historia es cuando Cixin Liu plantea el giro y descubres de qué va en realidad el libro. Esta sorpresa, que no quiero comentar por si acaso no la conoces y estás pensando en si ver o no la serie en Netflix, es una maravilla. Y claro, cuando empiezas a ver la serie SABIENDO esta sorpresa, nada te impacta como si lo hizo el libro. Para mi, esto supuso un gran lastre.

La novela y la serie se plantea en los primeros episodios con dos líneas temporales diferentes. En el presente unos hechos insólitos amenazan los descubrimientos científicos del último siglo, lo que está provocando el suicidio ¿asesinato? de científicos por todo el mundo. Y mientras, a modo de flashback conoceremos la historia de Ye Wenjie, una niña cuyo padre fue asesinado durante la Primavera Cultural China en los años 60, cuando murieron miles de personas, muchos de ellos conectados al mundo científico, al ser considerados traidores al régimen comunista. Tras muchas vicisitudes, Wenjie será llevada a una instalación científica secreta del ejército chino donde llevará a cabo unos experimentos relativos a comunicaciones. Este pasado de Wenjie resulta clave para explicar los hechos del presente, que son una consecuencia directa de sus actos.

En el presente, un ex-policía Clarence «Da» Shi (interpretado por Benedict Wong) está intentando buscar la explicación a estos sucesos a priori inexplicables, lo que le hará conocer a diferentes científicos que tendrán su importancia sin ellos saberlo. En la novela prácticamente todos los personajes son chinos y no tienen relación entre ellos, más allá de la conexión que tienen cuando Shi llega a conocerles. En la serie de televisión, los showrunners han trasladado la acción a Inglaterra planteando un reparto de actores internacionales diversos, haciendo que sean un grupo de amigos que vivirán estos sucesos en primera persona a partir del suicidio de la hija de Wenjie, que también era científica como su madre y era amiga del grupo.

Entiendo la necesidad del cambio de razas y localización para hacer la historia «menos china» y pueda así llamar la atención a un mayor público de todo el mundo. Y a priori, también acepto que hagan que estos desconocidos en los libros sean amigos, porque así se consigue una mayor conexión emocional con el espectador, aunque sea a costa de tener que invertir bastante tiempo en plantear unas relaciones que en realidad no están en los libros. Estos cambios en realidad no suponen un problema, siempre claro que la ejecución esté bien.

Sin embargo, más allá de la nula sorpresa y que en realidad la serie me parece que está «bien», me he llevado un poco de chasco porque todo me ha dejado super frío, nada ha conseguido que conecte con lo que nos están contando. Por un lado diría que la forma en que se ha rodado la serie hace que todo me resulte demasiado plano y sin chispa, sin terminar de encontrar (o disfrutar) de los hitos narrativos que se van planteando en los diferentes episodio.

Otro tema sería el tema de los efectos especiales. Hay elementos de la historia que obviamente no pueden ser «reales», por fuerza deben ser creados por ordenador, por ejemplo todo lo relativo a las deshidrataciones. Sin embargo, eso que es entendible se transforma en unas escenas mediocres que no cumplirían el standard de calidad en un juego de Play Station 4. Y estas escenas «cutres» también son culpables de que no haya conectado con la serie como me hubiera gustado. De hecho, aunque puede sonar fuerte, me fastidia pensar que ante un CGI montonero Netflix diera el visto bueno porque total, como se va a ver en la televisión o en el móvil o tablet, los espectadores no se van a dar cuenta. Lo digo porque no es la primera vez que una serie de Netflix peca de un CGI o una puesta en escena montonera / malilla.

En positivo, el reparto asiático-africano-hispano-caucásico creo que cumple con lo que los showrunners les piden que hagan, si bien ninguno creo que esté especialmente brillante o destacable. Dentro de lo plano del conjunto igual ellos están un poco por encima, pero tampoco demasiado.

