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Critica de Green Book, de Peter Farrelly

Green Book, dirigida por Peter Farrelly,  ha sido una de las grandes ganadoras de los Oscars con sus tres premios: Mejor Pelicula, Mejor Actor de Reparto Mahershala Ali y Mejor Guión Original. Y aunque no creo que sea la mejor película del año, sí es una encantadora comedia que trata de forma muy inteligente un tema controvertido como es el racismo.

PUNTUACION 8/10

Años 60. Cuando Tony Lip (Viggo Mortensen), un rudo italoamericano del Bronx, es contratado como chófer del virtuoso pianista negro Don Shirley (Mahershala Ali), durante una gira de conciertos por el Sur de Estados Unidos, deberá tener presente «El libro verde», una guía que indicaba los pocos establecimientos donde se aceptaba a los afroamericanos. Son dos personas que tendrán que hacer frente al racismo y los prejuicios, pero a las el destino unirán, obligándoles a dejar de lado las diferencias para sobrevivir y prosperar en el viaje de sus vidas.

Green Book está basada en una historia real que le sucedió al padre de  Nick Vallelonga, autor del guión junto a Brian Hayes Currie. Aunque en un primer momento sorprendió a elección de director de Peter Farrelly, uno de los hermanos autores de comedias como «Algo pasa con Mary», creo que supera con nota el encargo, dotando de una gran humanidad a los personajes y aportando un punto cómico a una historia que si piensas en ella es un gran drama que refleja el racismo imperante en la sociedad americana hace 50 años, y que aún no ha sido aún completamente erradicado. 

Otro elemento que me ha gustado y quiero mencionar es la música de  Kris Bowers que alterna temas de la época de cantantes super conocidos como Areta Franklin o Little Richads con otros temas de música clásica, y que sirven para reafirmar la salto existente entre Don Shirley, el pianista que contrata a Tony, y la sociedad de la época, ya sea blancos o negros. 

Lo mejor de Green Book es sin duda la química en pantalla de unos espectaculares Viggo Mortensen y Mahershala Ali, y el mensaje positivo que lanza la película: aunque el racismo sigue siendo algo horriblemente real, puede vencerse si las personas intentamos conocer a nuestros semejantes, y como mediante la empatía podemos llegar a ser mejores seres humanos si lo intentamos.

En este punto, aunque la película me ha gustado mucho, quiero comentar los elementos que creo son menos buenos para poder entrar luego en profundidad en el análisis de la historia.

Por un lado, aunque creo que el guión funciona de maravilla para resaltar el mensaje que quiere transmitir, realmente estamos ante un guión muy básico que repite una fórmula muy trillada que hemos visto cientos de veces en el cine: Dos personas muy diferentes deben trabajar juntas y fruto de esta colaboración se produce un cambio y una evolución en sus vidas para mejor. Si pensáis en ello, podréis decir un montón de películas, empezando por todas las «buddy-movies» que utilizan esta fórmula. En todo caso, usar una fórmula no tiene nada de malo si se utiliza bien, como creo que es el caso en Green Book.

Por otro lado, aunque tenía ganas de verla y no me ha defraudado, realmente creo que NO es ni mucho menos la mejor película del año. Acerté con Green Book en mi quiniela de los Oscars porque pensé (correctamente) que políticamente los Académicos no se atreverían a darle el premio a Roma, que era lo que merecía, y que para dejar a todo el mundo contento, darían a Roma el premio a película no inglesa, lo que dejaría el paso para otra película. Y en este sentido, pensé que el «feel-good» y positivismo de la película le haría ganar votos, como así resulto ser.

Pero justo por tratarse más que nunca en un premio «político», los espectadores que vayan a verla por el reclamo de los Oscars igual quedan defraudados por una historia planteada como una comedia amable. Sin embargo, creo que su mensaje es claro y sencillo, y que queda en la mente del espectador.

