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Crítica de Andor 2×1-3 (Disney+)

Tenía cierto interés en ver la segunda temporada de Andor aunque no fui demasiado fan de la primera. Y los tres primeros episodios me han mostrado al peor Tony Gilroy que aún no ha aprendido a hacer televisión.

PUNTUACIÓN: 2/10

Comenzando cinco años antes de los acontecimientos de Rogue One y Una nueva esperanza, la serie emplea un elenco de personajes para mostrar cómo se está formando una Alianza Rebelde en oposición al Imperio Galáctico. Uno de estos personajes es Cassian Andor, un ladrón que se convierte en revolucionario y acaba uniéndose a la Rebelión.

Anthony Joseph Gilroy (Nueva York, 1956) es un guionista, director y productor que escribió los guiones de The Bourne Identity (2002) y The Bourne Supremacy (2004), las dos primeras películas de la franquicia cinematográfica Bourne, y escribió y dirigió la cuarta película de la franquicia, The Bourne Legacy (2012), así como Michael Clayton (2007) y Duplicity (2009).

Tony Gilroy ayudó a Lucasfilm a arreglar el desaguisado que se dice que fue el rodaje de Rogue One, consiguiendo con los reshoots convertirla en la película más satisfactorias de la nueva hornada de películas de Star Wars bajo el paraguas de Disney. Tras una primera temporada aclamada por la crítica que aún con sus cosas buenas me dejó bastante frío, Gilroy ha vuelto como showrunner de esta segunda temporada para terminar de contar el periodo de tiempo justo anterior a Rogue One. Si la serie empezó 5 años antes de la película, la idea para estos 12 nuevos episodios es utilizar bloques de 3 episodios para contar un año en la vida de Andor y los protagonistas. Gilroy se encarga de escribir los tres episodios recién estrenados en Disney+, que han sido dirigidos por Ariel Kleiman.

En el reparto de Andor vuelven los principales personajes de la primera temporada: Diego Luna como Cassian Andor, Stellan Skarsgård como Luthen Rael, Genevieve O’Reilly como Mon Mothma, Adria Arjona como Bix Caleen, la amiga de Andor de su planeta natal que se unirá a la Rebelión con él. Kyle Soller como Syril Karn, el agente imperial que descubrió la existencia de un plan rebelde en la primera temporada, Denise Gough como Dedra Meero, oficial de inteligencia del Imperio, Faye Marsay como Vel Sartha, prima de Mon Mothma que trabaja para la Rebelión y no tiene problemas en mancharse las manos, Varada Sethu como Cinta Kaz, la novia de Vel y también agente agente de la Rebelión, Elizabeth Dulau como Kleya Marki, la ayudante de Luthen y experta en comunicaciones, y Joplin Sibtain como Brasso amigo y compañero de Andor. La conexión con Rogue One viene con la aparición de Ben Mendelsohn como el Director Orson Krennic.

Ver el nacimiento de la Rebelión era un tema a priori super interesante como fan de Star Wars que soy. Sin embargo, el comienzo de esta segunda temporada de Andor no ha hecho más que amplificar todos los problemas que tuvo la serie en su primera temporada, olvidándose de los elementos más potentes como son las interpretaciones de los actores y la complejidad de personajes como Luthen Rael y centrándose en tramas alargadas sin interés que no me han dejado con ganas de seguir viendo la serie.

Antes de ponerme con las cosas que no me han gustado, al menos voy a destacar en la parte positiva que Andor tiene un diseño de producción espectacular. Los sets que han construido para esta segunda temporada son enormes y lucen imponentes. Además, la fotografía me parece super potente, a lo que hay que sumar una música de Brandon Robets muy adecuada a las necesidades planteadas por Gilroy. Si juzgamos a Andor únicamente por sus valores de producción, estos son de 10.

Dentro de los elementos positivos voy a poner al reparto, que aunque en estos primeros tres episodios no tienen nada demasiado interesante que hacer. En conjunto, creo que todos los actores cumplen muy bien con lo que Gilroy necesita de ellos. La serie tiene un pecado original de base desde Rogue One, y es que no te crees que Diego Luna sea el puto-amo super espía asesino. Incluso planteando que en la serie estamos viendo sus primeros pasos en este oficio. Ese es un problema que no tiene arreglo, pero siendo justos Luna se esfuerza en su interpretación y quiero ponerle dentro de los elementos positivos de la serie.

Pero una vez expuestas las cosas positivas de Andor, lamentablemente la segunda temporada ha empezado de la peor forma posible, amplificando todo lo malo que narrativamente se planteó en la primera temporada. Veo los tres episodios de esta segunda temporada y me queda la idea que Tony Gilroy sigue sin darse cuenta que está escribiendo para televisión, y la narrativa periódica exige unas cosas para enganchar que Gilroy se está pasando por el forro. No sólo eso, podría decirse que Gilroy ni siquiera sabe aún que cosas son obligatorias en toda narrativa planteada para contar una historia semanalmente.

Cuando descubrí que Disney+ había decidido estrenar Andor en grupos de 3 episodios semanales en la que se mostrara un año en la vida de Andor y el resto de personajes, lo cierto es que me alegré. Uno de los problemas de la primera temporada venían de plantear una estructura de guion cinematográfico partido en varias partes, lo que provocaba que tuviéramos por ejemplos unos episodios 1-2, o el 4-5, que eran todo presentación y parecían que no contaban nada, confiando en el climax de la historia de los episodios 3 y 6. La travesía del desierto que fue ver semalmente los episodios 1×04 y 1×05 en los que literalmente no pasaba nada interesante, es algo que parecía que nos íbamos a ahorrar esta segunda temporada. A priori, esto me parecía genial.

Sin embargo, veo estos episodios y me llevo un jarro de agua fría importante. Porque Gilroy sigue con su idea de hacer que todo sea paja sin interés porque se supone está presentando cosas que se desarrollarán más adelante. Pero se olvida de plantear un climax potente de esta historia. Los primeros dos episodios de la T1 fueron un suplicio, pero al menos el 1×03 con la ejecución del robo fue un buen episodio. Eso no pasa en esta segunda temporada. Todo lo que hemos visto ha sido paja lamentable que no llega a ofrecer un final satisfactorio o potente a nada de lo que plantea. Si la narrativa de arcos de 3 episodios era problemática, plantear como acabamos de ver una narrativa a 12 episodios puede ser lamentable.

Andor divide la trama en varias historias mientras seguimos a los diferentes protagonistas. Ninguna de las cuales resulta interesante, con una ejecución horrible. Peor aún, muestra lo peor de una televisión alargando una trama que no da para tanto para rellenar minutos de episodios que se hacen larguísimos. Esto provoca que en estos tres primeros episodios no haya progresión dramática, no hay giros interesantes, y por no haber, no hay ni un cliffhanger que genere cierta curiosidad por saber cómo va a seguir la historia.

Por un lado, Andor roba un prototipo de caza TIE o Interceptor de una base imperial. Este arranque la verdad es que está chulo y es lo más Star Wars que ha sido la serie hasta el momento, con un combate y una persecución de naves espaciales entre unos cañones rocosos super peligrosos. Lo malo es que justo a continuación, Andor es hecho prisionero cuando llega a su punto de reunión, y se pasa dos episodios para escapar de una situación ridícula y sin interés. Y alguien puede decir que esto nos muestra que la Rebelión no era un ente unitario sino que en el principio sólo habían grupos pequeños sin contacto entre si que llegaban a luchar unos contra otros. Pero la ejecución de lo que nos cuentan es ridículo. Con la sensación siempre presente de que estamos viendo verdaderos minutos de la basura que evitan que Andor llegue a las cosas importantes que debería estar haciendo.

