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Crítica de Air de Ben Affleck

Aprovechando su estreno en Prime Video he visto Air, la película de Ben affleck sobre la historia de como Nike fichó a Michael Jordan como emblema de su división de zapatillas. Y me he encontrado una película muy bien hecha con un reparto estelar.

PUNTUACIÓN: 7/10

Narra la increíble y revolucionaria asociación entre Michael Jordan -un novato en ese momento- y la incipiente sección de baloncesto de Nike, que revolucionó el mundo del deporte y la cultura contemporánea con la marca Air Jordan. Cuenta la atrevida apuesta que definió la carrera de un equipo poco convencional, la visión implacable de una madre que conoce el valor del inmenso talento potencial de su hijo, el fenómeno del baloncesto que se convertiría en el más grande de todos los tiempos.

Ben Affleck y Matt Damon son amigos de toda la vida y han colaborado en multitud de ocasiones. Affleck y Damon fundaron juntos la productora Market Equities, y esta película es su primera gran apuesta en la que han puesto toda la carne en el asador, al dirigir Affleck y ser Damon el principal protagonista, aunque rodeado de un gran reparto.

El guion fue escrito por Alex Convery, que tuvo la idea de la película mientras veía el mítico documental The Last Dance que narraba la vida de Jordan. Tras ver la parte del contrato con Nike, Convery sintió que ahí había material para una buena película, por lo que se pudo a investigar a fondo. Para la película Affleck se reencuentra con sus colaboradores habituales: el director de fotografía Robert Richardson y el montador William Goldenberg.

Matt Damon es Sonny Vaccaro, ejecutivo de Nike en el área de baloncesto que convenció a la familia Jordan para que fichara por ellos. Ben Affleck es Phil Knight, el fundador de Nike. Jason Bateman es Rob Strasser ejecutivo de Nike jefe directo de Sonny. Viola Davis interpreta a Deloris Jordan, madre de Michael, mientras que Julius Tennon interpreta a su padre, James R. Jordan Sr.

Ya en papeles secundarios tenemos a Chris Tucker como Howard White, Marlon Wayans como George Raveling, Chris Messina interpreta a David Falk, agente de Jordan, y Matthew Maher hace de Peter Moore, el director creativo de Nike que creó las míticas Air Jordan y el logo de la silueta de Jordan saltando.

La película producida por Amazon Prime Video ha contado con un presupuesto de alrededor de 80 minutos. Debido al interés sobre todo en los USA por todo lo que tenga que ver con Jordan, Amazon decidió estrenar esta películas en los cines un mes antes del estreno en streaming, recaudando 50 millones de dólares es USA y otros 40 en el resto del mundo.

Si hay un tipo de historias que gustan a los americanos, son las historias de éxito de gente que rompió las normas y consiguió hacerse rico. Y aunque parezca mentira, es curioso recordar que Nike hasta la llegada de Jordan no era nadie en el mundo del baloncesto, al centrarse en el running y el atletismo. Pensar que Nike estaba a la sombra de Adidas y Converse (empresa que años más tarde fue absorbida por Nike) nos ofrece el marco para la perfecta historia de éxito empresarial creado a partir de un directivo que rompió las reglas de lo que se suponía que eran las relaciones entre las marcas y los jugadores.

Me parece curioso que Air tiene muchas conexiones con Tetris, la estupenda película de Apple TV sobre la compra de los derechos del videojuego ruso para su explotación en el resto del mundo. Lo digo porque hasta ahora se hacían biopics de gente de éxito, por ejemplo La red social de Fincher sobre la polémica figura de Mark Zuckerberg, o Steve Jobs, ambas con guion de Aaron Sorkin. Pero parece que la tendencia que estas películas indican son películas sobre marcas famosas, porque ¿Quién no se ha comprado nunca unas Nike? En este mundo del entretenimiento dominado por la búsqueda de propiedades intelectuales que generen ingresos, parece que hablar sobre la creación de nuestras marcas favoritas puede ser una forma fácil de conseguir la atención del público.

Entrando en la película en si, la verdad es que Air es una película super entretenida. El pobre Ben Affleck se ha visto envuelto en varias polémicas a lo largo de los años, empezando con su mala experiencia rodando Justice League. A lo que hay que añadir en los últimos años que haya retomado su relación sentimental con Jennifer López, lo que le ha convertido en carne de cañón para los paparazzis. Sin embargo, cuando nos alejamos de estos elementos superfluos, lo cierto es que Affleck es un gran dirección que sabe imprimir ritmo a una película que se resume en gente hablando todo el rato, contándolo de una forma ágil que mantiene interesado al espectador durante sus casi dos horas de duración.

