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Crítica de New History of the DC Universe 4 de Mark Waid, Howard Porter y Hayden Sherman (DC Comics)

Cuarto número de New History of the DC Universe de Mark Waid, que en este último número viene acompañado por Howard Porter y Hayden Sherman en el dibujo, y Hi-Fi y Friona Farrel en el color.

PUNTUACIÓN: 6/10

La documentación de Barry Allen sobre la historia del Universo DC llega hasta nuestros días, comenzando con los acontecimientos que cambiaron el mundo en Flashpoint. Los héroes se enfrentan a nuevas amenazas como Perpetua y el Batman que ríe, y la próxima generación de héroes, como Jon Kent, Wallace West y Jackson Hyde, comienza a surgir de las cenizas de la destrucción a nivel de crisis. Todo conduce a la muerte de Darkseid y a un atisbo de lo que está por venir en el futuro. ¡No te pierdas esta última entrega!

Decepción. Es lo primero que pensé cuando terminé de leer este comic. Parte de la decepción empieza con la maravillosa portada de Chris Samnee para este comic. Si él hubiera dibujado esta Nueva Historia del Universo DC, el resultado sería un comic histórico que estoy seguro se vendería y disfrutaría durante años y años. En realidad, no es un tema de que si no lo dibuja Samnee no mola. Es que me valía cualquier dibujante que pudiera aportar su personalidad única a este comic. En su lugar, DC ha decidido que 8 dibujantes hayan trabajado en esta miniserie, provocando que el comic sea un popurrí de estilos diferentes que en muchas ocasiones ni siquiera encajan entre si.

Y como ejemplo, este cuarto número dibujado por el clásico Howard Porter, dibujante entre otros de la mítica etapa de Grant Morrison en la Justice League, y la nueva estrella Hayden Sherman (Absolute Wonder Woman y Batman: Patrones oscuros). Por separado, ambos dibujantes me gustan. Pero Porter y Sherman tienen estilos casi opuestos, con un Porter con unas páginas recargadas de líneas con los personajes mostrando emociones extremas, mientras que Sherman plantea justo lo contrario, dibujos con las líneas justas y unas páginas más frías ys in emoción. Es que son un huevo y una castaña leídos uno a continuación del otro.

Otro elemento que ha roto toda la cohesión es el color. En los números previos, cada dibujante trabajaba con un colorista diferente, pero se guardaba cierta coherencia cromática, consiguiendo que el salto entre dibujantes no fuera tan acusado. Sin embargo, en este cuarto número, ya no es que los dibujantes tengan estilos opuestos, es que el color de Hi-Fi y Triona Farrel es también super diferente. Hi-Fi tiene una paleta de color tradicional, mientras que Farrell plantea unos colores planos que generar un destrozo aún mayor. Como ejemplo mirad las páginas de preview de abajo. Es que no pegan en absoluto.

Es una pena que DC parece que ha primado la salida puntual de estos comics en lugar de haber cuidado la edición para convertirlo en un libro de cabecera para fans y profesionales de la casa. Y no se si este encargo se ha planteado como un premio para los diferentes dibujantes que han trabajado en él, pero la idea no les ha salido bien. De los 8 dibujantes, Jerry Ordway, Todd Nauck, Brad Walker, Michael Allred, Dan Jurgens, Dough Mahnke, Howard Porter y Hayden Sherman, creo que Allred y Sherman han sido los que más han desentonado en el global. Pero creo que hubiera sido mejor que, por ejemplo, Allred hubiera dibujado todo el comic, antes que el popurrí sin alma en que los editores de DC han convertido este comic. Qué pena.

En la parte de la historia, Waid empieza este cuarto número con Blackest Night, el evento de Green Lantern de Geoff Johns e Ivan Reis, llegando a Flashpoint y el reboot que reinició la línea temporal de DC. Pensando que dejé de comprar comics de DC durante varios años, este comic me resulta muy útil para rellenar los huecos que no leí. Me sabe muy mal por el problema que me genera los cambios de dibujantes. De nuevo, es que Sherman y Farrell no pegan en absoluto. Pero me gusta que Waid no se quede con llegar al presente que supone el inicio de DC KO, sino que se acuerde de los diferentes futuros alternativos que se han ido creando en DC a lo largo de los años. Este detalle me ha gustado mucho también.

