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Crítica de Sweet tooth temporada 3 (Netflix)

Sweet tooth termina en una tercera temporada que ofrece un buen final a esta historia ambientada en un mundo apocalíptico en el que la mayoría de la humanidad ha muerto y todos los recién nacidos son híbridos de humanos con animales.

PUNTUACIÓN: 7/10

Sweet Tooth está ambientada en un mundo en el que un virus ha matado a la mayoría de la población humana y ha dado lugar a la aparición de bebés híbridos que nacen en parte humanos y en parte animales. En esta temporada final, Gus y sus amigos empiezan un viaje a Alaska, al lugar donde todo empezó, donde los sueños de Gus le muestran que está la clave para solucionarlo todo y salvar tanto a humanos como híbridos.

Jeff Lemire creó Sweet Tooth dentro del sello Vertigo de DC Comics. Lemire dibujó y guionizó todos los ejemplares de esta serie, que fue publicada entre 2009 y 2013, con 40 números de duración. Sweet Tooth fue una de sus primeras obras de creación propia creada en la época de Essex County, y previa a muchas de sus obras posteriores con las que ha llegado a super conocido dentro del ámbito independiente: Trillium, Black Hammer, Un tipo duro o Descender entre otros. Es la actualidad, forma un estupendo equipo creativo con el artista italiano Andrea Sorrentino y el colorista Dave Stewart, con los que ha creado Gideon FallsPrimordial y el universo de historias de terror The Bone Orchard Mithos, en la que ya se han publicado las novelas gráficas The Passageways , Ten thousand black feathers y Tenement.

Jim Mickle es el creador de esta adaptación del comic de Jeff Lemire. Mickle es un director y escritor estadounidense, conocido por películas como Mulberry Street, Stake Land, We Are What We Are y Cold in July. También co-desarrolló la estupenda serie de SundanceTV Hap and Leonard, basada en las novelas de Joe R. Lansdale. Tras estrenarse su primera temporada en 2021 y la segunda en 2023, el final de la historia se estrenó este pasado verano, aunque no tuve ocasión de verlo hasta ahora. Los ocho episodios de esta temporada han sido dirigidos, a razón de dos episodios cada uno, por Toa Fraser, Robyn Grace, Ciaran Foy y el propio Mickle. En los guiones, además de a Mickle, encontramos a Noah Griffith, Daniel Stewart, Zaike LaPorte Airey, Carly Woodworth, Kseniya Melnik, Oanh Ly, Daniel G. King, Bo Yeon Kim y Erika Lippoldt. Aunque una parte importante de la serie está ambientada en Alaska, en realidad se rodó en su totalidad en Nueza Zelanda.

Christian Convery es Gus, un niño de 10 años medio humano, medio ciervo, ingenuo y positivo a pesar de todo que quiere encontrar a su madre. Nonso Anozie interpreta a Tommy Jepperd, el protector de Gus que antiguamente formó parte de los Last Men. Adeel Akhtar es el Dr. Aditya Singh, un médico desesperado por encontrar la cura de la enfermedad causada por el virus H5G9. Stefania LaVie Owen es Oso, la líder y fundadora del Ejército Animal que salva a los híbridos, que acompaña a Gus en su viaje. Naledi Murray es Wendy, una híbrida mitad cerdo y mitad humana que también acompaña a Gus. Amy Seimetz como Birdie, la mujer que Gus cree que es su madre (a pesar de haber nacido en u laboratorio), Rosalind Chao como la señora Helen Zhang, una señora de la guerra y miembro de Los Tres, Kelly Marie Tran como Rosie Zhang, la hija de Helen y madre de cuatro híbridos mitad lobo que persigue a Gus, Cara Gee como Siana una amiga de Birdie que trabaja en un puesto avanzado de Alaska y Ayazhan Dalabayeva como Nuka, la hija de Siana que es mitad humana y mitad zorro ártico, completan el reparto.