También hay que reconocer que el guion de Alex Convery me parece super bueno. A partir de unos hechos conocidos Convery nos muestra una historia con personajes de carne y hueso que son todo corazón. Las dudas de los ejecutivos de Nike los humaniza, y sus brillantes diálogos mantienen el interés y la tensión. Si a esto le sumamos el toque de nostalgia ante las imágenes de hechos reales de 1984 y la banda sonora de hits de la época, tenemos una combinación ganadora.

Y si a todo lo anterior sumamos el tener a un reparto de actorazos, el resultado sólo puede ser notable. Matt Damon sigue siendo uno de los pocos actores con categoría de ESTRELLA que sólo por él merece la pena ver una película. Su presencia y carisma es tremenda en pantalla, a lo que hay que sumar su química con su amigo Ben, con una super intensa Viola Davis que interpreta a la madre de Jordan, o con Jason Bateman y Chris Tucker. El casting de la película me parece perfecto para lo que la historia necesitaba, la verdad. Y en ese sentido, me gusta la decisión de no mostrar nunca a un actor interpretando a Jordan, dado que es tan icónico reconocible que nuestra suspensión de credulidad saltaría por los aires.

Creo que la gente que vea Air ya sabe a lo que viene, pero incluso con el elemento de falta de sorpresa ante un resultado final conocido, las Air Jordan son posiblemente las zapatillas más populares y conocidas de la historia, el buen hacer de todos los profesionales implicados convierten a esta película en un éxito total.

En todo caso, está muy chulo conocer datos como que Jordan estuvo cobrando durante muchos años 400 millones de dólares al años de Nike gracias al revolucionario contrato que firmaron mediante el que se garantizaba un porcentaje de la venta de cada zapatilla. O que Nike antes de Jordan tenía una previsión de ventas de 3 millones de dólares con su división de baloncesto, pasando a vender 192 millones el primer año de Jordan en la NBA. Hablando de historias de éxito…

Comparto el trailer de la película:

Air es una película estupenda con un reparto estelar, unos diálogos con chispa y una gran dirección de Affleck. No se le puede pedir más.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de El Último Duelo de Ridley Scott

El último duelo es un películón de los que merece la pena ver en pantalla grande y que recupera al mejor Ridley Scott de los últimos años, con un reparto de lujo formado por Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer y Ben Affleck.

PUNTUACIÓN: 8/10

Artículo CON spoilers.

Basada en hechos reales, la película se centra en el duelo entre Jean de Carrouges (Matt Damon) y Jacques Le Gris (Adam Driver), dos amigos que se convirtieron en rivales. Francia del siglo XIV, cuenta la historia de Marguerite de Carrouges (Jodie Comer), que declara haber sido violada por el caballero Le Gris, el mejor amigo de su marido Jean. Al no creerle nadie y ante tal ofensa, su marido acusa a su mejor amigo ante el rey Carlos VI, quien decide autorizar un duelo a muerte entre ambos. (FILMAFFINITY)

The Last Duel: A True Story of Trial by Combat in Medieval France es un libro de 2004 del autor estadounidense Eric Jager sobre el último duelo judicial oficialmente reconocido en Francia, que tuvo lugar en 1386. Es interesante indicar que aunque este fue el último duelo judicial celebrado en Francia, no fue el último duelo legal. Los posteriores duelos autorizados no fueron duelos judiciales que decidieron la culpabilidad e inocencia de los participantes, sino duelos por el honor para vengar una afrenta. La adaptación del libro de Jager se anunció por primera vez en 2015, aunque no se dio luz verde oficialmente hasta julio de 2019, cuando Ben Affleck y Matt Damon fueron confirmados como estrellas y coguionistas de la película junto al director Ridley Scott.

Hablar de Ridley Scott (Inglaterra, 1937) es hablar de una leyenda viva del cine: Alien, Blade Runner, Gladiator, El Reino de los cielos, Thelma y Louis, Los duelistas, Black Hawk Down… Demasiadas películas buenas como para acordarme de todas. Sin embargo, hay que reconocer que The Martian (2015) también con Matt Damon, fue su última gran película, y que en los últimos años hemos tenido más decepciones (Prometheus, Alien: Covenant) que aciertos. El último duelo es su vuelta por la puerta grande.

