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Crítica de Nightwing 114-118 de Tom Taylor y Bruno Redondo (DC Comics)

Termina la histórica etapa de Tom Taylor y Bruno Redondo en Nightwing con el arco Fallen Grayson que se ha publicado en los números 114 a 118 de su serie regular. Ahora que por fin me llegó el último número analizo este último arco, y en general toda la etapa que ahora termina.

PUNTUACIÓN: 7/10

¡ÚLTIMO ARCO DE LA PREMIADA SERIE DE TOM TAYLOR Y BRUNO REDONDO!

Embárcate en un emocionante viaje por las calles de Blüdhaven y despídete del dúo dinámico formado por Tom Taylor y Bruno Redondo en la épica conclusión de su galardonada serie. Una vez superado el miedo de Nightwing a las alturas, regresa a Blüdhaven para enfrentarse por última vez a Heartless y Tony Zucco. Es la batalla que todos estabais esperando. Y si algo hemos aprendido de Nightwing estos dos últimos años, es que nunca tiene que hacerlo solo. Una cosa es segura, Blüdhaven nunca será lo mismo después de esto.

A partir de ahora, cuando hablemos de Nightwing uno de los nombres que asociaremos automáticamente al personaje va a ser el de Bruno Redondo. El artista español se une al panteón de artistas ilustres de Nightwing junto a George Pérez o Scott McDaniel, entre otros, con un estilo que combina la personalidad, la humanidad y la fluidez en la página. Dick Grayson nunca ha lucido más espectacular como lo ha hecho Redondo, y Redondo ha conseguido además que volviera a enamorarme de Barbara Gordon. Hablaba de la humanidad que transmiten los personajes de Redondo, y para mi esta es su principal virtud, porque cuando lees sus comics sientes que Dick y Barbara (o los demás) son personas reales que te podrías cruzar por la calle. Hay por supuesto una parte de aventura superheroica, pero la parte en que más han acertado con Nightwing es la caracterización de los protagonista.

El trazo claro de Redondo siempre ha ayudado a contar la historia de la forma más clara y dinámica posible, hasta el punto que en muchas ocasiones los textos de Taylor no eran necesarios para entender y disfrutar la historia. Y sobre todo, Redondo se ha convertido en una super estrella del mainstream gracias a su espectacular estructura de la página y sus atractivas composiciones, que resaltaban el aspecto atlético y gimnástico de Nightwing.

Y no me quiero olvidar del color de Adriano Lucas, que con su paleta de color luminosa ha transmitido de forma increíble el feel-good que el comic necesitaba para ayudar a que conectáramos con Dick y los demás. Además, cuando la cosa se ponía chunga Lucas también ayudaba a generar la tensión que la acción necesitaba.

El dibujo de Nightwing cuando lo ha dibujado Bruno Redondo es de 10. De 11 incluso.

Que lo mejor de Nightwing ha sido el dibujo de Bruno Rendondo es una obviedad. Y esto es lo mejor de la colección, pero también resalta el problema que en realidad ha tenido el comic. Porque cuando Redondo la dibujaba, el comic es un espectáculo, pero los numerosos artistas fill-ineros de la colección convirtieron a Nightwing en un comic montonero. Artistas como Travis Moore o Steven Byrne no pudieron estar a la altura y convirtieron un comic con una narrativa brillante en algo aburrido y sin interés.

Esto es sin duda es un problema, pensando que Redondo dibujó el maravilloso número 105 dibujado desde el punto de vista de Nightwing, y no volvió hasta el 114 que inicia este último arco Fallen Grayson. Lo que significa que en esta última etapa Nightwing estuvo 8 meses sin disfrutar del arte de Redondo. Pero es más, de los últimos 18 números de la colección Redondo sólo dibujó 5, lo que hace complicado que podamos calificar la colección de Nightwing como de Taylor y Redondo en este último año y medio.

Entrando en las historias de Tom Taylor, empezando por las cosas positivas, me gusta la falta de ego de un escritor cuando comprende que lo excepcional de un comic es el dibujo de Redondo y sabe quitarse de en medio y plantear argumentos que ayuden al lucimiento de su colaborador. En este mundo de personalismos, me gusta mucho la capacidad de saber jugar en equipo de Taylor.

Aparte de plantear escenas de acción en las que Redondo se luce, Taylor ha planteado su etapa para resaltar la humanidad de Dick Grayson y como probablemente sea el mejor héroe de DC por encima incluso de la Trinidad de Batman, Superman y Wonder Woman. Pero en muchos momentos nos hemos encontrado con un Dick Grayson super bueno y super empático rodeado de gente que nos cuentan a los lectores reiteradamente que Nightwing es el mejor héroe de todos. Pero cuyas acciones no confirman esa afirmación. Por ejemplo cuando todo hijo de vecino descubre su identidad secreta. O cuando todo el mundo le derrota, sobre todo si son mujeres. Pensando en el arco de Melinda Zucco (que luego cambiaría su apellido por Grayson), o la antigua novia de Dick Bea Bennett, convertida en reina pirata de Bludhaven.

La vida privada de Dick ha cobrado un mayor protagonismo en la etapa de Tom Taylor. El grupo de secundarios de Nightwing se ha incrementado con el descubrimiento de que Dick tiene una hermana secreta (Melinda) y a devolverle el protagonismo a Bea Bennett, la pareja de Dick en su etapa en la colección de Grayson. Y por supuesto, con la recuperación de Barbara Gordon, confirmada como el alma gemela de Dick y el amor de su vida. La parte de la historia de amor de Dick y Barbara es de largo lo que más me ha gustado de esta etapa de Tom Taylor.