Cixin Liu me parece un escritor brillante en la forma en que presenta conceptos científicos complejos (por ejemplo de astrofísica) de una forma que los hace entendibles por los lectores. Y por supuesto por los alucinantes elementos de ciencia-ficción que incorpora en sus libros. Como por ejemplo la figura del vallado, personas claves para la supervivencia de la raza humana cuyos planes nunca podrán ser escritos o expuestos en voz alta debido a la posibilidad de ser descubiertos por el enemigo, o los sofones, partículas subatómicas que permiten el acceso instantáneo a toda la información humana. La ciencia y la ciencia-ficción de estos libros me parece una pasada, pero como decía todo lo que en los libros resultaba interesante y sorprendente en la serie se convierte en algo que me dejó frío, diría que porque tampoco se paran a que entendamos lo que supone la existencia de los sofones.

El elemento que si me ha sorprendido es que los showrunners han cambiado la cronología de las novelas, de forma que una gran parte de la segunda novela «El bosque oscuro» ya se ha contado en esta primera temporada. Esto en realidad no es bueno ni malo, como decía antes depende de la ejecución, pero en realidad si afecta a una narrativa un poco tensionada por el hecho que los protagonistas son amigos. Diría que mientras en los primeros episodios si se mantiene cierto interés a lo que está pasando, con los dos momentos temporales y las sorpresas como que personas concretas vean una cuenta atrás que solo ellos pueden ver, en los últimos episodios este interés decae muchísimo.

Teniendo en cuenta todo lo que nos ha contado esta primera temporada de El problema de los 3 cuerpos, diría que la trilogía de novelas se contará en tan sólo dos temporadas. Lo cual me parece bien, mucho peor es cuando algo se alarga artificialmente más allá del interés del concepto. Si esto se confirmara creo que vería seguro esta segunda temporada para ver como terminan la historia, a pesar que esta serie no me haya maravillado y crea que esta «bien» sin más.

Comparto el trailer de esta serie:

El problema de los 3 cuerpos me ha parecido una serie correcta que igual por no tener la sorpresa que tuve al leer el libro no ha conseguido impactarme en ningún momento.

PUNTUACIÓN: 6 /10

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Juego de Tronos ya es historia de la televisión – Análisis de la 8ª temporada

Juego de Tronos ya es historia viva de la televisión. Esta octava temporada tenía que cubrir unas expectativas imposiblemente altas para millones de personas, y creo que los creadores David Benioff y D.B. Weiss y la HBO han conseguido cerrar la serie con un final más que satisfactorio.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Tras siete temporadas, el invierno ya está aquí. Y a pesar de que Daenerys Targaryen ha congregado al mayor ejército jamás reunido en Poniente, tienen pocas posibilidades de derrotar al Rey de la Noche y su ejército de muertos vivientes en Invernalia. Y de entre los que sobrevivan saldrá el que esté llamado a sentarse en el Trono de Hierro. Pero  Cersei Lannister no dejará que nadie la arrebate lo que la pertenece.

Más que una crítica tradicional, planteo este post como un resumen de mis impresiones ante esta última temporada. Por tanto, es un post CON SPOILERS. Si no has visto esta temporada, te recomiendo que corras a ver el final y vuelvas a leer mis impresiones a continuación.

Juego de Tronos es un hito televisivo. Pasarán años en que otra serie tenga el impacto social que ha tenido esta historia basada en las novelas de George R.R. Martin, si es que alguna llega a igualarla. Y fruto de este impacto y de tener a millones de personas en todo el mundo pendiente de cada uno de los seis últimos episodios, se ha generado una polémica que va a convertirse en un caso paradigmático de la situación de las redes sociales en la actualidad.

El desarrollo de esta temporada de seis episodios se ha distribuido en dos emocionantes episodios de reuniones entre los diferentes personajes, dándoles unos últimos momentos de felicidad antes de la llegada del Rey de la Noche a Invernalia en el tercer episodio. Tras el abrupto final de los no-muertos, el cuarto episodio traslada la acción a Desembarco del Rey donde se dirimirá la posesión del Trono de Hierro. Tras un polémico y sangriento quinto episodio que significó la victoria de Daenerys Targaryen masacrando a los habitantes de la capital, el sexto episodio sirve para responder las últimas cuestiones y cerrar los viajes de los diferentes protagonistas.

