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Crítica de Bala perdida de Darren Aronosfky

Darren Aronosfky (Pi, Requiem por un sueño, Mother!, The Whale) cambia de registro y se lanza al noir en Bala perdida, película protagonizada por Austin Butler que era de visionado obligado en pantalla grande.

PUNTUACIÓN: 7/10

Nueva York, años 90. Hank Thompson (Austin Butler) era un fenómeno del béisbol en el instituto que ya no puede seguir jugando, pero todo lo demás le va bien. Tiene una novia estupenda (Zoë Kravitz), es camarero en un antro en Nueva York y su equipo favorito está sorprendentemente luchando por el campeonato. Cuando su vecino punki Russ (Matt Smith) le pide que cuide de su gato durante unos días, Hank se encuentra atrapado en medio de un variopinto grupo de gángsters amenazantes. Todos quieren algo de él; el problema es que él no sabe por qué.

Darren Aronofsky (Nueva York, 1969) es un cineasta estadounidense. Su ópera prima, el thriller psicológico Pi (1998), le valió el premio al Mejor Director en el Festival de Cine de Sundance y un Independent Spirit Award al Mejor Guion Original. Sus siguientes películas son la rotunda obra maestra Requiem for a Dream (2000), la ininteligible The Fountain (2006), el drama The Wrestler (2008, galardonada con el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia). Con Black Swan (2010), fue nominado al premio al mejor director en los Óscar, los premios de la Academia Británica de Cine y los Globos de Oro. Noah (2014), Mother! (2017) y The Whale (2022, Oscar a Brendan Fraser como Mejor Actor), han sido sus últimas películas.

Bala perdida es la novena película de Aronosfky, y cuenta con un guion de Charlie Huston, basada en su novela Caught Stealing. La película rodada en Nueva York con un presupuesto de 40 millones de dólares tiene una duración de 107 minutos, y cuenta con fotografía de Matthew Libatique, montaje de Andrew Weisblum y música de Rob Simonsen y de Idles.

En el reparto encontramos a Austin Butler como Henry «Hank» Thompson, Regina King como la detective Elise Roman, Zoë Kravitz como Yvonne, Matt Smith como Russ Miner, Liev Schreiber como Lipa Drucker, Vincent D’Onofrio como Shmully Drucker, Benito Martínez Ocasio como Colorado, Griffin Dunne como Paul, Carol Kane como Bubbe, Action Bronson como Amtrak y George Abud como Duane.

Darren Aronofsky es uno de esos directores cuyas películas veré siempre, normalmente sabiendo lo menos posible. Tras varios dramones intensos no, lo siguiente, en Bala perdida parece que buscaba cambiar de registro apelando al público generalista con una película en teoría más convencional. El resultado no le ha salido demasiado bien, dado que en el momento de escribir estas líneas ha recaudado apenas 32 millones de dólares en todo el mundo, a partir de un presupuesto de 40.

El caso es que la película es bastante entretenida gracias a un guion de Charlie Huston en la que adapta su propia novela Caught stealing. Una historia de género negro de perdedores en la que la mayoría de situaciones suceden por pura casualidad. En positivo, Aronofsky plantea algunos planazos super chulos, como por ejemplo un plano con dron en el que Hank (Austin Butler) intenta acceder a su casa a través de la escalera de incendios. O en una persecución en la que Hank intenta escapar de dos gangsters judíos super peligrosos.

Austin Butler es un actor estupendo que está intentando ser una estrella de cine. O más bien, sus agentes son los que lo están intentando consiguiendo que le contraten para un montón de películas recientes. Y como digo, el chaval me gusta y creo que trabaja muy bien, pero parece claro que no es una estrella capaz de atraer a público a las salas simplemente porque él protagoniza la película. Hank, su personaje, es un protagonista atípico, porque es un chaval normal que sufrió un accidente de tráfico que acabó con su carrera de jugador profesional de beisbol y en la que mató a su mejor amigo. Tras el accidente y a pesar de haber pasado varios años, no ha llegado a asumir su culpa y su responsabilidad por lo ocurrido, mudándose a Nueva York donde trabaja de camarero en un bar. Ha empezado una relación con Yvonne (Zoë Kravitz), una paramédico buenorra y super dulce e inteligente y parece que la vida está yendo bien. A partir de una confusión, su vecino Russ (Matt Smith) que trapichea con drogas se va de la ciudad, repentinamente todo el elemento criminal de Nueva York cree que Hank tiene un objeto de gran valor que custodiaba Russ. Y quieren recuperarlo.