Sin embargo, es precisamente la parte superheróica la que más ha flaqueado, más allá de las acrobacias espectaculares dibujadas por Redondo. Aparte de recuperar a Blockbuster, el villano de la etapa de Chuck Dixon y Scott McDaniel, y Tony Zucco, el asesino de los padres de Dick, el principal villano de la etapa de Taylor ha sido Heartless, el villano de este último arco de Nightwing Fallen Grayson. Un villano que no va a pasar a la historia de la colección y que de alguna manera representa el evidente aspecto woke de la colección. Porque hablamos de un rico hombre blanco hijo de papá que literalmente arranca los corazones de hombres de clase trabajadora para sobrevivir, siendo la personalización de la metáfora del parásito rico de raza blanca cuya riqueza y bienestar proviene de la explotación de la gente normal. Tom Taylor creó a Heartless, y Tom Taylor ha acabado con él, de forma que va a quedar para siempre como un villano asociado a él. Pero que no era demasiado interesante para empezar, por lo que me extrañaría que nadie quisiera utilizarle de nuevo en el futuro.

El otro aspecto más polémico de la colección desde un punto de vista woke es que Taylor responde a la polémica artificial que se planteó hace años en las redes sociales por gente que no lee comics que afirmaban que los comics mainstream de superhéroes eran ridículos y estaban alejados de la realidad porque mientras el héroe pelea contra el colorido villano de turno, en realidad evitan solucionar los problemas de la gente corriente que sufre por culpa de la pobreza. El argumento no puede ser más maniqueo y falso, porque aunque no se vea en cada comic que se publica de Batman, Bruce Wayne da millones a causas benéficas. Pero claro, el hombre blanco rico se ha convertido en el enemigo público número 1 para algunas personas y organizaciones de izquierdas, independientemente de lo que hagan en realidad. Y aparte de lo ridículo que es exigir «realismo» a un comic de superhéroes que en un porcentaje muy grande se trata de un entretenimiento escapista. Precisamente si algo no quiero al leer comics de superhéroes es encontrarme las mismas mie%$· que tengo en mi día a día. Pero algunas personas si se creen con derecho a decirle a los creadores y a las editoriales qué deben incluir sus historias

Taylor debió de pensar que algo de razón tendrían estas críticas sobre la falta de contenido «social», dado que ha hecho que una parte muy importante de su etapa gire con la forma en que Dick usa el dinero que ha heredado de Alfred Pennyworth para ayudar a los pobres de Blüdhaven, en especial a sus niños huérfanos. Comentaba en positivo el interés de Taylor de mostrar a Dick Grayson, no a Nightwing, como el mejor héroe del universo DC, y es precisamente con esto como Taylor nos muestra la faceta más altruista y comprometida de Dick para ayudar a sus vecinos. Este foco que es positivo se convierte, viendo el vaso medio vacío, en lo que provocó que leyendo muchas aventuras sintiera que las cosas que le vemos hacer a Nightwing no fueran demasiado interesantes. Porque no lo eran, en cierto sentido, Nightwing se convirtió en secundario de su propio comic.

He hablado mucho de la etapa en su conjunto, y muy poco de este arco Fallen Grayson. Y en positivo, todo comic dibujado por Bruno Redondo es una pasada y una gozada de leer. Lo digo muchas veces, pero el comic es ante todo un medio visual, y la diferencia entre el éxito o fracaso de un comic pasa por tener un artista TOP como Redondo o cualquiera del artistas mediocres que le sustituyeron en el último año. Cada grapa de Fallen Grayson tiene varios momentazos visuales y su lectura es un placer. El detalle de ver a Bruce Wayne acudir a Blüdhaven a ayudar a Dick ofrece un momentazo muy muy chulo, sin ir más lejos.

Fallen Grayson nos muestra el plan de Heartless para destruir todo lo que Dick Grayson ha construido para ayudar a la gente de Bludhaven. La historia tiene un montón de convencionalismos para hacer avanzar este plan que en realidad no molesta porque sin eso no hay historia. Lo que nos lleva al clásico «fall-from-grace» que nos lleva a que Dick se levante de cara al contraataque que tendremos en el climax final del último número. Un tema importante del último año y pico de historias de Taylor es que Dick sufre unos ataques de pánico (o de vértigo) cada vez que se subía a un lugar elevado, lo que obviamente le impedía realizar muchas de su labores de superhéroe. La explicación del motivo de este vértigo y su conexión con el pasado de Dick y la muerte de sus padres acaba siendo una pequeña gran chorrada que resume en parte los problemas de las historias de Nightwing de Tom Taylor una vez perdían el salvavidas del dibujo de Redondo.

Y es que en su conjunto, las historias de Tom Taylor como mucho creo que están «correctas». Muy bien en la parte emocional de Dick Grayson como persona de carne y hueso, pero bastante mediocre cuando pensamos en la parte superheroica. Con lo chula que empezó esta etapa con el lejano Nightwing 78 publicado a primeros de 2021, el final me ha parecido que ha quedado bastante descafeinado. De nuevo, pensando en la historia de Taylor, porque el dibujo de Redondo es TOP. Lo que si tengo que agradecer a Taylor y Redondo es que fruto de su buen trabajo me hicieron comprar un comic de DC en continuidad, algo que hacía años que no hacía. Y que creo que fue el germen de todos los comics que poco a poco he vuelto a comprar de la editorial de Batman y Superman.