Ante el  «giro» de Daenerys del quinto episodio de masacrar a un enemigo vencido, las redes sociales ardieron con gente indignada contra los creadores de la serie, David Benioff y D.B. Weiss, por no haberles dado lo que ellos querían, hasta el punto que más de 800.000 personas firmaron una ridícula petición en change.org exigiendo que HBO volviera a rodar esta temporada. Una enorme cantidad de personas han demostrado ser muy ridículas y no entender el significado de una obra de «ficción».

Eso no significa que no hayan críticas legítimas de gente a los que Juego de Tronos no les ha gustado en las últimas temporadas, precisamente a partir de que la serie de televisión superó a los libros de George R.R. Martin. Y cuyos argumentos son muy razonables y correctos.

Pero estamos en un momento en que las redes sociales, y por elevación nuestra sociedad, está llena de mucha gente que no quiere escuchar cosas nuevas o diferentes a sus ideas preconcebidas. Y que quiere que todo entre dentro de su limitado esquema de valores, rechazándose automáticamente todo lo que haga a los espectadores / consumidores salir de su zona de confort. En este sentido, los que daban la tabarra con que Juego de tronos era una serie política del siglo XXI más que una fábula de fantasía medieval con dragones y zombies han quedado completamente retratados, y es casi hasta normal que pongan el grito en el cielo cuando la serie, según ellos, maltrata al «mayor icono feminista del ocio televisivo». Da igual que este fuera el final previsto por el autor de las novelas, y que desde luego no fuera esa la intencionalidad de Martin al crear su historia y al personaje de Daenerys. De hecho, si en algo destaca el escritor americano es por resaltar que no hay que poner nuestra fe en nadie simplemente porque haya nacido en una casa «noble» o nos diga que es la «elegida» para reinar y que sabe lo que es mejor para nosotros.

Estamos en un momento en que se quiere que los fan-fictions estén al mismo nivel que las obras originales, lo que importa es lo que YO quería que pasara no lo que sucede realmente, lo cual es una locura absoluta. Y sin duda me pareció justicia poética cuando los que han usado a un personaje de ficción para su ideario político han tenido que tragarse el mal trago de ver como Daenerys ha utilizado su poder militar para la conquista y la derrota de sus enemigos igual que cualquier otro déspota. Dijo el gran Alan Moore en Miracleman (1988) que «nunca ha existido un cielo que no se haya construido sobre huesos humanos». Es decir, no importa lo bienintencionadas que sean las intenciones, la conquista siempre provocará muertes inocentes. Y esta regla se cumple también en Juego de Tronos.

Globalmente la serie me parece que es un buen final que ofrece una conclusión satisfactoria a estos maravillosos y complejos personajes. Obviamente, esta octava temporada no es perfecta, igual que tampoco lo fue la anterior, pero creo que era muy difícil realizar la cuadratura del círculo que pedían muchos espectadores, y Juego de Tronos lo consigue de forma razonablemente satisfactoria.

Quizá el mayor reparo que se le puede hacer a esta última temporada es su duración de seis episodios. Esto provocó una aceleración de todas las tramas que no hizo les hizo justicia, sobre todo en lo referido al Rey de la Noche. Siete temporadas anunciando «Winter is coming» para terminarlo todo en un único episodio me parece sin duda el mayor problema de esta octava temporada. Aún reconociendo que  el episodio en sí está bien construido y consigue crear una tensión in-crescendo brutal. Pero es normal que esperáramos más. Aunque, se ha demostrado que Juego de Tronos no iba de la lucha contra los muertos vivientes, sino en saber quién se sentaría en el Trono de Hierro.