Como siempre, al comic de Waid le sigue la línea temporal oficial, escrita por Dave Wielgosz a partir de la investigación que Waid y él hicieron para crear este comic. Esta línea temporal está aún más llena de detalles que sirven para que conozca las historias principales de DC Comics durante los años del desastre que fue el reinicio de los Nuevos 52.

Que quede claro que el problema de este comic NO es de los dibujantes que han trabajado en esta Nueva Historia del Universo DC, sino de los editores. Estoy seguro que cada uno ha hecho el mejor trabajo que ha sido capaz, pero alguien debería haber pensado que mezclar a estos artistas con estos estilos diferentes no iba a salir bien. Y lamentablemente, el resultado no puede ser más decepcionante. Qué diferente con la primera Historia de Marv Wolfman y George Pérez. No se en qué estaban pensando, pero han fallado de forma espectacular.

Comparto páginas de este comic especial:

DC ha perdido una oportunidad de oro de publicar un comic histórico. Lamentablemente, el baile de dibujantes, muchos de los cuales no pegaban entre si, ha convertido este comic en una amalgama de imágenes deslavazadas. Decepción.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Batman & Robin: Year One de Mark Waid y Chris Samnee (DC Comics)

La serie limitada Batman & Robin Year One de Mark Waid y Chris Samnee, con color de Matheus Lopes, que acaba de terminar en Estados Unidos, me parece una maravilla.

PUNTUACIÓN: 9/10

¡VUELVE EL ACLAAMADO EQUIPO FORMADO POR MARK WAID Y CHRIS SAMNEE!

Mientras Bruce Wayne se adapta a la realidad de adoptar al huérfano Dick Grayson, un misterioso nuevo jefe del crimen llamado el General llega a Gotham para hacerse con el control de la ciudad, desorganizando y destruyendo a las demás bandas. Pero, ¿qué relación tiene con Dos Caras? Batman y su nuevo compañero, Robin, buscan respuestas, pero tendrán que darlo todo para navegar por ambos lados de su relación como padre e hijo y dúo dinámico, ¡con el presente y el futuro de Dick Grayson en juego!

Batman & Robin: Year One ha sido una serie de 12 números que acaba de terminar en Estados Unidos.

Mark Waid es una autoridad en el mundo del comic mainstream, habiendo trabajado para las principales editoriales, Marvel, DC, Fantagraphics, Event, Top Cow, Dynamite y Archie Comics. Su nombre está ligado a The Flash y Kingdom Come en DC, pero también a Capitán América, en cuya última etapa ya colaboró con Chris Samnee, Los Cuatro Fantásticos y Daredevil para Marvel. Junto a estos trabajos más mainstream, entre 2007 y 2010, Waid fue Editor Jefe y posteriormente Director Creativo de Boom! Studios, donde también publicó sus series de creación propia Irredeemable e Incorruptible. Batman-Superman: World´s Finest supuso su retorno a DC Comics, donde se ha convertido en uno de sus guionistas principales. En los últimos tiempos realizó el evento Lazarus Planet, lanzó la colección de Shazam! con Dan Mora, con el que ha repetido en el evento Absolute Power y en la colección Justice League Unlimited.

Chris Samnee es un dibujante galardonado con los premios Eisner y Harvey. Es sobre todo conocido por su trabajo en Daredevil, Black Widow y Thor: The Mighty Avenger en Marvel Comics. Vive en St. Louis, Missouri, con su esposa Laura y sus tres hijas. Junto a sus trabajo de encargo en Marvel y DC, en los últimos tiempos hemos disfrutado del arte de Samnee en el comic Fire Power junto a Robert Kirkman, publicada en el sello Skybound de Image Comics, su comic all-ages Jonna and the umpossible monsters en Oni Press, y ahora esta serie en DC con uno de los mejores guionistas del medio como es Mark Waid.