Mientras pensaba qué iba a escribir sobre esta serie, me di cuenta que no pasa nada por ver una serie que simplemente «está bien». Que no me vaya a cambiar la vida pero que cumple su cometido de entretener. Porque en medio de la polarización de las redes sociales parece que todo es blanco o negro, obra maestra o fracaso. Y no es el caso. Que una serie esté bien es algo más que aceptable, y en muchos aspectos tampoco deberiamos exigirle a una serie de televisión mainstream mucho más que nos entretenga. Y fin.

La verdad es que Sweet tooth es una serie con mucho corazón. Su protagonista Gus es un amor que genera una empatía total. Es genial tener a un «héroe» que a pesar de todo quiera hacer lo correcto de forma altruista, que en este caso es viajar a Alaska para intentar detener una mutación de la enfermedad que va a provocar la muerte de todos los humanos de forma inminente. Y que sigue viendo lo mejor de la humanidad, por muchos pecados que hayan cometido o por mal que esté la cosa. El grupo forma un equipo de gente variopinta con la sorpresa del añadido del doctor Aditya Singh, que dice compartir los mismos sueños de Gus que le compelen a dirigirse a Alaska.

El final de Sweet tooth creo que estaba telegrafiado desde el principio, y me gusta que la serie se mueva por una evolución lógica de la historia y sus protagonistas. Creo que eso es la mejor decisión narrativa posible, saber desde el inicio hacia donde te diriges, qué quieres contar o qué emoción transmitir. En las reseñas de las temporadas anteriores ya comenté que NO he leído el comic de Lemire, así que no puedo juzgar si la serie ha sido fiel en este final (y en general con las cosas que hemos visto a lo largo de las tres temporadas). Pero veo correcto que no se plantee una locura de guion para justificar un giro loquísimo.

Quizá el problema principal de esta tercera temporada de Sweet Tooth es algo que afecta en general al mainstream televisivo. Y es que la trama está super alargada, con diálogos y situaciones repetidas que paran completamente la serie y me dejaron con la sensación que se podría haber contado lo mismo mejor con 6 episodios en lugar de 8. En varios momentos la serie me transmitía, con su tercer diálogo redundante dentro de un episodio, la sensación de estar viendo (exageradamente) un culebrón venezolano en el que se repetían dos y tres veces las situaciones porque los productores sabían que las espectadoras tenían la tele puesta mientras cocinaban o limpiaban la casa, y se perdían cosas.

Y esto es una pena, porque los personajes transmiten las sensaciones correctas y todo a nivel «macro» ayuda a construir la emoción general que la serie debe tener. La parte del viaje con las personas que se van encontrando no me han parecido mal. La casa apartada con el niño pájaro cuyos padres no quieren que se note que es un híbrido o el episodio del barco en el que vemos a las víctimas del virus, me parece que tienen momentos super emocionantes. Por contra, la parte del casino o las interminables y redundantes discursiones entre el doctor Singh y Tommy Jepperd fueron un suplicio. La trama de los habitantes de a instalación científica de Alaska también es otra trama alargada que no aporta demasiado más allá de hacer que pasen los minutos.

Rosalind Chao como la señora Helen Zhang creo que es una villana bastante decepcionante. La novedad de la temporada viene de Kelly Marie Tran (famosa para su desgracia por su papel de Star Wars VIII) como Rosie Zhang, la hija de Helen, es un añadido que aparece mucho durante la temporada pero en realidad tampoco aporta demasiado. Con una personalidad que nunca está demasiado bien explicada y que en lugar de generar pena por el maltrato emocional que sufrió de su madre, hace que caiga desagradable en todo momento.

