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Crítica de Devotion. Una historia de héroes, de J.D. Dillard (Prime Video)

Aprovechando su estreno en Prime Video, hemos visto Devotion. Una historia de héroes, película bélica del director J.D. Dillard cuyo principal reclamo es mostrarnos una historia de aviadores protagonizada por Jonathan Majors (Quantumanía y Creed III) y Glen Powell (Top Gun Maverick).

PUNTUACIÓN: 6/10

En 1950, cuando la Guerra Fría amenaza la paz internacional, dos jóvenes pilotos de diferentes mundos son aceptados en un escuadrón de élite para su entrenamiento: uno es Tom Hudner, un soldado impecable. El otro es Jesse Brown, un piloto ferozmente talentoso, que se convertiría en el primer afroamericano en volar en combate para la Marina de los Estados Unidos. Iniciados juntos en el escuadrón VF-32, Tom y Jesse son llevados al límite para convertirse en los mejores pilotos de combate. Dentro de la estrecha hermandad del escuadrón, Tom y Jesse forman una firme amistad; la cual se pondrá a prueba en el acalorado campo de batalla, cuando uno de ellos sea derribado tras las líneas enemigas.

J.D. Dillard es un director de cine, productor y guionista afroamericano conocido por su trabajo en Sleight (2016), Sweetheart (2019) y Devotion (2022). Su padre fue oficial de vuelo de la Armada y el segundo afroamericano seleccionado para volar en los Ángeles Azules. De ahí surgió su amor por la aviación y las historias de heroísmo.

El guion de Devotion fue escrito por Jake Crane y Jonathan A. Stewart, basado en el libro de 2015 Devotion: An Epic Story of Heroism, Friendship, and Sacrifice de Adam Makos, que relata la camaradería entre los oficiales navales Jesse Brown y Tom Hudner durante la Guerra de Corea. Le película de 139 minutos contó con un presupuesto de 90 millones de dólares y tuvo fotografía de Erik Messerschmidt, montaje Billy Fox y música Chanda Dancy.

Dillard buscaba crear efectos prácticos utilizando aviones reales siempre que fuera posible, utilizando en la película varios F4U Corsair, un AD Skyraider, dos cazas F8F Bearcat, un helicópteros HO5S-1 y un MiG-15. Además, se contrató al coordinador de acrobacias aéreas Kevin LaRosa, que creó algunas de las secuencias de vuelo de Top Gun: Maverick.

El principal reclamo de la película viene de su pareja protagonista. Jonathan Majors como Alférez Jesse Brown y Glen Powell como Teniente Tom Hudner. Se da además la circunstancia que fue Powell quien leyó el libro original y convenció a los productores en hacer la película. El resto del reparto lo completarían Christina Jackson como Daisy Brown, Thomas Sadoski como el Teniente Comandante Dick Cevoli, Daren Kagasoff como Bill Koenig, Joe Jonas como Marty Goode, Spencer Neville como Bo Lavery y Nick Hargrove como Carol Mohring.

Empezando a valorar la película, Devotion nace a partir del hype creado por Top Gun Maverick hacia las historias de aviación. Y aunque la película de Tom Cruise y Devotion se estrenaron ambas en 2022, Top Gun llevaba rodada mucho antes que Devotion, que empezó a rodarse en 2021. Pensando en esto, creo que a los amantes de la aviación que quieren ver aviones clásicos reales en acción en el aire, esta película les va a gustar. Como en Top Gun Maverick, hay un montón de escenas que se nota se han rodado en el aire, y la sensación de ver volar a estos aviones está super chula.

Otro importante reclamo es la pareja protagonista. Powell venía de Top Gun, una de las películas más taquilleras del año. Sin embargo, el verdadero M.V.P. es Jonathan Majors, su interpretación es de las que confirman que estamos ante uno de los mejores actores de los últimos años, añadiendo una potencia dramática y una fuerza a una historia que a pesar de estar inspirada en hechos reales, suena a melodrama ya visto con anterioridad.

