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Crítica de Fuera de las sombras de Timo Tjahjanto (Netflix)

Llevaba unos meses huérfano de buen cine de acción / artes marciales, así que el anuncio en Netflix del estreno de la nueva película de Timo Tjahjanto (The night comes for us, Que el diablo te lleve) Fuera de las sombras (The shadow strays) la convirtió en visionado obligado. Y menuda salvajada.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

Una joven asesina experta en el arte de matar se enfrenta a su mentora para salvar a un niño de una despiadada banda criminal… y destruirá a cualquiera que se cruce en su camino.

Timo Tjahjanto (indonesia, 1980) es un director, productor y guionista de cine indonesio conocido por películas de acción y terror como The night comes for us. Además de dirigir, producir y escribir la historia de sus propias películas, Tjahjanto también es conocido por ser la mitad de The Mo Brothers, junto con su amigo y colega cineasta Kimo Stamboel. El dúo recibió una nominación al Premio Citra al Mejor Director en 2016 por Headshot, mientras que el propio Tjahjanto ganó el Premio Maya al Mejor Director en 2019 por Que el diablo te lleve. La asociación de Tjahjanto con Netflix ya se larga durante bastantes años, dado que también estrenó allí la comedia de acción The Big 4.

Fuera de las sombras (The shadow strays) está escrita, producida y dirigida por Tjahjanto. La película se rodó en Indonesia y cuenta con una duración de 143 minutos, con fotografía de Batara Goempar, montaje de Dinda Amanda y música de Fajar Yuskemal.

En lo relativo al reparto tenemos a un grupo de jóvenes actores desconocidos para mi, entre los que encontramos a Aurora Ribero como 13 / Nomi, Hana Malasan como Umbra, Taskya Namya como Soriah, Agra Piliang como Haga, Andri Mashadi como Ariel, Chew Kin Wah como Handler, Naomi Hitanayri Christy como Geisha, Mawar Eva de Jongh como 14.

¡Qué salvajada ha sido The shadow strays (Fuera de las sombras)!! Timo Tjahjanto ha planteado una película alucinante con una protagonista femenina joven que me ha volado la cabeza. Y es que la protagonista Aurora Ribero apenas tiene 20 años y luce acojonantemente dura a lo largo de la película. Otro detalle fascinante es que vi un video promocional de la película de Netflix con un making-of, y si no lo entendí mal, Timo Tjahjanto comenta que tanto ella como la otra protagonista, la actriz Hana Malasan que interpreta a Umbra, la instructora de la agente nº 13, NO sabían artes marciales al comienzo de la producción, aunque llevaron a cabo un duro entrenamiento de 3 meses que las convirtió en unas máquinas de matar (cinematográficamente hablando). El casting de estas dos actrices me parece espectacular.

La película tiene un argumento sencillo que sin embargo consiguió sorprendente con el giro del último acto. Número 13 es una implacable asesina de la organización Sombra. Tras fallar en una misión en Japón al mostrar un momento de debilidad, es trasladada a Jakarta para que se recupere de sus heridas y mientras los Sombra deciden qué hacer con ella. En su casa (o al menos, en la ubicación en la que Sombra la ha ordenado que se quede), conocerá a un niño que cuida de su madre drogadicta. 13 se hace su amiga tras morir su madre, y empezará un camino regado de sangre al desaparecer el niño e intentar encontrarle antes que sea también asesinado. Su arco no puede ser más sencillo, y la gente con la que se encuentra (y masacra) no pueden entender cómo se implica de esa manera con un niño al que en realidad acaba de conocer y se supone que no debería significar nada para ella. Esto en realidad es un elemento muy chulo de la historia, dado que en realidad ella tampoco lo entiende, simplemente actúa.

En realidad el argumento me daba igual mientras asegurara un buen baño de sangre. Y ¡oh, boy!! Hubo sangre hasta decir basta, ¡qué barbaridad! En lo referido a las escenas de acción, el cine asiático tiene un salvajismo y una visceralidad que el cine americano no puede ni soñar. En Fuera de las sombras me he encontrado algunos movimientos de cámara super locos que me han flipado. Además, en la película veremos un juguete salvaje que es una barbaridad: una granada de mano que incorpora CLAVOS como metralla. Un elemento que planea un nivel de matanza brutal.

Cuando vi que la película duraba 140 minutos me sorprendí bastante, al no tener claro si no sería demasiada duración y al final la película pudiera repetirse a si misma. Nada más lejos de la realidad. La película ofrece unos sets de acción que plantean cosas diferentes entre si, construyendo una espectacularidad que va en aumento. La película empieza con una primer set de acción ambientado en Japón que marca el tono brutal de la película. Luego tenemos la escena en la discoteca, en la casa del pringado que usa para infiltrarse en la discoteca de los criminales y el que se supone que es el climax con el combate cruzado entre las dos bandas rivales con armas automáticas y lanzagranadas.