Tras el levantamiento en Ferrix que fue la culminación de la primera temporada, los amigos de Andor Bix, Brasso, Wilmon y B2EMO se encuentran escondidos en el planeta agrícola Mina-Rau. En él los rebeldes tienen una vida dura pero satisfactoria trabajando el campo, con Bix sufriendo pesadillas por la tortura que sufrió a manos de los Imperiales. Cuando todo va bien, los Imperiales tienen que venir a joderlo todo, al llegar al planeta un contingente para realizar un censo de habitantes para buscar insurgentes. Qué malos los imperiales por querer hacer un inventario de sus recursos, es algo que seguro nunca había pasado. Toda esta parte es, siendo generoso, super insulsa e intrascendente. Y tenemos de nuevo 3 episodios de nada, más allá del mensaje repetido de «el imperio es muy malo y aplasta a la gente corriente que sólo quiere tener una vida normal sin sobresaltos». Pero, como todo en Andor, ideas que podrían estar bien sobre el papel están muy ejecutadas visualmente.

El episodio termina con Andor llegando con el prototipo imperial justo a tiempo para rescatar a sus amigos y marcharse del planeta para ponerse a salvo en otro lugar. Lo que hemos visto en 3 episodios debería haber sido medio episodio como máximo. No creo que vayamos a volver a ver este planeta agrícola. Aunque una vez tienen construido el set en medio del trigo, igual no es descartable que rueden algo más allí, el nacimiento de la rebelión por ejemplo. Del mismo modo, me gustaría creer que el prototipo robado por Andor va a ser fundamental en las futuras misiones de Andor que veremos en el resto de la temporada. Pero me temo que no va a ser así. Creo que este robo y la nave va a ser elementos de usar y tirar, algo que nos ha ocupado el tiempo aunque no fuera demasiado interesante para comenzar. Con el problema de no tener un climax de nada, Andor llega y se los lleva, no hay intensidad, ni interés por ningún lado.

Pero estas partes no son las realmente malas. Lo realmente penoso viene de las tramas de los imperiales, y sobre todo de una Mon Mothma absolutamente ridícula. Por el lado de los imperiales, el Director Krennic convoca un grupo de trabajo para decidir como cometer un genocidio en un planeta que tiene unos minerales raros que necesitan para la construcción de la Estrella de la Muerte. La escena le sirve a Gilroy para mostrar, aparte de lo malos que son los imperiales, cómo el Imperio se va a servir de fake-news para ocultar el genocidio. Y nos da una escena realmente ridícula de gente hablando para mostrarnos algo que ya sabemos, que el imperio es malo. No el Emperador y Vader, todos los integrantes de su organigrama. Todos hombres blancos, excepto la oficial de inteligencia Dedra Meero, a la que conocimos en la primera temporada. Una oficial que es la única mujer, pero también es blanca.

La escena es verdaderamente ridícula. Ver las reuniones de programación de trabajos imperiales es lo más anti- Star Wars que me puedo echar a la cara. Porque Star Wars no debería ir de aburridas reuniones en las que vemos lo difícil que es, logísticamente hablando, cometer un genocidio. Star Wars va de los Imperiales intentando cometerlo y los rebeldes intentando evitarlo. Esto que acabo de ver es otra trama ridícula que ni el cameo de Ben Mendelsohn hace que sea aceptable.

Esta parte es ridícula, aunque acepto que va a ser fundamental en la trama general de la temporada que parece va a girar alrededor de ver como el Imperio construye la Estrella de la Muerte. Mucho peor es el añadido de ver la vida corriente fuera del trabajo de Dedra Meero y su compañero Syril Karn. No me interesa para nada su vida y menos aún los berrinches del segundo con su madre posesiva y avasalladora. Si pensamos en minutos de la basura, no salvo nada de esta parte, me parece terriblemente ABURRIDA y sin interés. Y son dos calificativos que una serie de entretenimiento mainstream jamás debería ser.

Hasta aquí hemos tenido tramas aburridas sin interés terriblemente mal ejecutadas. Pero la palma la tenemos con la trama que cuenta con mayor metraje en esta tanda de episodios. O al menos, es la que se me ha hecho más larga con mucha diferencia. La boda de la hija de Mon Mothma en su planeta natal Chandrila. Una boda política acordado con un joven perteneciente a la clase dirigente del planeta a la que pertenece Mon Mothma. Ver una ceremonia de boda con una liturgia que se alarga tres días ha creado un nuevo standard de minutos de la basura en televisión. No me interesa el banquete previo, no me interesa la excusión a una ermita para pedir permiso a los dioses (o lo que sea), y desde luego la boda en si y la fiesta posterior con DJ incluido me parece verdaderamente ridículo. Ridículo y aburrido. Esto no es Star Wars, es otra cosa. Desde luego, no es mejor.

La trama de Mon Mothma intenta plantear algo medio interesante en lo relativo a la trama del «nacimiento de la Rebelión», al conocer que el banquero amigo de Mon Mothma, que la ha ayudado a ocultar sus transferencias de dinero a la Rebelión creando un chiringuito financiero, la chantajea tras haber sufrido pérdidas en otros negocios. De forma nada sutil, incluso verbaliza que algunos sabotajes rebeldes le han costado mucho dinero, dejando caer la trama de «pueblo llano rebelándose contra los ricos y poderosos que están con el Imperio». Este chantaje le hace tomar cartas en el asunto a Luthen Rael, que sugiere que se va a cargar al banquero para que no hayan tramas sueltas que puedan perjudicar a la rebelión.

Aunque estoy seguro que no lo pretende, toda la trama de Mon Mothma transmite una idea de «white privilege» sobre ella que no la deja especialmente bien. Mothma es una rica senadora imperial que ha vivido una vida de lujos mientras el pueblo llano sufre. Su problema es que teniendo la vida solucionada desde su nacimiento, tuvo que aceptar un matrimonio pactado como es costumbre en su planeta y en su cultura. Intenta transmitir sus ansias de libertad a su hija, pero ella realiza el acto supremo de rebeldía hacia su madre… cumpliendo con la tradición casándose con otro hijo de papá. Ella se frustra al descubrir que soñaba con una historia de amor verdadero que no ha sucedido. Como digo, tenemos a una rica quejándose de problemas de ricos mientras el Imperio planea un genocidio. Lamentable. Por no hablar de que Luthen plantear asesinar al banquero mientras Mothma parece que no quiere saber a qué se está refiriendo cuando Luthan dice que «se encargará del problema.» Que la serie luego se pare un montón de minutos, no los conté pero se me hicieron eternos de lo ridículo que es la escena, con una rave con DJ incluido y Mothma emborrachándose dejándose ir en la fiesta, es la guinda a un pastel penoso. El momento rave ya va a quedar como uno de los momentos más bochornosos de la historia de Star Wars, y mira que hay unos cuantos.

