Descubrir en 2020 Orígenes Secretos, la novela de David Galán Galindo que ponía en marcha un universo superheroico Made in Spain, supuso toda una sorpresa. Por eso tenía ganas de leer Primera Aparición, la segunda novela de este universo, que ha publicado Runas.
PUNTUACIÓN: 7/10
Han pasado meses desde que el inspector David Valentín se puso el traje de Vértice y detuvo la brutal serie de asesinatos del Profesor Nóvaro. Pero, desde entonces, no ha vuelto a actuar como superhéroe y no piensa volver a hacerlo.
Por su parte, Patri, su compañera policía y cosplayer, ha ascendido meteóricamente en su carrera, el librero y friki Jorge Elías intenta seguir con su vida tras la heroica muerte de su padre… y Madrid está a punto de meterse en la mayor guerra de bandas criminales de su historia.
El equipo menos convencional que jamás haya investigado un crimen tendrá que descubrir si esta guerra tiene relación con una nueva serie de horribles asesinatos, impedir un atentado terrorista en el centro de Madrid y tomar la decisión más importante de todas. ¿Ha llegado la hora de que Vértice haga su primera aparición?
Tras firmar Orígenes secretos, una novela negra que escondía una inesperada aventura de superhéroes, en esta nueva entrega de la saga, David Galán Galindo sube las apuestas y nos regala un épico thriller con alma de blockbuster.
David Galán Galindo (Ávila, 1982) es director de cine y escritor. «Orígenes secretos» fue su primera novela y también su ópera prima cinematográfica (2020, RTVE y Netflix), que fue nominada a tres premios Goya (incluido mejor guion adaptado). El año siguiente nominaron al Goya por mejor película de animación a su obra «Gora automatikoa». En 2024 estrenó «Matusalén» que, tras su paso por los cines, logró más de un millón y medio de visionados solo en su primer mes en plataformas de «streaming». Asimismo, ha escrito para los espectáculos de Berto Romero y Pantomima Full y también es guionista de cómics como «Sargento Resines», con el mediático Salva Espín, y «Pro», una novela gráfica de superhéroes.
Aunque los comics de superhéroes de Marvel y DC son super populares en España, la idea de crear unos superhéroes españoles parecía una idea imposible. Por un lado, entiendo que nunca nada va a ser tan popular como Batman o Spider-Man, esa es una realidad que hay que aceptarla de inicio, a riesgo de estrellarte con unas expectativas imposibles. Pero por otro lado, cuando se dice que «España es muy cínica y no aceptaría a unos superhéroes españoles», creo que entramos en un terreno pantanoso, porque diría que eso únicamente representa la opinión de las «élites culturales» y los creadores de opinión de cierta ideología, no de los lectores. Digo esto porque es difícil creer que los mismos que denigran la historia de España y repiten la mentira importada de la «Leyenda Negra» puedan imaginar que algo bueno puede salir de nuestro país. En los tiempos en los que estamos, no hay problema en afirmar que Roberto Alcázar y Pedrín fue un comic de propaganda franquista, y al mismo tiempo que tras más de 45 años de democracia, excepto contadísimas excepciones, el mundo editorial llega tarde para crear super héroes españoles. Comics y personajes que se hubieran vendido si realmente las editoriales hubieran apostado por contratar a profesionales de primer nivel, cosa que no sucedió. Algo que nos llevó a años de fans intentando hacer lo mejor posible a través de fanzines de calidades muy variadas.
He hecho esta larga introducción porque lo primero que hay que agradecerle a David Galán Galindo es que se haya atrevido a escribir estas novelas. Primero Orígenes Secretos, una mezcla muy poco sutil de Se7en de David Fincher con El Protegido de M. Night Shyamalan con el filtro de los comics de superhéroes y la escena de las librerías especializadas de Madrid. Novela que tuvo su adaptación en una película estrenada en Netflix que me pareció mucho menos acertada que la novela. Y que ahora tiene su continuación en esta novela Primera Aparición.
La novela vuelve tener de protagonistas a David Valentín, el policía que acabó Orígenes secretos convertido en el superhéroe Vértice, y Jorge Elías, su amigo y dueño de la librería Planeta K, que es el conocedor del mundo de los superhéroes que le dará las claves a David para detener la siguiente amenaza que surgirá en Madrid. El tercer lardo del triángulo protagonista de la novela nace de una decisión controvertida por parte de David Galán Galindo. En la novela original habían dos personajes femeninos, Patri la cosplayer y Norma la jefa de policía. En la película, supongo que por motivos presupuestarios y de duración de la película, se decidió fusionarlos en un único personaje llamado Patri, que fue interpretado por Verónica Echegui y es de largo lo peor de la película. Para Primera aparición David Galán Galindo decide mantener la Patri de la película, la policía cosplayer, de forma que pueda captar a más público que haya visto la película pero no leído la novela. En positivo, tengo que decir que Patri en Primera aparición es de las cosas que más me han gustado de la novela, así que mi enhorabuena a David Galán Galindo por el acierto en la ejecución.
Primera aparición mantiene gran parte del ADN que hizo popular a Orígenes Secretos. Intentando comentar sin spoilers la trama de la novela en el ámbito superheróico, mientras David Valentín duda si volver a enfundarse el traje de Vértice, la muerte de la hija de un jefe mafioso llamado César Surco (empezamos ahí con los homenajes comiqueros) provocará el inicio de una guerra de bandas y la transformación de Surco en el segundo supervillano español tras el Profesor Nóvaro. O el tercero, si contamos la oscura presencia que está agitando el avispero del crimen de Madrid con la intención de provocar un baño de sangre. ¿Y quién sabe si algo más?
Pero esto es una parte de la novela. La otra la vuelve a protagonizar Jorge Elías, que vuelve a ser el roba escenas gran parte de la novela al ser una versión de alguna manera idealizada del propio autor. Junto a él, Patri será la protagonista de varias de las mejores sorpresas a partir de giros inesperados en su pasado, usando la mejor retrocontinuidad comiquera imaginable. La narración está regada de incontables conexiones con el mundo del comic americano, del manga y del frikerio de las librerías especializadas de Madrid. Yo obviamente desconozco esta escena cultural, pero imagino que muchos elementos tienen su inspiración en personas o grupos que pueblan estas librerías y los salones del comic. Algo que seguro hará las delicias de las personas aludidas.
Llevo leyendo superhéroes más de 40 años, y tengo un amplio conocimiento de personajes, autores y anécdotas y líos editoriales. Sin embargo, David Galán Galindo es 80 veces más friki que yo dicho en positivo, y la forma en que inunda la narración de detalles comiqueros, ya sea en la comparación con algo que sucede en ese momento en la historia, o simplemente porque le apetece, reconozco que me ha tenido con la sonrisa en la cara la mayor parte del tiempo mientras leía la novela. El feel-good y la sensación de familiaridad que tiene la novela gracias a estos detalles frikis considero que es su principal virtud, y provocó que la devorara en dos sentadas como si fueran pipas. Por ejemplo, la idea de los clientes de la librería de comics convertidos en «ayudantes» de Vértice me recordó muchísimo a los asociados de La Sombra, que avisaban de un problema o le ayudaban con sus habilidades especiales. Esa parte la novela me gusta, y en positivo hay un montón de situaciones que recuerdan a algún comic, película, serial o novela anterior.
Otra cosa que me gusta mucho de Primera Aparición es que NO es el mundo real, es un mundo imaginado por David Galán Galindo para ambientar su historia. Y digo esto porque aunque David riega la novela de montones de detalles históricos de los sitios de Madrid por los que pasan los protagonistas, en realidad es un mundo imaginario. En ese sentido, la broma de que en ese mundo el Atlético de Madrid ha ganado una Champions ilustra de forma muy divertida esta condición ficticia, al ser algo que jamás pasará (guiño, quiño). Hago esta apreciación porque según ha comentado David Galán Galindo sobre la película de Orígenes secretos, hubieron estrecheces presupuestarias que limitaron las cosas que pudo hacer. Sin embargo, en la novela puede plantear las situaciones más locas e imposibles, nada le impide plantear todo aquello que se imagine. El momento Batmóbil es de las mejores cosas de la novela precisamente por romper la falsa sensación de realidad y ser un over-the-top super loco. Hubieran hecho falta muchas más flipadas de este tipo. Y como dice David Galán Galindo en el preámbulo, si alguna vez consigue financiación para adaptar esta novela, ya se preocupará entonces por las cosas que tenga que quitar porque no hay presupuesto. En lo relativo a la novela, cuanto más loco, más divertido.
Primera aparición es una novela muy divertida que me tuvo con la sonrisa en la cara la mayor parte del tiempo. Sin embargo, la novela sufre algunos problemas que no tuvo Orígenes Secretos. En la primera novela, los asesinatos tenían una conexión con los comics y eran parte fundamental de la historia sin la que la novela perdía todo el sentido. Sin embargo, en Primera aparición David Galán Galindo no consigue acertar de la misma manera, provocando que estas referencias comiqueras se sientan gimmicks un poco vacíos más allá de mostrar los grandes conocimientos frikis que tiene el autor. Hay un enorme desequilibrio entre lo que se supone debería ser lo principal, el misterio policial con conexiones al mundo del comic para crear un universo superheroico en Madrid, y de lo que en realidad parece que va la novela viendo la cantidad de páginas y párrafos que se emplean, que es mostrar los conocimientos de David Galán Galindo sobre el mundo friki (y sobre Madrid) mientras hace que su alter-ego Jorge Elías consiga la felicidad con su nueva novia. El hecho que David Valentín (Vértice) se sienta secundario gran parte del tiempo porque el peso principal de la novela lo tienen Jorge y Patri, refuerzan la idea de qué tramas le parecen más interesantes a David Galán Galindo en su novela.