Por quitármelo lo antes posible de la cabeza, si tengo que poner un pero a este comic sería la tendencia cada vez más evidente de DC Comics a reescribir su historia, publicando comics como esta serie destinada a contar historias que ya se contaron en su momento, como es el primer año de la relación de Batman con un jovencísimo Dick Grayson. En esto Mark Waid se ha convertido en todo un ejemplo, dado que su comic Batman – Superman: World´s Finest es precisamente eso, al plantear aventuras en un momento indeterminado del pasado de DC que en muchos casos muestra la primera vez que los personajes hacen algo o se enfrentan juntos contra determinados villanos. Por no hablar de las numerosas miniseries y especiales que DC ha publicado para (re)contar los orígenes de la mayoría de villanos de la Batfamilia. Y ojo que entiendo que DC ahora publica (se supone) para una nueva generación de lectores, por lo que tiene sentido que quiera publicar nuevos comics con estos orígenes o primeras aventuras.

Mientras lo que publiquen tenga la calidad de este Batman & Robin: Año Uno, por mi que hagan revisionismo con lo que quieran. Si ese es el único pero que se me puede ocurrir de esta serie Batman & Robin: Year One, ya podéis imaginar lo mucho que me ha gustado.

Este comic me parece una maravilla. Y el primer elemento destacable es ver que Maid y Samnee están acreditados como argumentistas, lo que resalta el deseo de Samnee de ser un mero dibujante de las ideas de otro, para convertirse en creador al mismo nivel que su colaborador, Mark Waid. Muchas veces comento de algunos comics que se nota que e guionista ha hablado con el dibujante para plantear historias que toquen elementos que le gusten al artista, y así tenerle contento. En el caso de Batman & Robin: Year One, hablamos que Waid y Samnee han planteado la historia que les apetecía contar a ambos. Y Samnee la ha dibujado como los ángeles.

Empezando con la historia, el primer elemento destacable es que Waid y Samnee evitan utilizar a muchos villanos clásicos como Joker, etc… presentando un nuevo villano el General Anthony Grimaldi, un exmilitar que planea apoderarse de Gotham City. A medida que avance la historia veremos a Clayface (Matt Hagen) y a Dos Caras, pero yo agradecí muchísimo que no sea la típica historia clónica de decenas otras que ya hemos leído previamente. Dentro que el comic me parece excepcional, obviamente no podía plantear nada que rompiera con cientos de comics previos que son canon de los personajes, por lo resulta lógico y casi hasta obligatoria la vuelta al status-quo del universo DC.

Aunque he leído montones de historias de Batman y el joven Robin Dick Grayson, estos comics tienen el corazón en el sitio correcto en todo correcto. La alegría de Dick cuando se pone el traje de Robin se convierte en contagiosa, con un toque Silver Age que me parece ideal. Me gusta muchísimo también ver a un Batman alejado del grim-n-gritty con que se representó al personaje durante mucho tiempo, malentendiendo lo que Frank Miller planteó en The Dark Knight Returns y Batman: Year One. El Batman de Waid y Samnee es humano y con preocupaciones reales que me llegan al corazón.

La trama a lo largo de estos 12 números está llena de sorpresas impactantes, acción desbordante y la emoción perfecta que debe haber en estar primeras aventuras de Dick Grayson como Robin. Estamos ante un comic con un feeling positivo que sabe dejar al lector con una sonrisa en la cara tras haber leído un comic con el ADN perfecto que se supone que tienen que tener estas aventuras.

Chris Samnee da una master-class de narrativa de comic en esta colección. Me vuela la cabeza la capacidad de Samnne de dibujar cualquier cosa por difícil que sea haciendo que parezca lo más sencillo del mundo. Las coreografías de acción son increíbles, consiguiendo que sean super espectaculares y a la vez brille por su dinamismo y lo claro que se entiende todo. ¡Qué bueno es!

Pero no es sólo en la acción, cuando decía que el comic tiene el corazón en el sitio adecuado es porque me encanta la forma en que Samnee dibuja a un niño de 10 años convertido en superhéroe. Su cara, su altura y su expresión corporal son siempre las de un niño. Un Dick que se las da de valiente y sin miedo, pero que no deja de ser un niño traumatizado por la muerte violenta de sus padres. En ese sentido, la relación de Dick con Alfred me parece una maravilla. Y el resto de relaciones y caracterizaciones están clavadas, empezando por Batman y por Bruce Wayne, es super canónica y perfecta. Samnee sabe trasmitir además la emoción justa en cada momento, es que todo lo hace bien.

