Hoy quiero hablar del último arco de Nightwing en DC Comics que se ha desarrollado en los números 101 a 104, obra de Tom Taylor, Travis Moore y Adriano Lucas en la historia principal, y C.S. Pacat, Eduardo Pansica y varios artistas en la historia de complemento.
PUNTUACIÓN: 6/10
Tras los acontecimientos de Crisis Oscura, Superman tiene una charla con Nightwing, haciéndole saber que ahora es el momento de Dick para liderar… así que Nightwing reúne a un grupo de amigos para ser la primera liga del Universo DC y traslada su base de operaciones a Blüdhaven. ¡Conoce a los nuevos Titanes!
Además, tras los acontecimientos del Anuario Nightwing 2022 y el crossover Superman y Nightwing, Nightwing continúa siendo mentor de Jon Kent de la misma forma que Dick aprendió al ser entrenado por Batman… pero a su manera más alentadora.
Dado el éxito de Nightwing, DC Comics ha tomado una decisión que considero polémica, al aumentar las páginas (y el precio) de la colección ofreciendo la historia principal de Tom Taylor y además una historia de complemento realizada por otros autores. De esta forma, Nightwing: Rise of the Underworld es la historia principal con el retorno a la colección de Nerón en un arco sin Bruno Redondo dibujado por Travis Moore y color del habitual Adriano Lucas.
En estas grapas tenemos también Nightwing & Superman: Night at the circus, una historia en cuatro partes escrita por C.S. Pacat con dibujo de Eduardo Pansica y entintado de Julio Ferreira en las tres primeras partes, y Daniel Hora y entintado de Jonás Trindale en la parte cuatro, todo con color de Adriano Lucas.
Tom Taylor empezó a guionizar Nightwing en el número 78, por lo que ya lleva 2 años completos en la colección. Y este arco Rise of the Underworld es un buen ejemplo de sus puntos fuertes como escritor, pero también de los débiles. En positivo, el fuerte de Taylor es la empatía que provoca en todos los personajes que aparecen por estas páginas. De Dick (Nightwing) Grayson ya ni hablo, pero es que la aparición de los Titanes me parece una pasada, cada personaje con la personalidad que toca comportándose como los héroes que son. Junto a ellos, la niña Olivia Desmond, hija de Blockbuster que está siendo perseguida por Nerón por culpa de un acuerdo que hizo su padre con este demonio, es una ricura de niña que te enamora desde la primera página. La frescura y la empatía que provocan los personajes es indudable, algo que es muy bueno.
Es curioso que vaya a calificar al guionista de DCSos (entre otros muchos comics) como un guionista de personajes más que de trama. Porque en DCsos están pasando cosas interesante todo el rato realizadas por personajes carismáticos. Sin embargo, en Nightwing me encuentro que los personajes sudan carisma y personalidad, pero las aventuras que están viviendo acaban siendo bastante aburridas y faltas de interés. Y como ejemplo este arco que tiene como villano primero al Grinning Man, un esbirro de Nerón, para terminar con el Señor del Inframundo.
Creo que este arco resalta la obviedad de lo importante que es el dibujo en un comic mainstream como Nightwing. Porque cuando Redondo dibuja, a la personalidad hay que sumar un dibujo maravilloso que consigue contar la historia de forma atractiva, encontrando siempre algún hallazgo visual en cada grapa. Sin embargo, cuando Redondo falla, el elefante está claramente visible en la cacharrería, al no poder disimular los artistas fillineros la falta de fuerza de la historia de Taylor.
Entiendo que este es un comic mainstream que no pretende ser rompedor en nada y tiene como único objetivo entretener, cosa que consigue razonablemente bien. Sin embargo, ni Grinning Man ni Nerón transmiten nunca sensación de peligro, lo cual no es una buena noticia. Tampoco la bajada al infierno transmite ninguna sensación peligrosa o perturbadora, quedando el arco como uno de los más flojos hasta la fecha. Tras la presentación de los Titanes en números anteriores, esto parece más planteado como un prólogo de su nueva colección que como una historia de Nightwing destinada a ser recordada. Vosotros decidís si es bueno o malo.
En el apartado gráfico, podéis ver a lo largo de la reseña las estupendas portadas de Bruno Redondo con Adriano Lucas. Dentro que se ha tomado cuatro meses de vacaciones en lo referido al arte interio, al menos tengo que decir que se nota que se lo ha pasado genial diseñando portadas que se salgan de lo habitual, por ejemplo en la del número 104 en que recrea un famoso meme de internet.
En lo referido al arte interior del comic, lamentablemente Travis Moore no consigue que olvidemos la falta de Redondo. Su dibujo es correcto y cumplidor, pero la historia de Taylor parece que no juega a su favor. El Infierno de Moore resulta demasiado nítido, con los colores de Adriano Lucas realzando una estética limpia y casi plástica que no le pega nada. Neron y el resto de demonios parecen muñecos de plástico que no tienen ninguna sensación de peligro o amenaza. El otro villano del arco, Grinning Man, un multiforme que tiene una sonrisa perpétua en su cara debería tener un elemento perturbador que tampoco funciona en ningún momento. En general Nightwing tiene un tono ligero, pero en lo relativo al dibujo de la faceta fantástica este arco, no acaba de funcionar.
Otro elemento que no me entra en la cabeza es que Moore no puede dibujar los 4 números en su totalidad, al tener que dibujar Vasco Georgiev siete páginas del número 103. Un Georgiev que obviamente es más flojo que Moore, como podréis imaginar. El motivo por los que Moore no consiguió mantener la regularidad mensual ni siquiera cuatro meses me vuela la cabeza. Porque si hablamos de Marcos Martín puedo entender que su calidad merece la espera, pero Moore es un dibujante bastante del montón, la única forma de poder crearse una carrera profesional es al menos siendo cumplidor con las fechas de entrega. No hacerlo es ya fallar en el primer aspecto básico. No entiendo nada.
A una historia de Taylor no demasiado acertada y un dibujo cumplidor sin más hay que sumarle el tema de la historia de complemento y el aumento de precio, pasando de 3.99$ a 4.99$. La historia de Nightwing y Superman en el circo son literalmente «minutos de la basura» pensando en términos de baloncesto. Empezando porque Taylor no escribe la historia y el dibujante Eduardo Pansica, con entintado de Julio Ferreira y color de Adriado Lucas, es todavía más montonero que el de Moore. De hecho, que esta historia es un complemento de segunda puede apreciarse en el hecho que Pansica no llega ni siquiera a completar el arco, al dibujar la cuarta parte de ocho páginas Daniel Hora con entintado de Jonás Trindale.
Entiendo que todo es worldbuilding y que esta historia se plantea para reafirmar la relación de Dick Grayson con Jon Kent, el hijo de Clark y nuevo Superman. Pero esta historia con una investigación criminal me ha parecido un bluff que no ha justificado el aumento de un dólar en el precio de portada. La escritora C.S. Pacat ya escribió una historia corta del Annual 2022, en concreto la que inicia la relación ente Dick y Jon. Pero si estos comics deben su tarjeta de presentación, dentro de ser correctos, no me dejan con ganas de volver a leer nada nuevo suyo.
Dick Grayson es uno de mis personajes favoritos de siempre, pero reconozco que cuando no lo dibuja redondo los alicientes para comprar esta colección son cada vez menores. En el apretado panorama editorial, que un comic esté bien sin más no es suficiente.
Comparto las primeras páginas del número 101:
Nightwing no es lo mismo sin Bruno Redondo, como hemos sido claros espectadores en el último arco de la serie.
PUNTUACIÓN: 6/10
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