A partir de ahora, voy a comentar aspectos de la película que son SPOILERS, os recomiendo que veáis la película y volváis para terminar de leer mis impresiones sobre la película.

Como decía antes, Green Book es un triunfo gracias a sus sobresalientes protagonistas, Viggo Mortensen y Mahershala Ali. 

Mortensen interpreta a Tony, un italo-americano racista, violento y con un nivel cultural bajo, malhablado y soez. Me da pena no haber podido ver la película en V.O. porque viendo su expresión corporal, crees en todo momento que es italiano 100%, y entiendo que su acento sería igual. La película cuenta su evolución personal a partir de ser una persona racista cuyas actitudes creo que él ni siquiera se daba cuenta que eran racistas, a una mejor persona que comprende que el racismo, mostrado a través de múltiples situaciones reales cotidianas como no poder comprar, dormir o comer Shirley en las mismas tiendas, hoteles y restaurante que los blancos, es algo malo que debe ser rechazado.

Mahershala Ali es Don Shirley, un genio del piano que decide dar unos conciertos en el sur profundo como forma de intentar cambiar las mentes de la gente. Shirley era un negro gay superdotado, lo que le convertía en una minoría dentro de una minoría. Demasiado listo y culto para otros negros, es un negro para los blancos y un gay en un momento que eran tratados como delincuentes por toda la sociedad. Normal que en estas circunstancias (las de la película, no se si en la vida real era 100% así), el personaje sea un engreído que prefiere aislarse de sus semejantes. Sin embargo, durante la película, fruto de su relación con Tony, decide volver a abrirse y a intentar disfrutar de la vida en compañía de otras personas, abriéndose a nuevas experiencias incluso con la musica «popular» que inicialmente rechaza de plano.

El humor es finísimo y conectó conmigo desde el comienzo, y se construye a partir de las personalidades chocantes de Tony y Shirley. En esto la actuación de Ali es un triunfo total, por ejemplo en la sutil  forma en que tuerce el gesto cada vez que Tony dice una barbaridad o algo que no es cierto. Y como muestra que aunque Shirley es más inteligente, listo y culto que Tony, tiene la suficiente empatía para no discutir con él de cosas que ni siquiera entiende para empezar.

En todo caso, aunque ambos actores están extraordinarios, la película cuenta la evolución del personaje de Viggo Mortensen y su cambio vital. Se nota que el guionista es el hijo de Tony, Nick Vallelonga, y es normal que el protagonista sea Mortensen y Ali esté acreditado como secundario, que fue el Oscar que ganó con todo merecimiento. Este hecho no quita que también el personaje de Ali cambie y evolucione, pero el punto de vista narrativo es el de Tony, que va descubriendo lo malo y discriminatorio que es el racismo, y al que acompañamos nosotros como espectadores.

Otra de las virtudes de la película es que yo no conocía que existiera un «Libro Verde» hasta que he visto la película. Green Book despierta nuestra consciencia hacia unas situaciones que sucedían con triste naturalidad hace tan solo 50 años y hace que queramos conocer más sobre este tema. Un racismo que estaba tan normalizado que se veía como normal que se editara un libro para indicar los pocos hoteles, tugurios en su mayoría, que admitían negros frente a la gran mayoría que no lo permitían. Esto es un escándalo tan grande que es increíble que fuera real.

Esto nos lleva al otro gran acierto para mi de la película. La película muestra numerosas situaciones claramente racistas de una forma aséptica sin necesidad que se diga que es algo malo, porque la acción habla por si sola. Como espectador y lector, siempre agradezco cuando una obra no me tome por tonto y entiende que no hace falta que me digan que es horrible que los negros no pudieran salir a la calle por la noche, ya lo pillo  simplemente con verlo. Soy un gran defensor del «show, don´t tell» como planteamiento narrativo, y encuentro que uno de los problemas de otras obras recientes es su obsesión por «predicar» y repetir machaconamente lo malo que es una situación, y por extensión, los que cometen ese hecho. Y por elevación, los que no lo condenan o piden perdón por los actos de esas otras personas.

