Tenía muchas ganas de volver a engancharme a Mindhunter, la serie estrenada en Netflix creada por Joe Penhall y que cuenta con David Fincher de productor ejecutivo y director de varios capítulos. Y la verdad es que esta segunda temporada ha sido super satisfactoria y adictiva, añadiendo nueva capas a la historia que la hacen aún mejor.
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Mindhunter se basa en el libro “Mind Hunter: Inside the FBI´s Elite Serial Crime Unit”, escrito por los ex-agentes del FBI John E. Douglas y Mark Olshaker, que narra los inicios de cómo la agencia comenzó en 1977 a entrevistar a asesinos encerrados en prisión para entender cómo piensan y poder crear diferentes perfiles de personalidad de los diferentes tipos de asesinos, que ayudaran a resolver casos abiertos.
La serie está protagonizada por Jonathan Groff y Holt McCallany, que interpretan a los agentes del FBI Holden Ford y Bill Tench, que formaron la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI junto con la psicóloga Wendy Carr (interpretada por Anna Torv).
En esta segunda temporada veremos como el nuevo responsable de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI Ted Gunn (Michael Cerveris) apuesta por potenciar el trabajo de Ford y Tench. Además de seguir entrevistando a convictos como el icónico Charles Manson, viajarán a Atlanta para ayudar a detener a un asesino en serie de niños afroamericanos, lo que afectará a sus vidas personales. Los hechos en los que inspiran fueron asesinatos reales que tuvieron lugar en Atlanta entre 1979–81.
Para esta segunda temporada, David Fincher ha dirigido tres de los nueve episodios, siendo los otros directores Andrew Dominik (2) y Carl Franklin (4). En esta temporada el creador y productor Joe Penhall no guioniza ningún episodio, que han sido escritos por Doug Jung, Joshua Donen y Courtenay Miles.
Erik Messerschmidt (Gone Girl) repite como director de fotografía, mientras que el montaje lo realiza otro colaborador habitual de Fincher, Kirk Baxter. La música de Jason Hill tiene un componente atmósferico y malrollero que está genial, y junto a ellos destacaría todo el sobresaliente apartado técnico de la serie, el vestuario, diseño de producción, etc.. que consigan que nos sintamos en 1980. Y quiero destacar además otro elemento que no siempre notamos como es el montaje de sonido y que en Mindhunter se sale, añadiendo a cada escena pequeños detalles que hacen que todo luzca mejor, sin darte a veces cuenta del motivo.
Hacía casí dos años desde que se estrenó la excelente primera temporada (cuya reseña puedes leer aquí), y la verdad es que esta temporada se hizo de rogar, pero se agradece que se hayan tomado su tiempo para que sea tan satisfactoria, añadiendo complejidad y verosimilitud al mundo de las investigaciones del FBI.
Además, para mi esta segunda temporada es la que ha elevado la interpretación de Holt McCallany como el agente Tench, para mi el personaje más importante de esta tanda de episodios. Además de tener que controlar a Ford (de nuevo un frío Jonathan Groff), va a ver como su ordenada vida se derrumba al verse involucrado su hijo pequeño en un crimen violento. El contraste entre su fuerte e imponente presencia y su imposibilidad de solucionar los problemas de su hijo y su mujer Nancy (Stacey Roca) me ha impactado, no se si debido a ser padre, así como las dudas que se plantean sobre si las personas nacen malas o se hacen malas. Pregunta para la que no hay una respuesta clara.
Junto a todo lo que sucede, la doctora Wendy Carr también tiene un interesante protagonismo. Estando en los setenta y principio de los ochenta, era normal que ocultara su homosexualidad para que no perjudicara a su carrera profesional.
Sin embargo, al empezar una relación con Kay Manz (Lauren Clazier), una camarera que abandonó a su marido y a su hijo para poder vivir su vida libremente, hará que su armadura de frialdad se desmorone y tenga que reevaluar su vida y sus objetivos.
Esta temporada tiene algunas memorables entrevistas a asesinos, como una nueva reunión con Ed Kemper (Cameron Britton), uno de los grandes personajes de la primera temporada, y sobre todo, con el icono Charles Manson (Damon Herriman). Además, debido al caso de Atlanta, mola ver como la doctora Carr debe dar un paso adelante para realizar ella también entrevistas a convictos peligrosos, descubriendo que las cosas son más difíciles fuera de la oficina.
Sin embargo, la gran diferencia de esta temporada es que pone el foco en otros problemas del mundo actual que diría se convierten en el VILLANO principal de la historia, si es que este término es aplicable: La política y la burocracia.
Si en la primera temporada el problema era que los colegas y superiores de Ford y Tench no les valoraban ni pensaban que su investigación tuviera valor, el caso de Atlanta les va a poner de bruces con lo que pasa cuando no interesa que se investiguen unos asesinatos, e incluso cuando no tienen más remedio que hacerlo, como la burocracia impide que cualquier iniciativa novedosa pueda ponerse en marcha.
Además, la serie muestra con dolorosa precisión como a los políticos no les interesa el dolor de las familias sino como conseguir su propio beneficio. Esta nueva realidad que van a vivir los agentes aporta un elemento adicional de realismo que ha hecho que esta temporada sea aún más interesante.
No se me ocurre nada negativo que decir de Mindhunter. Su ritmo pausado puede parecer lento pero no lo es, los personajes avanzan, evolucionan y tienen que enfrentarse a sus miedos, y todas las escenas construyen las diferentes tramas y llevan la serie hacia un final tremendamente satisfactorio.
David Fincher ha comentado que hay previstas 5 temporadas de Mindhunter, y que tienen infinidad de casos reales en los que inspirarse para construir este relato de la formación de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI. De momento, Netflix aún no ha confirmado la tercera temporada, y dado que por su temática no es una serie para un público masivo como Stranger Things, lamentaría muchísimo que Mindhunter se uniera al montón de series canceladas por Netflix en el último año. Espero que no sea así, porque para mi es una de las grandes series de la cadena, pero yo solo soy un espectador.
Comparto el trailer de esta segunda temporada:
Mindhunter es una de las grandes series de Netflix, y espero poder volver a este mundo oscuro e incómodo durante los próximos años.
PUNTUACIÓN: 8/10
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