A pesar de esa sensación de familiaridad, creo que el drama del Alférez afroamericano Jesse Brown se siente como verídico en todo momento, y en general creo que la película se ve con agrado hasta quizá el anticlimax final que de momento no desvelaré por si alguien se anima a ver esta película. Devotion NO es una maravilla, pero creo que es eficaz a la hora de contar la historia que querían contar, que hay que reconocer que NO es la que yo al menos esperaba.

Entrando en los aspectos menos buenos, había leído hace meses algo similar a que esta película era un «Top Gun de Hacendado». Creo que es un comentario dicho con muy mala idea que resulta muy injusto con esta película. Pero a la vez, la realidad es que al estrenarse unos pocos meses después de Top Gun, Devotion sale siempre perdiendo en la comparación. Comparación injusta al ser una película de época basada en unos hechos reales que entiendo no daban para las «flipadas» increíbles que si vimos en la película de Tom Cruise. Igual si Devotion se estrenara ahora en 2023 podría saciar la sed de este tipo de historias entre los espectadores, pero su fecha de estreno hizo que la gente no quisiera ver algo que se percibía como una «copia peor». Por esto, la película fue un terrible fracaso de taquilla.

Otro problema que vi a la película es Glen Powell. En Top Gun Maverick lo clavaba como un papel secundario de un piloto chuleta, pero aquí interpreta a un All-American Hero que es uno de los dos protagonistas, y lamentablemente Powell tiene la expresividad de un ladrillo, quedando siempre fatal comparado con Majors. La falta de registro interpretativo de Powell y del resto del reparto es palmario, y excepto por los propios aviones y las escenas de vuelo que molan mucho, el resto de escenas en tierra dan la sensación de un telefilm de domingo por la tarde.

Entiendo que los aviones y las escenas aéreas se han comido casi todo el presupuesto. Esto provoca que otras escenas como el combate en tierra en Corea del Norte quede muy cutre, siempre rodado con primeros planos y planos medios en los que no se ve nada, con unos pocos planos generales digitales que cantan bastante. También hay que comentar que en algunos planos con multitud de aviones también se nota el elemento digital.

Pero quizá el mayor problema de la película es que todo transcurre por caminos correctos y esperables en este tipo de historias. El entrenamiento, los pilotos que se vuelven como hermanos y un protagonista afroamericano que llegó hasta ahí por méritos propios y a pesar del racismo de la sociedad americana. Sin embargo, la película se nos ha vendido como una historia bélica. Y la verdad es que cuando llegan los combates en Corea, estos son escasos y super decepcionantes. De nuevo, entiendo la parte de «inspirada en hechos reales», pero al final esperas que la película tenga una intensidad dramática que nunca llega. Esto provoca que aparte de la comparación con Top Gun, Devotion no acaba de ofrecer al espectador lo que debería.

A partir de ahora tengo que hablar del giro de la película que me ha vuelto muy loco, así que tengo que entrar a hablar CON SPOILERS.

¡Seguid leyendo bajo vuestra responsabilidad!!

El giro loquísimo que no vi venir es que el Alférez Jesse Brown interpretado por Jonathan Majors murió en su segunda misión en Corea. Que hayamos visto en la película, claro. Un alférez que es un héroe por el propio hecho de ir a combatir y morir por su país, pero cuya muerte se siente como un jarro de agua fría durante un visionado que no había acabado de explotar en ningún momento por la falta de escenas de combate potentes. De forma que una película que se presumía de héroes en la guerra saliendo victoriosos se convierte de golpe y porrazo en un homenaje a un aviador caído de la forma más anticlimática. Siendo de alguna forma la narración de una derrota.

Entiendo que las escenas finales honrando al héroe fallecido conectará con el público americano al que les encanta el Dios y Patria super patriótico, pero lamentablemente la sensación que se me queda es que recibe una atención que igual no merecía por el hecho de ser afroamericano, dado que hubieron muchísimos pilotos muertos en la guerra de Corea que no recibieron esta atención mediática. Una atención que como digo no se gana por las cosas que hace en pantalla durante la película.