Cuando un lector de Marvel lee «guerra de bandas», en seguida piensa en una de las etapas más celebradas de Spider-Man. Sin embargo, en la novela este elemento es un elemento de la trama bastante decepcionante que se va con la misma velocidad que llega. De hecho, el supervillano El Llorón tampoco parece un personaje memorable, lo cual es un pena también. En general, en lo relativo a la parte de «superhéroes en Madrid», la novela muestra demasiado poco, demasiado tarde. Incluso aunque el momento Batmóbil mole un montón. Muchas situaciones molan más por los comics a los que alude que por lo que realmente sucede en la novela sea apasionante.
Y esto me genera una duda importante, porque diría que un fan de los comics de superhéroes va a disfrutar seguro de esta novela. Probablemente incluso más de lo que lo haya podido hacer yo. Sin embargo, la saturación de elementos frikis a lo largo de toda la narración no tengo claro que puedan interesar a un lector que no haya leído comics previamente. Igual me equivoco, pero creo que no es el caso. Para ello la trama policial debería ser más interesante de lo que realmente es. Y esto es algo que obviamente puede limitar el target de lectores que puedan querer leer esta novela.
SPOILERS SPOILERS
Aparte de todo lo anterior, no se si por ese conocimiento comiquero del que hablaba antes, pero igual que vi venir el giro en Orígenes Secretos inspirado por la película de M. Night Shyamalan, en Primera aparición he visto claro que en realidad la novela NO trataba de El Llorón y la Guerra de Bandas, sino de un giro muy gordo y 100% comiquero que recuerda a una historia creada por Ed Brubaker en Marvel en 2005 que Judd Winick copió casi al mismo tiempo en DC. ¿O fue Brubaker el que copió a Winick? Sea como fuera, entiendo que lo que ha podido ser un sorpresón para algunos lectores se convirtió en algo evidente a medida que leía, lo que le quitó parte de su gracia. Un giro que en todo caso es super loco, y por eso que está genial. Claramente, a Primera aparición le han faltado más over-the-top como este.
FIN SPOILER
Y esto me lleva a otro aspecto clave de Primera aparición que merece la pena comentar. Y es que a pesar del indudable factor de entretenimiento que tiene la novela, debido a este giro que comento, el final no me deja una sensación de historia cerrada de forma satisfactoria. Más bien al contrario. Haciendo el símil comiquero, toda la trama de la novela parece el prólogo que se cuenta antes del evento principal. Un arco fundamental para entender y dar contexto al evento posterior que todos, editorial, libreros y lectores, sabemos que es secundario y mucho menos interesante que el evento en si. Un evento que es lo que David Galán Galindo tendrá que contar en la tercera novela. A pesar del entretenimiento general, que el final de una novela me deje esa sensación no es el mejor final imaginable. Dicho esto, espero que las ventas acompañen y la editorial le brinde la oportunidad de hacerlo.
Incluso a pesar de las cosas con las que he conectado menos, y que en realidad creo que Primera aparición es inferior a Orígenes secretos (una historia mucho más redonda a todas luces), quiero recalcar lo divertida que me parece la novela y que me ha hecho pasar un buen rato. A veces con eso ya es suficiente. Si eres fan de los comics de superhéroes creo que vas a disfrutar leyendo Primera aparición.
PUNTUACIÓN: 7/10
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Uno de mis auto-regalos navideños ha sido Pro, el comic de David Galán Galindo y Manuel M. Vidal publicado por Panini con la historia del primer superhéroe español surgido durante el franquismo. Y me hubiera gustado poder decir que me ha gustado. Voy a explicar los motivos por los que no lo ha hecho.
Hace 50 años España tenía un superhéroe: El Español de Pro. Algunos nostálgicos lo echan de menos y otros desean borrarlo de la historia, como si nunca hubiera existido. Galilea Gil, veinteañera de pelo rosa recién salida de la facultad de periodismo, tiene clara su postura al respecto: le importa una mierda ese señor. Pero si quiere cobrar su beca, tendrá que hacer su tesis sobre el héroe del escudo. Lo que Galilea no sabe es que esa investigación cambiará su mundo para siempre.
Este volumen de lujo incluye la obra completa y numerosos extras del director y guionista David Galán Galindo (Orígenes Secretos, Matusalén, Sargento Resines) y del dibujante Manuel M. Vidal (La leyenda del dragón, Maestro del Terror). Un cómic de superhéroes que te hará ver la historia de España de otra manera. Promesa de Pro.
Durante más de dos décadas, el artista almeriense Manuel M. Vidal exploró el mundo del dibujo y el diseño en campos tan variados como el cómic, el cine y la animación, la publicidad y la enseñanza. Su trayectoria abarca de todo, desde sus iniciales portadas para revistas de rol y fanzines, a talleres de cómic e ilustración, e, incluso, novelas gráficas históricas para los Ayuntamientos de Serón (Serón, justicia y honor) y Berja (Don Antonio de Berrío)… Firmó cómics con compañeros muy variados, como Iván Sarnago en su primer título, Invasores en la escalera, el británico Jamie Delano en su adaptación de la serie de animación de TVE La leyenda del dragón, o Josep Busquet, en historias de humor para la revista satírica El clímaco, policíacas en el diario argentino Clarín o, uno de sus últimos trabajos, Maestro del terror (Grafito Editorial, 2021), del que dijo haber sentido puro orgullo y gozo. Fuera del papel, vimos su arte en los cómics vistos en Orígenes Secretos, el film de David Galán Galindo, a quien conoció ilustrando secuencias de animación para su corto GrasMan y en la animación inicial de sus segmentos para los largometrajes colectivos Al final todos mueren y Pixel Theory. David le recuerda como “un ejemplo de superación que nos dio una lección a todos cuando se recuperó de un ictus en 2017 que le obligó a volver a aprender a dibujar”.
Manuel nos dejó el 3 de marzo de 2024. Pro es una última muestra ejemplar de su colosal arte.
David Galán Galindo ajustó su rumbo a la creación de guiones y en 2006 comenzó a escribir en programas de televisión como Sé lo que hicisteis… o En el Aire de Andreu Buenafuente. No pudo evitar que su evidente pasión por los cómics se colara en el ADN de proyectos personales como su cortometraje The King & The Worst, protagonizado por Jack Kirby y Ed Wood, o su primera novela, Orígenes Secretos. Vería sus guiones volcados en viñetas en Sargento Resines, ilustrado por Salva Espín, y ahora Pro, con arte de su compañero Manuel M. Vidal. Del papel a la pantalla, en 2020 aterrizó en Netflix su ópera prima, Orígenes secretos, basada en su novela y protagonizada por Javier Rey, Verónica Echegui, Brays Efe, Antonio Resines y Ernesto Alterio. Fue tildada como “la mejor película de superhéroes del año” y nominada a tres Premios Goya: mejor guión adaptado, efectos especiales, maquillaje y peluquería. También su aventura animada de 2021Gora automatikoa fue nominada al Goya a mejor película de animación. Con su segundo largometraje en solitario, Matusalén, lleva a las salas de cine un mix de comedia universitaria de toda la vida y hip hop, su otra pasión, a través del rapero cuarentón que la protagoniza, interpretado por Julián López, y arropado por Miren Ibarguren, Antonio Resines, Raúl Cimas, Carlos Areces, María Barranco… En teatro ha escrito para lo mejorcito del humor español en shows como En su cabeza era espectacular y Hecho a mano, de Pantomima Full, y Mucha tontería, de Berto Romero.
Estuve a punto de no escribir esta reseña con mi crítica de Pro. En cierto sentido pensé que para no decir nada bueno, exageradamente hablando, igual era mejor no decir nada. Aparte del hecho importante de que el artista Manuel M. Vidal falleció nada más terminar este comic. Hacer cualquier tipo de comentario negativo hacia su trabajo me parecía irrespetuoso, fuera de lugar. Sin embargo, creo que es importante intentar ser lo más respetuoso posible en mis opiniones pero al mismo tiempo ser lo más claro en las cosas que me han gustado y también en todo con lo que no he conectado. Que ha sido bastante, sobre todo a medida que avanzaba el comic.
Buscando las razones que han provocado mi insatisfacción, voy a plantear este artículo desde dos puntos de vista. En primer lugar, voy a analizar PRO únicamente en su faceta de comic de superhéroes con una historia ligera y sin pretensiones. Luego entraré en una segunda parte en los aspectos ideológicos y el mensaje político subyacente que transmite esta obra.
Empezando por las cosas que me han gustado de Pro, hay que valorar cuando un escritor tiene clara su historia, y consigue ejecutarla cuando se trata de una historia compleja con múltiples saltos temporales y una narrativa fragmentada que puede hacer complicada la lectura para un lector poco habituado con los convencionalismos del género de superhéroes. Algo que no es mi caso, todo hay que decirlo. A pesar de los reparos que tengo con la historia de Galán, que todo cuadre al final me parece algo que hay que reconocer.
Me gusta la caracterización de la protagonista Galilea Gil. Me hacen mucha gracia sus diálogos con su amigo y compañero de piso Rikar. Creo que el punto fuerte de Galán son los diálogos, cosa que se puede ver también en todo lo relacionado a Zorra Roja, la ladrona amante y luego compañera de Pro que se convertirá en una suerte de mentora de Galilea en su tesis. Los personajes femeninos me gustan y están muy bien, siendo lo mejor del comic. Aunque de alguna manera sienta que el teórico co-protagonista Pro queda como un inútil en comparación.