Como comentaba, a partir de un guión de Affleck, Damon y Nicole Holofcener, Scott ha creado una película de 152 minutos que fue rodada durante 2020 (sufriendo una paralización del rodaje debido al COVID) en localizaciones de Francia e Irlanda. El último duelo cuenta con fotografía de Darius Wolski, montaje de Claire Simpson y música de Harry Gregson-Williams. La película contó con un presupuesto de 100 millones de dólares que lucen espectaculares en pantalla. Lamentablemente, ha sido un fracaso comercial absoluto, ya que en el momento de escribir estas líneas tan sólo ha recaudado 25 millones en todo el mundo. La película producida por 20th Century Studios, va a generar millones de dólares de pérdidas para Disney.

El reparto de El último duel me parece alucinante y transmiten todo el carisma que se espera de las grandes estrellas de Hollywood. Empezando por Matt Damon como Sir Jean de Carrouges, un caballero poco reflexivo más interesado en la guerra que en cuidar de sus propiedades y de su esposa. Junto a él tenemos Adam Driver como Jacques Le Gris, escudero del Rey de Francia amigo de Jean que se convertirá en la mano derecha del Conde Pierre d´Aleçon (Ben Affleck), el noble que controlaba la zona de Normandía. Jodie Comer es Marguerite de Carrouges, la esposa de Jean que aparte de bella es mucho más inteligente de lo se estilaba en la época.

Completarían el reparto Harriet Walter como Nicole de Buchard, madre de Jean y suegra de Marguerite, Alex Lawther como el Rey Charles VI, Marton Csokas como Crespin, un escudero amigo de Jean y Tallulah Haddon como Marie, una amia de Marguerite.

Si hablamos en positivo del cine comercial de entretenimiento, no se puede hacer mejor que lo que Ridley Scott nos ofrece con esta película. El último duelo es una estupenda película que cuenta una historia interesante que nos habla de un suceso real del pasado que puede tener enseñanzas para nuestra sociedad actual, contada de forma visualmente brillante con una estructura narrativa poco habitual y que tiene a 4 grandes actores que transmiten todo su carisma y calidad actoral a la pantalla, con una duración de 150 minutos que en ningún momento se hace larga. Como digo, no se puede hacer mejor, con un diseño de producción, una fotografía, un vestuario y una música de diez que nos transportan desde el minuto uno al siglo XIV.

Aunque hay importantes escenas de acción rodadas con una brutalidad poco habitual además del duelo que da nombre a la película, realmente la película no es una historia de acción, sino que busca mostrarnos cómo era la sociedad medieval, con especial atención al sufrimiento y sometimiento que sufría la mujer convertida poco menos que en una propiedad para el marido. Uno de los elementos que más me gustan de El último duelo es que la historia te muestra de forma fría, aséptica y dura un montón de elementos que resultan terroríficos bajo el prisma de nuestra sociedad moderna pero que eran lo más normales hace 7 siglos y a nadie se le ocurría cuestionar.

Empezando por una violación mostrada por duplicado que resulta no ser un delito dentro de las leyes de la época. Debido al sometimiento de la mujer al varón, ésta no podía denunciar a su agresor, sino que tenía que hacerlo su marido en cuanto a que habían usado ¿estropeado? sin permiso “su propiedad”. Buff, se me pone la carne de gallina sólo con pensarlo. O que lo normal de la época era que la mayoría de mujeres hubieran sido violadas en algún momento de su vida, algo que descubrimos por boca de la madre de Jean, y como las mujeres tenían que agachar la cabeza y seguir adelante con su vida.

Y qué decir de un clero que tenía normas especiales que se aplicaban sólo a ellos y que les permitían salir libres de prácticamente cualquier acusación de violación, un hecho que prácticamente ha continuado hasta nuestros días. O de la llamada cultura de la violación actual que hace una persona poderosa no conciba que ha violado a una mujer porque quién no querría estar con él siendo alguien tan importante. Ambos detalles son puestos en el contexto medieval pero tienen una correspondencia actual absoluta. Como lo es que la peor enemiga de una mujer suele ser otra, en este caso que no la cree y piensa que de alguna manera probablemente ella lo provocó y fue culpa suya.

Todos estos elementos son únicamente el subtexto que muestran la realidad de la época, y no es necesario que me digan que es algo malo porque cualquier persona normal que tenga la brújula moral en el sitio adecuado que vea la película lo entenderá automáticamente. Mostrar sin pretender dar todas las respuestas o dejar espacio para la comprensión del espectador es siempre mejor opción que el abofetear al espectador con los panfletos con los que nos están machacando otras producciones.