Comentaba en positivo que el final me parecía lógico pensando en la propia premisa de la serie y lo que habiamos visto a lo largo de estas 3 temporadas. Eso no quita con que en realidad estamos ante una consigna más del wokismo que arrasa con todo el entretenimiento. Y que conecta con las ideas sobre que la humanidad no sólo se está dirigiendo hacia el apocalipsis climático, sino que nos merecemos ser barridos de la faz de la Tierra. De hecho, cuando terminó la serie no pude evitar pensar que si Hollywood compró a Lemire los derechos de este comic ( o a Warner, que el comic se editó en Vertigo y no tengo claro como estará el tema de los derechos) fue precisamente porque ofrecía un final acorde con estas ideas).

En todo caso, el final creo que resulta emocionante y con su punto positivo, por ejemplo cuando por fin conocemos quien es el narrador que nos ha estado contado la historia. O cuando vemos el poder de las historias y como nuestros seres queridos nunca se irán del todo mientras les recordemos. Esto que vemos en los últimos suspiro nos da momentos super emocionantes que consiguen que el visionado termine de la mejor manera posible.

En resumen, Sweet tooth no es una serie rompedora ni estará en los listados de «mejores series de 2024», pero los espectadores necesitamos series que nos entretengan y nos hagan olvidarnos durante un rato de la triste realidad. Si la premisa te llama, creo que se puede disfrutar.

Comparto el trailer de esta tercera y última temporada:

Sweet tooth ha sido una buena serie, aunque me quedo con la sensación que este final se podría haber contado mejor con un par de episodios menos.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Sweet tooth temporada 2 (Netflix)

Con algo de retraso vi en Netflix la segunda temporada de Sweet tooth, la serie inspirada en el comic de Jeff Lemire.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

Sweet Tooth está ambientada en un mundo en el que un virus ha matado a la mayoría de la población humana y ha dado lugar a la aparición de bebés híbridos que nacen en parte humanos y en parte animales. En la segunda temporada, una nueva oleada mortal de la enfermedad se cierne sobre la humanidad. Gus (Christian Convery) y un grupo de otros niños híbridos son prisioneros del malvado general Abbot (Neil Sandilands) y los Last Men, un violento grupo de mercenarios que cazan híbridos. Abbot utiliza a los niños como cobayas para los experimentos del cautivo Dr. Aditya Singh (Adeel Akhtar) para encontrar una cura y amasar poder, mientras qye el Dr. Singh simplemente quiere salvar a su esposa infectada, Rani (Aliza Vellani).

Gus, siempre un héroe, acepta ayudar al Dr. Singh, iniciando así un oscuro viaje para descubrir sus propios orígenes. También puede aprender más sobre el papel de su madre, Birdie (Amy Seimetz), en los acontecimientos que condujeron al Gran Desmoronamiento. Por otra parte, Jepperd (Nonso Anozie) y Aimee Eden (Dania Ramirez) se unen para liberar a los híbridos, creando una asociación que se pondrá a prueba cuando los secretos de Jepperd salgan a la luz.

Jeff Lemire creó Sweet Tooth dentro del sello Vertigo de DC Comics. Lemire dibujó y guionizó todos los ejemplares de esta serie, que fue publicada entre 2009 y 2013, con 40 números de duración. Sweet Tooth fue una de sus primeras obras de creación propia creada en la época de Essex County, y previa a muchas de sus obras posteriores con las que ha llegado a super conocido dentro del ámbito independiente: Trillium, Black Hammer, Un tipo duroDescender entre otros. Es la actualidad, forma un estupendo equipo creativo con el artista italiano Andrea Sorrentino y el colorista Dave Stewart, con los que ha creado Gideon Falls, Primordial y el universo de historias de terror The Bone Orchard Mithos, en la que ya se han publicado las novelas gráficas The Passageways y Ten thousand black feathers.

Jim Mickle es el creador de esta adaptación del comic de Jeff Lemire. Mickle es un director y escritor estadounidense, conocido por películas como Mulberry Street, Stake Land, We Are What We Are y Cold in July. También co-desarrolló la estupenda serie de SundanceTV Hap and Leonard, basada en las novelas de Joe R. Lansdale. Tras estrenarse su primera temporada en 2021, han tardado dos años en estrenar esta continuación, y ya se ha confirmado la producción de una tercera temporada que cerrará la historia. Las temporadas de esta serie cuentan con 8 episodios que han sido dirigidos por el propio Mickle (1 episodio), Ciaran Foy (1), Carol Banker (2), Robyn Grace (2) y Toa Fraser (2).