Otro comentario que quiero intentar que sea positivo, aunque que cada uno lo interprete como quiera, es que hay que ser muy osado para plantear una deconstrucción de un superhéroe español, y para su ejecución plantees copiar la narrativa de Alan Moore y Dave Gibbons en Watchmen, sobre todo en el primer episodio que marca el tono del comic. Desde luego, si Galán quería que un lector veterano entendiera que estaba planteando un comic «importante», el autor no ha sido nada sutil. Supongo que tiene mérito pensar que puestos a fallar, más vale hacerlo espectacularmente y llamando la atención. Porque la comparación de este comic con Watchmen la hace el propio David Galán Galindo, y es una comparación en la que debería saber que va a salir perdiendo siempre. «El que no arriesga no gana» puesto en acción.
En realidad tampoco creo que Galindo falle espectacularmente. Lo que quería contar lo hace, aunque globalmente la sensación sea de ocasión perdida. Digo esto porque la historia de Galindo va de más a menos, con un primer episodio estupendo que se va diluyendo a medida que avanza la serie. El comic usa la historia de este superhéroe, el Español de Pro, como excusa narrativa para plantear una mezcla de historia de España apócrifa aderezada con detalles de la historia del mundo del comic español durante el franquismo, unido a una parte de acción superheróica. Lo que promete ser una historia compleja con múltiples facetas a lo largo de varias décadas acaba convertida en un comic de brocha gorda con un villano que resulta un poco ridículo. Un villano, por cierto, que parece sacado de otra de las obras míticas de Moore, Miracleman. Y en concreto, la mítica masacre de Londres realizada por Kid Miracleman. Las comparaciones que Galán plantea entre su comic y la obra de Moore son demasiadas y demasiado evidentes como para que sea algo casual. Pero una comparación en lo superficial, porque Galán pierde con su brocha gorda toda la complejidad, lirismo, potencia y profundidad intelectual que tiene cualquier obra de Moore. Y que no tiene Pro.
Y si el caso es que Pro «es un homenaje a Moore porque es mi escritor favorito» no creo que funcione cuando estas copiando toda la estructura de Watchmen pero sin la complejidad. Empezando por la rejilla de 9 viñetas, con herramientas de voz en off y varias narraciones superpuestas. Además del propio texto de prosa al final de cada capítulo, que da más información del mundo de Pro. Justo como Watchmen. Hay que decir que esto es sobre todo evidente en el primer número de siete que tiene Pro, quedando diluido en los siguientes números. Pero globalmente, más que osado, Galán me ha parecido un kamikaze.
Empezando por las cosas que no me han gustado, tengo un problema muy importante con el dibujo de Manuel M. Vidal, que también colorea el comic junto a Déborah I. Villahoz. El comic es ante todo un medio visual que cuenta con imágenes la historia. Y si el dibujo falla, el conjunto se derrumba. Que es precisamente lo que pasa con este comic, según mi opinión completamente subjetiva.
Por no decirlo todo negativo, me gusta el diseño de personajes de Manuel M. Vidal, empezando por el Protagonista Pro, la versión femenina que veremos a lo largo del comic, Zorra Roja, etc. Que incluso una persona normal como Galilea tenga una imagen reconocible me parece muy chulo. También me gusta la expresión facial de los personajes cuando hablan, y cómo los diálogos de Galán funcionan gracias a su dibujo. Aunque no creo que sea nada especialmente reseñable, Vidal cambia algunas páginas del comic para adaptar su estilo de dibujo al de los comics de los años 50 y 60, españoles y americanos, y en otro momento al estilo manga más actual. He leído a varias personas comentar lo genial que es esto, pero parece lo mínimo exigible en un comic que plantea una historia de esta naturaleza.
Comentaba al principio que el comic va de más a menos, y por supuesto eso es debido a la historia de Galán, pero también por un dibujo que deja de estar igual de detallado a medida que avanza el comic. Y en este momento quiero pensar que fue su enfermedad y la necesidad de terminar como fuera el comic lo que provoca que sobre todo los dos últimos números tengan un dibujo muchísimo más flojo que no está al mismo nivel que los números anteriores. Lo cual es una pena, porque si el nivel de calidad los primeros números se hubiera mantenido a lo largo de toda la obra, mi valoración de Pro sería muy diferente. Mi principal queja hacia el dibujo de Vidal es la falta de fluidez narrativa, con unas viñetas super estáticas que nunca consigue que sean espectaculares o emocionantes. Algo que se hace dolorosamente claro en el fallido climax final con el combate contra el supervillano. La única imagen que realmente me parece chula es la del primer número cuando Galilea entra en la biblioteca de Irineo y ve por primera vez el museo de Pro. Imagen que puedes ver abajo en las páginas de muestra que conseguí a través de la web de Panini. Pero en el resto de imágenes el comic de Pro destaca negativamente por un exceso de imágenes poco detalladas, a lo que hay que añadir la falta de fondos a medida que avanza la historia. Y en las páginas finales, una falta de expresiones faciales convincentes. Cuando a esto le sumamos la incapacidad de dibujar escenas de acción de forma interesante, ni siquiera espectacular, tenemos una parte del porqué no he conectado con el comic de Pro. Y me sabe mal, porque cuando compro un comic y mi gasto mi dinero, es pensando que me va a gustar.
Otra cosa que me ha sacado completamente de la historia han sido los «homenajes» con que Vidal y Galán riegan esta comic. Se supone que los hacen (o quiero pensar que es así) para que los lectores veteranos nos riamos con ellos y entendamos la referencia. Porque todos somos fan frikis que hemos leído los mismos comics. Si el objetivo era generar ese colegueo, el resultado en mi caso no sólo no ha salido bien, sino que ayuda a la sensación de comic falido.
Porque una cosa es un colegueo entre amigos que hacen un fanzine con fotocopias y la gente que compra obras amateurs, y otra crear un comic mainstream para Panini, la principal editorial de superhéroes en España, con una distribución masiva y pretensiones de importancia, y copiar viñetas literales del Daredevil Born Again de Frank Miller y David Mazzucchelli. En concreto las dos viñetas en las que Kingpin practica kung-fu contra unos esbirros. La primera viñeta está copiada literalmente. Algo que además provoca algo que narrativamente no tiene sentido, porque Kingpin pelea contra 4 personas y pega a dos a la vez con cada puño. Pero en Pro el villano Jose Antonio Vaca ES MANCO. ¿A quién está pegando con el brazo derecho? Es una imagen que no tiene sentido aparte de la idea de homenaje. La segunda imagen con Kingpin de pie a punto de recibir una toalla con el grupo de oponentes caídos a su alrededor no es exactamente igual en el dibujo de Vidal, pero la idea de donde encontró la inspiración es demasiado evidente para que la escena en Pro pueda funcionar.
El «homenaje» a Frank Miller y David Mazzucchelli es el más evidente, pero mientras leía el comic hubieron montones de viñetas que me sugerían imágenes de otros comics de toda la vida. Lista de imágenes demasiado larga como para detallarla en este reseña. Y esto es un error garrafal, porque lo que me transmitía no era colegueo, sino leer un comic con unos autores que habían optado por la solución fácil cuando a lo mejor había una opción más complicada pero a la larga mejor, que implicaría crear de cero sus propias imágenes icónicas. Y esto también es lo peor que creo que puede pasar cuando estas leyendo un comic con pretensiones de importancia dentro de la escena española. Porque en muchos momentos en lugar de disfrutar del comic me tenían pensando qué viñeta de qué autor había «inspirado» cada escena de este comic. Y de nuevo quiero pensar que la enfermedad de Vidal provocó que se tomaran estos atajos para intentar que el comic se publicara cuanto antes. Pero sea por el motivo que sea, el resultado no es satisfactorio.
Siguiendo con el colegueo y el homenaje mal entendido, Galán hace que todos los nombres de personajes inventados sean juegos de palabras con los nombres de autores de comics famosos. Por ejemplo Nick Brubaker, Ron Waid, Mike Gruenwald y hasta Goscinny. Incluso Jack Kirby tiene su homenaje en la figura de un genio de la lámpara cuyo nombre es el de Kirby invertido y tiene su imagen. Esto es un detalle «chorra» si se quiere, que busca fomentar esa conexión con lectores veteranos como es mi caso. En algunos momentos me dio la sensación que se buscaba crear esta conexión de forma artificial. Resaltando elementos superfluos cuando la historia es lo que debería provocar la conexión con el lector, lo que debería engancharme. En ese sentido, estos homenajes también me sonaron a gimmicks vacíos que en realidad me distraían de lo que se supone era lo más importante, la historia.
Hay otro elemento derivado de crear este Pro pensando en un target de lectores veteranos. (Que por otra parte somos los que podemos pagar el precio del tomaco en tapa dura de Panini. Una edición que todo sea dicho creo que está muy bien, una vez la opción lógica que hubiera sido publicar esta colección en siete grapas se descartó por el motivo que fuera). Y es que a poco que el lector de este comic haya leído comics de superhéroes se produce el efecto que no hay ninguna sorpresa en la historia porque todo está telegrafiado.Aunque las historias son muy diferentes, el núcleo de esta historia es como la de Soldado desconocido de Garth Ennis y Killian Plunkett, en la que un héroe envejecido hace un recorrido histórico para que el que espera sea su reemplazo conozca su historia real. Como digo en realidad son comics muy diferentes, y en mi caso me quedo con la descarnada actualización de Garth Ennis del comic bélico, pero hago esta comparación para que quede claro cómo dirigir este comic para lectores «resabidos» hace complicado que los diferentes giros que plantea Pro puedan sorprender o impactar. El giro de la identidad y el propósito que Pro y Zorra Roja tienen para Galilea se ve venir desde casi la primera página, lo que no se sabe es la forma en que va a llevarse a cabo.