La película hace digerible con el humor una película repleta de situaciones reales horribles para la comunidad afroamericana y otras. Pero en lugar de hacer una película seca y dura, para resaltar que «los blancos son todos unos racistas explotadores», los autores optan como opción creativa no solo denunciar estos hechos y costumbres racistas, sino lanzar un mensaje positivo que esta situación puede revertirse mediante la educación y la empatía frente al diferente.

No hay una forma correcta o incorrecta de mostrar el racismo, sino decisiones creativas de los autores que optan por destacar su mensaje de una manera u otra. Y creo que esta película triunfa porque hace una historia de evolución personal positiva que podemos enseñar a nuestros niños, de forma que que aprendan que es nuestra responsabilidad intentar ser nuestra mejor versión, respetando a nuestros semejantes y comprendiendo que existen diferentes formas de ver el mundo y vivir la vida que debemos respetar.

Una vez destacado los aspectos meramente cinematográficos, me veo obligado a comentar sobre la vergonzosa campaña de odio que ha recibido esta película, y que he podido leer tras recibir el Oscar a Mejor Película.

He leído varias críticas lamentables de Green Book en webs americanas que al final podrían resumirse en algo que Spike Lee ya dijo en su día cuando Tarantino hizo Django: Unos blancos no pueden hacer una película que toque temas de racismo. Y menos si se plantea en tono de comedia positiva de evolución personal y no sea un drama tremendo que pida perdón por los hechos cometidos por una parte de la sociedad americana.

Esto pone de relieve que hay un grupo radical de gente que no solo exige que se hagan las películas que ellos les gustaría ver de la forma que ellos quieren, sino que niegan la posibilidad de que otros autores puedan dar su propio punto de vista, si difiere del suyo. Se habla mucho de los haters de «The Last Jedi», pero aquí tenemos otro ejemplo de libro de «odio esto porque no cuenta la historia como a mi me gustaría.» Obviando que ¡están contando hechos reales!!

He leído calificativos que Green Book es «la versión blanca del racismo que solo busca limpiar conciencias», y que «habían otras historias relacionadas con los Green Books que hubieran sido más interesantes (según ellos) para denunciar el racismo de la sociedad americana.» Opiniones que obviamente califican a los que las expresan, porque no hay duda que la intención de los creadores y productores de la película es denunciar lo malo que es el racismo, pero también dar un mensaje de esperanza hacia el futuro.

En este sentido, se analiza como positivo y normal que un hombre blanco aprenda lecciones positivas de un afroamericano y sea mejor persona gracias a ello. Pero sin embargo, pensar que un afroamericano pueda aprender algo positivo de un blanco, que es algo que también muestra la película, las dos personas evolucionan a mejor gracias al viaje que han compartido juntos, es visto como ofensivo y poco menos que racista, «perpetuando la figura del blanco salvador del negro», en palabras extraídas de esas mismas críticas. Me quedo asombrado no solo que esto se diga, sino que tanta gente parezca estar de acuerdo con ellas.

Y por otro lado, sobre la posibilidad de contar otras historias con el trasfondo del Green Book… ¡Perfecto, pon tu dinero y hazla tú mismo, a ver que tal te sale!!!! No puedo imaginar como deben sentirse los productores, escritores, director, actores, etc… tras emplear dos años de su vida e invertir su dinero para realizar esta película, que tengan ahora que aguantar que alguien desde la comodidad del sofá de su casa se atreva a decir que hay otras historias mejores… Buff, que fuerte… Es el perro del hortelano, ni come ni deja comer. Gente que no crea nada, solo destruye y critica cualquier cosa que no se ajusta con sus gustos, en lugar de intentar aportar algo positivo a la sociedad.

E incluso peor que este cuñadísmo es la demagogia y victimismo de estos mismo críticos que piensan que tienen derecho a decir lo que les de la gana sin que les respondan. Y cuando les dejan en evidencia recordando que estos son hechos reales que ¡¡sucedieron de verdad! su respuesta sea la de hacerse la víctima y decir que están sufriendo acoso.