Aparte de este subtexto, otro elemento que me ha gustado mucho es que la historia es super entretenida a pesar de ser casi dos horas y media de película, al plantear una premisa poco habitual en el cine comercial, al contarnos la historia desde el punto de vista de los tres protagonistas, primero el de Sir Jean de Carrouges (Damon), el marido agraviado, después el de Jacques Le Gris (Driver), el autor del crimen, terminando con el de la víctima Marguerite de Carrouges (Jodie Comer). Esto hace que la película vuelva atrás en dos ocasiones cuando cambiamos de punto de vista, ofreciendo cada nuevo narrador matices que son super interesantes y aportan una nueva dimensión a hechos que acabábamos de ver.

De esta manera, descubrimos que Sir Jean en lugar de ser el noble y valeroso guerrero que parecía es un ser mezquino y envidioso que se interesa más por la guerra que por dirigir bien sus tierras, tratando de forma despótica a su mujer. De igual forma, Le Gris es un cerdo violador, pero también intenta ayudar y ser un buen amigo de Sir Jean, a pesar de sus numerosos desplantes, lo cual le convierte en un personaje complejo. Asqueroso, pero interesante.

Quizá el pero de la película es que mientras veía la película estaba esperando un giro, una sorpresa que hiciera que todo lo que pensabas que estaba pasando hasta ese momento fuera falso, y nunca llegó a pasar. De hecho, hubo un momento que me sorprendí pensando si no sería todo una trama creada por Marguerite para desacreditar a Le Gris y enriquecer a su marido, pero que va. La historia no va de un whudinit, sino de documentar de forma interesante y entretenida el sufrimiento de la mujer en la Edad Media. Y por tanto cada punto de vista no hace sino reforzar que SI hubo violación, nunca hubo duda al respecto. Esto hace que sobre todo la tercera parte con el punto de vista de Marguerite quede un pelín larga con momentos que refuerzan lo ya visto pero sin aportar demasiadas novedades. En especial en la escena de la violación que es mostrada casi igual que la habiamos visto, siendo un momento dolorosa de ver pero algo redundante. Esto hace que el ritmo se resienta un poco en esa parte, pero a mi nunca se me hizo aburrida.

Creo que del trío protagonista, dado que Ben Affleck tiene un papel secundario, Jodie Comer es la mejor de los tres. Su interpretación es tremenda y nos mete de lleno en un drama que no puede exteriorizar y que es puesto en duda por todos a su alrededor. Comer lo hace genial, pero también hay que reconocer que este papel es el más agradecido de los tres. Adam Driver creo que también lo hace muy bien como un noble inteligente y carismático que se sabe mejor que los demás y que sabe explotar sus habilidades en su propio provecho. Y agradezco que una gran estrella como Matt Damon se haya arriesgado con el papel del cerdo, impulsivo y desfigurado Sir Jean. Reconozco que se me hizo raro creerme que este chaval de la Costa Este americana sea un escudero en la Francia medieval, pero si el objetivo era conseguir que despreciáramos a Sir Jean, el éxito es brutal.

El climax de la película con el duelo también me parece tremendo, dejando claro que Sir Jean no está luchando por restaurar el honor de su mujer sino por su propio orgullo, y que ha apostado la vida de su mujer para vengarse de un Le Gris contra el que se ha sentido acomplejado toda su vida. El duelo es un prodigio de narrativa, espectacularidad y brutalidad, con una muerte super bestia que hizo que apartara la mirada y en el que las apuestan no pueden ser mayores, ya que Marguerite también morirá si su marido pierde el combate.

De hecho, más allá del ganador del combate, el shock viene del convencimiento que adquiere Marguerite sobre que si hubiera sabido que su marido estaba dispuesto a jugarse su vida y hacer que su hijo quedara huérfano, ella no hubiera acusado a Le Gris y se hubiera centrado en criar a su hijo como han hecho miles y miles de mujeres violadas antes que ella. De hecho, la historia llega a su final de forma satisfactoria, pero la cultura de la violación llegó hasta nuestros días, por lo que en la parte de crítica social su denuncia queda de candente actualidad.

Por último, un comentario sobre el fracaso comercial de la película. Hay un grupo de gente que siempre se queja del cine comercial, en concreto del blockbuster palomitero y sobre todo de los superhéroes, como si fueran la fuente de todos los males de la industria del cine, afirmando que NO se hacen películas interesantes para un público «adulto», o al menos mayor de 30 años, entre los que esos comentaristas se suelen situar. Sin embargo, cuando se estrenan precisamente películas de ese tipo que reclama, tampoco va a verla, quizá argumentando entonces que el cine es muy caro, y como va a ir todas las semanas al cine pagando teniendo su suscripción a Netflix (o a Filmin). Yo pongo mi cartera donde pongo mis opiniones, así que no tengo problema en apoyar el tipo de cine que quiero ver.