Estaba pensando si esposible que esta falta de sorpresa en realidad no sea un problema del guion de Galán, sino que los lectores ya hemos leído mucho y conocemos las convenciones del género. Pero en realidad si existen montones de autores que jugando con estas convenciones y usando estos mismos clichés hacen cosas sorprendentes y emocionantes con personajes bien caracterizados. Pro no es uno de esos comics. Que en lo fundamental todo esté telegrafiado y no haya sorpresas es un problema del exceso de elementos y fórmulas referenciales, sin saber innovar más allá de la propia premisa de historia ambientada en España. La familiaridad a la que aludía antes es claramente un problema. Y no creo que sea problema mío como lector, sino de un guión mucho menos interesante de lo que las primeras páginas hacían suponer.
Hablando de la historia de Galán hay varias cosas con las que no he conectado, sobre todo con la propia idea de base que subyace de este comic. Y es que por definición, un posible superhéroe que surgiera durante el franquismo no podía ser un héroe ni por supuesto hacer cosas heroicas, sólo servir a la propaganda del régimen. Porque está secuestrado y controlado por un régimen dictatorial. Aunque Pro sea un héroe del franquismo, la conclusión es que de haber existido, él también fue una víctima de la dictadura. La idea en si no tiene ningún problema, la clave estará en la ejecución, Y ahí es donde Pro falla. Porque un Capitán América españolizado de fuertes convicciones morales como tiene Pro debería haber encontrado la forma de hacer el bien incluso a pesar del chantaje que sufre por el Franquismo. Y es algo que no llega a suceder nunca.
Dentro de la idea de «superhéroe español» me disgusta esta idea de crear una especie de Capitán América y hacer que sea un inútil pusilánime. Una persona de buen corazón que queda ridículo en su idea de no matar a nadie sin importar el contexto. Porque la moral del mundo del comic de superhéroes no funciona y queda ridícula cuando se contrapone con el mundo real, como parece que hace Galán todo el tiempo. Además, la parte de la historia de Pro contada a modo de flashback utiliza el recurso Forrest Gump, haciendo que Pro conozca a personajes históricos como Ortega y Gasset, Frank Sinatra, Hemingway o Adolfo Suárez, entre otros muchos. Aparte del propio Franco, claro. Algo que ayuda a crear la ficción de pseudo-realidad. Sin embargo, en esos momentos en que conocemos su historia, los únicos momentos en los que él actúa heroicamente de motu propio, no dirigido por la voluntad de otros, es cuando decide no detener a Zorra Roja y llevarla ante las autoridades, y luego cuando libera al duende para que viva su vida libre de ataduras. Algo que en realidad alude y es el mismo final de Aladdin, hablando de elementos familiares.
Unido a esto tenemos otro elemento clave con el que no conecto, que es que Pro es un inútil sobre todo en la comparación con los personajes femeninos fuertes a su alrededor, que son siempre más listas e inteligentes que él, más resolutivas cuando tienen que serlo, y en general son las que provocan la evolución y los giros de la historia. Como por ejemplo cuando después de treinta y tantos años, sea Zorra Roja la que encuentre al hermano de Pro, al que los franquistas han mantenido como rehén para asegurar la docilidad de Pro hacia el régimen. Mientras Pro en realidad no es mostrado haciendo nada más que jugar a la propaganda franquista luchando con villanos de cartón piedra irreales. Otro ejemplo es que cuando lleva ayuda y comida a las montañas a los maquis ni siquiera es idea suya, sino de Zorra Roja, mostrándole siempre como un ser débil supeditado a la voluntad de personas más fuertes que él (en carácter) que le marcan lo que tiene que hacer. Normal que Pro sea un co-protagonista tan decepcionante.
Por cierto, durante el franquismo lo que ahora es Marruecos era una provincia española y Franco tenía múltiples conexiones con la sociedad marroquí. Un aspecto como este hubiera podido tener mucha miga pero queda en segundo plano, limitando su presencia a que sirve para presentar la existencia de duendes buenos y también de elementos mágicos malignos. Que el plan del villano sea conseguir estos objetos mágicos para conseguir su venganza es uno de los factores que explican la pérdida de interés del comic a medida que avanza la narración.
Y hablando de un villano de brocha gorda, Jose Antonio Vaca, el antiguo ayudante de Pro convertido en un ultraderechista magnate de los negocios, no puede caer más en el cliché y el personaje unidimensional. Este para mi es el elemento más flojo del comic que provoca que una narración correcta se venga abajo ante un villano de folletín que sólo quiere volver a los tiempos mejores de la dictadura. Esta parte es la que nos da la parte superhéroica del comic, y es en la que más falla este comic. Porque la historio de Galán niega a Pro la posibilidad de mostrarse como el héroe que debería haber sido, fallando durante toda su vida e incluso en el momento clave del comic. Incluso aunque la historia pueda decir que lo justifica al haber visto en el futuro la estatua donde aparece la fecha de su muerte. Hablando del climax final, este falla por el problema del dibujo de Vidal al que he hecho mención antes, pero también por la propia premisa de hacer de Pro una víctima toda su vida que no consigue salvar a nadie, teniendo que dejar paso a la verdadera heroína del comic, una nacida en democracia.
Reconozco que con todos los intentos de crear una historia compleja, por ejemplo con los textos de apoyo al final de cada capítulo (si, como los de Watchmen) se viene un poco al traste por este final tan mal narrado visualmente, y tan poco interesante y tan obvio en lo referido a la historia.
Tras comentar los aspectos comiqueros de Pro que han provocado que no conectara con este comic, a continuación voy a entrar a analizar los aspectos ideológicos y el mensaje político subyacente que transmite esta obra, que han provocado que la experiencia fuera aún peor.
Ahora voy a salirme un poco de la tangente.
Hace tiempo leí a alguien expresar que las personas de derecha en general están más predispuestos a escuchar opiniones diferentes que las personas de izquierda. Y esto viene porque el entretenimiento, el ocio y la literatura están abrumadoramente realizadas por gente de izquierda. Durante toda mi vida he visto películas, leído comics y libros que me han encantado, aprendiendo historias que desconocía, puntos de vista interesantes sobre la vida y la sociedad que me han aportado cosas buenas. También ha pasado que he discrepado y no estuve de acuerdo con lo que una obra me ha contado. Pero si estas estaban bien documentadas y tenían una voz con un punto de vista valioso, me han ayudado a formar mi carácter y mi punto de vista. Mi propio espíritu crítico.
Sin embargo, haciendo una generalización muy grande, el lector de izquierdas sólo escucha o lee a gente de su cuerda que suelen confirmar su punto de vista, con lo que la posibilidad de confrontar puntos de vista diferentes lo tienen mucho más limitado, rechazando en muchos casos la misma posibilidad de discrepar de la versión oficial marcada desde el progresismo político y social que domina todo el entretenimiento. Y ya con lo de las cámaras de eco de las redes sociales se ha creado un bucle de distorsión de la realidad que es difícil de arreglar. Off-topic, este aspecto es el que provoca por ejemplo que mucha gente de opiniones progresistas rechace las películas y series creadas por Clint Eastwood o Taylor Sheridan porque son vistos como «fachas». No dejo de ver en redes sociales a gente no solo negándose a ver sus trabajos, en lugar de atreverse a ver una visión de la vida diferente que desafíe sus ideas preconcebidas, sino incluso molestas porque estos creadores tengan éxito y sus obras sean vistas por mucha gente.
Lo digo porque leo este comic y pienso que Galán ha debido leer mucho sobre las 13 rosas, pero creo no ha leído a Andrés Trapiello ni a nadie que pueda dar una versión alternativa, y también real, de la historia de España.Partiendo de una idea en la que todos estamos de acuerdo, el franquismo fue una dictadura y coartó las libertades en España durante más de 30 años, la memoria de cada uno viene marcada por nuestras vivencias y las de nuestra familia. Y las memorias de cada uno cuentan una historia distinta, y todas ellas son reales y ciertas. Todas las que cuentan las salvajadas y las represalias que sufrieron los republicanos al terminar la guerra son terribles y reales. Pero no son las únicas historias sobre lo que pasó durante esos años. Las atrocidades cometidas por el bando republicano en los años previos a la Guerra Civil y durante la guerra también sucedieron. Pensar en el periodo histórico español de 1930-1939 en términos de blanco y negro, buenos y malos absolutos, es un error. Lo mismo para el periodo reciente de democracia. Y creo que quien lo hace no entiende las complejidades del mundo real, aunque en muchas ocasiones sean los propios partidos políticos los que buscan reducir el debate político a estos términos de «bien (yo) contra mal (ellos)». Pensando que con la polarización van a salir ganando ellos.
Digo esto porque no tengo ningún problema en que un comic diga que el franquismo fue malo. Yo también lo creo. Con lo que no estoy de acuerdo y me produce un rechazo absoluto es cuando leo un comic en el que una de las ideas claves sea señalar que la derecha política en España es mala y causante de todos los problemas del país, cuando la realidad objetiva de la historia de España no es esa. Un mensaje que para sorpresa de nadie coincide con el del 99% de todas las películas y series españolas que se estrenan en nuestro país. Hacer un comic con este mensaje no es rompedor ni revolucionario, si hablamos del ámbito cultural español es totalmente mainstream.
El comic está regado de pequeñas cosas que plantean una realidad de trazo grueso dirigida a crear una narrativa muy clara. Todo lo malo que ha pasado en España es culpa de la derecha política que son siempre los malos. Y la clave es que no se limitan al periodo franquista, algo con lo que ya digo que estamos todos de acuerdo, sino empezando por el más complejo periodo antes y durante la Guera Civil, unos años en los que ambos bandos cometieron muchas salvajadas. Y también durante el periodo ya democrático. Y son detalles de la historia que vistos individualmente igual son todas pequeñas «chorradas» sin mayor importancia, pero que cuando se ven en su conjunto queda muy clara esta narrativa y el mensaje subyacente. Voy a comentar algunos de estos elementos.