Desde la sexta temporada, la suspensión de credulidad de los espectadores estuvo seriamente amenazada con viajes que antes duraban meses y temporadas completas que ahora se ejecutaban en un único episodio. Esta nueva realidad provocada por la necesidad de cerrar la historia ha provocado la mayoría de críticas de los aficionados, sobre todo de los lectores de los libros. Pero esto no es un problema de esta octava temporada, sino en general de la segunda parte de la serie.

Igual que esto, hay otras situaciones «extrañas», como que las fuerzas de Daenerys, los Inmaculados liderados por Gusano Gris pero también los jinetes Dothrakis, fueran diezmadas por el ejército de no-muertos durante su ataque a Invernalia, para que luego aparezcan con toda su potencia para asediar Desembarco del Rey en los episodios 5 y 6. Pero, como digo antes, son pequeños peros en el camino inevitables para conseguir llegar al final del camino.

Comentaba con mi hermano Fernando en relación a Vengadores Endgame que no hay nada malo en que un final sea lógico en relación al camino que los personajes habían realizado en cada una de las películas. Y que, de hecho, es mucho mejor ser lógico y coherente en este sentido que buscar sorprender con giros artificiales que maten lo ya construido. Esto iba en relación al final de Tony Stark, Steve Rogers y el resto de Vengadores, pero es perfectamente aplicable a Juego de Tronos.

Como comento arriba, para Martin, todo aquel que ansíe el Trono de Hierro no es digno de confianza y acabará convirtiéndose en un monstruo. Por esto, no hay giro en la evolución de Daenerys, antes no era una Madre Teresa bondadosa que buscaba liberar esclavos, sino alguien que buscaba controlar un ejército con el que cumplir su destino de reinar sobre los 7 reinos, y que acabará con todo aquel que se ponga en su camino. Porque ella tiene razón y todos los demás están equivocados. Daenerys es igual de mala que los Lannister que pagan a asesinos, los Tyrell que conspiran en las sombras, el anterior rey Robert Baratheon que subió al trono tras la muerte de Aerys Targaryen tras volverse loco, y que a su vez también consiguió el trono a sangre y fuego.

El problema no es Daenerys, sino en los que la colocaron en un pedestal que no merecía, y es normal que al final pague el precio por la masacre que provocó en Desembarco del Rey. Y que sea Jon Snow, el hombre de ideales que siempre antepuso hacer lo correcto a todo lo demás, que sea su ejecutor, a pesar de amarla con todo su corazón. «El honor es la muerte del amor» comenta Tyrion a Jon minutos antes de que mate  a Daenerys mientras la besa y la dice que la quiere.

Con esta idea general, es un final totalmente satisfactorio que Bran Stark, el Cuervo de Tres Ojos que atesora toda la memoria de la humanidad y que no desea el poder, sea finalmente elegido como Rey de los Seis Reinos. Y que Bran nombre a Tyrion Lannister como su Mano es igualmente lógico, al no considerarse digno del poder y creer que ha fallado más  de lo que ha acertado. Un Tyrion que vuelve a ser el gran protagonista que roba la serie.

Tremendamente satisfactorios son también los finales de Sansa y Arya Stark, la primera consiguiendo cumplir su sueño de reinar las tierras del norte como un Reino independiente de Poniente y la segunda dejando atrás su vida en el continente en busca de aventuras en el Oeste inexplorado. Y tras convertirse en el último Kingslayer, Jon Snow también encuentra un buen final desterrado como un Night´s Watch a vivir su vida más allá del muro junto a los Salvajes del Norte, posiblemente el único lugar en el que encaja y en el que fue feliz. Es irónico que el único personaje puro de la serie reconozca que no hay sitio para él en la civilizada Poniente y tenga que abandonarlo. El plano final de los tres hermanos Stark mientras se dirigen cada uno hacia su final es brillante.