Samnee tiene otra cualidad alucinante, que es su sensación de dibujar comics para todas las edades. Yo flipo con este comic, pero a mi hijo de 17 años le encantaría también. Y estoy seguro que un niño de 10 años alucinaría igual que yo. Hay una tendencia en resaltar la idea de que los comics de superhéroes son historias «adultas» porque muchos de sus lectores y clientes actuales lo somos. Pero Waid y Sanmee parece que quieran ir contracorriente recordando que la idea primigenia de los superhéroes se dirigía hacia los niños, y que es un error olvidarles como receptores potenciales de estas historias.

Da la sensación que tanto Waid como Samnee han creado un comic con vocación atemporal que dentro de 20 años siga imprimiéndose y siendo disfrutado por nuevas generaciones de lectores. El éxito para mi es monumental.

Comparto las primeras páginas del comic:

Batman & Robin: Year One ha sido pura magia hecha comic. Menuda maravilla nos han regalado Waid y Samnee. Una imprescindible para todo aquel que ame el mundo del comic.

PUNTUACIÓN: 9/10

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Crítica de Batman – Superman: World´s Finest 40-44 de Mark Waid y Adrián Gutiérrez (DC Comics)

Batman – Superman: World´s Finest es uno de los comics más disfrutones de la DC Comics actual. Hoy comento mis impresiones de los números 40 a 44 de la serie regular, como siempre con guiones de Mark Waid y dibujada por Adrián Gutiérrez (40-43) y por Lucas Meyer (44).

PUNTUACIÓN: 8/10

¡Comienza Bizarro World Tour!

Arriba es abajo, izquierda es derecha y rojo es verde, pero el peligro sigue siendo peligro cuando Batman y Superman despiertan en el Mundo Bizarro sin saber cómo llegaron allí, ¡ni por qué los persigue uno de los seres más peligrosos del universo! Aunque sobrevivan, ¿podrán encontrar el camino de vuelta a casa desde un planeta al revés a tiempo para salvar a sus amigos del peligro?

Frente a la tónica general de la serie de arcos de 4 números, este arco en el que volvemos al mundo de Bizarro contó únicamente con 3 grapas USA, publicadas en los números 41 a 43.

Un virus está asolando Mundo Bizarro, al convertir a sus habitantes en gente inteligente a la manera humana. Lo que es un desastre que puede acabar con esta civilización. Los Bizarro Superman y Batman piden ayuda a sus contrapartidas humanas, acabando por error Robin también aislado en un mundo de pesadilla. Saber qué ha causado este virus, intentar arreglarlo y descubrir a las versiones Bizarras de personajes como el propio Batman, Lex Luthor o Brainiac, son los principales puntos fuertes de este arco. Aparte de la gracia que tiene ver a versiones «inteligentes» de Batman y Superman, sumando además sus interacciones con los héroes originales.

Mark Waid se nota que se lo pasa cañón dialogando a los seres del Mundo Bizarro, y consigue que el comic sea un estupendo entretenimiento dentro de la naturaleza ligera de la colección. Dentro de ser un arco de apenas 3 grapas, consigue que hayan un montón de sorpresas y giros, consiguiendo que no sepas nunca lo que va a suceder a continuación. Y aunque inicialmente parecía que Robin no pintaba demasiado en este arco en el Mundo Bizarro, Dick va a ser clave en varios momentos.

Desde el punto de vista de la historia, me parce un arco muy equilibrado, con un Waid jugando con todos los juguetes imaginables de los mundos de Batman y Superman. El disfrute es total.

Adrián Gutiérrez dibuja en su totalidad los números 41 y 42, pero supongo que por los plazos de entrega, Sean Izaakse tiene que dibujar prácticamente la mitad del número 43 que cierra la historia. Una vez me he acostumbrado al dibujo super dinámico de Gutiérrez, la verdad es que estoy disfrutando mucho de esta colección. A eso hay que sumar en positivo que Izaakse es un buen narrador, lo que hace que dentro del salto de estilos, su comic se lea estupendamente.