Mientras veía la película estaba pensando que estando todo muy bien, en realidad no habían demasiadas escenas de acción. Eso hizo que no estuviera preparado para el giro sorprendente que provoca el verdadero climax de la película, que nos lanza a un combate super sangriento y super brutal que igual no llega al nivel de The Raid, pero casi puede mirarle de tu a tu. Recuerdo que a partir de SAW se inauguró un término para un subgénero dentro del terror, el «torture-porn«. Lo que acabo de ver en Fuera de las sombras no se si se le debería llamar «violence-porn«, porque desde luego lo merecería.

La sinfonía que salvajismo de los últimos 20 minutos de película me han volado la cabeza. Y me flipa que todo lo que veamos en ese climax lo realizan actrices. En ese sentido, Tjahjanto comenta que hay gente que piensa que las mujeres NO son buenas ni «realistas» para el cine de artes marciales, algo que el director se empeñó en rebatir en esta película. Como pasa en todo, la clave no son los prejuicios que tienen que sobrepasar las actrices, sino tener (o no) creativos que sepan mostrarlas de forma brutal. En ese sentido Tjahjanto y sus coreógrafos han realizado un trabajo magistral. Tras ver esta película, nadie volverá a pensar jamás que una mujer no pueda dar caña en una película. Lo que acabo de ver me ha parecido muy bestia.

Hablaba del salvajismo y la visceralidad del cine de artes marciales asiático, que está a años luz de cualquier cosa que pueda plantearse en el mainstream americano o europeo. Pero en Fuera de las sombras además me he encontrado con varios momentos que me resultaron super crueles y provocaron que todo fuera aún más impactante. El gore que vemos seguro desagradará a muchos espectadores, pero en mi caso ayudó a que el disfrute fuera aún más satisfactorio.

Por comentar algún elemento que me gustó menos, creo que Tjahjanto usa demasiado el plano cenital por encima de las cabezas de los luchadores. Un recurso que mola verlo puntualmente, pero cuando se excede provoca que la coreografía no se vea tan guay como con los planos con la cámara al nivel de los actores. Por supuesto, esto no es un gran problema, en realidad es sólo el elemento menos bueno de unas coreografías de acción increíbles. En positivo, no lo había comentado antes, pero el diseño de las armaduras de las Sombras me parece una pasada, como también todo el diseño de producción y los efectos especiales prácticos y de CGI que utilizan para plantear la ultraviolencia de la película.

Fuera de las sombras plantea una historia con principio y final super over-the-top y super satisfactorio. Dicho esto, la forma en que plantea la posibilidad de una continuación de la historia me parece espectacular. En especial, con el sorprendente cameo final. Pensar que podamos tener a ESE ACTOR DE THE RAID compartiendo escenas de acción con la agente nº 13 es otro elemento que me vuela la cabeza. Ojalá Fuera de las sombras sea un gran éxito de audiencia en Netflix, porque necesito que haya una continuación.

Fuera de las sombras es cine de acción asiático en toda su salvaje gloria que ningún fan de las artes marciales debería perderse. Si queremos que Netflix produzca más películas de esta temática, las que se estrenen tienen que ser exitosas.

Comparto el trailer de la película:

Fuera de las sombras ha sido una salvajada. Y me alegro que Netflix la haya estrenado. Espero que sea un gran éxito de audiencia que provoque que tengamos una continuación.

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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Crítica de Monkey Man de Dev Patel

Fui con ganas de pasar un buen rato con el debut en la dirección del actor Dev Patel. Y quizá por eso el chasco que me he llevado con Monkey Man haya sido tan grande.

PUNTUACIÓN: 4:10

Kid es un delincuente que acaba de salir de prisión y vive en la India, intentando adaptarse a un mundo marcado por la avaricia y carente de valores espirituales. Allí luchará por buscar venganza por la muerte de su madre y defender a las clases más desfavorecidas. (FILMAFFINITY)

Dev Patel (Harrow, Londres, 1990) es un actor y ahora director británico. Además de destacar el hecho que Patel nació en Inglaterra, sus padres son hindúes gujarati pero ambos nacieron en Nairobi (Kenia), donde existía una importante comunidad. Patel comenzó su carrera en la serie juvenil Skins (2007). Su consagración llegó con el papel protagonista en Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2008), por el que Patel fue nominado al premio BAFTA al mejor actor protagonista. La carrera de Patel se amplió con papeles protagonistas en las comedias-dramas El mejor hotel exótico Marigold (2011) y El segundo hotel exótico Marigold (2015), el thriller de ciencia ficción Chappie (2015) y un papel secundario en la serie de HBO The Newsroom (2012-2014). Por su interpretación en el drama Lion (2016), Patel ganó el premio BAFTA al mejor actor de reparto y fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto. Posteriormente protagonizó las películas independientes Hotel Mumbai (2018), The Personal History of David Copperfield (2019) y The Green Knight (2021). Monkey Man supone su debut en la dirección.

Además de dirigirla, Monkey Man es una idea de Patel que fue desarrollada en guión por Paul Angunawela, John Collee y el propio Patel. La película de 121 minutos de duración cuenta con fotografía de Sharone Meir, montaje de Dávid Jancsó y Tim Murrell, y música de Jed Kurzel. Me resulta curioso comprobar que la película no se rodó en India, sino en una pequeña isla de Batam, Indonesia. Además, Monkey Man cobró cierta relevancia al comprar Netflix los derechos de emisión, que fueron recomprados por Jordan Peele al no ver el canal de streaming potencial en la película, que tuvo un presupuesto de 10 millones de dólares.