Es decir, que Spike Lee puede hacer una comedia sobre el racismo que ridiculiza a los blancos en cada plano y dice que son (¿somos?) todos unos estúpidos paletos, mientras muestra que los negros son mejores que los blancos, mas inteligentes y más bellos. Y esto se admite como normal. Pero no se puede hacer una película con toques de humor para destacar que frente al racismo, somos mejores personas cuando nos abrimos para conocer a otras personas. No hay duda que en medio de la polarización actual del «conmigo o contra mi», este mensaje es demasiado radical.

En fin, me da pena tener que alargarme tanto en este tema que no es propiamente cinematográfico, pero es que hizo que me hirviera la sangre…

Comparto el trailer de la película:

Green Book me ha gustado mucho y creo que muestra de forma muy efectiva para quien lo quiera ver lo horrible que es el racismo y en general las actitudes que pretenden separar la gente, y lo importante que es conocer a nuestros semejantes no solo para entenderles sino para conseguir que seamos mejores personas.

PUNTUACION 8/10

 

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Crítica de Infiltrados en el KKKlan, de Spike Lee

He visto prácticamente toda la filmografía de Spike Lee, así que no podía perderme Infiltrados en el KKKlan . Y lamento decir que aún sabiendo el tipo de cine de Lee, me he encontrado un panfleto nada sutil en el que la historia de fondo es lo de menos a la hora de lanzar su mensaje.

PUNTUACIÓN: 4/10

A principios de los años setenta, una época de gran agitación social con la encarnizada lucha por los derechos civiles como telón de fondo, Ron Stallworth (John David Washington, hijo de Denzel) se convierte en el primer agente negro del departamento de policía de Colorado Springs. Pero es recibido con escepticismo y hostilidad por los mandos y algunos de los agentes. Sin amedrentarse, decide seguir adelante y hacer algo por su comunidad llevando a cabo una misión muy peligrosa: infiltrarse en el Ku Klux Klan y exponerlo ante la ciudad. Usando a un agente blanco (Adam Driver), para que acudiera a las reuniones, Stallworth llegó a hacerse socio del Klan.

La película está producida por Jordan Peele (director de la brillante Get Out), con un guión escrito por Spike Lee, Kevin Willmott, David Rabinowitz y Charlie Wachtel, a partir del libro escrito por el propio Ron Stallworth.

Si tengo que empezar por lo positivo, no tengo duda que Spike Lee es un buen director que sabe crear escenas muy potentes, como el montaje paralelo entre el bautismo del KKK y la historia del anciano a los estudiantes universitarios afroamericanos. Aunque luego entraré en el fondo, Lee demuestra toda su habilidad y pericia narrativa para lanzar su mensaje.

El casting está bastante bien. John David Washington, hijo de Denzel, realiza un buen debut protagonista. Washington realiza un buen papel interpretando a un afroamericano que intenta cambiar el sistema desde dentro, lo que le granjeará enfrentamientos con los blancos racistas, pero también desde los afromericanos radicales que le consideran un aliado del enemigo. Aunque es Adam Driver el que triunfa con su papel de compañero de Stallworth. Hay que quitarse el sobrero ante Driver, cuya filmografía y decisiones artísticas de los últimos años están siendo super interesantes.

Diría también que para ser una película de 130 minutos, la película es bastante entretenida y no se hace demasiado larga. Además, Lee consigue ponernos el corazón en un puño con su epílogo, en el que muestra imágenes reales de los enfrentamientos raciales que tuvieron lugar en el verano de 2017, para reafirmar su mensaje base de que el racismo una realidad en los USA, no algo del pasado. Y más con la victoria de Trump en las eleciones, al que vincula directamente con el resurgimiento de estos grupos racistas radicales.