Bala perdida es un noir de perdedores en el que Hank es pisoteado y machacado durante prácticamente toda la película y él no puede hacer nada para evitarlo, estando totalmente indefenso. Es una situación inesperada de ver en una película comercial mainstream, sobre todo con el añadido de que todo sucede por una serie de casualidades sucesivas que van aumentando el número de problemas que Hank tendrá que enfrentarse. Y la cantidad de golpes que irá recibiendo.

Bala perdida tiene una duración corta de apenas 105 minutos. Y dentro que pasan muchas cosas todo el rato la mayoría sorprendentes, lo cierto es que en los primeros 15 minutos el ritmo es pausado mientras conocemos el mundo de Hank y su relación con Yvonne. En este momento, la escena íntima de la pareja es otro momento que no acaba de ser nada de lo que debería. Intenta ser sexy pero no acaba de serlo, al interrumpirla con un humor extraño. Esto es antes que todo se vaya a mierda por la casualidad que se ponga en marcha la historia de verdad. No soy seguidor de Michael Bay y su idea que en toda película suya debe haber una explosión en los primeros 5 minutos que atrape al espectador. Pero el ritmo y el montaje es un poco extraño, primero porque cuesta que sepamos de qué va la película en realidad, alternando momentos dramáticos con situaciones extrañas con personajes peculiares pensados para añadir un toque de comedia que probablemente no sea adecuada teniendo en cuenta lo que estamos viendo.

Lo cierto es que dentro de que me gusta lo atípico de la historia, en realidad Bala Perdida no me ha hecho click. Y me parece curioso que diría que el principal problema de la película es el mismo que tuvo el Superman de James Gunn: Aronofsky equivoca completamente el tono de la película. Como digo, tenemos momentos super chungos que suceden literalmente porque si, con un pobre Han rodeado de criminales peculiares que rompen la idea de historia realista con que había empezado la película en sus primeros minutos. Tenemos a los asesinos rusos por un lado y a los asesinos judíos, que añaden un elemento exótico que rompe la supuesta seriedad y las apuestas del juego. Por ejemplo, cuando los duros asesinos judios llevan a Hank a comer con su madre porque es un festivo para su comunidad. Es una situación atípica que rompe la tensión del momento. Y como esa hay varias situaciones, como cuando la agente de narcóticos Elise Roman (Regina King) putea a Hank en su entrevista tras llamarle él tras recibir una paliza que casi le mata.

Cuando ves trainspotting desde el primer momento Danny Boyle te mostró que todo iba a ser un over-the-top super exagerado. Pero Aronosfky no hace eso. De hecho, parece que en realidad no sabe a qué carta agarrarse para esta película. Y la dirección es correcta, el diseño de producción y la música molan mucho. Los actores cumplen con lo que el director pide de ellos. Pero el humor no acaba de funcionar casi nunca y las pocas escenas de acción tienen un feeling diferente al del resto de la película.

Comentaba que me gusta Austin Butler. Pero igual él no es un casting acertado, porque él es un actorazo buenorro y super chacas que está interpretando a un perdedor indefenso que no sabe por donde le están cayendo las ostias y no tiene forma de evitarlas o de defenderse. Su figura de estrella de cine super cachas no se corresponde con alguien semi alcoholizado con una rodilla destrozada que debería ser un tirillas indefenso. Está mandando las señales equivocadas, lo que creo que es otra de las cosas que no acaban de cuadrar en Bala perdida.

