Acaba de publicarse el primer volumen de Echolands de J.H. Williams III, W. Haden Blackman y Dave Stewart, con los seis primeros números de la serie regular publicada por Image Comics. Buen momento para volver a recomendar el que probablemente sea uno de los comics con mejor dibujo de la actualidad.
PUNTUACIÓN: 8/10
La historia de la última guerra de la Tierra comienza con un pequeño robo.
El multipremiado equipo de Batwoman formado por J. H. WILLIAMS III (Promethea, The Sandman: Overture, Batman) y W. HADEN BLACKMAN (Star Wars, Elektra) se reúne de nuevo. Les acompañan de nuevo el colorista supremo DAVE STEWART y el maestro de las letras TODD KLEIN.
En un extraño mundo futuro que ha olvidado su historia, la imprudente ladrona Hope Redhood tiene la clave para excavar su oscuro y extraño pasado, si ella y su tripulación pueden escapar de un tirano mago y su imparable hija. Pero el destino los enviará a todos por un camino que conduce a una guerra entre mundos.
ECHOLANDS es una epopeya de ficción mítica en formato horizontal donde todo es posible; una trepidante aventura mezcla de géneros que combina todo, desde vampiros de películas de terror hasta mafiosos clásicos y elfos cyborg, semidioses romanos y cohetes retro. ¡Va a ser un viaje increíble!
Cuando hace unos meses aluciné con el primer número de esta serie ya comentaba como la serie transmitía la idea que J.H. Williams había planteado junto a su colaborador habitual W. Haden Blackman una historia ambientada en un mundo fantástico que le permitiera dibujar literalmente cualquier cosa que le gustara. Tras leer este primer volumen con los seis primeros números, no hay duda que el éxito es monumental. Cada página está abarrotada de detalles y personajes que recuerdan elementos clave del entretenimiento de todas las épocas, convirtiéndose en un auténtico “¿donde está Wally?” mientras intentas identificar a cada personaje, cada referencia. Como fan de la fantasía y la ciencia ficción, las páginas de Echolands son un regalo maravilloso repleto de easter-eggs.
Otro de los grandes éxitos de Echolands viene a partir del formato horizontal del comic, que permite a Williams realizar un nuevo despliegue narrativo a la hora de distribuir las imágenes en la página, algo en lo que Williams es un autentico maestro. La doble página horizontal permite un flow super diferente al que estamos acostumbrando con los comics verticales, que suponen el 99,99% de los que se publican, con un diseño original que permite grandes sets en los que se mueven los personajes, y una acción que fluye en la página a su propio ritmo.
Aparte de la propia calidad de Williams, verle colaborar de nuevo con el colorista Dave Stewart nos regala unas páginas alucinantes. Stewart se une al despliegue artístico con páginas en las que todo es posible, explosiones de color junto a personajes dibujados en blanco y negro ¡en la misma viñeta! La exuberancia creativa es claramente una de las señas de identidad de este comic, y me encanta.
En la reseña del primer número ya comentaba que el único pero que le veía a Echolands es que estábamos ante un comic para leer en tomo más que en grapa como he hecho yo, dado que la historia en si prácticamente no había avanzado nada. Ahora que tengo en mis manos los seis primeros números, esta opinión no sólo se confirma, sino que me sorprende lo poco que nos han contado Williams y Blackman dentro del viaje en el que se han embarcado los protagonistas les ha llevado por numerosos reinos cada cual más diferente del anterior. Un hecho aparte es que estos seis números son el primer volumen porque así van a ser recopilado, pero en lo relativo a la historia no han alcanzado ningún hito ni estamos ante un momento de giro, de forma que podrían haber cortado aquí como en el número cuatro o cinco (o siete) y la sensación de no ha pasado casi nada seguiría estando ahí.
Es curioso que dentro de que el dibujo me parece una pasada, también me ha provocada cierta saturación sensorial debido a todo lo que Williams añade a cada imagen. En este sentido, me llama la atención que en medio de la polémica del “fan-service” en Spiderman No Way Home o en El libro de Boba Fett, este comic es puro fan-service, con decenas de seres y objetos en segundo plano que nos recuerdan a algo pero no tienen, de momento, ninguna importancia en lo relativo a la trama, más allá de resaltar que estamos ante un mundo en el que todo es posible.
Aunque me sabe un poco mal lo poco que la historia ha avanzado y lo poco que seguimos sabiendo de la protagonista Hope Redhood, en el momento que entendí y asumí que este comic no va de historia sino de permitir que Williams se desate, el disfrute es total. Y no tengo duda que los próximo números van a seguir ofreciendo muchas alegrías con apariciones especiales que me van a volar la cabeza.
Comparto algunas páginas del primer número para que alucinéis:
Solo por tener de vuelta a J.H. Willams III al mundo de la narrativa serializada, Echolands es un gran triunfo, con un dibujo sobresale muy por encima del resto de comics publicados en Estados Unidos. Super recomendable.
PUNTUACIÓN: 8/10
Gracias por leer este post. Espero tus comentarios. Y si te gustó el artículo, te invito a que lo compartas en redes sociales y que te suscribas para que te lleguen las notificaciones de las próximas publicaciones.
¡Saludos a todos!