Gutiérrez parece que ha debido congeniar de maravilla con Mark Waid, porque sus imágenes de acción están bien, pero lo mejor de su dibujo es el sentido del humor que tiene todo. Por ejemplo, el diseño del Bizarro-Lex Luthor como un tío super majo me hizo mucha mucha gracia. Pero junto a eso, en las primeras páginas del arco, que puedes ver a continuación, Gutiérrez se las apaña para plantear un tono terrorífico que funciona de maravilla.

El dibujo de estos comics son también u elemento que explica el éxito de esta colección.

¡¿BRUCE WAYNE Y CLARK KENT EN LAS GARRAS DE… UN LATE-NIGHT?!

Una amenaza acecha Metrópolis, pero Superman y Batman no pueden hacer nada al respecto hasta que Clark Kent y Bruce Wayne encuentren la manera de escapar… ¿de un programa de entrevistas? ¿Dependerá de sus amigos —Perry White, Lois Lane, el comisario Gordon y Alfred Pennyworth— intervenir y ayudar a salvar el día?

Antes de Bizarro World Tour se publicó el número 40 «Late night on the town», una historia que combina a Batman y Superman con kaijus y monstruos gigantes que amenazan con destruir Metrópolis. Llevo meses viendo como los kaijus deben estar de moda en Estados Unidos, porque no dejo de ver historias protagonizadas por ellos. Algo que para mi asegura el disfrute.

Waidn plantea la historia para criticar a los medios de comunicación más novedosos, al plantear que el villano es el presentador de un podcast online que provoca la amenaza para aumentar la audiencia de su programa. La forma de hacerlo es de lo más loco y over-the-top, pero entra dentro de la locura de este comic. Adrián Gutiérrez con el color de Matt Herms está estupendo como siempre, y añade algunos gags visuales super chulos. Tener grapas autoconclusivas de esta calidad es algo que alegra mi corazón de fan de los comics de superhéroes.

¡Porque lo pedisteis: el regreso del equipo Supergirl/Robin! ¡Edición viaje por carretera!

En una misión internacional secreta, Robin se alía con la Chica de Acero… ¡que decide «animar» lo que se supone que es una discreta operación encubierta!

El número 44 es otro número autoconclusivo escrito por Waid y Mark Russell, con Lucas Meyer dibujando y Rain Beredo en el color. Este comic amplía una de las subtramas más divertidas de la colección, la relación de amor-odio entre Robin (Dick Grayson) y Supergirl. El guion es realmente divertido, con unos diálogos geniales y un sentido del humor que funciona de maravilla. Si a eso le sumamos el maravilloso dibujo de Meyer, que entiende el tono humorístico de la historia y la plasma de forma maravillosa en este número, tenemos un comic autoconclusivo que explica perfectamente el éxito de esta colección. Es que todo es genial.

En resumen, aunque ya no tenemos a Dan Mora más que en las estupendas portadas (portadones, en realidad) Batman – Superman: World’s Finest sigue siendo un comic super disfrutón que siempre me deja con buen sabor de boca.

Comparto las páginas del número 41 USA que inician el arco Bizarro World Tour:

Me reenganché al universo comiquero de DC gracias entre otros a Batman – Superman: World´s Finest. Y 44 números después sigue siendo una de las colecciones más disfrutonas.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de New History of the DC Universe 3 de Mark Waid, Dan Jurgens y Doug Mahnke (DC Comics)

Tercer número de la Nueva Historia del Universo DC de Mark Waid. Un comic dibujado por Dan Jurgens y Doug Mahnke que cubre los sucesos a partir del final de Crisis en Tierrras Infinitas hasta el final de Final Crisis y la resurrección de Barry Allen.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Tras los catastróficos acontecimientos de Crisis en las Tierras Infinitas, el Universo DC ha cambiado para siempre. Se pasa el testigo cuando héroes legendarios como Wally West abrazan el legado de sus predecesores, héroes como Hal Jordan se ven tentados por la oscuridad y la Liga de la Justicia se enfrenta a nuevas y formidables amenazas como Doomsday, Black Hand y Superboy-Prime. El narrador Barry Allen resume estos acontecimientos a través de su regreso, ¡que culminará con el cataclísmico Flashpoint!