Dev Patel interpreta a Kid / Bobby / Monkey Man (con Jatin Malik como él de niño). Sharlto Copley es Tigre, la única cara reconocible además de la de Patel. El resto del reparto lo forman Pitobash como Alfonso, Vipin Sharma como Alfa, Sikandar Kher como Rana Singh, Sobhita Dhulipala como Sita, Ashwini Kalsekar como Queenie Kapoor, Adithi Kalkunte como Neela, Makarand Deshpande como Baba Shakti y Zakir Hussain como el maestro.

Queriendo buscar cosas positivas que decir de Monkey Man, hay que reconocerle a Dev Patel que lo ha dado todo durante el rodaje de la película. Por lo que se ha comentado, Patel se rompió una mano al comenzar la grabación y sufrió varias heridas durante las diferentes coreografías de acción. Y aunque la ejecución haya fallado, a priori la intención de crear una historia de venganza que conectara con la cultura hindú y los problemas sociales que sufre el país podría habernos dado una película muy chula. Lamentablemente, esto es todo lo positivo que puedo decir de Monkey Man.

Monkey Man es uno de los mayores fracasos creativos que recuerdo en lo referido a cine de acción. Desde Los Mercen4rios no he sufrido una decepción igual en una sala de cine, y al menos en ese caso fui mentalizado que lo que me esperaba no sería demasiado bueno. (Fue peor). Y es que quitando la intención, en la ejecución creo que Patel ha fallado a todos los niveles con una película en la que no me ha gustado casi ninguna de las decisiones creativas que ha tomado.

Empezando por la fallida decisión que toma para rodar las escenas de acción. Patel emplea una «shaky-camera» situada el 99% del tiempo en medio de la acción, literalmente. De forma que no acaba de verse bien lo que está pasando prácticamente nunca. Creo haber leído que ha rodado algunas cosas con un iPhone e incluso con GoPros, y más allá de la posible novedad técnica, la triste realidad es que el resultado final no funciona. Resulta curioso que justo la mejor escena de acción de la película sea la de la cocina del restaurante, justo porque la cámara parece dar dos pasos atrás y permite que los espectadores entendamos lo que está pasando. Si unimos esta cámara temblorosa en medio de la acción a un montaje demencial con miles de cortes, tenemos un ejemplo casi para una tesis doctoral de cómo NO rodar escenas de acción y, yendo más allá, qué NO hacer a la hora de montar una película que se va a estrenar en salas comerciales.

Por supuesto, que una película de acción falle en la representación de la acción es un problema importante. Vital. Pero Patel falla en todo lo demás, empezando por la historia. Monkey Man tiene una duración de dos horas que resulta ridículamente larga, y el guion provoca que la película se me hiciera super larga y aburrida. En lugar de mostrar la muerte de la madre desde el principio que es lo que provoca la historia de venganza, Patel plantea una idea ridícula que es plantear esta muerte como si fuera un misterio que hay que desentrañar, creando una narrativa fragmentada que no nos muestra el suceso en sí hasta bien pasada la primera hora y pico de película. Lo cual es ridículo, porque ya sabemos lo fundamental, la madre murió asesinada y el jefe de policía corrupto lo hizo y merece la muerte. Tener que llegar hasta tan lejos en la historia para ver cómo lo hizo convirtió este camino en momento insufribles y repetitivos, provocando el aburrimiento más absoluto. Apoyado, de nuevo, con un montaje demencial que igual alguien pensó equivocadamente que daba una estética o un ritmo rompedores. NO lo hace, todo mal.

Esto me recuerda algo que ya he sentido en otras películas o comics, y es que a priori está bien pensar hacer cosas no habituales para no caer en el tópico, pero que sea «diferente» no lo hace automáticamente mejor. Dependerá de la ejecución. Y esto es lo que le pasa a Patel. No quiere mostrar la muerte de la madre al comienzo porque es un cliché del género de acción, pero lo que hace alarga una película que no tendría que hacer superado los 100 minutos, perjudicando el ritmo y el disfrute. En este sentido, más allá de la frase publicitaria calificando Monkey Man como un «John Wick con ADN hindú», también Patel comenta que ha intentado conscientemente no copiar a las películas de John Wick, planteando cosas diferentes. Y dentro que está bien no copiar a otras películas recientes, lo que queda claro es que el resultado final palidece totalmente en la comparación.