En positivo, el guion de Charlie Huston tiene una cualidad circular que hace que muchas cosas tengan sentido, lo que sirve a Hank para enfrentarse a su pasado y con suerte conseguir salir vivo de toda la situación. En realidad me gusta ver un noir de perdedores que se aleje de los Parker y de todos los tipos duros super molones que dominan el género negro, con Jason Statham y similares protagonizando películas casi clónicas. En ese sentido, Bala perdida es tan original que me ha gustado verla.

Pero me resulta llamativo que Darren Aronofsky no haya acertado en su intento de hacer una película «comercial». Desde luego, los mecanismos del noir no los tiene controlados, y por eso Bala perdida es una película tan desigual, alternando momentos visual y narrativamente muy potentes con otros que no funcionan y que son como un huevo a una castaña. En ese sentido, me sabe mal por Aronofsky. Y resalta lo difícil que es hacer una película «buena».

Bala perdida lo tenía todo para haberme flipado, empezando porque Aronosfky me encantó en casi todas sus películas previas. Pero en realidad no ha sabido hacer una película «comercial» que interese al público que va a los cines regularmente, mientras que el público gafapasta ha rechazado la película precisamente por su intento de hacer algo convencional. Aunque la película sea cualquier cosa menos convencional. En ese sentido, que en alguna entrevista parecía que estuviera pidiendo perdón por hacer una película de género negro «normal» en lugar de sus dramones a los que nos tenía acostumbrados es algo que tampoco es que haya ayudado a vender la película precisamente. En lugar de abrazar que lo ha hecho porque ha querido y era lo que le pedía el cuerpo.

En todo caso, sigo pensando que Aronosfky merece ser visto en pantalla grande. Ya veremos qué película hace a continuación.

Comparto el trailer de la película:

Bala perdida no ha hecho click. A pesar de las muchas cosas interesantes, empezando por su historia fuera de lo habitual, Aronosfky no le ha cogido el truco a los convencionalismos del noir.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Masters of the Air (Apple TV)

Aprovechando mi suscripción a Apple TV hemos visto Masters of the Air, la serie bélica centrada en la vida de los pilotos de bombarderos de la 2ª Guerra Mundial, y que busca ser el acompañamiento de las míticas Hermanos de Sangre y The Pacific.

PUNTUACIÓN: 8/10

Por cierto, aprovecho para informaros que este post significa el artículo numero 2200 que publico en el blog.

Miniserie de TV (2024). 9 episodios. Durante la Segunda Guerra Mundial muchos aviadores del 100º Grupo de Bombardeo (el ‘Bloody Hundredth’) arriesgaron sus vidas llevando a cabo peligrosos bombardeos sobre la Alemania nazi y lidiando con las condiciones gélidas, la falta de oxígeno y el terror absoluto de combatir a 25.000 pies de altura. Unos fueron abatidos y capturados; otros resultaron heridos o muertos. Y algunos tuvieron la suerte de volver a casa. Independientemente de los destinos individuales, todos pagaron un precio. Una serie de Steven Spielberg, Tom Hanks y Gary Goetzman, los productores de ‘Hermanos de sangre’ y ‘The Pacific’. (FILMAFFINITY)

Masters of the air la serie ha sido creada por John Shiban y John Orloff para Apple TV+. Está basada en el libro homónimo de 2007 de Donald L. Miller y sigue las acciones del 100º Grupo de Bombardeo, una unidad de bombarderos pesados Boeing B-17 Flying Fortress de la Octava Fuerza Aérea con base en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. La serie sirve de complemento a Band of Brothers (2001) y The Pacific (2010), y es la primera serie producida por Apple Studios en colaboración con Playtone y Amblin Television.

Orloff escribe la serie además de ser el showrunner, contando con la asistencia de Joel Anderson Thompson en dos episodios y de Dee Rees en uno. La serie de 9 episodios ha contado con Cary Joji Fukunaga como director de los 4 primeros episodios. Anna Boden y Ryan Fleck, directores de Capitana Marvel, dirigen dos episodios, Dee Rees otros dos y Tim Van Patten se encarga del último. Destacar además que Blake Neely (The Pacific, The flight attendant) compone el tema musical de la serie.

