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Crítica de Nemesis The Warlock vol. 2 de Pat Mills, Kevin O´Neill y Bryan Talbot (Dolmen)

Hoy analizo el segundo volumen de Nemesis The Warlock publicado por Dolmen Editorial, el mítico personaje de la 2000 AD británica obra de Patt Mills, Kevin O´Neill y Bryan Talbot.

PUNTUACIÓN: 6/10

¡UNA MUERTE EN LA FAMILIA!

La cruzada de Torquemada para aniquilar toda la vida alienígena de la galaxia le lleva hasta el planeta de los Góticos, una raza de seres camaleónicos que dieron forma a sus cuerpos y a su sociedad basándose en la Gran Bretaña de comienzos del siglo XXI. Para evitar que las tropas de Terrapoder destruyan por completo el planeta, Némesis deberá aliarse con el Duque Ión… y con los ABC Warriors, reunidos una vez más.

Con guion de Pat Mills (Marshal Law) y dibujo de Kevin O’Neill (La liga de los caballeros extraordinarios) y de la leyenda Bryan Talbot (Las Aventuras de Luther Arkwright), este segundo volumen de la serie incluye otros dos capítulos de este clásico del cómic británico, inédito en España hasta la fecha. Con las páginas a color reproducidas directamente del color original y publicado en orden cronológico, descubre una de las aventuras de ciencia ficción más importantes del sello 2000 AD.

«Mills y O’Neill ni sospechaban  lo rápidamente que aquel mundo de Terrapoder con el que empezaron se les iba a quedar pequeño. Nemesis The Warlock es lo que sucede cuando se deja a dos genios sin correa». Alain Villacorta (Es la hora de las tortas)

Patrick Eamon Mills (1949) es un guionista y editor de cómics inglés que, junto con John Wagner, revitalizó el cómic británico en la década de 1970, y desde entonces ha seguido siendo una figura destacada del cómic británico. Se le ha llamado «el padrino del cómic británico». Sus cómics destacan por su violencia y antiautoritarismo, y es conocido sobre todo por crear 2000 AD y desempeñar un papel fundamental en el desarrollo del Juez Dredd. Tuvo una extensísima carrera en la industria británica, además de Dredd y este Nemesis, escribió Dan Dare, ABC Warriors, Sláine, Rogue Trooper, Charlie´s War y muchos más. En el mercado USA fue el creador de Marshall Law junto a Kevin O´Neill, además de escribir comics para de Batman para DC y trabajar en la línea 2099 de Marvel. Y además, ha trabajado también para el mercado francés.

Kevin O’Neill (1953 – 2022) fue un dibujante de cómics inglés, cocreador de Nemesis the Warlock y Marshal Law con Pat Mills y The League of Extraordinary Gentlemen con Alan Moore. Tras una extensa carrera en U.K., tras dar el salto al comic americano en 1986 O´Neill fue conocido (muy a pesar suyo) porque el Comics Code Authority puso objeciones a su estilo de dibujo para el Tales of the Green Lantern Corps Annual No. 2 guionizado por Alan Moore. Cuando DC preguntó cuál era el problema y si se podía cambiar algo para obtener la aprobación (la historia incluía escenas de una crucifixión), les respondieron que era todo el estilo de O’Neill lo que encontraban objetable. Afortunadamente, DC decidió imprimir el cómic sin el sello de la Comics Code Authority. Esta polémica fue previa a la publicación junto a su amigo colaborador habitual en U.K. de Marshall Law en 1987para el sello Epic de Marvel, comic que consiguió una inesperada repercusión mediática, aparte de por el dibujo de O´Neill por sus declaraciones en las que que afirmaban que odiaban a los superhéroes americanos.

Bryan Talbot (Lancashire, 1952) es un dibujante y guionista de cómics británico, conocido sobre todo por ser el creador de Las aventuras de Luther Arkwright y sus secuelas Heart of Empire y The Legend of Luther Arkwright, así como de la serie de libros Grandville. Colaboró con su mujer, Mary M. Talbot, en Dotter of Her Father’s Eyes, que ganó el premio Costa de biografía en 2012. Empezó su carrera en el ámbito independiente británico en los años 60. Tras empezar a publicar Las aventuras de Luther Arkwright en 1978, en los 80 trabajó en 200 AD en este Nemesis con Pat Mills, y en varias historias para Juez Dredd. En los 90 empezó a trabajar para el mercado americano, sobre todo para DC Comics, en series como Hellblazer, Batman: Legends of the Dark Knight y Dead Boy Detectives. También colaboró con Neil Gaiman en varios arcos de The Sandman. The Tale of One Bad Rat (1994) trata de la recuperación de una niña tras sufrir abusos sexuales en la infancia. Dibujó la serie limitada The Nazz, escrita por Tom Veitch, y colaboró con Rick Veitch, hermano de Tom, en Teknophage, una de las numerosas miniseries que dibujó para Tekno Comix. Talbot ha ilustrado cartas para el juego de cartas coleccionables Magic: The Gathering y trabajó con Bill Willingham en Fábulas.

Cuando compré el año pasado el primer tomo de Nemesis The Warlock editado por Dolmen tengo que reconocer que el comic me dejó muy frío. A pesar de la curiosidad que me generaba y su indudable interés histórico, lo cierto es que no conecté nada con la narrativa de historias de 4-6 páginas que provocaba la publicación semanal de la revista 2000 AD. Reconozco que hay que tener habilidad para poder contar algo en tan pocas páginas que te hiciera querer volver la semana siguiente a por más. Y en ese sentido, Pat Mills es parte de la historia del comic británico.

A pesar de mis dudas, al final me decidí a comprar este segundo volumen dado que Dolmen anunció que era el último de la serie. O el último que van a publicar ellos, no se. Por este motivo me animé a comprarlo, y las sensaciones han sido iguales a las que me provocó el primer volumen. Para bien y para mal. Sobre todo lo segundo.