Volviendo a la historia, hay un elemento de crítica hacia el poder político y religioso en la India que aplasta a los pobres y los masacra por intereses económicos. Pero esta parte que he leído en Filmaffinity que es de las cosas más celebradas de la película en realidad es uno de los tópicos más típicos del cine de acción, que es hacer que los pobres tengan que levantarse ante el poderoso. En todo caso, esto en si mismo no es un problema, claro. Pero el caso es que Patel plantea una idea super cuestionable, ya que hace que el protagonista falle un primer ataque porque se supone que lo hizo con motivos egoístas. Sin embargo, tras ser rescatado al borde de la muerte por el clérigo de la casta inferior, dan a entender que si lucha por el pueblo podrá vencer a los enemigos, cosa que acaba sucediendo (obviamente). Sin embargo, él no está luchando por el pueblo, sino que sigue queriendo vengarse de los que mataron a su madre. Nada de lo que hace Monkey Man va a redundar en una mejora de la vida de los pobres, y lo normal es que al día siguiente sean machacados igual que siempre. Lo único, eso si, es que las personas malas han muerto, pero el status-quo se mantiene igual, viendo que el títere político de estos malvados ha ganado las elecciones. Por lo que esta idea de «héroe de los pobres» en realidad no es lo que la película muestra, aunque este grupo acuda a ayudarle en el climax de la película, con lo que se pone de relevancia otra vez la diferencia entre la posible intención y el resultado final.

Luego además, la película tiene chorradas a mansalva, como que Monkey Man se gane la vida en peleas amañadas y cuando apueste a su favor nadie vea nada raro. O el absurdo interés de hacer que empaticemos con el traficante y delincuente al que Monkey Man engaña para entrar en el círculo de los poderosos. Porque aunque tuvo una vida dura, como todo el mundo por otra parte, es escoria como todos los demás criminales. Es curioso que centro que todos los personajes son unidimensionales sin matices, este criminal es lo más parecido a personaje con evolución a lo largo de la película. Lo cual es otra muestra de lo mucho que falla el guion. Porque Monkey Man es igual de unidimensional que los demás, dentro que su objetivo en la vida es obtener la venganza y ya luego lo demás le da igual.

Aunque hay algún plano interesante aquí y allá y alguna muerte imaginativa, he visto mucha pretenciosidad en Dev Patel en ¡una película de venganza! Por ejemplo, con los aburridísimos y repetitivos planos de la madre y Monkey Man de niño andando por la jungla viendo sus pies, como si estuviera copiando a Terrence Malik en una situación que no pega. En otra escena ante unas muertes super explícitas y violentas de Monkey Man, Patel coloca una canción pop ¿noventera? que no pega nada con el tono hiper violento de la película, como si buscara hacer más digeribles las muertes que causa, lo cual para mi es otra decisión fallida por parte de Patel. Y como véis, van unas cuantas.

Aunque no quiero alargarme, dado que queda claro que no me ha gustado la película, sólo diré que hay que ser muy mal director, o en realidad no entender los esquemas del cine de acción, para hacer una escena de entrenamiento que en lugar de dar subidón al espectador resulte soporífera. Es que es de primero de cine de acción / artes marciales, es lo mínimo que se debería exigir a un director novel. Y en esto Patel fracasa como en todo lo anterior. Y no, que Monkey Man entrene mientras el clérigo de la casta inferior toca dos tambores tradicionales, resaltando el elemento étnico, no es suficiente para hacer que esta escena mola. Cosa que no lo hace. Por cierto, para plantear una película huyendo de tópicos, Patel plantea una escena con una persecución en un carricoche que más típica no puede ser, y con una ejecución igual de mala que todo lo demás.

Esta reseña me ha quedado muy negativa, pero os podéis creer que fui al cine seguro que la película me iba a gustar. Evito ir al cine a ver una película sabiendo que no me va a gustar, para eso me la ahorro y no me gasto mi dinero. Y problema solucionado. Por eso me sabe tan mal que Monkey Man no me haya gustado nada.

Por supuesto, Patel tiene todo el derecho a tomar todas las decisiones creativas que estime oportuno, pero de igual manera yo tengo la suficiente libertad para poder decir si creo que dichas decisiones fueron acertadas o erróneas. Y hay más de los segundo que de lo primero. Por todos estos motivos, en este caso NO os recomiendo que vayáis a verla en el cine.

Comparto el trailer de la película:

La decepción que me he llevado con Monkey Man no tiene nombre, ¡qué mal me sabe!! Lamentablemente, en este caso no os la puedo recomendar.

PUNTUACIÓN: 4/10

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Crítica de Sisu de Jalmari Helander

Tras su paso por el festival de Sitges y un potentísimo trailer, no pude evitar ver Sisu, película de acción finlandesa en la que un veterano soldado se dedicará a matar nazis durante la 2ª Guerra Mundial. ¿Quién puede resistirse a esta premisa?

PUNTUACIÓN: 6/10

Durante los últimos y desesperados días de la Segunda Guerra Mundial, un solitario buscador de oro (Jorma Tommila) se cruza con los nazis en una retirada al norte de Finlandia. Cuando los nazis le roban el oro, descubren rápidamente que no se han metido con un minero cualquiera. Aunque no existe una traducción directa de la palabra finlandesa «sisu», este legendario ex-comando encarnará lo que significa sisu: una forma de coraje y determinación inimaginables frente a probabilidades abrumadoras. Y no importa lo que los nazis le echen encima, el escuadrón de la muerte de un solo hombre hará todo lo posible por recuperar su oro, aunque eso signifique matar a todos los nazis que se crucen en su camino. (FILMAFFINITY)

Jalmari Helander (1976) es un guionista y director de cine finlandés. Antes de poder dirigir sus películas, Helander realizó varios cortometrajes y anuncios de televisión premiados. Es conocido por la película de 2010 Rare Exports: Un cuento de Navidad, la aventura de acción Big Game, de 2014, protagonizada por Samuel L. Jackson, y la película de acción sobre la Segunda Guerra Mundial Sisu, cuto guión también realiza él.