Aunque Masters of the Air es bastante coral, tenemos 3 protagonistas principales: Austin Butler como el Mayor Gale «Buck» Cleven, Callum Turner como el Mayor John «Bucky» Egan y Anthony Boyle como el Teniente Harry Crosby, que además hace la función de narrador de la serie. Otros actores que participan en la serie son Barry Keoghan como el Teniente Curtis Biddick, Nikolai Kinski como el Coronel Harold Huglin, Stephen Campbell Moore como el Mayor Marvin «Red» Bowman, Sawyer Spielberg como el Teniente Roy Frank Claytor, Isabel May como Marjorie «Marge» Spencer, James Murray como el Coronel Neil «Chick» Harding, Nate Mann como el Mayor Robert «Rosie» Rosenthal y Laurie Davidson como el Teniente Herbert Nash, entre otros muchos.

Masters of the air me ha parecido una serie a ratos super entretenida, pero también desequilibrada. La parte bélica con los combates aéreos me parece una pasada. Los bombarderos B17 eran unos aviones enormes que eran blanco fácil para los aviones enemigos, teniendo unas torretas de ametralladoras como únicas defensas contra unos aviones a menudo demasiado rápidos. Los combates nos ofrecen momentos espectaculares, ofreciendo planazos generales creados por CGI super guapos. Pero también aciertan al poner la cámara dentro de la cabina o de las torretas para que sintiéramos el punto de vista de los pilotos o artilleros en medio del combate. Visualmente la serie tiene momentos de los que se quedan grabados en las retinas.

La serie resalta además un elemento que a menudo se ha pasado de puntillas cuando se habla de los pilotos de la 2ª Guerra Mundial. Y es que aunque podían ser vistos como unos privilegiados que dormían en barracones y comían siempre comida caliente, cosa que en realidad sucedía, no se tenía en cuenta que la Fuerza Aérea fue el cuerpo del ejército de los Estados Unidos que más bajas tuvo, porcentualmente hablando, con mucha diferencia. El 51% de las tripulaciones murieron en operaciones, el 12% murieron o resultaron heridas en accidentes no operativos y el 13% se convirtieron en prisioneros de guerra. Sólo el 24%, uno de cada cuatro soldados, sobrevivió ileso a la guerra. Pero eso en general, si nos vamos a las tripulaciones de los bombarderos, estas cifras se hacían mucho peores.

Viendo estas cifras y la realidad que los pilotos conocían sobre que lo normal era que murieran en combate, no hay duda que eran unos verdaderos héroes que cumplieron con su deber sin importar el riesgo a su integridad física. Situaciones reales de la guerra como las misiones casi suicidas de bombardear Berlín que eran una estrategia para obligar a luchar a la  Luftwaffe usando de cebo a los bombarderos, para poder destruir a los aviones enemigos como elemento previo al día D, son momentos tremendos pero necesarios que jugaron con las vidas de los pilotos para conseguir un bien mayor.

Hablaba de una serie desequilibrada porque las partes aéreas y la operativa militar que muestra la serie como comento me gustan mucho, pero toda la parte de la vida de los pilotos en tierra entre misiones en la primera mitad de la serie me parece mucho menos acertada. Hay un primer elemento que desluce la serie para mi, relativo a los dos protagonistas: Austin Butler como el Mayor Gale «Buck» Cleven y Callum Turner como el Mayor John «Bucky» Egan. Y es que es un problema que no me los creo en ningún momento. De hecho, en la primera mitad de la serie no dejo de ver a unos chavales intentando PARECER guays en pantalla, en lugar de SIENDO guays. Por ejemplo con sus gorras de medio lado. Y esto es una diferencia fundamental. El carisma se tiene o no se tiene, y Callum Turner no lo tiene. En su defensa también diré que en la segunda mitad en el campo de concentración su interpretación me parece mucho mejor, sobre todo cuando se concentran en actuar y no en su lucimiento.