Este segundo volumen de Dolmen recopila los libros III y IV de la edición británica de Nemesis, publicados en la revista 2000 AD entre 1983 y 1985. Y son dos historias marcadas por el cambio de dibujante, dado que el creador Kevin O´Neill dibuja todo el tercer volumen y la primera historia del cuarto, dejando a Bryan Talbot el dibujo del resto del volumen 4. Y la diferencia es abismal. O´Neill, a quien conozco desde Marshall Law, es pura contracultura y como parte de su estilo plantea dibujos que en muchos casos son desagradables de leer, con unos seres grotescos y unas razas alienígenas diferentes a todo. Esa parte resalta la imaginación desbordante de O’Neill y un poco su mala leche también. Sin embargo, su narrativa siempre fue bastante limitada, convirtiendo en confusas montones de páginas. Con la limitación añadida de tener que incluir un montón de información en la página debido a las limitaciones de 2000AD.

Sin embargo, Bryan Talbot es todo lo contrario. Su estilo de dibujo tiene un feeling super clásico, creando figuras super nítidas donde O´Neill plantea manchas de líneas, convirtiendo la lectura como la noche y el día. Algo que en realidad ya sucedió en el volumen uno con las páginas dibujadas por el español Jesús Redondo. Con Talbot hay que reconocer que las historias se leen mucho mejor, pero al mismo tiempo el comic pierde la visceralidad que O’Neill transmite a sus páginas.

Por la parte de la historia de Pat Mills, Nemesis continúa con su ambientación de ciencia ficción super loca coetánea a mucho de los que publicaba en Europa en esos años en revistas como Metal Hurlant y similares. En el planeta natal de Nemesis, Gandara, conoceremos las costumbres de apareamiento, que pasan porque las mujeres guerreras luchan por los machos. Nemesis y su pareja Chira tienen un huevo del que surge el hijo de ambos. Cuando Nemesis se marcha a combatir contra las fuerzas de Terrapoder en el planeta Demonika, el Inquisidor Torquemada pondrá en marcha un plan para matar a la familia de Nemesis, alternándose las dos tramas en este volumen. Un volumen que termina de forma dramática para Nemesis.

El segundo volumen tiene lugar en el planeta de los Góticos, una raza camaleónica que alteraron su apariencia para hacerla coincidir con la de la sociedad británica de comienzos del siglo XX tras captar señales de radio de la época. Esto no quita con que Torquemada quiera ver a esta raza exterminada, como cualquier alien que no sea humano. Y el arco permitirá a Mills expresar su desprecio y desdén hacia la cultura mainstream británica, algo que incluye también obras clásicas como Frankenstein. La otra novedad de este volumen es que Mills y Talbot incorporan a esta historia a los ABC Warriors, personajes clásicos de la revista.

Nemesis The Warlock se sale completamente de mi ámbito de interés, incluso viendo numerosos elementos interesantes en la lectura de este volumen. El formato de comics de 4/5 paginas lo encuentro super frustrante, no me gusta nada. Mills tiene que ir siempre al grano y no hay capacidad de profundidad ante nada, como mucho humor negro a modo de crítica social. Los personajes empezando por Nemesis son arquetipos sin personalidad más allá del «Bueno luchador por la libertad», al igual que Torquemada es el «mal personificado».

Y como ya me pasó leyendo el primer volumen, no podía evitar pensar mientras leía este volumen lo «viejunos» que se sienten estos comics de 1983-1985, pensando que esos mismo años en Estados Unidos se estaban publicando comics como la Patrulla-X de Claremont y Byrne, Daredevil de Frank Miller o los Jóvenes Titanes de Wolfman y Pérez. Entendiendo que son comics totalmente diferentes, Nemesis pierde por goleada en todos los casos. En todo caso, mi lado completista me hizo comprar este comic y al menos agradezco leer algo que es tan diferente a todo. Aunque sea algo con lo que nunca he llegado a conectar del todo.

Comparto páginas del comic dibujadas por O´Neill:

Nemesis The Warlock es un comic sin duda con un gran interés histórico, pero reconozco que no entra precisamente en mi ámbito de interés.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Nemesis: Rogues´ Gallery de Mark Millar y Valerio Giangiordano (Dark Horse Comics)

Tras años (décadas) en Image Comics, Mark Millar se ha mudado a Dark Horse, donde ha publicado Nemesis: Rogues´ Gallery, la primera colección que continua los sucesos de Big Game, y que ha sido dibujada por el italiano Valerio Giangiordano con color de Lee Loughridge.

PUNTUACIÓN: 7/10

La secuela del exitoso crossover BIG GAME, Némesis: Rogues’ Gallery presenta el regreso del personaje más popular de Millarworld, que contrata a un joven compañero novato para luchar en su guerra contra la decencia y le entrena para ser tan demente como él.

Inmediatamente después de los brutales acontecimientos del gran éxito de Millar, Big Game, Némesis está prácticamente muerto, roto y destruido. Todo lo que queda es un foco que lo consume, empeñado en vengarse de todas y cada una de las personas que le hicieron daño. La sangrienta venganza comienza aquí, cuando prepara un plan para los siglos de los siglos.

Mark Millar es uno de los grandes nombres del comic mainstream americano, con más de 30 años de experiencia en primer nivel. Tras comics en DC como el segundo volumen de The Authority o Superman: Red Son, se mudó a Marvel en los que han sido uno de los mejores años de la historia de la editorial, en los que realizó algunos de sus comics más populares como son The Ultimates con Bryan Hitch y Civil War y Old Man Logan con Steve McNiven. Durante sus años en Marvel Millar entendió que el futuro del comic mainstream (y el dinero) estaba en los comics de creación propia, iniciando su sello Millarworld en el que ha publicado sobre todo en Image Comics algunos comics super exitosos que tuvieron además adaptación cinematográfica: Wanted, Kick-ass y Kingsman, Tras la compra de Netflix del Millarworld, llegaron Jupiter´s Legacy y Super Crooks con diferente éxito, pero esto no puede ocultar el hecho que Millar se ha juntado en los últimos 20 años con los mejores dibujantes del medio para realizar unos comics siempre super entretenidos: Chrononauts, Starlight, Empress, Reborn The Magic Orden, Nemesis y Nemesis Reloaded, Prodigy, Ambassadors… Big Game fue el gran evento que unió estos 20 años de historias, tras la que nos llega esta miniserie.