La película de 91 minutos de duración está rodada en localizaciones de Laponia contó con 6 millones de presupuesto. La película cuenta con fotografía de Kjell Lagerroos, montaje de Juho Virolainen y música de Juri Seppä y Tuomas Wäinölä. En el pasado festival de Sitges cosechó una gran acogida por parte del público, y consiguió 4 nominaciones a Mejor Película, Actor, Fotografía y Banda Sonora.

En el reparto, aparte de mucha carne de cañón que será masacrada, tenemos a Jorma Tommila como el veterano soldado Aatami Korpi reconvertido en buscador de oro en los planos helados de Finlandia. Aksel Hennie como Bruno Helldorf, el jefe del destacamento nazi que se encontrará con Korpi e intentará quitarle su oro. Jack Doolan es Wolf, segundo al mando y tirador experto, mientras que Onni Tommila interpreta a Schütze, el conductor del tanque. Por último, Mimosa Willamo interpreta a Aino, una joven raptada junto a otras chicas por los nazis.

Según el director de Sisu, Acorralado de Sylvester Stallone (la primera película de Rambo de 1982) y la vida del francotirador finlandés Simo Häyhä, considerado el más letal de la historia con casi 500 muertes, sirvieron de principal inspiración para la película. Y aunque no dudo que sea así, la verdad es que la sombra de John Wick resulta muy alargada, al tener un hombre del saco para las tropas rusas y alemanas que no se detendrá ante nada y que no dejará que nadie le quite el oro que excavó de la tierra.

Una virtud que tiene Sisu es que va al grano y su duración de 91 minutos (contando los títulos de créditos, por lo que de historia no llega a la hora y media), es super ajustada. Porque tampoco da más de si, las cosas como son. El veterano Korpi más que un soldado parece Terminator, porque no es que sea inmortal, es que rechaza morir hasta haber terminado su misión. Esto como idea a priori era potente, pero la exageración lleva a la película a momentos ridículos que rompen completamente la idea que esto pudiera ser más o menos realista. El momento Aquaman o la idea de sobrevivir a un ahorcamiento clavándose un clavo que de alguna manera ¿le sujete? son algunos de los WTF?! más grandes y ridículos que he visto este año en una película. Dicho esto para mal, claro.

Y el caso es que todos queremos ver matar a nazis de las formas más exageradas e imaginativas posibles, pero otro de los problemas es que los momentazos más bestial de la película, esos que hacen que el público vitoree en festivales tipo Sitges, ya nos los muestra el trailer. De hecho, fuera de esos momentos más salvajes y over-the-top, el resto de muertes resultan bastante normalitas. De forma que lo bueno ya lo había visto antes de ver la película y el resto es más bien montonero. La combinación no puede ser peor.

El veterano actor Jorma Tommila cumple en su papel de un soldado que es una fuerza de la naturaleza que no necesita hablar para dejar claro que es alguien muy peligroso y que es preferible NO tenerle de enemigo. El resto del reparto cumple con lo que la historia necesita. Todos los nazis son asquerosos y deseas su muerte y también anticipas el momento en que las chicas secuestradas obtengan su venganza. De esta forma, todo funciona de forma correcta.

Sin embargo, globalmente Sisu no me ha dejado con la sensación satisfactoria que yo esperaba, al ser todo demasiado exagerado hasta alcanzar momentos ridículos que hacen que no te creas nada de lo que nos están contando. Y es algo que me parece una pena, porque venía con muchas ganas de ver salvajismo y muertes sangrientas de nazis, pero la ejecución no me ha acabado de funcionar. Hablaba de momentos WTF?!, pero el climax final marca un nuevo standard de momentos ridículos en una película de acción estrenada en 2023.

Comparto el trailer de la película:

Sisu me ha decepcionado, aunque esperaba un over-the-top con la muerte y destrucción de todos los nazis, las peripecias de este soldado veterano rozan el ridículo en varios momentos, algo que no me ha gustado.

PUNTUACIÓN: 6/10

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Crítica de Bullet Train de David Leitch

La nueva película de David Leitch Bullet train protagonizada por Brad Pitt es un festival de personajes y situaciones extravagantes al servicio de una historia de humor y acción ideal para el periodo vacacional.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

Cinco asesinos a sueldo se encuentran a bordo de un tren bala que viaja de Tokio a Morioka con unas pocas paradas intermedias. Descubren que sus misiones no son ajenas entre sí. La pregunta es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación final.