A todo esto, estos momentos finales no llegan a funcionar por la falta de expresividad de un Glen Powell que debería mostrar el dolor y la rabia al no poder salvar a su compañero y amigo, y que quedan como unas escenas apagadas por su culpa. Algo que provoca que la sensación final con la que te quedas no sea lo buena que debería haber sido.

En resumen, no me molestó ver Devotion gracias a unas estupendas escenas aéreas y a que la vi en el sofá de mi casa. Pero si hubiera pagado una entrada para verla en el cine posiblemente me habría decepcionado por su falta de espectacularidad.

Comparto el trailer de la película:

Devotion. Una historia de héroes me ha dejado perplejo con un final que no esperaba para nada y ha resultado super anticlimático.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Air de Ben Affleck

Aprovechando su estreno en Prime Video he visto Air, la película de Ben affleck sobre la historia de como Nike fichó a Michael Jordan como emblema de su división de zapatillas. Y me he encontrado una película muy bien hecha con un reparto estelar.

PUNTUACIÓN: 7/10

Narra la increíble y revolucionaria asociación entre Michael Jordan -un novato en ese momento- y la incipiente sección de baloncesto de Nike, que revolucionó el mundo del deporte y la cultura contemporánea con la marca Air Jordan. Cuenta la atrevida apuesta que definió la carrera de un equipo poco convencional, la visión implacable de una madre que conoce el valor del inmenso talento potencial de su hijo, el fenómeno del baloncesto que se convertiría en el más grande de todos los tiempos.

Ben Affleck y Matt Damon son amigos de toda la vida y han colaborado en multitud de ocasiones. Affleck y Damon fundaron juntos la productora Market Equities, y esta película es su primera gran apuesta en la que han puesto toda la carne en el asador, al dirigir Affleck y ser Damon el principal protagonista, aunque rodeado de un gran reparto.

El guion fue escrito por Alex Convery, que tuvo la idea de la película mientras veía el mítico documental The Last Dance que narraba la vida de Jordan. Tras ver la parte del contrato con Nike, Convery sintió que ahí había material para una buena película, por lo que se pudo a investigar a fondo. Para la película Affleck se reencuentra con sus colaboradores habituales: el director de fotografía Robert Richardson y el montador William Goldenberg.

Matt Damon es Sonny Vaccaro, ejecutivo de Nike en el área de baloncesto que convenció a la familia Jordan para que fichara por ellos. Ben Affleck es Phil Knight, el fundador de Nike. Jason Bateman es Rob Strasser ejecutivo de Nike jefe directo de Sonny. Viola Davis interpreta a Deloris Jordan, madre de Michael, mientras que Julius Tennon interpreta a su padre, James R. Jordan Sr.

Ya en papeles secundarios tenemos a Chris Tucker como Howard White, Marlon Wayans como George Raveling, Chris Messina interpreta a David Falk, agente de Jordan, y Matthew Maher hace de Peter Moore, el director creativo de Nike que creó las míticas Air Jordan y el logo de la silueta de Jordan saltando.

La película producida por Amazon Prime Video ha contado con un presupuesto de alrededor de 80 minutos. Debido al interés sobre todo en los USA por todo lo que tenga que ver con Jordan, Amazon decidió estrenar esta películas en los cines un mes antes del estreno en streaming, recaudando 50 millones de dólares es USA y otros 40 en el resto del mundo.

Si hay un tipo de historias que gustan a los americanos, son las historias de éxito de gente que rompió las normas y consiguió hacerse rico. Y aunque parezca mentira, es curioso recordar que Nike hasta la llegada de Jordan no era nadie en el mundo del baloncesto, al centrarse en el running y el atletismo. Pensar que Nike estaba a la sombra de Adidas y Converse (empresa que años más tarde fue absorbida por Nike) nos ofrece el marco para la perfecta historia de éxito empresarial creado a partir de un directivo que rompió las reglas de lo que se suponía que eran las relaciones entre las marcas y los jugadores.