Nemesis es la respuesta macarra y pasada de vueltas a la pregunta ¿Qué pasaría si Batman fuera malo? Además, estamos ante el primer caso dentro de Millarworld en que Millar decidió realizar un reboot al concepto que creó en 2011 junto al artista Steve McNiven. El nuevo comienzo para este villano llegó en 2023 con la miniserie Nemesis Reloaded, dibujada por el español Jorge Jiménez. Tras su participación en Big game, no sólo fue derrotado sino que acabó derrotado y parapléjico. Y es en este justo momento en que empieza este comic.

Aunque el título Rogues´ Gallery alude casi más a Flash que a Batman, Millar lo tiene claro y bebe completamente de los mitos del Hombre Murciélago para darles la vuelta de la forma más violenta y over-the-top imaginable. Empezando con una resucitación gracias a un Ra´s Al-Ghul pasado por el tamiz over-the-top de Millar, que realiza el milagro pero que exigirá un pago muy elevado y que no tiene nada que ver con el dinero.

Pero la clave de esta miniserie es la versión que Millar hace de la complicada (y un poco absurda cuando se piensa en ello) situación que Batman tiene con sus Robins. Unos compañeros que han ido cambiando con el paso de los años, ampliando la Bat-familia hasta límites exagerados. En el mundo de Nemesis, tras su resurrección el villano tendrá que enfrentarse a un grupo de enemigos que quiere acabar con él. Un grupo de personas con cuentas pendientes con Nemesis y que está liderado por el «primer Robin» de Nemesis, al que hace años traicionó y que terminó en prisión.

Mientras escapa de este grupo, Nemesis reclutará a un nuevo compañero que le permite realizar los golpes que necesita para pagar la elevada deuda con su Ra´s Al-Ghul. Esto invita a un giro que recuerda un poco a los años en que DC presentó a Red Hood, el renacido Jason Todd (segundo Robin) vuelto a la vida convertido en villano. Unos comics en los que Batman y Robin se enfrentaban a él y al mismo tiempo querían rehabilitarle. Millar plantea un comic repleto de las macarradas esperables que riegan una historia que en todo caso es muy entretenida de leer.

Aparte de todos los giros y sorpresas alrededor de los Robins de Nemesis y el juego del gato y el ratón que esto genera, Millar es muy listo al plantear que los robos que tiene que hacer Nemesis para pagar su deuda los realice contra la versión de este universo de Jeffrey Epstein y otros magnates multimillonarios. Es muy difícil empatizar con un psicópata como Nemesis, que es un asesino en serie, pero si le vemos destruir a multimillonarios asquerosos que se creen por encima de las leyes y merecen la muerte, entonces si se abre la puerta al entretenimiento. En cierto sentido, es lo que ya hizo Millar en Nemesis Reloaded con el giro final en el que mostraba que todo el destrozo que realiza en Los Ángeles fue para destapar al grupo de policías corruptos que metieron a sus padres en prisión de forma injusta.

Como digo, Millar es muy listo, porque consigue que todas estas tramas converjan de forma brillante en el climax final, un final que sigue destacando la amoralidad de Nemesis y que hará lo que sea para llevar a cabo sus planes. Tengo que reconocer que NO me gusta el personaje de Nemesis por todo lo que supone como asesino violento y sin escrúpulos, pero en cierto sentido agradezco que Millar deje claro que es un villano malvado sin salvación posible. Lo digo que el entretenimiento woke nos ha inundado en los últimos años de un terrible relativismo moral en el que las historias siempre implicaban entender el punto de vista del villano, de forma que en realidad no era tan malo, sólo el protagonista de su propia historia. Me alegro que este comic de Nemesis no sea así. Estamos ante el villano de la función. Y cuando llegue el momento de ver como le machacan de nuevo, como vimos en el climax de Big Game, será un momento super satisfactorio para mi. Mientras llega ese momento, al menos puedo decir que la función de entretenimiento está más que conseguida, así que entiendo que Millar estará satisfecho.

En la parte artística tenemos al dibujante italiano Valerio Giangiordano, que viene acompañado por el colorista Lee Loughridge. Y dentro que Giangiordano no está mal, no he llegado a conectar del todo con su estilo de dibujo. Aunque no estoy seguro, diría que el artista italiano debe trabajar con programas de dibujo en los que utiliza modelos digitales y referencias visuales reales. Y este exceso de «realismo» acaba provocando que las imágenes con las que cuenta la historia me resultan demasiado estáticas. Es por esto que quizá las imágenes no consiguen ser todo lo espectaculares e impactantes que en realidad el medio comiquero le permitiría para contar la historia de la mejor manera posible.

En lo relativo a la composición de página Giangiordano se muestra como un narrador correcto, pero dentro de no ver nada que esté en realidad mal, tampoco me consigue volar la cabeza con nada de lo que plantea. Entre que Nemesis al ser un villano no me gusta y que como digo el dibujo me parece bien sin más, se explica que encuentre esta miniserie Nemesis: Rogues´Gallery como entretenida pero por debajo de Nemesis Reloaded. Sobre todo pensando en la comparación don Jiménez en la que Giangiordano sale perdiendo.

Como siempre Millar se deja un giro final que nos vuele la cabeza a los lectores. Y aparte de conseguir dejarnos con buen sabor de boca, Millar deja claro que tras este episodio luchando contra otros villanos, su próximo paso para conseguir dominar el mundo implicará luchar contra algún superhéroe. Algo que seguro hará que el interés por la tercera miniserie de Nemesis aumente exponencialmente.

En todo caso, sabiendo a lo que te expones en este Nemesis: Rogues´Gallery, creo que este comic nos ofrece una estupenda historia de villano que ofrece un entretenimiento estupendo.

Comparto las primeras páginas del comic:

Nemesis: Rogues´ Gallery es un comic que tiene clara su vocación de punkarrada, y que explica por qué el personaje no me interesó demasiado en primer lugar.

PUNTUACIÓN: 7/10

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Crítica de Nemesis Reloaded 1-5 de Mark Millar y Jorge Jiménez (Millarworld – Image Comics)

La primera serie de Nemesis puede ser uno de los comics que menos me gustan de Mark Millar. Sin embargo, traerse al dibujante estrella de DC Comics Jorge Jiménez para dibujar Nemesis Reloaded, reboot del concepto original, me animó a leerlo. Y hay un montón de cosas a comentar.