Christian Convery es Gus, un niño de 10 años medio humano, medio ciervo, ingenuo y protegido que quiere encontrar a su madre. Nonso Anozie interpreta a Tommy Jepperd, un viajero y reformado Last Man que salva a Gus de unos cazadores furtivos y le acompaña a regañadientes en su viaje para encontrar a su madre.

Adeel Akhtar hace del Dr. Aditya Singh, un médico desesperado por encontrar la cura de la enfermedad causada por el virus H5G9, también conocido como el Enfermo, para poder curar a su esposa infectada Rani (Aliza Vellani). Stefania LaVie Owen es Oso, la líder y fundadora del Ejército Animal que salva a los híbridos. Dania Ramirez es Aimee Eden, una antigua terapeuta que crea un refugio seguro para los híbridos llamado The Preserve. Neil Sandilands es el General Abbot, líder de los Últimos Hombres, que caza a los híbridos y es el gran villano de la serie, aunque no el único.

En el caso de Sweet Tooth tengo que reconocer que NO he leído el comic de Lemire, por lo que no voy a comparar la serie de Netflix con la serie original. Esto creo que es positivo, porque recuerdo haber leído a Lemire decir que la serie es más una reimaginación que una adaptación literal. Digo esto porque los éxitos (o los deméritos) de esta serie son suyos, para bien o para mal.

Esta segunda temporada mantiene las señas de identidad de la serie, empezando con unos estupendos valores de producción. La temporada empieza con un larguísimo plano secuencia en la que unos personajes andan a lo largo del enorme set de rodaje del zoo que ha sido conquistado por el grupo del general Abbot donde tienen cautivos a Gus y al resto de los niños mutados. Este plano es de lo mejor de la temporada, y aunque luego hay elementos cutres a lo largo de la serie, por ejemplo en algunos combates y explosiones (o falta de ellas), diría que el presupuesto no ha sido un problema.

La temporada ofrece más detalles del origen de Gus, aunque ya conocimos en la primera temporada que realmente no nació, sino que fue cultivado en un laboratorio, formando parte de una investigación que es lo que provocó el virus que ha diezmado el planeta. Gus es un chaval lleno de humanidad del que te preocupas y no quieres que le pase nada malo. El grupo de niños encerrados me parece que transmiten bien el elemento freak de su existencia pero a la vez que son sólo unos niños que no merecen lo que están sufriendo.

En esta temporada conoceremos que existen otros grupos de humanos además del liderado por el general Abbot, unos grupos que son igul de egoístas y que incluso ahora sólo piensan en el poder y en destruir a sus enemigos, reforzando la idea que la raza humana se haya en curso de autodestrucción. Abbot me ha resultado un flojo villano, al que le sumaría la figura del Dr. Aditya Singh, el científico que está tan preocupado por su investigación que nos e da cuenta de los problemas que está provocando a sus seres queridos. Esta obsesión acaba convirtiéndose también en otra clase de problema, y si bien no es malvado, acaba no siendo bueno.

Por el lado de los adultos que intentas rescatar a los críos, los viajes de Tommy Jepperd y Aimee Eden, o de Oso por su lado, forman parte del tropo de personas diferentes que tienen que aprender a confiar en otras personas a pesar de los palos que les ha dado la vida. Tommy en su faceta de salvador que lleva el peso del mal que cometió en el pasado mientras buscaba a su familia me parece un personaje super interesante. Desde luego, mucho más que la inmaculada Aimee que es perfecta en su búsqueda de proteger a los niños. En todo caso, al final, su relación es uno de los motores de la temporada y la verdad es que funciona.