Pero es que hay que negar la mayor, porque los datos de las taquillas tras el levantamiento de las restricciones del COVID indican que si los cines están consiguiendo ser rentables de nuevo y tener ingresos más o menos regulares es precisamente gracias al cine comercial que estas personas desprecian, sin el cual la mayoría de salas habrían cerrado. Este mes de octubre y noviembre hay una amplísima oferta de cine variado dirigido a un público adulto, y ninguna de estas películas está consiguiendo recaudaciones importantes, lo que indica que es este tipo de espectadores es el que aún no ha vuelto a las salas. Luego que no se quejen que no hacen cine para ellos si cuando se estrenaron «sus» películas ¡ellos tampoco fueron!

Sin embargo, en lugar de intentar vender mejor la película o recomendarla a sus conocidos, tengo claro que habrá quien siga diciendo que la culpa de todo es de la gente que sólo va al cine una vez al mes y ha preferido ver Shang-Chi o Eternals antes que Dune o este El último duelo. Una opinión ridícula, obviamente, que deja en evidencia a quien la expresa. Deberían preguntarse qué han hecho mal para no saber captar la atención del espectador, en lugar de llorar porque alguien hizo su trabajo mejor que ellos.

Comparto el trailer de la película:

El último duelo es un peliculón que no te deberías perder que justifica sin duda el ir al cine y pagar por verlo en pantalla grande.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Contagio de Steven Soderbergh

Ahora que el mes de junio y el pase de fase de confinamiento parece que nos hace pensar que lo peor de la crisis del Covid-19 ha pasado, he encontrado el estado mental adecuado para poder ver Contagio, la estupenda película de 2011 de Steven Soderbergh que está de plena actualidad.

PUNTUACIÓN: 8/10

De repente, sin saber cuál es su origen, aunque todo hace sospechar que comienza con el viaje de una norteamericana a un casino de Hong Kong, un virus mortal comienza a propagarse por todo el mundo. En pocos días, la enfermedad empieza a diezmar a la población. El contagio se produce por mero contacto entre los seres humanos. Un thriller realista y sin efectos especiales sobre los efectos de una epidemia. (FILMAFFINITY)

Steven Soderbergh dirige esta película estrenada en 2011 que en su momento tomó como inspiración laproblemática que planteaban los brotes de SARS entre 2002-04 y  de la gripe A (H1N1) en 2009-2010, con la que la actual Covid-19 comparte numerosos elementos. P ara escribir el guión contó con Scott Z. Burns, colaborador habitual suyo, planteando la historia desde el realismo, mostrando de forma comprensible y clara la respuesta científica y de salud pública ante una pandemia, y las diferentes derivadas que ello ocasiona a todos los niveles, desde sociales como empresariales e incluso en las relaciones internacionales.

Estamos por tanto ante historia coral, y me ha encanto poder disfrutar de un reparto de superestrellas entre las que tenemos a Matt Damon, Jude Law, Kate Winslet, Laurence Fishburne, Marion Cotillard y Gwyneth Paltrow, cubriendo la pandemia desde todos los puntos de vista.

A partir de un padre de familia normal, Mitch Emhoff (Damon), cuya vida se derrumba por la muerte de su mujer Beth (Paltrow) y su hijo, que son unas de las primeras víctimas de la epidemia en los Estados Unidos, conoceremos las consecuencias que la pandemia causa en la sociedad americana, cuyo confinamiento provoca pánico, saqueos y escasez. Damon ofrece el punto de vista de la gente normal y consigue dotar a su personaje de la perfecta humanidad ante lo que se le viene encima.

Laurence Fishburne es el Dr. Ellis Cheever responsable del Centro de Control de Enfermedades en Atlanta, y tendrá que enfrentarse a la vertiente científica pero también a la dimensión humana de la enfermedad, mostrando que nadie es perfecto y se puede ser un buen profesional y a la vez cometer errores. El Dr. Cheever manda a su amiga la Dra. Erin Mears (Kate Winslet) a investigar los primeros brotes en los Estados Unidos y a tratar de encontrar algún medio para controlar su propagación.

Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud manda a Hong Kong a la doctora Leonora Orantes (Marion Cotillard) para que se encargue de la investigación en el terreno, al creerse que la enfermedad se generó allí.