Veo mucho mejor a Anthony Boyle como el Teniente Harry Crosby, que es el narrador de la historia y es el tío normal en medio de situaciones para nada normales, y que fue uno de los mejores cartógrafos en el aire y en la base de operaciones preparando las misiones. Otro actor que me ha gustado es Nate Mann como el Mayor Robert «Rosie» Rosenthal, un All-American Hero que pudiendo retirarse tras completar 25 misiones, una cifra que casi ningún piloto conseguía ya que eran derribados antes, decidió mantenerse en el frente volando en 52 misiones, siendo derribado en una ocasión. A pesar de los aciertos que la serie sin duda los tiene, aunque las diferentes historias de los pilotos seguro están basadas en hechos y personas reales, no consiguen presentar carisma por encima del cliché en el que parecen moverse en todo momento. Algo que me parece una pena.

Aparte de este aspecto menos bueno, lo cierto es que la serie tiene un aspecto super chulo, que es que busca mostrar todas las situaciones en que se vieron los pilotos, y eso incluye la realidad que muchos de ellos fueron derribados y se convirtieron en prisioneros de guerra de los nazis. Comentaba que la parte en Inglaterra es más floja, pero en cuanto vemos historias de pilotos huyendo de los nazis en la Francia ocupada gracias a la resistencia, o la vida en los campos de concentración, el interés de la serie aumenta muchísimo, de forma que los últimos episodios me han parecido mucho más redondos que los primeros. Escenas como las de los pilotos asesinados por soldados o por la población alemana furiosa tras los bombardeos son escenas super fuertes de la serie, que seguro sucedieron en la vida real.

Otro ejemplo de la búsqueda de todos los puntos de vista es que la serie también emplea un episodio en mostrarnos al Grupo de Cazas 32, conocido como los Pilotos Tuskegee, un escuadrón formado por pilotos afroamericanos. Unos pilotos que, aunque no se muestra de forma explícita en la serie, entiendo que por falta de tiempo y porque no es el objeto de la misma, sufrieron el racismo de unos superiores que no creían que fueran lo bastante buenos para realizar misiones de combate al nivel del resto de pilotos. Me parece genial que estos pilotos tengan su importancia en la serie y que la historia se detenga en ellos.

Otro detalle destacable en positivo de Masters of the Air es que la serie transmite que estamos ante una serie con vocación de querer ser «importante» como lo fueron Hermanos de sangre y The Pacific. Dentro del aspecto de contar unos hechos reales, la serie transmite que se trata de una producción de primer nivel que ha contado con todos los medios materiales para contar la historia de la mejor forma posible. Aprovecho para comentar que dentro de la espectacularidad general, en algunos momentos se notaba demasiado que estamos ante planos digitales. Y claro que no es posible recrear estos combates con decenas de aviones en el aire, pero hay planos que están mejor terminados que otros.

En todo caso, aunque he comentado aspectos que me han gustado menos de Masters of the air, lo cierto es que los dos últimos episodios me han parecido super emocionantes, dramáticos y llenos de heroismo, que es lo que le pido a una serie de este tipo. La forma en que me han dejado en lo más alto me parece otro de los valores fundamentales de esta serie, y un aspecto que hace que tengo claro que volveré a ver esta serie con mi hijo dentro de unos años. Como ya hacemos con Hermanos de sangre y con The Pacific.

En resumen, si eres un fan de las historias bélicas o de la aviación, creo que vas a disfrutar un montón con Masters of the air. Aunque en su primera mitad tiene algún elemento menos bueno, los momentos buenos son muy buenos.

Comparto el trailer de esta serie:

Masters of the air es una serie estupenda que muestra la sacrificada vida de los pilotos de bombarderos durante la Segunda Guerra Mundial. Igual no es igual de redonda que Hermanos de Sangre o The Pacific, pero me parece un complemento estupendo a estas series.