Al principio del comic, mientras el franquismo rueda una película protagonizada por Pro, su ayudante adolescente dice una frase marcada por el régimen mientras están atados en una hoguera rodeados por enemigos rojos: «Nos han debido confundir con una iglesia». Es posible que esta escena aluda a algo que se estrenó o se publicó durante el franquismo, un periodo en el que hubo muchísimos panfletos ideológicos. No lo se. Esta frase provoca la queja de Pro diciendo que es un diálogo ridículo, lo que como decía puede ser un gag humorístico sin más. El problema es que el bando republicano SI quemó iglesias y asesinó centenares de monjas y curas indefensos en los meses previos al inicio de la Guerra Civil, y también durante la guerra. Para alguien de izquierdas esto es un chiste, pero es una parte de la realidad de la Guerra Civil que ahora se pretenda que se olvide. O peor, que se crea que no sucedió.
Hablando de la brocha gorda y de momentos sesgados de la historiaen los que me perdieron completamente mientras leía este comic, en un momento del comic Pro pide al duende kcaJ ybriK (si, Jack Kirby) que le lleve al pasado para evitar la Guerra Civil española. La solución del duende es llevar a Pro a mayo de 1936 para asesinar al General Mola y evitar así el alzamiento militar. La escena tiene truco porque esta muerte causa una realidad alternativa, un concepto comiquero como pocos, con lo que Pro no consigue cambiar nada en su realidad. Pero aunque una opción era asumir el elemento de historia ligera de este comic, mientras leía esto no podía dejar de pensar que para evitar la Guerra Civil, si sabes algo de historia de España, el duende debería haber llevado a Pro al 13 de julio de 1936 para evitar el asesinato de José Calvo Sotelo, el líder de la oposición de derechas asesinado por simpatizantes del Partido Socialista, tras haber sido amenazado de muerte en la tribuna del Congreso por el líder socialista Indalecio Prieto días antes.Una muerte que horrorizó a la sociedad española de la época y que provocó que la mayoría del ejército, que hasta ese momento no se había alineado, se uniera a la insurrección de Franco y Mola. Si un suceso fue clave en el inicio de la Guerra Civil, fue este asesinato político realizado por gente de ideología socialista. La mayoría de historiadores fechan en el 17 de Julio, 4 días después de este asesinato, el inicio de la Guerra Civil. Evitar una muerte entraría en la naturaleza compasiva de Pro mucho más que matar a alguien por algo que aún no había realizado. Pero eso significaría mostrar que no todo lo malo que pasó en España fue cometido por la derecha, sino que en los años previos a la Guerra Civil la izquierda cometió atrocidades iguales o peores. Y claro, eso sería mostrar una versión más compleja de la realidad que el evidente «la derecha es mala», que es uno de los ejes con los que Galán ha escrito este comic.
De nuevo, sé que no debería tomarme muy en serio el comic de Galán, pero no se ni cómo calificar que en la parte de los asesinatos de ETA durante el periodo de democracia en España, Galán se las apañe para decir en su comic que unos actos terribles realizados por organizaciones de ultra izquierda en realidad fueron culpa de la derecha. Una derecha económica que financiaba a los más violentos, malogrando los actos de los verdaderos luchadores por la libertad. Muy fuerte. Aunque se supone que este es un comic de entretenimiento ligero, me molesta los niveles a los que se están llevando los intentos de tergiversación de la historia de España. Y me entristece comprobar hasta qué extremos esta tergiversación de la historia ya ha calado en una parte de la sociedad. Para que conste de nuevo, por supuesto que creo que el franquismo fue una dictadura terrible y como tal la condeno y prefiero la democracia actual creada a partir de una monarquía parlamentaria. Creo que de todas las posibles opciones posibles, el mejor tipo de sistema político posible para España es el democrático.
En los últimos años de democracia, la principal violencia política y la mayoría de agresiones físicas las han realizado partidos y personas de izquierdas y las han sufrido partidos y personas de centro y derecha. Incluso obviando el terrorismo etarra al que mencionaba antes, fueron los simpatizantes de Ciudadanos los que fueron agredidos en Cataluña en varias campañas electorales. Unas agresiones ampliadas por los comentarios de medios de comunicación afines justificando las agresiones afirmando que «fueron a provocar». Ha pasado en Cataluña en la calle pero también en la universidad, agrediendo radicales de la izquierda independentista a estudiantes que piden recibir sus clases en castellano. También han habido agresiones en el País Vasco, siempre con la justificación de «vienen a provocar, en el fondo quieren que les agredan para victimizarse». A pesar de vivir en una democracia, en Vallecas radicales de izquierda se arrogaron la potestad de decidir quien podía hacer un mitin político en la localidad y quien no. Igual que digo esto, en la Comunidad Valenciana han habido actos de violencia realizada por grupos neonazis. Actos igualmente rechazables y condenables. La diferencia es que siendo todos actos de violencia asquerosa, hasta donde yo se esa violencia neonazi no la han cometido personas afines a partidos políticos con representación en los parlamentos nacional y autonómicos, como si pasó en los ejemplos que he mencionado previamente. Hago este comentario porque en los últimos años una parte de la izquierda versada en la propaganda está intentando reescribir la historia, pero se está encontrando con el problema que no nos pueden convencer que esos hechos no existieron a la gente que los vivimos.Y ya no es que no puedan convencerme de algo, es que veo la falsedad de su argumento y voy a decirte: «BULLSHIT». A partir de ahí no me voy a creer nada de lo que me intentes vender.
Por eso encuentro lamentable que fruto de este mensaje maniqueo de «la derecha es siempre mala y la causante de todos los problemas del país», Galán plantee en este comic una escena que puede considerarse menor, cuando el villano afirma que ha preparado el boycott a su propio acto para que la sociedad sienta pena por ellos y sean vistos como víctimas. Algo que ayuda a construir esta narrativa falsa y maniquea que permea el comic de principio a fin. Una narrativa que al final parece más importante que la trama de superhéroes en la que los buenos combaten y vencen al malo.
Y en este momento, igual estás pensando: «Ignacio, estás sacando las cosas de contexto, en realidad Pro es un comic ligero sin más«. Otra idea sería «El mundo de Pro no es el mundo real, es un mundo inventado por David Galán Galindo y por tanto puede hacerlo tan maniqueo y simplista como quiera«. Y en parte estoy de acuerdo con la segunda parte. Pero antes hablaba de la narrativa Forrest Gump, mediante la que en una historia de ficción se añaden personajes reales de la historia para darle una sensación de realidad. Aunque Pro es obviamente ficción, todo en el comic está pensando para dar SENSACIÓN DE VEROSIMILITUD. Con este maniqueismo y esta tergiversación no sólo de hechos sucedidos hace 80 años, sino de lo que está pasando en España en los últimos cinco.
Y al mismo tiempo que se podría intentar minimizar la repercusión de este comic, me doy cuenta que en realidad Galán no piensa que estemos ante un comic «menor», cuando con su comparación con la obra de Alan Moore busca que se traslade por asociación la idea que este comic también es «importante». Un comic importante que busca trasladar la idea que la derecha es mala. El argumento se desmonta sólo a poco que tengan el más mínimo espíritu crítico y no veas el mundo en términos de blanco y negro, buenos y malos. Que es justo lo que las redes sociales están incentivando.
Durante el franquismo se hizo muchísima propaganda ideológica para vender las bondades del régimen, disfrazándola de «entretenimiento». La solución contra los panfletos del pasado no es crear otro panfleto en las antípodas ideológicas para vender lo tuyo. Y sobre todo, para vender lo malos que son «los otros».
Cuando hablo con gente «normal» fuera del frikerío, en el trabajo durante la parada del café o en mi colla de amigos, se oye mucho «estoy cansado de panfletos políticos.» Y el problema de Pro es que esta ideología se hace tan evidente que acaba siendo el ejemplo perfecto de contenido politizado que me impide su disfrute. Y mira que he disfrutado mucho de comics que critican el franquismo, inmediatamente pienso en Jamás tendré 20 años de Jaime Martín, pero hay un montón. Un comic doloroso y emocionante a partes iguales. Algo que Pro nunca llega a ser. De nuevo, no tengo ningún problema con los montones de comics ya existentes en los que el franquismo es el villano. ERA UNA DICTADURA. Pero llega un momento en el que el maniqueismo y el trazo grueso traspasan todos los límites. Hablaba antes de que es bueno escuchar puntos de vista diferentes, pero la manipulación y el lavado de cerebro de la izquierda política y mediática en la mayoría del entretenimiento mainstream está llegando a cruzar todos los límites. Ya tenía asumido esta manipulación en el cine y la televisión española, pero verlo de forma tan burda y maniquea en este comic ha sido demasiado para mi. Reconozco que estoy agotado, no me quedan ganas de gastar mi tiempo con panfletos. No me cuentes otra historia que critica el «white-privilege», ni que diga que todos los hombres somos violadores en potencia. Estoy cansado de las historias de empoderamiento femenino donde todos los hombres son malos e incompetentes. Me aburren los techos de cristal y todo lo que tenga que ver con el patriarcado. Y por supuesto, no me quieras vender que la izquierda política española es la garante de la democracia. La misma izquierda que creó al GAL. No te lo compro.