Mientras la doctora Ally Hextall (Jennifer Ehle) o el doctor Ian Sussman (Elliot Gould) intentan identificar el virus que provoca la pandemia y a su vez, encontrar una vacuna, Alan Krumweide (Jude Law), un bloguero online, extiende teorías de la conspiración contra la versión oficial y genera dudas entre la sociedad sobre las medicinas que se están preparando.

Soderbergh, que además de dirigir realiza la función de director de fotografía, siempre ha sido un maestro en el uso de la cámara y hace que desde el primer momento el espectador esté en el centro de la acción. Manteniendo además  un pulso narrativo brutal, consigue que todo se explique de forma clara y que no nos perdamos a pesar de los diferentes saltos entre personajes y localizaciones.

La música de Cliff Martínez transmite la sensación de frenetismo y drama aséptico ante una enfermedad contra la que no se puede combatir, solo asilarte para no enfermar. Además, con un estupendo montaje de Stephen Mirrione, consigue condensar un tema tan complejo con múltiples derivadas en una película perfecta de 100 minutos que condensa los principales temas que merecer ser considerados.

Soderbergh pone uno de los focos de la película en los medios de expansión de la enfermedad, que no son solo las personas, sino también los objetos que estos tocan y que serán tocados por otras personas que seguramente acabarán contagiadas. Este segundo detenido en los objetos, a veces ni siquiera tanto tiempo, tiene un efecto dramático increíble, sobre todo sabiendo como sabemos ahora cuales son los principales mecanismos de autoprotección.

Pero no es este el único hallazgo que Soderbergh nos ofrece durante la película, siendo de hecho una master class de síntesis y fluidez narrativa, de forma que ofrece una de las películas más redondas de su filmografía.

Lo alucinante de este Contagio es lo bien que muestra un motón de temas asociados a una pandemia que están de rabiosa y triste actualidad. Desde un gobierno chino que empieza con más interés de tapar el escándalo que de ofrecer soluciones, a un periódico que cuando conoce la existencia de la pendemia se resiste a publicarlo porque «no quiere ser el primero en gritar LOBO». O los funcionarios públicos de un estado que a pesar de haber ya muertes en su territorio no quiere que se tomen medidas drásticas porque pueden afectar a la temporada de ventas de Acción de Gracias, y ante la construcción de un hospital de campaña pregunta quien va a pagarlo.

El personaje de Jude Law también muestra con gran acierto la realidad de las fake-news y los «expertos» que desafían la verdad oficial para conseguir su propio beneficio, otro elemento de plena actualidad. Aunque esta no es una historia de buenos y malos, me parece que quizá para Soberbergh él simboliza al «villano» de la historia, que rompe la paz social y ayuda a sacar lo peor de nosotros mismos.

En general las empresas farmacéuticas no salen demasiado bien paradas, aunque no se realiza una crítica directa contra ellas. Tampoco los sindicatos tienen en esta historia una función positiva, y veremos  como la escasez y la enfermedad sacan lo peor de mucha gente. Desde ese punto de vista, el guión de Contagio lo veo super realista y un poco descreido.

En todo caso, igual que ha pasado en la vida real, los grandes héroes de Contagio son el personal sanitario y los investigadores que buscan una cura, que ponen su vocación de servicio por encima de su seguridad personal y que sufrirán en sus carnes la enfermedad. Estos profesionales dan el toque humano positivo al que aferrarse incluso aunque se equivoquen y a veces antepongan a su familia frente al bien común. También en este aspecto, el no convertirles en seres perfectos hace que todo transmita una mayor sensación de realismo y me creo algunas decisiones que se toman, incluso las equivocadas.

Además del pánico de masas y al colapso del orden social, veremos los problemas derivados por la escasez de recursos que sufren los sanitarios y en general todo el mundo, algo que también hemos visto en las últimas semanas.

Además de todo lo anterior, la película como experiencia audiovisual está también planteada en clave de thriller en la que se investiga el nacimiento de la epidemia y quien fue el paciente «cero» que comenzó su transmisión. Incluso ese elemento está perfectamente resuelto gracias a un perfecto montaje que consigue que el visionado haya sido excelente de principio a fin.

Contagio me parece una película excente que huye de efectismos baratos y presenta una dura realidad posible que nueve años más tarde se ha convertido en dolorosa realidad.

Comparto el trailer de la película:

Contagio es una película espectacular que aunque se estrenó en 2011 está de plena actualidad debido a la situación que estamos viviendo por la crisis del Covid-19. Si tienes el adecuado estado mental, te la recomiendo completamente.

PUNTUACIÓN: 8/10

 

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Crítica de Ford v Ferrari, de James Mangold

Ford v Ferrari (Le Mans 66) de James Mangold es una buena película basada en hechos reales del mundo de las carreras con unos excelentes Christian Bale y Matt Damon. Una película que lo hace todo bien pero que se me queda en «buena sin más» y alejada de mi top de películas de 2019.