Esta Nueva Historia del Universo DC parece escrita para mi. Lo primero a destacar es que todos los sucesos de detallados en este tercer número son comic que ya leí en directo cuando se publicaron, lo cual ayuda a que la conexión emocional sea mayor. Hablamos de los comics publicados por DC desde 1987, año en que terminaron las míticas Crisis en Tierras Infinitas, hasta 2010, tras contarnos la Crisis Final de Grant Morrison y ver la resurrección de Flash que sucedió en The Flash: Rebirth de Geoff Johns y Ethan Van Sciver.

Dentro que los principales eventos están todos en estas páginas y en esto no hay sorpresas, me llama la atención las cosas que Waid incorpora en la narración principal de Barry Allen, como la segunda alineación de Doom Patrol que empezó en el Universo DC normal pero terminó en Vertigo. También me resulta llamativo que el universo Milestone, que nació como un sello separado pero fue incorporado al universo DC por el reboot de los Nuevos 52, ahora forma parte de la nueva continuidad desde siempre. Un universo Milestone que cuenta con 2 páginas dentro de este número, algo que diría que no se corresponde con la importancia real que han tenido estos comics más allá del hecho que Milestone fuera creado por autores afroamericanos.

En este número tenemos el mismo problema que ya comenté en el segundo número, que es el baile de dibujantes. En positivo, Dan Jurgens y Doug Mahnke son más similares en estilo y narrativa de lo que lo fueron Brad Walker y Mike Allred. Un Allred cuyo estilo me resulta totalmente inadecuado para un comic de esta naturaleza. Pero hay una diferencia bestial entre el impacto visual que consigue Mahnke, con color de David Baron, que nos ofrece páginas increíbles, con la falta de fuerza que el siempre correcto Jurgens ofrece para este comic.

Jurgens está entintado por Norm Rapmund, con color de John Kalisz. Y dentro que entiendo que es una opinión totalmente subjetiva, a sus páginas les falta fuerza, son como decía antes «correctas». Algo que no es suficiente cuando hablamos de un comic con vocación de clásico como se supone que es esta Nueva Historia del Univers DC. Es llamativo por ejemplo lo poco acertada que está su representación de la Muerte de Superman. Pero es algo que le pasa en todas sus páginas. Y me parece una pena.

Por contra, igual es que conecto más con el estilo de Mahnke, pero sus páginas me parecen una pasada, empezando con la página en la que Joker dispara a Barbara Gordon y mata a Jason Todd, la de la corrupción de Hal Jordan por parte de Parallax , más adelante la guerra del espectro de colores que vimos en Green Lantern de Geoff Johns. Visualmente me da pena que tengamos un comic en el que sólo el 50% del comic es una pasada.

El problema de fondo de este comic es que uno de los motivos de la iconicidad de la primera Historia del Universo DC de Marv Wolfman y George Pérez fue debido a que fue dibujada en su totalidad por Pérez. Si esa miniserie hubiera estado dibujada a 4 manos entre varios dibujantes, el impacto visual y emocional no hubiera sido ni la mitad del que tiene. Y eso es justo lo que le pasa a esta New History of the DC Universe. Tras leer 3 grapas dibujadas por 6 dibujantes diferentes, dos de los cuales no me ha gustado, creo que se ha perdido una ocasión de oro para crear un comic para el recuerdo que dentro de 10/15/20 años se seguirá vendiendo. Algo que se va a agravar al comprobar que el cuarto número va a estar dibujado por Tony S. Daniel y  Hayden Sherman, pensando que Daniel no me gusta nada. Este baile de dibujantes creo sinceramente que están desluciendo el resultado final. Y me parece una pena.

Como en números anteriores, el comic se completa con un apéndice escrito por Dave Wilgosz basado en la investigación que llevaron a cabo Waid y él para la creación de este comic. Unos apéndices que en realidad son la verdadera línea temporal oficial de DC Comics, ya que el mismo comic indica que los eventos narrados por Barry Allen están agrupados temáticamente para que tengan una cohesión narrativa, pero que la línea temporal de los principales sucesos, eventos y actores es la que tenemos en estas páginas finales.