Un amigo me comentaba que esta escena le gustó mucho porque es el momento clave para Mothma en la que ella acepta que tiene que dejar ir esta vida para centrarse en la rebelión. Podría ser. Pero primero, lo mostrado no puede ser más aburrido. Y segundo, en realidad eso NO es lo que pasa en la cronología de Star Wars, en Rogue One ella sigue siendo senadora imperial con los privilegios que ello supone. De hecho, podría decirse que mantuvo ese cargo hasta que el Emperador disolvió el Senado Galáctico fuera de plano en Star Wars. Una Nueva Esperanza. Así que creo que hay que negar este aspecto también. Porque Mon Mothma no abandona la vida de riqueza y privilegio, aunque sea posible que abandone su matrimonio político que ya no le interesa. Incluso aceptando que es la forma de no asumir que ha ordenado sin darse cuenta el asesinato de un amigo de la infancia, el banquero, y como no puede gritar de desesperación baila para olvidar lo que acaba de ordenar, la ejecución de esta idea en imágenes no puede ser peor.

Todo lo mostrado en estos tres episodios de Andor me muestra lo peor de un creador que no ha entendido que está escribiendo televisión. No una película de mayor metraje o un libro. En televisión tienes que plantear elementos interesantes que provoquen que el espectador quiera volver la semana que viene. Aparte que los episodios deben tener un ritmo que haga la historia entretenida o apasionante. Eso nunca sucede en ninguna de las tramas planteadas. Las reuniones logísticas del imperio son ridículas, no puede interesarme menos la vida privada de los imperiales o la vida plácida en los planetas agrícolas. Y la liturgia ceremonial en Chandrila es no entender lo que es Star Wars. Porque Star Wars es ante todo ENTRETENIMIENTO. The Mandalorian es la mejor serie y la mejor historia de Star Wars desde la trilogía original no olvidando que lo primero que tiene que hacer es entretener. Tony Gilroy no cree esto. Él está planteando una historia «adulta», y por eso parece que el entretenimiento no tiene cabida, o desde luego desde una faceta secundaria en su historia.

Incluso planteando y anunciando que los grupos de 3 episodios van a plantear un año en la vida de la rebelión, la serie se olvida de algo tan básico como plantear un climax a este grupo de episodios. Algo que al menos si tuvo la primera temporada. El climax de Andor es la rave con Mon Mothma cogiendo el pedo de su vida bailando como una posesa, y Andor haciendo de taxista para sus amigos. Si esto es un climax, que venga Odin y lo vea, porque yo no entiendo nada. Por no resolver, la serie no resuelve ni el asesinato del banquero, en el colmo de las tramas de la basura que no plantean o resuelven nada de manera medianamente satisfactoria. Como narrativa televisiva que es, el suspenso de Andor es acojonante.

Me doy cuenta que ante esta crítica arrolladora sólo queda una opción. NO ver el resto de la serie. Está claro que Andor no es para mi. Incluso viendo las cosas positivas que tenía la primera temporada, creo que no me compensa tragarme otras 8 horas de la nada más absoluta para llegar a ver algo que igual está bien en el final de la serie. Tengo curiosidad por la forma en que la serie iba a conectar con Rogue One y con el origen de la rebelión. Pero la narrativa de Tony Gilroy ha convertido a esta serie en imposible de ver.

En serio, no puedo entender cómo Tony Gilroy ha engañado a tanta gente, y bajo la excusa de la «narrativa adulta» ha planteado este engendro. Yo soy adulto, y quiero que una serie me entretenga. Andor nunca lo hace. Creo que la decisión está clara. Que disfrute esta serie quien sea su público objetivo. Claramente yo no lo soy. Pero que no me vengan que esto es «Star Wars hecho bien para adultos». Porque es una mercancía averiada que no compro.

Comparto el trailer de la serie:

El creador de Andor Tony Gilroy aún no ha entendido lo que es la narrativa periódica de televisión, y ha empezado repitiendo los peores tics de la primera temporada. Esto no es para mi.

PUNTUACIÓN: 2/10

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Andor y el problema de la narrativa periódica

La primera temporada de Andor, la última serie de imagen real del Universo Star Wars creada por Tony Gilroy, ya está disponible en Disney+. Y aunque fui publicando reseñas de los diferentes arcos argumentales, siento que se me quedaron elementos claves por analizar ahora que ya podemos valorar la serie en su conjunto, que es lo que me mueve a escribir esta entrada.

En primer lugar, valorar que Andor globalmente me ha gustado y pienso ver la segunda temporada, cosa que no puedo decir de otras series frikis que se han estrenado este año como Obi-Wan Kenobi o Ms. Marvel. Esto en si mismo ya marca que la serie puede ser considerada un éxito de Disney+ y Lucasfilm. Hay que reconocer además que la serie va de menos a más, siendo los mejores episodios de esta temporada el 6º con el robo en Aldhani, el 10º con la fuga de la prisión en Narquina 5 y el 12º con el climax en Ferrix. A todo esto, podéis leer en los links mis opiniones sobre los cuatro arcos que se desarrollaron en los episodios 1-3, 4-6, 7-10 y 11-12.

Sin embargo, dentro que como digo la serie tiene numerosos elementos interesantes y estupendas interpretaciones, me veo en la necesidad de criticar algunas de las decisiones creativas que se han tomado en lo relativo a la estructura narrativa de Andor. Y es que no es normal que Lucasfilm haya estrenado una serie con periodicidad semanal que es imposible de ver semana a semana porque hay numerosos episodios que literalmente no cuentan nada. El planteamiento de hacer arcos dentro de la serie provocó que los episodios 1 y 2 fueran flojísimos mientras preparaban el climax del tercer episodio con el encuentro de Andor y Luthen Rael en Ferrix. Estaba tan claro que los episodios individuales no se aguantaban por si mismos que Disney tomó la inédita decisión de estrenar estos 3 episodios de golpe ante el temor cierto que si sólo estrenaban uno o dos episodios, la audiencia desertaría en masa. Y aunque esta decisión del estreno fue acertada, el estreno semanal de los episodios 4, 5 y 6 confirmaron que Andor ha sido una serie que NO puede verse con cadencia semanal, al tener de nuevo 2 episodios como son el 4 y 5 que son un suplicio para el espectador mientras esperamos el climax del robo en el planeta Aldhani.

Siguiendo con la estructura, tras mostrar a la audiencia que Andor es una serie planteada en arcos de 3 episodios, tras los dos primeros los productores y creativos rompieron su propia norma al hacer un séptimo episodio de transición que nos lleva a un tercer arco desarrollado en 4 episodios en el planeta prisión Narkina 5. Si buscaban marear a los espectadores, la verdad es que creo que lo consiguieron. En mi caso, tras ver el 7º episodio, me salté el visionado del 8º cuando se estrenó para verlo junto al 9º, para encontrarme que el arco no finalizaba esa semana y tenía que esperar una semana más para verlo. Finalmente, tras un satisfactorio episodio 10, opté con buen criterio por no ver el episodio 11 y esperarme a verlo junto al 12, lo que hizo que la sensación de relleno y presentación de elementos que explotarían en el climax final del 11º no fue tan mala como lo hubiera sido si lo hubiera visto por separado.