Me parece curioso que Air tiene muchas conexiones con Tetris, la estupenda película de Apple TV sobre la compra de los derechos del videojuego ruso para su explotación en el resto del mundo. Lo digo porque hasta ahora se hacían biopics de gente de éxito, por ejemplo La red social de Fincher sobre la polémica figura de Mark Zuckerberg, o Steve Jobs, ambas con guion de Aaron Sorkin. Pero parece que la tendencia que estas películas indican son películas sobre marcas famosas, porque ¿Quién no se ha comprado nunca unas Nike? En este mundo del entretenimiento dominado por la búsqueda de propiedades intelectuales que generen ingresos, parece que hablar sobre la creación de nuestras marcas favoritas puede ser una forma fácil de conseguir la atención del público.

Entrando en la película en si, la verdad es que Air es una película super entretenida. El pobre Ben Affleck se ha visto envuelto en varias polémicas a lo largo de los años, empezando con su mala experiencia rodando Justice League. A lo que hay que añadir en los últimos años que haya retomado su relación sentimental con Jennifer López, lo que le ha convertido en carne de cañón para los paparazzis. Sin embargo, cuando nos alejamos de estos elementos superfluos, lo cierto es que Affleck es un gran dirección que sabe imprimir ritmo a una película que se resume en gente hablando todo el rato, contándolo de una forma ágil que mantiene interesado al espectador durante sus casi dos horas de duración.

También hay que reconocer que el guion de Alex Convery me parece super bueno. A partir de unos hechos conocidos Convery nos muestra una historia con personajes de carne y hueso que son todo corazón. Las dudas de los ejecutivos de Nike los humaniza, y sus brillantes diálogos mantienen el interés y la tensión. Si a esto le sumamos el toque de nostalgia ante las imágenes de hechos reales de 1984 y la banda sonora de hits de la época, tenemos una combinación ganadora.

Y si a todo lo anterior sumamos el tener a un reparto de actorazos, el resultado sólo puede ser notable. Matt Damon sigue siendo uno de los pocos actores con categoría de ESTRELLA que sólo por él merece la pena ver una película. Su presencia y carisma es tremenda en pantalla, a lo que hay que sumar su química con su amigo Ben, con una super intensa Viola Davis que interpreta a la madre de Jordan, o con Jason Bateman y Chris Tucker. El casting de la película me parece perfecto para lo que la historia necesitaba, la verdad. Y en ese sentido, me gusta la decisión de no mostrar nunca a un actor interpretando a Jordan, dado que es tan icónico reconocible que nuestra suspensión de credulidad saltaría por los aires.

Creo que la gente que vea Air ya sabe a lo que viene, pero incluso con el elemento de falta de sorpresa ante un resultado final conocido, las Air Jordan son posiblemente las zapatillas más populares y conocidas de la historia, el buen hacer de todos los profesionales implicados convierten a esta película en un éxito total.

En todo caso, está muy chulo conocer datos como que Jordan estuvo cobrando durante muchos años 400 millones de dólares al años de Nike gracias al revolucionario contrato que firmaron mediante el que se garantizaba un porcentaje de la venta de cada zapatilla. O que Nike antes de Jordan tenía una previsión de ventas de 3 millones de dólares con su división de baloncesto, pasando a vender 192 millones el primer año de Jordan en la NBA. Hablando de historias de éxito…

Comparto el trailer de la película:

Air es una película estupenda con un reparto estelar, unos diálogos con chispa y una gran dirección de Affleck. No se le puede pedir más.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de La oferta (SkyShowtime)

Gracias a mi suscripción a SkyShowtime vi La oferta, miniserie de televisión que narra la complicada producción y rodaje de El Padrino, y resulta un excelente acompañamiento para todos los fans de la película de Francis Ford Coppola.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Serie de TV (2022). 10 episodios. El productor de cine y televisión, Albert S. Ruddy, se propone hacer la película de 1972 «El padrino» con Francis Ford Coppola en medio de numerosos contratiempos de producción y enfrentamientos con la mafia italoestadounidense.