Dentro que todo es correcto e incluso pensando que la temporada son tan sólo 8 episodios, me he quedado con cierta sensación que lo que han contado igual no llegaba para cubrir todo el metraje. No es que esté mal, pero no acaba de ser realmente interesante. Vi la serie a lo largo de un fin de semana que tenía «tonto» sin otro plan mejor, pero en algunos momentos me di cuenta que parecía que tenía la serie como ruido de fondo, dado que estaba haciendo otras cosas al no haberme enganchado a lo que estaba viendo.

Comentaba sobre el general Abbot, y lo cierto es que el climax de la temporada con el combate final en el bosque resulta super anticlimático por la forma en que está contado. Y entiendo que la elipsis en obligatoria porque no te vas a creer que un niño pueda vencer a adultos armados, pero el conjunto justo flaquea en los dos episodios últimos que a priori tenían que resultar los más espectaculares.

Para sorpresa de muchos entre los que me encuentro, Netflix ha confirmado la tercera temporada y que será la última que cerrará la historia. Tengo que decir que uno de los elementos que ayudaron a que me animara a ver esta segunda temporada fue precisamente esta noticia. Y lo que la serie hace muy bien es que el final ofrece una buena sensación de cierre a la historia actual, presentando el viaje que marcará la última temporada. Aunque reconozco que Sweet tooth no me ha flipado, creo más que posible que dentro de dos años me anime a ver la última temporada para saber el final de la historia de Gus y de esta tierra devastada. Algo que no puede decir de otras series que he visto este año. Algo habrá hecho bien Sweet tooh después de todo.

Comparto el trailer de esta segunda temporada:

Sweet tooth es una correcta serie de la que no puedo decir nada malo pero tampoco nada especialmente brillante.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de Sweet Tooth temporada 1 (Netflix)

¡Netflix ha estrenado una serie basada en un comic que está bien!!! Sweet tooth, la adaptación del comic de Jeff Lemire desarrollada por Jim Mickle ha resultado ser un estupendo entretenimiento lleno de humanidad.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Un cataclismo ha devastado el mundo. Gus, mitad chico y mitad ciervo, se une a una variopinta familia de niños híbridos como él para buscar respuestas a lo ocurrido.

Jeff Lemire creó Sweet Tooth dentro del sello Vertigo de DC Comics. Lemire dibujó y guionizó todos los ejemplares de esta serie, que fue publicada entre 2009 y 2013, con 40 números de duración. En 2020, Lemire ha empezado la publicación de una continuación titulada The Return ambientada muchos años en el futuro. Sweet Tooth fue una de sus primeras obras de creación propia que creada en la época de Essex County, y previa a muchas de sus obras posteriores con las que ha llegado a super conocido dentro del ámbito independiente: Trillium, Black Hammer, Un tipo duro, Descender o Gideon Falls entre otros.

Jim Mickle (nacido en 1979) es un director y escritor estadounidense, conocido por películas como Mulberry Street, Stake Land, We Are What We Are y Cold in July. También co-desarrolló la estupenda serie de SundanceTV Hap and Leonard, basada en las novelas de Joe R. Lansdale.

Mickle es el creador de la serie y escribe los guiones junto a Beth Schwartz y Christina Ham. Además, ha dirigido 5 de los 8 episodios de los que se compone esta primera temporada. La fotografía corre a cargo de Aaron Morton con Jeff Grace y Russell Pollack creando la música de la serie. La serie ha sido producida por Warner a través de su DC Universe, y cuenta también con Robert Downey Jr como productor a través de su productora Team Downey. Aunque inicialmente la serie iba a ser emitida por HULU en USA, finalmente llegaron un acuerdo con Netflix para su distribución a nivel mundial.