Y aunque parezca mentira, en realidad compré este comic deseando que me gustara. No soy de los que se gastan su dinero en algo que saben de antemano que no me van a gustar. Bastante apretado estoy como para malgastar mi dinero. El problema del dibujo es una parte importante de la valoración negativa, pero la principal fuente de insatisfacción es el bajón que me produjo la historia de Galán.
Lo fácil sería hacer una cruz y no volver a comprar nada de Galán. Es lo que seguro pedirían las redes sociales del «nosotros contra ellos». Pero sigo pensando que es mejor leer obras que me hagan salir de mi zona de confort y rebatan posibles ideas que pueda tener preconcebidas. Leí Orígenes Secretos de Galán y la verdad es que la novela me gustó bastante más que la película. Así que estaré atento a sus próximas obras, aunque decidiré en cada caso si invierto mi dinero en ellas. Un comic de Galán no me ha gustado, confío que el próximo conecte con mis gustos y me guste más de lo que lo ha hecho este Pro.
Comparto las primeras páginas del comic:
Pro me ha decepcionado en la parte superheroica por la forma en que la historia y el dibujo va de más a menos. Pero lo que realmente no me ha gustado nada es la sensación de panfleto maniqueo. Me sabe mal expresarlo en estos términos, pero así me ha hecho sentir.
PUNTUACIÓN: SUSPENSO
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Tras disfrutar con la novela y la película de Orígenes Secretos de David Galán Galindo, tenía ganas de ver Gora Automatikoa, película de animación dirigida junto a Esaú Dharma y Pablo Vara planteada como una historia de humor irónico sobre el mundo del cine español. Dado que no se llegó a estrenar en Castellón, he tenido que esperar a que se estrenara en Prime Video para verla.
PUNTUACIÓN: 5/10
Galindo, un director de cine fracasado, reúne a sus viejos amigos; Pablo, que trabaja en una funeraria, y Dharma, un pedante artista con ínfulas, para lograr cumplir su absurdo sueño: conseguir un Goya automático.
David Galán Galindo (Ávila, 1982) es director de cine y guionista de televisión. “Orígenes Secretos” es una novela negra en la que no renuncia a su universo personal y su pasión por los cómics de superhéroes, y que también es su ópera prima cinematográfica con un elenco impresionante. En los últimos años ha compaginado el cine (algunos de sus cortos, como “Curvas”, “Push Up”, “Hostiable”… se encuentran entre los más conocidos y premiados recientemente) con su trabajo como guionista de televisión. Asimismo, ha escrito para webs y fanzines, y ha participado en dos compilaciones de temática zombi. Además de ser super majo en redes sociales, me encanta la sensación de ser «uno de los nuestros» (o que yo soy uno de los suyos, que podría ser más exacto) en relación a su afición a los comics de superhéroes, por lo que no puedo estar más contento del éxito profesional que está teniendo en los últimos tiempos.
Esaú Dharma (Jaén, 1980) es guionista y director de cine, fue nominado al Goya a Mejor Corto de Animación en 2013 con ¿Por qué desaparecieron los dinosaurios? Ha trabajado en Tadeo Jones 3 y DragonKeeper, dos superproducciones españolas que están pendientes de estreno.
Pablo Vara (Asturias , 1984) es un guionista y director de cine. En 2013 participó en Al final todos mueren en la que también trabajó David Galán Galindo. Otros créditos suyos incluyen Cuenta con nosotros (2015) y Delito de odio (2020).
Esaú Dharma, David Galán Galindo y Pablo Vara dirigen, escriben y producen esta película de animación que está planteada como un gran chiste construido a partir de la ceremonia de los Goya de 2020 en el que sólo hubo una película española de animación y por tanto se llevó un premio Goya automático. El descubrimiento que mientras cumplas las normas de la academia, que sea de producción española, que dure más de 60 minutos y que al menos el 75% de la película esté animada, es suficiente para ganar el premio sin tener en cuenta la calidad de la película, es el hilo conductor de esta película de apenas 70 minutos incluidos los títulos de crédito.
Guillemo Vílchez, hermano de Esaú Dharma ha realizado la música de la película, que cuenta además con voces geniales para el resto de personajes como son Pepe Macías, Miguel Martín, Elena de Lara, Íñigo Rodríguez, el maestro y crítico de cine DE VERDAD Andrés Trasado. Además, para la animación han mezclado una decena de estilos que van desde las primeras animaciones de Disney, de los años 20 y 30, hasta los Looney Tunes, gráficos por ordenador, integración con imagen real, marionetas de calcetines y hasta macetas parlantes, con la aportación altruista de numerosos artistas entre los cuales se encuentra el murciano Salva Espín (Deadpool).
Entrando ya ha valorar la película, tengo que reconocer que el visionado de Gora automatikoa me ha dejado muy frío. Y tengo claro que el objetivo de Esaú Dharma, David Galán Galindo y Pablo Vara con esta película más que ganar el Goya (que no lo consiguieron, todo sea dicho) era llamar la atención del mundo del cine español sobre ellos mismos y su trabajo. En ese sentido, entiendo que Gora es un gran éxito que les ha granjeado de una importante difusión en el mundo mainstream en las semanas previas a la ceremonia de los Goya, por lo que diría que el objetivo de la película está más que conseguido.
Pero lo cierto es que Gora automatikoa es una película de 70 minutos que se me ha hecho larguísima, al ser una historia de un único chiste repetido hasta la exageración. La verdad es que una idea que tenía gracia como concepto deja de tenerla en la ejecución cuando repiten una y otra vez el concepto clave de «aunque esto es cutre y lo sabemos, mientas cumplamos los parámetros legales podemos ganar el Goya con ello». De hecho, hay escenas redundantes que acaban resultando molestas, como ver a los tres directores en imagen real sin hacer nada simplemente rellenando minutos porque la película tiene que sobrepasar los 60 minutos de duración pero sólo necesita tener el 75% de animación. Para mi este es un gag sin gracia, al igual que la forma en que se regodean repitiendo hasta 3 ¿4? veces los mismos planos de animación con diferentes diálogos para así abaratar la producción. Dicho por ellos mismos.
Hay algunos gags graciosos durante la película, como la animación con calcetines y el por qué Cristal Oscuro no consiguió la nominación a Mejor Película de Animación en los Oscars. O las escenas con Andrés Trasado o el crítico gafapasta que ve cosas en una obra que realmente no están ahí. También me han gustado los dos números musicales y algunos detalles relacionados con la producción de una película. Los mimbres para haber hecho una película realmente divertida estaban ahí, pero diría que probablemente por las limitaciones de una producción realizada prácticamente sin presupuesto, terminan cayendo en unos gags sin gracia que lastran la experiencia cinematográfica. Lo cual me parece una pena, además de poner de relevancia un problema que entiendo sufren todos los directores jóvenes actuales, que hacen en muchos casos no la mejor película posible, sino aquella que saben que es barata de producir.
Y me sabe fatal escribir estas líneas porque David Galán Galindo me cae super bien y cuando le conocí en persona en el pasado Comic Barcelona me dejó la mejor de las sensaciones, y sé que podría haber estado hablando de comics con él durante horas y lo hubiera disfrutado un montón. Pero no puedo decir que la película sea buena cuando no me lo pareció, aunque si me alegro por la relevancia mediática que consiguieron sus directores las semanas previas a la ceremocia de los Goya. En todo caso, viendo la recepción de la película en redes sociales, no tengo más que alegrarme que el tipo de humor que plantea Gora automatikoa le haya funcionado a mucha gente, a pesar que a mi no.
Comparto el trailer de la película:
Gora automatikoa me ha decepcionado. Esperaba más que el chiste recurrente repetido una y otra vez. En todo caso, me gusta que haya autores que se atrevan con estas propuestas gamberras y que consigan sacar adelante sus proyectos y consigan difusión a su trabajo.
PUNTUACIÓN: 5/10
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Descubrí recientemente la estupenda novela Orígenes Secretos de David Galán Galindo, y la disfruté tanto que no pude evitar el visionado de su adaptación cinematográfica, que ha escrito y dirigido el propio Galán. ¿Qué tal fue es la película? ¿Sorpresa positiva o el último ejemplo de película montonera de Netflix? Vamos a averiguarlo.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Madrid 2019. Un asesino en serie está sembrando el caos. Personas anónimas están siendo asesinadas imitando las primeras apariciones de los súper héroes más conocidos. Cosme es el mejor detective de su comisaría, y está a punto de jubilarse contra su voluntad. David es su relevo, y es joven e impulsivo. Ambos tendrán la misión de encajar las piezas en un juego del que desconocen las reglas. En su aventura contarán con la ayuda de Jorge Elías, hijo de Cosme, entrañable friki y dueño de una tienda de cómics y de Norma, jefa de ambos y amante del manga y del cosplay. Dicen que algunas veces hay que ponerse el traje y salir a hacer de este mundo un lugar mejor. Puede que esta sea una de ellas.
David Galán Galindo (Ávila, 1982) es director de cine y guionista de televisión. “Orígenes Secretos” es una novela negra en la que no renuncia a su universo personal y su pasión por los cómics de superhéroes, y que también es su ópera prima cinematográfica con un elenco impresionante. En los últimos años ha compaginado el cine (algunos de sus cortos, como “Curvas”, “Push Up”, “Hostiable”… se encuentran entre los más conocidos y premiados recientemente) con su trabajo como guionista de televisión. Asimismo, ha escrito para webs y fanzines, y ha participado en dos compilaciones de temática zombi.
Para la adaptación cinematográfica de Orígenes Secretos, Galán ha contado con la colaboración de Fernando Navarro en el guión, con fotografía de Rita Noriega, montaje de Leire Alonso y Martí Roca, y música de Federico Jusid.
