Termina la histórica etapa de Tom Taylor y Bruno Redondo en Nightwing con el arco Fallen Grayson que se ha publicado en los números 114 a 118 de su serie regular. Ahora que por fin me llegó el último número analizo este último arco, y en general toda la etapa que ahora termina.
PUNTUACIÓN: 7/10
¡ÚLTIMO ARCO DE LA PREMIADA SERIE DE TOM TAYLOR Y BRUNO REDONDO!
Embárcate en un emocionante viaje por las calles de Blüdhaven y despídete del dúo dinámico formado por Tom Taylor y Bruno Redondo en la épica conclusión de su galardonada serie. Una vez superado el miedo de Nightwing a las alturas, regresa a Blüdhaven para enfrentarse por última vez a Heartless y Tony Zucco. Es la batalla que todos estabais esperando. Y si algo hemos aprendido de Nightwing estos dos últimos años, es que nunca tiene que hacerlo solo. Una cosa es segura, Blüdhaven nunca será lo mismo después de esto.
A partir de ahora, cuando hablemos de Nightwing uno de los nombres que asociaremos automáticamente al personaje va a ser el de Bruno Redondo. El artista español se une al panteón de artistas ilustres de Nightwing junto a George Pérez o Scott McDaniel, entre otros, con un estilo que combina la personalidad, la humanidad y la fluidez en la página. Dick Grayson nunca ha lucido más espectacular como lo ha hecho Redondo, y Redondo ha conseguido además que volviera a enamorarme de Barbara Gordon. Hablaba de la humanidad que transmiten los personajes de Redondo, y para mi esta es su principal virtud, porque cuando lees sus comics sientes que Dick y Barbara (o los demás) son personas reales que te podrías cruzar por la calle. Hay por supuesto una parte de aventura superheroica, pero la parte en que más han acertado con Nightwing es la caracterización de los protagonista.
El trazo claro de Redondo siempre ha ayudado a contar la historia de la forma más clara y dinámica posible, hasta el punto que en muchas ocasiones los textos de Taylor no eran necesarios para entender y disfrutar la historia. Y sobre todo, Redondo se ha convertido en una super estrella del mainstream gracias a su espectacular estructura de la página y sus atractivas composiciones, que resaltaban el aspecto atlético y gimnástico de Nightwing.
Y no me quiero olvidar del color de Adriano Lucas, que con su paleta de color luminosa ha transmitido de forma increíble el feel-good que el comic necesitaba para ayudar a que conectáramos con Dick y los demás. Además, cuando la cosa se ponía chunga Lucas también ayudaba a generar la tensión que la acción necesitaba.
El dibujo de Nightwing cuando lo ha dibujado Bruno Redondo es de 10. De 11 incluso.
Que lo mejor de Nightwing ha sido el dibujo de Bruno Rendondo es una obviedad. Y esto es lo mejor de la colección, pero también resalta el problema que en realidad ha tenido el comic. Porque cuando Redondo la dibujaba, el comic es un espectáculo, pero los numerosos artistas fill-ineros de la colección convirtieron a Nightwing en un comic montonero. Artistas como Travis Moore o Steven Byrne no pudieron estar a la altura y convirtieron un comic con una narrativa brillante en algo aburrido y sin interés.
Esto es sin duda es un problema, pensando que Redondo dibujó el maravilloso número 105 dibujado desde el punto de vista de Nightwing, y no volvió hasta el 114 que inicia este último arco Fallen Grayson. Lo que significa que en esta última etapa Nightwing estuvo 8 meses sin disfrutar del arte de Redondo. Pero es más, de los últimos 18 números de la colección Redondo sólo dibujó 5, lo que hace complicado que podamos calificar la colección de Nightwing como de Taylor y Redondo en este último año y medio.
Entrando en las historias de Tom Taylor, empezando por las cosas positivas, me gusta la falta de ego de un escritor cuando comprende que lo excepcional de un comic es el dibujo de Redondo y sabe quitarse de en medio y plantear argumentos que ayuden al lucimiento de su colaborador. En este mundo de personalismos, me gusta mucho la capacidad de saber jugar en equipo de Taylor.