PUNTUACIÓN: 8/10

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Crítica de Elvis de Baz Luhrmann

Baz Luhrmann aplica su particular punto de vista a la figura de El Rey Elvis Presley, en una película planteada a destacar la figura mítica de Elvis alejándolo de todo elemento polémico para su persona.

PUNTUACIÓN: 8/10

La película explora la vida y la música de Elvis Presley (Austin Butler) a través del prisma de su relación con el coronel Tom Parker (Tom Hanks), su enigmático manager. La historia profundiza en la compleja dinámica que existía entre Presley y Parker que abarca más de 20 años, desde el ascenso de Presley a la fama hasta su estrellato sin precedentes, en el contexto de la revolución cultural y la pérdida de la inocencia en Estados Unidos. Y en el centro de ese periplo está Priscilla Presley (Olivia DeJonge), una de las personas más importantes e influyentes en la vida de Elvis. (FILMAFFINITY)

Mark Anthony «Baz» Luhrmann (nacido el 17 de septiembre de 1962) es un director de cine, guionista y productor australiano con proyectos que abarcan el cine, la televisión, la ópera, el teatro, la música y la industria discográfica. Es el director australiano de mayor éxito comercial, con cuatro de sus películas entre las diez más taquilleras de todos los tiempos. Y esto a pesar que Elvis es su sexta película como director, habiendo dirigido previamente Strictly Ballroom (1992), Romeo + Julieta (1996), Moulin Rouge! (2001), Australia (2008) y El Gran Gatsby (2013).

Lurhmann escribe el guion junto a Jeremy Doner, Sam Bromell y Craig Pearce. Mandy Walker se encarga de la fotografía, con montaje de Matt Villa y Jonathan Redmond y música de Elliott Wheeler. Elvis es una película excesiva en todo, empezando por su duración de 160 minutos, que sin embargo en ningún momento se hacen largos. La película, rodada en Australia, cuenta con un presupuesto de 85 millones de dólares.

El gran descubrimiento de la película es descubrir al actor Austin Butler como Elvis Presley. Butler (1991) es un actor estadounidense que comenzó su carrera en la televisión con papeles secundarios en Hannah Montana en 2006 y 2007 y Switched at Birth (2011-2012). En The Carrie Diaries (2013-2014) y The Shannara Chronicles (2016-2017) ya le tuvimos en papeles protagonistas, y en el cine, Butler interpretó a Tex Watson en Once Upon a Time in Hollywood (2019), de Quentin Tarantino.

Tom Hanks interpreta al Coronel Tom Parker, el representante de Elvis y el gran villano de la función, con Olivia DeJonge en el papel de Priscilla Presley, la esposa de Elvis, Helen Thomson como Gladys Presley, la madre de Elvis, Richard Roxburgh como Vernon Presley, el padre de Elvis y Chaydon Jay como Elvis niño.

Si te gusta la música de El Rey, ver Elvis es una obligación. Lurhmann aplica su estilo excesivo para contar la historia de Elvis desde un punto de vista casi operístico que en lo relativo a la historia tiene muchas conexiones con Bohemian Rhapsody, alejando a Elvis de cualquier elemento polémico que pudiera tener su biografía y destacando su figura mítica para el mundo del rock&roll. La película tiene como es lógico una selección de canciones alucinante, y en general el montaje de sonido creo que es de los que se merecen el Oscar. El amor de Elvis por la música negra y la forma en que le marcó en sus gustos y forjó su estilo musical está perfectamente contado. Algo casi prohibido en un momento en los años 50 en los que aún había leyes de segregación racial en varios estados de Estados Unidos y que es otro elemento más que resalta lo rompedor e influyente que ha sido (y sigue siendo) Elvis para la industria musical.

Austin Butler es el gran descubrimiento de la película. Su parecido con Elvis es asombroso, ayudado por una perfecta caracterización de maquillaje y peluquería. Butler además transmite toda la fuerza de El Rey cuando se subía al escenario, permitiendo a Lurhmann crear un montón de momentos super poderosos visualmente que hacen que la película merezca verse en pantalla grande. Este Elvis es un ser de luz cuya única preocupación era cuidar de su familia e intentar hacer la música que a él le gustaba, algo que no siempre consiguió durante su vida debido a la presión de su manager. La interpretación de Butler es de las que ganan premios y forjan carreras de éxito, espero que tenga suerte con su próxima película.