Quiero terminar esta entrada con la última página de esta etapa, que Redondo dibuja y colorea. Una pagina maravillosa que homenajea el cuadro Noche estrellada de Van Gogh y que me parece una maravilla que transmite perfectamente la emoción que nos ha dado este comic. A pesar de las cosas con las que no he conectado, quiero dar las gracias a Taylor, Redondo y todo el equipo de DC por esta etapa de Nightwing. Conseguisteis entrar en mi corazón y es algo que recordaré toda la vida.

Comparto las primeras páginas del número 114 que dan comienzo a este último arco de Taylor y Redondo:

Termina Nightwing de Taylor y Redondo. Y lo hace con una sensación agridulce, porque una etapa que pintaba a histórica se fue diluyendo con el paso de los meses. Y sobre todo, por la ausencia de Redondo durante muchos meses.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Titans: Beast World de Tom Taylor, Ivan Reis y vv. aa. (DC Comics)

Tenía mucha curiosidad con el evento de DC Comics Titans: Beast World de Tom Taylos e Ivan Reis que pone en el centro del universo DC a los Titanes. Y me he encontrado unos comics bien chulos.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

LA MAYOR AMENAZA PARA EL UNIVERSO DC ES… ¡¿EL CHICO BESTIA?! ¿PODRÁN LOS TITANES SALVAR AL MUNDO Y A SU COMPAÑERO DE EQUIPO? ¡LAS SUPERESTRELLAS TOM TAYLOR E IVAN REIS SE UNEN EN UN CROSSOVER DE TITANES SIN PRECEDENTES!

Saliendo de las páginas de Titanes llega una amenaza sin precedentes al Universo DC. Superman, Wonder Woman, Starfire… todos son impotentes para impedir que la Necrostar acabe con la vida en la Tierra. El único héroe que puede salvar el mundo es… ¡¿Beast Boy?! Con Nightwing, Raven, Cyborg y los Titanes a su lado, ¿podrá Garfield Logan alzarse para luchar contra un antiguo mal? ¿Qué hará Amanda Waller para aprovecharse de la situación mientras millones de personas se transforman en criaturas desbocadas? ¿Podrá la humanidad sobrevivir a héroes y villanos todopoderosos transformados en bestias feroces? Los amigos caerán. Los héroes se alzarán. Y nada volverá a ser lo mismo. La Tierra está a punto de convertirse en… Mundo Bestia. DC se enorgullece de presentar el primer crossover de los Titanes como el principal equipo de superhéroes del mundo, con repercusiones que destrozarán el universo. De la mano del equipo creativo formado por el escritor Tom Taylor y el artista Ivan Reis, esta historia promete ser épica y preparar el terreno para lo que está por venir en el DCU.

Titans: Beast World es un evento de DC Comics que consta de 22 números, contando prólogos, tie-ins y epílogos. La miniserie principal de 6 números se publicó de forma quincenal en Estados Unidos entre Noviembre de 2023 y Enero de 2024. Una apreciación importante: Yo voy a analizar únicamente miniserie principal, al no haber leído ninguno de los tie-ins asociados, que van desde los números en las colecciones regulares de Nightwing, Titans y Action Comics, una serie de especiales para mostrar los efectos de este «Mundo Bestia» en ciudades del universo DC como Metropolis, Gotham, Central City, Star City o Atlantis, o un especial dedicado a Amanda Waller y un prólogo titulado Evolution. Si el evento acierta o falla será únicamente por la historia que los lectores leímos en la miniserie principal.

Y me alegra poder decir que Titans: Beast World es un evento estupendo que me devuelve la fe en el universo compartido de DC Comics.

Tom Taylor ha creado eventos más grandes que la vida fuera de continuidad como DCsos en los que podía dar rienda suelta a las locuras más bestias que implicaran muertes impactantes. Pero dentro de continuidad DC reciente, sus guiones en Nightwing se habían centrado más en la caracterización del protagonista dejando las tramas en un segundo lugar, haciendo que el disfrute variara mucho dependiendo del dibujante. Cuando está Bruno Redondo el comic es super disfrutón pero con los artistas fill-ineros la cosa pierde mucho. Esto me generaba dudas a la hora de leer o no este evento.

Sin embargo, Taylor en Titans: Beast World ha vuelto por los fueros que le hicieron famoso con Injustice, y nos ha dado una historia super impactante con la escala global que se espera de un evento de este tipo. El guion tiene un montón de giros y sorpresas impactantes a lo largo de las seis grapas, y me gusta mucho como la historia empieza de una manera que no tiene nada que ver con lo que nos encontramos al final, generándose un montón de situaciones impactantes en cada una de las grapas.

Porque todo empieza con la llegada de la Necrostar a la Tierra, un ser cósmico que presenta un suceso de aniquilación planetaria que provoca la unión de todos los héroes. Unos héroes liderados por Nightwing y los Titanes, al ser suyo el plan para detener a este ser. La forma de derrotar a Necrostar provoca un problema inesperado, al transformarse gente en todo el planeta en seres animales. Esto lleva el evento en una nueva dirección, al tener que contener la destrucción que estos contagiados están provocando, evitando además el contagio de más personas, con el problema añadido que los seres metahumanos se convierten en blanco de estos seres animales. Cuando parece que el evento será esto entra en juego una tercera jugadora, Amanda Waller, la creadora del Escuadrón Suicida, que busca sacar partido del caos que se ha generado y amenaza con provocar un baño de sangre.