La película cuenta con un buen casting que traslada a imagen real a los geniales personajes de la novela. Javier Rey es el detective novato David Valentín, que se va a enfrentar a al caso de su vida… si consigue sobrevivir. Brays Efe es Jorge Elías Galiardo, el hijo friki del detective Cosme Galiardo (Antonio Resines) a punto de retirarse. Verónica Echegui interpreta a Norma, la Comisaria Jefa y amante del cosplay.
Comentaba en la crítica de la novela que conocí a David Galán en el podcast de Sala de Peligro dedicado a Kingdom Come , que me mostró a una persona que parecía super majo, con un gran conocimiento comiquero y con unos comentarios sobre el comic de Mark Waid y Alex Ross con los que me sentía muy identificado. Gracias a ese podcast que dejé de lado mis reticencias iniciales y le dí una oportunidad primero a la novela y ahora a la película, que en condiciones normales probablemente no hubiera visto.
En primer lugar, tengo que dar las gracias porque una película como Orígenes secretos haya llegado a realizarse. David Galán traslada perfectamente a imágenes el espíritu de su novela, y ya era hora poder ver una película que trate con respeto el mundo de los superhéroes y a sus aficionados en España, que hasta el momento éramos únicamente carne de burlas y cachondeo por el público y autores «serios». David Galán destila en 90 minutos su amor hacia el género y hacia la cultura friki y se nota que para él Orígenes secretos es algo muy personal y sale desde el corazón. Sólo por esto ya merece la pena ver la película.
La película tiene también el acierto de saber moverse entre un thriller tipo Se7en en el que dos policías investigan unos asesinatos complejos con otros momentos más ligeros en los que nos metemos en el mundillo friki de Madrid y Jorge Elías (Brays Efe) nos regala detalles de comics históricos de superhéroes. Orígenes secretos ha caminado con acierto durante todo el metraje por esta fina línea y sorprendentemente, en su mayoría acierta en la puesta en escena y el visionado no chirría.
Como fan de los comics de superhéroes, es una gozada ver todos los detalles comiqueros de la película, las bromas a costa de autores (Bendis), los easter-eggs ocultos como son todos los nombres de personajes y lo bien que David Galán los incorpora a la trama, consiguiendo que todo fluya orgánicamente y no se sienta un pegote puesto porque si que entorpece la trama principal. Incluso mi mujer, alejada del mundillo, me comentó al final que la historia está chula y la vió original. En ese sentido, todo bien.
Además, la película acierta porque añade elementos visuales que eran imposibles de mostrar en la novela, como son los homenajes a Dany Elfman en la banda sonora de Federico Jusid y en general al Batman de Tim Burton. Además, la escena inicial del cartero seguro traerá una sonrisa a todos los fans de las películas de Marvel Studios y por supuesto, de los comics.
Todo el diseño de producción en general lo veo muy acertado y consigue evitar la sensación de cutre que me temía que la película pudiera tener por falta de presupuesto. La tienda de comics mola mucho y me creo en todo momentos las escenas de los crímenes o la comisaría de policía, así que diría que globalmente hay que darles la enhorabuena, excepto por un detalle clave que luego comentaré.
En lo referido al reparto, he visto muy por encima del resto a Antonio Resines y a Ernesto Alterio. Cada vez que ellos aparecen en pantalla, la película pega un salto de calidad importante. Y aunque tiene un papel pequeño que apenas es un cameo, he disfrutado muchísimo con Leonardo Sbaraglia homenajeando a Alan Moore.
La verdadera sorpresa positiva de la película para mi es Brays Efe como Jorge Elías. Su personaje te lo crees en todo momento y diría que el alma de la película. Brays creo que lo hace genial, empezando por su voz, y ejemplifica para bien o para mal el friki que llevamos dentro. Escuché a David Galán comentar en varios podcasts que Jorge Elías realmente es él, y veo muy valiente por su parte mostrar de forma tan descarnada las miserias que a veces nos rodean y que entiendo que él ha vivido en primera persona.
En lo negativo, no me acaba de encajar la actuación de Javier Rey como el protagonista David Valentín. Sin entrar en spoilers, le veo excedido en todo momento, pero sobre todo a partir de un momento a mitad de película en que hace las paces con Jorge Elías, no tiene sentido que a continuación siga tratándole a patadas y con malos molos. Lamentablemente, excepto en la escena en la que lee el informe de su pasado en que creo que está muy bien y transmite el sentimiento que la escena nacesitaba, en general no me ha funcionado su interpretación como debería, teniendo en cuenta que es el protagonista.
Mucho peor es sin embargo lo de Verónica Echegui. En su descargo hay que decir que lo tenía difícil ya que su personaje en la película en realidad son dos en la novela, Patri la cosplayer y Norma la jefa de policía, pero me parece que está fatal y no encuentra el tono en ningún momento, siendo a la vez el recurso cómico y la tía dura over-the-top que puede enfrentarse con todo. Entiendo la necesidad de síntesis a la que se enfrentó David Galán a la hora de trasladar a un guión su novela, ayudado por Fernando Navarro, pero el personaje de Norma es lo único que para mi no funciona en ningún momento en la película.
A pesar de lo mucho bueno que tiene la película, me da rabia que el clímax no funcione precisamente en el momento en que estamos dando el salto del thriller al género de superhéroes. Por un lado tenemos una muy deficiente escena de acción que rompe las buenas sensaciones de todo lo visto hasta ese momento, y lamento decir que el traje de Vértice tampoco lo han conseguido clavar en movimiento, e incluso llega a parecer un poco cutre, dicho desde el máximo respeto, confirmando la dificultad de trasladar a cine el género de superhéroes. Hay 75 minutos muy buenos y un final que me dejó con la miel en los labios,¡Qué lástima!! Dicho esto, aunque visualmente no me funcione este climax, emocionalmente sí lo hace gracias a la interpretación de Antonio Resines, que como comentaba antes, eleva todos los momentos en los que participa.
En todo caso, estoy encantado que una película como Orígines secretos haya podido estrenarse en Netflix y deseo que sea un éxito, ojalá en todo el mundo, que abra las puertas a más producciones de este tipo que traten con respeto al género de superhéroes y a sus aficionados. Un respeto que en España nunca hemos tenido, o al menos no se ha reflejado en obras audiovisuales.
A continuación, voy a comentar otros detalles que he encontrado problemáticos CON SPOILERS. Os aviso a todos aquellos que aún no hayáis visto la película, y en todo caso, invito a todos los fans de los comics para que le déis una oportunidad a la película, creo que en general vais a salir contentos.
Empezando por la propia historia, he leído a todo el mundo, incluido el propio Galán, comentar que Orígenes secretos es «Se7en con superhéroes», pero ya leyendo la novela vi muy claro que para mi Orígenes secretos es en realidad El Protegido de M. Night Shyamalan ambientada en España, con un villano encarnado por Ernesto Alterio que busca crear a «su» superhéroe. Shyamalan conseguía explicar de maravilla las motivaciones del personaje interpretado por Samuel L. Jackson, pero David Galán no lo consigue, ni en la novela ni en la película. De hecho, no es que no lo consiga, es que ni siquiera lo intenta. Dado que la novela era una lectura rápida y ligera, fue un detalle al que no le di demasiada importancia, pero en la película no saber la motivación del villano hace que la historia se quede coja, a pesar de la buena interpretación de Ernesto Alterio.
Por otro lado, veo respeto de David Galán en la forma en que muestra la cultura friki de Madrid y se nota que habla desde su propia experiencia, desde el corazón. Como comentaba antes, el personaje de Jorge Elías es él en realidad, así que por un lado no tengo problema en que muestre detalles casi autobiográficos, y es valiente la forma en que se muestra de esta forma tan poco favorecedora. También me gusta el gag en el que David Valentín en la tienda de comics llama frikis (¿perdedores?) a los allí presentes, cuando hay jueces, dentistas, policías y empresarios de éxito. De hecho, el propio Jorge Elías es el dueño de la tienda, lo que indica que ha tenido éxito en su vida haciendo lo que le gusta. Mola el mensaje del gag sobre que los frikis realmente hemos ganado, y me reí a continuación con el siguiente gag que refuerza esto, cuando David aprende lo cara que es nuestra afición comiquera, de forma que solo alguien con buen poder adquisitivo puede mantenerla. (Inciso, en este momento mi mujer me torció un poco la cara, pensando todo el dinero que me gasto en comics). Todo eso mola.
Sin embargo, me parece que la película mantiene el feo estereotipo que nos rodea a los fans de los comics, sobre que somos todos gordos, descuidados y con pintas de ser un poco stalkers. En la escena que comentaba antes en la tienda tenemos a una juez bajita y gordita, a Carlos Areces como un calvo gordo que piratea a pesar de estar forrado, y a varios personajes al fondo que son desgarbados y 100% estereotipados.
Además, tenemos al propio Jorge Elías, que es el corazón de la película, mostrado con graves problemas de higiene personal y de sociabilidad. Entiendo que como buena buddy-movie, hay que acentuar hasta el extremo las diferencias de los protagonistas para que el contraste entre ambos ofrezca buenos momentos cinematográficos, y en este sentido la película acierta completamente.
Como comentaba en mi crítica de la novela, no dudo que esto que refleja David sea una realidad en las tiendas de Madrid, pero dado que estás creando una obra con la esperanza que sea vista por millones de espectadores de todo el mundo, hubiera sido genial mostrar a alguien desde una perspectiva más positiva, resaltando que todo tipo de personas, no solo los frikis (en este caso dicho no de forma positiva), pueden disfrutar de este genial entretenimiento que son los comics. Soy super fan de los comics y no me vi reflejado en ninguno de los personajes que aparecen en las escenas de la tienda, y pensando en el público no friki que va a ver la película, no creo que Orígenes secretos ayude a romper los estereotipos que llevamos a nuestras espaldas. Aunque igual estoy poniendo una carga imposible e injusta en una película que realmente solo busca ofrecer 90 minutos de entretenimiento en el espectador, cosa que consigue.