Con Andor me quedo con la sensación que escritores de cine han intentado escribir para televisión como si fuera lo mismo, y no es el caso en absoluto. Los arcos narrativos protagonizados por Andor tienen la estructura clásica de película mainstream con presentación-nudo-desenlace pero planteando estos elementos en cada episodio del arco. Y aunque se añadan otras líneas argumentales de varios personajes secundarios que sí se han extendido a lo largo de toda la temporada, globalmente los episodios 1, 2, 4, 5, 7 y 8 (justo la mitad de la serie) no han ofrecido elementos a los espectadores que hagan que tengan necesidad o ganas de seguir viendo la serie semanalmente.

Entiendo que Disney+ tiene que llenar su parrilla todas las semanas y para ellos ocupar 10 semanas es mejor que sólo 4, en caso que hubieran optado por ejemplo por estrenar semanalmente los arcos completos como hicieron en el estreno. Toda serie de televisión estrenada semanalmente tiene como primera obligación mostrar elementos que te hagan querer volver la semana siguiente, y ese no fue el caso en absoluto con Andor. Incluso reconociendo que la serie en su conjunto me ha gustado al haber acertado el final y debido a la complejidad de algunos personajes, no tengo claro que una serie que me hizo dejar de ver los episodios semanalmente pueda ser consideraba «buena televisión». Al menos en lo referido a su narrativa serializada, que me parece deficiente. Si Disney hubiera estrenado Andor con el modelo Netflix, tengo claro que la valoración de la serie sería diferente. Pero esto no ha pasado. De hecho, comparaba antes a Andor con Obi-Wan Kenobi que no me gustó nada. Pero al menos en lo referido al aprovechamiento del formato televisivo y del uso del episodio como unidad de medida argumental y creativo, resulta mucho más satisfactoria (incluso con sus carencias) que esta serie.

Es por esto que tras el final de la serie no dejo de leer cuentas oficiales de Disney / Star Wars (y a numerosos medios de comunicación y críticos del ambito friki) invitando a ver la serie en su totalidad incidiendo en que el esfuerzo de llegar hasta el final merecerá la pena. Porque aunque Disney no publica las cifras de audiencia, no tengo duda que Andor ha sufrido una caída abismal de audiencia en las semana malas tras la emisión de los episodios 4 y 5, o luego tras el 7-8. Y veo super normal que mucha gente se bajara del carro. Porque no es normal un episodio como el 5 en el que la gente básicamente habla entre si todo el rato sin un avance en la acción principal del robo.

Cambiando de tema, he escuchado también algún podcast comentando que manda narices que la mejor y más adulta serie de Star Wars hasta la fecha vaya a ser la menos vista de toda la franquicia. En este sentido, reconozco que el concepto «a pie de calle», la complejidad de algunos personajes y el ritmo pausado que Tony Gilroy plantea para la serie hace que pueda ser considerado «el producto de Star Wars más adulto hasta la fecha». Sin embargo, tengo que negar la mayor, porque no entiendo como el calificativo de «adulto» parece una barra libre para crear una serie aburrida o una que no cuenta nada interesante. Yo me considero adulto, y me parece que la primera temporada de The Mandalorian es de largo un mejor entretenimiento «adulto» que Andor. Volviendo a la idea clave que una serie que no te deja con ganas de ver el siguiente episodio no puede ser mejor que otra que si lo hace. Una cosa es plantear temas complejos que se desarrollen a lo largo de una temporada, cosa correctísima si se hace bien, y otra tener a personajes hablando todo un episodio sin que la trama avance de manera sustancial. Los adultos también queremos ser entretenidos con una serie de televisión (y ya si es de Star Wars ni te cuento), no se por qué motivo a una parte de la progresía cultural le parece que no es así.

Como ya fui comentando en mis reseñas de los diferentes arcos, me ha encantado la complejidad de Luthen Rael (de largo lo mejor de la serie) y la maravillosa interpretación de Stellan Skarsgård, mostrando que no todos los rebeldes eran seres de luz y algunos no tenían problema en ensuciarse las manos y hacer lo que hay que hacer para luchar contra el Imperio. También me parece sobresaliente Kino Loy, el personaje protagonizado por Andy Serkis que ve como su ordenada existencia se ve barrida por los aires ante la evidencia que sólo luchando podrá salir con vida de la prisión. Maarva, la madre de Andor, destaca en la serie gracias a la interpretación de Fiona Shaw, que eleva al personaje. Junto a ellos, ver a Forest Whitaker como Saw Gerrera siempre está bien.

Y sobre todo, me gustan las dos ideas claves de Andor. En primer lugar, que la chispa de la Rebelión más que un intento organizado de lucha fueron en su concepción muchas luchas individuales a lo largo y ancho de la galaxia, a menudo condenadas al fracaso. En ese sentido, la fuga de la prisión en Narkina 5 del episodio 10 y el levantamiento del pueblo de Ferrix durante el entierro de Maarva (mientras Andor está a otras cosas) en el último episodio me parecen los mejores momentos de toda la serie, unas escenas tremendas de tensión y emoción. Entiendo que en este sentido en la segunda temporada ya nos mostrará misiones de una Rebelión más formada y con una mayor (y mejor) estructura que plantee una amenaza al Imperio. De momento, por lo visto en esta temporada, narrativamente han dejado a la serie en un momento muy interesante.

La segunda idea clave de Andor gira en torno al Imperio, y me parece genial la forma en que nos lo presentan como una fuerza avasalladora que aplasta a la gente normal. La forma en que una burocracia excesiva se va convirtiendo en fascismo me parece muy interesante, y en esto la filosofía «a pie de calle» me parece que funciona de maravilla. Por otro lado, para mi Star Wars siempre ha mostrado que TODO el imperio es malvado, no era un tema limitado al Emperador, Darth Vader y los Moffs imperiales, todos los miembros del imperio lo son. La broma de Kevin Smith en Clerks sobre los curritos de la Estrella de la Muerte hizo un daño tremendo en esta percepción, porque para mi no hay duda. Es por esto que dentro que me ha gustado la fría precisión del ISB para detener a los rebeldes, tampoco es que mostrarles como «malvados» me parezca la genialidad que tanta gente ve.

Como ya comentaba, si pongo la balanza las cosas buenas y las que no me han gustado, al final me sale a cuenta haber visto la serie, aunque no fuera con la periodicidad semanal. Sin embargo, como digo el problema no es que el público no acepta series «adultas» de Star Wars, sino que no acepta conceptos aburridos mal contados semanalmente.

Una de las cosas que me parecen más problemáticas de Andor es la falta de carisma de Diego Luna, algo que no es problema de la serie en si, ni tampoco del propio Luna, al venir arrastrado desde el casting de Rogue One. Debido a esto, aunque las cosas que le pasan a Andor a nivel general deberían ser interesantes, la interpretación de Luna hace que queden como momentos grises que no son lo más destacados de la serie en su conjunto. Unido a esto, el concepto coral de la serie y el planteamiento de ver el nacimiento de la Rebelión desde varios puntos de vista hace que los mejores momentos de la serie sean de otros personajes mejor interpretados que Andor, lo que a la larga es un problema.