La película hace una interesante elección narrativa al convertir al malvado Coronel Tom Parker en el narrador de la historia. Este oscuro personaje que ni era coronel, ni se llamaba Parker ni realmente era americano explotó de forma terrible a Elvis ahogando su creatividad y obligándole a hacer los trabajos más lamentables con tal de ganar él un dólar. Que Parker se llevara el 50% de todos los ingresos de Elvis es una locura sumada al hecho que llevó la carrera de Elvis no donde le hubiera interesado a él musicalmente, sino donde él pudiera ganar más dinero a su costa. La interpretación de Tom Hanks como Parker es como siempre perfecta.

De esta forma, la narración de la película es la de un aprovechado sin moral ninguna que usó a su antojo a Elvis, de forma que no es necesario que Lurhmann nos diga que lo que hace es tremendo, porque es algo que se sobreentiende. De hecho, que la muerte de Elvis fue culpa suya podría ser una conclusión lógica viendo la película y como actuaron la gente alrededor de Elvis. Porque ese es otro tema clave de la película, ya que todos alrededor de Elvis se convirtieron en unos chupópteros aprovechados, empezando por su padre y su tropa de amigos y músicos que formaron un séquito a su alrededor que se dedicó a vivir la vida loca a su costa. La amoralidad de Parker queda clara a lo largo de la película, y que él lo viera como lo más normal del mundo añade una dosis de dramatismo a toda la historia de Elvis, un chaval inculto de pueblo del que todos se aprovecharon. En este sentido, queda claro viendo la película que Elvis nunca actuó fuera de Estados Unidos al no querer salir Parker del país, quien sabe si por miedo a no poder entrar, y que si actuó durante años en Las Vegas fue para pagar las deudas de Parker con el juego. Y que la carrera como actor de Elvis fue destruida al obligarle a trabajar en películas cada vez peores y más baratas que le permitiera a Parker conseguir mayor beneficio. La forma en que drogaban a Elvis para que pudiera actuar fuera como fuese, o las giras con fechas imposibles son mostradas con claridad meridiana para mostrar a Elvis como una víctima de su entorno.

Dentro que este biopic musical me ha gustado mucho, hay que reconocer que incluso sin saber en detalle la historia de Elvis, se nota el intento evidente de blanquear la figura de El Rey, de forma que siempre todo lo que le pasa es por culpa de alguien. Por ejemplo, si tomaba pastillas y alcohol no fue por iniciativa propia sino a iniciativa de alguien de su entorno. Me parece normalísimo que su viuda Priscila Presley haya apoyado la película porque ella y su marido salen super bien parados, no como el resto de parásitos que se aprovecharon de Elvis empezando por su padre. Aunque muestra una infidelidad, la película evita mostrar las famosas juergas de alcohol y drogas de Elvis en Las Vegas y en general cualquier elemento controvertido de su biografía, limitando por ejemplo su dependencia a los medicamentos a los que su médico le daba para subirse al escenario.

Lurhmann no busca en este sentido ser «realista», sino ampliar la categoría de mito que Elvis adquirió a partir de su muerte en 1977 a la edad de 42 años. Y lo cierto es que su apuesta le sale bien, porque Elvis siempre ocupará un lugar en los corazones de los amantes de la música rock y esta película no hace sino destacar todo lo bueno hasta niveles beatíficadores. Para todos los fans de las película musicales, ELVIS nos da 160 minutos de pura historia de la música que me ha dado un entretenimiento espectacular.

Comparto el trailer de la película:

Para todos los amantes de la música, ver el biopic musical de Elvis se convierte en una obligación, a ser posible en la sala con mejor equipo de sonido posible.

PUNTUACIÓN: 8/10

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