Aparte de plantear escenas de acción en las que Redondo se luce, Taylor ha planteado su etapa para resaltar la humanidad de Dick Grayson y como probablemente sea el mejor héroe de DC por encima incluso de la Trinidad de Batman, Superman y Wonder Woman. Pero en muchos momentos nos hemos encontrado con un Dick Grayson super bueno y super empático rodeado de gente que nos cuentan a los lectores reiteradamente que Nightwing es el mejor héroe de todos. Pero cuyas acciones no confirman esa afirmación. Por ejemplo cuando todo hijo de vecino descubre su identidad secreta. O cuando todo el mundo le derrota, sobre todo si son mujeres. Pensando en el arco de Melinda Zucco (que luego cambiaría su apellido por Grayson), o la antigua novia de Dick Bea Bennett, convertida en reina pirata de Bludhaven.
La vida privada de Dick ha cobrado un mayor protagonismo en la etapa de Tom Taylor. El grupo de secundarios de Nightwing se ha incrementado con el descubrimiento de que Dick tiene una hermana secreta (Melinda) y a devolverle el protagonismo a Bea Bennett, la pareja de Dick en su etapa en la colección de Grayson. Y por supuesto, con la recuperación de Barbara Gordon, confirmada como el alma gemela de Dick y el amor de su vida. La parte de la historia de amor de Dick y Barbara es de largo lo que más me ha gustado de esta etapa de Tom Taylor.
Sin embargo, es precisamente la parte superheróica la que más ha flaqueado, más allá de las acrobacias espectaculares dibujadas por Redondo. Aparte de recuperar a Blockbuster, el villano de la etapa de Chuck Dixon y Scott McDaniel, y Tony Zucco, el asesino de los padres de Dick, el principal villano de la etapa de Taylor ha sido Heartless, el villano de este último arco de Nightwing Fallen Grayson. Un villano que no va a pasar a la historia de la colección y que de alguna manera representa el evidente aspecto woke de la colección. Porque hablamos de un rico hombre blanco hijo de papá que literalmente arranca los corazones de hombres de clase trabajadora para sobrevivir, siendo la personalización de la metáfora del parásito rico de raza blanca cuya riqueza y bienestar proviene de la explotación de la gente normal. Tom Taylor creó a Heartless, y Tom Taylor ha acabado con él, de forma que va a quedar para siempre como un villano asociado a él. Pero que no era demasiado interesante para empezar, por lo que me extrañaría que nadie quisiera utilizarle de nuevo en el futuro.
El otro aspecto más polémico de la colección desde un punto de vista woke es que Taylor responde a la polémica artificial que se planteó hace años en las redes sociales por gente que no lee comics que afirmaban que los comics mainstream de superhéroes eran ridículos y estaban alejados de la realidad porque mientras el héroe pelea contra el colorido villano de turno, en realidad evitan solucionar los problemas de la gente corriente que sufre por culpa de la pobreza. El argumento no puede ser más maniqueo y falso, porque aunque no se vea en cada comic que se publica de Batman, Bruce Wayne da millones a causas benéficas. Pero claro, el hombre blanco rico se ha convertido en el enemigo público número 1 para algunas personas y organizaciones de izquierdas, independientemente de lo que hagan en realidad. Y aparte de lo ridículo que es exigir «realismo» a un comic de superhéroes que en un porcentaje muy grande se trata de un entretenimiento escapista. Precisamente si algo no quiero al leer comics de superhéroes es encontrarme las mismas mie%$· que tengo en mi día a día. Pero algunas personas si se creen con derecho a decirle a los creadores y a las editoriales qué deben incluir sus historias
Taylor debió de pensar que algo de razón tendrían estas críticas sobre la falta de contenido «social», dado que ha hecho que una parte muy importante de su etapa gire con la forma en que Dick usa el dinero que ha heredado de Alfred Pennyworth para ayudar a los pobres de Blüdhaven, en especial a sus niños huérfanos. Comentaba en positivo el interés de Taylor de mostrar a Dick Grayson, no a Nightwing, como el mejor héroe del universo DC, y es precisamente con esto como Taylor nos muestra la faceta más altruista y comprometida de Dick para ayudar a sus vecinos. Este foco que es positivo se convierte, viendo el vaso medio vacío, en lo que provocó que leyendo muchas aventuras sintiera que las cosas que le vemos hacer a Nightwing no fueran demasiado interesantes. Porque no lo eran, en cierto sentido, Nightwing se convirtió en secundario de su propio comic.