PUNTUACIÓN: 7/10

¡Vuelve el personaje de cómic más malvado del mundo! ¿Quién es Némesis y por qué este excéntrico multimillonario que se viste con máscara y capa quiere aterrorizar a la gente en lugar de ayudarla? ¿No es así como se supone que debe ser? Advertencia: ¡Demasiado violento y demasiado guay para algunos! No digas que no te avisamos.

Esta segunda miniserie de Némesis consta de cinco números, uno más que la primera miniserie. Y la clave del comic nos la da el propio Millar en la primera página, cuando nos informa que estamos ante un reboot del concepto de «Batman jokerizado en una frenesí criminal de muerte y destrucción», desechando los sucesos de la primera miniserie y empezando de cero. Millar comenta que el Superman de los años 50 no tenía nada que ver con la actualización que DC hizo en los años 70, que a su vez era diferente a la versión de John Byrne de 1986. No sólo es un tema de Superman, DC ha reiniciado a Shazam al menos tres veces en los últimos 40 años, cuatro si contamos la nueva serie de Mark Waid y Dan Mora recién iniciada. Si DC puede relanzar y/o reiniciar a sus personajes cada pocos años volviendo a contar sus orígenes y motivaciones, ¿Por qué no lo va a poder hacer él?

Sobre esto tengo sentimientos encontrados. Por un lado, Millar tiene razón sobre Superman y cómo DC lo ha ido adaptando al paso de los tiempos y a los cambios en la sociedad americana. Dado que Nemesis es suyo (o de Netflix, por ser más exactos), Millar puede hacer lo que quiera con él, y hace bien en no descartar nada a la hora de crear la mejor historia posible en cada momento. La idea que los reboots dejen de alguna manera de ser patrimonio de las grandes editoriales mainstream y haya autores que se atrevan a barajar este concepto con sus personajes resulta interesante. No se si para bien o para mal, porque no veo a Kirkman volviendo a contar The Walking Dead con otro viaje vital diferente para Rick Grimes, pero es interesante.

No me voy a poner exquisito es en el hecho que Millar reinicia Nemesis porque cree que con esta nueva aproximación venderá más que continuando la historia de la miniserie de 2010. Porque es exactamente el mismo motivo por el que DC reinicia sus colecciones, busca vender más de lo que lo estaba haciendo, por mucho que se venda como «un retorno a la esencia del personaje». Si los comics anteriores se vendieran lo que se espera de ellos, no se haría el reinicio. Luego en el fondo no se debería criticar que el Millar más comercial emplee las herramientas habituales del sector para vender más comics y generar hype hacia las siguientes colecciones que publicará en los próximos meses.

Sin embargo, al mismo tiempo que veo el vaso lleno desde ese punto de vista, veo que Millar de alguna manera tiene la cara muy dura al comparar un personaje con una única miniserie previa que está despreciando al empezar de cero el nuevo comic, con un personaje como Superman que es cierto que es reiniciado/relanzado cada pocos años, pero lo hace tras publicarse centenares de comics en ese periodo. Es que la diferencia es abismal.

Empezando a valorar el comic en si, la verdad es que la mejora de Nemesis reloaded en el apartado artístico frente a la primera miniserie de McNiven resulta notable. ¡Qué listo es Millar! El español Jorge Jiménez con el color de Giovanna Niro resulta super espectacular, hasta el punto que sólo por el dibujo ya merece la pena la compra. El mundo de los superhéroes NO es uno realista, nunca lo ha sido. Y aunque es una opinión subjetiva, el hiper realismo de McNiven no ayudaba a conseguir la suspensión de credulidad imprescindible para disfrutar de un comic super over-the-top que no podía ser más irreal. Un McNiven que por otro lado nos ofrecía unas escenas de acción alucinantes, sangrientas y llenas de brutalidad, demostrando porqué en 2010 era el artista más popular del mainstream americano.

Esa disfunción entre el estilo del artista y el contenido en si no lo tenemos en Nemesis reloaded, o al menos yo no lo percibo, en el dibujo de Jiménez, que abraza el over-the-top de Millar con unas páginas super dinámicas que transmiten que se lo ha pasado genial dibujando unas salvajadas que nunca le permitirían en DC. Otro de los pecados originales de Nemesis era su traje de supervillano, blanco sin ningún elemento icónico más allá de la capa, que provocaba que el personaje no tuviera nada memorable que mereciera la pena recordar. Jiménez consigue sacar el máximo partido a esta indumentaria con unas estupendas coreografías de acción y unos planos super cinematográficos que ofrecen momentazos visuales alucinantes en cada grapa. Pero además, la expresividad de los personajes es perfecta y el color ayuda no sólo a establecer el tono over-the-top sino a marcar la narración del presente con el flashback con el origen del protagonista.

Nemesis Reloaded es un comic super entretenido. Por supuesto hay una primera barrera de entrada que puede hacer que este comic NO conecte con algunos lectores, y es que se trata de la historia de un super villano asesino de masas imparable que mata inocentes. (Y culpables, luego iré con eso). Si la amoralidad no es un problema, el comic da elementos de sobra para que los lectores lo disfruten de principio a fin. En este sentido, aparte de los lectores comiqueros que busquen versiones más violentas de los comics tradicionales, creo que este comic puede funcionar con fans de los slashers y en general del género de terror. Aunque ojo, porque Millar ha rebajado el nivel de violencia, ofreciendo muchas muertes pero sin los momentos gores super sangrientos de la miniserie de McNiven. En este comic no tenemos nada ni remotamente parecido al atropello al comisario de policía de Tokio por el tren bala, con trozos de cuerpo humano (esa trozo de cara con un ojo es imborrable), o el mega violento combate de Nemesis contra los guardias de la prisión. Jiménez muestra a Nemesis cortando cabezas, tenéis una muestra abajo, pero todo resulta mucho más limpio e higiénico, creo que no hay la intención de impactar al lector como sí sucedió con la primera serie. Y esto creo que es una concesión evidente de Millar hacia la comercialidad y poder conseguir una mayor base de lectores.