PUNTUACIÓN: 7/10

Ford v Ferrari se centra en un excéntrico y decidido equipo americano de ingenieros y diseñadores, liderados por el visionario automovilístico Carroll Shelby (Matt Damon) y su conductor británico Ken Miles (Christian Bale). Henry Ford II y Lee Iacocca les dan la misión de construir desde cero un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966. (FILMAFFINITY)

James Mangold (Logan, Tren 3:10 a Yuma) dirige y escribe el guión de esta película inspirada en hechos reales que adapta el libro de A.J. Baime. Además de Mangold, Jason Keller, Jez Butterworth y John-Henry Butterworth colaboraron en el guión. Ford v Ferrari cuenta con música de Marco Beltrami ( Logan, Tren 3:10 a Yuma, Yo, Robot, Guerra Mundial Z…) y una excelente fotografía de Phedon Papamichael (Tren 3:10 a Yuma, Nebraska,…)

Viendo el equipo técnico, no hay duda que Mangold confía totalmente en sus colaboradores habituales, y lo cierto es que en lo referido a estos apartados, la película es irreprochables, y se demuestra el viejo dicho que si algo no está roto, no lo cambies.

Christian Bale es Ken Miles, un piloto inglés que es un desastre en su vida normal y que solo es feliz cuando conduce. Matt Damon es Carroll Shelby, un expiloto campeón en Le Mans experto en el diseño coches de carreras.

Ambos protagonizarán el asalto de Ford al trono de Ferrari en las míticas 24 horas de Le Mans de 1966. Para crear un coche de carreras ganador, Shelby y Miles tendrán que enfrentarse no a los italianos, sino a la burocracia de una gran empresa, la FORD de los años 60, que ahoga la creatividad y busca la estardarización de todo lo que hacen.

Escuchar a Bale y Damon en Versión Original ha sido una pasada, aunque reconozco que un poco complicada. Bale crea un acento super british cerrado bastante complicado de entender en muchos momentos, mientras que Damon añade a su interpretación un acento sureño algo más sencillo de entender. No es sólo el carisma, la personalidad y la buena química que ambos transmiten en pantalla, es que son grandísimos actores y detalles como los acentos, para igualarles a las personas reales a las que encarnan, es un detalle brutal.

Técnicamente, Ford v Ferrari está super bien rodada, la fotografía y el montaje de sonido son espectaculares y meten al espectador en el circuito al lado de Christian Bale. Hay varios momentos durante las carreras que son bestiales, creo que la faceta de película “deportiva” es una pasada. Pero además de como una funcional historia de carreras, la película funciona razonablemente bien como una fábula de creativos vs burócratas, gracias a unas notables interpretaciones que elevan el acabado final.

Sin conocerlo exactamente, me ha parecido que la recreación del mundo de las carreras de los años 60 es también perfecta, y he visto fotos de la época que demuestran que Mangold y su equipo han cuidado hasta el último detalle. La película ha contado con un presupuesto cercano a los 100 millones de dólares y la verdad es que lucen en pantalla. Este presupuesto es super importante teniendo en cuenta el momento de incertidumbre que están viviendo los grandes estudios para presentar propuestas que capten la atención del espectador y les hagan ir al cine porque la película parece mejor que la última serie de Netflix o la HBO, y demostraría que la Fox tiene una confianza total en el directo de Logan.

Dicho esto, y recalcando que la película en líneas generales me ha gustado y creo que todo lo que propone lo hace razonablemente bien, personalmente se me ha quedado en una película de «bien sin más». Ford v Ferrari es correcta en todo pero no consigue emocionarme nunca y no me dejó con ganas de volverla a ver. Quizá es porque nunca fui demasiado fan de las carreras de formula 1 o porque los protagonistas no tiene un verdadero desafío que vencer más allá de hacer que «el sistema y la burocracia” sean los antagonistas a superar, pero me ha parecido una historia muy funcional de dos personas muy diferentes que tienen que trabajar juntos para conseguir que sus sueños se hagan realidad.

Respetando todas las opiniones, no entiendo esta obsesión de encumbrar películas que son solo correctas, ni la falta de memoria de mucha gente para los que el estreno de la semana parece que sea siempre la mejor película del año… hasta el siguiente estreno 7 días más tarde. Es cierto que el carisma de Bale y Damon elevan la calidad de una película que en circunstancias normales sería muy normalita, pero en ningún caso se me ocurriría calificarla de sobresaliente.