Y la verdad es que en estas 14 páginas si tenemos detalladas un montón de historias y personajes, como el momento en que Wally West conoció a su futura mujer Linda Park, la aparición de The Ray en los años 90 o la de Kyle Rayner, el Green Lantern que sustituyó a Hal Jordan cuando perdió la cabeza. Este apéndice incluye momentazos de los comics de esos años, como el Underworld Unleashed de Neron, la presentación de Prometheus en la Justice League de Grant Morrison o el arco de No Man´s Land en la franquicia de Batman. También alguno de los desastres noventeros, como la sustitución de Diana por Artemis como Wonder Woman.

Hablaba al principio de la conexión emocional que tengo con unos comics que compré y leí en el momento en que se publicaban, y reconozco que la inclusión de muchos de estos comics en la timeline oficial de eventos principales es algo que me encanta.

Queda un último número de esta Nueva Historia del Universo DC, y tengo muchas ganas de ver cómo Waid cierra la historia. Lástima el baile de dibujantes.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Justice League Unlimited 10 y 11 de Mark Waid, Dan Mora y Carmine Di Giandomenico (DC Comics)

Tras los cataclísmicos sucesos de We Are Yesterday, la Justice League Unlimited tiene que enfrentarse en los números 10 y 11 a la destrucción del continuo temporal que amenaza a toda la realidad. Unos comics que sirven además de preludio del evento DC KO y que han sido realizado por Mark Waid, Dan Mora, Carmine Di Giandomenico, con colores de Tamra Bonvillain.

PUNTUACIÓN: 8/10

El Quantum Quorum de viajeros temporales ha lanzado su advertencia a la Liga de la Justicia: Apokolips se acerca. Pero, al igual que los gritos de Jor-El cayeron en oídos sordos en Krypton, ¿estará la gente de la Tierra preparada para tomar medidas drásticas para salvar su mundo? Todo llega a un punto crítico mientras el caos continúa, ¡y uno de los miembros de la Liga se enfrenta a la prueba definitiva!

Justice League Unlimited 9 fue el epílogo del crossover We are yesterday, en el que los héroes descubrieron que el continuo espacio tiempo está roto y ello amenaza la supervivencia de toda la realidad. Para enfrentarse a ello surgió The Quantum Quorum, un grupo de viajeros temporales entre los que se encuentra Time Trapper (una versión futura de Doomsday) y World Forger, a los que unieron el cautivo Gorilla Grodd.

Una de las cosas que más me gustan de la continuidad actual de DC es la forma en que se están coordinando Mark Waid en esta colección y Joshua Williamson en la de Superman, que son los comics centrales de la narrativa salida del especial DC All In. Esto es algo que se hace especialmente palpable con Time Trapper, que ha ido saltando de una colección a la otra en los últimos meses. Tras verle en JLU 9, se fue a rescatar a Superman de la Legión de Superhéroes malvada de Darkseid en el número 28 de su colección, saltando al JLU 10 donde sufre una emboscada de estos villanos que le deja al borde de la muerte. Me gusta mucho la forma en que Waid y Williamson cuentan sus historias para hacerlas entendibles, pero a la vez que ayuden a construir y agrandar la narrativa general del universo DC.

A pesar del problema que luego comentaré sobre estos comics, que tiene que ver con el dibujo, otra idea que me queda clara leyendo estos comics es que Mark Waid se lo está pasando cañón en JLU, usando a su antojo cualquier personaje del Universo DC que necesite. Ver en estos números a Geo-Force (el miembro de Batman y los Outsiders) en Markovia, o al doctor Niles Caulder de la Doom Patrol para intentar salvar la vida de Time Trapper me parece una pasada. Me gusta también el protagonismo que está teniendo Metamorpho en estos comics, al igual que ver a Mr. Terrific sudar la camiseta para idear un plan para derrotar a sus enemigos.

Otra cosa que me gusta mucho de esta etapa es que Waid vuelve a plantear varias situaciones simultáneas que cada una de ella puede provocar la destrucción del mundo. Por un lado, en Markovia Power Girl, Geo-Force, Capitán Atom y Cajedo se enfrentan a unas erupciones volcánicas que indican que hay algo bajo el manto de la Tierra. Mientras, en el satélite WatchTower de la JLU, los miembros del grupo tienen que hacer una operación a corazón abierto a Time Trapper para mantenerle con vida, de lo contrario el continuo temporal puede colapsar. Y a la vez, Mr. Terrific tienen que enfrentarse en solitario a una infestación de parademonios evolucionados que puede destruir al satélite y a todos los que se encuentren dentro. Waid es un maestro planteando estas situaciones y creando una tensión creciente a lo largo del comic, ofreciendo un climax final estupendo.