Hablando de «El nacimiento de la Rebelión», hago constar que el concepto a priori no podía ser más interesante y desde luego consiguió captar toda mi atención. Sin embargo, la ejecución en lo referido a alguna de las tramas secundarias de la serie no puede ser más montonera y mediocre. Empezando por la lamentable Mon Mothma (friamente interpretada por Genevieve O’Reilly), que convierte una teórica función de espionaje en el Senado Imperial en una serie de ridículas discursiones con su hija y en un drama alrededor de una auditoría contable. Esta parte es muy muy floja, verdaderos minutos de la basura de la serie, al igual que el intrascendente arco de Vel Sartha (Faye Marsay) la comando rebelde y líder del golpe en Aldhani que resulta ser prima de Mon Mothma. Si quitáramos todo el metraje de Vel después del robo (episodios 7-12), realmente no nos hubiéramos perdido nada, porque lo que hace no tiene trascendencia ni interés. Otro bluff. No, que su supuesta novia la abandone porque está centrada en la lucha no entra en «interesante».

Por el lado Imperial, comentaba como me gusta la forma como muestran a la fría burocracia Imperial aplastando a la gente normal. Esto está correctamente personalizado en Dedra Meero, la inteligente oficial del ISB imperial cuya tenacidad consigue descubrir la existencia de los rebeldes. Meero está correctamente interpretada por Denise Gough, pero su papel se plantea desde una frialdad extrema casi deshumanizadora, por lo que diría que está bien sin más.

El otro arco que me produce vergüenza ajena es el del subinspector de la Autoridad de Preox-Morlana Syril Karn (interpretado por Kyle Soller). Su papel como antagonista que busca detener a Andor en el primer arco es correcto, pero su fall-from-grace en los episodios 4 a 12 es realmente penoso. Su viaje a Coruscant y sus discursiones con una madre que le ridiculiza constantemente probablemente sea un arco aún peor que el de Mon Mothma. Entiendo que el creador de Andor Tony Gilroy plantea una historia coral con diferentes puntos de vista, pero como comentaba antes, lo que muestres debe ser interesante, cosa que Kyle Soller o Mon Mothma no son, o si no la sensación con la que te quedas es que han creado estos arcos para rellenar minutos, el gran problema del streaming actual.

Tener una serie sin presencia de alienígenas tampoco ayuda a que Andor tenga el feeling correcto de Star Wars. Y no es un tema de «tono adulto», sino que diría que se trata de una decisión de diseño de producción motivada por motivos presupuestarios, lo que me parece impropio de una franquicia multimillonaria como es Star Wars. Otro aspecto que provoca el feeling «a pie de calle» es la ausencia de otro aspecto consustancial a Star Wars, los viajes y combates espaciales. Creo que es algo tan evidente que en el undécimo episodio de transición antes del climax final se añaden dos escenas que maquillen esto, al ver a dos habitantes de Narkina 5 cuando Andor y Melchi escapan de la prisión, y luego con la huida de Luthen de la nave imperial que intenta atraparle. Que sean justo en el episodio 11 (de 12) diría que es porque alguien notó que estas ausencias eran atronadoras y plantearon una solución de urgencia para disimularlo.

La ambigüedad de Luthen Rael me parece de largo lo mejor de Andor a pesar de sus pocos minutos en pantalla. Que este personaje entre de alguna forma en conflicto con el espíritu de Star Wars de la lucha del bien contra el mal no me supone ningún problema mientras resulte interesante. Pero aceptando la premisa de Andor, no comulgo nada con esta idea cínica que un argumento de «el bien contra el mal» no pueda ser utilizado en una historia dirigida a un público adulto. No la compro porque me parece una falacia grosera, la verdad.

De cara a la segunda temporada ya confirmada de Andor, Tony Gilroy ha comentado en entrevistas que vuelve a plantear los 12 episodios como cuatro arcos de 3 episodios. Cada arco contará un año en la vida de Andor, se entiende que realizando diferentes misiones para Luthen, que acabarán desembocando en el comienzo de Rogue One. Visto lo visto, creo que la mejor opción será ver los arcos por separado como si fueran películas de una serie (¿he oído Bourne?), evitando el visionado semanal. Sinceramente me gustaría que Gilroy me callara la boca en la segunda temporada a base de buenos episodios. Y ojalá consiguiera engancharme y hacerme volver a ver Andor semanalmente, sería el mejor indicativo que la temporada me estará gustando mucho más que esta primera. A ver si es verdad.

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¡Saludos a todos!

Crítica de Andor episodios 11 y 12 (Disney+)

Termina la primera temporada de Andor en Disney+ con dos últimos episodios que confirman que la última serie de Star Wars en imagen real ha ido de menos a más y me ha dejado con buen sabor de boca.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

De nuevo a la fuga tras su huida de la prisión en Narkina 5, Andor tiene que actuar antes de que sea tarde.

Estos dos últimos episodios han sido dirigidos por Benjamin Caron, director del séptimo episodio, y cuentan con guiones del creador de la serie Tony Gilroy.

En el reparto, Diego Luna es Cassian Andor, un ladrón cuyo planeta Kenari fue destruido por uno de los proyectos mineros del Imperio Galáctico que salió mal. Adria Arjona es Bix Caleen, la mecánica y traficante del mercado negro amiga de Andor. Kyle Soller hace de Syril Karn, subinspector de la Autoridad de Preox-Morlana (Pre-Mor). Stellan Skarsgård es Luthen Rael, el contacto de Bix que forma parte de la Alianza Rebelde. Genevieve O’Reilly interpreta a Mon Mothma, un miembro del Senado Imperial que intenta navegar por la política del Imperio mientras ayuda en secreto a fundar la Alianza Rebelde. Por último, Denise Gough interpreta a Dedra Meero, una supervisora de la Oficina de Seguridad Imperial.

Ahora que podemos valorar la primera temporada en Andor en su totalidad, la verdad es que a pesar de alguna cosa menos buena sobre lo que ya he hablado en las reseñas de los 3 arcos anteriores, el resultado global creo que es muy positivo. El climax de esta primera temporada se desplaza a Ferrix, con motivo del funeral de Maarva, la madre de Andor, confluyendo en su capital los principales personajes buscando encontrar a Andor, unos para detenerle e interrogarle, otros como Luthen para matarle.

Antes de eso, en el episodio 11 destaca un segundo cameo de Forest Whitaker retomando su papel de Saw Gerrera, el revolucionario aún más violento contra el imperio que los rebeldes. La escena que comparte con Stellan Skarsgård es genial porque ambos son grandes actores que se lucen en cada aparición. Y pone de relevancia los grises que Tony Gilroy ha querido que conozcamos de la Rebelión, rompiendo el concepto clave de Star Wars de la lucha del bien contra el mal. Al dejar morir al comando que se dirigen a una trampa, Luthen Rael mantiene el anonimato de su topo dentro de la inteligencia imperial y hace que el odio hacia el imperio crezca en numerosos sectores imperiales, lo que a la larga espera que sirve de chispa para la creación de grupos que se opongan al Imperio. Algo que es justo lo que Saw Guerrera quiere también.

Uno de los aspectos más destacados de Andor parte de la construcción de grandes sets como es el de la capital de Ferrix. La acción allí luce estupenda porque se siente real al haber sido rodada en una localización física concreta. Junto a esto, el funeral de Maarva se convierte en una olla a presión a punto de estallar, con una tensión bestial que me he encantado, al ver cómo el enfrentamiento de los manifestantes contra los imperiales es inevitable, y cuando eso pase habrán muchas muertes.