He hablado mucho de la etapa en su conjunto, y muy poco de este arco Fallen Grayson. Y en positivo, todo comic dibujado por Bruno Redondo es una pasada y una gozada de leer. Lo digo muchas veces, pero el comic es ante todo un medio visual, y la diferencia entre el éxito o fracaso de un comic pasa por tener un artista TOP como Redondo o cualquiera del artistas mediocres que le sustituyeron en el último año. Cada grapa de Fallen Grayson tiene varios momentazos visuales y su lectura es un placer. El detalle de ver a Bruce Wayne acudir a Blüdhaven a ayudar a Dick ofrece un momentazo muy muy chulo, sin ir más lejos.
Fallen Grayson nos muestra el plan de Heartless para destruir todo lo que Dick Grayson ha construido para ayudar a la gente de Bludhaven. La historia tiene un montón de convencionalismos para hacer avanzar este plan que en realidad no molesta porque sin eso no hay historia. Lo que nos lleva al clásico «fall-from-grace» que nos lleva a que Dick se levante de cara al contraataque que tendremos en el climax final del último número. Un tema importante del último año y pico de historias de Taylor es que Dick sufre unos ataques de pánico (o de vértigo) cada vez que se subía a un lugar elevado, lo que obviamente le impedía realizar muchas de su labores de superhéroe. La explicación del motivo de este vértigo y su conexión con el pasado de Dick y la muerte de sus padres acaba siendo una pequeña gran chorrada que resume en parte los problemas de las historias de Nightwing de Tom Taylor una vez perdían el salvavidas del dibujo de Redondo.
Y es que en su conjunto, las historias de Tom Taylor como mucho creo que están «correctas». Muy bien en la parte emocional de Dick Grayson como persona de carne y hueso, pero bastante mediocre cuando pensamos en la parte superheroica. Con lo chula que empezó esta etapa con el lejano Nightwing 78 publicado a primeros de 2021, el final me ha parecido que ha quedado bastante descafeinado. De nuevo, pensando en la historia de Taylor, porque el dibujo de Redondo es TOP. Lo que si tengo que agradecer a Taylor y Redondo es que fruto de su buen trabajo me hicieron comprar un comic de DC en continuidad, algo que hacía años que no hacía. Y que creo que fue el germen de todos los comics que poco a poco he vuelto a comprar de la editorial de Batman y Superman.
Quiero terminar esta entrada con la última página de esta etapa, que Redondo dibuja y colorea. Una pagina maravillosa que homenajea el cuadro Noche estrellada de Van Gogh y que me parece una maravilla que transmite perfectamente la emoción que nos ha dado este comic. A pesar de las cosas con las que no he conectado, quiero dar las gracias a Taylor, Redondo y todo el equipo de DC por esta etapa de Nightwing. Conseguisteis entrar en mi corazón y es algo que recordaré toda la vida.
Comparto las primeras páginas del número 114 que dan comienzo a este último arco de Taylor y Redondo:
Termina Nightwing de Taylor y Redondo. Y lo hace con una sensación agridulce, porque una etapa que pintaba a histórica se fue diluyendo con el paso de los meses. Y sobre todo, por la ausencia de Redondo durante muchos meses.
PUNTUACIÓN: 7/10
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