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Fast and Furious 8 – La franquicia se queda sin gasolina

La franquicia de Fast & Furious se ha convertido en una de las más rentables de los últimos años. Y tras disfrutar en la séptima entrega la última historia del fallecido Paul Walker, toca continuar las aventuras de la familia de Dominic Toretto (Vin Diesel), esta vez con F. Gary Gray como director. ¿Qué tal habrá estado esta octava parte? Por el título del artículo, creo que adivinais que podía haber estado mucho mejor.

Domimic «Dom» Toretto (Vin Diesel) y Letty (Michelle Rodriguez) se encuentran en La Havana de luna de miel y sus vidas no podrían ser mejores. Cuando la misteriosa hacker Cipher (Charlize Theron) aparezca con una oferta que Dom no podrá rechazar, traicionará a su familia para robar una aparatos de alta tecnología que Cipher necesita para realizar su malvado plan. Liderados por Hobbs (The Rocks), la familia se unirá una vez para su misión más peligrosa: Detener a Dom. Y viajarán por todo el mundo para conseguirlo.

Una de las mejores cosas que se puede decir de la franquicia de Fast & Furious es su capacidad de reinventarse y conseguir encajar con los gustos de la audiencia. La primera película era una mala copia de «Le llaman Bodhi» ambientada en el mundo de las carreras de coches ilegales y el tuning enLos Angeles. Tras varios altibajos, la quinta película inició el camino del éxito convirtiendo la franquicia en un «Ocean´s 11» con coches. Y a partir de ahí, la sexta película mutó a una película de 007 motorizada.

En esta octava entrega, empezando por lo positivo, el director F. Gray Gray logra rodar con estilo y elegancia, consiguiendo que no echemos de menos al excelente James Wan, que dirigió la séptima entrega. La película cuenta con tres excelentes persecuciones, la inicial en La Habana, la sorprendente en Nueva York, y la batalla final en el Ártico, y en todas consigue un montón de momentazos increíbles marca de la casa «Fast&Furious». En el aspecto técnico, la película es tan buena como las últimas.

Otro de los aspectos positivos para mi es que estas películas nunca se han tomado muy en serio a si mismas, con un tono de locura «over-the-top» en las que las leyes de la física, y en especial la gravedad, no se aplican. Esto hace que aunque haya miles de locuras, los espectadores las disfrutamos como parte del espectáculo. Esto sigue presente en esta película desde la primera escena. Además, el personaje de Roman (Tyrese Gibson) tiene un montón de momentos graciosos que le funcionan perfectamente, y que sirven también para aliviar la posible seriedad que pudiera haber.

Por tanto, si estás buscando un espectáculo palomitero sin pretensiones, creo que Fast 8 es perfectámente disfrutable.

Voy a entrar a comentar aquellos elementos menos buenos que motivan que piense que se les está acabando la gasolina. Para hacerlo, voy a tener que comentar algún detalle de la historia que puede ser considerado como spoiler, así que estais advertidos.

Primero y principal, creo que la franquicia está muriendo de éxito, desde un punto de vista argumental y creativo. Analizando globalmente las tres últimas películas, vemos una sensación de amenaza creciente gracias a unos antagonistas carismáticos con los que en cada película se elevaban las apuestas.

En la 5º película se presentó a The Rock como el agente Hobbs que intentaba detener al grupo de Toretto, y disfrutamos de excelentes escenas como la del robo de la caja fuerte en Río.

En la 6ª presentaron a Owen Shaw (Luke Evans), un renegado agente de los Servicios Secretos Británicos. Hobbs consigue convencer a Dom en que le ayude a detenerle cuando le muestra pruebas que su novia Letty (a la que en ese momento se la daba por muerta) estaba viva y trabajaba para Shaw. Existe un elemento emocional que engancha y una escenas de acción que quitan el hipo, como la del tanque en la autopista o la escena final en el avión.