Y aquí se acaba lo positivo. Infiltrado en el KKKlan realmente no buscar contar una historia real sino trasmitir un mensaje político repetitivo, machacando la idea que el sistema político y social americano SIEMPRE ha sido racista y los afroamericanos deben levantarse y rebelarse. Un racismo que está más fuerte que nunca con Trump en la Casa Blanca.

El principal problema para mi es que Spike Lee toma la decisión de contarnos la historia con un tono de farsa que me sacó del visionado. A pesar de que el racismo es terrible, jamás hay ninguna sensación de peligro porque todos los racistas son unos patanes y unos incultos y Lee se está riendo de ellos en todo momento.

En este aspecto, otra “sutil” decisión creativa es que todos los afroamericanos son personas inteligentes y bellas, mientras que blancos además de racistas son todos estúpidos, paletos, gordos, casi calvos y con ropa chunga. Y machistas, que no se nos olvide.

Otro hecho que me sacó del visionado fue su fallido climax final. Lee y sus guionistas se inventan una amenaza en forma de atentado terrorista que no sucedió realmente intentando, creo, dar mayor intensidad dramática a la historia. Pero fracasan estrepitosamente porque Lee no puede admitir que un blanco pueda ser inteligente, de forma que este climax acaba siendo ridículo. Además de una excusa para mostrar la típica escena gratuita de policías apaleando a un negro tan habitual en su filmografía, otro momento totalmente ridículo y fallido.

Spike Lee es tramposo hasta el punto de hacer que el compañero blanco de Stallworth sea judío en la película, cosa que NO era realmente, para que descubra en sus carnes lo malo que son los prejuicios y el racismo que sufren los afroamericanos de parte de los blancos racistas cristianos. De nuevo, dado que todos los blancos católicos son tontos paletos racistas, no puede mostrar a un blanco con cualidades positivas, por lo que su solución es cambiar la religión.

Lee siempre fue bastante sectario, pero su racismo contra los blancos en esta película adquiere una nueva dimensión. Sin embargo, su propuesta en mi opinión fracasa porque si los blancos racistas cristianos son todos unos paletos cabrones, ¿cómo han podido someter a la inteligente raza afroamericana? Siguiendo su razonamiento, no tiene demasiado sentido.

Para Lee no hay término medio, todo es un blanco y negro absoluto. Hasta el punto de decir que hay que elegir entre ser negro o americano, como si no se pudiera ser ambas cosas. O que la chica abandone al protagonista porque si eres afroamericano no puedes querar a un policía, ya que está trabajando para “el enemigo”. A pesar de haberla salvado la vida.

Una cosa es que te muestren unos hechos y permitan que el espectador entienda por si mismo el mensaje. Un ejemplo claro de esto es Detroit de Kathryn Bigelow, una espectacular y tensa película de parecido mensaje anti-racista, al contar unos hechos terribles reales de los 70 para mostrar que el racismo sigue siendo una realidad en la actualidad. Bigelow no necesita decirnos que el racismo es malo porque los hechos hablan por si mismos, y la violencia mostrada contra los afroamericanos es terrible.

Por contra, para Spike Lee la sutileza no existe, solo el trazo grueso y los términos absolutos. Blanco o Negro, conmigo o contra mi. Un mensaje aún más radicalizado con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Por ello, Lee nos abofetea con su mensaje en cada escena, en cada fotograma. América es racista, siempre lo fue y siempre lo será. Y los blancos son todos estúpidos y paletos. Y por si hubiera alguna duda mete porque sí parte de «El nacimiento de una nación» película racista de 1915 de D.W. Griffith que muchos historiadores dicen que ayudó a relanzar al KKK a principios del siglo XX,

Comparto el trailer de la película:

En resumen, Infiltrado en el KKKlan me ha supuesto una importante decepción amplificada además por los premios que ha conseguido, como el Gran Premio del Jurado de Cannes. Una ocasión perdida por parte de un director cada vez más radicalizado.

PUNTUACIÓN: 4/10