En el reparto encontramos a Christian Convery como Gus, el niño de 10 años protagonista, mitad humano y mitad ciervo, ingenuo e inocente que quiere encontrar a su madre. Nonso Anozie es Tommy Jepperd, un viajero de pocas palabras que salva a Gus de los cazadores furtivos y lo acompaña a regañadientes en su viaje para encontrar a su madre.

Adeel Akhtar es el Dr. Aditya Singh, un médico que está desesperado por encontrar la cura para el virus H5G9, con el fin de curar a su esposa infectada, Rani (Aliza Vellani) Stefania LaVie Owen es Bear, la líder y fundadora del Animal Army que salva híbridos. Dania Ramirez es Aimee Eden, una ex terapeuta que crea un refugio seguro para los híbridos llamado Preserve. Por último, Will Forte es el padre de Gus, que lo crió en una cabaña apartada en el Parque Nacional de Yellowstone para protegerlo del mundo exterior del odio hacia los híbridos.

Frente a los últimas decepciones de series de Netflix basadas en comics como Jupiter´s Legacy, Sweet Tooth me ha enamorado por la humanidad que GUS, el niño protagonista, transmite. La historia de Gus está muy chula, y una parte fundamental de la serie es la forma en que va enseñando lo que pasó en el pasado y como la aparición del virus cambió la vida en Tierra, no sólo por su alta mortalidad, sino porque a partir de ese día todos los niños nacidos han sido híbridos. Y de ellos, aparentemente el primero de todos fue Gus, lo que podría indicar que en su ADN podría estar la clave de todo.

La aventura de Gus en el presente está llena de ternura, al tener a Gus en el centro de todo, lo que contrasta con el duro mundo existente a su alrededor. Y junto a esto, tenemos unas sorpresas y unos giros sobre la historia de Gus que están muy bien construidos y sobre todo el momento clave de esta primera temporada me impactó. Reconozco que no he leído el comic original de Lemire, así que no puedo comparar y ver si la serie es fiel o no, entendiendo que seguro se han tomado licencias. En todo caso, el objetivo de intrigar y entretener al espectador lo han conseguido de sobra.

Sweet tooth ha sido rodada en Nueva Zelanda, y el hecho de estar muchísimo metraje rodado en exteriores me parece otro hallazgo visual muy chulo y un detalle adicional para ver esta serie. No tengo el dato del presupuesto que han tenido para rodar esta primera temporada, pero la verdad es que todo luce genial y no parece barata en ningún momento. Más bien al contrario, la creación de este mundo postapocalíptico en el que la Naturaleza se está abriendo camino en espacios antaño ocupados por ciudades me parece que están de maravilla.

Hay un elemento menos bueno en esta primera temporada, y es todo lo relativo al arco del Doctor Singh. Como es la moda en tantas series actuales, Sweet Tooth tiene varias historias que van alternando hasta llegar al momento en que los personajes se encuentren: la principal de Gus cuando sale al mundo real buscando a su madre, viviendo aventuras y conociendo a gente por el camino, y dos secundarias con las historias del Doctor por un lado y de Amy, la psicóloga transformada en salvadora de híbridos, por otro. Y todas ellas, la verdad es que el doctor Singh me ha parecido que es el que menos aporta y menos interesante me resulta. Aunque en general, ambos arcos argumentales quedan muy por debajo en todos los sentidos comparadas con la humanidad de Gus.

Me alegra decir que el final de esta primera temporada me parece un buen final que cierra un capítulo y abre la siguiente fase de la historia, dejándome con ganas de más. De hecho, no tengo duda que veré la segunda y espero última temporada, que cierre de forma satisfactoria la historia de Gus. Visto lo visto, esto ya es en si mismo un gran éxito para Netflix. Ojalá confirmen la continuación y en este caso si podamos ver el final de la historia, porque si no estoy equivocado Netflix aún no confirmó que dió luz verde a esta serie.

Comparto el trailer de esta serie:

¡Por fin una serie de Netflix basada en un comic me ha gustado! Buff, con la racha que llevábamos, que alegría me da poder recomendar esta serie.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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