Personalmente, una película sobre el mundo de las carreras y sus pilotos que me gustó mucho más que esta Ford v Ferrari fue Rush de Ron Howard (2013), con unos excelentes Daniel Brühl como Niki Lauda y Chris Hemsworth como James Hunt, que aún no me explico como pudo pasar tan desapercibida. Un película en la que nos muestran una rivalidad legendaria en el mundo de la Fórmula 1 de los años 70 con dos grandes pilotos con formas de ver la vida opuestas pero que compartían el amor por el deporte y el ansia de superación.

Comparto el trailer de la película:

Ford v Ferrari cuenta esta historia inspirada en hechos reales de forma correctísima y funcional, y es una película especialmente indicada para los fans de las películas deportivas de superación.

PUNTUACIÓN: 7/10

 

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Marte, la película más positiva del año

Marte, la nueva película de Ridley Scott, es un triunfo total, y una película realmente inspiradora y positiva, que me ha encantado.

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El concepto es muy simple, pero a la vez muy bien ejecutado. El astronauta Mark Watney (Matt Damon) queda abandonado y dado por muerto en la superficie de Marte, tras sufrir un accidente durante la evacuación de la misión en la que participaba.

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Ante esta situación, Watney tendrá que utilizar al máximo sus conocimientos de biología y su ingenio para conseguir sobrevivir hasta que llegue el rescate, que puede tardar años. Y lo primero y principal es resolver como cultivar alimentos en Marte, algo que mucha gente tacharía de imposible.

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La película nos devuelve la fe en el trabajo de Ridley Scott, que llevaba casi 10 años encadenando fracaso tras fracaso, quizá no económico pero sin duda sí creativo. En el caso que nos ocupa, el guión de Drew Goddard realizado a partir del best-seller del escritor Andy Weir, es tan directo al grano y claro en su planteamiento y mensaje que consiguió que Scott solo se tuviera que preocupar del aspecto visual y narrativo, ámbitos en los que demuestra que sigue siendo un maestro.

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Matt Damon realiza un enorme interpretación en el papel de astronauta Watney. La película funciona gracias a él, y hubiera podido encallar si el papel hubiera recaído en otro actor menos inteligente. Porque inteligencia es lo que su actuación requería, sabiendo trasmitir carisma, desesperación o humor en dosis justas y en el momento adecuado.

THE MARTIAN

Este McGyver en Marte se apoya también en un enorme casting de grandes actores y jóvenes promesas que buscan despuntar, aglutinando uno de esos repartos de prestigio que tanto nos gusta ve en superproducciones de Hollywood. Matt Damon, Jessica Chastain, Jeff Daniels o Sean Bean en el lado de los veteranos están perfectamente acompañados por unos muy correctos actores de la nueva generación, como Michael Peña, Kate Mara, Chiwetel Ejiofor, Sebastian Stan o Donald Glover. Y aunque prácticamente todos son pequeños papeles que no pasan del arquetipo, todos consiguen unas interpretaciones creíbles.

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Porque otro aspecto importante de la película es la tensión constante alrededor de las dos líneas argumentales que circulan en paralelo durante los más de 140 minutos, que pasan como un suspiro. Por un lado, averiguar como consigue sobrevivir Watney, y por otro, una vez consigue ponerse en contacto con la Tierra, como se organizan los científicos y astronautas de todo el mundo para diseñar y ejecutar su rescate.

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La música de Harry Gregson-Williams encaja perfectamente con el espíritu de los pioneros y los descubridores que la película trasmite, sin necesidad de caer en pomposidades o estridencias innecesarias. La fotografía de Dariusz Wolski  ayuda a mostrarnos al planeta rojo en toda su majestuosidad, al mismo tiempo que da un tono muy realista a la acción en la Tierra y la vida de Watney en el módulo Marciano. Además, los efectos especiales están perfectos en todo momento.

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Al final, el mensaje es claro: No hay problema sin solución si ponemos a los mejores. Y si nos unimos, no hay montaña que no pueda ser escalada, ni fuerza de la naturaleza que no pueda ser vencida. Pero siempre desde un punto de vista positivo, buscando sumar entre todos y no dividir.

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Comparto con vosotros el trailer de la película:

Marte es una película que nos devuelve la fe en la raza humana y nos muestra de lo que somos capaces si somos capaces de trabajar unidos por el bien común. Una de las mejores películas del año, y totalmente recomendable, tanto si te gusta la ciencia ficción como si no.

¡Totalmente recomendable!

Puntuación: 9/10