David Leitch (1975) es un director de cine, actor, especialista y coordinador de escenas de acción que debutó como director en la película de acción de 2014 John Wick junto a Chad Stahelski, aunque solo se acreditó a Stahelski. A continuación, Leitch dirigió en 2017 Atomic Blonde, protagonizada por Charlize Theron, y Deadpool 2, de 2018, la secuela de la película de 2016. En 2019, dirigió Hobbs & Shaw, un spin-off de la franquicia Fast & Furious.

La película cuenta con guion de Zak Olkewicz basado en la novela de Kotaro Isaka. Cuenta con fotografía de Jonathan Sela, montaje de Elisabet Ronaldsdottir y música de Dominic Lewis. La película de 126 minutos de duración ha contado con un presupuesto de 90 millones.

Brad Pitt interpreta a Ladybug, un experimentado mercenario aquejado de mala suerte que busca cambiar de vida. Joey King como El Príncipe, Aaron Taylor-Johnson como Mandarina, Brian Tyree Henry como Limon, Andrew Koji como Yuichi Kimura / El Padre, Hiroyuki Sanada como El Anciano, un antiguo Yakuza y padre de Kimura, Benito A. Martínez Ocasio (Bad Bunny) como El Lobo, Zazie Beetz como El Avispón y Logan Lerman como El Hijo forman el reparto principal de una película que incluye además un montón de cameos buenísimos que prefiero no spoilearte.

Con cierta frecuencia suele leerse que ya está todo inventado en el género de acción. Y entonces llega un director como David Leitch con ganas de negar la mayor y nos sorprende con una propuesta loquísima llena de planos para el recuerdo y situaciones over-the-top que no se toma muy en serio a si misma. Bullet Train es una estupenda película ideal para el periodo estival que hará las delicias de todos los fans de este género.

Lo primero a destacar es un casting plagado de caras conocidas, entre los que destaca por supuesto Brad Pitt, que es la estrella que vende la película. Agradezco que Pitt no se tome a si mismo demasiado en serio (como la película en general) e interprete a un mercenario no demasiado espabilado que es el centro de una historia que es humor más que acción en la que todo vale para entretener a la audiencia. Tener junto a Pitt a Aaron Taylor-Johnson, Brian Tyree Henry, Andrew Koji o Hiroyuki Sanada me parece una pasada, a lo que habría que añadir unos cameos loquísimos super buenos que me han gustado mucho. En general, diría que se nota que todos los actores se lo han pasado genial durante el rodaje.

Me ha sorprendido que la historia sea super enrevesada, mucho más compleja de lo que uno hubiera pensado a priori. La forma en que conecta a todos (TODOS) los personajes y los motivos de estar en el tren me parece una pasada. Sobre todo porque no conocemos todas las piezas del puzzle hasta el final, y cuando todo cobra sentido, la sensación fue que me han volado la cabeza. Además, el tono de humor exagerado en el que todo vale consigue que el visionado sea satisfactorio la mayor parte del tiempo, e incluso en los momentos WTF?! (y hay unos cuanto) consigan una sorpresa y una sonrisa en el espectador, algo que creo que es muy positivo.

David Leitch realiza un despliegue visual increíble para Bullet Train. Aunque hay menos escenas de acción de las que esperaba, están muy bien hechas y transmiten muy claramente la idea que estaba buscando mostrar cosas diferentes. En muchos casos el humor es la fórmula para que entremos en los aspectos más locos, con un climax super over-the-top que me parece un desfase total. Dicho eso en el buen sentido.

Para Bullet Train parece que Leitch ha buscado la inspiración en Quentin Tarantino en lo relativo a los personajes peculiares con diálogos extravagantes o de Guy Ritchie con una acción a un ritmo frenético con constantes saltos temporales y sorpresas. Y diría que globalmente creo que sale bastante bien parado teniéndolo todo en cuenta, aunque creo que aún se encuentra por debajo de ambos directores.

Mi principal pero con Bullet Train, dentro que me lo he pasado muy bien, es que me deja cierta sensación que lo que nos están contando no es tan divertido como Leitch y su equipo creen que es. Por ejemplo, cuando Mandarina y Limón cuentan las muertes que causaron en su encargo previo o en general las interacciones de estos dos hermanos un tanto peculiares. De hecho, creo que los actores y todos en general se lo pasaron mejor rodando la película de lo que me transmiten algunos momentos de humor que a mi no me funcionaron, algo que entiendo que es totalmente subjetivo y opinable. Incluso Brad Pitt tiene algo en su personaje que no acaba de funcionar del todo bien.

Aunque visualmente Bullet Train me parece una pasada, también es verdad que hay un par de momentos puntuales en que es un too-much excesivo en el que lo visual va en detrimento de lo narrativo, cuando debería servir para contar la historia. Por ejemplo cuando conocemos la historia de El Lobo o la misión de Mandarina y Limón que mencionaba antes. Y tengo claro que la película es 99% estilo visual, casi una declaración de intenciones de Leitch en el que muestra a espectadores (y ejecutivos de estudios) lo que puede crear con un presupuesto a la altura. Pero como digo no siempre me encajó como pensaba que lo iba a hacer a priori.