Narrativamente, el último episodio tiene un montón de grandes momentos mientras se van cerrando las diferentes tramas, teniendo a Tyrion de gran protagonista. Empezando por el descubrimiento de sus hermanos Cersei y Jamie, que murieron juntos abrazados por toda la eternidad. Un buen final para un personaje no implica que sea un final feliz, y en este sentido, creo que la muerte de los Lannister entra sin duda en esta categoría. O cuando Tyrion renuncia a su puesto de Mano del Rey de Daenerys cuando ésta confirma que la guerra no terminó en Desembarco y quedan otros reinos a los que doblegar hasta conseguir el poder absoluto. O su conversación con Jon en la que le abre los ojos ante la crueldad de Daenerys.

Y super emocionante también es la reacción de Drogon cuando ve a su madre muerta, fundiendo el Trono de Hierro que entiende es el causante de toda la muerte que hemos visto desde el comienzo de la serie, y llevándose el cuerpo sin vida de su madre de nuevo al este. Esta escena más metafórica que literal conduce al siguiente momentazo, cuando Tyrion explica quién es para él el más adecuado para reinar, y que tiene una connotación meta lingüística bestial:

«No he hecho otra cosa más que pensar estas dos semanas en nuestra sangrienta historia, en todos los errores cometidos. ¿Qué une al pueblo? ¿Las huestes? ¿El oro? ¿Las banderas? Las historias. No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia. Nadie puede detenerla. Ningún enemigo puede vencerla. ¿Y quién tiene mejor historia que Bran el Tullido? El chico que cayó de una alta torre y sobrevivió. Supo que no volvería a andar, así que aprendió a volar. Cruzó más allá del Muro. Un lisiado. Y se convirtió en el Cuervo de Tres Ojos. Es nuestra memoria, el custodio de todas nuestras historias: las guerras, bodas, nacimientos, masacres, hambrunas… Nuestros triunfos y nuestras derrotas. Nuestro pasado. Quién mejor para conducirnos al futuro».

El poder de las historias que conforman nuestros mitos, nuestras leyendas y nuestra cultura. Y por elevación, el poder de los creadores que tuvieron el talento y la valentía de presentar estas historias ante los lectores y los espectadores y que consiguieron emocionar a públicos variados de todo el mundo. Un mensaje bestial que me ha encantado, de forma que dentro de 10 ó 15 años seguiremos recordando Juego de Tronos, a George R.R. Martin y la HBO, mientras que toda la polémica de Daenerys será solo una anécdota al pie de wikipedia.

Fruto de esta filosofía,  Brienne de Tarth añade en el libro de los reyes los últimos capítulos de la vida de su amado Jaime Lannister, destacando que fue mucho más que un «mata-reyes», y Samuel Tarly muestra el libro en el que recoge los relatos que acabamos de disfrutar, cuyo título para sorpresa de nadie es «Canción de Hielo y Fuego».

Y para los que veían Juego de Tronos como una historia política, también me resulta muy interesante la solución de hacer que el Rey ya no sea el hijo del Rey sino que será decidido por los nobles de las diferentes casas. Esto es ya en si mismo un gran avance en esta fábula medieval, algo que queda explicitado en las burlas que recibe Samuel Tarly cuando plantea una solución más democrática que escuche la voz del pueblo, algo imposible en un mundo medieval.

Al igual que el final, en el que Bran siendo ya Rey no tiene tiempo o interés en dedicarse a los problemas mundanos, de forma que los que realmente van a trabajar por el bienestar del pueblo son los miembros del Consejo del Rey formado por Tyrion Lannister, Samuel Tarly, Brienne de Tarth, Sir Davos Seaworth y el inesperado Bronn, mercenario y asesino convertido en Señor de Aguasdulces porque ya se sabe que un Lannister siempre paga sus deudas. Mientras los reyes pasan, los siervos se dedican a trabajar, comentando entre bromas las diferentes soluciones a los problemas del pueblo, recuperando una cierta normalidad.

Daenerys buscaba romper la rueda, acabar con el status-quo de Poniente. No lo consiguió y la vida sigue su curso.