En lo relativo al guion de Millar, y de momento sin entrar en spoilers, se nota como ha planteado una historia muy pensada que transmite una sensación redonda en la que todo cuadra a la perfección. Alejado de los tics habituales de su narrativa (como la típica traición del tercer/cuarto número), tenemos al mejor Millar constructor de mundos. Millar evita los aspectos más macarras que si encontrábamos en comics previos en aras de crear una historia que siendo para adultos por la violencia, resulta de lo más mainstream. Y que genera un hype increíble ante lo que está por venir.

En este Nemesis reloaded asistimos a una historia de origen de Matt Anderson mediante flashbacks que construye su motivación para atacar Los Ángeles en el presente, y que conecta con un misterio de ese mundo cuyo significado resultará super impactante. La experiencia de la lectura de las grapas mensuales ha resultado muy chula, ofreciendo cada grapa buenas sorpresas, mejor acción y un cliffhanger que te dejaba con ganas de más. NO se le puede pedir más a un comic mainstream que sólo aspira a entretener.

Creo que lo mejor de este comic es descubrir precisamente la inesperada sorpresa final. De hecho, diría que Millar también sabe que lo mejor del comic es el giro final, consiguiendo un impacto similar al que el final de El sexto sentido o Múltiple de M. Night Shyamalan regaló a los espectadores. Hace meses que Millar anunció que BIG GAME, su próximo comic con dibujo del super estrella Pepe Larraz, iba a ser el gran EVENTO que uniera todas las colecciones del Millarworld. O al menos, un montón de ellas. Un sello que hasta este momento se había caracterizado por publicar historias comerciales con un dibujo top que no mantenían ningún tipo de continuidad entre si iban a empezar a tenerla. Y si Big Game es el crossover, Nemesis reloaded es el comienzo de esta nueva etapa interconectada en el Millarworld que nos muestra la punta del iceberg. Con eso creo que este comic está más que vendido. En serio, las últimas páginas de este comic son el WTF?! más grande, dicho en positivo, que probablemente leamos en 2023.

A partir de ahora voy a tratar CON SPOILERS varios elementos que me han gustado menos de este comic, y por supuesto, este giro final. Seguid leyendo bajo vuestra responsabilidad.

OJO CON LOS SPOILERS……..

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La gran sorpresa que me ha volado la cabeza ha sido conocer que este Nemesis Reloaded tiene lugar en el mismo mundo que Wanted, uno de los primeros comics del Millarworld junto al dibujante J.G. Jones publicado en 2004. Recordar que Wanted tenía lugar en un mundo en el que los supervillanos se unieron en 1986 y asesinaron a todos los superhéroes, cambiando la realidad para que nadie recordara que estos héroes habían existido y pasando a gobernar el planeta desde las sombras.

Tiene sentido que en ese mundo over-the-top un chaval busque venganza ante la muerte de sus padres y esto sea captado por Wesley Gibson, el protagonista de la miniserie Wanted. Y que en este mundo, las fuerzas del orden se muestren incapaces de detener a Nemesis al ser unos policías tan corruptos como el mundo en el que viven. En Wanted descubrimos que los supervillanos podían saltar a diferentes dimensiones alternativas para saquear y divertirse a costa de esos mundos. Entiendo que esta tecnología va a ser lo que permita la interacción de personajes de mundos diferentes, lo que puede dar mucho juego en Big Game. Aparte que visto lo visto, no me cabe duda que Millar puede plantear retroactivamente que comics como Super Crooks y más también tienen lugar en este mundo controlado por supervillanos en la sombra.

Las opciones están todas abiertas ahora mismo para Millar, y el hype que se ha generado con el final de Nemesis Reloaded seguro va a provocar que Big Game sea uno de los comics más vendidos de 2023. Desde el punto de vista de negocio, este comic nos ha traído al mejor Millar hombre de negocios creador de entretenimiento de primer nivel. Hay que estar contento por ello. Me flipa que en un momento en el que nada de lo que publica actualmente Marvel o DC (excepto quizá conocer el final del Castigador de Aaron, Saiz y Azaceta) me despierta demasiado interés, haya tenido que venir Mark Millar para ponerme el hype por las nubes.

Por cierto, que dentro que este final me ha gustado, también tengo que hablar de lo que NO me ha gustado del guion de Nemesis reloaded, algo para lo que deberé volver al comic original de Millar con McNiven.

El high-concept de Nemesis era presentar a un Batman psicópata jokerizado en un frenesí criminal. La historia de Millar sugería una historia de origen similar a la de Batman, al plantear que Matt Anderson era un niño hijo de una pareja de asesinos en serie que jura venganza contra los policías que detuvieron a sus padres y les llevaron a la cámara de gas. En la primera miniserie Miller realizó uno de sus giros más macarras al mostrar que Nemesis NO es Anderson. De hecho, él mató a Anderson en un antro en mitad de la nada siendo niño, usando esa historia de origen como disfraz con el que ocultar su verdadera motivación, que se aburre y busca emociones fuertes. La sensación que me da es que en su momento Millar prefirió mostrar su vena más punkie y provocadora al preferir reirse del absurdo origen de Batman y resaltar que, en el mundo real, un niño que se fuera sólo al desierto a entrenarse como detective y luchador simplemente moriría sin que nadie lo supiera ni importara.

Hacemos un salto de una década y Millar se ha dado cuenta que perdió una gran ocasión al obviar la historia del origen de Nemesis en el comic original. Aparte que el giro final mostrando que el verdadero Nemesis era un rico industrial mente maestra que otorgaba las habilidad de Nemesis al mejor postor, era una ridiculez. Puesto a plantear una nueva historia que conectara con Wanted y Big Game, lo lógico era hacer que este nuevo Némesis si tuviera carisma y transmitiera ser alguien único, que es justo en lo que el primer comic falló.