Dan Mora sólo dibuja el número 10, algo lógico cuando pensamos la sobrecarga de encargos que ha dibujado en los últimos meses, y los que le espera dibujar para el evento DC KO. Y tengo que reconocer que esta grapa puede ser la peor dibujada por él desde que le llevo leyendo. Y lo cierto es que las primeras páginas con Time Trapper, que puedes ver abajo, están muy bien. Como también lo están las páginas siguientes con la discursión entre Superman, Batman y Wonder Woman. Pero cuando empieza la acción en Markovia o durante la huida de los vástagos de Apokolips de su celda, las imágenes se ven demasiado abocetadas. En positivo, Mora se las apaña para plantear imágenes resultonas y espectaculares, pero se notan mucho más apresuradas de lo que hubiera sido deseable.

El número 11 está dibujado por Carmine Di Giandomenico, un dibujante de DC de gran experiencia que si bien no es tan bueno como Mora, asegura siempre un comic bien dibujado con un peculiar estilo super dinámico. A Di Giandomenico le pasa un poco como a Mora, hay tantas cosas pasando al mismo tiempo con tantos personajes implicados, que a veces la narración parece un poco confusa. Dicho esto, sus páginas transmiten muy bien la idea de cuenta atrás con todo lo que ellos conlleva para nuestros héroes.

El comic termina con la misma imagen del Superman 30, lo que de nuevo resalta la importancia e interconectividad de ambas colecciones. Un final que nos lanza directamente al comienzo del evento DC KO de Scott Snyder y Alejandro Sánchez. Y que hace que la compra sea obligada. Tras años sin comprar comics de DC, tengo que reconocer que estoy disfrutando un montón de estos comics y de todo lo que nos ha planteado Maid y Williamson en Superman. Espero que Snyder acierte en el evento, porque a veces se le va la pinza dicho no de forma positiva.

No quiero terminar de comentar un problema que estoy viendo en estos últimos meses. Y es que junto a los comics de las series regulares, DC está publicando una serie de especiales que amplían algunas de las tramas planteadas. Tras el JLU 9 había que leer Justice League Dark Tomorrow Special de Marg Guggenheim, Mark Waid, Cian Torney y Romulo Fajardo Jr. Un especial en el que un equipo formado por héroes actuales y viajeros temporales como Air Wave, Amazing Man, Jonah Hex, The Huntress, Gold Beetle, Marilyn Moonlight, Plastic Man y el Batman del futuro (de la serie de TV) investigan el asesinato de viajeros temporales como Waverider, Extant y Epoch, lo que sugiere una amenaza temporal que estaba pasando inadvertida por la JLU. La de la Legion de Superhéroes malvados de Darkseid.

Tras este JLU 11 y antes de DC KO, la editorial nos indica que hay que leer el Justice League The Omega Act Special de Joshua Williamson, Yasmine Putri y Cian Tormey para saber lo que va a hacer Booster Gold tras ser rescatado por Superman, que dará la clave de los sucesos que se pondrán en marcha en DC KO. Y empieza a no molar esta necesidad / obligación de comprar más comics de los que ya estaba comprando para disfrutar de la narrativo. De momento dos comics no es un problema, pero me fastidia la idea de que la editorial me está «forzando» a comprar comics que no tenía pensado comprar en un principio. Con todo, reconozco que la lectura general del Universo DC me está gustando, así que de momento no me plantea un problema grave. Aparte que habrá comcis que compraré y otros que no y listo.

El Universo DC nos ha llevado a su primer evento tras Absolute Power, DC KO. Esperemos que esté a la altura del disfrute de comics como este Justice League Unlimited.

Comparto las primeras páginas del número 10, dibujado por Dan Mora:

Justice League Unlimited sigue siendo un comic estupendo, pero la sensación de melé empieza a estar demasiado presente, así como la obligación de comprar comics especiales además de esta colección.

PUNTUACIÓN: 8/10

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