La oferta ha sido creada por Michael Tolkin, un novelista, guionista y director. Ha escrito numerosos guiones, entre ellos The Player (1992), que adaptó de su propia novela homónima de 1988, y por la que recibió el Premio Edgar al Mejor Guion Cinematográfico (1993) y fue nominado al Oscar al Mejor Guion Adaptado. Tolkin y Nikki Toscano han desarrollado esta serie para el canal Paramount, algo normal teniendo en cuenta que este estudio es el que produjo la película de El Padrino en primer lugar, escribiendo varios episodios. La serie de 10 episodios estrenada en 2022 en USA ha contado con cuatro directores, Adam arkin (4 episodios), Dexter Fletcher (director de Ghosted, 2 episodios), Colin Bucksey (2) y Gwyneth Horder-Payton (2).

Miles Teller interpreta a Albert S. Ruddy, un recién llegado al mundo del cine que se encargó de producir El Padrino contra viento y marea. Matthew Goode es Robert Evans, Presidente de Paramount que defendió la producción de la película aunque no sin encontronazos con Ruddy. Dan Fogler es Francis Ford Coppola y Patrick Gallo hace de Mario Puzo. Burn Gorman es Charles Bluhdorn, presidente de Gulf & Western, los dueños de Paramount, Colin Hanks es Barry Lapidus, mano derecha de Bludhorn al que sólo le preocupa el dinero e intenta desembarazarse de Paramount porque representa demasiadas complicaciones para la empresa. Giovanni Ribisi interpreta a Joe Colombo, un gangster que primero intentará boicotear la película para llegará a hacerse amigo de Ruddy. Por último, Juno Temple es Bettye McCartt, la secretaria y mujer para todo de Ruddy.

Me encantan las historias de «cine dentro de cine», saber cómo se hicieron mis películas favoritas siempre ha sido uno plus que sumar a mi afición por el cine. Conocer la existencia de esta serie hizo que obligatoriamente tuviera que verla, y la verdad es que me lo he pasado muy bien. Creo que la duración de 10 episodios de entre 45 a 65 minutos me parece perfecta para contar los numerosos problemas que tuvo esta producción primero, luego en el rodaje en si en Nueva York y Sicilia y posteriormente el montaje y estreno. Hay un montón de elementos que son super conocidos que ha sido un placer ver en imagen real en esta serie, como que el estudio no quería a un desconocido Al Pacino para el papel protagonista, o que Marlon Brando era considerado «veneno» para la taquilla en ese momento.

El reparto de The Offer me parece que está super bien escogido, sobre todo tener a un increíble Miles Teller como protagonista. Tener a Juno Temple, a la que estamos viendo todas las semanas en la tercera temporada de Ted Lasso, como co-protagonista dentro de este reparto coral es también un placer. El casting de Coppola, Mario Puzo, Pacino, Brando o James Caan entre otros me parece que está conseguidísimo, y hace que sea un placer disfrutar de esta serie.

Las películas que están ambientadas a finales de los sesenta y principio de los setenta parece que lo tienen más fácil de inicio, al ser relativamente sencillo conseguir que todo tenga flow, enlazando temas super conocidos de la época y uniéndolo con el perfecto diseño de producción, vestuario, maquillaje o peluquería. The Offer por ese lado la verdad es que lo hace todo bien, no se le puede poner ningún pero.

Dentro que todo está bien y la serie me ha gustado, me sabe mal que no me haya flipado más de lo que lo ha hecho. Y eso sucede porque realmente tenemos muy poco del rodaje del Padrino, que es lo que más me interesaría ver a mi, al estar todo contado bajo el punto de vista del productor, Albert S. Ruddy. Un Ruddy al que entiendo que tienen que inventar numerosas situaciones para que tenga algo que hacer que resulte más interesante que el rodaje de una obra maestra del cine. Y la verdad es que los problemas con los dueños de Gulf & Western (dueños de Paramount) y la mafia resultan bastante exagerados pero también superfluos. Hay subargumentos como toda la subtrama de la lucha de poder dentro de la mafia de Nueva York que me sobran completamente, y diría que es el elemento «peliculero» que se añade para darle una capa adicional de peligro a algo que seguro no fue tanto como lo pintan aquí. Partiendo que parece que intenten jugar con un suspense imposible, porque El Padrino se rodó y fue un éxito, es imposible que la dificultad por encontrar el dinero para ir a Sicilia a rodar sea impactante porque ¡claro que al final fueron!!!