Una de las cosas que me han gustado de Andor es que pone de relevancia que la Rebelión en el mundo de Star Wars no fue un movimiento organizado desde arriba, sino que surgió a partir de muchas luchas concretas realizadas por personas y grupos aislados entre si con el único punto en común de rechazar la violencia que el Imperio estaba realizando en su planeta natal. Y precisamente que la gente despierte y se levante es lo que busca crear Luthen con sus acciones. Un Luthen que por cierto hay que decir que no llega a hacer nada realmente destacable en Ferrix, más allá de su ambigua sonrisa que sirve de cierre de esta temporada.

El punto de vista a pie de calle que plantea el creador de Andor Tony Gilroy la verdad es que funciona muy muy bien en el último episodio de esta primera temporada. Hay que reconocer también la labor del director de estos episodios Benjamin Caron, y en general de todos los que han trabajado en la producción de esta serie. Que una producción de Lucasfilm / Disney luzca excelente no debería ser noticia, pero en este caso el feeling real de los decorados y la producción en general le sienta de maravilla a la serie.

Una de las cosas que me parecen más problemáticas de Andor es la falta de carisma de Diego Luna, algo que no es problema de la serie en si al venir arrastrado desde Rogue One. Y dentro que esto se mantiene en este episodio, los momentos de dolor de Andor al descubrir que su madre adoptiva ha muerto en Ferrix me parecieron que estaban bien y que en eso Luna sí cumple con lo que se espera del protagonista de la serie. Sin embargo, si una conclusión queda tras esta primera temporada es que Andor en realidad es una serie coral en la que lo importante es mostrar «el nacimiento de la Rebelión», quedando él en segundo plano. De esta manera, si en el episodio 10 brillaron Andy Serkis y Stellan Skarsgård, en el climax de esta temporada vuelven a brillar otros personajes por encina del personaje titular teórico protagonista. Esto no es ni bueno ni malo (bueno, un poco malo si es), sino la constatación de cómo son las cosas.

Dentro de los potentes episodios finales, se confirma que las tramas de Coruscant han sido bastante bluffs, en especial todo lo referido a una Mon Mothma que ha sido lo más insípido e intrascendente de toda la serie. Si la idea de conocer el origen de la Rebelión resultaba interesante a priori, desde luego ver los problemas bancarios de Mothma han sido casi ridículos, verdaderos minutos de la basura de la serie. La serie termina arreglando ligeramente el arco del ex-agente de la Autoridad de Preox-Morlana Syril Karn al salvar a Dedra Meero, pero eso no evita que su arco en esta temporada mientras discutía con su madre en Coruscant haya sido también un fail total.

Tampoco el arco de Vel Sartha, la prima de Mon Mothma y líder rebelde que dirigió el robo en Aldhani, resulta nada interesante una vez vistos los últimos 6 episodios de la serie, lo que supone otra narrativa bastante fallida. Junto a esto, y entendiendo que si han construido un set de rodaje con la tienda de antigüedades propiedad de Luthen Rael tienen que plantear situaciones allí que justifiquen la inversión, hay que comentar que lo contado allí ha sido repetitivo y redundante.

Hay un elemento de fondo en Andor, y que ha provocado que muchos espectadores se hayan preguntado si esta serie de Disney+ es o no es una «buena serie de Star Wars». Reconociéndose casi unánimemente que se trata de una buena historia de ciencia ficción con toques de thriller, hay algo que no te acaba de cuadrar con Star Wars cuando tienes una historia en la que el 99.99% de los personajes son humanos sin apenas presencia alienígena, y en la que además las escenas espaciales están atronadoramente ausentes. Creo que es algo tan evidente que los creativos, quien sabe si por sugerencia de alguien de Lucasfilm, optaron por presentar en el undécimo episodio dos escenas que maquillen esto, al ver a dos habitantes de Narkina 5 cuando Andor y Melchi escapan de la prisión, y luego con la huida de Luthen de la nave imperial que intenta atraparle. El caso es que esta escena espacial está genial y tiene una tensión estupenda mientras Luthen espera que la nave cargue las contramedidas que le permitan escapar de los imperiales. Pero al final esta escena, que por otro lado sirvió para añadir fotogramas super potentes al trailer, sólo ha conseguido que se notara aún más lo que le ha faltado a la serie en su conjunto.

Porque a continuación en el climax final del último episodio la serie vuelve a su esencia «a pie de calle», planteando una acción en Ferrix completamente realizada por humanos, con una acción casi más esperable de Antidisturbios que de Star Wars, al ordenarse a los soldados imperiales detener una manifestación generada a partir del funeral por la muerte de Maarva. Y es cierto que la tensión que se genera en el episodio es genial y me ha gustado mucho, pero también es verdad que el feeling no acaba de cuadrarme. Dicho esto, viendo esto mismo con mentalidad de «vaso medio lleno», puede argumentarse que nos quejamos que Star Wars se convirtiera en un refrito que repetía esquemas ya vistos en la tercera trilogía. Que Lucasfilm se haya atrevido ha hacer algo diferente y original debería ser celebrado por los aficionados. Incluso reconociendo los elementos menos buenos, sinceramente creo que la sensación a nivel es super satisfactoria.

Hay otro tema de fondo, y es que Star Wars por definición es un universo creado para ser disfrutado por todo tipo de espectadores. Es conocido que George Lucas pensaba que el target de espectadores de la primera película eran los niños y jóvenes adolescentes. Algo, todo sea dicho, en lo que claramente Lucas se equivocaba, dado que la lucha del bien contra el mal tiene un atractivo universal. Puede decirse sin temor a equivocarse que al plantearse Andor como un entretenimiento «para adultos», han creado una serie que no va a conectar con los más jóvenes, y que es extraño que Lucasfilm de alguna manera aliene a una parte fundamental de su audiencia creando una serie que NO es para ellos.

En el caso concreto de mi familia, a mi hijo Andor le ha gustado pero sin más y a mi mujer no puede interesarle menos esta serie. Esto no es categoría de nada, pero si diría que ilustra que hay una parte de los espectadores mainstream que no son consumidores de ciencia ficción (y hay un montón, muchísima más gente de lo que pensamos) que jamás se van a plantear ver Andor por mucho que les digas que plantea «situaciones adultas», porque para ellos ¡SE TRATA DE STAR WARS! Y Star Wars es ciencia ficción y frikismo para niños (dicho por ellos, obviamente no opino igual), pero por mucho que la mona se vista de seda…

Estos intentos de Disney de atraer a un público diferente del consumidor habitual de Star Wars dentro de ser lógico desde un punto de vista de empresa no tengo claro que vaya a funcionar, empezando por el hecho que los suscriptores de Disney+ precisamente somos los fans de Star Wars, Marvel o el cine de animación. Puedo equivocarme, pero tengo bastante claro que ningún suscriptor de Filmax y consumidor de cine adulto se ha suscrito a Disney+ al escuchar que Andor es una serie con un target de espectador mayor de edad.

Y ya digo que Andor me ha gustado y veré seguro la segunda temporada, pero yo ya era público converso antes de empezar a ver esta serie, por lo que no tengo claro si Disney va a tener un éxito de audiencia con esta serie.

Comparto el teaser trailer de este episodio final de Andor:

Me ha gustado la primera temporada de Andor, y este final nos ha dejado con ganas de más. Así si.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Andor episodios 4-6 (Disney+)

Andor, la serie creada por Tony Gilroy protagonizada por el personaje que conocimos en Rogue One, culmina su segundo arco confirmando las cosas buenas y las no tan buenas que pudimos ver en su estreno hace unas semanas.