Además de la acción super espectacular, me gusta como Taylor pone a los Titanes en el centro de la historia, brillando en las caracterizaciones y por los valores morales que defienden. Hace ya tiempo que estos héroes han perdido la calificación de «Teen (joven)» y merecen ser por méritos propios en referente moral y superheróico del universo DC, una vez parece que la ausencia de la Justice League va a alargarse durante algún tiempo.

El sacrificio de Beast Boy en el primer número es super emocionante y nos da el momentazo más alucinante que probablemente haya tenido Gar Logan en toda su historia. Además, me flipa la valentía de Nickwing y como busca un plan que permita salvar a todos los infectados, evitando la pérdida de vidas. Además de intentar razonar siempre en la medida de lo posible y no iniciar ninguna pelea, aunque no tenga problema en terminarlas. Nightwing en este evento se sale.

Junto a ellos dos, cada miembro de los Titanes tiene varios momentazos a lo largo del evento que nos recuerdan lo buenos personajes que son. Aparte que tienen un nivel de poder que les pone cerca de Superman o Wonder Woman, por lo que en varios momentos son Starfire, Wonder Girlm Raven o Cyborg los ejecutores de los planes de Nightwing. Aunque sea repetirme, me gusta mucho que un evento llamado Titans: Beast World tenga a este grupo en el centro de todo.

Además, otro elemento es la identidad del misterioso Doctor Hate, el villano en la sombra que es causante de todo y está asociado a Amanda Waller en sus planes de destruir a los metahumanos y hacerse con el control de las fuerzas de seguridad americanas. Doctor Hate es un villano misterioso de poderes indefinidos pero que parece llevar un casco similar al de Doctor Fate, pero entiendo que empoderado por los Señores del Caos. La identidad de este villano conectado con los Titanes es otro aspecto muy chulo de la historia de Taylor que ayuda a que este evento me haya dejado con una sensación super satisfactoria.

Ivan Reis junto a Dan Mora son ahora mismo los mejores dibujantes de superhéroes puros de DC Comics. Sus páginas son siempre alucinantes, y en Titans: Beast World no es una excepción. Reis es el mejor a la hora de dibujar las escenas de acción más-grande-que-la-vida con el destino del mundo en juego. La representación de todos los héroes es siempre perfecta y sabe añadir la escala increíble que hace de las diferentes misiones sean unas acciones casi suicidas aparentemente sin esperanza.

No es sólo lo bien que representa las coreografías de acción o lo espectacular que son sus grandes momentos. Reis es un maestro en lo relativo a la caracterización de los personajes. Al final del artículo comparto páginas sin rotular del primer número, y son las pequeñas expresiones faciales de por ejemplo Cyborg (tranquilo, lo tengo controlado) o el cariño que transmiten Gar y Raven las que hacen que nos enamoremos de los personajes y pensemos en ellos como seres reales y no como muñecos realizados con una plantilla de photoshop. Que es lo que pasa con montones de dibujantes “correctos” que pueblan los comics de DC y Marvel con los que lees una grapa y te das cuenta que no te transmiten nada, desde luego con escenas de acción mediocres pero sobre todo con unas caras siempre iguales que no tienen personalidad.

Justo por lo mucho que me gusta Ivan Reis tengo que expresar mi decepción total al encontrarme que Ivan Reis NO DIBUJA TODO EL EVENTO. De hecho, viendo el marcaje de páginas, en realidad sólo dibuja la mitad de esta miniserie. Y me ha volado la cabeza el poco de respeto de los editores de DC hacía el apartado gráfico. Soy muy muy crítico con Marvel por su política de cambios de dibujantes en sus colecciones y como para ellos los artistas son intercambiables y secundarios. Pero en lo referido a los últimos eventos, la verdad es que hay que reconocer que han acertado con su decisión de dar tiempo a sus dibujantes estrella para que lo dibujen en su totalidad. De hecho, que vendan el valor añadido de tener un único artista en un evento que aporte una consistencia artística en la obra resalta lo mal que lo están acierto en todo lo demás.

Ivan Reis dibuja de forma modélica los dos primeros números junto al entintado de Danny Miky y el color de Brad Anderson. El golpe me lo pegué con el tercer y cuarto números, que son dibujados por Lucas Meyer (Nightwing) con color de Romulo Fajardo Jr. Y la diferencia es abismal en todo. Como digo en la espectacularidad, pero también en la emoción que transmiten los personajes. En este caso, la falta de ella.

Para añadir sal en la herida, resulta que en el quinto número Ivan Reis vuelve para la mitad del comic, dibujando Eduardo Pansica con entintado de Julio Ferreyra la otra mitad. Ya era malo tener a dos dibujantes en un evento, pero que DC no sea capaz de darles tiempo para dibujarlo y tenga que buscar a un tercero me parece penoso. Para el sexto y último número nos encontramos a los tres dibujantes, Reis, Mayer y Pansica repartiéndose las páginas. Y no es excusa que la miniserie sea quincenal, dándole el suficiente margen Reis podría haberlo dibujado todo el evento, incluso teniendo en cuenta que el primer y el último número eran dobles. El poco respeto que las editoriales tienen hacia los dibujantes y el apartado gráfico cuando hablamos de comics me parece una locura.