Entiendo que en parte es injusto aspirar a que una serie sobre como se hizo una obra maestra sea igual de perfecta. Pero a pesar de que todo me gusta, a The Offer (La oferta) le ha faltado el intangible de calidad que hace que una buena serie se convierta en una sobresaliente, algo para el recuerdo. Cosa que no llega a conseguir esta serie. Por otro lado, es curiosa la dulcificación que hace la serie de una relación entre Ruddy, Coppola y Evans convirtiéndoles en leales colaboradores, cuando parece que prácticamente no se hablaban. Sobre todo en los últimos dos episodios es cuando más ser nota que la historia es demasiado Ruddy y demasiado poco El Padrino. Aunque hay que reconocer que la serie es esta, si no se centrara en Ruddy sería otra historia diferente.

Hay además otro elemento que es una pena, y es que la música de Nino Rota de El Padrino no suena en ningún momento. Entiendo que habrá sido un tema de derechos, pero estás esperando escucharla todo el rato, y al final la partitura creada por Isabella Summers no ofrece la personalidad que tiene la banda sonora clásica.

Y es una pena, porque realmente me lo he pasado muy bien viendo la serie y tengo claro que gustará a todos los fans de la obra maestra de Francis Ford Coppola.

Comparto el trailer de esta serie:

The Offer ha sido una serie notable que he disfrutado un montón y que conecta completamente con mi amor por el cine y por esta obra maestra que es El Padrino de Francis Ford Coppola.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de Greyhound: Enemigos bajo el mar de Aaron Schneider (Apple TV)

Gracias a Will Smith hemos conseguido una suscripción de dos meses para Apple TV. Y he aprovechado para ver varias películas de Tom Hanks disponibles en la plataforma, empezando con Greyhound: Enemigos bajo el mar, película bélica de 2020 basada en una historia real que cuenta con dirección de Aaron Schneider.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Año 1942. Durante los primeros días de la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, un convoy internacional de suministros, formado por 37 barcos aliados y liderado por el comandante Ernest Krause, cruza el Atlántico Norte mientras es acosado por submarinos alemanes.

Tom Hanks está on-fire en esta película en la que además de potagonizar escribe el guión, adaptando la novela The Good Shepherd de Cecil Scott Forester de 1955, y la produce. La película está dirigida por Aaron Schneider (Springfield, 1965)​ un director de cine estadounidense cuyo cortometraje Two Soldiers de 2003 ganó el Óscar al mejor cortometraje.

La película tiene 91 perfecto minutos, y cuenta con música de Blake Neely, fotografía de Shelly Johnson y montaje de Sidney Wolinsky. La fotografía de preproducción tuvo lugar en enero de 2018 en alta mar a bordo del HMCS Montréal, una fragata de la Marina Real Canadiense. El HMCS Sackville, la última corbeta superviviente de la clase Flower, se utilizó como modelo para la corbeta de la película, el HMCS Dodge, realizando numerosos escaneos 3D del exterior del barco restaurado para crear la versión CGI de la corbeta. El rodaje de la película tuvo lugar en 2018 a bordo del USS Kidd en Baton Rouge, Luisiana. La película contó con un presupuesto de 50 millones de dólares dado que inicialmente estaba pensada para su estreno en salas. El COVID truncó el estreno y finalmente Apple se hizo con los derechos de emisión pagando 70 millones, por lo que el negocio para Sony y Stage 6 Films, productoras de la película, fue redondo dadas las circunstancias.

Tom Hanks interpreta al omnipresente protagonista, el comandante Ernest Krause al mando del comboy que se dirige hacia Inglaterra amenazado por submarinos alemanes. Stephen Graham como el teniente Charlie Cole, segundo al mando del USS Keeling, Elisabeth Shue como Evelyn, pareja sentimental de Ernest Krause, Rob Morgan como George Cleveland, ayudante de cocina, Karl Glusman como el marino Eppstein, Lee Norris como un marino mensajero y Manuel García Rulfo como el marino Melvin López, completarían el reparto.