Dicho lo anterior, el tono de no tomarse muy en serio la película y el humor over-the-top en el que todo vale creo que es perfecto para la propuesta planteada por Leitch, y que gracias a eso la película puede considerarse un éxito total que supera ampliamente el objetivo de dar a los espectadores un estupendo entretenimiento que merezca ser visto en pantalla grande.

Por cierto, no quiero terminar sin acordarme de la banda sonora y la estupenda selección de canciones, que me parece un acierto que añade el toque festivo que el conjunto precisaba.

Comparto el trailer de la película:

Bullet Train da justo lo que promete y realmente hay mucha imaginación en esta propuesta, lo que hace que me de más pena el no haber conectado con la película como me hubiera gustado.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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Crítica de La lista final de Prime Video

Prime Video parece querer especializarse en la producción de series de acción de calidad, con los ejemplos previos de Jack Ryan o Jack Reacher. La lista final con Chris Pratt es el último ejemplo de un buen entretenimiento de temática militar.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

James Reece (Chris Pratt) es un miembro Navy SEAL del ejército cuyo pelotón sufre una emboscada durante una misión encubierta de alto riesgo. Cuando Reece regresa a casa con su familia, cuestiona su propia culpabilidad con recuerdos confusos del suceso. Sin embargo, a medida que sale a la luz nuevas evidencias, Reece descubre fuerzas oscuras trabajando en su contra. Para averiguar qué sucedió Reece contará con el antiguo compañero Edwards (Taylor Kitsch), con conexiones con la CIA.

La Lista Final es una serie de televisión de acción basada en la novela homónima de Jack Carr. La serie de 8 episodios ha sido creada por David DiGilio y cuenta con la dirección de Antoine Fuqua en el primer episodio, siendo Chris Pratt productor ejecutivo de la serie. La serie cuenta con fotografía de Armando Salas y Evans Brown, y música de Ruth Barrett.

La serie está protagonizada por Chris Pratt, que interpreta al Comandante James Reece, un oficial de los SEAL de la Armada estadounidense con 8 despliegues de combate. Comandante del pelotón Alpha del equipo SEAL 7. Taylor Kitsch es Ben Edwards, un ex SEAL de la Marina y antiguo compañero de equipo de James Reece que actualmente trabaja en la CIA. Constance Wu es Katie Buranek, una experimentada corresponsal de guerra de Voltstream News, mientras que Riley Keough y Arlo Mertz interpretan a la mujer e hija de Reece, Lauren y Lucy. Jeanne Tripplehorn es Lorraine Hartley, Secretaria de Defensa, mientras que Jai Courtney interpreta a Steve Horn, presidente del contratista de defensa Capstone Industries, mientras que Sean Gunn es Saul Agnon, Vicepresidente de Capstone.

La lista final es una historia de venganza. A partir de la muerte de su familia, un condecorado SEAL se lanza a la búsqueda de la verdad para hacer que todos los que fueron responsables de su muerte y de las de su pelotón paguen por lo que han hecho. Hay un mensaje muy claro que cuando el ejército entrena a hombres para la muerte, no pueden sorprenderse que su respuesta ante una tragedia personal provocada por motivos espurios sea la violencia. Un mensaje que siendo sencillo, no deja de estar ahí y de estar bien ejecutado durante toda la serie.

Chris Pratt es el omnipresente protagonista, y agradezco que se aleje del clásico papel de héroe «simpático» con el que es fácil conectar, creando un personaje oscuro para el que no existen matices a la hora de perseguir a los que estuvieron involucrados en el asesinato de su familia. Reece trata a patadas a la periodista Katie Buranek incluso a pesar de estar ayudándole, porque no quiere que nadie interfiera en su misión. Sin embargo, dentro que para los culpables hay una única salida aceptable, evita matar a policías o agentes del FBI que intentan detenerlo, lo que indica un alto elemento moral en sus acciones que lo convierten en un HÉROE sin matices en el contexto de esta historia.

El resto del reparto creo que cumplen con profesionalidad con lo que la serie demanda de ellos, siendo en general un buen complemento a la presencia y la fuerza que Pratt incorpora a la serie. Dentro que todos cumplen, le gusta la química que Taylor Kitsch comparte con Pratt en pantalla, la villanía de un Jai Courtney muy cómodo en su papel y de Sean Gunn añadiendo un toque de patetismo a su personaje.

Esta historia clásica de venganza está muy bien ejecutada. El guion me parece muy interesante porque no te muestra todas las cartas de inicio, sino que a medida que Reece va tachando nombres de su lista va sumando otros, a menudo sorprendentes, mientras avanza su investigación y ahonda en la conspiración, encontrando conexiones económicas, políticas e incluso dentro del ejército que se beneficiaron económicamente de esas muertes.

Una serie de este tipo no está para hacer profundas reflexiones filosóficas, sino para mostrar acción. Y La lista final en eso me parece un triunfo. Me encanta que Prime Video apueste por invertir un presupuesto importante para hacer series de acción con esta calidad técnica. Porque la verdad es que todas las escenas me parecen super bien ejecutadas desde el realismo de la forma en que actúan las fuerzas especiales de los Estados Unidos. La serie plantea además elementos diferenciadores en cada escena de cada episodio, de forma que consiguen que no sea un «John Wick» de proyección y tiro en la cabeza repetido una y otra vez como vimos en la tercera película. Hay escenas super buenas y diferentes en La lista final. Destacaría el asalto a la base de los narcos del cuarto episodio, el ataque del quinto y el climax final.