PUNTUACIÓN: 6/10

Rael lleva a Cassian al planeta Aldhani, pidiéndole que se una a una peligrosa misión de robo y sabotaje en una guarnición imperial, en la que será una de las primeras misiones de la incipiente rebelión.

Tras estrenar Disney+ Andor con tres episodios a la vez, conocimos que la nueva serie de Disney+ planteaba una estructura novedosa, al dividir los doce episodios de la primera temporada en arcos / misiones de 3 capítulos en los que Andor y sus compañeros realizarían una misión. Eso es lo que tuvimos en el estreno y ahora toca valorar el segundo arco con lo que ha sido la primera misión de Andor con la Rebelión. Este arco de tres episodios ha contado con dirección de Susanna White y guion de Dan Gilroy, hermano del creador y showrunner Tony Gilroy.

En el reparto tenemos a Diego Luna como Cassian Andor, un ladrón cuyo mundo natal fue destruido por el Imperio Galáctico, Stellan Skarsgård como Luthen Rael, miembro de la Alianza Rebelde que contrata a Cassian en su primera misión como agente y se hace pasar públicamente por un anticuario de Coruscant. Kyle Soller como Syril Karn, inspector adjunto de la Autoridad Preox-Morlana que tiene una cuenta pendiente con Andor, Denise Gough como Dedra Meero, una supervisora ​​de la Oficina de Seguridad Imperial, Genevieve O’Reilly como Mon Mothma, una senadora imperial que ayuda en secreto a fundar la Alianza Rebelde y, Faye Marsay como Vel Sartha, líder rebelde en el planeta Aldhani.

Me resulta complicado ordenar mis ideas para escribir esta reseña, porque como decía la canción me encuentro con el «corazón partío». Empezando por lo positivo, la idea de presentar una serie larga de 12 episodios con arcos bastante cerrados de 3 episodios cada uno de ellos con una misión diferente resulta super original. El robo en Aldhani de este arco entiendo que sirve de germen para la Rebelión al proporcionarle los fondos que financiarán a partir de ahora a los diferentes comandos que se vayan creando. En positivo diré también que está bien que la serie se pare un poco para presentar a los diferentes miembros del comando para que luego nos importe su destino final.

El sexto episodio en el que tenemos por fin el climax de este arco de episodios con el golpe al batallón imperial en Aldhani me ha parecido que estaba bastante bien, seguro el mejor de este segundo arco de la serie, planteando una interesante tensión al tener claro que un plan perfecto en el papel va a tener que enfrentarse con problemas inesperados que pondrán en riego la misión y las vidas de los protagonistas. La idea de aprovechar un evento astrológico para ocultar la huida tras el golpe me gusta mucho, la verdad. La serie tiene además un feel pegado a la tierra, con el comando teniendo que ir andando de un sitio a otro y mezclándose con la población indígena del planeta que no se si me pega con Star Wars (luego entro con esto) pero que creo que funciona dentro de la lógica de la serie como narración autónoma del resto de contenidos de la franquicia.

Globalmente, creo que si los espectadores tenemos paciencia, Andor puede acabar siendo una buena historia que nos quite el mal sabor de boca de Obi-Wan Kenobi. Al menos aquí si queda claro que hay un escritor que tiene claro la historia que quiere contar y el tono que necesita para llevarlo a cabo de la mejor manera posible, lo cual no puede ser más positivo.

Sin embargo, entrando en el vaso medio vacío, como espectador tengo un problema tremendo con el visionado de Andor. Y es que parece que los hermanos Tony y Dan Gilroy parece que no saben que están escribiendo guiones para televisión y plantean su historia como una película alargada que luego cortan en tres episodios, lo que provoca que los episodios 4 y 5 literalmente no cuenten nada interesante en casi 100 minutos de televisión. Y no, escribir para televisión, para una narrativa serializada periódica, no es igual que escribir para cine. En cine puedes plantear un ritmo lento inicial que culmine en un climax final potente porque estás ofreciendo una experiencia completa de 2 horas y pico al espectador. Pero en televisión tienes episodios separados por una semana, no puedes no ofrecer nada durante dos semanas pensando que el espectador aguantará para ver el final del arco, porque si lo que ofreces no gusta, probablemente no vuelva (volvamos) la semana siguiente. En la narrativa televisiva debes llegar a hitos semana a semana que resulten interesantes incluso si el capítulo forma parte de una narrativa mayor, ofreciendo al espectador elementos que hagan que el visionado valga la tena y resulte satisfactorio. Y no hay nada de eso en Andor, lo cual para mi es un problema. Y resulta tan claro que los episodios individuales no resultan satisfactorios que Disney+ hizo lo nunca visto y estrenó los tres episodios de golpe para mostrar a los espectadores un arco completo. Que sin embargo ahora opte por estrenos de episodios individuales semanalmente rompiendo arcos me parece un error importante.

En el episodio 4 conocemos la misión que Luthen Rael encarga a Andor en el planeta Aldhani y en el episodio 5 conocemos un poco a los compañeros de misión para que nos importe su destino más adelante, dejando todo el golpe para el sexto. Narrativamente, plantear esta historia tiene lógica. Lo malo es que el cuarto episodio resulta interesante al poner en marcha la acción, pero el 5º es un bajón total en el que el ritmo pega un bajón brutal y literalmente no pasa nada interesante, hasta el punto que casi si nos lo ahorráramos no nos perderíamos nada fundamental para la resolución de la trama. La forma en que los hermanos Gilroy NO entienden los fundamentos de la narrativa televisiva me resulta lamentable. Comentaba que el golpe de esta semana está bien, pero lo que estos tres episodios me muestran es que es imposible seguir Andor con el ritmo semanal, es mejor esperarse tres semanas y ver el siguiente arco como si fuera una película autónoma.

Este es un primer problema , pero hay otro tema del concepto general de la serie con la que no estoy conectando nada. El creador Tony Gilroy comentaba que busca mostrar en Andor los entresijos de la creación de la Rebelión o del funcionamiento del Imperio en este momento temporal post-Episodio III, lo cual sobre el papel es una idea interesante que ofrecía un marco narrativo con el que me podía enganchar. Sin embargo, la EJECUCIÓN de todo hasta el momento no puede ser más decepcionante. Me interesa a priori ver a Mon Montha crear la Rebelión, pero verla discutir con su hija o su marido por ser demasiado controladora y querer ir o no ir a una excursión no puede interesarme menos. Para mi todo lo visto hasta ahora de ella entra en el concepto de minutos de la basura, relleno para ocupar minutos de televisión. Y lo mismo para toda la trama de Syril Karn, inspector adjunto de la Autoridad Preox-Morlana caído en desgracia que ha vuelto a Coruscant para ser ridiculizado por su madre. Tres cuartos de lo mismo para el arco de Dedra Meero, una supervisora ​​de la Oficina de Seguridad Imperial enfrentada a la burocracia que la impide llevar a cabo su trabajo de forma eficiente. NO PUEDE INTERESARME MENOS nada de lo que nos están contando estar subtramas. Incluso anticipando que es casi seguro que Syril Karn estará en Coruscant cuando Andor vaya a una misión y le identifique poniendo el riesgo una misión, el camino de momento de este personaje no merece la pena. Incluso diría que los propios hermanos Gilroy saben que estas tramas no interesan ya que justo el episodio 6 en que tenemos el golpe resulta de largo el mejor de arco, y en él estas tramas secundarias están reducidas a la mínima expresión.