Me ha gustado mucho Greyhound. La principal virtud de esta película es que Tom Hanks tiene claro lo que es la película, una historia bélica con combates marinos muy poco habituales en el cine comercial, y nos lo da casi desde el comienzo. La película no se detiene en realizar descripciones psicológicas de nadie porque no son elementos necesarios para la historia, y sólo Tom Hanks tiene un minuto de construcción de su personaje con el foco en hacer lo que sea necesario para volver junto a su novia / pareja interpretada por Elisabeth Shue, que aparece apenas ese minuto inicial de la película.

Y una vez se meten en harina, la construcción de la tensión que se vive en un barco de combate mientras intentan encontrar al enemigo oculto bajo el mar me parece una pasada. La forma en que la información se transmitía por el barco al tratarse en la 2ª Guerra Mundial es otro de los elementos super interesantes, como lo es el hecho que la munición que transportan los buques se agote y con ello las posibilidades de defenderse frente al enemigo alemán.

La película tiene un ritmo perfecto gracias a un montaje y una puesta en escena que transmite realismo desde el primer fotograma. Y no se qué parte es real y qué parte se ha dramatizado para hacerlo todo más emocionante, pero todo me sonaba bien mientras veía la película, nada me chocó como irreal o imposible, por lo que no puedo más que expresar mi alegría por haber podido ver esta película. Otro detalle a destacar es la forma en que se va amplificando la tensión a medida que avanzan los diferentes combates, de forma que la resolución resulta super satisfactoria.

Obviamente, gran parte del éxito de la película está en poder contar con un fuera de serie como Tom Hanks como protagonista. Ver a Hanks actuar es alucinante, podría recitar el listín telefónico y sería una pasada. Pero hay que quitarse el sombrero porque transmite un carisma bestial simplemente estando ahí, dando el plus de empatía y personalidad para conseguir que el espectador conecte con el drama que se está viviendo en su buque enfrentados ante unos enemigos a priori superiores.

Como decía al principio, cuando una película tiene tan claro lo que es y no se avergüenza por ello, la cosa suele salir bien. Poder ver combates navales es tan interesante en si mismo que no necesito personajes profundos ni dramas humanos mientras el combate lo claven. Cosa que es justo lo que sucede en Greyhound. Creo que la película es un gran éxito que encantará a todos los fans de las historias bélicas y en concreto a todo aquel que esté enganchado a la 2ª Guerra Mundial. A mi hijo y a mi nos ha encantado, no necesitamos más. Bueno, igual si eso toca programar un nuevo visionado de Band of Brothers o Salvar al soldado Ryan…

Comparto el trailer de la película:

Greyhound es una estupenda película bélica que encantará a todos los fans del género. Si tenéis una suscripción a Apple TV, no lo dudéis y animaros a verla.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de La ciudad es nuestra (HBO Max)

Ver una serie de David Simon es siempre una obligación. Y me ha flipado y acongojado conocer que la historia de La ciudad es nuestra (We own the city, en HBO Max) está basada en hechos reales que realmente sucedieron en la ciudad de Baltimore.

PUNTUACIÓN: 8/10

6 episodios. Baltimore, 2015. La muerte en circunstancias sospechosas de Freddie Gray, un joven negro bajo custodia policial, ha provocado una ola de disturbios. La ciudad alcanza un nuevo récord de asesinatos. Bajo presión por la oficina del alcalde y por una investigación federal sobre la muerte de Gray, la policía de Baltimore recurre al Sargento Wayne Jenkins y a su unidad de élite de agentes de paisano, para librar las calles de armas y drogas. Sin embargo, una conspiración criminal sin precedentes se desarrolla en el departamento de policía, mientras Jenkins decide explotar la crisis.

Creada por David Simon y George Pelecanos, La ciudad es nuestra ha contado con Reinaldo Marcus Green como director de todos los episodios. A partir del libro del mismo título del periodista del periódico Baltimore Sun Justin Fenton, Simon y Pelecanos escriben los guiones de los seis episodios con Ed Burns, William F. Zorzi y D. Watkins. La serie cuenta con fotografía de Yaron Orbach y música de Kris Bowers.