A pesar del enorme bajón que ha supuesto que Reis no dibuje toda la miniserie central de Titans: Best World, en realidad tengo que reconocer que este evento me parece super satisfactoria. Me ha gustado que la lectura de la miniserie me ha dado la información justa para disfrutarlo sin sentir que me he perdido nada importante en los diferentes tie-ins. Unos tie-ins que entiendo que se han limitado a ver cómo héroes de diferentes ciudades son convertidos en seres bestia y los no contagiados tienen que evitar primero su frenesí asesina y luego que sean asesinados por las fuerzas de Waller. Hablando de Waller, si tengo cierta curiosidad por saber cómo llegó asociarse a Doctor Hate , pero creo que no tengo tanta curiosidad como para comprar ese tie-in. Una de las cosas que más odio del entretenimiento comiquero actual, y en lo que DC lamentablemente se ha especializado, es en NO dar una lectura redonda durante un evento con su serie principal, al obligarte a leer otros comics satélites en los que se explican o realizan elementos claves para la trama. Y al ejemplo del reciente Final Crisis on Infinite Earths me remito. Me alegro que Tom Taylor no haya caído este vicio y la lectura haya sido super contenida y satisfactoria.

Otro aspecto que este evento cumple perfectamente es que la conclusión sirve para cambiar el statu-quo del universo DC, con unas repercusiones que se sentirán a lo largo de toda la línea editorial, al convertirse el mundo un poco más peligroso para los héroes. Eso a nivel macro, porque el mundo de los Titanes también va a pegar un vuelco importante gracias a la sorpresa final que se desvela en las últimas páginas. Una sorpresa que en realidad no es tal, dado que pensando en la historia de los Titanes y en una de las sagas más celebradas de Wolfman y Pérez, desde el momento en que se conoció la identidad de Doctor Fate y como plantea Taylor el climax final, este giro estaba super telegrafiado.

Reconozco que no estaba comprando la colección de Titans. Y lo cierto es que este evento Beast World me ha dejado con ganas de más. Lo malo es saber que Lucas Meyer se va a convertir en el dibujante oficial del comic, algo que ha enfriado mi interés. En todo caso, me alegra ver que cuando se pone, Taylor sigue en plena forma y sabe darnos un entretenimiento estupendo.

Comparto páginas del primer número que dan una buena muestra de la escala que se gasta este evento y lo bueno que es Ivan Reis:

Me ha gustado Titans: Beast World, me ha parecido un evento modélico lleno de acción más grande que la vida, sorpresas impactantes y buenas caracterizaciones. Qué lástima los cambios de dibujo, porque estábamos ante uno de los comics más satisfactorios de DC de los últimos tiempos.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Nightwing 106-109 de Tom Taylor y Stephen Byrne (DC Comics)

Sin Bruno Redondo al dibujo Nightwing no mola ni la mitad. Esto se hace palpable en el último arco de la colección The crew of the crossed, que se ha desarrollado en los números 106 a 109 con guion de Tom Taylor, dibujo del artista invitado Stephen Byrne, y color de Adriano Lucas.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

¡NIGHTWING SE VUELVE MARINO!

Navega por alta mar con Nightwing y Batgirl mientras atraviesan el océano en busca de la sociedad secreta The Hold que se remonta a cuando se fundó Blüdhaven. Ya vimos en Nightwing #99 que la cámara acorazada de esta sociedad tenía varias cajas fuertes… y aquí descubriremos que una tenía el nombre de Nightwing.

Nightwing se ha convertido en un comic de 40 páginas (con anuncions) con veinte páginas de historia principal más una historia de complemento de 8 páginas.

Mi primera crítica a Nightwing viene precisamente de la decisión de DC de añadir 8 páginas de historia para justificar el aumento de precio de este comic, que ha pasado de costar 3.99 US$ a 4.99 $ desde el número 101 USA. Y esta subida no sería importante si las historias de complemento fueran interesantes, cosa que no sucede. En los números 106 a 108 tenemos una historia en tres partes con guion de Michael W. Conrad, dibujo de Serg Acuña y color de Ivan Plascencia que es super chorra con un dibujo flojísimo con el que no he conectado nada. En el número 109 Tom Taylor escribe una historia que sirve de prólogo dentro de esta colección al evento Beast World que tiene dibujo de Sami Basri y color de Adriano Lucas. Y a pesar de estar Taylor, esta historia no evita tener cierta sensación de intrascendencia, sumado a otro dibujante poco interesante.

En todo caso, los problemas siempre surgen cuando algo empieza a no funcionar. Si la colección de Nightwing me flipara como hace un año, este aumento de precio no sería en absoluto un problema. Dicho esto, lo de las historias de complemento es una castaña que nunca funciona, y me molesta un poco que DC insista en este tipo de iniciativas.

Aprovecho para destacar las alucinantes portadas de Bruno Redondo para este arco, que acompañan este artículo. Redondo nos regala imágenes potentísimas que conectan la iconicidad de Nightwing con el mundo de los piratas que es el eje de la historia de este arco. Redondo como narrador es un dibujante brillante, pero brilla aún más desde el punto de vista artístico como creador de imágenes que venden el comic. ¡Qué bueno eres, Bruno!

El problema es que Redondo ya no es el dibujante de Nightwing y se limita a dibujar únicamente las portadas. En las últimas 9 grapas redondo sólo ha dibujado una, el chulísimo número 105 contado desde el punto de vista de Dick Grayson. Rise of the Underworld, el arco de los números 101-104 con los Titanes de invitados especiales en que se enfrentaron a Grinning Man y Neron tuvo dibujo de Travis Moore, este arco pirata ha sido dibujado por Stephen Byrne y los próximos números con el tie-in de Beast World (de momento los números 110-112) tendrán a Sami Basri de dibujante, que no me ha gustado nada en la historia de complemento del número 109. Y la diferencia es abismal.