De esta forma, volvemos ahora si a la historia de origen de un niño traumatizado por la muerte de sus padres, unos traficantes de droga acusados de varios asesinatos, que buscará vengarse de los policías que realizaron la detención. En especial, del líder del grupo que acaba de ser nombrado alcalde de Los Ángeles. El comic plantea de esta manera dos líneas temporales, mostrando mediante flashbacks el origen de Anderson y su camino hasta convertirse en su yo adulto, de forma que de alguna manera nos ponemos en su piel mientras vemos esta versión oscura del entrenamiento de Bruce Wayne y la creación de Batman. Y aquí viene mi gran pero. Porque el primer Nemesis estaba super influenciado por The Dark Knight de Christopher Nolan, y su historia nos mostraba que Nemesis buscaba asesinar a Blake Morrow, un policía íntegro de Washington cuyo principal defecto es que pone su trabajo por delante de su familia. En este primer comic no hay duda quien es el villano y quien el héroe que le combate e intenta sobrevivir. Nemesis es el malo.

Saltamos a 2020, y ahora la inspiración le ha venido de Joker de Todd Phillips y del surgimiento de movimientos sociales como el Black Lives Matter. Y fruto de subirse a la moda de lo políticamente correcto bajo la perspectiva de los activistas sociales, en la primera escena del comic Nemesis NO asesina a un inocente sino a los líderes de las bandas callejeras de Los Ángeles para hacerse con su control. En el gran giro final de la historia (sin tener en cuenta la conexión con Wanted) descubriremos que los policías eran corruptos y falsificaron las pruebas que inculparon a los padres de Anderson en los asesinatos, siendo inocentes de esos crímenes. No de otros crímenes como el tráfico de drogas, pero si de esos en concreto. Nemesis es un psicópata y un asesino de masas, por ejemplo el recuerdo del avión en la autopista me flipa ante la locura máxima que plantea. Pero de la misma forma que en la película de Joker, de alguna manera sus crímenes quedan explicados (y casi justificados ) por el ansia de venganza ante la injusticia que sufrió de niño. De forma que estos policías corruptos merecen morir y acaban recibiendo lo que merecían.

Y qué queréis que os diga, me da pena que esta sea la primera vez que haya sentido de forma tan clara a un Millar vendido ante las modas dominantes y las narrativas de los SJW super presentes en la narrativa mainstream de Hollywood. La parte en que Nemesis da una recompensa para que gente normal mate a policías, sin importar si son corruptos o no, provocando que las fuerzas del orden pierdan las calles asustados ante los múltiples asesinatos estoy seguro que habrá gustado a más de un activista radical americano. Nemesis puede ser un asesino múltiple, pero el alcalde y ex-policía representa la corrupción del sistema, y hay muchísimos extremistas que sólo quieren ver el mundo arder. Y Millar como antes Todd Phillips parece que les han dado la historia super punki over-the-top que conectará con esta sensibilidad. Y por si fuera poco, si todo esto pensamos que sucede en el mundo de Wanted, un mundo dominado por supervillanos en la sombra que controlan todos los elementos de la sociedad, igual resulta que que Nemesis es el héroe de la historia. Obviamente yo no lo pienso, pero hay tanto iluminado que vete tú a saber.

Decía al comienzo lo entretenido que me ha parecido el comic, sobre todo si no lo lees pensando en su conexión con el activismo del mundo real. En mi caso, dentro de lo bien dibujado que está y que sabía lo que me esperaba y no tenía problemas con las macarradas y el over-the-top, no dejaba de pensar qué era lo que no me estaba funcionando de la historia de Millar. Ahora que lo escribí, todo se ve más evidente.

Dicho esto, tengo clarísimo que voy a comprar el Big Game de Millar y Larraz, porque tampoco exijo que un producto de entretenimiento sea 100% perfecto según mis gustos particulares, dado que nada lo es.

Comparto algunas páginas del primer número:

Nemesis reloaded me ha mostrado al Millar hombre de negocios más listo que recuerdo, un maestro en generar hype para sus diferentes propiedades dentro del sello Millarworld. Y todo ello con un dibujo top del español Jorge Jiménez.

PUNTUACIÓN: 7/10

Y ahora, a esperar que llegue pronto Julio y podamos leer el primer número de Big Game. Hell yeah!!

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Crítica de Nemesis de Mark Millar y Steve McNiven (Millarworld)

Mark Millar está publicando en Image Comics Nemesis: Reloaded junto al artista super estrella español Jorge Jiménez. Es por esto que me he animado a recuperar la primera miniserie del personaje con dibujo de Steve McNiven (co-creador del comic) y color de Dave McCaig, y que fue publicada originalmente dentro del sello Icon de Marvel Comics en 2010-11.

PUNTUACIÓN: 6/10

¿CIVIL WAR? Nada. ¿KICK-ASS? Un calentamiento. ¿Qué pasaría si el hombre más inteligente y duro del mundo fuera totalmente malvado? Conoce a Nemesis. Ha estado destruyendo sistemáticamente las vidas de todos los jefes de policía de Asia, y ahora ha puesto sus ojos en Washington, DC. Entre tú y yo, la policía no tiene ninguna posibilidad. No te pierdas el libro del que TODO el mundo hablará.

Nemesis fue una miniserie de 4 números publicada en 2010-11 en el sello Icon de Marvel Comics. Icon fue creado en 2004 por Marvel para ofrecer a sus principales arquitectos de la época un espacio donde pudieran publicar comics de creación propia conservando los derechos, de forma que no tuvieran necesidad de irse a otra editorial a hacerlo. Powers de Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming y Kabuki de David Mack cambiaron Image por Icon, y en este sello se publicaron también comics de J. Michael Straczynski como Dream Police y The book of lost souls, o el ahora mítico Criminal de Ed Brubaker y Sean Phillips. Dentro de la comodidad para los autores de publicar «en casa», lo cierto es que Icon era un espacio un tanto tacaño, dado que Marvel no invertía nada en publicidad para estos comics, siendo algo que tenían que hacer y pagar los autores de su bolsillo, al igual que los gastos de imprenta. Además, en su momento se dijo, antes de la explosión de la venta de tomos, que estas grapas sólo se imprimirían una vez aunque se agotaran y fueran un gran éxito. La idea que subyace era que Icon era un caramelo de Marvel para sus autores estrella, pero no invertían ni un céntimo más de lo necesario.