Andor tiene además otro problema con su protagonista Diego Luna, y es no me creo que Luna pueda ser el tipo duro y sin escrúpulos que se supone que es. Esto no es un problema de Andor, viene arrastrado desde Rogue One. Y aunque el episodio culmina con un momentazo que recuerda al enfrentamiento Han Solo vs Greedo en la Star Wars original, esta sensación de no terminar de creerte al protagonista está super presente en todo el visionado. Y no creo que Diego Luna lo haga mal, es sólo que no tiene cuerpo o presencia en pantalla para el personaje que interpreta.

Hay otros aspectos no demasiado importantes que entran en un nivel secundario pero que merece la pena mencionar. Uno es la ausencia de razas alienígenas en Andor, lo cual hace que no parezca Star Wars. Esto es algo secundario a todo lo comentado antes, pero es otro elemento que hace que una historia que globalmente no está mal te deje con sensación que no cuadra con lo que uno esperaría ver en una serie de Star Wars. En este sentido, aunque intento valorar esta serie por si misma sin tener en cuenta otras consideraciones, la verdad es que la continuidad de Andor dentro del timeline de Star Wars no acaba de estar claro y también me genera dudas. Porque mientras aquí tenemos un inicio de la rebelión que comete pequeños robos en sistemas aislados para no llamar la atención, tenemos una serie como Star Rebels en la que tenemos aliens y Jedis armando escándalo sin mayor problema y que si no me equivoco se desarrolla en el mismo momento temporal. De hecho Ezra crece un montón entre temporadas y pasa de ser un chaval adolescente a un joven fuerte y capaz.

Dentro de mi gusto por la ciencia ficción no puedo decir que Andor sea una mala historia viendo cada arco en su conjunto, pero probablemente si que es mala televisión porque no entiende los ritmos y las necesidades de la narrativa serializada periódica, aparte de los problemas que le encuentro a las tramas secundarias y a su encaje con la franquicia de Star Wars. Creo que la experiencia saldrá ganando si dejo de ver la serie en su formato semanal y me espero a verlo todo de un tirón cada tres semanas.

Comparto el trailer de la serie:

Andor está bien pero se hace imposible verla en su actual formato semanal de estreno de episodios.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Andor episodios 1-3 (Disney+)

Tenía mucha curiosidad por descubrir Andor, la serie de Disney+ protagonizada por Diego Luna retomando a su personaje de Rogue One. Comento mis impresiones de los tres primeros episodios estrenados de forma simultánea.

PUNTUACIÓN: 7/10

Serie precuela de ‘Star Wars; Rogue One ‘, que sigue las aventuras de Cassian Andor (Diego Luna) durante los años de formación de la Rebelión.

Tony Gilroy llegó al rescate de la producción de Rogue One (Gareth Evans, 2016), escribiendo y dirigiendo unos extensos reshoots que cambiaron la película. Gilroy (N.Y. 1956) es un director de cine y guionista que escribió los guiones de la trilogía original de Jason Bourne y escribió y dirigió la cuarta película de la franquicia. También escribió y dirigió Michael Clayton (2007) por la que recibió dos nominaciones a los Oscars, Duplicity (2009). Lucasfilm le contrató como creador de esta serie destinada a contar la historia de origen de Casian Andor.

Gilroy escribió los tres primeros episodios de esta serie estrenados de forma simultánea, que se rodó en los estudios Pynewood de Londres. Sin embargo, el Covid impidió a Gilroy desplazarse a Londres, por lo que Toby Haynes dirigió estos episodios. Haynes es un director de televisión británico conocido por su trabajo en Doctor Who, Sherlock, Being Human, Black Mirror y Jonathan Strange & Mr Norrell. Andor va a tener 12 episodios en esta primera temporada, con una segunda temporada también en marcha.

Además de Diego Luna retomando su papel de Casian Andor, en la serie tenemos a Kyle Soller como Syril Karn, un subinspector de la Autoridad Preox-Morlana (Pre-Mor), un conglomerado corporativo a cargo de un sector comercial d la galaxia, Adria Arjona como Bix Caleen: Un mecánico y traficante del mercado negro que es aliado de Andor y Stellan Skarsgård como Luthen Rael, El contacto del traficante de Caleen que forma parte de la Alianza Rebelde. Por último, Fiona Shaw es Maarva Andor, la madre adoptiva de Cassian mientras que Gary Beadle es Clem Andor, compañero de Maarva y padre adoptivo de Cassian.

Cuando hace unas semanas se confirmó que Disney había decidido estrenar 3 episodios de golpe de Andor me sorprendió. Una vez pude verlos, entiendo porqué lo hicieron. Y es que literalmente no llega a pasar nada importante en el primer episodio de casi 40 minutos. Y 40 minutos son muchos minutos. Hablando de comics de quejo del decompressing storytelling de gente como Brian Michael Bendis, pero lo que está pasando en la televisión actual también sería digno de estudio.

Andor empieza con dos historias contadas de forma simultánea. En el presente entre los episodios III y IV de Star Wars, Andor vive en el planeta Ferrix mientras busca a su hermana perdida y tiene planes para conseguir los créditos que le permitan abandonar el sistema. Por otro lado, conoceremos el origen de un Cassian más joven, conocido como Kassa, y su tribu en el planeta Kenari, mientras investigan una nave estrellada cerca de una enorme explotación minera industrial.

La historia de origen del joven Kassa la verdad es que no tiene el más mínimo interés. Pero es que cuando todo el mundo parecía estar super flipada con el personaje de Andor en Rogue One, yo la verdad es que no acababa de encontrarle el carisma que los demás si le encontraban a Diego Luna. Y en esta versión tenemos a un Andor en una versión siempre enfadado que tampoco hace que empatice con él. Toda la historia en Ferrix no puede ser más intrascendente, la verdad.

Tras dos horas de televisión por fin parece que la serie va a arrancar, al haberse unido Andor al rebelde Luthen Rael, por lo que espero que a partir de ahora si tengamos el inicio de la Rebelión y la cosa mejore. Pero la verdad es que estos tres episodios han sido un bluff. De hecho, globalmente no he encontrado tampoco nada en la dirección o el diseño de producción que me haya hecho flipar con la serie.

Y no es que crea que algo en concreto está mal de esta producción que se plantea como «mostrar a gente normal en el mundo de Star Wars». Pero la verdad es al menos este arranque se ha quedado a años luz de The Mandalorian, la que para mi sigue siendo LA serie de Star Wars. Espero que la cosa mejore a medida que avanza la serie, pero este arranque no me ha emocionado, las cosas como son.

Comparto el trailer de la serie:

Andor ha empezado lenta y sin enamorar, pero espero que a partir de ahora la serie consiga despegar.

PUNTUACIÓN: 7/10

NOTA AÑADIDA: Me doy cuenta que la nota del 7 no se corresponde con el texto de la reseña, y esto es debido a que A) me cuesta puntuar mal a un producto de Star Wars al que siempre le doy el beneficio de la duda. Y B) Aunque es cierto que literalmente no pasa prácticamente nada en los dos primeros episodios, el desarrollo del tercero y el punto donde deja a Andor me da esperanzas para el futuro, por lo que este buen final ha inflado una nota que si hubiera valorado sólo el primero no hubiera pasado del 5.5.

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