En la 7ª, Deckard Shaw (Jason Statham) el hermano mayor de Owen busca vengarse del grupo al haber dejado a su hermano en coma. Deckard es aún más chungo y su amenaza es muy real, al matar a Han en Tokio al final de la sexta película. Deckard (Statham) rivaliza claramente con The Rock en carisma y supera ampliamente a Vin Diesel, por lo que cada uno de los enfrentamientos molan. A esto se unió el trágico falecimiento de Paul Walker, que tuvo que ser reemplazado por su hermano para rodar algunas escenas. La película se convirtió en un homenaje al actor y todos queríamos conocer como sería el final de su camino, que resultó emotivo y satisfactorio.

¿Y en esta octava? La villana encarnada por Charlize Theron es un fail total, principalmente porque está super desaprovechada y sólo tiene que mirar a una pantalla de ordenador con cara de mala la mayor parte del tiempo. Esto ya de por sí sería un fail, pero la película también fracasa en que parezca real que Dom traiciona a sus amigos. Y si él realmente no es malo sino que es chantajeado, entonces está claro que tarde o temprano se la jugará a Cypher.

Por si fuera poco, cada vez está más claro que Vin Diesel está mayor y no tiene carisma para aguantar la película. Carisma que si derrochan a raudales The Rock y Statham, con una excelente fuga de la prisión en la que ambos se salen. Diesel nunca tuvo demasiados recursos interpretativos, pero en esta Fast 8 parece un Terminator inexpresivo que no consigue que empaticemos con su dilema.

Las leyes de la gravedad nunca se aplicaron en estas películas, y ante eso no hay ningún problema. Pero hay una TRAMPA narrativa a mitad de película que me dejó con una cara de WTF! en el mal sentido brutal. En estas películas siempre han habido trampas de guión para hacer que la trama avance, pero esto lo convierte en absurdo. Supongo que si la acción o el misterio me hubieran enganchado más, este trampa hubiera pasado mas desapercibida.

Hay además mucho énfasis en la «familia». Pero solo vemos carisma en The Rock o en Michelle Rodriguez, aunque su capacidad interpretativa es tambien muy limitada. El papel de los demás es testimonial. Roman (Tyrese Gibson) es solo el bufón. Tej Parker (Ludacris) y Ramsay (Nathalie Emmanuel) son hackers que tienen el único interés que le verborrea técnica sea un diálogo en lugar de un monólogo. Pero aparte de esto, y de Ramsay es mujer, no se justifican dos personajes para algo que podría hacer uno solo.

Otra cosa que me pareció lamentable es el burdo y tramposo intento de convertir a Deckard en un héroe que se une al grupo. Vale que Statham tiene carisma y eso, pero ¿nos vamos a olvidar así sin más la masacre del Hospital de la película anterior? Este giro es totalmente ridículo e hizo que mi suspensión de credulidad saltara por los aires.

Y si a todo lo anterior le unimos un final horrible y totalmente anticlimático, normal que sensación al terminar la película fuera de decepción total. Una cosa es que el carisma de The Rock o Statham haga que los productores quieran que sigan apareciendo en las siguientes películas, lo que es correcto, y otra cosa es que no haya climax ni enfrentamiento con Cipher, marchándose todos a casa para enfrentarse otro día. Este final ha sido un bajonazo total.

Fast 8 ha recaudado 900 millones en todo el mundo en solo 10 días. La película es un exitazo, no se puede negar. La franquicia ya anunció que va a estrenar Fast 9 en 2019 y Fast 10 en 2021, en teoría el final de esta serie de películas. Entiendo que es de tontos no explotar este mundo como hacen las películas de James Bond. Pero creativamente, estos personajes creo que no dan más de si y con una última película sería más que suficiente.

Comparto a continuación el trailer de la película, para que juzgueis vosotros mismos:

Fast & Furious 8 es entretenida y espectacular que gustará a los fans de la franquicia. Pero es decepcionante en todo lo demás. Abstenerse los que busquen una historia «seria».

PUNTUACIÓN: 5.5/10