Desde que entramos en el siglo XXI Mark Millar ha sido uno de los escritores mainstream más popular y super ventas. Pero además, siempre ha tenido un gran ojo para captar las necesidades y oportunidades del sector, demostrándose un hábil profesional pensando desde una perspectiva de negocio. Tras el pelotazo de la primera serie The Ultimates, que fue publicada entre 2002 a 2004, Millar creó su sello Millarworld en 2004 para publicar comics de creación propia de los que conservaba los derechos, algo que se ha demostrado la decisión más inteligente que pudo tomar en esos años. En esos años iniciales decidió no cerrarse ninguna puerta y optó por publicar con diferentes editoriales. De esta forma, Wanted (que tuvo adaptación cinematográfica) con J.G. Jones se publicó en Image a través de Top Cow, Chosen con Peter Gross en Dark Horse y The Unfunnies con Anthony Williams en Avatar. En 2008, un Millar super asentado en Marvel tras el pelotazo de Civil War publica su primera colección creator-owned en Icon, Kick-Ass, con dibujo del super estrella John Romita Jr., comic superventas que también tuvo adaptación cinematográfica.

Steven McNiven es un dibujante de cómics canadiense. Se dio a conocer en la editorial CrossGen con Meridian antes de pasar a Marvel Comics para trabajar en cómics como Ultimate Secret, Marvel Knights 4 y New Avengers, firmando un contrato en exclusiva con la editorial. Entre 2006-07 McNiven fue el dibujante de la miniserie de Marvel Civil War junto a Millar, comic que Millar no deja de comentar que es el tomo más vendido de Marvel del siglo XXI. A continuación, Millar y McNiven volvieron a colaborar en la megapopular la historia de Lobezno Old Man Logan entre 2008 y 2009.

Tras estos dos pelotazos en Marvel y estando considerado McNiven el mejor dibujante de Marvel, o al menos el más mediático, Millar consiguió convencer a McNiven para que su siguiente trabajo juntos no fuera otra serie de Marvel, sino NEMESIS, un comic que se vendió con la premisa de ver qué pasaría si Batman fuera un psicópata como Joker. Algo que se dice provocó una llamada de DC para limar asperezas y asegurar que no sería necesaria una denuncia por uso indebido de su personaje estrella. El comic fue una miniserie de apenas 4 números y 96 páginas en total y salió con una periodicidad trimestral en mayo, agosto y noviembre de 2010 y febrero de 2011, entiendo que para que su publicación no afectara los posibles comics o portadas que Marvel encargara a McNiven en esas misma fechas.

Entrando a valorar el comic en si, Nemesis es uno de los comics que menos me gustan de Millar, y mi relectura no ha hecho más que recordarme los motivos. En comics previos como The Authority Millar ya se había ganado la fama de crear historias que son una macarrada super punki capaz de todo para provocar un shock al lector. Nemesis lleva esta valoración a un nivel superior. En Authority la punkarrada tenía un sentido, por ejemplo al realizar una parodia super over-the-top de los Vengadores en uno de sus arcos. Pero en Nemesis Millar se lía a un frenesí mega gore sin más intención narrativa que mostrar que lo hace porque puede, y que sus comics incluyen escenas en lo referido a ultra-violencia y gore que ningún otro escritor / editor se atrevería a publicar en un comic mainstream. Como elemento publicitario, estoy seguro que consiguió su objetivo, pero no es algo que yo como lector disfrute especialmente.

A la hora de plantear la muerte del jefe de policía de Tokio en la escena inicial, Millar no se limita a hacer que Nemesis le mate para dejar claro que este personaje es un villano, sino que muestra un sadismo extremo destruyendo un edificio lleno de gente como adelanto de que un tren bala aplaste al policía. Y la punkarrada no se detiene ahí, hay más. El comic sugiere un trauma infantil como el de Batman/Bruce Wayne como motivación de Nemesis, algo que se demuestra más adelante como una pista falsa, una punkarrada más. Que una de las sorpresas detrás de este asesino de masas es que su motivación para hacer lo que hace sea que «se aburre» es uno de los argumentos más macarras, nihilistas y, por qué no decirlo, tontos, que se pueden leen en un comic. Aunque es cierto sentido, eso es precisamente la motivación de Joker. Pero hay un montón de elementos super over-the-top en cada grapa, como el ataque al Air Force One cuando Nemesis no puede volar, o que deje embarazada a la hija del Jefe de Policía de Washington Blake Morrow, su siguiente víctima, con los espermatozoides de su hermano (el otro hijo de Morrow), colocando un explosivo que hace imposible que aborte. Whaaaaat?!!!!

En positivo, hay que decir que el mundo del comic americano debe ser uno de los pocos medios en entretenimiento en que apenas hay contenidos protagonizados por villanos. Millar vio este nicho hace mucho, porque Wanted es una historia de villanos, al igual que este Nemesis o Super Crooks junto a Leinil Francis Yu. Se le puede decir muchas cosas al escritor escocés, pero me gusta que sus high-concept sean siempre potentes y bastante diferentes entre si. También debo reconocer que incluso sin conectar con la historia de Millar, el comic se lee como un tiro y funciona sin duda como una historia de acción super over-the-top con giros constantes. El público que disfruta de películas como Posesión infernal o Destino final, por decir dos series que me vinieron a la cabeza inmediatamente, se lo pasarán genial leyendo este comic. A los que habría que sumar aquellos lectores post-adolescentes que pienses que los superhéroes con cosas «para críos».

A lo largo de los años, además de por sus argumentos hiper molones pensados para una adaptación cinematográfica, Millar se ha ganado fama de «trabajar con plantilla», planteando siempre en sus historias una traición en su número 4 que lo cambia todo y una macarrada o giro final en el climax de sus comics. En Nemesis creo que también tenemos esto, aunque limitado al formato de cuatro números de esta miniserie.

Hay un elemento que me llamó la atención de esta relectura. En 2008 Christopher Nolan hizo historia del cine mainstream con The Dark Knight. La parte del joker dejándose atrapar como parte de su plan fue un giro de guion super influyente que fue copiado en los años siguientes por muchísimos blockbusters palomiteros, desde Star Trek Into Darkness, Skyfall de 007 o incluso Los Vengadores de Joss Whedon. Millar también usa esta idea en Nemesis, y al ser un comic publicado dos años depués no tengo duda que no es casualidad, vio la película de Nolan y aprovechó esta idea que se ajustaba como anillo al dedo en su historia de un sádico asesino super inteligente. Unido a esto, este super criminal que planea sus golpes con años de antelación tiene mucho que ver con el Joker de Heath Leadger, que fue convertido en un avatar del Caos capaz de los planes más complejos y rocambolescos. Millar, eso si, hace un «sujétame el cubata» haciendo que sus planes de alarguen con años de antelación, llegando hasta situaciones tan ridículas como el giro final del comic (que no rebelaré por si alguien no leyó este comic).