Comparto el trailer de esta última temporada:

https://www.youtube.com/watch?v=pnc9sdDjNXs

La última temporada de Juego de Tronos ha ofrecido un final super satisfactorio a una serie que recordaremos durante años. Gracias HBO, gracias George R.R. Martin, gracias a todos los que han hecho posible este hito televisivo.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

 

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Juego de Tronos Temporada 7 – Ha llegado el invierno

La séptima temporada de Juego de Tronos ha terminado en un suspiro con un excelente cliffhanger que llevamos esperando desde el principio de la serie. Globalmente esta temporada ha sido super entretenida y ha servido para unir antes de la batalla final a personajes que llevaban años separados, lo que nos ha dejado un montón de momentazos a recordar.

PUNTUACIÓN: 8/10

Si, esta temporada de Juego de Tronos me ha gustado mucho. Aunque hay que reconocer que ahora que el final de la historia está más cerca que nunca y ya hemos superado totalmente los libros de George R.R. Martin, los guionistas y creadores David Benioff y D.B. Weiss han cambiado el foco de la serie para convertirlo en un blockbuster palomitero en el que pasan muchas cosas muy rápidamente, a costa de perder algo de caracterización y profundidad narrativa.

Fruto de esta velocidad hemos visto como Poniente se convertía en un barrio de Madrid que permitía a los personajes ir y venir de un extremo a otro del reino en un suspiro, como si de un viaje en metro se tratara. Viajes que antes duraban temporadas enteras se solucionan ahora con un chasquido de dedos, poniendo a prueba la suspensión de credibilidad que una serie fantástica como esta exige a sus espectadores. Este es para mi el mayor pero que le pongo a esta temporada, aunque para ser sincero es un pero pequeñito que perdono con tal que la trama avance. Dicho esto, y aún entendiendo que estos viajes era imprescindibles, creo que los guionistas hubieran debido planificar mejor los episodios quinto (en el que Tyrion viaja a Desembarco del Rey a reunirse con su hermano Jamie), y sobre todo en el sexto episodio, cuyos viajes provocaron algunos de los WTF! más criticados hasta la fecha.

Una vez comentados los aspectos para mi más flojos de la temporada, la verdad es que hubo mucho y bueno que destacar en estos 7 episodios. Lo primero que agradezco es que la mayoría de argumentos hayan continuado por sendas lógicas y casi esperables, evitando caer en giros imposibles buscando lo que hubieran sido sorpresas artificiales. Prefiero un buen storytelling aunque sea previsible antes que cometer locuras que maten el final. ¿He oído Lost?

A PARTIR DE AHORA HAY SPOILERS

La reunión de Jon Snow y Sansa Stark con su hermano Bran fue emocionante, al igual que la llegada de Arya a Invernalia tras años de luchas y sufrimiento. Ha molado también ver las enormes diferencias de Sansa y Arya tras todos estos años, aunque al final son antes que nada unas Stark, que se unen ante los enemigos.

Igual de satisfactorio ha sido el ver cómo se ha construido la relación de Jon Snow con Daenerys Targaryen. Una vez vista la temporada parece mentira recordar que no se conocieron hasta el tercer episodio, comenzando una relación que en ese momento estaba dominada por la desconfianza. ¡Como han cambiado las cosas 5 episodios después! Además, la confirmación de la identidad de Jon Snow, hijo legítimo de Rhaegar Targaryen (hermano mayor de Daenerys) y Lyanna Stark (hermana de Eddard), le convierte en heredero legítimo al Trono de Hierro por delante de su tía Daenerys, lo que puede provocar unas consecuencias insospechadas en la temporada 8.

Pero, por encima de todos, se alza Cersei Lannister. Ella es EL personaje de Juego de Tronos. Su fuerza y determinación para destruir a sus enemigos sea como sea nos ha brindado también varios momentazos a lo largo de esta temporada. Si tuviera que apostar por cual será el final de Juego de Tronos, creo que los productores se inclinarán por un final “feliz” en el que o bien un Stark o un Targaryen se sienten en el trono. Sin embargo, la potente interpretación de Lena Headey casi hace que crea que realmente ella puede alzarse con la victoria final. Ya veremos.