Como es habitual en las series de Simon y Pelecanos, nos encontramos ante un reparto coral en el que destaca Jon Bernthal como el sargento Wayne Jenkins, figura central del Grupo de Trabajo de Rastreo de Armas (GTTF) del Departamento de Policía de Baltimore. Treat Williams, Josh Charles, Jamie Hector, Domenick Lombardozzi, Don Harvey, Delaney Williams, Rob Brown, Tray Chaney, Wunmi Mosaku, Darrell Britt-Gibson, Dagmara Dominczyk y David Corenswet, entre otros, completan el reparto de la serie.

Más allá del elemento televisivo, lo más aterrador de La ciudad es nuestra es pensar que los hechos reflejados en esta serie sucedieron realmente en la ciudad de Baltimore durante un montón de años. Esta crónica de una corrupción policial que ha contaminado a toda una ciudad me parece increíble. Simon y Pelecanos aprovechan esta historia real para criticar no sólo a un cuerpo policial super corporativista que primero de todo protegen a los suyos sin importar lo clamorosas que sean las evidencias contra los agentes, sino a todo el entramado político-económico que bajo la excusa de la «guerra contra la droga» se ha cargado una convivencia ya de por si complicada por la existencia de crimen y pobreza extremas. Como comenta la series, antes la policía podían hablar con la gente, y la gente les contaba cosas de la calle, tras años de brutalidad policial, nadie quiere hablar con agentes que detuvieron sin motivos a algún familiar o amigo, hasta el punto que es complicado formar un jurado que confía en la limpieza de la policía. Tremendo.

La serie plantea una narración fragmentada cronológicamente que hace que en algunos momentos sea difícil seguir en qué momento está sucediendo cada cosa. Supongo que al adaptar un libro que a su vez hace una narración de hechos «probados» de brutalidad policial o de actos criminales cometidos por policías normalmente contra población normal, no hay sitio para el análisis psicológico de las personas (policías) que cometen esos delitos. Sin embargo, esto hace que la narración al final quede un tanto deslavazada, porque no llegamos a ver una evolución en estos policías, aparentemente en un momento no estaban sucios y al siguiente ya habían formado un entramado criminal con los miembros de su unidad.

El proceso mental que lleva a unas personas a creer que quedarse con dinero ajeno está mal, a empezar a quedarse parte de cantidades incautadas en un registro anti drogas y terminar robando el dinero que un transeúnte lleva en el bolsillo cuando le detienen porque sí es acojonante. Esto provoca que el título sea muy representativo, porque esos policías realmente pensaban que podían hacer lo que quisieran sin consecuencias, y al final fue esa confianza lo que afortunadamente les condenó.

Dentro de todo, la duración de 6 episodios la encuentro perfecta para transmitir de la mejor manera posible el mensaje que quieren transmitir. Un mensaje un tanto desalentador, ya que el final de la serie nos muestra que tanto la recién nombrada alcaldesa como el nuevo jefe de policía tuvieron que dimitir al descubrirse delitos de corrupción de ambos. Si esas personas son las que tienen que mejorar la situación de la ciudad, parece que van apañados.

El casting coral de la serie me parece que está muy acertado, dentro que tienen un trabajo más funcional que emocional. La figura de los abogados de derechos civiles es fundamental para la historia, porque son los que ponen el contexto social a todo este drama y resaltan el mensaje que no es sólo un problema policial, sino que también está provocado por unos políticos inútiles a los que sólo les interesa maquillar la realidad para mostrar lo que a ellos más les interesa en cada momento. Y en muchos momentos, el mensaje era que estaban bajando los delitos violentos, aunque para ello se pisotearan los derechos civiles de cientos de personas a los que se detenía sin causa y les obligaban a pasar varios días entre rejas para luego quitarles los cargos inventados que justificaron la detención en primer lugar. Buff, como digo, es todo tremendo.

Comparto el trailer de esta serie:

La ciudad es nuestra es una serie estupenda que nos pone ante lo peor de la corrupción policial que acosa a los Estados Unidos. Visionado obligado.

PUNTUACIÓN: 8/10

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