E igual que digo esto, creo que la escena en la que vemos a un niño y una niña disfrazados de Lobezno y Capitán América mola mucho y si muestra que los superhéroes pueden ser, son, para todo el mundo.
En todo caso, a pesar de estos elementos, Orígenes secretos me ha gustado mucho y he terminado contento por haberla visto, por lo que no puedo más que darme por satisfecho y recomendar su visionado.
Comparto el trailer de la película:
Orígenes Secretos es un sueño hecho realidad para mi, que esta película se haya rodado en España lo considero un milagro, y me gustaría que Netflix tuviera un gran éxito con su emisión, para que puedan hacerse más obras con el respeto y el cariño que David Galán muestra.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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David Galán Galindo publicó su novela Orígenes secretos en 2014, y me alegra que el estreno de su adaptación cinematográfica en Netflix haya servido para darle una segunda vida comercial, gracias a la cual descubrí su existencia y me animé a leerla.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
Esta nueva edición de «Orígenes secretos» incluye también una Introducción del autor y un relato inédito que se desarrolla en el mismo universo de la novela: «Astro Bus».
En Madrid se están produciendo una serie de asesinatos crueles y extraños. Cosme y David son los policías encargados de la investigación, pero necesitarán la ayuda del entrañable friki Jorge Elías para comprender a qué se están enfrentando. Con sus ingentes conocimientos sobre el mundo de los cómics, es capaz de ver los hilos que relacionan a todos los crímenes e interpretar las pistas que el asesino va dejando. Planeta K, su tienda de cómics, se convertirá en el cuartel general donde un improbable equipo, formado por David, Jorge Elías y Patri, una policía amante del cosplay, planifica sus movimientos en busca del asesino por un Madrid más vivo y oscuro que nunca.
Pero no os preocupéis, esto es una novela negra como todas las demás. Nada de especial. O sí.
David Galán Galindo (Ávila, 1982) es director de cine y guionista de televisión. «Orígenes Secretos» es su primera novela. Una novela negra en la que no renuncia a su universo personal y su pasión por los cómics de superhéroes, y que también es su ópera prima cinematográfica con un elenco impresionante. En los últimos años ha compaginado el cine (algunos de sus cortos, como «Curvas», «Push Up», «Hostiable»… se encuentran entre los más conocidos y premiados recientemente) con su trabajo como guionista de televisión. Asimismo, ha escrito para webs y fanzines, y ha participado en dos compilaciones de temática zombi.
Reconozco que conocí la existencia de esta novela viendo el tráiler de su adaptación cinematográfica de Netflix que se estrena el 28 de agosto, y la sensación no pudo ser peor, dándome la sensación de que podía ser la enésima historia que se reía DE los frikis, no CON los frikis. La diferencia entre Big Bang Theory y Community, para entendernos. Y nada podía darme más pereza que eso.
Sin embargo, escuchar a David Galán en el podcast de Sala de Peligro dedicado a Kingdom Come me mostró a una persona que parecía super majo, con un gran conocimiento comiquero y con unos comentarios sobre el comic de Mark Waid y Alex Ross con los que me sentía muy identificado, por lo que dejé de lado mis reticencias iniciales y le dí una oportunidad a esta novela. El clásico «poner mi cartera donde pongo mis opiniones» de nuevo en acción.
Además, me ha gustado dar el salto de fe y empezar a leer la novela sin saber casi nada ni haber leído siquiera la sinopsis, de forma que todo era una sorpresa total. Cuando empecé a leer, me alegró comprobar que el rollo no iba por una comedia a costa de los superhéroes y sus fans, sino que estamos ante una historia de género negro de manual, subgénero Se7en de investigación policial de unos asesinatos rituales super complejos.
Orígenes secretos es una estupenda novela que puede gustar a todo tipo de lectores que estén conectados a la cultura popular, no sólo a los fans hardcore de los comics. De hecho, simplemente con haber visto películas de superhéroes, o en general el cine comercial americano de los últimos años puedes entender la mayoría de referencias de la novela, aunque obviamente si eres lector veterano, los comentarios sobre Grant Morrison o el Mefistazo de Spiderman, por poner sólo dos ejemplos, seguro te sacarán una sonrisa.
Hay dos cosas que me han gustado especialmente de esta novela. La primera es el ubicar en Madrid esta historia de género negro que transmite el amor por los comics de superhéroes de su autor. Suscribo completamente la idea que David Galán comenta en su introducción sobre que se echan en falta obras hechas en España que se tomen en serio el mundo de los comics y no lo utilicen únicamente como alivio cómico. Es cierto que los españoles somos cínicos por naturaleza, pero David demuestra que, como con los personajes de comic, el problema no es que los personajes sean malos, sino que autores mediocres no saben sacarles el partido que se merecen.
La otra cosa que me ha gustado es que la novela transmite el encanto de los buenos comics Marvel, en lo que incluso en medio de una historia de género negro con muertes macabras y situaciones violentas y perturbadoras, hay momentos para la sonrisa gracias a la forma en que nos muestra el ecosistema friki de Madrid. Al vivir en una ciudad pequeña, nunca tuve una librería de referencia en la que perderme o encontrar amigos que compartieran afición lectora, y en parte siento envidia a lo bien que transmite la sensación de comunidad dentro de Planeta K, la librería de Jorge, al ser algo que yo me perdí.
He conectado inmediatamente con los protagonistas David, Jorge Elías y su padre el inspector Cosme, que forman un triángulo muy obvio que sin embargo funciona perfectamente. David y Jorge son unos protagonistas de «buddy-movie» de manual, personajes antagónicos que deben aprender a trabajar juntos y que acabarán descubriendo que tienen más cosas en común de lo que pensaban en un principio. Junto a ellos, tenemos a Cosme, un policía veterano a punto de retirarse que tiene un último caso que resolver mientras intenta arreglar sus problemas familiares con su hijo Jorge y enseñar al novato detective David. Como véis, otro personaje típico que sin embargo consigue transmitirme mucha humanidad. Se me queda bastante mas floja el personaje de Patri, la policía fan del cosplay, que se me queda casi como una decoración para acentuar la sensación friki de la novela.
La novela va como un tiro y se lee en un suspiro. De hecho, casi lamento que sea tan corta, porque me hubiera gustado seguir metido en este mundo durante más tiempo. Por suerte, la edición kindle incluye como bono una historia corta «Astro Bus», ambientada varios años en el futuro, que sirve de espectacular homenaje al género y un gran final de la historia. O un hasta luego, si Galán quiere. Además, como si fuera una buena película de Marvel Studios, la novela está repleta de easter-eggs, no sólo con el uso de algunos de los comics míticos del género, sino además con las anécdotas en la tienda de comics o los nombres de varios personajes, que homenajean a algunas de las editoriales que publicaron comics en España, como Fórum, Nóvaro, Bruguera, Vid o Vértice.
Quizá el principal problema de Orígenes secretos es que una vez has entrado en el caso y te encuentras paseando por Madrid con David y Jorge Elías, aparte de las divertidas anécdotas y algún momento impactante que recuerda a comics icónicos, hay una falta total y absoluta de sorpresas. No soy los que juego a anticiparme a la historia cuando leo una novela, pero casi sin pretenderlo en seguida me di cuenta que además de Se7en, Orígenes Secretos tiene otra clarísima fuente de inspiración una película americana de 2000, que es tan obvia que no puedo nombrarla porque sería un SPOILER del copón, y no quiero chafarle la experiencia lectora a nadie.
Otro elemento que tampoco me acaba de gustar es la figura de Jorge Elías, que representa al ¿típico? friki comiquero gordo sucio desaliñado y sin habilidades sociales. Entiendo por un lado que esto es una herramienta narrativa obvia para acrecentar sus diferencias con el «normal» David, de forma que el conflicto de personalidades sea inevitable. Por otro lado, también tengo claro que seguro que muchos frikis que pueblan las librerías de comics se ajustan a este perfil, con el que yo no me siento para nada identificado, todo sea dicho, pero creo que globalmente esta representación sirve para eternizar los estereotipos que tenemos que sufrir los aficionados a los comics. Dicho esto, también es justo reconocer que hay un gag muy bueno cuando también vemos en la novela que algunos lectores de comics tienen trabajos de éxito como registrador de la propiedad o farmacéutico, que sueldos altos que les permiten pagarse su caro vicio comiquero. igual que digo una cosa, hay que reconocer que este detalle está genial.
En todo caso, hay que reconocer también que da igual si David Galán usa elementos típicos tópicos para escribir su novela siempre que lo haga bien y funcionen dentro del mundo que ha creado, y creo que el resultado final de la novela es super positivo. Es complicado combinar bien elementos tan a priori diferentes, y David ha sabido manejarlos con soltura y habilidad, ofreciendo una lectura que me ha mantenido divertido e interesado de principio a fin.
Y como guinda, la historia extra Astro Bus es un epílogo perfecto a esta historia que me ha dejado en lo más alto gracias a la emoción que sabe transmitir.
Orígenes secretos me ha parecido super entretenida y me ha gustado probablemente más de lo que pensaba que me iba a gustar. A ver cuando se anima a escribir la segunda parte o lo que se tercie, porque ya se sabe que a un buen comic siempre le sigue su continuación.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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¡Saludos a todos!
Repaso a mi Sci-fi favorito: comics, películas, TV y libros
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