Stephen Byrne no es un mal dibujante, pero tampoco es alguien especialmente bueno. Entra en la cada vez más numerosa categoría de dibujantes «correctos» que pueblan los comics de Marvel y DC, gente que cumple plazos de entrega y plasman en imágenes la historia de los guionistas de forma funcional y sobre todo, sin personalidad. Y si algo tenía el comic de Nightwing hasta ahora con Redondo, era personalidad.

Excepto casos puntuales, Marvel y DC han optado por dejar en segundo plano a los artistas resaltando su naturaleza intercambiable, como si diera igual que un comic lo dibuje Redondo o cualquier otro artista. Y este arco es una buena prueba de ello. Taylor plantea en todas las grapas momentazos para que el dibujante se luzca, pero cuando Redondo provocaba WHOA!! en cada página, Byrne ofrece unas escenas de acción rutinarias con planos que no ofrecen ninguna brillantez visual. En este sentido, hay un par de páginas con splash-pages fija en la que Nightwing se va moviendo por la imagen, algo en lo que Redondo es un maestro, que en manos de Byrne nos ofrece momentos sin chispa ninguna.

Pero no es sólo en la parte espectacular y en la acción donde flojea Byrne, porque en lo relativo a las caracterizaciones dibuja a Nightwing y a Bea Bennett, la coprotagonista del arco, siempre con la misma expresión. Da igual si un personaje es acuchillado, está contento o enfadado, la falta de emociones reales es otro problema de un dibujo que he encontrado bastante flojo. Sobre todo, pensando en de donde veniamos con el artista castellano manchego.

Por supuesto, en un comic la historia es importante, pero es el dibujante el que hace que el conjunto tenga el salto de calidad. Y Tom Taylor sigue escribiendo a Dick con la empatía y humanidad como el año pasado. Pero el comic no es lo mismo. Y no lo es precisamente porque Nightwing ha perdido la personalidad de Bruno Redondo, que para mi era igual de importante que el guion de Taylor.

En lo referente a la historia, más allá de la trama pirata, Taylor utiliza este arco para recuperar a una secundaria de la etapa anterior a él, Bea Bennett, que fue pareja de Dick cuando estaba amnésico tras recibir un tiro en la cabeza. (Si, eso pasó. Aunque a veces queramos mirar hacia otro lado y hacer como si no existió). Me gusta la forma en que Taylor construye el mundo de Dick y en este caso incorpora elementos pasados incluso cuando provienen de comics que no son demasiado buenos. Tras este arco, imagino que Bea Bennett se convertirá en secundario recurrente de la colección, que en ningún caso amenaza a Barbara Gordon como interés romántico de Dick.

Dicho esto, Taylor destaca por las caracterizaciones, pero sus guiones en la parte de historia superheroica siempre han sido un poco chof. Hasta ahora, que pasaran pocas cosas interesantes se «perdonaba» porque Redondo molaba 1000, pero en el momento en que el dibujo flojea es cuando te das cuenta que el guion tampoco es que sea ninguna genialidad. Con Redondo Nightwing era el mejor comic de DC, algo que dejó de ser cuando empezó a publicarse World´s Finest de Mark Waid y Dan Mora. Pero ahora que el dibujo es montonero, esa valoración se traslada también a la historia.

Sin Bruno Redondo Nightwing es un comic más, ha perdido toda la iconicidad, personalidad y salto de calidad inicial. Aunque en realidad no le encuentro problemas importante, la historia de Taylor no pasa de correcta. Si tenemos en cuenta esto, la subida de precios por unas historias de complemento sacacuartos y que el próximo arco es un tie-in del evento Beast World de Titans que no compro, se me plantea el momento perfecto para dejar de comprar esta colección. Hemos tenido 20 números estupendos de Nightwing, pero el desgaste se ha hecho más que evidente a lo largo de este 2023. Una pena.

Comparto las primeras páginas de este número:

Sin Bruno Redondo Nightwing es un comic más. Uno que voy a dejar de comprar. Qué pena.

PUNTUACIÓN: 6.5/10

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Crítica de DCsos: La guerra de los dioses no muertos de Tom Taylor y Trevor Hairsine (DC Comics – ECC Ediciones)

Tom Taylor termina su saga DCsos junto al artista Trevor Hairsine con un final épico a escala galáctica en la miniserie DCsos: La guerra de los dioses no muertos que ECC Ediciones acaba de terminar de editar en España y que hoy quiero recomendar.

PUNTUACIÓN: 7/10

¡El capítulo final de la franquicia DCsos! Lo que empezó como una batalla por la Tierra se ha convertido en una guerra por la galaxia. La aparición de un Darkseid renacido y no muerto en DCsos: Planeta muerto prepara el escenario para el conflicto más devastador para Batman, Superman y Wonder Woman. A medida que la Ecuación Antivida se extiende por el cosmos, los supervivientes de la Tierra se preparan para el apocalipsis que se avecina y se dan cuenta de que su única esperanza podría residir en el héroe superviviente más poderoso de la primera serie DCsos… ¡El exitoso equipo creativo formado por Tom Taylor y Trevor Hairsine regresa para su tercera y última entrega en La guerra de los dioses no muertos!