Otro elemento importante de esta temporada además de las reuniones familiares ha sido la eliminación de más personajes secundarios para cerrar tramas que aún quedaban abiertas. En este sentido hemos visto como Arya Stark consuma por fin su venganza contra la casa Frey, asesinos de su madre Catelyn y su hermano Robb, antes de reunirse con sus hermanos en Invernalia.

Por otro lado, Jamie Lannister conquistó Altojardín, acabando con Olenna Tyrell y su rebelión contra su hermana Cersei, descubriendo por fin que fue ella y no Tyrion la causante de la muerte de su sobrino el rey Joffrey. También encontraron su final las guerreras Martell de Dorne, capturadas por Euron Greyjoy y llevadas hasta Desembarco del Rey para que sufrieran la venganza de Cersei por matar a su hija Myrcella. La muerte de los Tarly a manos de Daenerys, quemados por uno de los dragones tras derrotarles en la primera batalla de los Dragones en Poniente, no es en sí demasiado importante, pero abre la posibilidad de que Tarly, si sobrevive a la octava temporada, se convierta en el Señor de esta familia, al ser el único heredero.

El último capítulo nos trajo otro de los momentazos con la muerte de Meñique a manos de Sansa y Arya, uno de los principales causantes de la muerte de Eddard Stark en la primera temporada.

De esta manera, ya nos hemos quedado solo con 3 tramas abiertas: La principal en el norte, con la batalla contra el Rey de la Noche, que estará liderada por Daenerys Targaryen y Jon Snow. Mientras, Cersey Lannister continúa con sus planes en Desembarco del Rey, mientras que Theon Greyjoy viaja por mar para enfrentarse a su tío Euron, que tiene prisionera a su hermana Yara y se dirige hacia Braavos para recoger a la Compañía Dorada, una tropa de 20,000 mercenarios que Cersei empleará para aniquilar a sus enemigos, si es que el Rey de la Noche no acaba antes con ellos.

En este sentido, aunque seguiremos viendo a Cersei y Theon, con la marcha de Jamie Lannister al norte a combatir, prácticamente todos los personajes importantes están allí. Esto asegura que no serán todo batallas, ya que falta por ver qué papel van a jugar personajes importantes como Tyrion Lannister, tras su enigmática mirada final, o Bran Stark, el Cuervo de los tres ojos, que creo que tiene aún un papel muy importante que jugar en el final de la guerra.

En lo referido al excelente aspecto técnico y las numerosas batallas que hemos visto, se nota como el presupuesto de Juego de Tronos aumenta año a año, porque se luce claramente en pantalla. En siete episodios hemos visto una batalla naval (Ep. 2), las conquistas de Casterly Rock y Altojardín (Ep. 3), el ataque de Daenerys con los Dothrakis, los Inmaculados y uno de sus Dragones a las tropas de Jamie (Ep. 4), y la espectacular batalla más allá del muro del episodio 6 (dirigida por el especialista Alan Taylor), en la que la muerte de Viserion, uno de los dragones de Daenerys, y su posterior resurrección a manos del Rey de la Noche lo ha cambiado todo y precipitó la caída del Muro al final de la temporada y la invasión de Poniente de los Caminantes Blancos. Cuatro grandes batallas que han ido in-crescendo en intensidad a medida que avanzaba la serie. Y ya nos anuncian que la octava y última temporada va a ser aún más espectacular.

Comparto el trailer de esta temporada, por si acaso queda algún insensato que no ha visto todavía esta séptima temporada.

Juego de Tronos continúa siendo un excelente entretenimiento que enfila ya su recta final con una octava y última temporada de tan solo seis episodios, que no podremos ver hasta final de 2018 o principio de 2019. La espera se nos va a hacer muy larga…

PUNTUACIÓN: 8/10