Y por si fuera poco, dentro de lo que parecería una historia lineal básica de venganza, la serie se las apaña para crear giros interesantes que rompen lo que yo al menos como espectador esperaba de la serie. En especial, el quinto episodio me parece modélico y sorprendente dentro de la lógica de la serie, a lo que le sigue un sexto episodio también estupendo que rompe la narrativa que llevábamos hasta ese momento. Estos giros de guion me han gustado mucho y han conseguido mantenerme interesado durante todo el visionado.

Hay que reconocer también que La Lista Final no es perfecta. La duración de los episodios va desde los 50 minutos del más corto a los 65 del primer episodio. Y la verdad es que esta duración acaba siendo un pelín larga en general, hasta el punto que el visionado hubiera mejorado con episodios de 5-10 minutos menos. Esto es debido a que en todos los episodios tenemos varios momentos en los que Reece recuerda a su familia con memorias cruzadas debido a su tumor. Esto es algo que tendría sentido en la televisión clásica de episodio por semana, ya que cada episodio debe recordar al espectador lo que ha perdido Reece que motiva la venganza. Sin embargo, al tratarse de una serie de streaming que el público puede ver en maratón (o como fue mi caso, en sesiones de dos – tres episodios), esta repetición acaba resultando redundante y un pelín repetitiva.

Este elemento como digo afecta al visionado de la serie en su conjunto, pero narrativamente tiene todo el sentido ir viendo el deterioro mental de Reece y como esto afecta a su rendimiento, lo que de alguna manera le humaniza frente a la máquina de matar en que se ha convertido. De esta manera, incluso estos aspectos menos buenos que reconozco que existen y están ahí no son gratuitos ni un problema de guion, más bien al contrario. Curiosamente, o no, los mismos que alaban series como Obi-Wan Kenobi que son un queso de gruyere grosero que narrativamente no tiene sentido, han pensado pasar por alto los problemas de la serie de Disney+ para inventarse problemas que no están ahí en esta serie.

Lo cual me lleva al review-bombing que ha sufrido la serie, porque parece claro que para la mayoría de críticos americanos políticamente correctos no es aceptable que Prime Video haga una serie de un hombre blanco buscando venganza por el asesinato de su familia. Por ejemplo, en Slash-film Valeria Ettenhofer comenta «En un thriller de acción completamente podrido, el Navy SEAL James Reece (Chris Pratt) se lanza a una exhaustiva y obsesiva matanza pública, todo ello mientras casi todos los personajes que le rodean le llaman incesantemente buen tipo. La disonancia cognitiva entre las acciones del «héroe» de la serie y la inexplicable lealtad que inspira a todos los que le rodean es ridículamente evidente». Lo cual deja en evidencia que está comentando sobre sus preferencias ideológicas y no sobre lo que la seria la está contando, porque en el contexto de esta historia ¡claro que Reece es el héroe! Que la «crítica» lo ponga en duda como primer elemento fundamental de su crítica es penoso, la verdad. Porque que una mujer busque venganza por su violación como en Promising young woman es «necesario», pero que lo haga un hombre blanco tras ser asesinada su familia es «problemático». Y así todo.

Y obviamente cada persona puede tener una opinión, y para gustos colores. Pero eso es una cosa y otra pretender valorar un contenido de entretenimiento no por lo que es sino por lo que tu querrías que fuera. Otra crítica comenta que «Parece que va a ir de conspiraciones y se convierte en una serie de venganza que no reflexiona sobre la venganza¿Por qué tendría que hacerlo? LA HISTORIA NO VA DE ESO. Pero es que como comentaba antes el mensaje de que es peligroso empujar a la violencia a alguien que lleva toda su vida perfeccionando el uso de la violencia por un gobierno que le ha usado para sus fines, y como para alguien así, la venganza es el único camino, si queda queda claro y diáfano en la historia.

Existe una tremenda disonancia entre el entretenimiento que los «creadores de opinión» quieren que veamos y los gustos del público a los que una historia de venganza muy bien planteada y resuelta nos vale perfectamente. Son esos mismos críticos los que no se explican el éxito de series como Yellowstone, que de momento y si no me equivoco en España sigue siendo imposible de ver en ninguna plataforma, y que se llenan la boca pidiendo variedad de contenidos pero renegando cuando una cadena plantea una historia que no coincide con su ideología.

La lista final puede tener elementos mejorables, empezando por la duración de los episodios, pero todo lo que plantea lo hace estupendamente bien. Si te gusta el cine de acción es una serie que no te puedes perder.

Comparto el trailer de esta serie:

La lista final es un entretenimiento estupendo que sabe qué tipo de historia es y cual es su público, entre el que me encuentro.

PUNTUACIÓN: 7.5/10

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