Es curioso que la primera miniserie de DCsos tuviera 6 números, DCsos: Planeta muerto tuviera 7 y esta última miniserie sean 8 ejemplares. Esto no es un dato importante, pero si destaca que el aumento de escala de la amenaza de la Ecuación de la Antivida exige más espacio para ser enfrentada como se merece. Algo que Tom Taylor aprovecha para plantear la historia más grande hasta la fecha, siempre con el corazón de los héroes protagonistas en el centro de todo.

DCsos ha sido un regalo para los fans de DC gracias al enorme trabajo de Tom Taylor. No es nada fácil hacer una serie basada en su origen en las muertes dramáticas y la zombificación de iconos de DC que la historia consiga que cada muerte nos importe e impacte a los lectores, y que temamos por el futuro de los que permanecen con vida. Y eso es todo acierto de Taylor, que plantea a los personajes en su versión más reconocible y atemporal. En esta última serie La guerra de los dioses no muertos los que eran los hijos de los héroes se han convertido en los iconos de pleno derecho gracias a años de luchas y de defender la vida por todos los medios, mostrando de forma brillante la idea de legado siempre tan presente en los comics de DC.

Que en este momento la amenaza se convierta en cósmica consigue que las apuestas nunca estuvieran tan altas debido a la amenaza de villanos como Darkseid o héroes cósmicos zombificados como Los Nuevos Dioses o Supergirl, entre otros muchos. La aparición de los Guardianes en el planeta OA y su decisión sobre la implicación de los Green Lanterns en esta guerra me recordó al mejor Geoff Johns en Green Lantern, con la diferencia que en DCsos realmente nadie está a salvo y todos pueden morir.

Taylor ofrece una tensión creciente a medida que los combates se recrudecen y conocemos al creador de la Ecuación de la Antivida, Erebos, personificación de la oscuridad y una de las deidades primordiales de la mitología griega, que supone una amenaza mayor que nada a lo que se hayan enfrentado. Y que en medio de todo encuentre el momento que secundarios como Alfred Pennyworth tengan su momento de gloria me parece tremendo. De hecho, que Taylor recuerde en el climax de esta serie un diálogo aparentemente intrascendente del primer volumen nos muestra lo buen escritor que es y cómo posiblemente todo lo tuviera planificado desde el comienzo.

La capacidad de síntesis que Taylor ha mostrado en DCsos me parece otra de sus virtudes. Y es que este concepto resulta super goloso y DC podría haber planteado innumerables miniseries con héroes y villanos de todo tipo enfrentándose a la Ecuación de la Antivida. Sin embargo, además de las tres miniseries principales, Taylor sólo ha escrito DCsos: Inmortales, miniserie de 3 números con dibujo de Karl Mostert con una aventura de personajes de “segunda fila” como Red Hood, la antigua Batgirl Cassandra Cain, el Comisario Gordon o Deathstroke. En total, DCsos ha sido contada en 24 números, ofreciendo un final cerrado y super satisfactorio. Y es todo éxito de Taylor.

El elemento en el que DCsos flaquea es en el dibujo. En reseñas anteriores ya he comentado que Trevor Hairsine no es santo de mi devoción en prácticamente nada. Si tengo que alabarle por algo sería por su forma en que dibuja el gore y los momentos más sangrientos. Sin embargo, dentro de todo, me había acostumbrado a su estilo y tenía claro que Hairsine era la imagen gráfica de DCsos, al haberlo dibujado todo excepto la miniserie DCsos: Inmortales que la dibujó Karl Mostert.

Lo que encuentro incomprensible por parte de DC es que Hairsine NO dibuje toda esta miniserie, ya que entiendo que por los plazos de entrega. Neil Edwards primero en los números 4 y 5 y luego Lucas Meyer en los números 7 y 8 han realizado labores de fill-in en estas grapas. Y ya no es que Edwards y Meyer sean mejores o peores que Hairsine (son peores), es que su estilo es totalmente diferente y sus páginas cantan en la comparación. Esto es una enorme cagada por parte de DC Comics, no hay excusa o justificación posible.

Porque incluso sin ser aceptable, podría entender que los editores contrataran a un artista fill-in para dibujar algunas páginas si el dibujante no llega en una miniserie de un evento que tiene que terminar obligatoriamente en un fecha porque justo a continuación empiezan varias series con nuevos números 1 que van a generar importantes ingresos a DC. Pero DCsos no es nada de eso, es justo lo contrario. Hablamos de una miniserie fuera de continuidad que no afecta a nada fuera de la propia serie. Por tanto, por un lado DC podría haber dado más tiempo a Hairsine para que dibujara la serie, de forma que no tendrían que haber empezado a publicarla hasta que prácticamente estuviera dibujada en su totalidad. Porque daba igual que el número uno saliera un mes o el siguiente o el siguiente. Y esto no es tan difícil, Mark Millar y Robert Kirkman SI lo aplican en sus comics del Millarworld y Skybound desde hace tiempo, puede hacerse sin problemas si hay voluntad. E incluso sin hacer esto, no hubiera pasado nada si se hubiera retrasado la salida de un número o de varios un mes o dos durante la publicación para que Hairsine se hubiera puesto al día. No se los motivos exactos que provocaron la decisión de que Hairsine no dibujara toda la colección, pero el resultado es una historia modélica que se ve empeñada con unas páginas que no tienen nada que ver con las de Hairsine y que desentonan un montón del conjunto.