El comic tiene el problema que Nemesis es un psicópata y por supuesto es imposible conectar con las masacres que va cometiendo, algo acrecentado por la motivación del aburrimiento. Pero a la vez, Millar tampoco hace demasiado para que empaticemos con el Comisario Blake Morrow, un policía íntegro que se tendrá que enfrentar a Nemesis (más bien sufrirlo) y que pone su trabajo por encima de su familia, hasta el punto que sus hijos le ocultan cosas porque le tienen miedo. Puestos a presentar a un Comisario Gordon en este comic, parece que Millar tampoco busca que sea un protagonista 100% positivo, supongo que porque estimaba que así lucía más cool.

Entrando a valorar el apartado artístico, Steve McNiven mantiene su estilo hiper realista que le encumbró en Civil War y Old Man Logan, pero no estamos ante uno de sus mejores trabajos. Hay un primer elemento que afecta a la lectura y es el propio Nemesis. El comic se vendía con la premisa del «Batman psicópata», y supongo que para transmitir la idea de opuesto al Caballero Oscuro, Millar y McNiven presentan a un villano vestido con un traje de spandex blanco absoluto. Y lo que podría ser una buena idea a nivel conceptual resulta fallida para el lector al ser una figura sin ningún elemento icónico ni nada que haga que merezca la pena recordarle. Por no tener, no tiene un logo o imagen icónica en el pecho. Por cierto, como el comic se plantea desde un punto de vista «malote», Millar no desaprovecha la ocasión para lanzar una pullita sobre lo absurdo que es el origen de Batman en la parte del viaje de un joven Bruce Wayne para entrenarse para ser el mejor en lo que hace.

Unido a esta falta de elementos icónicos, no se si por el hecho de entintarse a si mismo o por el exceso de hiper violencia, pero las páginas de McNiven con color de Dave McCaig lucen «sucias», por calificarlo de alguna manera. Y ojo que la ultraviolencia en las escenas de acción es genial y me encanta, no tengo problema con que un comic incluya elementos gores. Pero la lectura de este comic me deja la sensación que no por intentar ser super realista y dibujar hasta el último músculo del cuerpo tu dibujo es mejor. De hecho, este empeño choca con la tontería y el gore de la historia, por lo que hay cierta disonancia en el conjunto.

A ver, siendo McNiven, no es que el dibujo esté mal. Para nada. Nemesis es un «pasa-páginas» que cuando lo empiezas no puedes dejar de leerlo, y eso es mérito de su dibujo. La acción está super bien narrada y consigue impactar con los numerosos puntazos con que Millar riega la historias. Y los detalles de arquitectura cuando los dibuja están muy guay también. Quizá el problema es que el listón lo había puesto muy muy alto en sus comics previos, de forma que entregar un comic que no es sobresaliente se ve como una pequeña decepción. Creo que los tiros pueden ir por ahí.

Voy a hacer un último comentario sobre el giro final CON SPOILERS, pero lo voy a colocar detrás de esta imagen promocional por si no leísteis este comic y preferís que os chafe la sorpresa:

El high-concept de Nemesis era presentar a un Batman psicópata jokerizado en un frenesí criminal. La historia sugiere una historia de origen similar a la de Batman, al plantear que Matt Anderson era un niño hijo de una pareja de asesinos en serie que jura venganza hacia los policías que detuvieron a sus padres y les llevaron a la cámara de gas. Sin embargo, Millar con su aproximación macarra cambia la narrativa al mostrar en uno de sus giros marca de la casa que realmente Nemesis NO es Anderson, ya que Anderson murió cuando era un joven en un antro en mitad de la nada donde fuera que fuese para entrenarse para su venganza. Asesinado por quien sea que es Nemesis en la actualidad. Este elemento es una ostia en toda la boca del origen del héroe de DC, reforzando que un niño sólo por los lugares más peligrosos del mundo en el mundo real no se convierte en un experto luchador mente maestra, sería asesinado (o algo peor) a las primeras de cambio.

El problema principal viene con la sorpresa de las últimas páginas del comic. De forma sorprendente, Morrow mata a Nemesis en el climax final en la Casa Blanca y de alguna manera parece que va a haber un final feliz. Sin embargo, Millar la vuelva a liar al mostrar que el Nemesis muerto no era el verdadero Nemesis, que es un rico empresario que se dedica a dar habilidades mejoradas a personas aburridas para que desaten el caos. Personas se entiende super ricas que pueden pagar el costoso tratamiento. Entiendo que esta fue la forma que Millar entendió mejor para dejar la puerta abierta a nuevas historias en caso que este Nemesis tuviera éxito.

Sin embargo, este último giro es una idea completamente fallida más allá del shock-value, porque si cualquiera puede ser Nemesis, en el fondo no hay nada especial en él. Y a la vez, la idea que un maestro del caos y el crimen puede ser fabricado sin problemas rompe lo que acabamos de ver, que eran acciones excepcionales de alguien muy loco. El detalle final de una mente maestra que 10 años antes sabía que Morrow sobreviviría a Nemesis y estaría un día concreto en un sitio determinado para poder recibir su felicitación es una ridiculez más de un final que no me funciona en absoluto.

En todo caso y a modo resumen, incluso no conectando con la historia de Nemesis, es un comic resultón que tiene claro qué tipo de entretenimiento ofrece y al público que lo dirige. Si entras en el rollo no tengo duda que es un comic super entretenido.

Comparto las primeras páginas del comic:

Volver a leer Nemesis me ha recordado porqué es uno de los comics que menos me gustan de Millar, unido a que tampoco es el mejor trabajo de McNiven. Un Millar hiper macarra y over-the-top que ponía el shock-value por encima de la historia.

PUNTUACIÓN: 6/10

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