Es una pena que la sensación que me debería haber dejado el comic no es lo buena que debería por este cambio absurdo de dibujo con dos dibujantes fill-ineros diferentes. Y cuando se habla de la caída de ventas y del auge del manga nadie parece darse cuenta que una de las máximas del comic japonés es que mantienen una coherencia gráfica a lo largo de toda la obra. Que los comics americanos alternen buenos artistas con otros mediocres simplemente por obligación de sacar el comic explica que a mucha gente la afición no le salga a cuenta y prefiera centrarse en otros entretenimientos.

El fallo del dibujo es una pena. Y digo esto reconociendo que Hairsine tampoco es que me guste demasiado. Prefiero no pensar lo que hubiera podido ser DCsos si esta serie la hubiera dibujado Jorge Jiménez, por decir un autor de DC con contrato en exclusiva. Y a todo esto, tengo que destacar en este caso también para mal las terribles portadas de Howard Porter (con color de Rain Beredo), al que desde el accidente que tuvo hace unos años parece que se le ha olvidado dibujar, con unas proporciones super exageradas y una sensación casi abocetada confiando en que el color disimule o embellezca un trabajo a años luz de sus mejores trabajos, empezando por la Justice League con Grant Morrison.

Dicho esto, tengo que quitarme el sombrero con el emocionante y satisfactorio viaje que Tom Taylor nos ha dado a lo largo de estos meses, consiguiendo que lo que parecía una historia macarra de zombies se convierta en una historia de esperanza ante la posibilidad de un futuro mejor conseguido con el esfuerzo de los mejores héroes de la galaxia. ¡Qué bueno eres, Taylor!

Comparto las primeras páginas del comic:

DCsos termina por todo lo alto, ofreciendo Tom Taylor un final super satisfactorio a la altura de esta historia a escala cósmica. ¡Qué bueno es Taylor en estas historias en universos alternativos!

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Nightwing 105 de Tom Taylor y Bruno Redondo (DC Comics)

El retorno al dibujo de Nightwing de Bruno Redondo con color de Adriano Lucas nos recuerda que los comics son ante todo diversión y entretenimiento, ofreciendo un comic en el que Tom Taylor sabe echase a un lado para que el dibujo brille.

PUNTUACIÓN: 8/10

¡Las mentes maestras Tom Taylor y Bruno Redondo vuelven a la carga para presentar a los fans de Nightwing otro número especial diseñado exclusivamente para que sean Nightwing por un día!

Esta historia de gran tamaño mostrará a Nightwing desde su punto de vista, ¡permitiendo a los lectores usar sus palos y saltar a través de Blüdhaven! No querrás perderte este número, ya que habrá otras sorpresas por el camino, ¡incluso quién aparecerá a tu lado!

Nightwing 105 es un número especial con 30 páginas de historia y un precio acorde de 4.99 dólares.

En los meses anteriores me quejaba de lo mucho que se notaba cuando Bruno Redondo no dibujaba Nightwing, como pasó en el arco anterior con Neron y los Titanes. Sin embargo, su retorno a la serie resulta un comic que vuelve a situarle saliendo por la puerta grande. Creo haber leído a Redondo comentar que la idea de plantear el comic mostrando las viñetas como si fueran el punto de vista de Nightwing se le ocurrió cuando Tom Taylor estuvo en España el pasado otoño con motivo de la Madrid Comic Pop-Up y estuvieron varios días juntos compartiendo convención y cenas y charlas en Madrid hasta altas horas de la madrugada. Y la verdad es que me parece una idea genial.

Como pasa con toda la etapa de Taylor, lo importante de este comic es el carisma y la química de Dick y Barbara, Nightwing y Batgirl, y no tanto la profundidad de la historia. Y en este comic Taylor plantea una historia que sirva de excusa para ponerlo todo en marcha y permitir el lucimiento de Redondo y de Adriano Lucas al color. Y vaya si se lucen. El dibujo de esta grapa está a otro nivel, es de esos comics que quieres volver una y otra vez a él para admirar los grandes y pequeños detalles del dibujo, que nos regala momentos magistrales. Así da gusto comprar un comic de superhéroes.

La idea de un empresario malvado que hace negocio del sufrimiento de la gente, en este caso con la venta de vacunas para un peligroso virus, no es algo nuevo. De hecho, una parte importante del mundo de los superhéroes es enfrentarse a millonarios malvados, y es una idea muy básica en todo tipo de entretenimiento desde Kung-fu a El Equipo A, por poner dos ejemplos. Lo quizá más novedoso en este mundo políticamente correcto es ver al héroe alinearse con el teórico villano que ha robado un cargamento peligroso (en teoría). Por supuesto, si este villano resulta ser una villana o villanas, por supuesto la redención es posible y es importante entender el punto de vista de la persona a la que te enfrentas. El caso es que todo esto lo veo en la historia, pero hay que reconocer que Taylor plantea la historia de forma super entretenida, así que nunca parece que nos están colando un panfleto y se puede disfrutar.

Lo malo de Nightwing es que este comic es espectacular, pero nada garantiza que Redondo vaya a quedarse varios meses seguidos en la serie, y su falta se nota un montón. Por el momento, hoy hay que felicitarse porque este comic exista y por la calidad de Bruno Redondo. ¡Qué bueno es!

Comparto las primeras páginas del comic:

Así si, Nightwing. Ojalá Bruno Redondo vuelva para una buena tanda de episodios.

PUNTUACIÓN: 8/10

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